Capítulo 25 Mis dos trocitos de alma.
Los ojos de Julián se abrieron ante la calidez que comenzó a invadirle en su pecho, junto a él Gabrielle le presionaba el pecho tratando de reanimarle. El rey de los mares inhalo fuerte, recuperando el aliento. La rubia le sujeto de la cabeza con ambas manos tratando de observarle a los ojos.
-Dime que estas bien?-
-Un poco a dolorido del pecho, pero sigo vivo. Preciosa… creí que te había perdido.-
-El cosmos de Lilith me mando de regreso a Yesod, creo que la Fuente no quería mi participación en este asunto y decidió que me ocupara de otros tantos.-
-Estas bien?-
-Mejor que tú, eso seguro. Por todos los cielos Julián, estuve a punto de matarte. No debiste intentar reanimarme.-
-Eso no es negociable, Gaby.-
-Sabes que cuando algo toca el aura de un Arcángel es de sumo peligro intervenir.-
-Eres tu Gaby y no comiences a regañarme porque sabes perfectamente que lo volveré a hacer.-
La chica junto su frente a la de su esposo.
-Eres un suicida, mi amor no sé dónde está Andy?-
-Espero que Sorrento haya cuidado bien del chico sino con todo y nuestro parentesco te juro que lo mato.-
Después un fuerte grito les hizo salir de su calurosa conversación.
-Ahhhhhh noooo! No puedo!-
Saori estaba aterrorizada y su cosmos se encendió tan fuerte que hasta el adolorido de Julián se puso de pie de un solo salto. En un minuto Gabrielle y el señor de los mares estaba junto al no muy experimentado equipo médico. Ares comenzaba a estresar a Kanon.
-Diablos no es tan difícil que puje y ya! –
-Oye intenta sacar un melón por un agujero del tamaño de un limón!-
Saga quería asesinarlos con la simple vista, mientras que Hilia trataba de sacar paciencia para no desesperarse y terminar por dejar a su pobre nuero unos segundos para patear el trasero de su amado y de su hijo. Aunque Mitchelle sabía llevar aquel desastre, Kanon solo sintió el pellizco en el trasero.
-Me dolió preciosa!-
-Llévate a Gael a otro lado o te juro que te daré una lección y no podrás sentarte en un mes!-
-Solo trato de ayudar!-
Ares acompañaría el gesto.
-Escucha a tu colorina y llévate al niño de aquí, que es muy joven para andar viendo estas cosas!-
Gael observaba curioso aquella escena.
-Wow es la primera vez que veo a mi tía sin chones.-
Kanon y Ares se pusieron pálidos mientras Mitchelle les reprimió.
-Quieren llevarse a mi chico en lo que ayudo a Hilia!-
Ares no pudo reprimirse.
-Soy el abuelo, además la pelos morados no logra hacer nada sin mi apoyo y mi cercanía.-
Mitchelle y Kanon lo fulminaron con la mirada aunque eso no tenía ni un efecto en el descarado Dios de la Energía Impulsiva.
-Qué?! El hecho que tengamos nuestras diferencias solo confirma lo evidente, nuestra unión fraternal!-
Seguro que el hecho de volver a ser abuelo adulzo el alma de la bélica deidad, el pobre de Kanon estaba convencido de que su padre estaba bajo algún antidepresivo solo miro frustrado a su esposa y esta le respondería con total resignación.
-Sí, así es… eres igualito a tu padre.-
-Qué?!-
-Ambos son unos histéricos, posesivos y necios.
Kanon sujeto con fuerza el brazo de su padre.
-Escúchame bien, no sé qué diablos estas tomando pero de ahora en adelante te vigilare como a la leche en el fuego.-
-Pero que necio eres, ya te dije que estoy bien! –
-Estas cariñoso con Saori! A mí no me engañas!-
Hilia trataba de concentrarse entre tanto revuelo, a buena hora le había dado a ese par por discutir sus diferencias.
Mientras que Mitchelle intentaba disuadir a su esposo y a su suegro Saga sentía que su mano estaba por ser amputada de la fuerza con la que Saori le presionaba.
-Preciosa todo va a estar bien, respira, y te lo suplico necesitare ambas manos para poder ocuparme de las nenas cuando salgan.-
Hilia insistía manteniendo su timbre calmo y fuerte.
-Vamos linda, tu puedes tienes que pujar ahora!-
Saori sintió que retomaba el valor, pese a los nervios de ver a su sobrino curioseando justo cuando Julián llego a tomar a Gael en los brazos.
-Ven aquí, aun no tienes edad para ver esto, disfruta de tu inocencia.-
-Padrino, que bueno que ya volviste!-
El peli celeste se abrazó fuerte de su ahijado.
-Cómo crees que me iría, aún tengo que enseñarte a navegar en velero y a cuidar de mis delfines. A propósito en donde esta Andy?
-No te preocupes esta con mi madrina y con el señor Aiacos.-
-Y Sorrento se supone que tenía que cuidar de ustedes?-
-Estábamos jugando todos cuando sentimos el cosmos raro y preferimos escondernos, pero deje a Andy en buenas manos.-
-Hiciste bien mi chico, si Andy esta con Hades entonces no tengo de que preocuparme.-
Así Poseidón decidió dar un poco de intimidad a Saori justo cuando…
-Ya llegamos familia!-
Dionisio volvía con el cabello revuelto y la camisa mal abotonada, mientras que Enio llevaba la camiseta puesta al revés. De inmediato Ares se percató de su presencia y dejo a Kanon hablando solo para atrapar a Frank directo del cuello.
-A ti te quería ver, miserable cabron! Se puede saber en dónde demonios te habías…-entonces se reparó de que su hermana estaba acomodándose la falda. A Ares le dio un tic en el ojo.
-Nosotros aquí partiéndonos la madre, mientras que ustedes dos se montan una porno frente a la loca de Lilith!-
Kanon trato en vano de temperar.
-Papa contrólate no es el momento!-
-Que me controle! Mira a tu tía hace unos instantes estaba atravesada por mi espada y ahora llega medio desnuda!-
Frank trataba en vano de excusar todo aquel enredo.
-Oye no es lo que crees… o quizás si… pero no con los detalles que te imaginas… aunque puede que tengas una mente bastante…-
Kanon se puso rojo de la vergüenza, ares también pero del coraje, mientras que Mitchelle había decidido irse al lado de Hilia. Enio le metió un fuerte codazo a su amante para que dejase ya de empeorar las cosas.
-Basta ya! Que les pasa?-
Saori se relajó al ver que aquel pleito enviaba a las miradas lejos de ella.
-Gracias Fuente.-
Estaba decidida era ahora o nunca, justo cuando se escucharon unos cuantos neumáticos que rechinaron y a toda velocidad los caballeros, jueces, ángeles y dioses llegaban hasta ella. La peli morada sentía ganas de llorar. Saga solo miraba frustrado aquella escena.
-Ve el lado positivo preciosa todos vienen aquí para apoyarnos.-
La chica sudaba y el dolor más las hormonas la tenían en un estado de estrés absoluto.
-Maldita sea mi suerte! Y Saga ya deja de decir pendejadas! Ya te quiero ver en mi lugar pujando con un dolor en medio de las piernas miserable cabron!-
Saga estaba muy nervioso.
-Preciosa tranquila.-
Hilia le miro muy comprensiva.
-Todo está bien querido, yo también maldije al pendejo de tu padre cuando estaba pariendo. El muy puto ni siquiera estaba presente.-
Ares podía pelear por un lado y seguir escuchando del otro.
-Hilia te oí bien!-
-Me da gusto porque eso es algo que tardare siglos en perdonarte!-
Frank se quedó con el dedo índice apunto de reclamar algo cuando Ares le dejo con la palabra en la boca para irse a discutir con su mujer, quien seguía sosteniendo las piernas de Saori. La peli morada veía frustrada como sus suegros empezaron una fuerte discusión frente a sus narices, mientras que ni Saga podía intervenir. Mitchelle tomo las piernas de Saori mientras que Hilia y Ares estaban en plena faena. Kanon llego junto a ella.
-Cielo que hacemos?-
Kanon miro a Saga todo frustrado y a Saori en pleno dolor, el miedo le creo un tremendo bloqueo y le era imposible sacar una sola frase.
Julián al ver aquel desastre de inmediato dejo al niño con Gaby quien recibía a Perséfone y al resto.
Poseidón empujo al miedoso de Kanon y se puso junto a Mitchelle.
-Parece que la Fuente me vio cara de partero. Vamos solo tienes que pujar fuerte y Mitchelle tomara al primer bebe, hazlo rápido!-
En ese instante Perséfone llego con una cámara de video en las manos, Saori se puso blanca.
-Que haces?!-
-Me lo agradecerás en unos años, es un momento único.-
Saga y Saori se miraron frustrados justo cuando Hades grito fuerte.
-Radamanthys!-
-Si señor!-
-Pronto ve ayudar a mi esposa, es muy mala como camarógrafa.-
El juez de Caina se puso blanco de la idea.
-Pero yo…-
Minos estaba a punto de tirar la carcajada pero decidió morderse la lengua antes de hacer alguna escena que pudiese poner en ridículo a sus señores.
El juez de Caina quiso negarse, pero la mirada firme de Hades le dejó en claro que no había ni un mínimo de posibilidad de cambio.
Aiacos suspiro de alivio al verse libre de aquella encomienda, mientras que Afrodita y Camus se miraron rojos ante la vergüenza ajena.
En unos segundos alrededor de Saori estaban Deméter sosteniéndole la mano izquierda junto a Dokho, quien mirada en otra dirección consciente de la incomodidad de su Diosa. Radamanthys filmando bajo la dirección de Perséfone y Hades. Julian solo junto a Mitchelle, quienes le gritaban de pujar, su esposo Saga quien de lo blanco parecía que no tardaría en desmayarse al igual que su cuñado. Ares e Hilia quienes discutían furiosos por el pasado. Shion y Alecto quienes decidieron frenar al resto del grupo para que no se apilaran alrededor de aquel escenario.
Saori no podía más, estaba resignada.
-Es mi culpa por haber sido tan estúpida y mimada! Cuando dejare de pagar ese Karma, dime fuente divina, cuando?!-
Saga decidió ignorar aquel público y concentrarse en lo suyo.
-Ahora mi amor, pronto, hazlo por las niñas!-
Julian fue firme.
-Puja ya!
Saori pujo con fuerzas, mientras que Radamanthys sintió que se le iban las fuerzas. Minos no aguanto más.
-No puede ser se desmayó! El muy estúpido se desmayó! Mira Aiacos!-
Aiacos estaba mirando en otra dirección, mientras que el juez albino se burlaba de ambos.
-Tú también eres un miedoso! Que te pasa? Como si nunca hubieses viste la sangre.-
Aiacos lo tomo con fuerza del brazo y lo encaro.
-No es lo mismo privar a alguien de la vida que presenciar cómo nace la vida, especie de imbécil!-
A unos metros Shaina sostenía a una recién nacida en brazos.
-Mu mira, tendremos que entregarla a sus padres también.-
Frank la reconoció de inmediato.
-Me temo que ella es la verdadera víctima de todo este infierno.-
La bebe comenzó a chupar el dedo de Shaina.
-Tiene hambre, pronto Mu mira si aún tenemos algo de leche para recién nacidos.
Frank se acercó a la amazona de cobra, justo cuando Mu traía un biberón preparado para la pequeña. El Dios le acaricio a la pequeñita en su mejilla.
-Saben sería una lástima enviarla a los servicios sociales, teniendo a una pareja perfecta como ustedes.-
Mu observo asombrado ante la proposición del joven Dios.
-De verdad… estas seguro que…-
-La niña no tiene a nadie, su madre no tenía familia y por lo que pude sentir su padre ni siquiera sabe ni quiere saber de su existencia. Ahora la pregunta es si ustedes quieren…-
-Si!-
La respuesta fue unánime e inmediata.
Milo y June felicitaron a los nuevos padres justo cuando aquel grito les hizo volver a la realidad, otra vez.
La primera de las gemelas hacia su aparición, aquel llanto cortó el deseo de sus abuelos a seguir peleando. Ares está loco de alegría.
-Por todos los cielos se parece a mí!-
Apenas y Mitchelle pudo envolverla en la capa del Dios cuando este ya se la había arrebatado de los brazos.
-Ven acá preciosa!-
Ojos verde jade como su padre o su abuela y cabello platino como el Dios bélico, aquel pequeño rostro era la perfección pura. Hilia y Kanon corrieron para verla, tenía las mejillas bien rosita y hasta parecía algo regordeta. La abuela estaba ilusionada.
-Igual de gordita que su papa.-
-Saga y yo éramos gorditos? –
-El más que tú, tú eras más largo.-
-Pero se supone que somos idénticos.-
-A la semana atrapaste en peso y él en largo.-
Kanon tomo a la bebe para mostrársela al padre.
-Mira es perfecta!-
Saga solo pudo girar su rostro para besarla y de inmediato miro a los ojos a su gemelo. Kanon no necesito más palabras para leer la mente de su hermano, algo andaba mal. Después observo con angustia a Julian y a Mitchelle. De inmediato Perséfone le dejo la cámara completamente a Hades y corrió a la mano de su madre.
-Haz algo!-
Ares reacciono, la otra niña no salía…
-No te lo suplico Fuente no…-
Deméter tomo el sitio de Julián quien estaba pálido de terror.
-Voy a darle la vuelta al bebe, creo que el cordón está en su cuello voy a hacer todo por sacarla viva, a ambas.-
Camus se puso de pie a toda prisa y grito a Deméter.
-Súbanla en la camioneta debemos llevarla a un hospital ahora!-
Saga estaba decidido.
-Al diablo las reglas! Papa cuida de mi hija que voy a salvar a mis otras dos mujeres! Kanon te veré en el hospital!
Los tres estaban de acuerdo.
Another dimensión!-
Saga, Saori, Mitchelle y Deméter desaparecieron de la vista de todos.
Aurora tomo a Gabrielle de la mano.
-Vamos con los chicos al hotel, en el hospital solo estorbaremos, ocupémonos de los pequeños.-
-Tienes razón, iré por Julián.-
La risa de Minos se había apagado ahora sentía un extraño malestar en el estómago. Aiacos le tomo del brazo.
-Recojamos a Rada y…-
-Adelante, yo iré por mi señora Perséfone, se ve que no se encuentra bien.-
Alecto estaba abrazada con fuerza a su padre.
-Dime que esto no es también culpa mía! Papa! Yo desperté a Cronos, yo adelante el parto!-
-Quiero que te tomes un calmante y descanses, estas cosas pasan. Además aún no está perdido.-
Sorrento estaba en shock aquello distanciaba mucho de la semana de descanso que él había imaginado. Constanza lo haría volver al presente.
-Entre tus amigos, no había uno que era médico y vive por aquí.-
El austriaco suspiro fuerte y reacciono.
-Tienes razón, es un excelente cirujano.-
Camus había escuchado aquella conversación y de inmediato tomo el brazo de Sorrento.
-Vamos por él, yo conduzco!-
Eliana se acercó a Ares y a Hilia quienes guardaban a la recién nacida.
-Sé que son sus abuelos y que quieren cuidarla, pero sé que también quieren estar junto a Saga y…-
Ares lo comprendió en el acto y no le dejo acabar sin que le diera a la pequeña a su cuidado.
-Confió en ti y en el Adonis para que me la cuiden.-
Tomo a Hilia del brazo y usando el poder de su cosmos la tele transporto junto a él.
Angela y Shaka se miraron con complicidad, la morena desapareció de la vista de todos apareciendo en la camioneta en donde ya Camus y Sorrento se dirigían. Ni el francés ni el austriaco se veían sorprendidos. Ambos hablaron a un tono.
-Y bien?-
-Deja a tu amigo, yo lo hare.-
La luz verde de Ángela cubrió el interior de la camioneta y todos los integrantes desaparecieron en el acto.
…
En el hospital central Saga dejaba unos minutos a Deméter y a Mitchelle junto a Saori, mientras él buscaba como loco a algún médico. Aquel sitio se veía vacío.
-Maldición! Lilith descontrolo todo!-
De inmediato se toparía con rostros conocidos Kanon, Ares e Hilia. No había tiempo para los mimos.
-Pronto ayúdenme a encontrar un médico!-
Hilia estaba pálida.
- Hemos recorrido todo este edificio y no hay nadie. Lo de Lilith debió haberlos sacado a todos de aquí.-
Ares trato de calmar a Saga cogiéndolo de los hombros pero este reacciono con violencia ante la desesperación.
-Se están muriendo! La niña está ahogándose y Saori esta… esta…-
De inmediato ambos sintieron algo que les altero.
-Lo sentiste?-
Kanon hacia deducciones.
-Es un cosmos muy poderoso y está junto a Saori y a Mitchelle! Vamos!-
Los cuatro llegaron a la velocidad de la luz en aquella sala afuera estaban Camus y Sorrento custodiando la puerta. El francés le sonrió tranquilo, mientras que el flautista les hacia un gesto de confianza.
Dentro estaba Mitchelle de la mano de un hombre vestido de túnica blanca su tez era morena clara y de ojos verde esmeralda. Deméter seguía sujetando la cabeza de la pequeña, cuando el hombre tomo su sitio.
Kanon se acercó a Mitchelle y le hablo al oído.
-Quién es?-
-Cambio su forma, pero sigue siendo el mismo, no lo reconoces? Relájate y trata de recordar su cosmos.-
Ares lo reconoció en el acto.
-Es el Arcángel Rafael, es la totalidad de Ángela.-
Rafael le estiro la mano a Saga atrayéndolo y este no dudo en acercarse.
-Ven y recíbela, tiene miedo a vivir por eso se enredó. Vio partir a su hermana y se llenó de miedo. Tiene miedo a estar sola necesita a su hermana y a sus padres. Ella heredo tu sensibilidad y tu inseguridad.-
La habitación se llenó de una brillante luz esmeralda casi cegadora y en un instante se escuchó un grito de vida.
En segundos la habitación recobro sus colores habituales, la luz volvió a la normalidad y aquel hombre había desaparecido.
Ahora Saga llevaba en brazos a otra peli plateada minúscula que lloraba con desespero y parecía calmarse al sentir como su padre la juntada con fuerza junto a su pecho. El latido del corazón de Saga parecía un ritmo que tranquilizaba el miedo de aquella pequeñita.
Kanon se acercó maravillado a abrazar a su hermano y a su sobrina.
-Haz hecho dos bellezas, te das cuenta!-
-Están vivas, y sanas, es todo lo que me importa.-
De inmediato se acercó a Saori para mostrársela, la luz de Rafael había inundado de paz y bienestar a la pobre adolorida madre.
-Saga es hermosa! Y la mi otra muñeca?-
Ambos miraron a Ares y antes de que este pudiese contestar una luz violeta se apareció en la habitación con la otra pequeña en brazos.
Eliana venia contenta a entregarla ante los emocionados padres.
-Les advierto que Frank ya te preparo una súper suite de lujo con doble cuna y jacuzzi. Afuera hay una ambulancia de lujo que les llevara hasta el hotel.–
Saori no pudo reprimir sus lágrimas de desahogo.
-Muchas gracias chicos, gracias a todos.-
Camus sonrió satisfecho mientras que Sorrento negó divertido, el francés se sintió intimidado.
-Qué?-
- Vamos no me digas que no estas planeando hacer tu carta a Paris?-
-Óyeme sirena no te pases.-
Segundos después le dijo con voz baja.
-Llevamos dos meses de duro trabajo.-
Ambos tiraron una carcajada y se fueron rumbo al hotel.
Angela y Shaka estaban decididos aquellas vacaciones solo les hacían añorar a su pequeña. Esa misma tarde compraron su billete para salir la mañana siguiente, al menos veían con gusto que no solo su querida Athena está en perfecto estado sino que ahora había tres miembros nuevos en la familia.
June estaba feliz de pasar por la tienda de niños del hotel.
-Mira Milo, para las tres nenas!-
El griego tomo del perchero un trajecito de borreguito body blanco y se lo dio a la rubia, quien le miro con duda.
-Y este para quién es?-
-Guárdalo para el nuestro.-
Al día siguiente hubo fiesta por todas Las Vegas, Dionisio estaba contento había muchas y muy buenas razones para celebrar, la principal era la más simple.
El simple hecho de estar junto a aquellos que tanto amaba era una deliciosa bendición.
