Capítulo 32 La trampa

-El espíritu de la aniquilación se ha apoderado de Alecto.-

Shion quedo helado ante aquella revelación.

-Tiene que haber algún modo de sacárselo!-

-Todo lo contrario, es gracias a que ella lo alberga que nuestra tierra sigue viva.-

El peliverde creyó que haría una crisis de histeria en ese mismo instante.

-No! Me niego a que ella lleve dentro semejante tormento! No es justo y si tengo que matarme para liberarla de esa bestia no dudes que lo hare!-

Hécate, la sabia, solo negó con seriedad.

-Estúpido caballero, arrogante y ciego! Apofis es el fin de todo lo que conoces como vida. El hecho de que un fragmento se encuentre detenido en el cuerpo de una diosa nos da el tiempo necesario.-

-Y ella, qué consecuencias tendrá que pasar por llevar a esa cosa adentro?!-

La anciana se sobaba las sienes con desespero.

-Si eres tan caballero y quieres hacerte útil, debes esconderla del demente que despertó a este monstruo. Con suerte y juntando tu cosmos al suyo, consiguen alargar la vida de la joven unos instantes.

De todas maneras no tienes opción, mientras la bestia este dentro de ella Seth no podrá lograr su cometido. Con suerte y el señor del Gran Sol Central despierta y regresa el equilibrio a nuestro mundo.-

Así la anciana desapareció sin previo aviso, dejando al lemuriano en una situación catastrófica.

-No! Maldita sea!-

Una vocecilla fatigada lo regresaría a su realidad.

-Shion…-

-Alecto… qué haces ahí? Qué escuchaste?-

-No necesito escuchar nada, eso habla y yo… no puedo evitar escucharle y… sentirle.-

-Te voy a sacar de este lio, te lo juro.-

-Ellos vienen en su búsqueda, puedo sentirles también. Siento todo… cada creatura, cada llanto, cada risa. Todo se mueve dentro de mí y se cubre de tinieblas.-

La joven cayo de rodillas y el caballero corrió a sostenerla de los brazos con fuerza.

-Te juro que…-

-No me jures nada mi hermoso caballero. Siento mi muerte y la siento cerca. Después de haber nacido y crecido entre los muertos, es una energía que me es muy familiar. Lo que es irónico es que ahora le temo, como nunca antes.-

-Tu no vas a morir y de ser así tu padre te traería de regreso.-

-La muerte es solo un cambio de forma Shion, pero lo que llevo dentro no tiene nada que ver con ella. Esta energía es aniquilación, es un abismo de eterno sufrimiento y descomposición. Es la destrucción sin ningún objetivo. Mi padre no tiene ningún poder en ese tipo de escenarios.-

-Destruiremos a esa bestia antes de que logre hacerte daño a ti y a otros.-

-Eres ingenuo Shion, me haces pensar en los antiguos caballeros románticos y fieles a su causa. Pero en esta historia yo no soy la princesa y no habrá un final feliz para mí.-

Las manos del peli verde sujetaron con cariño el rostro de la joven diosa y suavemente unió sus labios con los de ella.

-Venceremos a ese monstruo y al final serán él y Seth quienes serán arrojados al abismo.-

Un fuerte dolor se apodero del pecho de la chica y un hilo de sangre salió por su nariz. Shion encendió su cosmos uniéndolo al de ella y la bestia volvió a dormir dejándola respirar en paz.

-Alecto debemos irnos esos tipos no tardaran en encontrarnos y no podemos darles esa oportunidad.-

Así esta pareja desapareció en busca de un sitio seguro.

…..

En otro continente y en una tierra sagrada…

Hilia caminaba con los pies desnudos, seguida de un Ares bastante desconcertado por las acciones de su mujer. Sin embargo el Dios decidió imitar y respetar el pequeño ritual de su mujer. Aquel sitio estaba cargado de energía, pero no de cualquier tipo. Aquella energía no les llevaba a la conquista o al poder, sino a un extraño y hermoso estado de paz. Hacia años que Ares buscaba sin éxito esta agradable energía. A pesar de sus posibilidades de tele transportación Hilia decidió que llegasen por el lado de la montaña. Entre la espesa jungla se encontraba una enorme estatua con cabeza de elefante.

-Ganesh, el sagrado hijo de Shiva.-

Hilia saco de su bolso un pequeño frasco de perfume, y no dudo en vaciar el contenido en los pies de la estatua. Ares estaba sorprendido.

-Creí que eras fiel a Athena o a… mi?-

-Athena es una divinidad de sabiduría, como Ganesh y a ti… bueno a ti simplemente te amo con locura. Hay algo en esta divinidad que me pone de rodillas, pero no para humillarme sino como acto de respeto. No veo en él a un dios sino una parte de mi alma, es como una luz dentro de mi espíritu.-

-Espero no tener que preocuparme… digo no te va la zoofilia?-

Hilia se giró y le dio un buen codazo a Ares en el estómago, sacándole el aire y una buena carcajada.

-Mujer que susceptible.-

-Que yo recuerde hay más historias de zoofilia entre tus parientes que con los míos.-

Ares se sobaba el vientre divertido.

-No sé cómo vamos a encontrar al nene en un sitio así.-

-Debemos rastrear su cosmos, por supuesto.-

-Y tú lo logras, digo soy un dios, pero la energía de este sitio me saca de mi equilibrio. No estoy acostumbrado a este tipo de ambientes tan… profundos.-

-Dirás pacíficos?-

Ares suspiro con fastidio, como odiaba sentirse en desventaja.

-Eso…-

Hilia respiraba profundamente y parecía que cada partícula del aire la nutria y le elevaba su cosmos.

-No lo busques fuera.-

-Qué?-

-Búscale dentro.-

-De dónde?-

-De tu corazón…-

-Yo… Hilia… yo no sé si puedo…-

-Dame la mano y vamos a sentarnos aquí mismo, sin utilizar nuestra mente.-

Ares comenzaba a inquietarse.

-Hilia preciosa, no creo que tengamos tiempo para… eso.-

-Dame tu mano y tu confianza.-

El dios acerco su temblorosa mano, así él y su chica tomaron asiento a los pies de la gran estatua. Mientras vaciaban sus mentes sus corazones comenzaron a emanar una hermosa luz verde que inundaría a sus atormentados espíritus.

Templo de Minakshi, Tamil Nadu, India.

-Abuelito…-

Gael abría en grande sus ojos mientras la mano de aquella hermosa mujer morena tomaba la suya para reconfortarlo.

-Lo ves cuando abres tu corazón y vacías tu mente, el universo entero resuena en tu interior.-

-Tú crees que puedan venir hasta aquí?-

-No tardaran mucho ya lo veras.-

-Pero… porque no encuentro a mi mama?-

Los ojos de Gael volvían a llenarse de lágrimas.

-No pierdas la esperanza ya va a venir, sigue respirando y escucha a tu corazón.-

La dama dejo al chico en flor de loto, continuar con su meditación. Ella tomo rumbo a la sala continua de su templo donde el hombre que había traía al chico le esperaba.

-Y bien?-

-No cabe duda es el primero, por fin.-

-Y…-

-Tienes razón, guarda el mismo código de sus ancestros, pero hay algo más. Algo que me preocupa.-

-Que ocurre Parvati?-

-Las tinieblas han vuelto a despertar, su fuerza aumenta.-

-Debemos estar listos para combatirlas.-

-Pero no podemos… solo el gran sol central puede y no quiere despertar…-

-Está despierto créeme, lleno de dolor, pero está aquí.-

-No quiere escucharnos…-

Un tercero rompería con su conversación.

-Si le dieras una buena paliza tal vez entraría en razón.-

La mujer puso una mueca de fastidio.

-Me sorprenden tus palabras Vishnu, si eres el señor del equilibrio esos actos de violencia no son propios de ti.-

-Parvati señora del Shakti, tu mejor que nadie debería incitar a tu amado esposo a realizar su función.-

-Yo creo el movimiento Vishnu.-

-Eres Shiva el señor de la destrucción, y estoy de acuerdo en que no eres de naturaleza violenta, pero eres quizás el más cercano a liarte a golpes con ese terco.-

-Déjame adivinar Brahma fracaso en su intento por convencerlo.-

-Brahma, Ganesh, Lakshmi, Saravasti y yo ya me harte!-

-Y se supone que yo lo conseguiré?-

-Manifiéstate como Hànuman, quizás simpatizan con eso de sus respectivas afiliaciones solares.-

-Déjalo, supongo que la mejor opción es seguir atrayendo a la justicia, ella lo hará entrar en razón.-

-Estas seguro que ella te ha sentido.-

-No te preocupes ella nunca nos ha dejado tirados.-

Los gritos de Gael cortarían con aquella discusión.

-La serpiente!-

Parvati iría corriendo junto al chico justo en el momento en que este decidiera desaparecer de aquel templo.

Las tres divinidades se miraron sorprendidas y segundos después harían brillar con fuerzas el cosmos de sus corazones.

A las orillas de un caudaloso rio un hombre se disponía a recoger al pez que llevaba su anzuelo. Era grande lo suficiente como para asegurar su cena, de inmediato lo coloco en su canasto justo a tiempo de ver caer por arte de magia a un niño a las fauces del rio. Los cocodrilos estaban dentro y se apresuraban a devorar a su pequeña presa. Aquel hombre salto sin miedo al agua y las profundidades se iluminaron con una luz tan cegadora como la del mismísimo sol. Los reptiles huyeron presas del terror y el hombre atrapo al chico. Le tomo unos minutos llevarlo a la orilla.

-Qué diablos hacías ahí, pequeño demonio?!-

Gael temblaba de miedo, aquel hombre era más alto que su padre y aquellos ojos azules zafiros lo dejaron frio.

-Tú no eres local, esos cabellos rojos…-

Gael intento desaparecer pero su poder parecía bloqueado.

-Ni lo intentes, si aquí alguien sabe de escapes mágicos, ese soy yo jovencito.-

El niño comenzó a llorar presa del pánico y su miedo hizo temblar al bosque entero.

Aquel hombre comprendió que no se trataba de una deidad cualquiera.

-Oye calma que no soy ningún salvaje y espero que tú tampoco lo seas.-

El hombre le acerco su mano en señal de paz.

-Soy Hor, el señor de los… bueno eso es sin importancia.-

Gael lloraba haciendo un puchero de molestia, aquella pose le trajo antiguos recuerdos a aquel ser.

Flashback

-No quiero ir…-

La pequeña pelirroja odiaba navegar, el agua le causaba mareos.

-Se supone que debes acompañarme en el ritual, es una tradición.-

-No quiero ir Papa! El barco se mueve y después esta esa enorme serpiente, no me gusta, le tengo miedo!-

-Ya te dije que mientras yo esté aquí esa serpiente no hará daño a nadie.-

-Que vaya Baset!-

-Baset tiene más miedo al agua que tú!-

La pequeña pelirroja comenzó a llorar con gran sentimiento y el padre solo retiro su máscara de halcón para tomarla con fuerza entre sus brazos y darle un fuerte beso en sus mejillas.

-Mi pequeña justiciera, no te preocupes ya vendrá el momento en que podrás cumplir con tu destino. Y yo estaré siempre junto a ti para protegerte, siempre.-

Fin del Flashback

-Bueno y para esto en donde están tus padres?-

Aquella pregunta saco otro nuevo puchero en el chiquillo, Horus solo respiro profundo.

-Ahí vamos de nuevo…-

….

En las profundidades de la selva Amazonas un grupo de caballeros y espectros liderados por Hades y Poseidon se abrían paso entre las altas hierbas. Kanon, Saga, Radamanthys, Camus, June, Milo, Shaina, Mu, Death Mask y Marin mantenían la guardia en alto. Aquel sitio parecía tranquilo pero en sus espíritus había esa sensación de que la energía estaba viciada.

Radamanthys aprovecho para ponerse hombro a hombro con su antiguo rival e intercambiar unas cuantas palabras.

-Encontraremos a tu mujer y a tu crio.-

-Mientras estén con vida…-

-Lo están y tú lo sabes también.-

-Gael va a cumplir 6 años, puede ser súper poderoso pero es mi chico y esa serpiente destruye todo, por muy poderoso que sea. -

La mano del Juez toco con firmeza el hombro del General, sus miradas se cruzaron y por primera vez se sintió entre ambos un especie de lazo fraternal.

-Por Hades que a ese niño nadie le tocara ni un cabello, te lo juro.-

-Te lo agradezco. A propósito me da gusto que tú y ella por fin puedan estar juntos, ambos merecen ser felices.-

El inglés trago saliva al reflexionar sobre su amada alemana.

-Deje a Pandora sola ocupándose de mi juzgado, créeme que si cuando vuelvo no me mete el tridente por el culo estoy de suerte.-

-Pero Minos y Aiacos?-

-Minos está de baja por un mes y créeme que lo necesita. Como el inframundo necesita mínimo la permanencia de un juez calificado, pues dejamos a Aiacos. Además necesito de alguien que vea por las chicas, tenemos 2 embarazos mi señora Perséfone y Violette. –

-Tessa todavía no tiene hijos, eso es sorprendente.-

-No tardara, créeme, está obsesionada con ese tema, pobre de Lune.-

De inmediato se sintió algo en el ambiente Saga se aproximó a su hermano tomándolo del brazo.

Hades y Poseidón se estremecieron al mismo tiempo justo cuando un rayo atravesó sus caminos dejando una ráfaga de fuego por su camino.

El látigo de June se dirigió con éxito hacia el brazo de Poseidón haciéndolo retroceder unos metros y salvándole de recibir una flecha de un fuego turbio, que despedía un aroma asfixiante. Hades tuvo tiempo a reaccionar creando un escudo violeta protector. Sin embargo parte de ese aroma hacia llegado a los sentidos del grupo creándoles sensaciones nauseabundas.

Milo cubrió su boca y su nariz con su mano derecha y con la izquierda intento sujetar a Camus quien no tuvo tiempo de protegerse y ahora vomitaba a causa de aquel gas casi venenoso. Ángelo saco de su mochila unas mascaras de protección en fieltro. De inmediato le dio una Marín.

-Rápido pásala al resto, lo esperaba.-

La amazona se apresuró y cada uno se cubrió la nariz y la boca. Poseidón estaba sorprendido.

-Bien pensado, chico.-

-Los egipcios adoran los inciensos y tienen un historial con los venenos, era de predecirse.-

Hades reflexionaba en voz alta.

-Es solo una trampa, pero debe de haber otras por toda la selva.-

June se acercó a Camus y le dio un pequeño frasco con aceites.

-Rápido frótatelo en el vientre te quitara las náuseas. –

-Qué horror de aromas! Te lo agradezco June.-

El escudo de Hades se apagó y Poseidón le hizo un ademan de agradecimiento a la rubia por haberle salvado.

En segundos un arsenal de flechas se dirigía rumbo a ellos. Saga alcanzo a prevenirles.

-Nos atacan!-

El cosmos del caballero de Géminis se unió al de su gemelo.

-Kanon!-

Ambos sabían que debían hacer.

-Another dimensión!-

El grupo entero desapareció dejando una ola de fuego espeso causado por aquellas fechas mortíferas.

El grupo apareció reunido a un par de kilómetros del sitio original, ambos gemelos estaban disgustados y sorprendidos. Sus cosmos no habían respondido a la orden, ellos tenían que aparecer a mínimo 30 kilómetros de aquel lugar.

-Qué demonios!-

Una voz ronca junto a un grupo de guerreros enmascarados y armados les recibían en posición de ataque.

-Vaya, vaya la banda de payasos del Olimpo hace su aparición!-

Hades desenfundo su espada colérico.

-Seth! Desgraciado qué demonios crees que estás haciendo?!-

-Regresando a este mundo al estado que pertenece ósea a meras migajas!-

Un poderoso rayo salió del cetro en forma de serpiente que llevaba Seth consigo.

Poseidón se adelanto lanzando un rayo con su tridente.

-Tranquilo niño mimado! Qué te ocurre no sabes aceptar tus antiguas derrotas!-

-Pero si se trata de la vieja sardina, y tu vienes a darme lecciones morales a mí! Con que cara banda de ratas! Ustedes salieron beneficiados de nuestro complot contra los humanos, ahora vienen a darse golpes de pecho con dizque su arrepentimiento!-

-Miserable! Eris nos envenenaba desde la época del mito, ella y la sombra orquestaron este macabro escenario!-

Seth tiro una carcajada divertido.

-Eris, ha si la niña celosa de tu hermano menor, esa pobre puta se pensó que podría conquistar al mundo aliándose con los obscuros. Fue bastante perspicaz, pero muy poco efectiva!-

-Tu sabias lo de Eris y no hiciste nada?!-

-La Sombra vive en todo y en todos, es la parte falsa de cada uno de nosotros. Porque habría de ser consumido por un espejismo. Yo no necesito hacer alianza con nadie, el universo me pertenece por derecho. Soy el ser más poderoso de Orión, muy pronto recobrare mi trono sobre mi constelación y sobre el resto del cosmos- universo!-

Los soldados de Seth abrieron fuego lanzando flechas de un fuego espeso, los caballeros tuvieron que reaccionar rápido.

-Aguja Escarlata!-

-Explosión de Galaxias!-

Una barrera eterica les repelió sus ataques lanzándolos contra ellos mismos.

Hades utilizo una buena parte de su cosmos para desaparecerlos del trayecto de aquellos rayos. Poseidón estaba furioso.

-Cómo es que repelen los ataques?-

-Hay algo que les protege y es muy poderoso.-

Hades cayo de rodillas, mientras que Radamanthys corrió a auxiliarlo.

-Mi señor!-

La armadura divina del Dios había recibido un rayo que la había rasgado con suerte el corte en su cuerpo fue solo superficial, pero no por ello menos doloroso.

Death Mask corrió a brindarle al dios unas gazas y agua destilada para limpiarle la herida.

-Demonios espero que no sea lo que estoy imaginando de lo contrario, esta guerra está más que perdida.-

Kanon le ayudaba quitándole la parte alta de la armadura a Hades.

-En que estás pensando?-

-En el ojo?-

-Pero de que ojo hablas?-

-El ojo de Ra, dicen que quien lo tiene puede dominar al mundo.-

-Eso es imposible, Ra está vivo y encarnado, así que no creo que le falte ningún miembro.-

Poseidón sería más específico.

-No Kanon no creo que se trate del ojo de Ra sino del ojo de Horus y este no es solo un miembro de su cuerpo, es un amuleto en donde el gran Dios había dejado impregnado una gran parte de su cosmos.-

Radamanthys, quien pasaba algo de agua a su dios para que bebiese, tenía algunas dudas.

-Según he leído si se trata de un ojo y es el famoso ojo que se le otorgo a Horus después de haber perdido el suyo en un combate contra Seth. Un ojo capaz de ver lo que nadie puede ver y que además está impregnado de poder. Otorga el triunfo a quien lo lleva consigo.-

Una voz algo familiar los sacaría de sus reflexiones.

-Ese ojo es un talismán invencible, de llevarlo Seth consigo ya habrían muerto todos.-

Saga se sonrio relajado.

-Hermes!-

Aunque aquel atuendo de armadura plateada y aquella mascara que llevaba sobre su cabeza diferenciaban mucho de los atuendos con los que habían visto antes a la deidad.

-Mi nombre es Toth, mi querido Saga, mi consciencia de Hermes duerme dejando vida a esta otra manifestación mía.-

Kanon estaba comenzando a angustiarse.

-Eso quiere decir que Mitchelle también duerme?-

-No del todo, Isis solo le abrió el baúl de los recuerdos, Maat no lleva el control absoluto del cuerpo. Aunque eso a ti poco debe de importarte, Lisandro.-

-No, no, no… yo soy Kanon de Géminis. Estoy en esta vida, soy esposo de Mitchelle y tenemos un hijo de seis años que sigue perdido en medio de este ambiente de locos!-

Saga trataba de calmar a su hermano, tomándolo del brazo para hacerle sentir su apoyo.

Milo les regresaría al presente a todos.

-Como sabes que no tiene dicho… ojo?-

-Lo sé porque fui yo quien lo creé, sé lo que aquel talismán es capaz de hacer. El ojo tiene símbolos de luz que protegen a quien lo porta, símbolos incorruptibles y ultra poderosos. Seth debe haber copiado parte del modelo, pero créanme eso que los ataco está lejos de ser el gran ojo de Horus.-

June estaba intrigada.

-Entonces el ojo de Ra y el de Horus son dos cosas distintas?-

-Si totalmente, el de Ra es complicado a explicarles, digamos que es un fragmento de su espíritu. Algo demasiado poderoso como para que caiga en manos ajenas.-

-Y quien lo tiene, supongo que Ra, no es así maestro?

-No lo sé mi niña, hace milenios que no se nada del gran sol.-

-Mi señor como pudo Seth reproducir o imitar una creación suya?-

-Ensuciando la energía, de que otra forma, volteando los símbolos para que estos enaltezcan a su persona, a su sucio ego.-

Hades se puso de pie y se sorprendió de ver que aquella herida tan superficial seguía causándole molestias. Toth lo tomo del hombro encendiendo su cosmos energía, creando un campo de luz verde esmeralda.

Camus no pudo evitar hacer el nexo.

-Cualquiera diría que se trata de Ángela.-

El cuerpo de Hades recobro su vitalidad y ahora Toth se dirigió a Camus quien aún se veía algo pálido por su malestar.

-Es veneno, aunque en pocas raciones. Habrá que sacártelo antes de que tome la totalidad de tu torrente sanguíneo.-

En minutos el cosmos de Toth le devolvió el brillo de salud a Camus.

-Porque solo me toco a mí?-

-Debiste ser el único en no cubrir tu rostro, debes tener más cuidado la próxima vez. En mis tiempos era un arma infalible, un veneno que no se siente al principio y que poco a poco toma posesión de su víctima.-

Poseidón se dirigía a su nuevo…"sobrino".

-Toth, Hermes o como te llames dime sabes cómo podemos encontrar a Ra?-

-Es cuestión de seguir a Maat.-

Aquel nombre ponía de malas a Kanon.

-Se llama Mitchelle! Mitchelle de Géminis!-

-Yo que tú me pondría tu escama General del Atlántico Norte, porque si Ra te encuentra antes de que a su hija, ya puedes considerarla viuda. –

Kanon se exaspero, y dejando a un lado el agarre de su hermano se fue contra la deidad.

-Qué demonios le hice para que me odie tanto, habla ya?-

Poseidón, Milo y Saga quisieron separarles, pero Toth se veía tan molesto con Kanon como éste con él.

-Realmente no lo recuerdas? –

Un rayo de luz salió del caduceo de Toth chocando la cabeza de Kanon, Saga quiso volverse loco.

-Te has vuelto loco Toth?!-

El gemelo menor cayo en el suelo, preso de un dolor de cabeza inmenso y miles de recuerdos de otros tiempos que subían a su consciencia. Uno de ellos le produjo más nauseas que al mismo Camus.

Saga logro hacerle reaccionar, pero la agresividad de Kanon había quedado aniquilada de un solo golpe.

Milo estaba bastante molesto.

-Qué es esto? Somos aliados o enemigos Toth?-

-Mientras más pronto salgan las cosas a la luz más rápido verán lo complicado de este asunto. Y bien Kanon tienes tu respuesta?-

Saga mirado preocupado, el semblante de su hermano estaba pálido, casi desfigurado.

Su única respuesta se dio con una acción, pero en total silencio. Saga lo sintió y aunque quiso detenerle fue en vano. Kanon desapareció del grupo sin más explicaciones, dejando una ola de coraje en los corazones de sus compañeros y amigos.