Capítulo 36 El Protector y el Destructor que viven en mí.
La sonrisa de Horus se veía sincera, ahora Gael ya no sentía miedo.
-Tú conoces a mi mama, verdad? Vibras como ella.
-Eres demasiado inteligente para tu edad, creo que ni tu madre fue así de perspicaz.-
Una tercera voz rompería con aquella conversación animosa.
-Este niño encarna a la luz en toda su manifestación, es un Avatar de la esencia Purusha.-
A Horus aquella intromisión no le sería nada grata.
-No quiero que interfieras, Shiva!-
-Yo tengo un pacto con esta energía y es mi deber de velar por sus emanaciones. Durante milenios hemos pensado que el Purusha no volvería a tomar otras formas, pero vemos que este niño es la prueba viva de lo contrario.-
-El niño esta encarnado eso prueba que ahora no pertenece más a aquel estado. Estoy de acuerdo que es un Avatar pero es imposible el colocarlo en un estado de consciencia absoluta, la materia conforma su cuerpo. Es como si dijeses que este chico representase la totalidad de ustedes.-
-La Fuente sabe el porqué de sus designios pero no eres ciego para no ver las siete emanaciones dentro de su espíritu. Su concepción fue algo bien calculado, nació de un receptáculo puro, ósea su madre, ella no fue concebida, ni nacida de la carne. No en esta ocasión. -
Aquellas frases sacaron la furia de Horus, ante los ojos de asombro de Gael.
-Pero dudo que el padre sea un Dios purísimo, además el espíritu de su madre conoció otras formas de vida, ella es…-
-Ella es una esencia pura que no debes confundir con el ser que conociste del otro paralelo, las memorias de tu hija son solo eso, memorias.-
Horus cerro con fuerza su puño, una ola de dolor y rabia le lleno el alma y así dirigió aquel puño rumbo al rostro del impasible Shiva. Su mano choco con una mano luminosa que la detuvo de su objetivo. Gael se sorprendió al ver ocho brazos luminosos que provenían del señor de la destrucción.
-Es impresionante.-
El señor de Egipto hizo una mueca de desagrado.
-En realidad es una energía cósmica, por eso puede tomar todas las formas que le plazcan. Está en constante movimiento, una forma más de Purusha, uno de sus estados primarios.-
El niño puso cara de interrogante.
-Que es Purusha?-
Una cuarta voz entraría en el juego.
-Purusha es la consciencia en su estado puro, el inicio de la creación en donde toda la forma y no forma convergen.-
Vishnu con sus largos cabellos marrones y su mirada pacifica, tomo a Gael en brazos, estresando más al Dios Halcón. El niño era curioso.
-Purusha es la Fuente?-
La pregunta de Gael era comprensible, y ante este acto de pura inocencia, Vishnu le abrió su mano haciéndole ver su luz dorada de amor infinito.
-En parte mi niño, Purusha es la forma en Sanscrito de llamar a la energía primaria en un estado que aún no se divide en luz y vacío puedes pensar en ella como la raíz de la Fuente.-
-Ustedes son la Fuente?-
-La Fuente quiso manifestarse cerca de su creación y para eso trajo a los principios activos, tu madre forma parte de ellos y nosotros también. En cada cultura, la Fuente ha procurado estar presente a su manera.-
-Ustedes son Arcángeles?-
-Somos energía en estado pura, además debes saber que antes de que tu madre y tus tías viniesen a la Tierra, un Arcángel no solía tomar forma física por más de cuarenta días. Estamos en una nueva era, y las energías comienzan a integrarse, las conciencias reclaman su propia ascensión. –
-Mi mama es un Avatar?-
-No estoy seguro, es la primera vez que la Fuente nos hace esto, ella no nació de ningún cuerpo humano, es energía pura como nosotros. Sin embargo su cuerpo es humano, porque la Fuente misma le dio forma digamos que es un humano puro, un perfecto, un Adam Kadmon, pero tu tía Athena ella si es un avatar y tú también.-
Horus comenzaba a transpirar.
-Deja de atosigarlo solo es un niño.-
-Tu nieto es un Avatar, así como lo eres tú mi querido Halcón furioso.-
Gael abrió sus ojos asombrado.
-Horus eres mi abuelito! Pero si mi mama no nació de ninguna mujer, no se puede.-
-El cuerpo actual de tu madre, es una creación pura de la Fuente, pero en otro paralelo ella quiso experimentar el nacimiento. Tu madre fue el fruto del amor entre dos razas de las estrellas, la Pleyediana y la de Sirius. Mismas que poblaron nuestro planeta durante la época del continente Atlantis.-
Gael lo miro algo incrédulo.
-Mi mama es marciana ósea que en otra dimensión tiene antenitas?-
Los tres adultos tuvieron dificultades para ocultar la pequeña risa que les produjo los razonamientos del pequeño. Horus dejaría su posición defensiva para dirigirse a su nieto.
-Oye yo no tengo antenas!-
Desde los brazos de un alegre y tierno Vishnu, Gael se encogía de hombros todo frustrado.
-Pues que chiste tiene ser extraterrestre si no tienes antenas, al menos tienes una nave para que nos demos una vueltita?-
A Horus se le querían salir los ojos de sus orbitas.
-No, yo alucino con este niño!-
Shiva levanto los ojos en señal de fastidio.
-Tu paciencia es del tamaño de un cacahuate, y eso que representas a la energía del astro cósmico.-
-Pero tú no oyes sus preguntas?-
Gael le haría un gesto a Vishnu para que lo posara en el suelo y así se acercarse a su abuelo.
-No sé qué tengo, pero parece ser que todos mis abuelitos están siempre bien estresados.-
Horus dio un fuerte respiro, uno muy profundo.
-No voy a hacerte daño pequeño bribón.-
-Entonces ayúdame a proteger a mis padres, debes impedir que el monstruo me los arrebate. Debes impedir que esa cosa destruya todo.-
Horus y Shiva se miraron con resignación, mientras el halcón trato de ser lo más sincero posible.
-No sé si estoy a la altura de detener este apocalipsis.-
Gael les miro y con su vista hizo también referencia a Vishnu.
-No estamos solos, al menos eso quiero creer.-
El señor de la destrucción miro a su homologo y se hablaron a través de sus mentes.
-No hay otro camino, debemos hacerle frente a la aniquilación. La Justicia necesitara de nuestro apoyo y el sol no lo lograra por si solo.-
Vishnu estaba dudoso.
-Como despertar a la consciencia de la luz?-
Shiva respondió a través de su silencio.
-Recordándole quién es.-
…..
En la selva amazónica.
Hades seguía el paso del grupo y se negaba a todo tipo de consideración. Para su mala suerte Julián no estaba dispuesto a dejarse intimidar.
-Deja de tratarme como a un mortal, soy un dios igual que tú y para colmo ni siquiera tengo cuerpo humano!-
-Entonces porque jodidos acabas de hacernos casi un infarto muy muy humano!-
-Yo qué sé, debe ser una reacción psicológica al estrés. No dejo de temer por mi Alecto, siento que algo va mal.-
-Ahora que lo dices yo tengo la sensación de estar cerca de un cosmos de luz, pero es como si este intentase pedirme…ayuda.-
Hades se detuvo un segundo, tomando del brazo a su hermano y al ver que el grupo les miraba curiosos, les hizo una señal de continuar sin ellos.
-Ahora que lo dices, déjame confesarte que siento exactamente lo mismo. En un principio lo confundí con el cosmos de mi hija, pero este cosmos es mucho más sereno. Aunque se siente atormentado, es tan extraño y contradictorio.
La voz de Toth les interrumpiría.
-No es extraño y para vuestra información yo conozco ese cosmos y muy bien.-
Julia le miro con una sonrisa sarcástica.
-Aun como egipcio sigues siendo un metiche.-
La mueca en la boca de Toth les dio a entender que no estaba de broma.
-Debemos rescatarla, estoy seguro que ese infeliz la debe estar torturando.-
Hades lo miro curioso mientras discretamente se seguía sobando su brazo izquierdo.
-Quien es ella?-
-Hathor, la esposa de Horus. Un ser hermoso de alma y de cosmos.-
Julián se jalo el cabello de impotencia.
-Ese hijo de puta, como se atreve a atentar contra una divinidad femenina!-
El egipcio negó con su cabeza también por su impotencia.
-Tú lo has dicho, es un hijo de puta.-
Los tres hombres siguieron detrás del grupo a un paso más lento, intentando rastrear los leves movimientos de aquel cosmos divino. No tardaron en darse cuenta de donde provenían. Julián señalo el sitio de donde provenía aquel cosmos.
-La montaña, Mu tenía razón, era cuestión de seguir a la luz.
Hades tomo una fuerte respiración, mientras que Toth le tomo de la mano para sentir su estado.
-Tu cosmos está siendo drenado.-
-Qué dices? Es imposible! Al menos que…-
Poseidón ato cabos.
-Pero claro, porque no se nos ocurrió antes, esto debe de ser a causa de Alecto. Nuestros hijos conforman una parte de nuestros cosmos. Alecto está ligada al tuyo, por todos los océanos. Algo le está ocurriendo a mi sobrina.-
Toth apretó su puño con rabia.
-Si ella y Shion estaban en esta selva y aún no hemos dado con ellos, debe ser obra de Seth.-
Hades intento no perder la cabeza de los nervios.
-El cosmos de Alecto no se encuentra por aquí y tampoco el de Shion. Donde diablos se han metido?-
….
Desierto de El Cairo, Egipto
Alecto intentaba quitarse aquel turbante de la cabeza, hacía un calor infernal en las arenas de aquel desierto. Aunque un rayito disimulado desde el dedo de Shion, directo en su trasero la haría desistir.
-Ayyyy duele y para colmo con este calor!-
-Ese velo guarda la humedad de tu cuerpo y te protege de una insolación.-
-Para colmo voy a apestar a rayos! Es horrible!-
-Tranquila ya te ducharas, ahora debemos apresurarnos.-
-A dónde vamos, estamos en medio de la nada?-
-Vamos a donde los vivos no suelen tener sitio?-
-No tengo ganas de bajar al inframundo, además no creo que sea una buena idea llevando a este monstruo dentro de mí.-
Shion jalo a la chica del brazo y después la cargo en sus brazos.
-Mejor así?-
Ella le miro interrogante y el lemuriano se conformó con besarle la frente.
-Ya casi llegamos y no… no vamos a ver a tu familia.-
Así continuaron el trayecto por casi una hora, hasta que el lemuriano poso a la chica en el suelo, señalando con su dedo al frente. Un grupo de enormes dunas se presentaban en sus caminos. Alecto solo atino en encogerse de hombros.
-Ahí solo hay unos montes de arena.-
Shion encendió su cosmos con discreción y las arenas comenzaron a removerse como si la tierra comenzase a temblar.
Alecto sintió que estaba teniendo alucinaciones, frente a sus ojos una serie de siete pirámides se erguían imponentes.
-Pero como…-
-Bienvenida a la necrópolis perdida de los primeros faraones de Egipto mi princesa, si queremos respuestas frescas, estás se encuentran aquí.-
….
Edfu Egipto.
En medio del desierto, Anubis se encargaba de que Serket no perdiera su ruta, la diosa escorpión no le quitaba la vista de encima a Maat. Aquello era un juego de indirectas, bien dirigidas y constantes provocaciones.
Kanon llevaba a su mujer de la mano, mientras que Saga se cubría la cabeza con aquel turbante blanco que se le deshacía constantemente, arrancando su más profunda frustración.
-Ahhhh miserables sabanas, pero qué pesadilla!-
Kanon se detuvo un instante para intentar ayudar al estresado de su gemelo.
-Me permites?-
-Me jode!-
-Lo sé, por eso intento ayudarte.-
Saga miro a su cuñada, quién no daba crédito a que uno de los más poderosos guerreros de Athena fuese un completo inútil a la hora de hacerse un simple turbante.
-Cómo puedes explotar galaxias y te dejas vencer por dos metros de tela de algodón?-
-Debo tener algún karma con estos artilugios.-
Momentos después los ojos de Mitchelle se volvieron blancos y ésta sintió que perdía por completo el equilibrio.
Kanon se sorprendió dejando la mitad de la tela en las manos de su hermano para sostener a su mujer con sus brazos.
-Mitchy!-
El cosmos de Maat se activó, transformando el cabello de Mitchelle por un castaño teñido de Henna rojiza. Su cuerpo comenzó a vibrar y su boca comenzó a recitar.
-Atuumm Ra, Atoomm… Ra.-
Anubis le hizo una seña a la señora de los escorpiones para que fuese a realizar ninguna imprudencia.
-La memoria de Maat está tomando el sitio de Mitchelle!-
Saga se arrancó aquella sabana tirándola al suelo frustrado.
-Y eso es bueno, verdad?-
-Las memorias pertenecen a nuestros paralelos, debería de tomar la sabiduría de aquella experiencia, pero nunca debe esa vida paralela interferir con el presente.-
Saga lo miro confuso.
-Pero tu estas vestido de Anubis, cuando eres el Arcángel Azrael y Hermes tomo su forma de Toth?-
-Ni Hermes, ni yo estamos atrapados en viejas memorias, solo usamos nuestro potencial de aquel paralelo. Lo de Mitchelle es distinto, se ha convertido en Maat, y de ser así su memoria puede quedar atrapada en aquel tiempo. Eso no es sano! Si no recobra su nuevo cuerpo entonces perderá sus recuerdos como rayo de la Fuente y estará limitada a un paralelo inexistente.-
Kanon sintió que la chica recordaba su cordura y ahora abría sus ojos pesadamente.
-Nena, Mitchy…-
Los ojos verde-azulado de Maat se perdieron en los jades de Kanon.
-Lisandro…-
Las lágrimas se escurrieron por sus ojos y sus manos se perdieron entre los cabellos del gemelo.
-Creí que no volvería a verte, lo siento tanto…-
-No digas eso preciosa, en realidad todo fue mi culpa. Tu solo pagaste el precio de mi estupidez.-
-Seth! Debemos detenerlo antes de que lo destruya todo!-
-No escúchame preciosa, no podremos detenerlo mientras tú no vuelvas a ser… tú…-
-No comprendo?-
Y no era la única en estar confundida.
-Yo tampoco entiendo nada!-
Serket se cruzaba de brazos fastidiada, mientras que Anubis respiraba profundo para no perder su temple.
-Por la Fuente de toda vida Serket despierta, Maat murió hace miles de años. Esta que está frente a ti es la rencarnación del ser de luz de dónde se desprendió Maat.-
-Pues yo la veo igualita. Además ambas vienen de la misma raíz, así que es lo mismo.-
-Pues para tu información, Ra también proviene del rayo primario de la Fuente. Es la misma emanación que Mitchelle.-
-Como te atreves a comparar a mi señor con esta traidora?-
-Porque al volvernos luz todos nos desprendimos de la Fuente.-
-Ya me tiene harta con tanta pinche filosofía de Unidad y New Age, etc., etc…-
Kanon interrumpiría a Anubis.
-Déjalo hermano, esta es más dura que las piedras.-
Después volvió a su mujer poniéndola de pie y mirándole a los ojos mientras le hablaba.
-Ahora estamos en otra vida, bajo otra forma, tu cuerpo no es extraterrestre ni cien por ciento humano, eres otra… persona.-
Los ojos de ella se angustiaron, y se tomó el cabello con fuerza desesperada, a lo que Kanon respondió tomándola del rostro y llevando su mirada a él.
-Me llamo Kanon, sigo siendo tu esposo, tenemos un hijo magnifico y muy especial.-
Ella respiro más tranquila y dejo tranquila su melena, ahora sonreía, aunque algunas lágrimas deslizaron aun por sus mejillas.
-Un hijo… tengo un hijo…-
-Si preciosa, nuestro hijo se llama Gael, es pelirrojo, es travieso, inteligente e indomable… como tú.-
Ella comenzó a reír entre lágrimas.
-Ganamos… Seth perdió… lo conseguimos!-
Una tos incomoda les corto el dulce ambiente, y es que la diosa escorpión no podía dejar pasar esa oportunidad.
-Por desgracia el puto volvió a nuestro mundo y sigue terco con sacar a la susodicha serpiente!-
Anubis solo hecho los ojos para atrás, después de todo, la morena tenía, en cierta forma, razón.
Saga era quien ya no la soportaba.
-Si no tienes nada constructivo que decir, porque mejor no te muerdes la lengua!-
-Lo dice el guerrero el que no puede ponerse una simple sabana en la cabeza. Te va a dar una insolación, pedazo de idiota!-
-Y tú se ve que eres una solterona frustrada y amargada!-
-Mejor sola que mal acompañada!-
-Cállense ya los dos!-
El cosmos de Azrael se encendió tranquilizando los aires de ambos.
Maat miro angustiada al dios –Arcángel.
-Qué paso? Porque regrese y donde quedo la consciencia de mi yo, él de ésta dimensión?-
-Supongo que la Fuente tiene sus planes, y como siempre me son desconocidos.-
Maat se tomó la cabeza con fuerza, una fuerte migraña comenzaba a invadirla. Saga les hizo una señal de buscar alguna sombra si es que podrían encontrar alguna por aquel sitio desolado.
En la cabeza de Maat pasaban un mundo de imágenes y de sonidos desquiciantes.
Kanon la tomo en sus brazos para intentar recuperarla y por unos segundos al mirarla a sus ojos se vio impactado por un tenue rayo azul zafiro que lo saco de aquella realidad.
Ahora se veía junto a su esposa en un pueblo del desierto, pero este estaba en apariencia deshabitado. Una tormenta de arena les acechaba y ambos corrieron hasta una de las casa. Al entrar el aroma nauseabundo les hizo cubrirse sus bocas y nariz.
Había cadáveres y charcos de sangre pegajosa en los suelos, las moscas cubrían tres cuerpos sin vida. Dos niños pequeños y una anciana, quienes tenían marcas de desgarros en sus cuellos y vientres.
Maat se cubrió los ojos, aterrorizada, mientras que Kanon le abrazo con fuerza.
-Qué demonio hizo esto?-
Ella acercaría sus labios a su oído y le diría como en un suspiro.
-El ojo está despierto… el ojo está furioso… Te lo dije, te lo advertí…-
Después se escuchó un rugido y frente a ellos una imponente leona, quien llevaba en su boca el brazo de alguna otra de sus víctimas. La fiera dejo caer su carnada y les dejo escuchar la fuerza de su furioso rugido.
Después de su ensangrentado hocico se escucharon unas palabras tan crudas y crueles, pero a la vez llenas de misticismo.
-Un ojo para destruir… el otro para controlar… ambos para equilibrar. El sol que todo lo devora, la luna que te lleva a la demencia. Y en ambos se encuentra la clave de la vida eterna.-
Después un fuerte rugido y la bestia se propulso contra ellos…
-Kanon!-
La voz de Saga le hizo volver a su realidad y no fue lo único, después fue el sonido de aquel celular que comenzó a vibrar en la parte alta de su camisa. Kanon saco aquel aparato rápidamente, mientras que Serket se quedaba con la boca abierta.
-Cómo es que él si tiene cobertura en este sitio?!-
Del otro lado de la bocina una voz que lo tranquilizaba por su familiaridad.
-Donde están, demonios?!-
-Papa, que gusto escucharte, en verdad, no tienes una idea de todo lo que nos está pasando.-
…
En el amazonas
Campo de Seth
-Ha dicho algo esa inepta?-
Seth estaba furioso, y su paciencia había terminado.
-Ni una palabra mi señor.-
-Tráiganla de nuevo!-
En un instante dos soldados llegaron con la Divina Hathor, quién se encontraba visiblemente agotada, tenía moretes en su rostro y su labio inferior sangraba a causa de una herida abierta.
-Ya que no has querido cooperar conmigo, ahora sabrás lo que es ser desmembrada viva.-
Una lágrima salió de sus ojos y ninguna palabra de protesta por su parte. Lo que nadie esperaba era que la protesta llegase por sus espaldas.
-Aguja escarlata!-
Los finos rayos de la técnica escorpión mandaron a tierra a los dos soldados, lo cual despertó la furia de Seth.
-Qué demonios! Como pudieron rastrearnos, si se supone que teníamos las señales bloqueadas!-
Entonces la miro a los ojos.
-Tu! Te mantenías callada porque estabas enviando señales a mis enemigos!-
De inmediato Seth sintió un ardor estrellarse en su brazo y un fuerte dolor lo invadió. El tridente de Poseidón le atravesó el hombro ocasionando una serie de descargas eléctricas que despertaron una tormenta. El amazonas, entero presencio como su cielo se llenó de nubes y de cólera. Como en el centro de un huracán los cielos negros cargados de furioso rayos creando un torbellino húmedo que circundaba la zona en donde los caballeros, el juez y los dioses comenzarían aquella guerra.
Los soldados de Seth sacaron sus armas y la batalla se desato sin tregua alguna.
