Capítulo 37 Estamos en guerra.

El látigo de June se movió con destreza tomando a uno de los soldados que tenían presa a Hathor, directamente del cuello.

-Te enseñare a respetar a las damas, especie de mierda!-

Mu fue diestro a la hora de tele transportar a la Diosa, justo a tiempo para que ella se desvaneciese en sus brazos. Shaina le dirigió dos rayos al otro soldado, dejándolo por suelo y dándole el tiempo necesario a Mu para sacar a la deidad de aquel campo de batalla.

-Aguja escarlata!-

Milo hizo caer a tres soldados, pero un mínimo descuido de su parte le costó que su hombro fuese tocado por un rayo que me dejo un buen rasguño.

-Maldición!-

Un soldado se abalanzo sobre el herido Heleno.

-Ejecución Aura!-

Camus paro aquel ataque, dejando al contrincante de su amigo como una paleta helada.

El tridente de Poseidón tenia inmóvil al furioso de Seth.

Julián estaba bastante molesto y mucho más cuando se percató del estado en el que se apreciaba el cuerpo desmayado de Hathor. Tomo el extremo de su tridente y lo presiono aún más sobre su despreciable enemigo.

-Ahora mismo vas a parar este maldito desmadre. Olvídate de la puta serpiente, simplemente no te acercaras a ella.-

Aunque este tema parecía sacar a Seth una enorme sonrisa.

-El primer pedazo ha sido liberado, es imposible que detengas lo inevitable.-

-Eres imbécil, crees que puedes controlar a ese monstruo, una vez que devore la Tierra seguirá con el resto del Universo!-

La carcajada de Seth, ponían de peor humor al señor de los mares.

Por el otro lado Hades sacaba su espada del pecho de otro de los soldados de Seth.

-Radamanthys a este me lo envías a vivir la experiencia de microbio, a ver si así aprende a respetar!-

El rubio se daba puñetazos con dos soldados a la vez.

-No se ofenda mi señor, pero creo que es Aiacos el especialista en las reencarnaciones entre especies raras.-

Hades solo levanto su ceja ante el asombro.

-Recuérdame el darle una medalla a tu medio hermano, por fin alguien que sabe aplicar la justicia!-

Aunque después reflexiono al ver al inglés agarrado del cuello con su adversario.

-Radamanthys porque diablos no usas tu cosmos?!-

-Parece ser que nos divertimos más a golpes mi señor.-

Hades se giró negando con su cabeza, definitivamente esa generación de guerreros era todo un caos.

De un movimiento de espada el señor del más allá pudo desintegrar a cuatro guerreros sin dificultades.

-Aiacos va a tener que hacer horas extras.-

Justo detrás de él un rayo rojo con tintes negros fue detenido a centímetros de tocar el campo energético de Hades. Los cosmos unidos de Marin y de Angelo lograron crear un escudo que bloqueo el rayo. La japonesa grito con fuerza al juez rubio, quien se sorprendió al sentir aquella energía maligna.

-Rápido Radamanthys , no podremos detenerlo de nuevo!-

Una vos tenebrosa salió de una de las tiendas en el campamento. Una mujer con una máscara de tres rostros mostraba el potencial de su nefasto cosmos.

-De los muertos para los muertos, vaya ironía, no lo creen.-

Hades sintió que sus ojos le jugaban una mala pasada.

-Tu! Es imposible, yo te selle hace milenios!-

-Y mi amado señor Seth me libero de tu maldita prisión, ahora poder hacerte tragar el fruto de mi venganza!-

Radamanthys tomo a su señor del brazo y se sorprendió de que éste no quisiese dar ni un paso para salir de ahí.

-Mi señor, se lo suplico esta fémina apesta a podrido! Debemos irnos!-

-De eso nada! Esta creatura no dará un solo paso más sobre este planeta, ni sobre esta dimensión!-

-De quién se trata?-

-De la devoradora de muertos, Ammit! Un demonio que vago en nuestros inframundos milenios antes de que vuestras almas fuesen creadas! Es una carnívora, se alimenta de corazones humanos y adora la carne fresca. Así que como puedes ver, no debe permanecer ni en este mundo ni en el nuestro!-

Basto con un simple movimiento de su mano y la negra entidad hizo saltar al juez impulsándolo casi diez metros lejos de Hades.

-Maldición!-

Seth encendió su cosmos y este se midió contra el cosmos de Poseidón, quién aguanto la descarga con la cabeza en alto.

-Que otras sorpresitas nos guardas desgraciado?-

-Tengo una cantidad que esperan con impaciencia, pececito de agua dulce.-

Radamanthys trato de ponerse de pie, pero sintió fuertes dolores por todo su cuerpo.

-Qué demonios es esto?!-

El poderoso rayo verde del cetro de Toth, y su mano amiga lo puso de pie.

-Es un parasito, ella esta drenando tu energía!-

-Dime qué hacemos?-

-Prepárate porque si ella está aquí, no viene sola.-

-Qué quieres decir?-

Julián levanto la vista para apreciar con horror, terribles cosmos parecían salir de las tiendas del campamento.

-No puede ser, te has vuelto loco!-

-Iré hasta el fin de mis planes, este planeta será aniquilado y yo dominare el universo!-

Entre los seres cubiertos con blancas capas, se dejó escuchar la voz de una dama con tonos felinos.

-Que ilusos estos Olimpos, siempre tan engreídos y patéticos.-

Poseidón sintió que sudaba frio al sentir aquel cosmos.

-No, tu no.-

-A quién esperabas a la linda gatita? A como van las cosas ella no tardará en ser sacrificada y yo tomare su sitio en el cosmos.-

Poseidón miro a Seth aun luchando contra su cosmos, dos fuerzas que se chocaban, pero lo que no comprendía era por qué aquella sonrisa de triunfo por parte del Egipcio.

-Has resucitado a Mafdet y a Ammit, es de locos! Sabes que son demonios vivientes!-

-Un demonio necesita rodearse con los suyos, pececito y nadie mejor que tú lo puede comprender.-

Julián estaba furioso justo cuando una voz femenina y agotada entro dentro de su conciencia con suavidad.

-Se lo suplico, debemos irnos, aun no es el momento de irradiar el mal.-

Hades a unos metros se batía con espada en mano contra la lanza de aquella creatura demoniaca y sedienta de venganza.

Julián desvió su vista y logro apreciar a Mu utilizando su cosmos para intentar reanimar a la Diosa Egipcia. A unos metros suyos June , combatía hombro a hombro con Marín, mientras que Shaina mantenía a los soldados lejos de Mu y de la herida Diosa.

Ángelo se abrió pasos en medio del combate hasta acercarse al Dios de los océanos.

-Es una trampa debemos irnos, hay cosmos negros que están encendiéndose.-

La voz de Toth resonó en la mente de Poseidón.

-Escúchalo, tiene razón.-

-Si lo dejamos ir, la Tierra seguirá en peligro.-

-Sin el ojo de Ra y el ojo de Horus no podremos detener a estas bestias y menos a Apofis.

Reacciona! Al menos tenemos a Hathor.-

Julián saco su tridente del hombro de Seth, rompiendo con el gesto a sus respectivos campos de cosmo energía. Ángelo pudo atrapar al joven dios impidiendo que saliese volando unos metros.

Julián reflexionaba en voz alta.

-Hades me va a matar!-

Ángelo lo conforto con una palmada en el hombro.

-No te preocupes, que mientras Gaby este embarazada tu hermano no te puede asesinar.-

El cosmos de Poseidón envió un mensaje a todo el grupo.

-Vámonos, debemos encontrar los amuletos antes de que esta banda de locos lo hagan!-

Hades quien cruzaba miradas con Ammit, trato de calmarse para no seguir enfrascado en su deseo de despedazar a aquella bestia.

-Odio que mi hermano tenga la razón.-

Julián lanzo un rayo que golpeo a Ammit y en combinación con el cosmos de Hades, la demonio fue lanzada contra una roca a escasos metros. Dándole el tiempo necesario a Hades para reunirse con el grupo.

-Y ahora qué?-

Julián lo tenía muy claro.

-Nos vamos a Egipto!-

Toth tomo en sus brazos a Hathor, mientras que Camus y June ayudaban a Milo, el resto fue obra de Mu y un poco de ayuda del cosmos de los tres dioses.

….

En Atlantis

Aurora luchaba con todo su cosmos por mantener aquella voz en silencio, su cabeza era un verdadero campo de batalla.

-Camus… lo siento tanto… -

-Todos estarán bien te lo prometo.-

Eliana le traía una chaqueta a su hermana, ambas podían leer sus sentimientos. La pelirroja estaba angustiada.

-Afrodita corre peligro si se queda junto a mí y quizás tú también…. –

-Confió en la Fuente y sé que debe haber una buena razón detrás de todo este desastre. –

Aurora suspiro y un par de lágrimas se deslizaron de sus ojos.

-La Fuente… es irónico, pero en mi estado no logro conectar con ella… es como si me hubiese abandonado a mi suerte.-

Eliana le paso un pañuelo y la miro de frente y sin miedos.

-Escúchate bien Aurora, estás diciendo tonterías. Sabes perfectamente que la Fuente no es el poder que viene del exterior sino la energía de la creación que reside en toda la vida. No busques fuera lo que siempre ha existido dentro.-

-Prométeme que si me convierto en ese monstruo me mataras.-

-Deje de decir tonterías.-

-Prométemelo!-

-Aun si fueses un monstruo, que no es así, sigues teniendo un fondo de luz. Aférrate a tu esencia y no a los fantasmas de tus miedos. Lo único real es tu esencia, ahí reside todo tu poder y tu verdadero ser.-

-Y si en mi esencia descubro a esa leona asesina? Y si ese monstruo termina lastimando a uno de los niños o a mi Camus?!-

-Toda esencia es divina, Aurora, recuérdalo, puede ser poderosa pero siempre es divina.-

Del otro lado de la puerta Afrodita escuchaba con enorme tristeza aquella conversación, por desgracia había llegado la hora de partir.

-Siento interrumpir, pero debemos irnos. A donde sea que Eli haya planeado.-

Aurora libero una pequeña risa de ironía.

-Yo sé a dónde quieres que vayamos, y sabes qué confirmo tu teoría. Estas loca!-

Eliana, tomo la mano de la chica y le sonrió con cariño.

-Y qué? Sabes tan bien como yo que todo lo que alguna vez nace está destinado a regresar a su hogar.-

-Y si dicho hogar ya no existe?-

-El hogar no es un sitio, sino las energías que habitan el sitio y sabes como yo que esas son inmortales.-

Afrodita les hizo una seña y ambas chicas abandonaron la pieza. Al fondo del pasillo en la entrada Saori, Gabriel, Constanza y Sorrento les esperaban con los niños en brazos. Bastaron dos segundos y unos rápidos abrazos para que los tres partieran a su nuevo destino.

El Cairo Egipto

Alecto se encargaba de limpiar aquellas viejas tablas llenas de polvo. El interior de una pirámide le pareció totalmente diferente a lo que ella esperaba. Shion leía mientras observaba con un ojo a la joven diosa.

-Son tumbas al fin y al cabo. Creí que en el inframundo estaban familiarizados con ellas.-

-Pharaoh vive en una de estas, pero la energía que estas emanan es totalmente diferente que en mi universo. Dime porque nos hemos puesto pulseras de estaño?-

-Porque como acabas de aceptar las energías en una pirámide de nuestro mundo es una energía diferente y de hecho es mortal para las células humanas. La pirámide está hecha para conservar cadáveres y secarles el agua. Fueron construidas por arquitectos expertos en geobiología, aquí no viven nada mortal, lo único que queda es eterico. Las pulseras rechazan las emanaciones de rayos eléctricos invisibles a la vista humana, pero que al exponernos a ellos trae graves consecuencias en nuestra salud.-

-Vaya eso explica las famosas maldiciones de quienes roban o profanan las tumbas de los faraones. No te das cuenta pero años después accidentes, canceres y muertes misteriosas.-

-Así es preciosa, todo es energía y esta no siempre es visible al ojo humano.-

La chica termino de desempolvar una tabla y al ver los símbolos sintió un escalofrió.-

-Shion mira, el sol y junto a él la luna. En esta otra línea un gato y después un león, luego por aquí una pluma y una balanza. Acá más abajo hay dos ojos uno verde y otro rojizo. Luego el hombre halcón con dos espadas y tras de él…-

-Es Ra y sus Hathors…-

-Pero solo hay una Hathor…-

-No Alecto… en realidad las Hathors es una raza estelar representada por el gato o por la vaca.-

-Lo siento, pero esta no tiene mascara de vaca, parece bien una mujer.-

-Así es… es Maat señora de la justicia, hija de Ra y probablemente de Hathor, eso la convierte en una Hathor y la otra es Baset otra forma de Hathor, quien cuando despierta su furia se convierte en Sekmeth la Diosa leona.-

-Que lio cuantas Hathors hay en esta historia?-

-La madre es la que es representada por la vaca, símbolo de fertilidad y bondad. Después están las dos hijas una es la justicia y la otra es la protección de Ra. –

-Ra lleva dos espadas y detrás de cada espada esta una de ellas.-

-Es normal Ra siempre esta sostenido por las energías de sus hijas, por eso siempre lo acompañan en sus recorridos por la barca del cielo.-

Alecto levanto su vista y tomo con fuerza el brazo de Shion atrayendo por completo su atención.

-Por todas las dimensiones Shion! Te das cuenta!-

El lemuriano estaba sorprendido, ahora por fin sabía exactamente en donde buscar los famosos amuletos.

Edfu Egipto.

-Tu padre sigue siendo tan loco como en nuestros tiempos?-

Kanon solo le acomodo bien el turbante a su chica para que no fuese a pillar una insolación. Saga, casi se atragante del sorbo de agua que se le fue por el otro lado.

-Cuñada no te hagas ilusiones, papa ha hecho enormes progresos, pero sigue siendo el mismo gruñón.-

-Es increíble no has cambiado nada Altair.-

Los ojos de Saga se querían salir de sus orbitas.

-No por favor, dígame que yo no fui parte de ese desmadre.-

Maat quería decir algo, pero Kanon le puso un dedo en los labios.

-Ya tiene demasiado peso con sus pendejadas de esta vida, cielo.-

Aunque Serket no se aguantó.

-Porque no le dices que paso a la historia como un secuestrador y un incestuoso?-

Saga se quería morir.

-Qué?!-

-Secuestraste a la hermana menor de tu padre y le hiciste unos cuantos regalitos. A propósito eso ocasiono una guerra entre tu padre y tu abuelo.-

Serket estaba muerta de risa, y Anubis solo atino en darle un pellizco a la chica, y amonestarla.

-Porque no te controlas?!-

-Mira su cara, es mi mejor recompensa.-

-Búscate un novio.-

-Me estas proponiendo algo lindo?-

-No eres mi tipo, pero quizás pueda ayudarte.-

-Vamos en realidad ahora eres la conciencia de un Arcángel que se mueve entre los muertos, no me van los zombis, querido.-

-Tengo contactos entre los vivos, veré que puedo hacer, ahora ya por favor, cállate!-

Saga se sobaba las sienes ya resignado.

-Qué estamos haciendo aquí?-

-Buscando la manera de activar nuestros cosmos para poder largarnos y recuperar a mi hijo, antes de que mi suegro lo evangelice en mi contra.-

Saga negaba fastidiado.

-Insisto en que tu suegro se siente menos loco que el mío así que no me preocuparía por ese tema.-

-Me odia, para él yo le arrebate a su niña y para colmo en parte tiene razón.-

Maat se angustiaba.

-No digas eso, que voy a llorar, no quiero que me dejes.-

Kanon siempre tendría los argumentos convincentes para calmar a los suyos.

-No te voy a dejar, si sigo siendo yo, no me iré jamás soy peor que una plaga, cielo.-

Maat levanto los ojos al cielo.

-Igual de dramático, mi vida no eres tan penible.-

Después miro la cara de fastidio de Saga y la chica tuvo que aceptar que en parte su chico era un personaje muy espacialito.

-Bueno no eres la definición de pureza absoluta, pero yo siempre te he visto perfecto.-

Kanon acercaba su nariz cariñoso a la mejilla de su esposa cuando una voz le rompería el encanto.

-Qué horror, piedad.-

Serket no podía evitarlo era más fuerte que ella.

Anubis suspiraba.

-Donde voy a conseguir un valiente que le entre a esto?-

Saga reflexionaba pensativo.

-Yo conozco uno, pero me cae bien el pobre como para tirarle semejante personaje. –

Anubis sonrió y sus ojos sacaron un brillo casi maléfico.

-Lo tengo!-

El gemelo mayor levanto la ceja curioso.

-Oye y quién es?-

Maat comenzaba a fastidiarse.

-Podemos irnos de aquí?-

Anubis concentro su energía, pero se llevó una gran sorpresa.

-No puedo tele transportarme.-

Los cuatro lo miraron con gran sorpresa.

-Que!-

Saga intento abrir un túnel a otra dimensión, pero imposible. Lo primero que pensó fue en su gran amiga escorpión.

-Eres tu?-

Serket se sorprendió de que sus poderes tampoco le respondieran.

-Algo anda mal.-

Saga volvió a tomar el celular de Kanon y se sorprendió de que este siguiera funcionando.

-Papá, hay un cambio de planes. Déjame te lo explico lo más claro posible…. Estamos en la mierda!-

Nueva Delhi, India.

-Como que los cosmos están bloqueados?! Estas de broma!-

Hilia se desesperaba al escuchar a Ares ponerse como energúmeno, y esta vez ni el yoga, ni las técnicas de relajación parecían una buena opción para calmar a Marte.

-El mío? Pues ahora mismo veremos si funciona o no. Hilia dame la mano que vamos a dar un viaje en contra de toda regla.-

La peli azul se ponía nerviosa ante el evidente estrés del Dios.

-Ares podrías calmarte, nos pueden ver y eso sería desastroso.-

El Dios con el teléfono en un oído y dando órdenes por el otro lado.

-Qué me des la mano te digo, y luego que resolvamos este lio podrás mandarme a dormir al sofá en casa!-

Hilia atrapo al peli gris del brazo llevándoselo por una calle poco transitada, mientras éste seguía su discusión con Saga.

-Qué no estoy peleando con tu madre! No te pongas necio, tú también!-

Así al verificar que nadie les veía el dios encendió su cosmos transportándose junto a su mujer fuera de aquel emblemático país.

El Cairo, Egipto.

En las fronteras arenosas, un grupo de caballeros liderados por Hades, Poseidón y Toth aparecían tirados en medio del desierto.

Ángelo se levantaba de aquel suelo polvoroso, para percatarse del estado de sus compañeros.

-Has perdido en tacto Mu!-

Frente a él, el lemuriano se mostraba distraído y se quejaba de un fuerte dolor de cabeza.

-Algo me bloqueo, no pude llegar más lejos.-

Hades estaba totalmente de acuerdo.

-Los astros se están alineando, no es culpa del chico, se avecinan problemas y de los grandes.-

Después el Dios del inframundo fue a percatarse del estado de salud de su juez.

-Tienes mejor cara.-

Así el dios del inframundo le dio dos buenas palmaditas en el rostro a su juez, relajando las típicas formalidades del inglés.

-Mi señor, aquella tipa era un verdadero demonio.-

-Te falto conocer a los ex amiguitos de Eris, eran simplemente encantadores.-

June se arrastraba rumbo a Milo, quería verificar que su herida no fuese a infectarse.

-Tranquila Toth me envió uno de sus rayos, al menos ya cerro la herida.-

-La arena del desierto, es peligrosa para los pliegues abiertos, Milo.-

-Te digo que no hay problema, de verdad que últimamente estas muy nerviosa y posesiva.-

-Te cuido, eres mi esposo.-

Y el egipcio no perdió su oportunidad para marcar los puntos sobre Milo.

-Y más vale que seas realmente un buen esposo!-

La cara de pocos amigos que le dedico la deidad a Milo le daban por sentado que Hermes aun no le perdonaba por el desmadre de Las Vegas.

Marin se apresuró a darle la mano a Poseidón, quien había caído de espaldas.

-Gracias linda, necesito un quiropráctico.-

Hades se quitaba el polvo de su camisa, mientras miraba con asombro la intensidad del desierto.

-Cuando dijiste que iríamos a Egipto nunca pensé que cayésemos en medio de la nada.-

Julián comenzaba a tragar saliva, él era el Dios de los mares y aquello estaba literalmente en contra de su elemento.

-Sabes qué creo que he sido tan cabron que la Fuente no para de hacerme pagar mis Karmas. Ahora sí que no sé cómo explicar esto.-

-La alineación de planetas tuvo que haber desviado nuestra ruta, por eso Mu esta todo desorientado.-

Camus permaneció quieto ya que junto a él se encontraba la persona por la que había valido la pena enfrentarse a Seth. Hathor comenzaba a abrir los ojos y el francés solo pudo ofrecerle pañuelo limpio que llevaba consigo para ayudarle a limpiarle su rostro de aquella arena.

-Mi señora espero que se encuentre bien.-

Era curioso ver a una bella mujer con esas orejillas tan particulares y no pudo evitar percatarse del extraño color ámbar de sus ojos. Solo había una mujer que él conocía con ese color de ojos y era la suya.

-Se encuentra bien caballero?-

Camus tosió nervioso al darse cuenta de su descaro, como todo buen caballero trato de disculparse.

-Mi lady sus ojos se parecen tanto a los de mi esposa, que creo que sin querer he cometido una falta de respeto. Le ruego me disculpe.-

Ella sonrió tranquila y una lágrima se coló por sus ojos.

-No se preocupe, una de mis hijas tenia…-

Las palabras se quedaron atragantadas en su garganta y Camus pudo constatar que aquel tema era demasiado delicado para la Diosa Egipcia. El francés le ofreció su mano para ayudarla a ponerse de pie. Después fue Radamanthys quien se quitaría su capa para cubrir las espaldas rasgadas por el látigo de la tortura.

-Mi señora le prometo, que en cuanto uno de esos tipos pase por mi Juzgado le daré su digno castigo.-

-No es culpa de ellos señor Juez, Seth les tiene controlados con una mala reproducción que hizo de los amuletos sagrados.-

-Ese tipo es una lacra!-

-En parte si y en parte tiene sus absurdas razones, como todos.-

Hades le hizo una seña para que se dirigieran rumbo a unas palmeras que les regalaban al menos una mísera sombra. Era mejor que nada, eso seguro.

Ahí bajo aquel sitio la deidad pudo hablar y no todo fue incomprensible para los Olimpos.

-Seth fue engañado por su esposa Neftis quién no dudo en entregarse a los brazos de Osiris el padre de mi esposo y hermano de Seth. Aquella traición le hirvió en las venas y ahora lo único que busca es la venganza. No tiene ningún valor por nada ni por nadie, todo lo que él valoraba ahora está muerto.-

Hades se cubrió el rostro lleno de vergüenza, aquella historia le sonaba muy familiar, demasiado.

-Qué fue de ella?-

-Desapareció, probablemente fue asesinada, nadie lo sabe.-

Toth la trajo consigo para comenzar a curar sus heridas, pero ella se negó rotundamente.

-Estoy aquí no porque Seth me trajese a vuestro mundo, sino porque yo vine de mi propio pie. El intercepto a la estrella que me trasladaba, y me tomo como rehén.-

Poseidón estaba curioso.

-Porque volviste a la Tierra?-

-El día que di a luz en vuestro viejo mundo, por cada hija que nació de mi vientre una estrella apareció en el firmamento. En total yo di a luz a tres, quizás no son muchas, pero eran mi contribución para vuestro universo. Después del antiguo hundimiento dos de mis estrellas se apagaron y yo abandone la Tierra presa del dolor. Hace cinco años me percaté de que ellas habían vuelto al firmamento y no dude en ponerme en camino. Si la profecía es cierta, ellas han vuelto, han reencarnado.-

Hades y Poseidón se miraron con evidente nerviosismo. Julián ataba los cabos, y no pudo evitar estresarse ante el panorama.

-Hace cinco años… entonces no solo se trata de Mitchelle…hay otra más… son dos!-

A unos kilómetros de la frontera de Paquistán…

En un tren lleno de pasajeros Horus le daba a Gael una bolsa con nueces y dátiles para mitigar su hambre. Junto al niño Vishnu y Shiva seguían curiosos los datos del periódico del día.

-Oye Horus esta noche veremos una lluvia de estrellas, te suena a algo?-

Vishnu esperaba paciente la respuesta del gran sol, pero este solo suspiro con evidente estrés.

Shiva tomo a Gael en sus brazos cuando percibió que el niño se inquietaba.

-Tengo miedo, siempre que se mueven los astros, algo malo se acerca.-

El Dios de la destrucción abrazo con fuerza al infante, haciéndole relajarse al punto se sacarle un par de bostezos.

-Necesitas descansar.-

-No quiero soñar con esa serpiente, que quiere lastimar a mis papás. No quiero ver a mi mamá y a mi papá muertos, tengo miedo.-

-Tranquilo tu abuelo cuidara de ellos, verdad Horus?-

Horus trago saliva, la verdad era que el pobre se debatía entre las ganas de proteger a su hija y el deseo de estrangular a su yerno. Por otro lado estaba su nieto, y él pues era inocente a todos esos hechos. Shiva era sabio y así le hablo con el poder de su mente.

-Ella no es tu hija de aquella época, ahora ha vivido otras cosas, ha tenido diferentes experiencias, estoy de acuerdo contigo es su espíritu, su alma, pero las reglas del juego han cambiado. No confundas los tiempos.-

-Lo que importa es el alma y el espíritu, tú mismo me lo inculcaste. Así que sabes como yo que ella es y será siempre mi hija.-

-Sí, pero el pasado muerto esta ahora estas delante de un nuevo ser y te recuerdo que no fue tu única hija.-

Los ojos de Horus se iluminaron con esperanza.

-Si la otra estuviese viva, creo que no podría pedir más.-

- Tienes tres hijas, porque no hablas de la tercera?-

-Porque sé que ella está sana y salva, Serket guarda mis dominios en Egipto, pero mis gemelas fueron mis pequeños tesoros. Mis dos ojos mi sol y mi luna, y a ambas las perdí en manos de ese asesino.-

-Y tu esposa, qué hay de ella?-

-No nos hagamos tontos, sabes tan bien como yo que ella jamás me perdonara, fui un perfecto idiota con ella, un egocentrista y un tempano de hielo.-

Shiva sonrió por la ironía.

-Sigues confundiendo los tiempos, las almas cambian y tú no estás exento. El amor es una semilla que se riega y uno nunca sabe, es tan fuerte que tiene poderes de sanación absoluta.-

Ambos se miraron en el silencio, mientras el pequeño pelirrojo encontró el sueño pacifico en los brazos del Dios hindú.

Vishnu miraba al cielo.

-Los astros abren compuertas que pueden traer peligros pero de igual modo grandes sorpresas.-