Disclaimer: Boku no Hero Academy no me pertenece, todo de Kohei Horikoshi
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Notas de la autora: Escribí este fic por presión social X. Naaah, nadie me obligó ni nada por el estilo, pero la verdad no tenía intenciones de participar con un trabajo en la cadena de lectura, pero tanto Rose como Monse me impulsaron a hacer esto, además de que le prompt (o la mitad de este) fue propuesto por Monse. Y bueno, acá estoy XD.
Agradecimientos: A Neblina Llameante por permitirme utilizar su bello dibujo para la portada de este fic… Me encantó porque sin querer, pudo adaptarse a lo que imaginé. Mil gracias!
Advertencias: Este fic se ubica en un universo alterno y está fuertemente inspirado en la trama de un dorama BL "Until we meet again".
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Hasta que nos volvamos a encontrar
¿Qué había sido eso?
Katsuki Bakugou era conocido por explotar a la mínima provocación, de hecho, no necesitaba de provocación alguna para enfurecerse y buscar una pelea. Bastaba algún evento accidental para que él alzara todas sus alertas y buscara desesperadamente una manera de dejar fluir toda esa rabia que llevaba encima. Por eso se sorprendió tanto de haberse quedado sentado en el suelo sin saber cómo reaccionar cuando cayó debido a chocar estrepitosamente con alguien que iba igual de apurado que él.
En un inicio quiso maldecirlo y buscarle pelea al despreciable ser que lo había mandado al suelo, pero solo le bastó verlo a los ojos para quedar desarmado.
El otro muchacho también había caído y se limitó a sobarse la cabeza con la palma de su mano mientras tenía los ojos cerrados debido al reciente impacto, sin embargo, cuando se dispuso a ponerse de pie y ofrecerle una disculpa al desconocido, se quedó congelado al observar los intensos ojos de color carmín y, una tristeza profunda que no supo de donde venía se instaló en su corazón.
—¡Vamos a llegar tarde! disculpen, por favor —Una voz amigable pero un tanto preocupada se hizo presente. —. Levántate Shouto, no podemos atrasarnos el primer día de clases.
—Lo siento. —Shouto reaccionó ante las palabras de su mejor amigo y se puso de pie para volver a correr.
Katsuki vio a los dos muchachos desaparecer de su vista mientras en su mente trataba de procesar lo extraño que había resultado el encuentro, o más bien, el impacto que le había provocado la apariencia del joven. Una mancha de color rojo intenso se formaba en torno a un ojo azul.
—¡Katsuki! —gritó el acompañante del que seguía en el suelo. —pensé que lo matarías o al menos tratarías de hacerlo.
—No tenemos tiempo para eso —Se levantó del suelo con enojo. — Debemos llegar al salón de clases — A decir verdad, no quería admitir que el encuentro lo había dejado conmocionado. —¡Muévete, Kirishima! no tenemos todo el tiempo del mundo.
Al fin los dos jóvenes lograron llegar al aula después de haber estado dando vueltas por el campus.
—Maldita universidad. ¡Parece un laberinto! —Katsuki Bakugou tomó asiento en el primer lugar que vio libre y Kirishima lo siguió sentándose a su lado.
—Es una suerte haber llegado antes que el profesor, he escuchado que…
Kirishima no pudo seguir hablando, una voz profunda se instaló en el lugar.
—Solamente el 10% de estudiantes logran pasar mi materia al primer intento, así que saquen sus cuadernos porque van a anotar absolutamente todo lo que vaya diciendo.
Algunos murmullos empezaron a llenar el salón de clases. ¿Por qué la carrera de Educación Física tenía a un profesor así de duro y estricto?
—Sé lo que todos ustedes deben estar pensando, pero ¿Saben lo importante que es esto? la actividad física está muy infravalorada porque creen que solamente se trata de tener un buen físico y nada más… —La voz del profesor fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose con fuerza.
—Lamentamos mucho la demora profesor. Nos perdimos de camino hacia acá.
Katsuki regresó a ver hacia la entrada solamente para ver quiénes eran los idiotas que se atrasaban en su primer día. Lo primero que vio fue el cabello verde del muchacho que en la mañana le pidió disculpas y un escalofrío inexplicable le recorrió la columna en cuanto cayó en cuenta de que el joven había hablado en plural, lo que significaba que ÉL también estaría allí.
El cabello bicolor, la mancha roja y la heterocromía. Por alguna razón que no atinaba a comprender, esos atributos lo turbaban. Era como si en ellos encontrase algo familiar, algo que lo llenaba de alegría y sufrimiento a partes iguales.
Algo que no podía dejar escapar.
Shouto también sintió algo extraño en cuanto vio al joven con el que tropezó esa mañana, sentado en la última fila del salón. Era extraño, de entre todas las personas del lugar, había dirigido su mirada hacia él y sintió cómo su estómago daba un vuelco.
Otra vez sintió ganas de llorar.
—¿Esperan una invitación formal para entrar?
Lo que parecieron minutos infinitos, en realidad solo habían sido escasos segundos.
Tanto Shouto como Katsuki regresaron a la normalidad.
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—¿Estás bien? Te siento distraído desde la mañana.
—Izuku… estoy bien, solo me duele un poco la cabeza. —Shouto se frotaba la sien izquierda con dos dedos de manera rotativa.
—¿Otra vez te duele la marca de nacimiento? —Izuku preguntó preocupado. —. Hace mucho que no te dolía. ¿Será que...
—No es nada. Estoy seguro de que no es nada.
—Si vuelves a tener pesadillas, dímelo por favor. No quisiera volver a verte mal.
Shouto solamente le sonrió.
—No te preocupes. Nada sucederá.
—Pero si pasa algo…
—¿Vamos a comer? —Shouto desvió el tema. Sentía que podría mantener todo bajo control.
Esa noche. Shouto se dirigió a la residencia estudiantil después de separarse de su amigo de infancia utilizando pretextos un tanto infantiles. Necesitaba estar solo y pensar. Había caminado durante horas, tratando de aferrarse a algo que no sabía lo que era, y con resignación, decidió que era momento de volver. Caminó con paso lento, recorriendo con su mirada las luces que iluminaban la universidad.
Un viento helado se filtró por entre los tejidos de su camiseta y unas gotas de lluvia empezaron a caer sobre él.
—¡Maldición! —Shouto buscó refugiarse bajo el techo del edificio de administración, que era el más cercano. Sacó su teléfono celular del bolsillo y estuvo a punto de marcar a Izuku para pedirle que le llevase un paraguas, pero una voz lo paralizó en el sitio.
—¿Quién eres?
Tragó saliva al reconocerlo. No necesitaba mirarlo para saber quién era.
—Soy Shouto Todoroki.
—No… ¿Quién eres?
Por alguna razón, la pregunta a pesar de sonar disparatada, tenía cierto sentido. Un sentido que solamente los dos podían reconocer.
—No lo sé…
—¿No lo sabes o no quieres saberlo? ¿acaso lo olvidaste? ¿Ya me olvidaste?
Shouto lo miró directamente hacia los ojos mientras los suyos amenazaban con dejar salir todas esas lágrimas que había estado tratando de retener durante todo el día.
Abrió un poco los labios para pronunciar algo.
—¡Shouto!
Izuku Midoriya era un excelente amigo, por eso cuando se percató de que el cielo empezaba a oscurecer y una inminente tormenta se acercaba, decidió que lo mejor sería buscar a Shouto y llevarle el paraguas que había dejado junto con su mochila.
—Olvídalo. No es nada importante.
Bakugou abrió su paraguas y se alejó antes de que el joven Midoriya llegase.
—¿Ese era el chico con el que te chocaste en la mañana? Si no recuerdo mal, también está en nuestra clase. ¿Qué quería?
—No quería nada.
…
—Nos encontraremos en otra vida. ¡Promételo! —Un joven de cabellos rubios lloraba incesantemente mientras sostenía entre sus brazos a un muchacho que tenía varias heridas, en especial, una quemadura en su ojo izquierdo.
—Te lo prometo… Te lo prometo... —Su voz era cada vez más débil. Trató de esbozar una sonrisa. —. Prometo nunca olvidarte y encontrarte aunque sea lo último que haga. —Alzó la mano en un intento de acariciar la cara del otro, después de todo, su visión disminuía.
—Aquí estoy… No me dejes por favor. Resiste. Ya llamaron a los médicos… resiste por favor.
Lo último que se escuchó fue una explosión.
…
Todoroki despertó empapado en sudor y lágrimas. ¿Por qué? Había pasado un muy buen tiempo desde la última vez que tuvo esa pesadilla. ¿Qué significaba? los recuerdos de la noche anterior le llegaron como un relámpago. "¿Quién eres?" le había preguntado ese desconocido con el que había chocado. ¿Por qué sintió como si toda la verdad del universo estaba a punto de desvelarse?
Shouto se hizo un ovillo en la cama. No quería saber de nada ni de nadie.
Se quería morir.
—¡Llegaremos tarde! —Izuku golpeaba la puerta cada vez con más fuerza. —Sé que estás adentro. Por favor, ábreme.
Pero Shouto no respondía.
Los gritos y los golpes pararon abruptamente. Seguramente Midoriya se hubiese cansado de insistir y lo dejaría a solas… Qué equivocado estaba.
—Te llamas Shouto, ¿no? abre la puerta o me obligarás a echarla abajo. —Otra vez esa voz.
Todoroki se sobresaltó allí donde estaba y se quedó sin aliento momentáneamente. Una fuerza desconocida hizo que se levantase de la cama y abrió la puerta.
Se encontró con el rostro furibundo de Katsuki, y tras él, a un preocupado Izuku.
—Yo me encargo.
La seguridad de Bakugou fue suficiente para que Midoriya los dejara a solas, eso y el gesto afirmativo que le dedicó Shouto, asegurando que tenía todo bajo control.
—¿Qué es lo que quieres? —Shouto alzó la voz.
—Lo mismo que tú. —respondió Katsuki mientras entraba y cerraba la puerta.
—¿Con qué autoridad vienes a gritarme en mi cuarto?
Las cosas estaban escalando demasiado rápido. En cualquier momento la pelea física iba a dar comienzo. Bakugou se acercó a Todoroki, tanto, que pronto se encontraron cara a cara. Shouto alzó el puño con la clara intención de asestarle un golpe, pero Katsuki fue más rápido, deteniendo el golpe al sostenerle con fuerza la muñeca. La tensión formada era una que sentían familiar, como si se hubiesen peleado un millón de veces antes, como si estuviesen tan acostumbrados a esa dinámica, tanto, para saber que en realidad no iban a pelear.
Como si de pronto hubieran encontrado su lugar en el planeta. Una conexión instantánea que se había creado desde el primer choque y que solamente pudieron percibir hasta ese momento… Cuando estuvieron lo suficientemente cerca.
El beso que surgió después también se vio envuelto en el mismo halo de comodidad. Como si sus labios hubiesen clamado por estar juntos desde siempre…
Shouto aflojó la fuerza en su puño y Katsuki aflojó el agarre. Siguieron besándose, cada vez con más fuerza, como si se tratasen de dos personas bebiendo agua después de haber pasado por una etapa de intensa sequía.
Las prendas de ambos fueron cayendo poco a poco desde la puerta hacia la cama mientras sus manos se recorrían furiosamente, reconociendo el cuerpo del otro.
…
—No lo entiendo —Shouto estaba recostado sobre el torso desnudo de Katsuki. —. ¿Cómo?
—Tu marca de nacimiento… y luego te escuché hablando con ese inutil acerca de tus pesadillas y tu dolor de cabeza.
—¿Sólo con eso?
—También fue tu mirada. Te reconocería en cualquier circunstancia —Katsuki lo abrazó con más fuerza. —Dime que en esta vida tu padre no nos matará.
Todoroki sonrió.
—Lo que no me explico es cómo lograste reunir información sobre nuestro pasado.
—Sabes lo obstinado que puedo llegar a ser.
—No has cambiado en nada.
—¿Me cuentas nuestra historia? No puedo recordar nada, solamente esa noche en donde papá nos descubrió y…
Katsuki giró un poco para mirarlo directamente hacia los ojos.
— Hoy no… —Quiso decirle tantas cosas, como que lo había estado buscando desde hace años y que gracias a esa obsesión junto con sus pesadillas, llegó a recabar toda la información necesaria hasta recordarlo todo. Pero quizás ese no sería el momento para eso. —. Hoy quiero volver a disfrutarte como antes. Quiero disfrutarte para siempre, en esta y otras vidas, y después de eso, hasta que nos volvamos a encontrar.
Fin
Paso a recordarles que tengo página en facebook "Chisheccid Fanfics", por allí estoy subiendo contenido variado, incluyendo los avances de mis proyectos y también les hago consultas de qué les gustaría ver.
