Grax por sus reviews, en verdad me hicieron muy felíz. Aquí les va el segundo capitulo.

Más allá de los sueños.

2.

Un hombre de traje negro caminaba por los pasillos de un enorme palacio, con un sobre en la mano. Se detuvo frente a una gran puerta de mármol con pequeños grabados de caballos y espadas, llamo tres veces y una voz en el interior le respondió.

- Entre -

El hombre abrió la puerta para entrar a un enorme salón, estaba oscuro, las cortinas de las ventanas estaban cerradas, lo cual no permitía que la luz del sol pasara con facilidad.

Había unas cuantas mesas, todas repletas de libros, y algunas sillas, al igual que unas velas para poder leer mejor.

- Señor – dijo el hombre del traje – ha llegado una carta, del reino del norte. Parece ser que es para un baile.

- Dame eso – hablo una voz que provenía de una de las sillas. El hombre de traje se acerco a donde provenía la voz y le entrego el sobre a un hombre de por lo menos 30 años, con cabello liso y negro que llegaba a sus hombros, rostro pálido y unos ojos rasgados parecidos a los de una serpiente. – Retírate, y por cierto…llama a Sasuke, dile que lo quiero ver. –

- Claro mi señor – dicho esto el hombre salió.

Tomó el sobre y lo examino con detenimiento, después lo abrió para poder leer la carta que tenia frente a sus ojos:

Respetable señor:

Le avisamos por este medio, que el día 23 de octubre se celebrará un baile en el palacio de la familia Haruno para escoger al próximo esposo de la princesa Sakura, tenga por consiguiente que se elegirá a alguno de los reyes o príncipes solteros de alguno de los reinos. Le rogamos su presencia, se hospedarán en el palacio durante una semana y al final de ésta se elegirá al que será el esposo de la princesa.

Esta también puede ser una gran oportunidad para unir lazos y reinos.

Atte: Reino del norte.

- Con que un baile he – pensó el hombre, cuando nuevamente escucho que llamaban a la puerta. – Entre – dijo.

La puerta se abrió y un joven de al menos 19 años entró al salón.

- Me quería ver señor Orochimaru – hablo el joven mientras hacia una reverencia.

- Si, al parecer se realizara un baile en el reino del norte, el reino de la familia Haruno, es para escoger al que será el próximo esposo de la princesa. – comenzó a explicar Orochimaru. – y quisiera llevarte a ti y a tu hermano para protección personal, saben perfectamente que son mis subordinados favoritos, y espero que puedan hacer bien su trabajo. Aparte…- se detuvo y miró a el joven – no quiero dar una mala impresión frente a los demás reinos llevando soldados inútiles, ya que pienso ganarme la mano de esa princesa.

- Si mi señor, yo lo se – respondió Sasuke.

- Bien, ahora quiero que vallas y avises a tu hermano, partimos dentro de dos días. – se volvió a sentar y haciendo un ademán con la mano le ordeno salir.

- Si señor – hizo otra reverencia y salio de la habitación.

Una sombra salió de la oscuridad de aquélla habitación.

- Al parecer ha llegado nuestro momento ¿verdad señor Orochimaru? – pregunto la sombra.

- A si es, amigo mió…así es.- una sonrisa malévola se dibujó en sus labios.

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Sasuke caminaba por los pasillos del palacio, iba pensando. Desde hacia unos meses su señor ya no era el mismo. Había conducido a su reino a la pobreza cobrando impuestos cada vez mayores, para así poder hacer un ejército mayor y más fuerte. Él aun no sabía las razones de su rey para hacer eso, pero por alguna extraña razón sentía que muy pronto la encontraría.

Seguía caminando tan metido en sus pensamientos que cuando menos se lo esperó ya se encontraba en los campos de entrenamiento, donde él y su hermano entrenaban día a día para poder llenar las expectativas de su rey y conducir bien al ejército.

Ahí lo pudo ver. Su hermano Itachi, el mayor de los Uchiha, cabalgando y tirando con el arco a un blanco, era una de las prácticas más difíciles, ya que se debía mantener bastante bien el equilibrio y a la vez tener una excelente puntería para poder dar en el blanco.

Lo miró, aunque fuera 5 años mayor que él, era lo único que le quedaba de su familia, sus padres habían muerto a manos de dos ladrones que irrumpieron en su hogar mientras que él e Itachi se encontraban dormidos, afortunadamente su vecina logro llamar a los soldados que pasaban por ahí y apresaron a los ladrones, desafortunadamente, sus padres no sobrevivieron, ya que al intentar proteger a sus hijos fallecieron en el intento. Dejando así a los dos hermanos huérfanos. Por suerte, los soldados los tomaron y los llevaron en presencia del antiguo rey, el padre de Orochimaru, y lo convencieron de que se quedaran en el palacio haciendo trabajos con la servidumbre.

Con el paso del tiempo y conforme iban creciendo, los dos se interesaron en el ejercito y las batallas, como el rey había muerto, el trono quedó en manos de su hijo Orohimaru, quien les dio la oportunidad de entrar a su ejercito, y al ver el gran potencial que los dos tenían, los dejo al mando.

Sonrió.

Se acercó a donde se encontraba su hermano y le llamó.

- Hey Itachi! – éste volteo a verlo y se dirigió hacia él con una sonrisa en su rostro.

- Valla, valla, pero miren que tenemos aquí, mi querido hermano pequeño – dijo en un tono de sarcasmo. Para se mayor era de la estatura de Sasuke, tenia cabello largo y negro, agarrado en una coleta, sus ojos eran de un color rojo sangre, y su mirada era profunda, tanto él como Sasuke eran de cuerpo atlético.

Sasuke en cambio tenia el cabello corto y negro, sus ojos eran tan negros como la noche, casi no mostraban sentimiento alguno, pero de ves en cuando le dedicaba una mirada de cariño a su hermano. Ambos eran realmente atractivos, cada vez que hacían recorridos por el reino todas las jóvenes se les acercaban ofreciéndoles cualquier cosa que ellos quisieran, tenían mucha atención, peor eso a Sasuke no le interesaba, siempre que una joven se le acercaba el la evadía; no era como Itachi, le encantaba la atención que recibía, se podría decir que era un mujeriego, pero aún así creía en el amor. – Todavía sigo en busca del amor de la mujer ideal para mi hermanito, no me mal interpretes. – era lo que siempre le decía. Pero por alguna extraña razón, él le creía.

En cambio, Sasuke no creía en nada de eso, en lo único que pensaba era en poder ser el mejor soldado de todos, en ningún momento de su corta vida se le había pasado por la mente el llegar a enamorarse de alguien.

- ¿Para qué me quieres? – habló Itachi, sacando a Sasuke de sus pensamientos.

- ¿Ah? A sí, el rey me aviso que dentro de dos días iríamos al reino del norte, al parecer se celebrará un baile para poder elegir al que será el próximo esposo de la princesa de ese reino. Quiere que seamos su guardia personal.

- Ya veo – dijo el Uchiha mayor. – Según lo que he escuchado, hay chicas bastantes lindas en ese reino, creo que ha llegado nuestro momento hermanito. – lo miró picaramente y le dio unos cuantos golpecitos en el costado con el codo.

- Sabes perfectamente que no me pienso enamorar – le reprochó, retirando la mirada del rostro de su hermano. Itachi lo miro extrañado, para después sonreír burlonamente.

- Quien sabe, el destino siempre tiene planes distintos para todo.

Sasuke lo miró, tenia razón, el destino siempre cambia todo, a veces para bien y a veces para mal.

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Mientras, en otro lugar más alejado, una pelirosa se encontraba sentada en su habitación, pensando en los hechos de la noche pasada, las palabras que le dijo su padre acerca de su próximo compromiso, el baile que se realizaría dentro de una semana y la confusión que tubo de Ino y su madre, se sintió estúpida pero a la vez aliviada, aliviada de que Ino siempre estuviera ahí cuando ella mas la necesitaba, aunque aun no le decía nada acerca de los planes de su padre, le estaba profundamente agradecida de que la hubiera apoyado.

Repentinamente se le vino a la mente el sueño que tubo, aquel sueño tan extraño, parecía tan real, la voz del joven retumbaba en su mente "Yo no seria capaz de lastimarla…" Al recordar esas palabras se sonrojó, a pesar de que hubiera sido tan solo un sueño, parecía tan real. Alguien llamó a la puerta, sacando a Sakura de sus pensamientos.

- Adelante. – dijo la joven.

La puerta se abrió dando paso al rostro sonriente de Naruto.

- Hola Sakura! – la saludo tan animado como siempre, mientras entraba a la habitación, detrás de él pasó Ino, quien también le sonreía. - ¿Cómo te sientes? – preguntó el rubio.

- Bastante bien – contesto la pelirosa, devolviéndole la sonrisa. – Por cierto… ¿no deberías estar con mi padre? – preguntó un poco preocupada la joven.

- Jeje, pues digamos que esta algo ocupado, y por el momento no me necesita, así que decidí venir a visitarte un rato y de camino me encontré a Ino. – sonrió juguetonamente mientras señalaba a la rubia que estaba su lado.

- Sakura… - le llamó la rubia, llamando la atención de los dos jóvenes. – Naruto me contó lo que sucedió ayer. – tal comentario sorprendió a la pelirosa, haciendo que posara su mirada en su amigo y después la pasara hacia la rubia. – Sabes que cuentas con nosotros en todo lo que quieras, nunca te vamos a dejar sola ni por un momento y eso tú lo sabes. – dicho esto se acercó a su amiga y le dio un gran abrazo, haciendo que unas cuantas lagrimas se escaparan de los ojos de la pelirosa.

- Muchas gracias Ino, gracias Naruto, es solo que… - se detuvo un momento para recapacitar lo sucedido. - …es solo que no me quiero enamorar forzadamente de alguien a quien ni conozco, confió plenamente en mi padre, pero… - miró a sus amigos quienes la escuchaban atentamente. - … ¿y si elige mal?

Sus amigos la miraron comprensivos, Naruto se sentó en una silla que se encontraba enfrente de donde estaba la joven y le tomo la mano con cariño, mientras le daba un pequeño apretón de ánimos.

- Sabemos que te preocupa Sakura, pero hay que tener plena confianza en tu padre, él nunca haria nada que te hiciera daño, y si se llega a dar el caso de que fuese una mala elección, estamos nosotros. Yo te protegeré con mi vida Sakura, y eso lo sabes bien. – le sonrió cariñosamente, y tales palabras hicieron que la joven princesa sonriera y se tranquilizara un poco. – Pero también hay que ser fuertes Sakura, en la vida suceden miles de cosas que uno nunca se espera, buenas o malas, pero siempre hay que mantenerse firme como una torre y no dejar que hasta el viento más fuerte te haga balancear.

- Gracias amigos, muchas gracias – dijo Sakura abrazando a sus dos compañeros. – Tengo algo mas que contarles, puede que suene tonto y todo lo que ustedes quieran, pero…- llamó la atención de sus amigos – era tan real, un sueño que tuve anoche, se veía tan real.

- ¿Te refieres a cuando estabas hablando dormida frontuda? – "frontuda" cuanto extrañaba Sakura que le dijera así, aunque de niñas odiaba ese apodo, ya se había hecho algo común, como cuando ella le decía "cerda" a Ino.

- Si, cerda, ese mismo. –

- ¿Y de qué trataba? – Naruto sonaba algo intrigado.

- Pues… - Sakura comenzó a relatar su sueño. - … me encontraba corriendo, lejos del palacio, cuando repentinamente choqué con un joven, extrañamente no pude ver bien su rostro, y alguien me llamaba, no recuerdo de quien era la voz, pero lo único que sabia era que no quería ir hacia ella, el joven contra el que choqué me dijo que nunca me iba a lastimar, algo así, no recuerdo todo el dialogo, fue algo realmente extraño, pero para ser un sueño, el joven me cautivó.-

Al terminar el relato, sus amigos la miraban con una cara extraña.

- Al parecer te has vuelto loca Sakura, ahora te enamoras de tus sueños. – le dijo Naruto algo burlón.

- Pero he leído que hay veces en las cuales los sueños son predicciones¿ustedes creen que este sea alguno? - se defendió la princesa.

- Bueno pues… una vez yo soñé que una ardilla carnívora me atacaba, y al día siguiente mientras caminaba por los jardines, una comenzó a intentar morderme, y yo tuve que salir corriendo del lugar. – confeso Naruto, mientras que sus dos compañeras lo miraban extrañadas. -¿Qué? Esa ardilla era mala, me mordió el trasero ¿Quieren ver? – hizo ademán de bajarse el pantalón que traía puesto.

- ¡NOOOOOOOOOOOOO! – gritaron Sakura e Ino al mismo tiempo, parando la tarea de su amigo por enseñarles una parte extraña de su cuerpo.

- JEJE, era broma¿acaso creían que me bajaría los pantalones frente a ustedes? – se excusó.

- La verdad si… - contestó Ino, para después girarse hacia su amiga – Puede que llegue a ser una predicción Sakura, pero por el momento no tienes por que preocuparte por eso, mejor, sal a los jardines y pasea un rato, así podrás pensar con mayor libertad.

Sakura se quedó pensativa, Ino tenía razón, no era tiempo para preocuparse por eso, tiempos difíciles se acercaban y tenía que ver como se las arreglaría.

- Bueno…creo que es mejor que me valla, puede que el rey haya terminado ya con sus asuntos y puede que quiera verme. Nos vemos – el rubio se levanto de su asiento, hizo una reverencia, y se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir, se giro hacia sus amigas y les guiñó un ojo. – Se que odias las formalidades jeje. – tales palabras hicieron que se formara una sonrisa en los labios de las dos jóvenes.

- Yo también debo irme. – Dijo Ino mientras se levantaba de la cama en donde momentos antes se encontraba sentada – El rey quiere que el palacio este impecable y las habitaciones listas para la llegada de los invitados, así que hay mucho trabajo por hacer y Tenten necesita mi ayuda, nos vemos Sakura. – se dirigió hacia su amiga y le dio un gran abrazo. – ya no te preocupes frontuda. – dicho esto salió de la habitación, dejando a la princesa sola con sus pensamientos. Tan solo faltaban 6 días para que su vida cambiara por completo.

Más de lo que ella esperaba.

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Un hombre vestido con una túnica que cubría su rostro caminaba por las calles del pueblo, se dirigió hacia un callejón en donde se detuvo frente a una puerta de madera bastante vieja, tocó, y unos instantes después se abrió dando paso a un hombre cual rostro no se podía ver, gracias a que otra túnica lo cubría.

- Adelante – dijo el sujeto.

El hombre entro al lugar, era una sala bastante desarreglada, había una mesa redonda en medio del lugar, y encima de ésta se encontraban unas cuantas velas que alumbraban el lugar. Se podían ver a algunos hombres cubiertos con túnicas,

- ¿Para qué nos has llamado? – preguntó uno de ellos.

- Bueno, el día de hoy el amo ha recibido una invitación para un baile que se realizara en el reino del norte. – comenzó a decir el recién llegado.

- ¿Y qué tiene que ver eso con nuestro plan? – cuestionó otro de los presentes.

- Pues – continuó. – que la invitación es para elegir al próximo esposo de la princesa Sakura, la que pronto será reina del Norte, dejándonos una oportunidad inigualable de adueñarnos de su ejercito.

- Entonces eso nos dejaría las cosas más fáciles para lo planeado. – se oyó a uno de los hombres.

- Exactamente, el amo ya lo tiene todo planeado. –

- Gran noticia. Eso quiere decir que tenemos que prepararnos. – dijo un hombre, para después girarse al recién llegado. – Gracias por la noticia…Kabuto.

Un hombre de cabello grisáceo y con anteojos, se descubre el rostro, mostrando así una sonrisa maliciosa.

Continuará...

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Espero que les haya gustado. En el próximo capítulo saldran nuevos personajes.Porfa dejen reviews XD.

Reviews:

Kisame Hoshigaki: Que bueno que te gustó, espero que éste capitulo tmb te haya gustado. n.n

nayru-san: Gracias n/n. Aquí te dejo la continmuación, espero que te guste.

kuramasesshou: Jajajajaja, me alegra mucho que te haya gustado. Claro que va a ser Sasu-Saku, es mi pareja favorita y no pude aguantarme a hacer un fic sobre ellos dos XD. Con respecto a lo del lemon, quizá sea mucho más adelante, pero no te preocupes arreglare unas cuantas cosas para que haya un poco jeje. Con lo de Ino...ya veras, no quiero arruinarte nada, pero si te confirmo que no quedará sola, habrá unas cuantas parejillas más.

Gracias por sus Reviews.