Hola a todos! Y gracias por sus reviews, perdon por a la demora, pero es que he estado un poco ocupada con la escuela y todo eso, así que aquí le dejo el 4 capitulo, espero que lo disfruten nn.
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Más allá de los sueños
4. Encuentros
- ¡Sakura¡Sakura! – gritaba una rubia a su amiga que aun se encontraba en el país de las maravillas. Pero al ver que no obtenía respuesta, decidió tomar medidas un poco más drásticas, no le importaba si era la princesa…¡era su mejor amiga! – Ya me perdonará. – pensó. Tomó las sabanas con las que la joven se encontraba cubierta, y al tiempo que las jalaba para así poder quitárselas, le gritó en el odio. - ¡SAKURAAAAAAAAAAAAAA! – tal acto hizo que la joven princesa se despertara de golpe y cayera de lleno en el suelo, llevándose un buen golpe en su real trasero.
- ¡AAAAAHHHH!- pegó el grito en el cielo al ser despertada de tal forma. - ¿Qué demonios te pasa Ino¡¿Por qué me despiertas de esa forma! – le regaño mientras se sobaba sus "partes" dañadas por el gran golpe que se acomodó.
- Si quieres saberlo, mira la ventana…- le contestó la rubia. Sakura se caminó hacia la ventana y al recorrer las cortinas que la tapaban, casi se desmaya. Docenas de carruajes hacían fila frente al palacio para poder dar paso sus ocupantes. Reyes, reinas, príncipes, princesas y soldados bajaban de sus transportes para poder ingresar a la residencia. Era cierto, hoy…hoy era el día en el que conocería a sus nuevos pretendientes, por lo que sabia no eran muchos, ya que casi todos ya se encontraban casados, pero aun así la hacia sentir triste. Había olvidado por completo que tenía que estar presente para recibir a todas aquellas personas. – No quiero ir. – dijo una voz en su mente, pero la voz de su amiga la sacó de sus pensamientos.
- Frontuda…tienes que bajar, tu padre te espera. –
- Si…- contestó en un tono casi inaudible. Se dirigió hacia el armario que tenía, era enorme, buscó entre cada una d las prendas y por fin se decidió por un vestido liso de color rosa bastante sencillo, comenzó a quitarse la ropa cuando de repente la puerta se abrió de golpe dejando ver a un exasperado Naruto.
- ¡PRINCESA Sa…ku…!- no terminó de decir la frase, ya que una lámpara le dio de lleno en el rostro dejándolo fuera de la habitación.
- ¡NO TE ATREVAS A ENTRAR NUEVAMENTE SIN TOCAR! – gritó una frenética Sakura al tiempo que cerraba la puerta, dejando a Naruto tirado en el suelo y un poco aturdido. Cuando recuperó la compostura, se acercó a la puerta y llamó detrás de ella.
- Je,je, lo siento princesa Sakura, es solo que su padre quiere que valla enseguida a recibir a los invitados. Te esperaré fuera de tu habitación para escoltarte.- avisó el rubio, mientras se sobaba la cabeza, lugar donde ya se encontraba un enorme chichón.
Varios minutos después, Sakura salió de su habitación lista para recibir a los invitados. – Se ve hermosa. – fue lo primero que pensó el joven soldado al verla. Su cabello sujetado por una diadema que venia adornada con una flor de loto, dejando caer pequeños mechones sobre su cara, el vestido rosa se veía hermoso en ella.
- Listo, andando. – la joven se dirigió a su amigo, quien le tendió el brazo para que ésta lo tomara y así dirigirse a la entrada del palacio donde su padre la esperaba impaciente.
- Este… - balbuceaba Naruto, lo cual hizo que llamara la atención de la joven.
- ¿Qué sucede Naruto? – preguntó.
- T…te vez…her…hermosa. – soltó el joven mientras se sonrojaba por completo. Tal comentario provocó la misma reacción en la joven, quien solo se limitó a sonreír y mirar el suelo hasta que llegaron a donde se encontraba su padre.
Al estar en presencia del rey, Naruto realizó una profunda reverencia, para después unirse a la guardia que había a cada lado de la puerta por donde comenzaban a pasar los invitados.
- Llegas tarde hija. – le reprendió el rey a la joven.
- Lo siento padre, me fui a la cama a horas bastante avanzadas y es por eso que no pude dormir lo suficiente. – se disculpó la princesa.
- Que no vuelva a suceder. – advirtió el hombre.
Un soldado que se encontraba parado frente a la puerta comenzó a gritar los nombres de todos y cada uno de los invitados.
- EL REY DEL OESTE: OROCHIMARU. – gritó el soldado, para presentar a un hombre alto y de tez pálida, con ojos como los de una serpiente que demostraban frialdad y superioridad. Al entrar al palacio, en lo primero que posó su mirada fue en la hermosa princesa. Su mirada cambió completamente por una de deseo. Se acercó al rey y a la princesa y al estar frente a ellos, los tres hicieron una reverencia.
- Bienvenido sea a nuestro hogar noble hombre – saludó el padre de Sakura.
- El placer es todo mío. – contestó Orochimaru, para después girarse hacia la princesa, tomó su mano y la acercó a sus labios. – Es un verdadero placer para mí conocer a tal belleza como lo es usted.- Sakura se sonrojó mientras que el hombre le daba un pequeño y dulce beso en su mano.
- Gracias su majestad. – agradeció la joven princesa.
- Les presento a mi consejero personal, Kabuto. – anunció Orochimaru al tiempo que Kabuto hacía acto de presencia frente a ellos e hizo una reverencia en forma de saludo.
- Es un honor para mí estar frente a personas tan honradas como usted. – dijo Kabuto a el rey del norte. Quién sólo se limitó a decir un –Gracias- y los invitó a pasar a conocer el palacio, éstos aceptaron y se retiraron.
- EL REY DEL ESTE: HYUUGA NEJI. – volvió a anuncia el soldado.
Un joven guapo y alto, de mirada blanca azulada subía las escaleras de mármol de aquel hermoso palacio, detrás de él iba una joven con el mismo color de ojos, se notaba un poco nerviosa.
- Bienvenidos sean. – les recibió el rey del norte.
- Es un placer poder estar en este lugar mi señor. – saludó el joven Hyuuga mientras hacia una reverencia. – Les presento a mi acompañante y prima: Hyuuga Hinata. – señaló a su prima quien hizo una reverencia.
- Mucho gusto su majestad. – saludó en un tono de voz bastante bajo. Se notaba su nerviosismo.
- El placer es todo mío. – le dijo el rey. – ésta es la princesa Sakura. – señaló a su hija quien se encontraba a su lado.
- Un placer. – contestaron Sakura y Neji al unísono.
- Adelante. – los invitó a pasar.
Cuando se dirigían hacia el salón principal, algo llamó la atención del joven Neji; una joven de cabello castaño recogido en dos chongos iba pasando a toda prisa por el lugar, la joven miró hacia donde se encontraba el joven rey y sus miradas se cruzaron durante unos momentos. El rubor en las mejillas de la joven no se dio a esperar, haciendo que apartara la mirada de aquellos hermosos ojos y se fuera a toda prisa del lugar, desapareciendo por uno de los pasillos.
- ¿Sucede algo señor? – le preguntó Hinata, haciendo que el rey saliera de su ensimismamiento.
- No…nada, no sucede nada. – continuó caminando hasta que llegaron frente a unas puertas que daban hacia el enorme salón.
Entró.
No sin antes echar una ultima mirada hacia donde desapareció la joven.
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Todos y cada uno de los invitados iban pasando hacia aquel gran salón.
El rey del norte izo aparición y habló.
- ¡Bienvenidos sean todos ustedes a este reino! – comenzó. – Como ya saben, fueron invitados para poder elegir a algunos de ustedes, príncipes o reyes solteros, para que sea el nuevo esposo de mi adorable hija. – señaló a Sakura que estaba sentada a un lado de él. – El hombre que sea escogido tomará mi lugar en el reinado, y para aquellos que no conseguirán la mano de mi hija, hay que tomar en cuenta que ésta también es una oportunidad maravillosa para unir lazos entre nuestros reinos y así evitar próximos conflictos que nos llevarían a catastróficas guerras. – Se detuvo un momento y los cuchicheos entre los presentes no se hicieron de esperar. – Para terminar, ésta noche se realizará el baile de bienvenida y en donde se presentarán a los pretendientes, les deseo una agradable estancia y les doy las gracias por venir. El baile se realizará en éste mismo salón a las nueve de la noche. Los sirvientes los esperan fuera del salón para llevarlos a sus aposentos. Nos vemos esta noche. – al finalizar el discurso, los presentes fueron saliendo para poder ser guiados hacia sus aposentos.
Sakura estaba a punto de irse cuando su padre la llamó.
- Hija. Sabes perfectamente que esto lo hago por el reino y por ti. -
- Lo se padre, no te preocupes. – le dedicó una sonrisa un tanto fingida y se retiró. Aunque sonriera y dijera que todo estaba bien, sabía que no era cierto, en el fondo la tristeza la ahogaba. Iba caminando en dirección hacia su habitación, cuando encontró a Tenten e Ino hablando, decidió acercarse a ellas y ver que sucedía; al parecer Tenten tenía un ataque de nervios.
- ¿Qué sucede? – preguntó Sakura al haber llegado junto con sus amigas.
- ¡Sakura! – dijo Tenten un tanto nerviosa. - ¡Me miró¡ME MIRÓ! – le gritó.
- ¿Quién? – la pelirosa estaba un poco asustada por la repentina reacción de su amiga.
- El rey del este. – contesto Ino.
- ¡Sí! Ese mismo. ¡No me quitaba la mirada de encima! – la joven castaña estaba totalmente fuera de control. – Hasta que me escabullí por uno de los pasillos para evitar esa penetrante y hermosa mirada. – Sus ojos brillaron al recordar el momento.
- Vamos Tenten, él es un rey. De seguro solo le diste curiosidad por que estabas corriendo como loca por el palacio. – reprimió Ino, al tiempo que se cruzaba de brazos.
- Bueno…creo que tienes razón, no tengo por que llegar a hacerme ilusiones, después de todo, puede que llegue a ser el esposo, tu esposo ¿no Sakura? – la castaña estaba un poco triste, lo cual hizo sentir mal a la pelirosa.
- No, no me importa. Por mi te lo dejo hasta envuelto. – contestó la pelirosa despreocupada. – Me tengo que ir, tengo que pensar muchas cosas, y si es posible pasear un rato, nos vemos cerda, adiós Tenten. – se despidió con una sonrisa y comenzó a alejarse.
- Adiós frontuda. – la despidió Ino.
- Adiós princesa. – le dijo Tenten.
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Una chica de cabello negro azulado salía de su habitación, tenía ganas de conocer el palacio antes del baile. Caminó hasta donde se encontraba el salón principal donde se efectuaría el gran acontecimiento. Echó un vistazo, era hermoso, la decoración era excelente, alrededor del salón había unas doce mesas redondas, encima de cada una de ellas un jarrón con hermosas rosas rojas y blancas, los candelabros estaban siendo limpiados para que cuando se encendieran las velas todo el lugar brillara. Al frente del lugar, se encontraba una pequeña mesa rectangular con dos sillas, supuso que en aquéllos lugares se sentarían el rey y la princesa Sakura. Las cortinas que cubrían las ventanas eran de un color tinto, y a cada extremo de ellas había una enorme maceta con arbustos y flores. En una de las esquinas había una tarima en donde se encontraba un piano y otros diversos instrumentos. – Será algo genial.- pensó, para después salir del salón y seguir con su recorrido. En un momento de distracción sintió que chocó contra alguien y callo al suelo llevándose un buen golpe.
- ¡Ouch! – exclamó la joven al sentir un dolor punzante en las posaderas.
- Lo siento mucho, estaba distraído – dijo la persona contra la cual chocó.
La joven miró hacia arriba y pudo ver a un soldado, un joven, de cabellera rubia y unos hermosos ojos azules que la miraban profundamente, tenía una sonrisa nerviosa en el rostro y le tendía una mano para que pudiera pararse. La joven la tomó y se impulso para ponerse de pie.
- Lo siento mucho. – volvió a decir el soldado.
- N…no se preocupe, tam…también fue mi culpa. – le dijo la joven para que se calmara.
- Je,je. Por cierto, mi nombre es Uzumaki Naruto, me alegro mucho en conocerla. – le tendió la mano.
- El mío es Hyuuga Hinata. – se presentó al tiempo que le tomaba la mano al chico, quien al escuchar el apellido de ella, abrió completamente los ojos. – Estoy hablando con la prima de un rey- pensó asustado y de inmediato soltó la mano de la joven para hacer una profunda reverencia y después ponerse en posición de firmes. Hinata alzó una ceja.
- Lo siento mucho señorita, lamento mi comportamiento inapropiado, pero no sabia que me encontraba frente a una persona de la realeza. – la voz de Naruto demostraba nerviosismo. No sabría lo que le podría hacer el rey si se enteraba que le hablo sin respeto a la prima del rey del este o peor aun. ¡Que la tiró al suelo por culpa de su distracción! No sabia que hacer, si salir huyendo despavorido ó quedarse ahí parado.
- De…descuida, no me gusta q…que me traten tan fo…formalmente. – le dijo la joven para tranquilizarlo un poco. – Por ci…cierto…-
Naruto la miró curioso.
- ¿Qué sucede? -
- Me pr…preguntaba si usted po…podría llevarme a recorrer el p…palacio. – el sonrojo en sus mejillas no se hizo de esperar, por alguna extraña razón le apenaba estar frente aquél chico.
- Eeeeeehh… - vacilo el muchacho. "Que hermosa se ve con el rubor en sus mejillas" pensó. "¡Pero que demonios estoy diciendo! Ella es de la realeza, Naruto, piensa en ello". – Es cierto. – pensó en voz alta sin darse cuenta de ello.
-¿Disculpa? – Hinata lo veía extrañada por la reacción que acababa de tener.
- Jejejejejeje, nada, nada, no sucede nada señorita. – se maldijo a sí mismo por haber dicho eso en voz alta. – Claro que la llevare a recorrer el palacio. – le ofreció su brazo.
- Gra…gracias. – dijo la joven tímidamente al tiempo que se tomaba del brazo del joven.
- Hermosa. – volvió a pensar Naruto. Podría ser que gracias a esa joven se despertaran sentimientos dentro de él que nunca había conocido, sentimientos ocultos que nunca pensó sentir.
Al corazón no se manda.
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Tenía que salir de ahí, no quería estar en ese lugar, le daba miedo su destino.
Pánico.
¿A quién le gustaría tener que casarse con alguien forzadamente? A nadie…obviamente.
Abrió la puerta cuidadosamente y asomó su rostro para ver si no había nadie quien la pudiera ver.
Despejado.
Salió silenciosamente y atravesó los pasillos, se encontraba cerca de los jardines. Vigiló que no hubiera nadie alrededor y salió corriendo a lo más que le permitían sus pies. Saltó la cerca que separaba los jardines de un pequeño bosque que estaba a su lado.
Ya casi era el tiempo, el baile daría comienzo dentro de una hora.
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- ¿Me llamo señor? – Ino hacia una reverencia frente al rey del norte.
- Si, quiero que veas si Sakura ya se encuentra preparada para la celebración. – le ordenó mientras se acomodaba el traje que llevaba puesto y se miraba frente al espejo.
- Con todo gusto su majestad. – hizo una última reverencia y salió de los aposentos del rey para dirigirse hacia la habitación de su amiga.
Caminó hasta llegar a la entrada del cuarto de la princesa.
- ¿Sakura? – llamó, pero al no recibir respuesta decidió entrar. – Saklura, tu padre desea verte quiere que… - no terminó la frase ya que vio que su amiga no se encontraba en la habitación. – Dios mío. – salió a toda prisa de la habitación. Recorriendo los pasillos y mirando a todos lados para ver si la encontraba. Hasta que se encontró con Naruto que venia platicando animadamente con una joven.
- ¡Naruto! – le llamó y se dirigió rápidamente hacia el par.
- ¿Uh? – Naruto la miró extrañado. - ¿Qué sucede Ino?
- ¿Has visto a la princesa? –
- No, desde hace tiempo que no la veo. ¿Por qué? – comenzó a notar que había algo raro.
- No nada, es solo que no la encuentro, creo que debe estar paseando por los jardines – mintió Ino, sabía que algo andaba mal y no quería armar un revuelo por eso.
- Si tú lo dices. Por cierto, ella es Hyuuga Hinata, prima del rey del este, Hyuuga Neji. – presentó el rubio a la joven que lo acompañaba.
- Es un completo placer conocerla. – saludó Ino haciendo una reverencia y sonriendo ampliamente.
- Gra…gracias, es un gus…gusto. – correspondió el saludo.
- Me tengo que ir, debo encontrar a la princesa. Y será mejor que ustedes también se preparen, el baile es dentro de una hora. – les dedicó una hermosa sonrisa, realizó una reverencia dirigida a Hinata y salió a toda prisa del lugar.
- Bueno, me tengo que ir señorita Hinata, fue un placer hablar con usted. – hizo una reverencia y se comenzó a alejar de la joven cuando ésta lo llamó.
- Naruto…te veré en el ba…baile. – le dijo la joven mientras que un rubor intenso se asomaba en sus mejillas.
- Claro je,je. ¡Nos vemos! – así cada uno se dirigió hacia su habitación para arreglarse.
Tanto Naruto como Hinata se sentían felices, habían conocido a una nueva persona con la cual habían pasado un rato agradable. Sonreían pensando el uno en el otro.
Felices.
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Ino seguía buscando desesperadamente a la joven princesa, hasta que llegó al lugar donde guardaban los carruajes de los invitados y vio a un chico sentado en uno de ellos.
- ¡Oye tú! - le gritó la rubia mientras se acercaba hacia él.
- ¿Uh¿Qué deseas? – le preguntó el chico, tenia cabello castaño y ojos negros.
- Disculpa, pero… ¿Has visto a una joven de cabello rosado pasar por aquí?
- Pues…creo que vi a alguien saltar aquella cerca, pero no logre ver su cabello, parecía una chica. - confesó el joven sin darme demasiada importancia al asunto. Ino abrió por completo sus ojos.
- ¿Qué¿Y por que no le dijiste nada? – reclamó exasperada mientras movía sus brazos.
- Uf…que problemático. Yo no sabía nada, aparte todo fue rápido. – intentó defenderse el chico.
- Bueno…es algo, gracias de todas formas…eeeehhh-
- Shikamaru. – terminó de decir el joven.
- Shikamaru, gracias Shikamaru. – diciendo esto salió corriendo al lugar en donde le había dicho el joven.
- ¿Cuál es tu nombre! - alcanzó a gritar el chico, para escuchar una tenue respuesta gracias a la distancia en la que se encontraban.
- ¡Ino! – contestó la rubia para seguir su camino.
- Con que Ino ¿Eh? - dijo para sí mismo. – Que chica tan problemática. – continuó mirando las estrellas que ya comenzaban a divisarse en el oscuro cielo.
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Corría y corría, no quería detenerse. Miró hacia atrás; aún podía ver el palacio. De repente comenzó a escuchar una voz que la llamaba.
- ¡SAKURA¿SAKURA DONDE ESTÁS? - gritaba la voz. La reconoció de inmediato, era Ino. Comenzó a correr mas rápido, no quería que la encontrara.
De repente sintió que chocó contra alguien y cayó al suelo.
- Ouch – exclamó. Miró a la persona con la cual había chocado; era un joven.
- ¿Por qué huye? – le preguntó el joven, sus ojos negros se posaron sobre los esmeralda de la chica, quien al sentir tal profundidad en aquella mirada se sonrojó y aparto su vista de la de él para así ponerse de pie.
- Yo no estoy huyendo, es solo que…- no sabía que decir.
- Estabas huyendo. – volvió a repetir el joven.
- ¡SAKURA! – se volvió a escuchar.
- ¿Sakura? – El joven la miró, en su rostro se podía notar totalmente la sorpresa.- ¿Tú eres la princesa Sakura?
La desesperación y el miedo se apoderaron de ella, salió corriendo sin pensarlo, pero una manó la tomo por la muñeca.
- ¡Suéltame! – le ordenó.
- No sin antes me diga sus razones para alejarse del palacio. – la voz del chico sonaba decidida.
- ¡Que me sueltes! – se giró hacia el joven y sin pensarlo dos veces su mano dio de lleno sobre el rostro de éste, haciendo que se tambaleara y cayera al piso, dándole la oportunidad a Sakura para escapar.
Cuando por fin sintió que estaba a salvo alguien le cogió de los hombros por detrás, haciéndola detenerse y caer al suelo junto con quien la había detenido. Miró a quien la había hecho caer; era el mismo joven.
- No permitiré que se escape. – se arrastró hacia donde estaba Sakura y se posó sobre ella, haciéndolos quedar en una posición un tanto comprometedora.
- ¡Déjame ir! – le ordenaba la joven mientras le daba unos golpes en el pecho para que se quitara de encima.
- ¿A qué le tiene miedo para que quiera huir tan desesperadamente? – preguntó el joven sin quitarse de encima de la princesa.
Sakura seguía golpeándolo, estaba desesperada, unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
- Déjame. - dijo débilmente al tiempo que dejaba caer mas lagrimas. El joven se separó de ella y la ayudó a hincarse, él también lo izo; cuando de repente la joven se lanzó a sus brazos y comenzó a llorar con más fuerza.
- Tengo miedo…tengo miedo a lo que pueda suceder, tengo miedo a la decisión de mi padre, tengo miedo a que me dañen. – soltó la princesa. Sintió unos cálidos dedos retirar el liquido salino de sus mejillas.
- ¿Quién podría hacerle daño a alguien como usted? – la dulce voz del joven la tranquilizó.
- No lo se…tan solo tengo miedo. – a pesar de la desesperación y tristeza que sentía en esos momentos, por alguna extraña razón le reconfortaba estar con ese extraño.
- No llore, yo no seria capaz de lastimarla, no a alguien como usted. –
Repentinamente, a la mente de la joven vinieron las imágenes de aquél extraño sueño que tubo. "No llore, yo no seria capaz de lastimarla, no a alguien como usted." Sí. Era igual a su sueño.
- ¿Quién es usted? – pregunto la princesa. En ese momento la luz de la luna los iluminó, dejando ver el rostro de aquél misterioso muchacho. Ojos negros, cabello del mismo color y apuesto.
- Mi nombre es Uchiha Sasuke. –
Continuará...
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Wiiii! Terminado! Gracias a todos por sus reviews, si me dejan más la continuo jeje XD. Sólo que ultimamente me han dejado muchas tareas y eso hace que me atrase en el fic.
Kisame Hoshigaki - Hola! gracias por tu review la verdad. Ps los planes de Orochimaru se iran revelando poco pococ conforme valla avanzando la historia y cuando llegue el momento podras ver lo que les pásará a los dos hermanos, pero por el momento no digo nada jeje.
mirisasusaku - Jajajaja, me alegro mucho de que te haya gustado el fic. Espero que éste capitulo tambien te haya agradado. Nos vemos! Y no dejes de escribir!
nayru-san - Gracias por tu review! me agrada que te haya gustado mi fic, espero que este capitulo tambien t haysa gustado.
DARKOKENSHIN - Colega! Muchas gracias por todo tu apoyo colega, me has dado muchos ánimos para seguir adelante. Claro que seguiré creyendo en mis sueños y así llegar a un futuro en el cual pueda realizarme. Espero que te este gustando el fic colega. Nos vemos en la escuela!
Fernando-Urashima - Aquí te dejo el 4 capitulo. Ps... la verdad es que ni Naruto ni Sakura se enamoran el uno del otro, pero si se enamoran de alguien más. Y con esas personas a la mera y si se espacan jeje XD.
gracias a todos! Espero que me dejen más reviews, les deseo lo mejor y que esten muy bien!
