¡Cuánto tiempo!

Lo siento, no he olvidado esta historia, es sólo que han pasado muchas cosas :c

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Capítulo 6: Horrocrux.

La sala quedó en silencio. Todos los pensamientos se dirigían a lo que Harry acababa de decir, miles de pensamientos invadían las mentes de los presentes. Hermione se tapo la boca con incredulidad, en sus ojos se podía notar lo horrorizada que estaba; el pensamiento de Harry muriendo se le vino a la mente y un gemido de dolor casi salió de su garganta, ¿era así como iba a terminar su mejor amigo al final de toda la guerra? ¿Harry tenía que morir para eliminar el horrocrux? … Su único pensamiento era:

"¿Por qué él?"

-…Todo este tiempo… –murmuró ella sin quitar las manos de su boca, sentía que si lo hacía soltaría un alarido de tristeza. Dirigió su vista a los ojos esmeraldas de Harry–, todo este tiempo, ¿el profesor Dumbledore lo supo?

–… –Harry solo quedó en silencio y le dirigió una mirada llena de tristeza.

–Todo el tiempo Dumbledore lo supo todo –contestó Ron, apretando los puños llenos de furia–, ¡el hombre era un maldito manipulador pero esto ha sobrepasado el límite de su maldita estupidez! ¡¿Te crió para que te sacrificaras al final?!

–…Ron –Bill intentó calmarlo.

–¡No! –Ron se paró de su asiento, estaba harto–, ¿Qué hizo ese imbécil todo este tiempo? ¡Solo escudarse detrás de Harry! ¡eso fue todo lo que hizo y luego agarró como una maldita excusa de que Harry era el único que podía matarlo pero era todo una vil mentira todo el tiempo lo único que Dumbledore quería era que te sacrificaras!

–Ron… –interrumpió Hermione–… El profesor Dumbledore d-debió de tener una… una buena razón… ¿n-no?

–¡Hermione, por Merlín! –Ron alzó la voz, haciendo que esta diera un paso atrás, sorprendida e intimidada por la mirada feroz en los ojos del pelirrojo–, ¡¿Eres tonta o te haces?! ¡Estoy hasta la mierda de que te la pases defendiendo a idiotas que no lo merecen! ¡Pones toda tu maldita confianza en figuras de autoridad y no tienes ni una sola pizca de pensamientos propios en ti!

–Ron, eso fue innecesario –regañó Bill frunciendo el ceño–, sé que estás molesto, pero el enojo está haciendo que digas cosas que no debes.

–Todo lo que digo es totalmente cierto –Ron lo volteó a ver, pero regresó su mirada a la castaña que le miraba dolida–, todo el tiempo es lo mismo, dices lo mismo cuando se trata de Snape, ese hombre ha hecho mucho para merecer nuestra desconfianza, el hombre es un asesino, es un mortífago, ¿y qué es lo que haces? Defenderlo.

–¡El ha estado defendiendo a los estudiantes! –Hermione alzó la voz por primera vez desde que comenzó la discusión–, ¡sin él, muchos en Hogwarts habrían muerto! ¡El Profesor Dumbledore confiaba en él y debe de haber un motivo para todo esto, para que él no le haya dicho a Harry lo que era!

–Deja de idealizarlos por una maldita vez –dijo Ron, mirándola enojado–, ellos no son Dioses, son humanos y sus malditos errores nos han llevado a esta situación. ¿No te das cuenta o no quieres creerlo? ¡Dumbledore quería desde el inicio que Harry se muriera, que se sacrifique como si fuera un mártir! ¡¿Es eso lo que quieres?!

–¡Claro que no! –ella comenzó a llorar, angustiada–, Es solo que…no lo puedo creer…todo este tiempo confié en sus elecciones sin dudar…

–Pues ahora es momento de que te des cuenta de la clase de persona que era –Ron terminó por girarse y subir a la habitación, dejando la escena en silencio.

Todos permanecieron en silencio. Harry simplemente miró al suelo, reflexionando todo, sabiamente eligió no decir nada, porque por un lado Ron tenía razón, pero por el otro, él igual había confiado en Dumbledore sin chistar, dejándose llevar por la fachada de abuelo, sin saber lo que tramaba. Harry no sabía como sentirse, ¿qué era el sacrificio de una persona a la muerte de muchos más? si su muerte detenía la guerra, lo haría. Y ese pensamiento también le enojaba, porque Dumbledore debió haber tenido esos mismos pensamientos, llevando a Harry por el camino del sacrificio, por un bien mayor. ¿Harry moría? no importaba, millones de personas se salvaban. Pero era injusto que su vida haya sido de esta manera, sabiendo perfectamente que Harry elegiría morir para salvar a los demás, Dumbledore cuidadosamente guió a Harry para que se sacrificara por el bien de los demás.

–Disculpen la escena –dijo Bill a sus invitados luego de una larga pausa–, mi hermano es algo explosivo y más en estos momentos en que estamos en guerra.

–No te preocupes, nosotros entendemos –respondió Asari por todos los demás –, la guerra le hace eso a las personas. De todos modos, nosotros estamos aquí para ayudarlos en todo lo que podamos.

–Muchas gracias –respondió Bill–, de verdad, en estos momentos cualquier ayuda es agradecida.

–¿Qué pasará ahora? –murmuró Hermione, limpiándose las lágrimas que seguían derramándose sin parar–, ahora que sabemos que Harry es un horrocrux ¿cómo rayos seguiremos esto?

–Tiene que haber una forma de eliminar el horrocrux de forma segura –respondió Bill mientras se sentaba en uno de los sofás y tomaba su rostro con las manos, pensando–, quizá pueda investigar en Gringotts, los goblins quizá sepan algo.

–Hay que encargarnos de Voldemort primero –dijo Harry en estado dubitativo–, dijiste que podías poner una barrera en la mansión Malfoy.

–Iba a hacerlo, pero creo que lo mejor es mover la estatua a otro lugar más seguro–Bill miró a Harry–, los Malfoy quizá puedan eliminar esa barrera fácilmente debido a que la casa les pertenece, buscaré un lugar apropiado, mientras tanto le pediré de favor a los goblins que guarden la estatua en una de las bóvedas.

–¿Crees que accedan? –preguntó Hermione–, ellos suelen ser neutrales en estos casos. No toleran mucho a los magos.

–No será fácil convencerlos –comentó suspirando–, tendré que darles algo a cambio.

–Quizá pueda ir contigo –dijo Harry–, te ayudaré a convencerlos si es necesario.

–Es mejor que te quedes, Harry –dijo él–, mientras no aseguremos esa estatua correrás peligro, es mejor prevenir.

–Yo iré contigo –dijo Giotto–, déjame hablar con ellos.

–…¿Crees que sea prudente? –dijo Harry–, digo… ustedes no son magos.

–No te preocupes –Giotto le sonrió–, los goblins me conocen muy bien.

–¿Eh? – todos lo voltearon a ver, curiosos.

–Los Vongola son muy conocidos en todo el mundo, incluido el mundo mágico –respondió Daemon, con su típica sonrisa.

–Oh… –Harry recordó lo que le habían contado acerca de Vongola y las llamas.

–¿Quieres que te acompañe? –preguntó G a su amigo.

–No es necesario, quédate con ellos, tu presencia es más necesaria aquí.

Bill se levantó de su asiento y después de un par de minutos él, Giotto y Dobby se aparecieron.

Fleur cargaba en sus brazos al pequeño Gio mientras ella le sonreía y lo mecía suavemente, totalmente fascinada por la pequeña criatura en sus brazos.

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Gringotts Bank

Giotto miró la estructura del Banco de Gringotts. Tenía siglos sin ver este edificio, la última vez que estuvo aquí había sido algunos meses antes posicionarse oficialmente como Vongola Primo, esto no era algo que se supiera dentro de la familia Vongola, pero todas las armas de sus guardianes habían sido creadas por los goblins y dichas armas habían sido pasadas de generación en generación dentro de la familia Vongola. Bill y Giotto caminaron desde la entrada hasta el final del enorme salón principal; comenzó a notar las miradas de incredulidad de los goblins mientras lo miraban pasar. Los goblins fueron los primeros que supieron cuando había muerto.

Cuando llegaron a donde estaba el jefe principal de Gringotts, este estaba ocupado anotando furiosamente números en una bitácora grande y murmurando en voz baja sobre "problemáticos magos que no quieren pagar"

–Hola Urgin –saludó Giotto, sonriendo –, tiempo sin verte querido amigo.

El jefe goblin se congeló un segundo ante aquella voz, subió la mirada y se encontró de lleno con un par de ojos naranja.

–Giotto Di Vongola –susurró el goblin –, pensé que había sido un error al notar como las bóvedas pertenecientes al primer jefe de Vongola se activaban de nuevo hace un par de meses. Las bóvedas se sellaron en cuanto moriste, pensé que no era posible que estuvieran funcionamiento de nuevo.

–Debe ser por mi nieto –contestó sonriendo –, el único heredero de mi voluntad y del trono de Vongola.

Urgin se apresuró a colocar un hechizo de privacidad alrededor de ellos.

–Ah –sonrió el goblin –, entonces el príncipe heredero ha nacido.

–¿Príncipe? –preguntó Bill interesado –, ¿el pequeño Gio tiene título de nobleza?

–Los Vongola en el mundo muggle son una familia de la mafia –contestó Urgin–, los portadores de una parte del Tri-Ni-Set, la fuerza creadora del mundo. Para ustedes es un conocimiento olvidado, pero nosotros los goblins respetamos esta fuerza divina porque es algo mucho más poderoso que la magia. El primer Jefe de los Vongola tiene un título de nobleza y si el quisiera, podría derrocar o tomar el control del Ministerio de Magia –sonrió el goblin con diversión.

–Así es –Giotto sonrió –, dicho título ahora le pertenece también a mi pequeño nieto, podrá hacer uso de él y de todo lo que conlleva cuando sea mayor. De hecho, estoy considerando hacer uso de mi título ahora que he vuelto y ya no tengo asuntos que me aten a Italia, nunca me había interesado en tomar oficialmente mi título de rey en el mundo mágico; de hecho nunca lo hice porque no me interesaba ni la atención ni todo lo que conllevaba, el papeleo era interminable –Giotto se estremeció sólo de recordar–, pero mirando cómo andan las cosas por acá, me veo en la necesidad de arreglar al Ministerio actual, está lleno de serpientes, por lo que veo.

–Ya era hora –Urgin asintió –, siempre te dije que debías hacerlo, pero me dijiste que no podías debido a los Vongola en Italia. Tú muchas veces tatarabuelo y fundador de tu familia en el mundo mágico; Angelo di Vongola, fue el único de todos los Vongola en ejercer su título en el mundo mágico.

Hay que explicar un poco el árbol genealógico del lado mágico de los Vongola antes de continuar. Giotto o Sawada Ieyasu, fundador de la Familia Vongola de Italia, era huérfano hasta dónde él sabía a sus cortos 11 años; sin embargo casi nadie sabe un detalle importante, y es que hay o había hasta hace un par de cientos de años una rama alterna de los Vongola en Inglaterra, más específicamente en el mundo mágico. El nombre "Vongola" no fue algo creado de la nada por Giotto cuando creó a su familia en Italia, a sus 11 años se sorprendió al haber sido contactado un día en el Orfanato en la ciudad de Italia por una curiosa lechuza que traía una carta atada en una de sus patas. Un hombre llamado Giovanni di Vongola; que aseguraba ser su tío distante, acaba de enterarse de su existencia por medio del Banco de Gringotts. Giovanni era un hombre de 50 años en aquella época y el único miembro vivo de la familia real mágica de Vongola, cuando Giotto acompañado de G –ambos de la misma edad–, conocieron a Giovanni fue por medio de un traslador internacional que los apareció directo en la casa del hombre, Giotto supo ahí sobre la historia de su familia mágica. Los Vongola del mundo mágico habían sido una familia poderosa, numerosa, y eran la "sangre real" del mundo mágico, sin embargo ni uno de ellos quizo hacerse cargo del trono desde que el primer fundador de la familia real murió; la guerra contra Gellert Grindelwald en esa época diezmó a la comunidad mágica británica, sobre todo a la familia real de Vongola, quienes muchos de ellos renunciaron a sus títulos para esconderse, sin embargo casi todos fueron asesinados por el mago oscuro al saber de "la llama creadora" de la familia real mágica –la llama del cielo, todos en la familia eran poseedores de las llamas del cielo, aunque muchos de ellos estaban latentes–. En un intento con hacerse de ese poder, intentó convencer a la familia real de Vongola de unirse a ellos; Gellert Grindelwald los consideraba "una raza mas pura" que varios magos existentes, pero cuando todos y cada uno de ellos se negaron a cooperar incluso bajo tortura, Grindelwald cometería un crimen atroz, un crimen que el mundo mágico llamaría en los libros de historia mágica "La Masacre de la Familia Real de Vongola", no hubieron sobrevivientes, o eso se llegó a pensar cuando la guerra terminó, meses después aparecería Giovanni di Vongola que había sido mandado a Italia junto con su hermano Enrico di Vongola por su madre en un intento desesperado por salvarlo, Enrico nunca quiso regresar a Inglaterra, tenía en ese entonces 10 años cuando su familia fue masacrada cruelmente. Enrico años después se casaría con una Italiana y de esa rama de Italia varias generaciones después, nacería Giotto, que sería abandonado por su madre al nacer para irse con un hombre rico que no quería tener hijos. Giovanni di Vongola sí regresó al mundo mágico, pero nunca quiso retomar los títulos reales que le correspondían por el simple hecho del recuerdo que le traían, para él, la existencia de esa llama fue la causa de que aniquilaran a su familia.

Giovanni nunca se casó, nunca tuvo hijos o descendencia, el trauma aún después de tantos años estaba muy presente en su vida. Él era reacio a la idea de "procrear" un hijo y que tuviera las llamas del cielo, pensaba que era una llama maldita, sin embargo años después al cumplir 40 años enfermaría gravemente de una enfermedad mágica desconocida que lo mataría lentamente y moriría a la edad de 60 años. En un intento por salvar lo que quedaba del recuerdo de su familia, Giovanni acudió a Gringotts para buscar a posibles familiares en Italia, los goblins le dijeron que ninguno de sus parientes distantes de Italia sería capaz de heredar el trono debido a que ninguno de ellos tenía magia o llamas del cielo, muchos de los parientes vivos distantes de Giovanni, comenzaron a nacer con llamas de la tormenta o lluvia; Giovanni supuso que era el trauma de su familia ante la masacre, la llama del cielo se había cambiado así misma debido a ello, provocando que ninguna nueva generación naciera con la llama tan preciada. Había perdido la esperanza, pensaba que él sería el último de su familia, hasta que un año después el banco de Gringotts lo llamaría para decirle del nacimiento de un niño con sangre mágica y con las llamas del cielo más poderosas desde Angelo Di Vongola, el primer fundador y único rey. Giovanni supo por una prueba de sangre de los goblins, que el niño se llamaba Giotto y tenía pocos días de nacido, después de eso su enfermedad le impidió irlo a buscar, estuvo postrado años en cama, hasta el día en que Giotto cumplió 11 años y Giovanni le pidió a su único amigo cercano de confianza; Armand Malfoy que se contactara con el niño. Giotto fue entrenado y criado por Giovanni hasta la edad en la que murió, después de eso Giotto se mudó a italia permanentemente, sólo regresó años después para pedirle a los goblins que crearan las armas de sus guardianes. A petición de Giotto, sus bóvedas y propiedades fueron selladas. Hasta el día de hoy que su regreso volvió a activar las bóvedas de los Vongola en Gringotts.

–Sin embargo las cosas han cambiado actualmente –Giotto se puso serio –, de eso he venido a hablarte. Me he visto en la necesidad de quitarle el poder a los anillos Vongola y desactivarlos permanentemente.

–¿Por qué? –preguntó curioso el goblin.

–Los Vongola de Italia se han ido por un camino incorrecto –admitió Giotto con tristeza –, todo comenzó con Secondo. Ricardo aunque comenzó siendo un buen Jefe, desvió a la familia directo hacia la Mafia, Vongola no estuvo nunca destinado a ser una familia de la mafia, Vongola eran guardianes, protectores, no asesinos de sangre fría del bajo mundo.

–¿Qué harás entonces? –preguntó el goblin.

–Quiero nombrar primero a mi nieto como mi único heredero, tanto de mi voluntad como del trono –contestó–, será decisión de él si cuando sea mayor de edad decide no hacer uso del título. Pero quiero que quede asegurado totalmente su posición en la familia real. El padre biológico de mi nieto tuvo otro hijo fuera del matrimonio y mi intuición me dice que no debo dejar que los Vongola de Italia se inmiscuyan en los asuntos de la familia mágica.

–Por supuesto, se hará como dices.

–Otra cosa –interrumpió –, Tsunayoshi será adoptado por el Heredero Potter, su nombre oficial debe quedar registrado como Giotto Coelum Potter; Giotto Coelum Di Vongola en asuntos oficiales, en cuanto Harry Potter venga a declararlo su heredero y adoptarlo por sangre.

–¿Harry Potter? –preguntó sorprendido el goblin.

–Fue él quien lo encontró cuando fue abandonado, mis llamas y la de mis guardianes lo aparecieron en el mejor lugar que mis llamas creyeron estaría protegido.

Bill miraba todo el asunto aturdido por todo lo que acababa de enterarse, pero algo le decía que a partir de ahora todo mejoraría.

–Urgin –dijo Giotto –, necesitamos de tu cooperación. Me han informado que hay un ancla del mago oscuro Voldemort escondido en una de las bóvedas. Él ha sido inmovilizado indefinidamente, pero para poder terminar con esta guerra necesitamos eliminar esos objetos.

Urgin miró sorprendido a Giotto ¿había un horrocrux en sus bóvedas?

–¡¿Un horrocrux en mi banco?! –dijo alarmado –, ¿En cuál?

–En la bóveda de Bellatrix Lestrange –dijo Bill–, sin embargo ella está muerta, sé que necesitan su autorización para entrar. ¿se puede llegar a un acuerdo?

–No es necesario –dijo Urgin–, Giotto al ser el rey tiene derecho a hacerlo si es necesario, sobre todo si es un objeto que sea una amenaza inminente.

Urgin llamó urgentemente al goblin que administraba las cuentas de Bellatrix Lestrange y luego procedieron a adentrarse en las profundidades del banco, hasta la misma bóveda. Afuera de las puertas de la bóveda de Bellatrix, Giotto se paró y usando su llama del cielo como llave, logró abrir la puerta sin la llave original, accedió lentamente, guiándose por su intuición y cuando por fin su intuición le marcó al objeto que buscaban, Giotto voló usando sus llamas del cielo para llegar a la cima donde se encontraba descansando el objeto. Tocó el objeto, analizándolo, sería fácil de destruir con las llamas de G.

–Debemos volver ahora –le dijo a Bill.

Finalmente tenían el horrocrux. Las cosas comenzarían a cambiar para bien.

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Después de tanto tiempo, acá vengo con otro capítulo.

Ya estoy trabajando en el otro.