Su mente se estaba nublando, su cuerpo estaba sudando, ya hasta sentía que flotaba o que ya no estaba acostada sobre el sofá de los Plantar, sino que, un ángel la había elevado a los cielos para luego dejarla recostada sobre un colchón de nubes. Ese ángel era Marcy que tan solo sus besos eran suficientes para mandarla a volar sobre un mar de emociones, emociones que se intensifican tan o mayor cómo la necesidad de respirar.

Pero las caricias pueden significar un pequeño problema, Marcy ya había comenzado con torpes movimientos a buscar el calor en la piel expuesta de Anne, y su necesidad se hacía cada vez mayor, y así, sin tiempo que perder va sumergiendo los dedos bajo la ropa que estorba para reclamar su preciado tesoro.

"mmh Marcy… Marcy espera" Anne empuja despacio a la chica y la aleja de sus labios que devoraba con entusiasmo "espera un momento" Anne jadea falta de aire agradecida de que Marcy le de espacio

Pero la chica entiende que algo ha hecho mal "¿no te gusta?" dice Marcy apartando una mirada triste, siente que puede ser rechazada algo que la comienza a desanimar.

Anne se anticipa a sus pensamientos y antes de que Marcy se deprima le da un casto beso "no es eso, es sólo que... Estamos aquí y si alguien nos ve puede ser vergonzoso" dice la morena y en verdad tenia un punto allí

"oh" Marcy reacciona, ahora entendiendo que estar allí puede ser peligroso "lo siento" sin embargo entristece porque hasta ahí es lo máximo que llegará con la chica que ama y ya se había hecho la idea de que perdería su virginidad con ella.

Marcy se aleja de Anne cabizbaja, la tailandesa entonces piensa en una solución, y una rápida mirada a la trampilla que da al sótano le da una idea "Marcy ¿quieres ver mi habitación?" le dice mordiéndose los labios por lo atrevido de su petición

A Marcy se le iluminan los ojos y asiente entusiasmada "¡me encantaría!" un nuevo chance se le presenta y convertirán aquel lugar en su nidito de amor temporal

Anne baja del mueble y toma la mano de Marcy, la guía solo unos pasos hasta la trampilla que va al sótano de la casa. Antes de abrir siente algo de pena, la verdad ese lugar no es precisamente bonito, pero al menos no serán vistas y pueden dar rienda suelta a sus emociones. Entonces Anne procede y abre la tapa, allí aparecen las escaleras y sujeta fuertemente el agarre de Marcy

"con cuidado Marcy" Anne va guiando de la mano a su compañera para así asegurar que no ocurra un accidente como los que parece atraer siempre esa chica.

Los tablones crujen a cada paso lento que ella daba, pareciera que teme caer y en parte es cierto, pero lo que la limita de momento es la incertidumbre de lo que allí abajo sucederá. Marcy no es experta y duda de que Anne lo sea, una cosa son los besos y otra diferente es tener intimidad. Para ese entonces la chica se pregunta a dónde fue a parar su valentía, no lo sabe, pero la dejó perdida con temblores en las rodillas.

"y ¿que tal?" al llegar sanas al suelo Anne presenta su humilde habitación "puede no ser una acogedora habitación del castillo real, pero me a mantenido lejos de las noches aterradoras en el bosque"

Marcy da una rápida mirada a su alrededor, no hay mucho que ver en realidad, pero era bueno aunque un poco húmedo por el suelo. Al menos no hay bichos y la pequeña cama de madera rustica y colchón de paja se ve acogedora.

"lindo" dice Marcy pero sus ojos se detienen en su acompañante "linda"

Anne nota que la observan y disimula, pero sus mejillas la delatan "oh bueno... Me agrada que te guste" dice roja como tomate

Marcy respira hondo, un poquito de valor, un empujoncito necesitó y así toma a Anne en un abrazo mientras presiona sus labios en un beso "Anabanana, cualquier lugar es bueno si tu estás conmigo"

Anne siente que su peso la arrastra a una caída, pero sus fuerzas le abandonaron justo cuando Marcy le besó. Ahora se encuentra cayendo sobre la cama, aprisionada con el delicado cuerpo de su compañera que necesitada la reclama y suplica entre suspiros que sea suya.