Saga de Inuyasha
Primera Parte
Ya paso mucho tiempo desde que Kagome esta en el futuro, desde que Kikyo los separo, como se arrepentía por no haber hecho caso a su corazón cuando pudo, la culpa era la que no dejaba ver su futuro al lado de Kagome, ciertamente entre él y Kikyo pasaron cosas hermosas, en aquel tiempo ya pasado, por qué no poder comprender que ella ahora estaba muerta, que era injusto aceptar su propuesta de morir juntos, si de verdad lo hubiese amado, jamás se lo abría pedido, que egoísta es ella, en cambio Kagome siempre perdonándolo, ella si demostraba amarlo, pero ahora era tarde.
Los meses pasaban y su corazón no lograba calmarse, tras la muerte de Naraku tantos demonios se soltaron, pese que ya había una solución para volver a ver a Kagome, pasarían mucho tiempo antes de volver a verla, se había preguntado que debía hacer, entre confuso y renuente a su decisión, pensó seria lo mejor, mataría varios pájaros de un tiro, no era buena idea que todas estas bestias siguieran con vida, matando gente, haciéndose más cada día, tal vez hasta tratando de hacer lo mismo que Naraku, eso no lo permitiría, no dejaría que hubiese un mundo en el futuro de Kagome, lleno de ellos, por lo que se uniría al grupo que Sango formo para destruir toda criatura malvada, de paso estaría con sus amigos y esto apaciguaría un poco su dolor.
Todos juntos apoyándose, como una gran familia, esto lo hizo sentir menos el dolor de no tener a su amada, poco a poco se acostumbro y hasta se divertía con ellos, aunque cuando las cosas se ponían mejor, llego el insoportable Kouga, ya se lo había esperado, pues Ayame tras la muerte de algunos de su clan, decidió protegerlos exterminando todos los moustros malvados posibles, eso hacia unos meses atrás cuando llego ese lobo apestoso.
Entre pleitos y bromas además de exterminar engendros malvados, se podía decir que estaba todo en tranquilidad, a veces no, cuando se ponían a recordar a Kagome, esto abría las heridas, desgraciadamente el pequeño Shipoo era quien comenzaba, pues no dejaba de extrañar a la mujer que adopto por madre, a veces se dedicaba a buscar culpables, a veces sólo lloraba, cosa que ponía triste a todos.
Ya había pasado mucho tiempo desde que este grupo se había reunido, cuando unas oscuras noticias llegaron a ellos, el cruel tiempo pidió que Kaede rindiera cuentas, por lo que la pobre anciana ni siquiera había podido despedirse del grupo de amigos, todos quedaron consternados, pues semanas atrás la habían pasado con ella.
Pasando unos días después de rendirle un pequeño homenaje a Kaede, se retiraron del pueblo, dejando que la tristeza los invadiera, no era fácil aceptar que las cosas pasaran tan rápido, pero a fin de cuentas el ciclo de la vida fue lo que se llevo a la anciana Kaede, pero a su amiga Kagome, no tenía porque separarlos, pero tenían la esperanza de que algún día su amiga reapareciera.
Inuyasha callando el amargo secreto que Kaede le confeso, jamás les diría a sus amigos, era mejor que hicieran sus vidas felices sin decirles que no verían a su amiga más, al menos no en esa vida, pero algún día en el futuro, todos estarán juntos de nuevo, todos compartirán otras aventuras y al fin Inuyasha tendrá en sus brazos a su amada Kagome.
Pero faltaba mucho tiempo y la muerte de Kaede lo empezaba a hacer reflexionar, el tiempo compartido con sus amigos, lo animaba, pero al igual que Kaede, ellos morirían antes que él, por lo que pensativo se decía:
- Como se supone que voy a vivir sin ti, mi vida esta llena de soledad desde que desapareciste, me arde la cabeza al no encontrar una solución que me lleve hasta ti, se que la única que tengo, es esperar, pero esta espera me esta matando, pronto veré a nuestros amigos irse, no me quedara ni el consuelo de compartir con ellos tus recuerdos, pues también se irán, no quiero seguir perdiendo a las personas que ahora aprecio...
- Maldita sea la hora en que te conocí, por qué tuviste que entrar a mi vida si después tendrías que partir para no regresar, para que me hiciste sentir amistad por otros, por qué ahora tarde me di cuenta de mis errores, es mentira, no te maldigo a ti, sino a mi, por ser tan lento y no percatarme de las cosas a tiempo, lo que me duele es que no estés más a mi lado, soy un egoísta por pensar así, lo se bien, pero voy a vivir un infierno cuando ya ninguno de nuestros amigos estén, será mejor que me aleje de ellos, para después poder soportar un poco su falta.
- Los miro tratando de ser felices, el hentai de Miroku aun no le recuerda nada a Sango, seguro esta esperando la mejor oportunidad para hacerlo, se ve en el rostro de ella la felicidad que tanto le falto por sus padres y hermano, ahora lo ha encontrado, seguro serán felices todos, el pequeño Shipoo te extraña demasiado y se ha vuelto como otro hermano de Sango, no la deja ir sola a ningún lado, aunque a veces me molesta mucho, me hace mucho daño reprochándome el no haberme dado cuenta de mis sentimientos por ti antes, me dice que de haber sido más maduro, tal vez seguirías aquí, a lo que me pregunto, ¿Habrías elegido quedarte en Sengoku a tu mundo por mi y los demás?
- Ahora veo al lobo rabioso, Ayame esta con él, siento una tremenda envidia, ella lo ama tanto, pero por como la trata, se deja ver que aun te extraña, me da rabia saber que él también sufre por tu ausencia, aunque no se que preferir, que estés lejos de él o que estés conmigo y que ese apestoso te este molestando con sus tonterías, le deseo mucha suerte a Ayame, espero que algún día conquiste a ese inmundo animal, pese a todo tampoco lo odio y menos por salvarte más de una vez la vida a mi amada Kagome.
Miro de nuevo a sus amigos, tomo aire y camino hacia ellos, ya había tomado una decisión, aunque esta fuera dura, era lo mejor que podía hacer, esto sería duro para todos, pero trataría de ir separándose poco a poco de ellos, era mejor así, continuaría su camino solo, en la espera del futuro, en la espera de su Kagome.
- Pasa algo Inuyasha
- Sí, tengo que hablar de algo... que puede no ser muy grato para ustedes - le responde a Sango.
- No me digas que piensas empezar con lamentaciones por tus errores - dice Shipoo.
- Puede ser muy posible, este perro al fin lo aceptara
Tanto Shippo como Kouga querían molestar a Inuyasha, pero este sorprendentemente no les respondió nada, por lo que todos empezaron a preocuparse, Inuyasha jamás había tenido tanta paciencia con ninguno de los dos.
- Es tan grave lo que sucede - cuestiona Miroku.
- Acaso es por Kagome - Ayame casi esta segura de eso.
- No es por Kagome, tampoco es tan grave Miroku
- Maldito perro, ya habla - le grita ya arto a Inuyasha.
- Eh decidió que desde este momento, me separare del grupo - contesta ignorando a Kouga.
Todos: ¿Qué cosa?
- Era de esperarse, no puedes soportar que sea mejor que tu
Todos entendieron perfectamente que esto no era una ofensa de Kouga, sino a su manera le preguntaba el porque de su decisión, retándolo a hacer que se quedara, pero Inuyasha nuevamente se inmuto ante los comentarios y esto empezó a preocuparlos más.
- Si es por algo que te haya dicho, perdóname pero extraño mucho a Kagome, por favor, no te vayas tu también
- No se trata de eso Shipoo - trata de consolarlo Inuyasha.
- Entonces de que se trata, pensé que esperaríamos juntos para cuando Kagome regresara
- Lo se, pero necesito estar solo - le contesta a Sango.
- ¿Cuanto tiempo será eso? - dice Miroku ya imaginando sus intenciones.
Nuevamente ese silencio que ya estaba poniendo a todos aun más en tensión, pareciera egoísta de parte de Inuyasha que recientemente estuviesen lidiando con la reciente muerte de Kaede, pero aunque él podía ser a veces desconsiderado, no llegaría a tal extremo, entonces de verdad tenia que tener un motivo realmente fuerte para su decisión.
- Por el momento no puedo decirles, pero tampoco me alejare del todo, por el momento vendré en algunas ocasiones, hasta que... quiera estar realmente solo.
- ¿Y Kagome?
- Sango, Ella,... para cuando ella regrese, les aseguro que estaré con ustedes, se los prometo.
- Pero no quiero que te vayas Inuyasha
- Jamás pensé decir esto, pero también te extrañare Shipoo al igual que a todos
- Hablas como si no fueras a volver - comenta triste Sango
- No pensaras huir y llevarte a Kagome
- No creo que sea eso Kouga, por como habla, no parece ser eso - dice un poco dolida Ayame.
- Estoy de acuerdo, pero si necesitas tiempo amigo, tendremos que respetar lo que decides
Miroku le cerro a todos la boca a cualquier comentario, pues tenía mucha razón, aunque ninguno quisiera que se fuera así, tendrían que aceptar las cosas, además daba la esperanza de volver y aun más con la llegada de Kagome. Esa noche todos durmieron un tanto incómodos, Inuyasha compartía esos últimos momentos con sus amigos, pero al amanecer, antes de que ellos despertaran, se fue.
Ya lejos de el campamento, miro para atrás, apretando los puños rogaba que entendieran que el motivo que lo impulsaba a dejarlos, era muy fuerte, no lo sabrían, pero era una culpa, era una carga y miedo, cosas que tendría que aprender a lidiar nuevamente solo, para poder asimilar y madurar, para prepararse para cuando realmente viera a Kagome, aun teniendo que pasar los siglos, no importaba, él esperaría paciente por ella, por vivir de nuevo con ella y todos sus amigos, ahora era tiempo de madurar y de ayudar al prójimo que tanto le molestaba y que tanto sus amigos le inculcaron a hacer, todo esto lo ayudaría, dio un pequeño suspiro y cerro los ojos dando el frente y caminando lentamente, otra etapa en su vida estaba por empezar.
Continuara ...
