Saga de Ayame y Kouga
Segunda Parte: Empieza la persecución
Esa tarde después de conocerse y conocer a los otros dos alumnos nuevos, se la pasaron charlando, al parecer se llevaban bastante bien, pese su accidente al comenzar el día. Ayame sentía conocerlo ya de hace tiempo, al igual que a Sango y Miroku, pero prefirió no hacerse ideas locas.
Pasaron unas semanas tratando a todos sus compañeros, algunos eran muy fáciles de tratar, otros como esa chica tan seria y pérdida en si misma, de verdad que era todo un reto. Ayame sentía cierta incompatibilidad con esa chica, por alguna extraña razón, le incomodaba bastante el estar cerca de ella, por lo que en algunas ocasiones trato de entablar una platica, lo que la chica se mantenía reservada.
Por otro lado Kouga estaba más que indignado que esa muchacha no quisiera hacer amistad con él, por lo que cada vez fue más frecuente en estarle haciéndole platica hasta que la muchacha fue cediendo, aunque a los ojos de Ayame no fue tan buena idea. Pero el trato tan especial que le daba Kouga a Ayame no cambiaba, tanto que la mayoría de sus compañeros llegaron a pensar que serían pareja, pues el chico siempre estaba al pendiente de ella.
Kouga estaba viviendo con sus tíos Hakkaku y Ginta, pese ser hermanos de su madre, se llevaban tan bien, que estos dejaban al joven tutearlos, incluso muchas veces se daban de coscorrones mutuamente. Ayame por su lado, estaba viviendo con su abuelo, pues después de entrar al colegio, su madre tuvo que partir por un par de meses acompañando su esposo, el cual se al ser un miembro importante de una compañía turística tendía a ausentarse muy seguido; Ayame siempre atenta y dispuesta a obedecer a sus mayores, tenía una relación maravillosa con su abuelo tanto que a veces más parecía que ella era quien debía cuidar de él.
Muchas tardes después de la escuela Kouga invitaba Ayame a pasear o a tomar helado, casi siempre haciendo las tareas juntos, aunque muchas otras veces peleaban, eran muy competitivos en los trabajos en equipo, pues siempre querían que sus ideas fueran las principales, todos decían que ellos son lideres natos y no estaban tan lejos de decir la verdad. Sus mismos familiares siempre los molestaban insinuándoles que llegarían a ser más que amigos, Ayame sólo sonreía y le seguía la broma a su abuelo, mientras Kouga se agarraba a coscorrones con sus tíos para que se callaran la bocota y Ayame, se aguantaba las carcajadas.
Todo iba bien hasta que cierto día Kagome llego de lo más alegre al salón, por lo que a todos les dio bastante gusto, después de enterarse Ayame, Kouga, Sango y Miroku del porque del estado de animo de su compañera, las chicas se sintieron un poco tristes, Miroku le dio vergüenza pues Sango le lanzo una indirecta sobre los hombres que dejan a las chicas cuando estas estás muy enamoradas y Kouga se intereso más en saber quien era realmente la muchacha.
- Vamos Kouga, seguro harán algo rico de comer hoy
- No, esta vez no te acompañare Ayame, quede con Kagome de ir por un helado
- Pero… esta bien Kouga, nos vemos mañana - le dice dándose la vuelta, sintiendo bastantes celos, pero trato de ser discreta y aguantarse, así lentamente se retiro.
- Kagome nos vamos
- No sabía que salías con Ayame
- No salimos, somos amigos, pero hoy quede primero de ir contigo
- Esta bien, si no hay problema
Caminaron muy despreocupadamente, mientras Kagome se reía de los chistes de Kouga, francamente era la primera vez desde hace mucho, que se empezaba a sentir tan cómoda, ni siquiera con sus amigas, Eri, Yuka y Ayumi, algo en su interior le decía que esa sensación era muy conocida.
Mientras tanto, un joven de cabello largo y negro, los seguía un poco a distancia, su cara denotaba disgusto, tal vez celos, pero tampoco se acercaba a la joven pareja, simplemente se limitaba a seguirlos y aparentemente a escucharlos. Kouga se percato de la mirada tan insistente del chico, pero al volverse, no se encontraba nadie.
Casi llegando a la fuente de sodas, le hizo el comentario a Kagome, la cual pensó que seguía en su plan de hacerla reír por lo que no le dio mayor importancia. Mientras Kouga prefirió seguirle el juego con tal de verla sonreír. Así minutos más tarde saboreaban unos helados.
- Eres muy diferente a lo que pensaba Kagome
- Como se supone que era
- No se… es que parecía que no deseabas que nadie te tratara
- Han sido diferentes cosas, antes de que ustedes llegaran estuve bien, pero… algo me ha estado incomodando y me confunde, por eso mi estado, pero ya vez que no era así como creías
- Eres muy especial, deseo seguir tratándote
- Gracias Kouga
Así fueron pasando algunos días donde Kouga no dejaba ratos libres sin pasar con Kagome, ella por un lado se sentía feliz, ya no tan agobiada por no poder recordar su pasado, pero no le quitaba del todo la duda de ese sentimiento de tristeza al ver aquel chico. Mientras tanto Ayame se iba sintiendo cada vez más triste al ver como Kouga se estaba alejando de ella, Kagome representaba un tremendo reto y eso a Kouga lo emocionaba tanto que se cegaba a los sentimientos de Ayame.
- Es que ya es insoportable, me siento demasiado celosa como para hablarle bien a Kagome
- Te entiendo Ayame, pero no debes tratarla mal
- Lo se, pero se me hace difícil mantener mi compostura Sango
- Los celos de las mujeres son de temerse
- Miroku, quien te ha dicho que te metas en la platica
- No nadie Sanguito, pero para serles franco, no he visto a Higurashi coquetearle a Kouga
- Eso dices tu porque quieres defenderla
- Sango, para ser sincera yo tampoco la veo coquetearle, pero acepta sus invitaciones y eso es lo que más me molesta
- En todo caso, abra que preguntarle a Higurashi las intenciones con Kouga, no crees Ayame
- Si Sango, pero tengo miedo a su respuesta
El joven Houjou entra corriendo emocionado, al parecer le toco ser portador de las noticias para su grupo. Después de hacer más de mil cosas para que sus compañeros le prestasen atención, al fin pudo comenzar a hablar.
- Compañeros, tenemos una enorme sorpresa, el director nos ha informado que dado la premura de las clases y por esto, no darle la bienvenida a todos los nuevos, va a juntar el festival del 14 de febrero con su recibimiento, por lo que se hará un baile más elegante que los años pasados, a nosotros nos corresponderá como siempre las actividades que nos asignen más adelante, con la diferencia que contrataran gente para que nos supla a la hora del baile, qué les parece.
Todos empezaron a vitorear tan buena noticia, realmente lo pasarían mejor que otros años. Después de eso comenzaron a comentar sobre a quien invitarían al baile, otros dijeron que sería mejor ir a cenar a algún otro lugar aprovechando que no estarían tan atados a sus labores hasta tarde, gracias al director. Kouga no perdió tiempo y empezó a indagar con sus compañeros como era antes el evento y sus diferencias con el de ahora, para así poder invitar a Kagome a algo especial.
- Te haz dado cuenta Miroku - decía una decepcionada Ayame - él quiere invitar a Kagome
- Si, eso escuche que les dijo a aquellos chicos
- Creo que es mayor motivo para que hables con Higurashi
- Creo que no me queda de otra
Camino con gran pesadez hasta Kagome, en los últimos días se había visto más alegre de lo acostumbrado, por una parte Ayame no quería creer que esto se debiere a la influencia de Kouga porque entonces la dañaría, pero tampoco se lo quería ceder, tomo aire y comenzó a hablarle.
- Higurashi, podemos hablar un momento
- Claro, que sucede
- Veras, me preguntaba si tienes planes para el 14 de febrero
- La verdad es que no, pero Houjou me acaba de invitar a salir por la noche
- Me parece bien, deberías de ir, seguro que ese chico te tiene alguna sorpresa - más dichosa no se podía sentir, pero ahora tenía que seguirle la plática un rato más
- Lo se, pero primero debo organizarme con mis deberes y luego decidiré, tal vez acepte y tu qué tienes planeado
- Deseo asistir al baile, espero que me inviten
- Seguro que no faltara quien lo haga... creo que es mejor que vayas a tu asiento, el profesor esta en la puerta
- Gracias por la platica Higurashi
- De nada, por favor dime Kagome
- Muy bien Kagome
Ayame se sentía extremadamente feliz, porque eso le daba oportunidad de salir ese día con su amado Kouga. Al terminar las clases todos en la escuela entre haciendo comentarios del tan esperado día, como otros comenzando a hacer sus invitaciones, aquel grupito de amigos le comentaban a Kouga de lo que se habían enterado.
- No te creo Miroku
- Pues di lo que quieras Kouga, al parecer ya la invitaron
- Es en serio, ella me lo dijo
- Ayame, no se si lo dices por hacerme repelar o por celos
- Celos yo, de qué
- De que ya no hemos salido últimamente y seguro te quieres desquitar
- Ya calma chicos, no hay porque pelear
- Dile eso a él Sango, piensa que le estoy mintiendo
- Kouga amigo, la señorita Kagome platico esta tarde con Ayame, seguro que se lo comento
- Y Kagome que tendría que platicarte a ti Ayame, apenas y se llevan
- Bueno es qué… tenía curiosidad de cómo se organizaban las fiestas y salio a colación
- Entonces no hay problema
- De que hablas Kouga
- Sango, parece que aun no me conoces, me encantan los retos y seguro aceptara salir conmigo
- Pero Kouga, no entiendes que va a salir con alguien más
- Si Ayame, pero eso no quiere decir que de aquí a ese día cambie de opinión
- Que obstinado eres Kouga
- Mira quien habla, acaso no te gusta ser a ti así Miroku
Y así se fue sin decir más, Ayame nuevamente se sentía triste, al parecer Kouga no la veía más que como una amiga, aunque al principio dio luz de otra cosa, pero que más importa, fuera como fuera no cambiaría la manera de pensar de Kouga, ahora no le quedaba más que esperar ese día y que un milagro ocurriera para que él se llegase a fijar en ella y pudieran pasar ese día juntos.
Al otro día Kouga desde que llego se dedico a esperar a Kagome en la entrada de la escuela, para que sus amigos no lo empezaran a molestar de nueva cuenta. No tardo mucho en aparecer y tampoco perdió tiempo, directamente después del saludo le pregunto sobre la fiesta. Ella se desconcertó al escuchar la invitación de su amigo, sobre todo porque Ayame aparentaba muy interesada en él, por lo que no acepto. Él siguió insistiendo y para tranquilizarlo le dijo que lo pensaría.
Pasando los días, más y más insistía Kouga de que aceptara, Ayame se había percatado de las largas que le daba Kagome, tal vez porque no le gustaba, porque le interesaba más Houjou o sabrá que motivo, lo que menos pensó, es que fuera por ella. Así llego el día del festival y Ayame se aparto un poco de Miroku y Sango para distraerse, pues el muchacho se le iba a declarar a su amiga.
No tardo ni cinco minutos cuando vio a Kouga gritándole a un chico que se encontraba con Kagome. Las amigas de ella lo intentaban calmar e incluso Houjou peleaba su derecho por salir con Kagome, todo se empezó a complicar al grado de casi agarrarse a golpes, por lo que le parecio mejor ir a buscar a sus amigos para ayudarla a detener a su impetuoso amado Kouga.
Por alguna extraña razón, tanto Kouga, como Ayame, Sango y Miroku sintieron conocer a ese joven al lado de Kagome, pero no tanto como su discusión, eso los lleno en cierto modo de nostalgia, aunque Kouga estaba más concentrado en pelear que en percatarse de ese extraño sentimiento. Ayame y Miroku reaccionaron primero y fueron a detener a Kouga tomándolo de los brazos, Sango se quedo dudando, como tratando de reconocer lo que estaba sucediendo.
