¡Hola! Acá estoy. Se que en el quinto libro hay un capítulo que también se llama decreto algo, pero que le vamos hacer. No se me ocurrió otro título. Espero que Rowlin sepa disculpar mi falta de imaginación. Jijijijiji.

Quisiera agradecer a Clau de Snape por ayudarme en la revisión de este capítulo. Sin tu aprobación seguramente me hubiera metido a cambiar cosas y quien sabe como hubiera quedado todo. Gracias amiga.

Ahora que sólo subo un capítulo me dedique ha revisarlo a conciencia. Espero no decepcionarlos y que les guste.

…………………………………………………………………………………………………………………………………..

DECRETO Nro. 34

El expreso de Hogwarts avanzaba veloz a través de los campos en su viaje hacia la estación del pueblo de Hosmeade. Una pareja se disponía entrar a un vagón cuando notaron que se encontraba ocupado. "Perdón" habían dicho al unísono, cerrando con delicadeza la puerta no sin antes observar disimuladamente a su ocupante. Eso no era extraño. Muchas de las personas que se encontraban en el anden 9 ¾ y algunos pasajeros que aún no se habían acomodado en sus vagones se habían sorprendido al ver aparecer una joven mujer con el cabello de un verde brillante. Si no hubiera sido por el sobrio traje de pantalón y chaqueta (de un verde muy oscuro, casi negro) y la túnica que llevaba (del mismo color que el traje) cualquiera hubiera apostado a que se trataba de una de esas brujas modernas, con mucho descaro y desparpajo hacia su apariencia. La observaron hasta que ella entro en un vagón, siguiéndola con la mirada, sin ningún disimulo. Luego algunos sonrieron y otros se dedicaron a expresar como la juventud estaba cada vez más descarrilada.

A Tonks no le interesaba todo aquello. Se había acostumbrado a que las personas la observaran de ese modo. Incluso sus padres lo hacían a veces, cuando la visitaban en la pequeña casa que había logrado adquirir hacía poco. Sobre todo su madre, que siempre trataba de convencerla para que se vistiera y comportara de forma más "adecuada" para su edad y profesión.

Con desgano se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja. Ahora lo llevaba hasta los hombros, recogido en una trenza. Por eso le gustaba más usar el cabello corto, era mucho más práctico. Pero ahora era distinto. Se encontraba en una misión "oficial" – levantó las cejas en señal de fastidio al pensar en esta palabra – y debía verse adecuadamente.

"Deberías decir mejor que debes verte adecuadamente para él. Sabes perfectamente que odia tu vestuario habitual y debes dar una buena impresión, por lo menos antes de que estalle y tu termines en la enfermería"

Dejo escapar el aire que había retenido. Había tenido tiempo para asimilar la idea, pero aún así le parecía una mala broma del destino, o mejor dicho del ministerio, el darle a ella esa tarea. Observó por la ventanilla el paisaje, algo triste ha causa de la lluvia.

"¿Y porque tendrías que terminar en la enfermería? Tu lo único que harás es cumplir con tu asignación. Él no puede oponerse, eres un agente del ministerio en misión oficial, cumpliendo con el decreto…" - Observó el pergamino que llevaba – "34 de investigación y revisión de antecedentes".

¿Y si todo estaba en regla porque seguía sintiendo ese desasosiego dentro de ella?

"Tal vez porque la única vez que se enfrentaron pasaste cinco días inconsciente, y la señora Pomfrey casi le corta el cuello por haber procedido de ese modo con una alumna. Sin contar con todo lo que tuvo que hacer el profesor Dumbledore para acallar el escándalo y protegerlo de cualquier consecuencia procedente del ministerio. Para evitar que mama se enterara y todo lo demás sólo porque no pudiste soportar…"

Sacudió la cabeza para ahuyentar esos recuerdos. La avergonzaba su comportamiento de hacía unos años.

"Ahora no hay nadie que te proteja si el decidiera acabar contigo" – Tonks observó su reflejo en la ventanilla – "¿Pero porqué querría hacer eso? No hay ninguna razón para que hiciera algo así. No es un monstruo, simplemente es un hombre. Tiene su carácter, es cierto, pero no guardaría un rencor tantos años"

Sin quererlo se formó en su mente la imagen de Sirius, y sus ojos se llenaron de lágrimas.

"¿Rencoroso? ¡Por supuesto que lo es! Si mantuvo su odio hacia Sirius durante casi veinte años por una tonta broma ¿Que no sentirá hacia mí, que casi provoco la destrucción de su carrera? Me odia, estoy segura. Me odia"

Ahora lloraba amargamente.

"¿Que diablos haces Nymphadora Tonks? ¿Lloras? ¿Lloras por ese hombre? ¿Por quién declaro la guerra contra Sirius? ¿Quién desprecia a Remus, a Harry y casi todos a quiénes tu quieres? ¿Qué te desprecia por ser una sangre sucia? ¿Lloras por un ex mortífago? ¿Lloras porque un hombre como ese te odie? ¿¿Y ESO A TI QUE TE IMPORTA??"

Se sintió invadida de rabia contra si misma, contra sus lágrimas. Se limpio la cara con un pequeño pañuelo que llevaba. "No lloro por eso. Lloro porque aún después de tantos años soy tan estúpida que sigo temiéndole. Porque soy tan tonta que aún no supero la etapa de adolescente" - Trago con dificultad, respirando profundamente para calmarse - "¡Al diablo con Severus Snape! ahora soy yo quién pide cuentas. Y no porque lo deseo, sino porque es una orden. Y las órdenes no se discuten, se obedecen" Sonrió ante semejante idea.

Por eso no el gustaba estar demasiado tiempo sola. Le daba por pensar demasiado a veces. En cosas inútiles. Esa vocecita que siempre la acompañaba era a veces muy dura con ella. Dobló el pergamino del decreto y tomo su agenda de piel de dragón (regalo de Charlie Weasley) para guardarlo. Noto que la fecha de ese viernes la había remarcado varias veces, esperando que nunca llegara.

"No me importa lo que piense. Soy una mujer ahora y él no puede hacerme daño. Bueno, nunca quiso hacerme daño, pero si lo intentara no podría hacerlo. No me vestí para él. Sólo cumplo reglamentos y estatutos. Me obligan a utilizar esta vestimenta ahora, que si no, utilizaría mi ropa de costumbre"

Se sintió mejor después de decirse a sí misma eso. Suficiente. Llegaría a Hogwarts, cumpliría con su misión y regresaría al ministerio con el reporte. Solamente era una asignación más que cumplir.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El profesor Dumbledore se encontraba en su despacho, pensativo. Había estado revisando algunos documentos que había recibido esa mañana. Uno en particular lo tenía preocupado. La notificación del ministerio no sólo lo había tomado por sorpresa sino lo había sumido en hondas cavilaciones. Que estuvieran tomando esas medidas no le gustaba, y mucho menos lo que le había informado Kingsley respecto a Tonks. No estaba seguro pero Fudge parecía sospechar algo, ya que hasta el momento todo eso parecía una represalia contra aquellos que pertenecían a la orden. Las cosas podían volverse muy peligrosas para todos. Empezando claro, con ese dichoso decreto…

Sonaron unos pequeños golpes en la puerta.

- Adelante.

La profesora McGonagall entró cerrando la puerta tras de ella.

- Profesor Dumbledore, tenemos visitas.

- Lo se Minerva. La he estado esperando. Hazla pasar por favor - La profesora McGonagall asintió y se dirigió hacia la puerta – Minerva, también quisiera que le dijeras al profesor Snape que venga.

La profesora McGonagall estaba con la mano sobre la perilla, pero se giró lentamente para observar con curiosidad al profesor. Este se encogió de hombros.

- Es mejor que se lo informen estando yo presente. Sabes que puede irritarse un poco.

- ¿Un poco? Un colacuerno húngaro sería un gatito a la par de él cuando se entere. Querrá descargar su furia con alguien.

- Por eso es mejor que lo escuche aquí ¿no crees?

Con una sonrisa cómplice la profesora salió del despacho. Unos momentos después Tonks entro, con cierta timidez reflejada en su rostro. Por un momento se sintió como si hubiera regresado de repente a ser una estudiante.

- Buenas tardes profesor – alegremente se acercó para estrechar su mano – Es un gusto verlo.

- Lo mismo digo Tonks. ¡Vaya! – La miró con admiración – Te vez hermosa el día de hoy.

Tonks enrojeció, agradecida por el cumplido.

- Gracias Profesor – dejó su agenda sobre el escritorio del profesor Dumbledore y se sentó en el sillón que él le indicó – Pero debo confesarle que no es uno de mis atuendos favoritos.

- Fudge ¿cierto?

- O alguien cercano señor. Dentro de los lineamientos para cumplir mí – tragó con dificultad - "asignación" esta el moderar mi vestuario de acuerdo a normas específicas del ministerio.

- Kingsley me envió una carta. Te hicieron una llamada de atención bastante injusta.

- Lo se, pero creo que lo mejor es cumplir con lo que el ministerio dispuso. Para evitar echar más leña al fuego. El período de prueba no durará mucho, dos meses máximos. Estaré suspendida en mis tareas de campo, sólo cumpliré tareas administrativas. Como la que me trae hoy acá...

Dijo esto último bajando la voz y desviando la mirada hacia el fuego que ardía en la chimenea.

- Comprobar antecedentes es una de las tareas más tediosas ¿no es así?

- Un poco – se encogió de hombros, agradeciendo que el profesor Dumbledore no ahondara en sus preocupaciones – pero alguien tiene que hacerlo.

- No es una tarea para un auror calificado como tú.

- Es posible – Tonks sonrió. El profesor era capaz de hacerla sentirse mejor bajo cualquier circunstancia – pero se supone que demostré que no soy confiable, así que ahora debo probar que cumpliré cualquier tarea, por muy desagradable que sea.

Nuevos golpes en la puerta la sobresaltaron. Inconscientemente sujetó con fuerza su varita.

- Adelante Severus.

Snape apareció en la puerta. Tonks no se atrevió a girarse. Respiraba profundo para calmarse. "Contrólate mujer, no estas aquí como alumna esperando un castigo. ¡Deja ya de tenerle pánico!"

- Profesor Dumbledore, me dijo la profesora McGonagall que deseaba verme.

- Así es Severus. Por favor pasa.

Snape caminó lentamente. Tonks podía escuchar el fru-fru de su túnica mientras se acercaba. Cuando estuvo junto al sillón en el cuál ella se encontraba sentada, se levantó con delicadeza, procurando que este quedara entre ellos dos. Por la mirada que le dirigió pudo darse cuenta que él no la había reconocido hasta ese momento.

- Señorita Nymphadora – inclinó levemente la cabeza en forma de saludo. Ella lo imitó.

- Profesor Snape.

- ¡Por favor! No sean tan formales – el profesor Dumbledore sonreía como si aquello lo divirtiera – Pareciera que no se conocieran.

Snape suspiró profundamente. Tonks se imaginó que estaba contando mentalmente hasta diez.

- ¿Hay algún asunto de la Orden que debamos tratar?

- No Severus, me temo que no. La presencia de Tonks se debe ha un asunto del ministerio… Pero siéntense por favor.

Snape enarcó una ceja. No le gustaba nada esa situación. Ignoró el ofrecimiento del profesor y se encaró con Tonks.

- ¿Del ministerio? ¿Y por que me ha llamado a mí? No tengo nada que ver con el ministerio.

- Verá profesor – con disimulo Tonks se alejó un par de pasos - El Ministerio de Magia se encuentra en una situación especial. Una alerta roja, como decimos nosotros…

- Se lo que es una alerta roja señorita – Snape también se alejó, pero en dirección a la chimenea – Desde que el Señor Tenebroso se dejo ver alegremente en el ministerio todos ustedes deben sentirse como si caminaran sobre vidrio molido.

Dijo todo esto último sin verla siquiera, dándole la espalda de forma olímpica. Tonks sintió que la sangre le hervía pero trato de controlarse.

- Hacemos nuestros mejores esfuerzos. Y nos ayudaría más si supiéramos cuales son sus planes…

Snape se giró levemente y la observó por unos segundos pero no estaba de humor para pelear, así que prefirió seguir observando el fuego.

- Ustedes son aurores ¿no? Pueden descubrir las cosas por ustedes mismos, sin ayuda.

- A veces un informante es de mucha ayuda.

Esta vez Snape se giró completamente y caminó hasta el asiento que le había ofrecido el profesor. Con una sonrisa de suficiencia se sentó y con tranquilidad acomodó su túnica.

- Bueno – entrelazó sus manos sobre su regazo – consíganse uno.

Tonks lo observaba de pie, sintiéndose examinada por él.

- Me temo que no cualquiera tiene madera de traidor…

Listo, lo había dicho. Había hablado sin pensar, sin saber siquiera que pretendía con ello. Tal vez molestarlo o desquitarse por el desdén de sus palabras hacia los aurores. Snape la miraba fijamente, sin siquiera pestañear. Tonks reunió toda su fuerza de voluntad para sostener su mirada.

- Severus – Tonks se sobresaltó, se había olvidado por completo del profesor Dumbledore – no creo que debas sentirte ofendido por lo que ha dicho Tonks. Estoy seguro que no quiso…

Snape levantó su mano. Las explicaciones estaban de más. La pequeña Tonks había crecido.

- Estoy seguro que la señorita Nymphadora no se arrepiente en absoluto de lo que dijo. Pero me parece que nos hemos desviado del tema. ¿Sería tan amable de explicarme a que se debe su visita? Porque supongo que tiene que ver conmigo, de lo contrario no me habrían mandado a llamar – se puso de pie y se acercó lentamente hasta quedar a pocos centímetros de Tonks. Luego se inclinó hacia ella, tanto, que pudo percibir su aroma varonil - Dígame ¿que quiere conmigo?

Tonks no desvió la mirada de esos ojos que la estaban taladrando. Ni tampoco se movió. Si era una lucha de voluntades, ella no lo dejaría ganar tan fácilmente.

El profesor Dumbledore carraspeó. Nunca se imaginó ver algo semejante entre dos seres tan diferentes. Le parecía que estaba nuevamente observando a Sirius y Severus, en una de sus eternas peleas. Pero esta vez y para contrariedad de Snape, su contrincante era una chica, la cual no parecía dispuesta a ceder fácilmente.

"No creo, querido amigo, que estés preparado para esto"

- Severus…

Tonks aprovechó que este había desviado su atención hacia el profesor para separarse unos pasos y tomar de su agenda el pergamino con la disposición del ministerio.

- Profesor Snape – trago con dificultad. El verdadero problema estaba a punto de empezar – según decreto número 34 del Ministerio de Magia, el cual norma las disposiciones sobre la investigación y revisión de antecedentes – ahora el profesor Snape la observaba fijamente. La palabra "antecedentes" lo había puesto sobre aviso – estoy facultada para solicitarle ponga a mi disposición un inventario completo de sus pertenencias, incluyendo por supuesto, plantas, filtros, pociones terminadas y cualquier ingrediente que posea…

No pudo terminar. Snape se había abalanzado sobre ella, arrebatándole el pergamino. Ahora leía detenidamente. Su rostro se crispaba de furia a medida que avanzaba en su lectura. Con prudencia el profesor Dumbledore se acercó lentamente a Tonks. El mejor que nadie conocía el temperamento de Snape y calculaba con cuanta violencia podía reaccionar.

- ¡ESTO ES INDIGNANTE! ¿COMO SE ATREVEN? ¿COMO SE ATREVEN? ¡A MI! ¡PEDIRME CUENTAS A MI! ¿CON QUE DERECHO? ¿QUIÉN LES HA DICHO QUE PUEDEN VENIR A ESTE LUGAR Y EXIGIRME…? ¡EXIGIRME…!

Snape hacía pedazos el pergamino ha medida que hablaba. Sus ojos despedían chispas de la furia y todo su ser temblaba de indignación. Arrojó los trozos de pergamino al fuego, y luego se giró hacia Tonks. Todo el odio, la furia, la rabia que sentía se concentró en ella.

- ¡TU! ¡VIENES AQUÍ CON TUS AIRES DE SUPERIORIDAD Y CREES QUE PUEDES PEDIRME, EXIGIRME QUE TE MUESTRE MIS PERTENENCIAS! ¡A MI! – Tonks estaba petrificada. Jamás, ni en sus años de estudiante había visto al profesor Snape tan furioso, y lo peor, furioso con ella. Sin razón, pero eso era lo de menos para él - ¡COMO TE ATREVES A PENSAR QUE TE PERMITIRÉ HURGAR ENTRE MIS COSAS! A DARTE EXPLICACIONES, A DARTE ENTRADA LIBRE EN MI SALON… ¡EN MIS HABITACIONES!

- ¡Severus contrólate! Tonks sólo cumple órdenes. Esto tampoco es agradable para ella…

- ¡MENTIRA! – Rugió con la voz ronca de ira – ¡ELLA ESTA FELIZ DE HACERLO! ¡DE SOMETERME A SEMEJANTE HUMILLACION! HA ESPERADO AÑOS POR ESTO. ¡PARA PODER DESQUITARSE! PERO SI CREES QUE TE LO PERMITIRÉ, QUE DEJARE QUE TOQUES CON TUS MANOS DE…

- ¡SEVERUS BASTA!

El profesor Dumbledore se había interpuesto entre Snape y Tonks, cuando este casi había pronunciado ese infame insulto.

- ¡Ese no eres tu Severus! No dejes que la ira haga renacer en ti sentimientos que ya no te pertenecen. Piensa, piensa por favor. Analiza como sólo tú sabes hacerlo. No pierdas tu sangre fría en un arrebato de ira. Son disposiciones del ministerio. Tonks no tiene nada que ver. No es personal Severus. No lo es.

Snape respiraba con dificultad. El profesor Dumbledore lo sujetaba por los hombros. Le dio la impresión que iba ha abrazarlo, y eso lo hizo reaccionar. Se separó del profesor y trato de calmarse. La sangre le hervía, pero sabía que no debía dejarse ganar por lo que estaba sintiendo.

Siguió respirando profundamente, sentía que le faltaba el aire. Se apoyó en el sillón y Tonks pudo notar que tenía los nudillos blancos de tanto apretar el respaldo con sus manos. Luego de unos momentos pudo hablar sin que le temblara la voz.

- ¿Que sucede si me niego?

Tonks seguía observándolo fijamente. En sus ojos se destacaba un temor casi irracional. Snape se dio cuenta y repentinamente recordó que su madre tenía esa mirada, cuando su padre gritaba salvajemente. Ella tardó aún un momento en responder.

- Si se niega – su voz no sonaba tan firme como la de Snape – el ministerio indica que puedo arrestarlo por desacato. Se tomaría su negativa como un intento de esconder algún indicio de actividades ilegales.

- ¿Azkaban?

- Podría ser.

- ¿Revisará todas mis cosas? ¿Incluidas las personales?

No sabía porque, pero Tonks sentía unas incontrolables ganas de llorar. Todo eso le parecía injusto.

- Me temo que si.

- ¿Cuando?

- Debo presentar el informe el lunes. Puedo aprovechar este fin de semana para hacerlo. Así...

- Así los alumnos no tendrán la satisfacción de ver como el profesor de Pociones es tratado como un vulgar delincuente – Snape volvió a su posición inicial frente a la chimenea.

- Nadie piensa eso de ti Severus.

- ¿No? Fui un mortífago Albus. Todos piensan lo peor de mí.

Con rapidez se dirigió hacia la puerta. Pero antes de salir se volvió hacia Tonks que aún lo observaba con temor.

- Estoy a su disposición señorita. En el momento que usted quiera le daré un inventario detallado de lo que tengo bajo mi responsabilidad. Mis habitaciones estarán abiertas para su registro.

Salió en silencio, como una sombra. Cuando la puerta se cerró tras él Tonks reacciono. Casi al borde del llanto se dejó caer en un sillón.

- Yo no quise… Yo no quería esta asignación. Es humillante.

- Él lo sabe. La rabia puede cegar aún al hombre más centrado Tonks – la observó con fijeza por unos segundos – pero si te sientes mejor diciéndole que lo lamentas estoy seguro que lo entenderá – le sonrió comprensivo –Tus habitaciones estarán dispuestas en unos minutos, pero ahora niña – el profesor Dumbledore la ayudó a levantarse y la besó en la frente – descarga tu conciencia, creo que lo necesitas.

Tonks salió del despacho esperando encontrar aún al profesor Snape en los pasillos. No tuvo que buscar mucho. Se encontraba recostado en la pared, a medio camino de las mazmorras. Aunque estaba de espaldas, ella adivinó que miraba fijamente al suelo.

- ¿Profesor Snape?

Levantó la cabeza, pero no se giró para hablarle.

- ¿Desea empezar ahora?

- No… yo… sólo quisiera decirle que me parece injusta esta disposición del ministerio. Pero ellos no saben lo que usted ha hecho, la ayuda que nos ha prestado…

- Aunque lo supieran, seguirían desconfiando de mí. Soy un traidor.

Tonks se mordió el labio, deseando nunca haber dicho esa palabra. Snape se giró lentamente. A pesar de la distancia que los separaba, ella pudo notar que ya no había furia en sus ojos.

- Lamento lo que estuve a punto de decir. No tengo excusa posible. Espero que me perdone.

- Yo… no me di cuenta profesor.

- Si lo hizo. No sea condescendiente conmigo.

- Fue un arrebato. No hay nada que disculpar.

Siguió observándolo un momento más. Algo lejano, dormido, estaba luchando por salir a flote.

- La veré mañana señorita Nymphadora.

Tonks se limitó a asentir. El profesor Snape siguió su camino perdiéndose entre las sombras. Y ella se quedó allí, sola, deseando llorar por el hombre que la había hecho sentir nuevamente lo que creyó olvidado hacía muchos años.

…………………………………………………………………………………………………………………………………..

REVIEW

Clau de Snape

¡Hola niña! Gracias por tu ayuda con este cap. Si no, quién sabe si cambio algo.

Ya ves, S sufre del mismo mal que T. Piensan demasiado. (Aunque los pensamientos de S derivan hacia F). Y sip. Snape si tenía y tiene hormonas, aunque eran más independientes cuando era adolescente. Me alegra que te haya gustado esa escena.

Poco a poco nuestra querida T se cuela en sus pensamientos. ¡Y ahora en todas sus cosas! Ahora ya sabes porque se asustó tanto al recibir la notificación del ministerio. Ya ves lo que le sucedió. ¡Que pánico! (yo me muero si me hace una escena igual). Las cosas se complican, jajajaja. Hoy no salió Remus, pero lo hará en el próximo capítulo, lo prometo. (Se cuanto te gusta).

Perla Mery

¡Hola Perla! Es bueno saber que te gustaron los dos últimos capítulos. Espero seguir contando contigo. H y G aún no andan por acá, pero espero que pronto pueda incluirlos. Bye.

Anna Ryddle

¡Hola Anna! (Curioso apellido ¿no?) ¿De veras te parece adictivo el fic? Que curioso, no había pensado que algo así sucedería. Acá ya tienes algo más de la "relación" entre S y T, aunque aún no la llamaría así. Mira como le fue a la pobre de T. Pero prometo que no dejare que la vuelva a tratar así (creo). Bye amiga.

amsp14

¡Hola Anama! Ya ves, a veces un mal inicio puede llevarte por un buen camino (En este caso a una relación que le cambio la vida a S).

¿Enfrentarse ahora, ya como dos "adultos" responsables? S lo piensa como algo descontado (que el gana) y T también lo piensa (si te das cuenta) por algo que ella recuerda. Si me decido a que lo hagan nuevamente, pediré tu aprobación para la idea (¿puedo?)

Yo también me alegro por Neville. Creo que sería un buen herbolario o tal vez hasta un sanador, quién sabe. (¿Te digo un secreto? A mi también me gusta que Malfoy sea infeliz jijijijiji).

Puedes agradecer que Remus haya aparecido a Clau de Snape. Ella me dio la idea. ¿Y quién no aprovecharía para besarlo? (jejejejeje)

Me temo que nuestro querido S siempre esta en peligro. Eso pasa cuando caminas en la cuerda floja.

Ahora que ya sabes que tenía que hacer Tonks ¿entiendes su aprensión? No, si la chica ya se temía algo así, pero no tanto. Ojalá este te capitulo te guste.

Un abrazo "wapa"

Paula Moonlight

¡Hola Paula! Ya te extrañaba por acá. Lamento no haber mostrado más cosas sobre S y su casa. Pero espero haberte compensado con lo de S y F.

Ya ves, aunque Harry venciera a V frente a todo el ministerio, Fudge aún seguiría pensando más en sí mismo que en los demás.

La carta le indicaba a T su "asignación" (Después de cómo la trato S es obvio porque tenía miedo). Y por ultimo: Sip. Pretendo que S y T sean pareja.

La-Peye-Malfoy

Hola chica Malfoy. Que bueno que andes por acá otra vez. No te preocupes por el review. Ya ves, Remus de vuelta al colegio y con una bienvenida digna de él. (Todas las intervenciones de nuestro querido lobito son en honor de Clau de Snape). Ahora ya sabes que la chica de los recuerdos de Snape es Florence, y lamentablemente esta muerta.

La asignación de Tonks es para revisar antecedentes de cualquiera que tenga un pasado cuestionable, pero en suerte le toco primero investigar a Snape. ¡Y como se puso! Yo también espero que la inspiración no me falte. Jijijijiji. Bueno chica, espero que este te guste.

Elanor Black

Hola Miss Black. No te preocupes, el ministerio no tiene tanta cabeza como para tratar de infiltrar a Tonks entre los seguidores de quien-tu-sabes. Aunque lo que le toco no se si es más o menos riesgoso que presentarse frente al mismo Voldemort (aunque la idea podría ser interesante, ya veremos. Cualquier cosa te digo antes, (es tu idea después de todo)). Me temo que nuestro querido Snape aún no reacciona, pero procuraré que lo haga pronto. ¡Bye Miss Black!