¡Hola! Acá estoy de nuevo. Disculpen que no publique la semana pasada, pero tuve una crisis imaginativa, así que decidí tomarme un breve descanso. Y esta semana se me vino muy cargada de trabajo y no pude terminar a tiempo (además que el 30 de Junio es feriado nacional en mi país y todo se cierra). Espero que sepan perdonarme

Quiero agradecer a mi Beta Clau de Snape por convencerme que no me estaba desviando de rumbo con la escena de Sev y Tonks. Gracias por todo amiga.

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PROFESORA TONKS

- ¿Qué te dijo?

Lavender Brown estaba sentada en un extremo de la mesa de los Griffindors, observando con anhelo a su amiga del alma: Parvati Patil, que en ese momento se sentaba con desanimo enfrente de ella.

- Nada. No puedes utilizar ningún instrumento de adivinación para averiguar cosas que conciernan a otras personas, a menos que ellas intervengan en la lectura.

- ¡Por eso no averiguamos nada con la taza de té! – Lavender dejó escapar un suspiro de desaliento al comprender el porque de su fracaso en la lectura, la noche en que vio a los chicos bajar de la torre de astronomía – ¿Y ahora que?

- Tendremos que convencer a Ginny que nos deje leerle la mano, ver la bola de cristal o, mejor aún, utilizar el Tarot. Cualquier cosa con la que este de acuerdo, porque de lo contrario no podremos saber nada sobre ella y Harry. Además la profesora Trelawney me dijo que el pasado no es posible desentrañarlo, sino sólo el futuro.

- Ufffff. Entonces será difícil. Aunque... podríamos saber si están saliendo. Eso es algo que sucede en este momento ¿no?

- Si, pero aún tenemos el problema de que nos deje que la leamos. Sabes que no cree en nada de eso y lo más probable es que se ría de nosotras.

- Pero si le decimos que es una tarea de adivinación…

- Mmmmm. Si... podría ser. Ella es muy amable y no se negaría.

- ¿Sabes? – Lavender empezó a mover distraídamente los restos de cereal que habían en su plato – El que sea así es precisamente lo que me ha hecho pensar...

- ¿Qué cosa?

- Ginny es una buena chica y Harry también. Si están saliendo es algo bueno ¿no? Después de todo a ella le gusta, o eso creemos. Y si salen en secreto pues... – levantó los hombros con indiferencia – No creo que debamos inmiscuirnos.

- No nos inmiscuimos Lav, sólo queremos saber en que andan.

- Pero no nos interesa. ¿Cómo te sentirías tú si tuvieras un secreto y alguien quisiera saberlo?

- Me imagino que... indignada ¿no?

- ¿Entonces?

- Si lo pones así – Parvati vio con disimulo hacia el otro extremo de la mesa, en donde se encontraban Harry y Ginny platicando – Supongo que tienes razón. Lo que ellos hagan no es algo que nos importe…

- ¿Quiénes hacen que? – Seamus Finnigan y Dean Thomas se sentaban en ese momento al lado de las dos chicas – ¿Y desde cuando las detiene a ustedes dos el que algo no les importe para comunicárselo al resto del colegio?

- Muy gracioso Seamus – Parvati lo estaba fulminando con la mirada – para tu información nosotras no somos ningunas chismosas.

- No claro – Dean movía su varita entre los dedos, como si fuera la baqueta de un baterista – sólo les gusta compartir lo que les sucede a los demás ¿no? Vamos, dígannos. ¿Qué se traen entre manos esta vez?

- Si nosotros somos las chismosas ¿Qué son ustedes que nos están preguntando tanto?

- Vamos Lavender, te mueres de ganas por contarnos algo – Seamus la observaba fijamente para descubrir cualquier signo de rendición por parte de la chica – Habla de una vez.

- No – ella estaba bastante molesta y no quería decirles lo que sabían, más por orgullo que por sentido común – no hay nada que tengamos que contarles.

- Se trata de Ginny y Harry ¿no es cierto?

Parvati (entretenida espiando la forma en que los aludidos se comportaban) se había perdido parte de la conversación, por lo que no había notado los esfuerzos que su amiga hacia para desmentir el concepto "erroneo" que tenían los chicos sobre ellas. Fue por eso que, cuando atendió nuevamente a lo que se decían, inocentemente cayó en el lazo que Seamus le había tendido a Lavender

- ¿Cómo sabes lo de ellos? – Parvatí notó que Lavender, con desconsuelo, ponía los ojos en blanco – ¿Qué dije?

- Nada – Lavender no podía creer que su amiga lo hubiera estropeado todo de esa manera.

- ¡Aja! Ya decía yo que algo estaban husmeando – Seamus se inclinó hacia Parvati, hablándole en forma confidencial – ¿En que andan ahora? ¿Acaso espiando la vida sentimental de Harry?

- Ya te dije que en nada – Lavender empezó a recoger sus libros, que estaban esparcidos sobre la mesa – No se de donde sacas esas cosas.

Dean se volvió hacia Parvati con una sonrisa en sus labios.

- Vamos Parvati, ¿Qué quisiste decir con ese "lo de ellos"?

- No se ha que te refieres – Parvati también tomo sus cosas, disponiéndose a seguir a su amiga.

- ¿Acaso a la visita nocturna que hicieron nuestros amigos a la torre de astronomía?

Parvati y Lavender se quedaron boquiabiertas al escuchar lo que Dean les había dicho.

- ¿Tu también los viste?

Seamus se rió fuertemente, haciendo que los demás chicos de la mesa los observaran por un momento. Dean subió las manos sobre su cabeza y Seamus las golpeó con fuerza, como si estuvieran celebrando algún tanto en un partido de Quidditch.

- ¡Cayeron! – les dijeron al unísono.

- ¿Qué quieren decir? – Lavender abrió los ojos como platos, al comprender – ¡Ustedes no sabían nada!

- Claro que no... hasta ahora – Dean la observaba con un gesto triunfal – sólo escuchamos algunas palabras sueltas de lo que le decías a Parvati en la clase de Herbología – Lavender hizo un gesto de querer ahorcarlo y Dean tomo un libro para protegerse con él, usándolo como escudo – ¡Tranquila! No creas que las espiábamos, simplemente estábamos detrás de ustedes y nos fue imposible no enterarnos de lo que decían.

- ¡Claro! Inocentemente nos "escucharon" …

- Así es Parvati – Dean había vuelto a su movimiento con la varita – algo sobre "pareja", "astronomía" y "noche". Dedujimos que habían visto algo y como tú fuiste infinitamente amable al ser tan obvia, dirigiendo tus miradas hacia allá – señaló con la cabeza hacia donde estaban Harry y Ginny – Imagínate… Uno capta las cosas.

- Y luego, tú misma lo confirmaste con tu pregunta – Seamus sonreía con satisfacción – Ahora dime, ¿Qué tiene de malo que ellos tengan esas salidas nocturnas?

Luego de unos segundos, Lavender decidió dejar de lado sus anteriores escrúpulos.

- Que no sabemos, o mejor dicho, no estamos seguras si salen o no.

- ¿Y?

- Curiosidad.

- Y luego preguntan por que decimos que son entrometidas.

- Parvati, vámonos – Lavender se levantó con aire ofendido..

- Oh Lavender no te enojes – Dean la sujeto por la manga de la túnica con rostro de inocencia – fue una broma. Vamos, se buena chica y siéntate de nuevo – le hizo un guiño divertido – sabes que Seamus no habla en serio.

Ella se hizo de rogar un poco mas y luego hizo lo que le pidieron, aunque no muy convencida por las disculpas de su compañero.

- Ahora dígannos – Seamus volvió al tono confidencial – ¿Cuál es su teoría? ¿Por qué creen que se ven a escondidas?

- ¿No es obvio? – Parvati empezó a usar el mismo tono de voz – Por Ron.

- ¿Y que tiene que ver el rey en todo esto?

- Vamos Dean, ¿acaso no recuerdas la escenita que monto hace dos años por Víktor Krum? Si es así de celoso con Hermione, imagínate como se pondría si supiera de su hermanita y Harry.

- Pero ellos son muy buenos amigos ¿no? Los mejores me atrevería a decir.

- Celos son celos Seamus – Lavender había adoptado su conocido aire de suficiencia – Y nuestro pelirrojo peca de exagerado a veces.

Seamus y Dean se vieron con un gesto de no comprender de qué les hablaban. Parvati se compadeció de ellos y decidió explicarles mejor lo que pensaban.

- Es notorio que no se ha dado cuenta que su hermana ya no es una niña. El hecho de que a ella le gusten o mejor dicho, que ella le guste como persona y no como amiga a alguien...

- Aunque ese alguien sea Harry... – apuntó enfáticamente Lavender

-Puede ser bastante difícil de comprender para él – completó Parvati – Ron podría reaccionar un poco... explosivamente ¿entienden? y esa puede ser una muy buena razón para sus escapadas.

- Pero Ginny y yo hemos salido algunas veces y el rey jamás me ha dicho nada.

- Veras Dean, sin animo de ofender, no creo que Ron te considere "peligroso". Harry en cambio, ha sido el amor platónico de Ginny...

- ¿Según quien?

Parvati ignoró el comentario de Seamus.

- ...Y creemos que Ron pueda llegar a temer o pensar que la relación entre ellos pudiera derivar hacia algo más "intimo", si sabes a que me refiero.

- Honestamente no.

- Bueno, no importa – Lavender terminó de ajustar la correa de su mochila – Sólo me queda prevenirlos de algo. Ya que nosotras habíamos decidido que este asunto no era de nuestra incumbencia – les dirigió una significativa mirada a los chicos, deteniendo cualquier opinión que ellos quisieran agregar – les sugiero que ustedes tampoco digan nada ¿de acuerdo?

- De acuerdo

Se levantaron de la mesa, molestándose por lo bajo. Al salir, los chicos se hicieron a un lado para dejarle paso a Hannah Abbott, quién se encontraba parada cerca de la mesa de los Griffindor, como buscando a alguien. En cuanto el cuarteto salió ella se dirigió con algo de prisa hacia la mesa de los Hupplepuff.

- Chicos ¿sabían que Harry Potter y Ginny Weasley se están viendo en secreto?

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Snape se dirigía con presteza hacia el aula de pociones. Su larga túnica negra producía un característico sonido cuando él caminaba. Concentrado en sus propios pensamientos, iba observando el suelo. Al girar en una esquina…

- ¡Ouch!

- ¡Demonios!

Retrocedió un par de pasos mientras se llevaba la mano hacia la barbilla, en donde había recibido un fuerte golpe. Con enfado levantó el rostro para castigar a quién se había atravesado en su camino…

- ¡Nym! – de la sorpresa, estuvo a punto de dejar caer su varita.

- Lo lamento mucho profesor – Tonks se hallaba frente a el, frotándose la frente justo en el lugar en el que había recibido el golpe, al tropezarse con Snape – no lo vi venir.

- Tratándose de usted, eso es comprensible. Que yo recuerde nunca se fija por donde va.

- Disculpe, pero usted tampoco estaba prestando atención.

- ¡Yo nunca me distraigo!

- ¿Si? Pues según me doy cuenta – Tonks se acercó a Snape hasta quedar prácticamente pegada a su cuerpo, provocando que él se quedará petrificado por la impresión – mi frente llega exactamente debajo de su barbilla – se alejó rápidamente al darse cuenta de lo que había hecho – si usted no hubiera estado observando al suelo mientras caminaba, sólo nos hubiéramos tropezado.

Snape quedó desconcertado por el proceder y la explicación de ella. Pero luego frunció el ceño, bastante molesto.

- Y a todo esto ¿Qué hace usted aquí? ¿Ha venido para realizar otro "amable" registro? ¿No le bastó con el último? – Dijo lo primero que le vino a la mente. Cualquier cosa, con tal de minimizar lo que había ocurrido.

- Yo…

- ¡Tonks! – Remus se apareció al fondo del pasillo, casi corriendo hacia donde se encontraban ellos.

Ella giró con sorpresa y una sonrisa se dibujó en su rostro; sonrisa que Snape notó. Ella se adelantó unos pasos para saludar a Remus; pero antes que pudiera reaccionar, él la abrazó, la levanto con facilidad del suelo y le dio una pequeña vuelta en el aire.

- ¡Remus! ¿Qué crees que haces? ¡Bájame!

Él se limitó a seguir con sus giros, como si quisiera marearla.

- Lupin, ya la escuchaste – Snape estaba echando fuego por los ojos, pero su voz era peligrosamente suave – bájala. No es un comportamiento muy adecuado para un maestro de Hogwarts y una representante....

- Dirás para dos maestros – le atajó Remus. Había bajado a Tonks pero la mantenía abrazada.

- ¿De que demonios hablas?

- El profesor Dumbledore…

- Tonks será mi asistente – dijo Remus, interrumpiéndola – pero también dará algunos cursos libres a los alumnos de los últimos años.

- ¿Asistente? ¿Será…tú… asistente? ¿Unos cursos? ¿Ella será maestra? – Snape estaba asombrado por la noticia – ¿Acaso renuncio al ministerio? Creí que ser auror era su sueño…

- Me despidieron – Tonks trató de que aquello sonara como si no fuera importante – No soy un elemento apreciado para ellos.

- ¿La despidieron? ¿Por qué? ¿Acaso…?

Tonks empezó a jugar con un mechón de su cabello (gesto que solía hacer cuando algo la incomodaba).

- No quisiera que habláramos de eso.

- Ya la escuchaste Severus – Remus la tomó de la mano – Ahora, si nos disculpas, tenemos mucho de que hacer.

Quisieron alejarse de allí, pero antes de poder avanzar Snape tomó por el brazo a Tonks, encarándose con ella.

- ¿Acaso tuvo algo que ver con el registro que hizo? ¿O detectaron el uso de una chimenea no autorizada?

- No. Tuvo que ver con el hecho de ser sobrina de Sirius – Al escuchar ese nombre, Snape la soltó – y por haber salvado a Harry cuando lo atacaron.

Sin decir nada más Tonks se alejó de allí con Remus, dejando a Snape con demasiadas dudas aún.

"Ella será maestra. Aquí en Hogwarts" – volvió a fruncir el ceño con preocupación – "Eso no se suponía que debía pasar. Debería estar lejos, ocupándose de sus propios asuntos. ¿Y porque tiene que ser asistente de Lupin? ¿Acaso el no puede solo?" – Empezó a caminar de nuevo, esta vez mucho más rápido que antes, para poder llegar a tiempo a su clase – "Tengo que hablar con Albus, ella no puede quedarse" – en su rostro apareció una mueca a modo de sonrisa – "Si se queda, tendremos que asegurar a los alumnos contra cualquier accidente"

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Los alumnos del sexto y séptimo año de Howgarts estaban encantados con la noticia que les dio Dumbledore durante el desayuno. No sólo tenían un excelente profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras sino que ahora también tendrían una auxiliar del curso con bastante experiencia práctica, sin contar que era sumamente bonita y muy entretenida.

A pesar de que al principio tuvo algunos contratiempos (tropezones y hechizos un poco "desviados"de rumbo), la relación que mantenía con todos se fue haciendo de lo más cordial. Siempre estaba dispuesta a ayudarlos, y para diversión de los alumnos, cada día o en cualquier momento, tomaba un aspecto distinto.

Con autorización del director estaba formando un club de duelo y por las tardes impartía un curso llamado "Todo Lo Que Siempre Quisiste Saber Pero No Sabias O No Tenías A Quien Preguntar", pero las siglas eran tantas (TLQSQSPNSONTAQP) que los estudiantes se referían a él como el curso de las dudas, ya que ella les enseñaba lo que desearan saber (siempre y cuando no fuera peligroso para ellos o estuviera reñido con las normas del ministerio sobre el uso correcto de la magia en menores de edad). El curso era mucho más relajado que las clases habituales, mas parecido a una charla informal entre amigos que a una cátedra formal. Harry y compañía estaban felices y satisfechos con sus enseñanzas, consejos y anécdotas de su trabajo como auror.

El único que parecía estárselo tomando todo a mal era Snape. En la mesa de profesores procuraba sentarse lo más alejado posible de ella. Apenas si contestaba su saludo, y la ignoraba olímpicamente si iba acompañada por Remus. Incluso, para desconsuelo de los alumnos, su mal humor parecía haber aumentado desde que ella había entrado a formar parte del claustro de profesores.

Al principio ella se sintió mal por todo esto, luego molesta y por último lo tomo con la mayor indiferencia posible. Tonks sabía (o por lo menos era lo que siempre habían dicho todos) que él deseaba profundamente el puesto que desempeñaba Remus, y siendo ahora ella su ayudante era obvio que su objetivo estaba cada vez más lejano. Pero aún así no podía evitar una espinita de incomodidad cuando pasaba frente a él y no obtenía más que un gruñido como respuesta a su cortesía. O cuando lo veía caminar, serio y lejano, como si no estuviera nunca presente en ningún lugar, o su mente se encontrara en otros mundos y en otras compañías.

A veces se preguntaba si acaso extrañaría a sus amigos (los cuales no sabía que tuviera), o a esa misteriosa chica de la que guardaba tan hermoso recuerdo. Si acaso en la soledad de su habitación rememoraba otros tiempos. Ella hubiera estado encantada de averiguar que tanto podía pensar alguien que siempre estaba en silencio y especialmente lo que pensaría al mirarla (aunque su gesto indicaba que nada bueno).

De vez en cuando lo veía en los invernaderos o en los alrededores del bosque prohibido, recolectando ingredientes para sus pociones. Siempre con ese gesto de concentración, como calculando cada paso, cada movimiento. Tonks se preguntaba que se sentiría ser objeto de ese minucioso control, de ese obsesivo enfoque en los detalles.

Se encontraba ensimismada en estos pensamientos cuando, el objeto de los mismos se hizo presente en el salón de profesores, en donde ella estaba tomando un poco de té.

- ¿Y Lupin? – Ni siquiera parpadeó cuando la taza de Tonks se estrelló contra el suelo – ¿Tiene siempre que sorprenderse de esa manera cuando le hablo? ¿Acaso cree que el colegio tiene una provisión inacabable de tazas?

Tonks se agachó para recoger los trozos de loza esparcidos a su alrededor.

- Verá profesor, si usted no se apareciera siempre de esa silenciosa manera, asustando a la gente, no provocaría esta reacción.

- Creo que la señorita Granger aún no le ha informado que nadie puede aparecerse en Hogwarts.

- Sabe a lo que me refiero.

- No, no lo se. Y yo no voy por allí asustando a nadie

Desesperado ante los inútiles esfuerzos de Tonks por reunir todas las piezas de su taza, se acercó hacia donde ella se encontraba. Movió la varita y todas las piezas se unieron de nuevo, dejando la taza como nueva. Inclinándose la tomó y la colocó en las manos de Tonks, quién lo miraba con un poco de vergüenza por no habérsele ocurrido eso a ella.

- Quién se sorprende cuando le hablan es porque, como decía mi madre, no tiene la conciencia limpia o esta planeando alguna maldad.

Incorporándose, Tonks lo observó directamente a los ojos.

- Mi madre también dice lo mismo

Snape se turbó al darse cuenta que había dicho algo que ella no necesitaba saber. Prefirió alejarse y volver a su pregunta original.

- ¿Y su amigo?

- Remus esta hablando con el profesor Dumbledore.

- ¿Sobre que?

- Soy la asistente de Remus, no su secretaria.

"Si le hablas con rudeza ella te responderá igual"

- Cuando lo vea, dígale... dígale por favor que la poción esta lista.

Se giró y se dirigió a la puerta. Antes de salir pudo escuchar la suave voz de Tonks a sus espaldas.

- Gracias por arreglar la taza.

Remus llegó al salón unos momentos después. Tonks aún sostenía la taza entre sus manos, dándole vueltas distraídamente.

- Que bueno que te encuentro, tengo que hablar contigo.

- ¿Sobre que? – Tonks tocó la taza con su varita, reduciéndola hasta que no fue mayor que una moneda. Luego se la guardó en el bolsillo de la túnica.

- ¿Recuerdas que hace unos meses acompañé a Molly en un viaje? – Tonks asintió levemente – Verás, fue hacia Escocia. Ella tiene amigos allí y ellos le ayudaron a entregar una carta de Dumbledore al jefe de los clanes de magos de esa región, solicitándoles una entrevista. Quiere que se unan en la lucha contra Voldemort.

- ¿Clanes?

- Si – Remús caminaba de un lado a otro del salón – ellos se organizan por clanes de familias. Son organizaciones bastante cerradas, pero muy poderosas. La mayoría son expertos en el uso de la magia antigua. Su ayuda sería muy importante para la orden.

- ¿Y eso que tiene que ver contigo?

- Han respondido, pero quieren una prueba de que las intenciones de Dumbledore son realmente de detener a Voldemort. Son muy celosos de sus conocimientos y no quisieran entregarlos a menos que estén seguros de que serán utilizados únicamente con este fin.

- Sigo sin ver la conexión.

- Hay una ceremonia que realizan, en donde prueban las intenciones de un mago. Si eres honesto no te pasará nada, pero si no, morirás consumido por el fuego.

- No querrás decir que tú...

Remus evitaba mirarla, con lo que se confirmaron sus sospechas. Tonks se levantó de su sillón con la preocupación reflejada en su rostro.

- ¡Acaso estas loco! ¡Podrías morir! Dumbledore no puede exponerte a ese peligro.

- No me pasará nada porque no les mentiré. Cumpliré con el requisito y obtendremos a unos aliados poderosos – tomó a Tonks por los hombros y la miró con intensidad – además, el hecho de ser licántropo es una ventaja. Si mintiera, simplemente me convertiría en lobo, permanentemente claro, pero no sería tan malo.

- ¡Remus!

- Estoy bromeando. Bueno, lo que convertirme en lobo es real, pero no tienes de que preocuparte. La ceremonia sólo es un requisito y Dumbledore me dará algunos hechizos para protegerme, sólo por precaución, claro esta. Entiende Tonks, yo fui quién me ofrecí para hacerlo, porque soy el que menos tiene que perder.

- ¿Te parece que la vida es poco?

- No, pero la causa lo vale – con dulzura la abrazó para calmar sus temores – Todo saldrá bien, ya lo verás.

- Prométeme que vas a tener cuidado.

- Te lo prometo. Serán sólo unos días, y luego volveré. Te lo aseguro.

- Voy a extrañarte, y no dormiré hasta que no te vea sano y salvo.

- No vas a tener tiempo de extrañarme, porque mientras me encuentro fuera tú tendrás que impartir mi curso.

- ¡¿Yo?! – Se separó de él con alarma – ¿Porque yo?

- ¿Quién más querías que lo hiciera? ¿Severus acaso? Vamos niña, tu eres mi asistente. Eres un auror...

- Ex auror

- Sabes más de defensa contra las artes oscuras que yo. Tú deberías ser la titular y yo tu asistente. Los muchachos no pueden quedarse sin clases. No ahora, es importante que estudien todo lo necesario. No será difícil.

- ¿No podríamos cambiar de misiones? Yo voy a Escocia y tú te quedas.

Remus rió alegremente, y con un gesto divertido le alborotó el cabello.

- Estarás bien, los chicos te adoran y no sentirás el tiempo. Cuando sientas yo habré vuelto y no querrás dejar de darles clases.

- Más bien, no querré que te ausentes nunca más.

- No exageres. Ven – tomándola de la mano la condujo hasta la salida – quiero mostrarte el programa de clases para que no te pierdas. Sólo tienes que apegarte a él y no habrá problemas.

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"No habrá problemas"

Tres semanas después de su partida, las palabras de Remus aún resonaban en la cabeza de Tonks. Al principio creyó realmente que todo estaría bien y las clases serían como su curso vespertino. Pero se había equivocado, porque no era lo mismo. El nivel de hechizos que debía enseñar no era difícil para ella, pero no había encontrado la forma apropiada de explicárselos a los alumnos. Había tratado de mil maneras, pero muchos de ellos seguían sin entender a que se refería. No lograba que comprendieran en que casos debían utilizar la defensa y en otros el ataque. Al observar a Remus había creído que ser maestro era fácil, pero ahora comprendía que para Remus era fácil, no para ella. Él tenía didáctica y disposición natural para la enseñanza. Ella en cambio utilizaba métodos que eran buenos para aurores pero no para adolescentes sin experiencia. Aún debían lidiar con ideas como la tortura y el sufrimiento inútil, y ella no ayudaba mucho al describirles exactamente que sucedía con cada maldición recibida. En cada clase los asustaba más que animaba. Milagrosamente aún no había salido ninguno herido, pero temía que surgiera algún problema pronto. Cada día ellos estaban más abrumados y ella más insegura. Pensó que el estudiar la teoría le daría tiempo para organizarse, pero las tareas se habían acumulado en su escritorio. Incluso había suspendido el club de duelo, pero aún así las cosas parecían seguir fuera de control. No sabía que más hacer.

Todo esto la mantenía con una preocupación constante, quitándole incluso el sueño. En esos momentos se encontraba en el salón, demasiado cansada como para irse a dormir (y sabía que tampoco lo haría, sino que daría vueltas en la cama sin encontrar una solución para su "ineptitud" como maestra). Sacó un pergamino de su túnica y desdoblándolo comenzó a leer, ayudada con la luz de la luna.

"Querida Tonks:

Las cosas marchan muy bien acá. La ceremonia fue todo un éxito, y el jefe de los clanes esta encantado conmigo. Nunca antes había conocido un hombre lobo. Quiere saber casi todo de mí, incluso quiere presenciar mi transformación. No estoy muy seguro de eso, pero Dumbledore dice que si no logro convencerlo con argumentos valederos sobre lo peligroso de ello, deberé tomar todas las precauciones para que no haya problemas. La poción de Severus será de gran ayuda, porque evitará que me vuelva violento, aunque eso no se del agrado del jefe.

¿Ya te diste cuenta de que te preocupabas en vano? Estoy seguro de que los chicos ya te adoran (si acaso se pudiera más) y están deseando que yo no vuelva. Y se les cumplirá en parte porque no creo poder partir antes de tres o cuatro semanas más. Sin embargo no me molesta el retraso porque se que están en buenas manos.

En fin, estaré contando los días para regresar y poder enterarme de todo lo que ha pasado en este tiempo. Y poder contarte en persona las cosas que he visto y aprendido. Son tantas que estoy seguro que necesitaremos un fin de semana completo para ponernos al día.

Te envío muchos besos y abrazos (espero poder dártelos pronto en persona).

Con cariño,

Remus Lúpin (O "Lobo Distinguido" como ha dado por llamarme el jefe)"

Tonks cerró los ojos y apoyó la frente contra el vidrio de la ventana. La certeza que Remus tenía de su magnífico desempeño como maestra la estaba matando. No imaginaba como le iba a decir sobre su fracaso, y la desilusión que el se llevaría al comprobar que los alumnos no habían avanzado casi nada. Pero tampoco quería perturbarlo con todo ello, porque estaba segura que apresuraría su partida si le contaba lo mal que le iba. Y él estaba pasándoselo demasiado bien en Escocia compartiendo con gente que lo aceptaba, como para arruinarle el viaje; sin contar lo importante que era todo aquello para la orden.

Releyó la parte en que hablaba de la supuesta "adoración" de los alumnos. Si él supiera que ellos le preguntaban todos los días, de una forma u otra si volvería pronto de su viaje (Dumbledore les había dicho que Remus se ausentaba por asuntos personales) y la cara de decepción que ponían cuando ella les respondía negativamente. Incluso Harry y sus amigos le habían hecho esa pregunta. Tonks estaba segura que si Remus volviera ella no tendría tantos problemas con la cátedra. Que el le daría su apoyo y algunos consejos útiles. Pero no sabía porque todo esto la tenía tan mal y porque se sentía tan inútil.

- ¿Que te pasa Tonks? ¿Porque no puedes controlarlos? Tienes los conocimientos ¿Porque no puedes transmitirlos? ¿Que es lo que no comprendes? ¿Que es lo que te hace falta? ¿Acaso tampoco sirves para esto? – Regresó al escritorio y se fijó en la pila de pergaminos sin calificar – No pudiste ser auror, y ahora tampoco puedes ser maestra. ¿Que pasa contigo? ¿Acaso eres una inútil? ¿Acaso no puedes hacer nada bien?

- Yo no diría eso.

Se giró rápidamente, con el corazón latiéndole en forma acelerada. ¿Porque él tenía que aparecerse siempre de esa manera?

- Por favor, quite esa cara de sorpresa – Snape se acercó hasta la primera fila de pupitres y se apoyó contra uno de ellos – Aún no me acostumbro a que se asuste cada vez que me ve.

- ¿Que hace aquí?

- Es lo mismo que yo le pregunto. Es casi medianoche. ¿No puede dormir?

- Calificaba algunas tareas.

- Ya veo – se acercó al escritorio y ojeó algunos pergaminos – últimamente esta utilizando los libros más que la práctica.

- Si, lo se.

- Creí que a Lupin no le gustaba la teoría.

- No, no le gusta.

- ¿Y a usted si?

- No, pero hasta el momento no he encontrado otra manera de enseñar.

Snape no dijo nada y se dedicó a observar todos los detalles del aula. Ella se imaginaba lo que estaba pensando. Una observación suya sería suficiente para que el profesor Dumbledore la retirara del cargo. Y cuando Remus volviera se encontraría con Snape dando su curso…

- Creí que estaría en su despacho – quería obtener su atención para que dejara de tomar nota mental de el estado del aula y del trabajo pendiente.

- ¿Qué haría yo en mi despacho a estas horas?

- No lo se. Es sólo que no me lo imagino en otro lugar.

Un nuevo silencio, bastante incómodo se instaló entre ellos. Snape cruzó sus brazos y fijo su mirada en el suelo. Ella regreso a escritorio y tomo uno de los pergaminos para calificarlo.

- Le puedo dar una poción para descansar.

- ¿Descansar? – Tonks no sabía de que le estaba hablando – ¿Para que?

- Porque tiene que dormir ¿no? El desvelo no le hará ningún bien. Los pergaminos pueden esperar un poco más. Si no duerme, difícilmente podrá dar las clases de la manera correcta.

- Y supongo que eso le agradaría.

- ¿De que me habla?

"Tonk, te esta ofreciendo una poción, no un veneno ¿Qué haces hablándole de esa manera?"

- No me haga caso. Más bien, creo que usted debería seguir su consejo – Snape la seguía viendo sin comprender – me refiero a la poción para dormir. El cansancio es igual de dañino para mí que para usted.

- Yo no la necesito. A decir verdad no duermo mucho. Mi habitación no me despierta el deseo de quedarme en ella y considero tiempo perdido aquel que este sin hacer absolutamente nada.

- ¿Si? Que curioso. Recuerdo que cuando era estudiante muchos lo vieron de noche, deambulando por los pasillos. La mayoría suponíamos que lo hacía para pescar a algún alumno y quitarle puntos, pero algunos tenían la teoría de que nunca dormía, que había tomado alguna poción para no necesitarlo. De allí su mal humor constante.

Tonks se arrepintió de decirle aquello aún antes de terminar. Snape arrugo el ceño de la manera más amenazante, y ella estaba segura de que su sentencia estaba firmada.

- ¿Acaso creían que era un vampiro o algo semejante?

- No… a decir verdad nosotros… – se sintió culpable de haber dicho aquello. Suspiró con desgano y decidió que nada ganaba con mentirle – es que usted es una persona enigmática. Nadie sabe nada sobre lo que piensa o sobre quién es en realidad. Eso daba y da, creo, pie para numerosos comentarios. Su carácter no es precisamente el más apropiado para despertar simpatías y uno tiende ha hablar de más cuando alguien no le agrada.

Snape no contestó, pero en el fondo agradecía esa sinceridad. Por lo menos había sido directa en sus opiniones. Tonks se inclinó nuevamente sobre el escritorio, demasiada confundida como para verlo a los ojos nuevamente.

- Su miedo ha hacer las cosas mal es precisamente lo que la ha orillado ha cometer errores.

- ¿Qué?

- Mi opinión es que ha estado demasiada desesperada por imitar a Lupin o a cualquiera de los otros maestros como para encontrar su verdadero "estilo".

Tonks se quedó un momento sin saber que decir. Y luego sintió que todo lo que había estado pensando se desbordaba.

- Yo creía que enseñar era fácil. Los veía detrás de sus escritorios corrigiendo tareas y diciéndonos que hacer. Como si todo transcurriera sin problemas. Con paciencia, siempre tenían las respuestas. Y ahora que me encuentro de este lado me he dado cuenta que no es así. Los alumnos no entienden lo que les digo, muchas veces los asusto o les digo cuatro veces la misma cosa de manera diferente y aún así no logro mantener su atención. Practican sus hechizos pero no les encuentran utilidad, y cuando los ataco para que se defiendan sólo consigo reacciones de temor. Creo que los he llenado de tanta información que no saben que es útil y que no.

- Porque ha dejado que los nervios la traicionen. Sus cursos vespertinos eran divertidos ¿no? ¿Qué ha cambiado ahora?

- Que esta es una clase seria.

- ¿Y sus cursos no lo eran?

- Si, pero…

- No hay diferencia. Enseñar es despejar dudas en los alumnos y darle las herramientas necesarias para que ellos se desempeñen en el futuro. Sólo debe darles la seguridad necesaria de que pueden con lo que les ha enseñado. Usted tiene la experiencia necesaria sobre lo que sucede allá afuera. No los trate como niños sino como los magos que pueden ser.

- Pero en sus clases…

- Mis clases son cosa mía. Usted no tiene que pensar en los demás sino en lo que desea que aprendan – se acercó hasta colocarse al lado de Tonks – tampoco se mortifique por lo de ser auror. Lo que diga el ministerio no importa, sólo lo que usted sepa aquí – con un índice le golpeó suavemente la sien – y más importante aún, acá – el mismo índice se colocó en su pecho, sobre su corazón.

Lentamente se retiró del aula, dejándola menos confundida con respecto a su trabajo, pero muchísimo más en lo que correspondía a su actitud para con ella.

Tonks aplicó los consejos de Snape al día siguiente. Les pidió disculpas a los alumnos por el torbellino en que los había mantenido y decidió trabajar sobre la base de sus propias experiencias. Empezó trazándoles situaciones hipotéticas y posibles soluciones. Reforzó la sensación de seguridad que necesitaban para desempeñarse adecuadamente, logrando progresos que no hubiera imaginado antes. Seguía atrasada con respecto al programa trazado, pero eso era lo de menos. Por eso no sintió temor cuando el profesor Dumbledore la llamó ha su despacho una semana después.

- Querida Tonks, me gustaría saber como te ha ido con los alumnos.

- Ahora que ya he encontrado el "truco", me va muy bien.

- ¿Acaso tenías problemas?

Tonks se sorprendió por la pregunta. Estaba segura que Snape le había contado al profesor Dumbledore sobre la manera tan desastrosa en que ella impartía la clase. Ahora no estaba segura de sus sospechas anteriores. ¿Acaso se había preocupado por ella y por eso había decidido ayudarla? ¿No había querido que ella fracasara con su asignación?

- ¿Tonks?

- Perdón profesor. Tuve algunos problemas al inicio, pero el profesor Snape fue muy amable en darme algunos consejos sobre la forma adecuada de enseñar.

- ¿Si? Pues no me sorprende. Por mucho que pretenda disimularlo, en el fondo es una buena persona que se preocupa por los demás.

Tonks arqueó una ceja sin querer, demostrando incredulidad. Dumbledore rió con ganas ante su gesto.

- Se que es difícil de aceptar eso, incluso para él. Pero yo lo conozco desde hace mucho y se la persona que realmente es.

- El profesor Snape se ha portado muy amable conmigo – sabía que el profesor Dumbledore agradecería que se hablara bien de su "protegido" – aunque no niego que no fue así desde el principio. Sin embargo sus consejos me han sido de gran utilidad.

- Severus necesita tiempo para aceptar algunos hechos. Eso es todo. Y me alegra que consideres sus consejos de esa manera, porque le he solicitado que sea tu asesor mientras Remus regresa.

- ¡¿Mi… mi asesor?!

- Si, pero no creas que es porque dudo de tu capacidad. Simplemente porque, y me has de perdonar la intromisión, escuche parte de la conversación que sostuvieron hace una semana. Yo paseaba por los pasillos cuando escuche voces en tu aula. Quise pasar a saludarte, pero note que no estabas sola. Y lo que Severus te dijo fue muy atinado. He pensado que con tu experiencia práctica y su experiencia docente, podrían formar un buen equipo, por supuesto, hasta que Remus vuelva. Se que Remus es el mejor compañero que podrías tener para ese curso, y que Severus jamás lo sustituiría. Pero me parece que necesitas una guía de vez en cuando y Severus es la mejor que puedo ofrecerte en ese campo.

Tonks seguía sin saber que decir, mientras asimilaba las palabras del profesor Dumbledore. La idea de que escenas como la del aula se repitieron la hicieron sentir escalofríos, pero una parte de ella (una que no quería reconocer) estaba muy feliz de la oportunidad que se le estaba brindando.

- ¿Qué dice él?

- No estaba muy dispuesto al principio, pero al final aceptó.

- Yo no quiero que el se sienta obligado.

- Créeme Tonks, aunque el grite y proteste, la idea de ayudar con el curso le entusiasma. Nunca lo admitirá, pero es así.

- Espero que tenga razón.

- No es algo formal, simplemente puedes pedirle ayuda cuando lo necesites. Si no lo crees necesario, puedes dejar pasar el tiempo que falte para el regreso de Remus. Tómalo simplemente como un apoyo.

- Gracias profesor.

- No tienes porque darlas.

Tonks se levantó dispuesta a retirarse, pero al tocar la perilla de la puerta, una última pregunta la hizo regresar ante el profesor Dumbledore.

- Profesor… ¿Por qué nunca le ha dado este curso al profesor Snape?

El profesor Dumbledore la observó largamente, por encima de sus gafas de media luna. Tal vez era hora de explicar las razones de su decisión.

- Severus vivió mucho tiempo en contacto con las artes oscuras. Demasiado creo yo. Y cuando al fin pudo salir de allí, el costo fue muy elevado. Incluso en la actualidad tengo la impresión de que vive al borde, entre la luz y la sombra. Se muy bien que es el mejor en su área, y que sabe muchísimo sobre esas artes. Pero no quisiera colocarlo en una posición en que las encuentre demasiado "seductoras" nuevamente. Su equilibrio podría romperse, no porque no pueda sustraerse de ellas, sino porque son un campo demasiado conocido, en el que podría sentirse cómodo. A veces es mejor alejarse de la tentación y no poner a prueba nuestra fuerza de voluntad. Lo aprecio demasiado como para obligarlo a que se enfrente con sus demonios interiores, porque no estoy seguro de que pudiera combatirlos.

- ¿Y no cree que lo esta haciendo al nombrarlo mi asesor?

- Confío en ti para evitar que caiga. Necesita un ancla, un puerto al cual volver.

Tonks no quiso averiguar a que se refería el profesor Dumbledore. Sin decir nada más salió de su despacho, con las palabras de él resonándole en la cabeza, o mejor aún, en el corazón.

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REVIEW (Esta vez los contestaré del último al primero)

Tenshi Lain: Hola Tenshi. Me alegra que tu duda sobre Florence se haya aclarado. Ya ves, cuando a uno no le agrada alguien es muy fácil creerlo capaz de cualquier cosa, pero tienes razón. Harry se esta pasando con tantas "maravillosas" deducciones, lástima que no se le vayan a aclarar pronto. No te preocupes, entre Remus y Snape no habrá golpes, pero si alguna que otra discusión, ya lo verás, ya lo verás.

Tú también cuídate. Bye

Kiche: ¡Hola Kiche! Bienvenida. ¿De verdad te leíste el fic completo? Pues que paciencia niña, porque ya todo junto es bastantito (pero me alegra que lo hayas hecho). Lo único que lamento es que por mi culpa hayas llegado tarde, espero que no hayas tenido problemas. Que bueno que te gusta el fic, y me has hecho sonrojar con tantos elogios, ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

Este capítulo tardo un poco en llegar, pero es que en el trabajo me están dejando sin mucho tiempo libre. Ojalá te guste.

Bye

Danylima: ¡Hola Dany! Gracias, me encuentro muy bien. Un poco cansada, pero es lo de menos. Feliz de poder seguir con esta locura. Ya ves, las clases al principio fueron divertidas, pero cuando ya fue titular las cosas cambiaron. Lo bueno es que allí estaba Sev para ayudarla.

Harry tiende a pensar siempre mal de Snape, y es el primero en su lista de sospechosos. Y no va a cambiar de opinión pronto, pero no te preocupes, al final sabrá la verdad de todo (aunque falta un poquito para eso)

Espero que no te hayas aburrido con la espera de este capítulo, y ojalá sea de tu agrado.

Bye

amsp14: ¡Hola niña! Antes que nada, felicidades por tus 100 review y por lo bien que llevas tu historia. La que publicaste para festejar este mágico número también te salió muy bonita. Y también espero que tus notas sean satisfactorias y que ha tu hermana también le haya ido bien (y pueda descansar después de un estresante fin de semestre en la "U")

No te preocupes, no tengo planeado que la orden siga teniendo bajas en cuanto al personal que trabaja en el ministerio, puedes estar tranquila con respecto a Kingsley. Y sobre el informe de Snape… pues pronto verás quién resulta enterándose sobre el contenido de ese famoso inventario.

La llegada de Tonks a Hogwarts fue muy buena, y la forma en que Snape se enteró pues… la dejo para que seas tu quién opine sobre si fue la más adecuada.

Remus peca de poco delicado a veces, pero es que no sabe todo lo que Harry y Ginny descubrieron en el castillo de Snape. El supone que Harry no podrá averiguar nada más, ¡si supiera!

Tienes razón con respecto a Harry, la idea de inventarse excusas sólo esta en su mente, porque nadie piensa mal, o mejor dicho nadie pensaba mal, hasta ahora. Y parece que me leyeras la mente, porque la reacción de Ron será precisamente por la forma de actuar, no por la relación (pero no sigo para que no le pierdas interés a la historia).

Ginny esta cien por ciento segura de que entre Harry y ella no existe nada, es por eso que se niega tan rotundamente a que se levanten rumores (aunque en el fondo le gusta la compañía de Harry más de lo que quiera admitirse). Pero es mucho más juiciosa que él para las deducciones, porque Harry peca de exagerado y paranoico. Yo también creo que ya es hora que Percy vuelva al redil y pida disculpas, más por la mama que por otra cosa. Espero que eso sea algo que Rowlin componga en el próximo libro (eso y muchas otras cosas más, como la relación Hermione – Ron y Harry – Ginny)

Con respecto a formar parte de la familia Weasley… pues te diré que Harry se las verá negras para lograrlo. Es que algo le tiene que costar ¿no?

Ojalá te guste el rumbo que toma la historia, ya ves que a pesar de no tomárselo muy bien al principio, Snape actúa de una manera un tanto desconcertante con Tonks, rechazándola primero y luego dándole confianza.
Bye

marcela: ¡Hola Marcela! Que bueno que te unes a los lectores de esta historia (¡doy saltos de alegría por eso!). Gracias por el concepto que te has hecho de mi como escritora (me he puesto roja por casi una hora) y a la historia (otra hora de sonrojo). Ojalá te guste lo de hoy.

Bye

Nocrala: ¡Hola Nocrala! Gracias por leer el fic. Espero que te guste como van las cosas entre Sev y Tonks en el colegio, y como se desarrollarán a partir de ahora. Aún me quedan algunos flash back sobre Florence, para aclarar (o confundir) las cosas.

Bye

Clau de Snape: ¡Hola amiga mía! Ya ves, sin pedirte permiso te coloco como mi Beta. Jijijijijijiji, es que realmente eres una gran ayuda para mí.

Creo que ninguna de nosotras sacaría esa sarta de tonterías que Harry ha puesto como conclusiones (aunque haya sido yo quien las escribiera). Pero reconoce que el ojiverde siempre esta dispuesto a señalar acusadoramente a nuestro querido profesor de pociones. Si supiera la verdad (y la sabrá, te lo aseguro) se daría cuenta de lo irracional que ha sido.

¿Has estado leyéndome la mente amiga mía? Porque tus conclusiones sobre el filtro amoroso de Snape no están tan mal encaminadas. Ya lo verás cuando lleguemos allí.

Ya ves que Lavender, aunque al principio estaba de curiosa decidió dejarlo todo por la paz (que la niña tiene sentimientos), para desgracia suya la escucharon, y sin quererlo ha desatado un tremendo chisme en Hogwarts. Ya verás las consecuencias que eso traerá, las cuales no serán muy buenas para los sentimientos que Harry esta experimentando.

A Tonks las cosas siempre se le complican innecesariamente, yo creo que porque tiene cierta dosis de inseguridad. Las clases no se le han dado bien pero gracias a Snape (suspiro) ha salido adelante. Y lo que se viene será mucho más interesante (o eso espero). Ojalá te guste como va desarrollándose la historia. Te mando muchos saludos.
Bye.

Samara-Snape: ¡Hola Samara! Veo que todo el asunto de Florence ha puesto tu mente a mil por hora. Algunas de tus ideas son correctas, pero no te diré cuales (jejejejejejeje, esa vena malvada que ha veces me sale).

Siento haberme tardado con el cap, pero como tu dices, primero son los deberes, aunque me duela. Me alegra que sigas conmigo en esta interesantísima travesía por las letras. Jijijijijijijiji.

Si, somos (y me incluyo, por supuesto) muchísimas las que desearían tener a Snape, pero dependeremos que la divina voluntad de Rowlin para saber su futuro, aunque si no nos gusta, siempre podemos inventarnos uno nuevo ¿no crees?

Saludos hasta tu pozo. Bye.

Elanor Black: ¡Hola Miss Black! ¿Como has estado? Ojalá que muy bien.

Si Harry no se pusiera ha sacar sus propias conclusiones se daría cuenta que sólo necesita hacer las preguntas correctas a las personas adecuadas, pero así es él, siempre yéndose por el camino difícil. Lo del matrimonio no es tan fácil, porque el expediente esta sellado y nada de lo que intenten logrará abrirlo. Eso será lo que aumente las locas ideas de Harry (y ya no sigo para no adelantarte nada más)

La sesión de espionaje de Lavender y Parvati no fue como ellas esperaban, pero el resultado de todo eso será un rumor muy interesante, ya lo veras.

Bye

Ceywen: ¡Hola Ceywen! Ya ves que las chicas quisieron comportarse adecuadamente, pero esta vez sus intenciones se verán arruinadas por alguien más. El problema va a surgir, pero no por su culpa.

Ya ves la reacción que Snape tuvo, y la de Remus. Es obvio que sus caracteres son diametralmente opuestos. Pero ya sabemos que si el hubiera hecho esas muestras de alegría nadie se lo hubiera creído (ni el mismo, para empezar)

Me temo que si falta para saber sobre la muerte de Florence, pero espero que no te desesperes hasta que llegue allí.

Con respecto a Percy, no hay problema, si tu también quieres que se vuelva un buen chico, hazlo. Eso hará muy feliz a Molly.
Bye amiga.