¡HOLA! Como verán, continúo con cierto desorden en lo que corresponde al fic. En vista de que las cosas en mi trabajo pintan a seguir por el mismo rumbo que hasta ahora, me veo en la necesidad de cambiar el día de subir el capítulo. De ahora en adelante lo haré los viernes. Eso me dará tiempo para escribirlo y revisarlo, y así no tendré que dejar alguna semana sin publicarlo. Espero que no les moleste y continúen conmigo por más tiempo.
Gracias a mi beta, Clau de Snape por corregirme las tildes. Siempre termino comiéndome alguna (¿será por eso que he aumentado de peso últimamente?). Espero que este capítulo les guste.
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EXTRAÑAS CONCLUSIONES
Dos noches seguidas había escuchado los pasos que se acercaban a la puerta de su aula, disminuían su ritmo y luego se alejaban. Ahora, cuando se acercaba el momento de escucharlos por última vez (Según él le había prometido), Tonks se sentía inquieta. Su orgullo aún estaba herido, pero las anotaciones en su agenda sobre el uso de las pociones para la defensa, saltaban ante sus ojos como recriminaciones. Era un tema importante que ella debía explicar y no creía hacerlo correctamente sin la ayuda de Snape.
"Si tan sólo no hubiera sido tan arrogante y despectivo"
Si, arrogante y despectivo, pero al escapar de él ella había contribuido a enfadarlo. Observó el pequeño reloj en forma de búho que se encontraba sobre su escritorio. Faltaban quince minutos para las ocho de la noche, la puerta seguía cerrada y ella todavía no estaba segura de lo que haría cuando lo escuchara acercarse. Caminó por el aula, hizo levitar algunos objetos y revisó si le faltaba calificar alguna de las tareas. Sus opciones de distracción se le habían acabado y aún le quedaban cinco minutos de espera. Con lentitud se acercó a la puerta y se quedó parada frente a ella.
¿Por qué estaba allí? ¿Por qué simplemente no se retiraba a su habitación? ¿Qué morboso sentimiento la hacía esperar escuchar el sonido de esos pasos? No lo sabía, pero algo le impedía irse e ignorar al profesor Snape.
Si abría, estaría aceptando su ayuda. Él entraría y estaría a su lado todo el tiempo que ella quisiera. Si no, él no insistiría. Aún así, Tonks tenía miedo de que aquello implicara que él se alejara también de ella. No tenían una relación cercana, ni nada parecido, pero en ciertos momentos había sentido que podían llegar a congeniar (o tal vez sólo era un íntimo deseo, que no se atrevía a confesarse a si misma, de que así fuera).
Suspiró profundamente y se alborotó el cabello, pero no se movió de donde estaba.
"¡Por Merlín Tonks! Pones todo esto como si fuera trascendental. El no "entrar" en tu vida. Y tampoco estás "rechazándolo". Para él, esta es una tarea que le fue encomendada. ¡Reacciona! Estará el tiempo que necesites para ponerte al día con tus clases, pero no de la manera que piensas No se quedará contigo el tiempo que TÚ quieras, simplemente será como si volviera a ser tu profesor. ¿Quieres realmente eso? ¿No prefieres mantener distancia con un hombre que te irrita?
El reloj ululó ocho veces y casi inmediatamente escuchó sus pasos: firmes, sin vacilación al andar. Pero esta vez los pasos no siguieron de largo sino que se detuvieron. Ella adivinó que estaba parado frente a la puerta.
"Bien Severus. Estas aqu y la puerta sigue cerrada. No esperarías algo diferente ¿verdad? La chica tiene orgullo y dignidad. No querrá tener nada que ver con un tipo como tú: Amargado, solitario, grosero y desagradable. Ella es lo suficientemente inteligente como para desempeñar su cátedra sin tu ayuda. Y si no sabe algo, la biblioteca esta llena de libros de texto que puede consultar. TÚ no eres indispensable, ni siquiera necesario. Nunca lo has sido, incluso ahora, que te brindaron la oportunidad de estar cerca de lo único en que eres realmente bueno: La defensa contra las artes oscuras"
Transcurrieron unos segundos y al escuchar Tonks que se marchaba, abrió precipitadamente la puerta. Salió al pasillo y estuvo a punto de chocar con Snape, ya que éste no se había alejado demasiado.
Él la observó con una mezcla de curiosidad y sorpresa. Ella sólo atinó a regresar a su escritorio (dejando la puerta abierta). Escuchó que él entraba al aula detrás de ella.
- Profesor – trató que su voz sonara casual - ¿podría decirme cómo se hace para que salga una poción de la varita?
- Nym – enfatizó el nombre para que ella comprendiera que solicitaba una tregua – Las pociones no "salen" de las varitas. Se trata de un hechizo que materializa una poción, la cual debe estar preparada previamente. Es algo parecido al "Accio"…
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Harry podría jurar que a Ron le pasaba algo. Últimamente se comportaba diferente. Estaba muy serio y en la sala común se sentaba junto a Hermione a estudiar, dejándolo casi siempre con la única compañía de Ginny. Y como ella (desde aquella catastrófica plática en el lago) rehuía el quedarse cerca de él, terminaba trabajando sólo, algo alejado de los demás. Aunque le había preguntado una y otra vez a su amigo que sucedía, este siempre contestaba que nada y se esforzaba por reír, pero era evidente que luego de unos momentos lo observaba fijamente, como estudiándolo. Hermione no había sido de gran ayuda, ya que juraba por la vida de su gato que no sabía nada.
"Si se tratara de lo que andan diciendo, seguro que ya me habría reclamado. Pero si no es eso ¿Qué demonios le pasa?"
Se encontraban en la clase de Herbología, abonando un retoño de "Lazo del diablo". Ron estaba un poco más allá, tratando que su espécimen no se le enredara en el brazo. El pelirrojo se había vuelto bastante aplicado desde que habían regresado al colegio, seguramente para mantener abierta la posibilidad de alcanzar su sueño de ser auror. Esa podría ser una de las razones para su alejamiento, pero Harry presentía que no era eso. Además siempre se lo topaba en las esquinas, como si estuviera siguiéndolo.
Al terminar la clase, Harry se quitó la bata que le protegía el uniforme. Cuando la guardaba en la mochila notó que había un trozo de pergamino en uno de sus bolsillos. Disimuladamente lo desdobló y se topó con la letra de Ginny:
"Lechucería, nueve en punto"Con nerviosismo miró a todos lados, pero estaba seguro que nadie lo había visto leer la nota. La colocó nuevamente en el bolsillo y siguió a sus compañeros hacia el castillo.
Ginny había escogido la ocasión ideal, ya que todos los alumnos del sexto curso (incluso los que no llevaban esa clase) tenían que estar en la "famosa" torre de astronomía para presenciar una rara lluvia de estrellas que se producía una vez cada 500 años. Debido a que Harry aún no había terminado la tarea de pociones, no le fue difícil utilizarla de excusa para marcharse temprano de la torre. En la tarde había escuchado a unos chicos decir que debido al exceso de tareas tendrían que trabajar hasta tarde en la biblioteca; así que se encaminó hacia allí. La encontró llena de alumnos del cuarto curso, afanados sobre los pergaminos. Sin vacilación se dirigió hacia su fiel "admirador" Colin Ceevey y le dijo que necesitaba consultar algunos libros, pero que se sentaría al fondo para no interrumpirlos. Tal como lo había imaginado, éste se ofreció para cuidar que nadie lo molestara. Harry le dio las gracias y se sentó en una mesa medio oculta por unos estantes. Encendió una vela y hechizó una pluma para que se moviera sobre un trozo de pergamino, simulando que alguien escribía. Luego se colocó su capa de invisibilidad y sin ningún inconveniente llegó a la lechucería. Ginny lo esperaba allí, apoyada en el marco de una ventana. Observó su perfil iluminado por la luna, que la hacía parecer como una de esas esculturas que había visto en libros muggles, cuando hablaban de la antigua Grecia. Ginny giró su rostro y Harry no pudo reprimir una sonrisa.
- Espero no haberte causado demasiadas molestias – Ginny se separó de la ventana con delicadeza.
- En absoluto, ¿hace mucho que me esperas?
- No, llegué hace unos minutos.
- ¿Te costó evadir a tus amigos?
- Para nada, sólo les dije que vendría a enviar una carta a mis padres.
Sus palabras sonaban con eco. La lechucería estaba vacía y silenciosa ya que sus habitantes habían salido a cazar. Harry se dio cuenta que sin el murmullo de cientos de aves era un lugar bastante tranquilo.
- ¿No se extrañaron por eso? – Harry señaló a su alrededor – no hay lechuzas en este momento.
- Tal vez – se encogió de hombros – pero nadie me preguntó nada. A veces vengo aquí en las noches.
- ¿Si? ¿Por qué?
- Me gusta este lugar, la gente no viene aquí más que para enviar cartas. Es bueno si quieres pensar un poco sin que te interrumpan.
Harry la miró con cierta extrañeza. Ginny era una persona con muchos detalles, detalles que él nunca había notado antes. Se preguntaba si alguien se había tomado la molestia de dedicarle un poco de atención, la suficiente para descubrir todo lo que tenía, la interesante y maravillosa persona que se perfilaba tras su rostro pecoso. Pero no le agradó la idea de que ese "alguien" fuera algún chico. Ese sentimiento hizo que, de pronto, llegaron a su mente las palabras que Ron le había dicho en el castillo de Snape: "Lo que quería saber es si te gusta Ginny"
Siguió observándola por unos momentos. "¿Me gusta Ginny?" Sintió algo cálido en su interior, como cuando tomaba una cerveza de mantequilla; pero la sensación de ahora era mucho más intensa. Al fin podía decir que tenía la respuesta a esa pregunta. "Si. No se como no me había dado cuenta antes. Ginny me gusta, me gusta muchísimo"
La certeza con que esa afirmación le golpeó le dio fuerzas para preguntarle algo que lo tenía intrigado.
- Ginny... ¿Por qué me has estado evitando?
- ¿No es obvio? Para evitar los rumores.
- ¿Te molestan?
- No quiero causarte problemas.
- ¿Problemas? ¿Qué clase de problemas?
- Los que podrías tener con Cho, o con Ron, o con Hermione.
- ¿Qué tienen que ver ellos?
- Cho te gusta, y no creo que el hecho de que nos "emparejen" sirva para acercarte a ella.
- Ginny, escucha, entre Cho y yo...
- Y está Ron. Se que me quiere, pero es un hermano demasiado sobre protector. No quiero que haya algún malentendido entre ustedes dos por culpa mía.
- Ginny...
- Y Hermione no querría que te distrajeras de tus estudios, además si Ron anda cuidándome no tendrá tiempo para ella.
- Ginny, estas... – Harry se detuvo para asegurarse que había escuchado bien lo que Ginny había dicho - ¿Qué quieres decir con eso de "tiempo para ella"?
- ¿No te has dado cuenta que mi hermano le gusta a Hermione y viceversa?
- Bueno si, pero no veo qué tiene que ver eso.
- Ron es bastante despistado, y si no ha notado aún lo que Hermione siente por él, mucho menos lo hará si tiene la mente dividida entre sus estudios para ser auror y mi vida sentimental. Y si Hermione no ha hecho algo drástico aún, no dudo que lo haga si Ron deja pasar el tiempo.
Harry cerró los ojos un momento para tratar de ordenar todo lo que Ginny había dicho. Él creía que todo se reducía a lo que sentía por Ginny, pero ahora se daba cuenta que habían muchas más cosas en juego, cosas que se interponían entre ellos. Aunque la que seguía atormentándolo era si Ginny aún se sentía atraída por él.
"¿Y qué quiso decir con "mi vida sentimental"?
- Ginny, respóndeme algo con sinceridad. Dejando a un lado todo lo que me has dicho... ¿Cuál es la verdadera razón para que te moleste el rumor?
- Que no es cierto.
- ¿Eso qué significa?
- Que tú y yo somos amigos, simplemente. Y lo que andan diciendo no es la verdad. Tú y yo no somos pareja y nunca lo seremos.
Harry tragó con dificultad. ¿Había escuchado bien? Quiso hablar pero tenía la garganta seca. ¿Qué podía decirle? ¿Que existía la posibilidad de que el rumor fuera cierto? Pero… ¿era así realmente?
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Los alumnos habían bajado de la torre de astronomía con cierto bullicio, deseosos de irse a dormir. Todos a excepción de dos. Hermione había dicho que necesitaba confirmar unos datos para su clase, y nadie había tenido razón para dudarlo. El que Ron se quedara para hacerle compañía, tampoco había suscitado ideas extrañas o dado motivos para algún nuevo rumor. La mayoría de población estudiantil no consideraba posible que entre ellos pudiera existir ningún tipo de relación diferente al de la amistad. Eran demasiado conocidas sus peleas como para pensar alguna otra cosa.
- ¿Los ves?
- No. ¿Estás seguro que están en la lechucería?
- Si – Ron tenía entre sus manos una bola parecida a una recordadora – Bill me aseguró que funcionaba, y ya has visto que es cierto, siempre me ha dicho donde anda. Si la "ubicadora" dice que esta allí, es porque lo está.
- ¿Le dijiste a tu hermano para qué la querías?
- Más o menos. Dije que era para cuidar a Ginny, y él no me hizo más preguntas.
- Aun no puedo creer que Bill confíe tanto en ti. Te aseguro que si le hubieras dicho que querías ese aparatito para espiar a tu hermana te habría dado un buen golpe.
Sin hacerle caso, Ron colocó la ubicadora a la altura de sus ojos.
- ¿En qué parte del colegio de Hogwarts esta Ginny Weasley?
El humo que había dentro se movió, formando lentamente la palabra "lechucería".
- ¿Ves? Sigue allí.
- Podría estar sola.
Esta vez Ron pregunto por Harry, obteniendo la misma respuesta.
- ¿Cómo es que podemos ver las estrellas pero no a ellos?
- No lo sé Ron, tal vez estén – iba a decir "escondidos", pero hubiera sido un inmenso error – detrás de alguna percha.
Ron se acercó hacia otro telescopio, dirigiéndolo hacia las ventanas de la lechucería. Al ser más alto que Hermione pudo inclinarlo un poco más hacia abajo.
- ¡Allí están!
Hermione movió el suyo hacia donde Ron indicaba, tuvo que ponerse de puntillas para distinguir algo. Observaron que Harry y Ginny estaban hablando, pero no había nada sospechosos en su comportamiento. Ron movió el lente, ajustándolo para enfocar mejor.
- Me pregunto que dirán...
- No lo se, pero Harry no tiene una expresión muy alegre que digamos.
- Tal vez estén discutiendo.
- No lo creo – Hermione notó que Harry se ponía pálido – más bien pareciera que Ginny le dijo algo que lo sorprendió.
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- ¿Te sientes bien?
- Yo... sí, no te preocupes – Harry se acercó a la ventana – Oye Ginny, yo…
- Recibí carta de Percy.
- ¿De Percy? – Se giró hacia ella – ¿Sigues manteniendo correspondencia con él?
- Si. Creo que esta confundido. Es ambicioso, y siempre consideró al ministro como alguien que lo sabía todo. Pero ahora que ha descubierto cómo es en realidad, no está seguro de estar del lado correcto. Sin embargo, Percy aún es demasiado obstinado para pedir disculpas, y tal vez cree que el ministerio aún pueden arreglar las cosas... no lo se. Pero mientras me escriba yo pienso responderle; sospecho que en el fondo nos extraña… – sonrió, un poco avergonzada por hablar tanto – Me estoy desviando de la razón por la que te cité aquí – sacó un trozo de pergamino de su bolsillo – En mi última carta le conté a Percy sobre las clases de Tonks, y el me respondió que no se sorprendía el que estuviera en Hogwarts, ya que fue por culpa del profesor Dumbledore que la despidieron…
- ¡Eso no es cierto! – Tonks les había comentado a los alumnos que su despido se debió al hecho de no apegarse a las expectativas del ministerio – Dumbledore no tuvo nada que ver.
- Eso lo sé, pero recuerda la forma tan particular que tiene Percy para interpretar las cosas. Pero eso no es lo importante. Según Percy, la última asignación de Tonks fue aquí, en Hogwarts.
- ¿Cuándo fue eso?
- Unas semanas después de que empezara el año escolar. Vino a realizar un registro, para cumplir con el decreto número treinta y cuatro.
- Sé cual es, Ron me contó sobre él. Supusimos que investigarían a Snape, la familia de Malfoy y otros. No nos equivocamos, por lo visto.
- Así fue, precisamente después de cumplir con esa asignación fue despedida.
- ¿De verdad?
- Percy no cree que el registro haya tenido algo que ver. Pero lo verdaderamente curioso es el reporte que Tonks entregó. Contenía un inventario detallado de las pertenencias del profesor Snape.
- ¿Y?
- Primero, el castillo no aparece como su domicilio, sólo Hogwarts. Y segundo, está consignado que posee una poción llamada "Amore"
- ¿Qué es eso?
- Un filtro amoroso.
Los ojos de Harry destellaron. Eso sólo podía significar una cosa…
- ¡Es la poción que uso con Florence! – se quedó quieto por un momento, luego se sujetó la cabeza entre sus manos – ¡Por Merlín! ¡Snape asesinó a su esposa!
- ¡Shhhhhh Harry! No te alteres. El que tenga esa poción no quiere decir nada…
- ¡Te equivocas! Demuestra que yo tenía razón.
Ginny lo observaba con desconsuelo.
- No debí decírtelo…
- ¡Claro que sí! – La sujetó por los hombros – ahora ya sabemos lo que pasó.
- Harry, no sabemos nada. Sólo estamos especulando – con desgano se separó de él – fue un error el haberte citado aquí.
A Harry no le gustó el tono de su voz.
- ¿Si crees que fue un error por qué me lo dijiste?
- Creí que… los dos estamos metidos en esto ¿no? Así que pensé que era lo correcto decirte todo lo que averiguara sobre el asunto.
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- ¡Chispas! Daría cualquier cosa por escuchar lo que dicen. Hermione… ¿no podrías…?
- ¡No! Y aunque pudiera, no lo haría.
- Pero…
- Olvídalo. Puedo acompañarte a estas sesiones de espionaje, pero me niego rotundamente a utilizar algún hechizo para escuchar lo que dicen.
Ron volvió su atención al telescopio. Sabía que no podría convencer a Hermione de que usara sus conocimientos para ayudarlo.
- Ron, ¿Por qué no simplemente les preguntas que se traen entre manos?
- Porque no me dirán nada. Sólo si los atrapo en algo sospechoso me dirán de qué se trata todo esto. Conozco demasiado bien a Harry y se que, cuando quiere, puede ser tan hermético como una ostra. Mi hermana no se queda atrás, por cierto.
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- Creo que tal vez sería mejor que ya no sigamos con esto. Podríamos meternos en problemas.
Harry no lograba entender por qué ella le decía de repente esas cosas. ¿Había perdido el entusiasmo que la llevo a investigar el castillo o quería alejarse definitivamente de él?
- No creo que podamos dejar de investigar. Hay una muerte de por medio.
El silencio los envolvió y Harry tuvo miedo de que ella realmente quisiera dar por terminado ese asunto.
- Ginny, si te prometo que dejaré de insistir en que Snape es el culpable… ¿continuarás ayudándome a descubrir de que se trata todo esto?
Ella se rió, divertida.
- ¡Harry! ¿Por qué no habría de ayudarte? Yo fui quién te metió en todo esto ¿recuerdas? – con cuidado le quitó un poco de heno que tenía sobre el hombro – No me hagas caso, es sólo que cada vez que recibo carta de Percy me pongo un poco melancólica y me da por pensar demasiado, pensamientos pesimistas quiero decir.
- Está bien, por un momento temí que ya no quisieras, ya sabes… "andar conmigo".
Rieron al mismo tiempo y sin saber por qué se abrazaron.
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- ¡Demonios!
Antes que Hermione pudiera detenerlo, Ron se precipitó escaleras abajo. Ella lo siguió tan rápido como pudo, pero no fue suficiente para alcanzarlo antes que el pelirrojo llegara a la lechucería.
Harry y Ginny escucharon un estrépito en las escaleras que conducían a donde se encontraban. Ron apareció en el umbral completamente agitado, con una expresión de enfado tan grande que los asustó, haciendo que se separaran inmediatamente. Sin darles tiempo a nada más, tomó a Harry por las solapas de su chaqueta, lo empujó contra una de las paredes y levantándolo unos centímetros del suelo le habló con un tono de voz tan bajo que parecía un susurro
- Ahora Harry tú y yo vamos a hablar claramente.
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ReviewSamara-Snape: Hola Samara, ¿qué tal tu pozo? Espero que no demasiado húmedo. Para satisfacer tu curiosidad ya sabes que hizo Ron, o mejor dicho, tienes una idea más o menos de lo que puede suceder.
Con S y T hay esperanzas, ya que por lo menos comenzarán a trabajar. Veremos como les va. Bye
Sami: ¡Hola Sami! Que gusto encontrarme contigo en msn. Nunca me imaginé que tuviera lectoras tan jóvenes. Gracias por decir que mi fic te inspira (me has puesto roja como un tomate). Espero que no haya sido muy complicada mi explicación para registrarte, y ojalá pueda leer pronto tu fic. Bye
Melisa: ¡Hola Melisa! Aún me sorprendo cuando me llegan review de nuevas lectoras. Me sorprendo, pero me alegro. Que bueno que te guste el fic, empezando por el hecho de que como dices no habías leído antes uno de Tonks. A mí en lo personal me gusta mucho ese personaje, y desde que leí sobre ella me imaginé que sería perfecta para Snape. No se porque, tal vez porque considero que los opuestos se atraen. Espero que este capítulo también sea de tu agrado. Bye
P.D. ¿Sabes una cosa? Siempre me ha gustado la forma de hablar de los Colombianos (y las colombianas también)
Arshy: ¡Hola Arshy! Perdona que te haga tan larga la espera por los capítulos, pero ya ves, no siempre puedo subirlos cuando deseo. Lamento no avanzar tanto en la historia como quisieras, pero es que conmigo casi siempre las cosas son lentas (creo que mi problema es que explico demasiado). Acá escribí un poquito más sobre T y S y sus particulares formas de pensar. Y también algo sobre los chicos, que siguen inmersos en sus "secretos". Ojalá te guste y siga contando contigo. Bye
Kiche: ¡Hola Kiche! Como dicen, genio y figura hasta la sepultura, y era de esperar que S surgiera irremediablemente con su característico humor. Con respecto a lo que Snape piensa, pues... en el capítulo 8, "Reflexiones" sabemos un poco sobre el sentir de Snape con respecto a Sirius, pero aún no he escrito nada sobre lo que piensa de él y Tonks. Es algo que planeo hacer en los próximos capítulos. No te creas, S y T no van a ser tan amigos como imaginamos, ya veras porque (esta bien, lo confieso, tengo manía de hacer ese tipo de comentarios. Me declaro culpable y acepto el castigo que desees imponerme, pero que no sea muy doloroso por favor, que aún tengo que escribir el final de este fic).
No se si te dará risa lo que Ron hace en este capítulo, espero que a tu hermano nuca se le ocurra algo semejante.
Espero que pases una feliz semana. Bye
P.D. ¿En que trabajo? Son Analista de sistemas y programadora. En otras palabras, hago programas para computadoras. No suena muy glamoroso, pero que le vamos a hacer. A mi me encanta.
Clau de Snape: ¡Hola Clau! Ya ves, no tuve excusas esta semana, pero si cambié el día. Jejejejeje, si no es una cosa es otra.
Yo también opino lo mismo con respecto a McGonagall, por muy severa que parezca estoy segura que por dentro es una mujer comprensiva y cariñosa. Muy correcta en sus opiniones, pero siempre dispuesta a dar una mano a quién lo necesite. Por lo menos ayudo a que Tonks se decidiera. Lástima que S lo arruinó todo con su carácter, pero por lo menos se ofreció a ayudar. Eso debe contar algo ¿no?
Creo que sí, que el pobre tiene que tomar tranquilizantes cada noche, porque T lo ha puesto excesivamente nervioso. Ya veras en que termina todo esto del asesoramiento. T no fue tan intransigente como alguien pudo haber pensado (Vamos, que todos sabíamos que no iba a rechazar la oportunidad de estar con S). Si, Clau, T esta dejando que S entre en su corazón (sospecho que has estado leyéndome la mente otra vez).
Por mucho que Ron tratara de evitarlo, su instinto de hermano protector lo ha traicionado otra vez. Quiso tener pruebas, pero sólo vio un simple abrazo y mira como reaccionó. Y Harry, cuando al fin reconoce lo que siente tiene que escuchar semejantes cosas de Ginny. Como tu dices, la adolescencia, la adolescencia.
Espero que disfrutes este capítulo. Bye
Ceywen: ¡Hola Ceywen! Aunque no lo creas, si hay personas tan tercas en este mundo. Yo he conocido a más de alguna (y confieso que también lo soy de vez en cuando). Las sesiones entre T y S traerán consecuencias, te lo aseguro.
Tendrás que perdonar a S y su loca idea de seguir a T, pero recuerda que él no se queda con las cosas, siempre tiene que decir la última palabra. Y ya ves, T reconoce que tuvo parte de culpa en lo que sucedió.
Entre Harry y Ginny pues.... ya veremos que sucede después de que hablen con Ron, claro, siempre y cuando Ron deje que Harry diga algo. (jejejejejeje). Bye