¡Hola nuevamente! Lamento no haber publicado el viernes pasado, pero tuve una semana bastante ocupada, y antes de que me diera cuenta ya era jueves y yo apenas había empezado a escribir el capítulo. En fin, luego de las excusas pertinentes (dicen que desde que se inventaron, nadie queda mal) pasamos al capítulo. Espero que sea de su agrado (esta vez no es tan grande como los anteriores, así que su lectura será rápida, o... eso espero).

Gracias a Arshy Moonlight por compartir conmigo una canción tan bella, a Clau de Snape por ser una beta ¡y una amiga! tan maravillosa. Gracias por apoyarme, corregir las tildes y por todo el cariño que siempre me brindas, así como por darme muy buenas ideas, frases y palabras para las escenas de S y T y hacerlas creíbles. A Ceywen por tomarse el tiempo de leer la escena que me tenía tan preocupada y asegurarme que no se salía de los personajes (y corregir esa costumbre que tengo de ser medio ambigua con algunos diálogos). Clau y tú me quitaron cualquier duda que tuviera. ¡Gracias mil a las tres!


CUANDO NO PIENSAS EN LO QUE DICES Y NO HACES LO QUE PIENSAS

Fred condujo a Harry hacia lo que parecía un cobertizo, ubicado atrás de la madriguera. Abrió la puerta sin mucho esfuerzo y empezó a quitar cajas y trastos de su camino.

- ¿Qué hacemos aquí? – Harry no dejaba de lanzar miradas hacia la, ahora distante, mesa de regalos.

- Estamos buscando – Fred movió un caldero que parecía haber llegado al final de su vida útil – el espectáculo de esta noche.

- ¿El qué?

- ¡Aquí está! – con aire triunfal sacó una caja de madera, de regular tamaño.

Con seriedad le quitó la tapa para que Harry admirara su contenido. Cuando éste se asomó, pudo observar que la caja estaba llena de pequeños cohetes, no mayores que una uña. Algunos eran muy parecidos a los que utilizaban en las navidades, pero en miniatura.

- ¿Qué es eso?

- ¿Tú que crees?

- Insinúas que son… acaso convirtieron… – la cara del gemelo lo decía todo – ¡Oh vamos, no hablarás en serio! Éstos no pueden ser fuegos artificiales

- Harry – el pelirrojo parecía realmente sorprendido por ese comentario – ¿Qué clase de magos seríamos si no fuéramos capaces de reducir algo tan simple como unos vulgares cohetes?

- Tu mamá no sabe de esto ¿verdad?

- No estamos tan locos como para decírselo y esperar a que los desaparezca – cerró cuidadosamente la caja – sabemos como reacciona ante cualquier idea nuestra, por muy genial que sea. Y en especial si la idea combina pólvora y fuego.

- ¿Y cómo lograron esconderlos? Porque, conociéndolos, ella habrá supuesto que no dejarían pasar esta oportunidad de obsequiarnos con alguno de sus "sortilegios", así que habrá buscado por todos lados… incluso, bajo las piedras.

- Verás Harry – lo tomó por los hombros, conduciéndolo hacia la salida – Mamá nos considera, a diferencia de nuestros hermanos mayores, un caso perdido. Pero ella no sabe que sus "responsables" hijitos nos solapan y nos dan ideas la mayoría de las veces. Eso sin contar, claro está, al estirado que vino hoy y a quién no echamos por respeto a Ginny. Es por eso que planeamos esta pequeña sorpresa con ayuda de C – Fred observó que su acompañante lo veía con cara de no saber de quién estaba hablando – quise decir, de Charlie. ¿Ves lo que tiene grabado en la tapa? – Harry asintió al ver el dibujo de un dragón que formaba con el cuello una "C" y con la cola una "W"– es el emblema del segundo de abordo. Nos sugirió que metiéramos este tesoro aquí, ya que mamá jamás registraría sus cosas. A lo sumo, las movería de lugar – una brillo malicioso apareció en sus ojos – la pelirroja mayor no conoce muy bien a sus retoños ¿no crees?

- Tengo la impresión que no.

Con sigilo caminaron hacia un árbol bastante frondoso, junto al que (para alegría de Harry) se encontraba la dichosa mesa de regalos. Se colocaron un par de metros atrás del árbol y comenzaron a enterrar en el suelo las varitas a las que iban amarrados los cohetes, procurando dejan bastante espacio entre ellos. La poca claridad que les llegaba y el tamaño de los cohetes les dificultaban el trabajo, haciendo que no avanzaran tan rápido como el joven mago hubiera querido.

- ¿Por qué no los agrandas de una vez? – Harry hablaba en susurros a su compañero, aunque no creía que alguien pudiera escucharlos. Los invitados estaban muy ocupados platicando entre ellos.

- Porque entonces llamaríamos la atención. Es mejor así, te lo aseguro

Al cabo de unos quince minutos Harry colocó el último cohete. A su lado, Fred estaba absorto en la tarea de revisarlo todo. Aprovechando la distracción de su compañero, se dirigió a la mesa. No había avanzado mucho cuando se dio de frente con "algo" que lo hizo caer al suelo. Lo curioso es que él no había visto nada allí.

- ¿Harry? – Fred se giró cuando escuchó ruido a sus espaldas - ¿estás bien?

- ¿Qué es eso? – Harry estiró la mano y sus dedos se toparon con una especie de barrera invisible. Siguió recorriéndola y se dio cuenta que era una superficie lisa y dura, como una pared.

- Perdón, se me olvido decirte – procuraba contener su risa mientras lo ayudaba a levantarse – Mientras tú y yo estábamos buscando el paquete, Bill colocó una protección tanto al árbol como a la mesa. Es como una burbuja, creo. Evita que cualquier cosa se le acerque.

- ¿Cosa?

- Bueno, no me refería a ti por supuesto. Queremos un espectáculo, no provocar un incendio ni arruinarle los presentes a Ginny.

- ¿Y no puedes quitarle esa protección?

- ¿Para qué?

- Por curiosidad… es decir… ¿podrías hacerlo?

- No hermano, ese hechizo es exclusivo del primogénito. Y mira que le hemos pedido miles de veces que nos lo enseñe. Ni siquiera el estirado sabe como hacerlo.

"Perfecto. ¿Cómo se supone que voy a dejar mi regalo ahora?"

- Vamos – Fred lo tomó por el brazo – falta poco.

- Pero…

- ¿Qué pasa?

- Nada. Camina, yo te sigo.

Se alejaron unos pasos y luego el pelirrojo se giró con la varita en alto.

- Agranda – Los cohetes recobraron su tamaño normal - incine

Una llamita pudo distinguirse en el extremo de cada una de las mechas.

- ¡Bien! Será mejor que regresemos antes que mamá nos eche en falta.

Lograron llegar justo en el momento en que los demás hermanos Weasley colocaban el pastel sobre la mesa. Los invitados se pusieron de pie y empezaron a cantarle el feliz cumpleaños a Ginny. Al finalizar, la señora Weasley le dio un beso en la mejilla.

- Ahora tesoro, pide un deseo y apaga las velas.

Por un segundo, la mirada de Ginny se cruzó con la de Harry, provocándole a la joven un vuelco en el estómago. "Por favor, que tenga fuerzas para aceptar lo que no puedo cambiar" – se inclinó para soplar sobre su pastel.

Harry observó como ella cerraba los ojos al pedir su deseo, y no pudo evitar formular también uno. "Por favor, que pueda conquistar su corazón"

Todos aplaudieron cuando la última velita se apagó. En ese momento, un fuerte estallido sobresaltó a la concurrencia, haciéndola girarse para observar el origen de éste. Detrás del árbol en que se apoyaba la mesa de los regalos empezaron a surgir miles de luces, formando hermosas figuras en el cielo: flores que se abrían y desaparecían, mariposas que se correteaban unas a otras para hacer surgir entre sus alas la figura de un dragón que lanzaba fuego hacia la noche. Después, estrellas y campanas, duendes y pasteles de calabaza. Por último surgió la figura de una bella hada que voló hasta posarse sobre la mesa. Con su varita hizo aparecer, con letras chispeantes, un bello mensaje:

Pedimos dulzura, amor, alegría, valor, inteligencia y felicidad.

Todo esto nos fue concedido cuando tú naciste.

¡Feliz Cumpleaños Hermanita! Te queremos muchísimo.

Las letras permanecieron por unos instantes y luego se transformaron en los nombres de los autores (incluyendo el de Percy) Lentamente fueron desapareciendo uno a uno, y cuando el último se borró, los presentes estallaron en aplausos para celebrar esta sorpresa. Ginny abrazó y besó a cada uno de sus hermanos, con los ojos llenos de lágrimas por ese regalo tan especial. Incluso la señora Weasley secó disimuladamente una lágrima que asomaba tímidamente y perdonó por esta única vez el que sus hijos actuaran de manera tan impulsiva.

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La cena estaba transcurriendo silenciosamente entre los dos comensales. Los únicos sonidos provenían de los cubiertos que, tanto Snape como Tonks, utilizaban. Cuando terminaban un platillo, otro tomaba su lugar. De esa manera habían ido ocupando el tiempo hasta ese momento, y las cosas no parecía que fueran a cambiar en el que faltaba. Pero eso no quería decir que Tonks estuviera pasando un mal rato. En el fondo, ese silencio la divertía. El que él no hubiera dicho ni media palabra desde que ella entrara, era un signo de cuan sorprendido había quedado al verla.

"No sé si eso sea bueno, pero por lo menos no me ha dicho nada hiriente hasta el momento. Sin embargo… me gustaría que dijera algo, aunque sea para quitarme esta sensación de que estoy cenando sola"

La verdad, a Snape no se le ocurría nada que decir. Por primera vez en su vida estaba en blanco. Nada que no fuera la chica que tenía frente a él, ocupaba su mente.

"¿Qué hizo? ¿Acaso esa apariencia la tomó de alguien? ¿Será realmente ella? Pero… yo nunca la vi así antes" – se fijó en lo tersa que se veía su piel con la luz de las velas. Frunció el ceño al darse cuenta que sentía una extraña armonía por tocarla – ¿En qué demonios estás pensando? –Cortó un trozo de carne y se lo llevó a la boca, tratando de distraerse, pero eso era imposible. Seguía viéndola de reojo – Quién hubiera sospechado que bajo esos colores estrafalarios y esa ropa extraña se escondía esta persona. ¿En qué momento aquella chiquilla torpe se convirtió en esta mujer? – tragó el bocado y bebió un poco de agua, pero sin dejar de observarla – Si ese es su verdadero rostro... ¿Por qué me lo muestra a mí?"

Tonks levantó la mirada y se encontró con los ojos de su acompañante. Le ofreció una leve sonrisa que no tuvo eco en él, pero eso no le importó, porque Snape no parecía estar disgustado con lo que veía.

"¡Diablos! Debería estar prohibido el ver de esa manera y también el lucir tan hermosa. No estaba preparado para esto"

- ¿Sucede algo? – Tonks pasó la servilleta por sus los labios, y Snape no pudo dejar de notar lo delicados que se veían. Ese pensamiento volvió a molestarlo muchísimo.

- ¿Por qué lo pregunta?

- Llevamos casi cuarenta y cinco minutos sin hablar.

- ¿Acaso tenemos algo que decirnos?

Ella volvió a sonreír ante este ataque. No estaba dispuesta ha que él le arruinara la noche, no importando los esfuerzos que hiciera para conseguirlo.

- Podríamos encontrar algún tema de conversación.

- Usted es la homenajeada, proponga algo.

- Veamos… ¿Promete responder a mis preguntas?

- Nunca prometo nada.

- ¿Ni siquiera en consideración a esta ocasión?

- ¿A qué se refiere?

- Es mi cumpleaños.

- ¿Y que hay con eso?

- Espere un momento – ahora la joven tenía cara de perplejidad – primero me dice que como soy la "homenajeada" debo proponer algo, y luego sale con un "y que hay con eso". ¿Por qué no se decide? ¿Siempre es tan contradictorio?

Un suspiro de impaciencia fue la única respuesta de Snape. Estaba confundido, eso era obvio. No actuaba como solía hacerlo y eso era demasiado cansado. Era más fácil ser desagradable y ofensivo, pero su invitada lo había sacado de balance. Debía retomar el control de la situación. Una manera de lograrlo era dejar que ella preguntara, responder de manera concisa y, siempre que se pudiera, cortante.

- ¿Y bien? – Tonks seguía en espera de una respuesta.

- ¿Qué?

- ¿Ya decidió algo? Tenía cara de estar sopesando pros y contras.

- Tal vez… sea mejor el silencio – Snape odiaba sonar inseguro – así evitaremos conversaciones desagradables.

- Le confieso que no me gusta comer sola y el que no hablemos me provoca esa sensación.

- La soledad no es mala compañera.

- Puede ser, pero no me negará que a la larga resulta agobiante.

- ¿No puede dejar de llevarme la contraria? Yo digo blanco y usted negro.

- Se equivoca, el negro no es mi color. Va más con usted.

Snape colocó los codos en la mesa y entrelazó sus manos, a la altura de su rostro. Luego apoyó la barbilla sobre ellas. La mirada con que la obsequió indicaba que no le había gustado su último comentario. Pero eso no la detuvo.

- Volviendo al tema original, ¿ha considerado el responderme?

- ¿Por qué insiste? Ni siquiera sé que piensa preguntarme.

- Pero eso no lo sé yo tampoco.

- Entonces ¿para qué hacerlo?

- ¿No le han dicho que es usted muy evasivo?

- ¿Y a usted que es demasiado curiosa?

- ¿Siempre es tan directo?

- Sí.

- ¿Alguna vez le hablaron que existe algo llamado "sutileza"?

- Me gusta ser franco.

- ¿Hasta rayar en la grosería?

- ¿Es esto un interrogatorio?

- No, profesor. Pero, ya que estamos aquí los dos solos, pensé que tal vez podríamos conocernos mejor.

- ¿Por qué querría conocerme mejor?

"Es una buena pregunta Severus, pero no creo poder decirte la razón. Pero ¿quién dice que las preguntas siempre deben responderse con la verdad? – Tomó su copa y la alzo levemente, mientras lo taladraba con la mirada. Sólo así podía mentirle sin que él lo notara.

- Me gusta conocer a las personas con las que convivo, ya sea a nivel profesional como personal.

No supo por qué, pero esa respuesta fue como un golpe en el estómago. Algo empezó a quemarle en el pecho. Casi podía escuchar como su propio pensamiento se reía de él – "¿Qué esperabas idiota? ¿Qué dijera que quiere conocerte porque le agradas?" – Aún así, siguió observándola con los ojos entrecerrados, casi sin pestañear. Ella no desvió los suyos. Parecía un duelo para ver quién demostraba mayor control sobre sí mismo.

- Es todo un record – dijo Tonks al fin, dejando intacta su bebida sobre la mesa.

- ¿Qué cosa? – le desesperaba que cambiara de tema sin siquiera hacer una pausa o por lo menos avisar sobre qué estaba hablando, ya que eso lo obligaba a interrogarla. No quería demostrar interés.

- No hemos gritado ni peleado en este tiempo.

- Tal vez porque no habíamos hablado.

- Es probable profesor.

Un nuevo silencio los envolvió, pero ninguno de los dos parecía dispuesto a romperlo.

- Al final terminó respondiendo a mis preguntas – Tonks iba a tomar su copa nuevamente, ya que sentía la garganta seca, pero no pudo evitar empujarla en vez de sujetarla.

- ¡No!

Él fue más rápido que ella y logró detener la caída. Al hacerlo, sus dedos se rozaron. El rubor tiñó las mejillas de Tonks ante este contacto, pero no apartó la mano. Él enderezó la copa, inquieto porque algo tan simple lo turbara.

- Debería tener más cuidado. No a todos nos hace gracia esa torpeza suya tan particular de la que no teme hacer gala, ni obsequiar indiscriminadamente, con el resultado de túnicas manchadas y manteles sucios.

Una nueva sonrisa que Snape no pudo evitar admirar. No entendía por qué lo desarmaba tan fácilmente con ella y por qué no respondía a sus ataques como en otras ocasiones.

- Usted tampoco teme demostrar esa particularidad suya…

- ¿Cuál?

- Su naturalidad para ofender

- Nym… está pisando terreno peligroso con ese comentario.

"¿Qué te pasa? Jamás lanzas advertencias antes de agredir"

- Usted lo ha estado haciendo desde el momento en que me invitó. ¿O creía que esta cena no iba ha ser peligrosa?

- ¿A qué se refiere?

- Pasar una velada compartiendo como un ser humano normal. Eso es algo que podría atentar contra su salud mental

"¡Es increíble! ¡Se está burlando de ti!"

- Ya que lo menciona, desde que la conocí mi salud mental pasó a preocuparme bastante, aunque no tanto como mi salud física. No es posible estar cerca suyo sin que uno se pregunte seriamente si no deberían declararla peligrosa. Es usted una provocadora de desastres, o más bien, un desastre en potencia.

- Que curioso, así es como me llama mi madre en sus malos ratos.

- Ratos que usted provoca, supongo.

- No siempre. Ahora que vivo sola tengo la impresión que me extraña.

- Pero nunca vivió realmente con ella. Pasó siete años aquí en Hogwarts y tres como aprendiz de auror. ¿Cómo podría extrañarla?

- Las vacaciones las pasaba en mi casa, con mi familia, y esos eran momentos muy especiales para nosotros, que compartíamos y disfrutábamos. ¿Usted no pasaba ese tiempo con sus padres?

- Por supuesto. Siempre regresaba aquí con alguna marca nueva.

- ¿Marca?

- Mi padre consideraba que el tiempo que yo estaba en casa era para que practicara algún nuevo hechizo en mi contra o para ejercitar la fuerza de su puño.

La expresión que se dibujo en el rostro de Tonks, mezcla de horror y compasión, hicieron que se incomodara. Odiaba que las personas sintieran lástima por él. A decir verdad, no sabía qué le había hecho decir esas cosas. El rencor que le producían esos recuerdos era únicamente suyo, no tenía por qué compartirlo. Lo mejor sería cambiar de tema.

- ¿Vive en Londres?

- No – Tonks parpadeó para disimular la turbación que le había provocado el doloroso recuerdo de Snape – compré una casa en el campo. Me gustan los espacios abiertos.

- ¿Es grande?

- No, es bastante pequeña. Y comparada con su castillo, es prácticamente diminuta.

- Le aseguro que preferiría mil veces su casa que la mía – había hablado sin pensar, y se dio cuenta muy tarde de lo que había dicho.

- ¿En serio? Entonces tal vez debería visitarme en alguna ocasión.

- ¿QUÉ? Yo…yo no lo dije con esa intención – Jamás había tartamudeado antes – no piense que…

- Tranquilo profesor – ella se sorprendió de haberse atrevido a invitarlo. Definitivamente no estaba actuando como normalmente lo hacía. ¿Sería acaso la bebida? – en mi casa hay una habitación extra para quién quiera llegar. Generalmente la usa Remus pero…

Un relámpago atravesó los ojos de Snape. Tonks supo inmediatamente que no debió haber mencionado a su amigo y a la habitación en un mismo comentario. Pero, después de todo, no veía por qué tenía que dejar de hablar de alguien que era tan importante en su vida. Tal vez era tiempo de aclarar algunas cosas.

- ¿Profesor?

- Dígame.

- ¿Podría explicarme por qué me invitó a cenar?

- ¿Honestamente?

- Fue para molestar a Remus, ¿Verdad? – estaba casi segura que esta era la razón, y era mejor que Snape se convenciera de una buena vez que no había nada entre ellos, aunque nada le indicara que tuviera que justificarse ante alguien que no estaba ni remotamente interesado en ella.

"¡Dile! ¡Ten valor por una vez en tu vida y dile la razón!"

- Se equivoca. La verdad es que fue usted muy amable durante aquel registro que ordenó el ministerio. Y también me ha soportado demasiadas cosas. No me gusta estar en deuda con nadie.

"¡MENTIROSO!" – Ese grito resonaba en su cabeza, pero jamás lo obligarían a confesar la razón de su invitación.

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Luego del pastel, Bill quitó el hechizo que protegía la mesa y Ginny empezó a destapar sus regalos. Harry no había tenido oportunidad de colocar el suyo y ahora veía con aprensión como ella iba destapando los presentes uno a uno.

- ¿Estás bien Harry?

Junto a él se encontraban Hermione y Ron, quién tenía el brazo sobre los hombros de su novia.

- No.

- Ya sé que tienes. Pero no te preocupes, ella entenderá el mensaje.

- No es eso.

- En serio, las cosas saldrán bien. Estuve conversando con la señora Weasley…

- ¿Hablaste con mamá?

- Si Ron, hable con ella. Al principio fue algo incómodo para las dos, pero al final me abrazó y me dijo que estaba feliz porque tú habías encontrado a alguien tan especial como yo.

- ¿Por qué? ¿No creía que fuera posible?

- Por supuesto que no, pero nunca imaginó que tú me quisieras. Dice que parecía que las chicas no te atrajeran.

- ¡¿Qué?! Voy a tener que hablar con ella seriamente.

Las notas de una canción llegaron hasta ellos, interrumpiendo su charla.

- ¿Qué es esto? – Ginny tenía entre sus manos lo que parecía un libro, pero sus hojas brillaban. Al cerrarlo, la canción dejó de escucharse.

- Eso, hermanita – George se adelantó hacia la cumpleañera – es un libro musical. Sólo tienes que decirle qué canción quieres y luego abrirlo. Cuando lo haces, la canción suena. No tienes que estar esperando a que la pasen en la radio, ahora puedes escuchar lo que tú quieras cuantas veces quieras. Eso claro, en la soledad de tu habitación, porque tampoco queremos que nos vuelvas locos.

- ¡Chispas! ¡Gracias Feorge! ¡Gracias Gred!

- Y otra cosa – Fred puso en manos de su hermana un pergamino, también dorado – aquí esta la lista de las canciones que tiene el libro. Si hay alguna que no esté, sólo escribe el nombre en este pergamino y se agregará.

- ¡Vaya! ¿Y qué pasa cuando el pergamino se llene? No parece uno común y corriente.

- Cuando eso pasa, debes comprar uno nuevo – Amelia Bones le sonrió con dulzura a quiénes la miraron con sorpresa por saber algo sobre el tema – yo le regalé uno igual a mi sobrina – explicó la señora.

- Ya veo – había un dejo de desilusión en la voz de Ginny, que no duró mucho tiempo – no importa, con las que tiene es más que suficiente – la alegría había vuelto a su rostro.

- Claro que no chiquilla, ¿Qué clase de hermanos seríamos si no te regaláramos algo con todos sus accesorios? Cada vez que se te acabe un pergamino, Sortilegios Weasley adquirirá otro para ti.

- ¡¿En serio?! ¡Ustedes son lo máximo chicos!

Ginny se mostraba más feliz con cada nuevo regalo. La lechuza la emocionó tanto como la capa nueva y el perfume. Sus padres le dieron una escoba nueva. Recibió artículos para el cabello, algunas prendas de ropa y unos bellos pendientes de plata.

- ¿Harry? – Hermione notó que sólo quedaban un par de paquetes sobre la mesa, y ninguno era del tamaño que ella recordaba – ¿En dónde está tu regalo?

Por toda respuesta, Harry sacó la cajita de su bolsillo. Hermione lo miró boquiabierta.

- ¡¿Por qué no lo pusiste?!

- Se me olvidó… pero no hay problema. Cuando termine de destapar los que le faltan, se lo daré

- Pero… es que…

-¿Qué?

- Verás, le pregunté a la señora Weasley si ella sabía la leyenda de la piedra de luz y me dijo que sí, que es una historia que suele contársele a los niños. Y por si fuera poco, es una de las favoritas de Ginny.

- Lo que significa…

- Que en cuanto se la des, todos comprenderán lo que quieres decirle.

La idea de una declaración pública no era precisamente lo que Harry había imaginado, pero… ¿no se atrevería a eso por conseguir el amor de la pelirroja?

- No importa Hermione. Si le ves el lado positivo, no será necesario que yo diga nada. Ella lo sabrá en cuanto vea…

Un dolor fulminante le hizo sujetarse con fuerza la cabeza. Sentía que su cicatriz le estaba quemando. Empezó a escuchar voces lejanas, que decían frases ininteligibles. Lograba distinguir palabras al azar, pero que no le decían nada.

-…traición…pagar… castillo…nuevo… nadie lo sabrá...

Abrió los ojos, pero tenía la vista empañada. Sólo lograba entrever piedras y más piedras, alineadas una junto a la otra en hileras irregulares que se elevaban a su alrededor. Después de parpadear varias veces se dio cuenta de que se encontraba apoyado en una esquina. Con cuidado, se enderezó, y trató de observar en dónde estaba. Era una habitación lúgubre y oscura, con muros altos y fríos. Unos golpes a su derecha le hicieron volver la cabeza, y esta vez el dolor fue inaguantable. Todo a su alrededor se volvió negro de repente, pero antes de desvanecerse por completo logró distinguir una figura tallada en una puerta.

Era una quimera.

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Ya iban por el postre y no habían intercambiado algún nuevo comentario. Snape sabía que había sigo rudo con Tonks, pero logró que ella detuviera sus preguntas. El problema era que él no logró formular a tiempo las que lo tenían tan confundido y que seguían rondando su pensamiento.

"¿Es esa su apariencia real? ¿Me está permitiendo verla como realmente es? Y si es así, ¿Por qué lo hace?"

Tonks depositó con cuidado su tenedor sobre el plato, y esta vez, ningún otro platillo apareció – "Por lo menos, esto ya está terminando" – ese pensamiento era poco menos que un consuelo. Había imaginado de manera muy diferente esa noche.

Snape sintió como un escalofrío lo recorría (uno muy distinto al que tantas veces experimentara ante el señor tenebroso) al darse cuenta de que no quedaba nada más que hacer que no fuera la "sobremesa", y no tenía ni idea de qué consecuencias podría traer la plática que se supone compone esta formalidad. Ya muchas cosas se habían dicho durante su pequeña conversación, y otra más larga podría provocar verdaderos problemas. Luego de unos tensos segundos inmersos en un silencio tan pesado que podría haberse cortado con cuchillo, Tonks empezó a doblar su servilleta, con intenciones de dar por terminada la velada. Esto hizo que el temor que Snape había experimentado se convirtiera en un pánico irracional, provocando el que hablara sin pensar.

- ¿Le gusta la música?

"¡Genial! Estás actuando como un tonto. ¡Déjala ir de una vez!"

- ¿Perdón?

- El profesor Dumbledore pensó que le agradaría – dirigió su varita hacia la radio – Sinfonía

El salón vibró con una melodía bastante conocida para Tonks; era la que había escuchado en la famosa cajita que Snape tenía en su habitación. El mago oscuro palideció ante los primeros acordes, pero no atinó a hacer ningún movimiento. Estaba casi en shock. Fue ella la que se levantó, con la intención de apagar la radio, pero él se le adelantó y la sujetó por el brazo. Contrario a otras ocasiones, esta vez lo hizo con delicadeza.

- No… déjela. Es una bella interpretación.

- Pero no es para mí, profesor.

Se quedaron unos momentos así; él, queriendo interpretar sus palabras; ella, esperando no haberlo molestado por lo que había dicho. Snape soltó el brazo de Tonks y dio unos pasos hacia atrás, con intención de volver a su lugar. En un impulso, ella lo tomó de la mano.

- ¿Baila conmigo profesor?

La calidez de este gesto, y lo inusual de la pregunta derribó las barreras que él había colocado hacía poco. Pero aún tenía suficiente sentido común como para no apretar esa mano que delicadamente sostenía la suya.

- Yo… - "¿Por qué me tortura de esta manera?" – yo no soy… yo no… bailo.

- Vamos. No me dio ningún regalo por mi cumpleaños. Lo perdonaré si baila conmigo – "Por favor, por favor, di que si. Nunca le pedí nada a la vida, por favor, esta vez concédeme esto. Deja que él acepte" – Prometo no tropezarme, y caer encima suyo – sabía que él se estaba preguntando la razón de esta petición, debía darle alguna valedera – Es que siempre bailo en mi cumpleaños. Es como una tradición para mi.

El ex mortífago no entendía la osadía de la joven. Lo había tomado de la mano y le pedía algo inconcebible; pero, aún así, no encontraba la manera de resistirse. Dentro de él había un torbellino de ideas y sentimientos encontrados; no encontraba una luz que le dijera qué hacer. Por un lado, quería estar junto a ella, tenerla entre sus brazos nuevamente, repetir las sensaciones que experimentó cuando le enseñó aquel hechizo. Pero por otro, no quería permitirle la entrada a ese sentimiento que no merecía, que lo obligaría a soltar el rencor que lo mantenía vivo, que era su razón de seguir adelante. La culpa y el autocastigo se negaban a rendirse, a aceptar que se dejara llevar por sus deseos.

La melodía se acabo antes que él pudiera contestar. Al parecer, sólo era un fragmento de la original. Snape tomó nota mental de que debía preguntarle a Dumbledore cuál había sido la razón para que la hubiera incluido en el repertorio, qué había pretendido con aquello.

Tonks intuyó que la única manera de lograr que aceptara su proposición era provocándolo.

- Es que acaso… ¿usted no sabe bailar? – Con lentitud soltó su mano y le dirigió una mirada suspicaz – ¿No les enseñan eso a los Slytherin?

- Tenemos cosas más importantes que aprender – la voz de Snape tenía un dejo de enfado. Lo que menos aceptaría esa noche era que se dudara de él o de su casa.

- ¿Como qué? ¿Tortura avanzada? ¿Cómo espiar a los demás sin que se den cuenta? ¿Mil y un maneras de mentir?

- Esas preguntas ni siquiera merecen una respuesta de mi parte. Además, nosotros no perdemos el tiempo en tonterías.

- Eso suena más como una excusa para no aceptar el hecho de que no puede hacer algo tan simple como bailar, que una explicación válida.

- ¡No necesito justificarme ante usted!

- ¿No será que el temido profesor de pociones no es capaz de confesar que hay cosas que se escapan de su control? – una leve sonrisa apareció en el rostro de Tonks – Que curioso es descubrir que, al final, terminó teniendo limitaciones como el resto de nosotros.

Una nueva canción empezó a sonar. Las últimas palabras de la chica terminaron por enfurecerlo. No supo cómo, ni por qué; pero la atrajo hacia él con cierta violencia, sujetándola por la cintura con una mano y entrelazando la otra con la de ella. Al contacto con su piel, tuvo la horrible sensación de que estaba metido en un lío, pero eso no le impidió que empezaran a moverse lentamente, al ritmo de la música.

Find me here (Encuéntrame aquí)

Speak to me (Háblame)

I want to feel you (Quiero sentirte)

I need to hear you (Necesito escucharte)

You are the light (Tú eres la luz)

That is leading me (Que me guía)

To the place (Al lugar)

Where I find peace (Donde encontraré paz)

Again (De nuevo)

Tonks evitaba verlo directamente. Sabía que si lo hacía, se delataría. Él podría ver sus sentimientos claramente; ya que ahora, sintiendo su cercanía, la presión que su mano ejercía en su talle desnudo, aspirando su particular (y embriagante) aroma, era imposible ocultar el amor y la pasión que él le inspiraba. Sus ojos serían una ventana a su alma y corazón.

You are the strength (Tú eres la fuerza)

That keeps me walking (Que me mantiene en movimiento)

You are the hope (Tú eres la esperanza)

That keeps me trusting (Que me mantiene con fe)

You are the life to my soul (Tú eres la vida de mi alma)

You are my purpose (Tú eres mi propósito)

You are everything (Lo eres todo)

El no había escuchado jamás esta canción, pero sintió que eran las palabras que no quería aceptar, pero que sentía muy fuertes, gritando en su alma. Sin darse cuenta, la estrecho un poco más... sólo quería sentirla junto a él.

And how can I stand here with you (¿Y cómo puedo estar aquí contigo?)

And not be moved by you? (¿Y no ser conmovido por ti?)

Would you tell me how could it be? (¿Me dirías como podría ser)

Any better than this? (mucho mejor que esto?)

Ella percibió como él la sujetaba con más fuerza. No le importó. Deseaba abrazarlo, fundirse entre sus brazos. Cerró los ojos, abandonándose a lo que sentía y apoyó la mejilla en su hombro.

You calm the storms (Tú calmas las tormentas)

You give me rest (Tú me das descanso)

You hold me in your hands (Tú me sostienes en tus manos)

You won't let me fall (Tú no me dejarás caer)

Snape sintió su calida respiración en el hombro, la suave piel de su espalda. La delicadeza de sus dedos que aferraban su mano. Visualizó su rostro, sus ojos, sus labios... Se detuvo.

You still my heart (Tú calmas mi corazón)

And you take my breath away (Y me dejas sin aliento)

Would you take me in? (¿Me acogerías?)

Take me deeper now (Llévame a lo más profundo ahora)

Tonks se sobresaltó cuando Snape se quedó quieto. Levantó el rostro y lo observó, interrogando silenciosamente el por qué de su actitud. Él la miraba fijamente, como si quisiera memorizar sus rasgos. Ella se sintió absorbida por sus ojos negros, que eran como una noche sin luna: profundos y oscuros. Había visto cómo muchas veces una chispa brillaba en ellos, como fuegos diminutos y desafiantes. Deseaba perderse en esa oscuridad, sumergirse en ese mar sin fondo, arder en ese fuego hasta consumirse, para poder ser parte de él.

And how can I stand here with you (¿Y cómo puedo estar aquí contigo?)

And not be moved by you? (¿Y no ser conmovido por ti?)

Would you tell me how could it be? (¿Me dirías como podría ser)

Any better than this? (mucho mejor que esto?)

Snape tragó con dificultad ¿Qué estaba haciendo? No lo sabía, pero dentro de él había surgido una necesidad imperiosa por besarla.

And how can I stand here with you (¿Y cómo puedo estar aquí contigo?)

And not be moved by you? (¿Y no ser conmovido por ti?)

Would you tell me how could it be? (¿Me dirías como podría ser)

Any better than this? (mucho mejor que esto?)

Tonks notó que él empezaba a bajar lentamente su rostro, acercándose a ella. Tal vez, sólo tal vez…

'Cause you're all I want (Porque eres todo lo que quiero)

You are all I need (Eres todo lo que necesito)

You are everything (Lo eres todo)

Everything (Todo)

El intempestivo cambio en el ritmo de la canción los sobresaltó. Snape recobró la cordura y la soltó, sin creer aún en lo que había estado a punto de hacer.

You are all I want (Eres todo lo que quiero)

You are all I need (Eres todo lo que necesito)

You are everything (Lo eres todo)

Everything (Todo)

- Me parece… – Snape carraspeó para que su voz sonara normal – me parece que cumplí con su deseo. Así que, tal vez, deberíamos dar por terminada la cena.

La metamorfomaga tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para no estamparle una bofetada. Se sentía defraudada, desilusionada… incluso traicionada, como si él hubiera jugado con ella. Y este control impidió que transformara su apariencia, como solía hacerlo cuando estaba furiosa (y en ese momento lo estaba, ¡vaya si no!). Se había prometido a sí misma pasar toda la noche con su verdadero rostro y no permitiría que él la hiciera romper su promesa.

- Tiene razón profesor – su tono era helado – Debo volver a mi habitación

Regresó a la mesa y tomó su copa, aún a medio llenar

- Por mí – bebió el contenido lentamente. Le supo a tristeza y frustración.

Al terminar, apagó las velas que había sobre la mesa y se dirigió a la salida. Snape caminó rápido para alcanzarla y, antes que ella pudiera evitarlo, le abrió la puerta.

- La acompaño.

Mientras caminaban por los pasillos silenciosos, Snape pensaba en la última vez que había bailado. Fue después de su boda, en el salón principal del Castillo Araz, con una Florence feliz que reía junto a él. Y no podía comprender por qué la intensidad del sentimiento de entonces parecía opacarse ante lo que había experimentado con Tonks. ¿Estaría acaso… cometiendo el sacrilegio… de olvidar a su esposa?

- Llegamos.

Se percató que se encontraban frente a la habitación de ella. No se había dado cuenta de nada hasta ese momento. Dentro de su cabeza todo era confusión, y empezaba a percatarse de sentimientos que despertaban tras un largo sueño.

- Gracias por la cena profesor – Tonks tenía la sensación de que sus sentidos estaban adormecidos, impactados aún por lo sucedido entre ellos, o por lo que creía que había estado a punto de suceder.

Le extendió la mano para despedirse. Él la tomó y en un gesto impulsivo, se inclinó y beso el dorso.

- Buenas noches… Florence.

Tonks no atinó a responderle nada. Snape retrocedió unos pasos, se giró y emprendió el camino a las mazmorras. Ella quitó el hechizo de su puerta y entró. Se dirigió a su cómoda y empezó a deshacer, con lentitud, su peinado. Su bello reflejo la vio con tristeza, mientras cepillaba su cabello.

¿Esperabas otra cosa?

- No tengo ganas de hablar

Fuiste una tonta al pensar…

Por favor, no me tortures esta noche.

Te lo dije, él nunca te amará.

Las lágrimas empezaron a desbordarse de sus ojos, y esta vez no tenía ningún consuelo para su tristeza.

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Harry escuchaba a lo lejos las notas de un piano. Alguien empezó a cantar.

Me muero por suplicarte

Que no te vayas mi vida

Me muero por escucharte

Decir las cosas que nunca digas

Más me callo y te marchas

Aun tengo la esperanza

De ser capaz algún día

De no esconder las heridas que me duelen al pensar

Que te voy queriendo cada día un poco más

Cuanto tiempo vamos a esperar

Le gustaba la letra y el ritmo – "Tal vez pueda dedicársela a Ginny, como hizo Ron con Hermione" – pensó.

Me muero por abrazarte

Y que me abraces tan fuerte

Me muero por divertirte

Y que me beses cuando despierte acomodado en tu pecho

Hasta que le sol aparezca

Me voy perdiendo en tu aroma

Me voy perdiendo en tus labios que se acercan susurrando

Palabras que llegan a este pobre corazón

Voy sintiendo el fuego en mi interior

"Estoy soñando. Todo fue un sueño". Cuando esa idea empezaba a reconfortarlo, sintió cosquillas en la frente, así como una extraña sensación que le recorría el rostro. Se movió para rehuir el contacto. Al hacerlo, la canción cesó, pero no lo que estaba molestándolo. Levantó la mano para detenerlo.

- Shhhhh, tranquilo. Ya pasó todo.

Abrió los ojos al escuchar tan cerca de él la voz de Ginny.

- Que... ¿Qué sucedió?

- Tuviste un desmayo, pero no fue nada grave. Descansa.

Al colocarse sus gafas Harry se dio cuenta que estaba en la habitación de Ron, acostado en su cama y que Ginny se encontraba a su lado, refrescándole con un paño húmedo.

"No fue un sueño"

- ¿Dónde están todos? – se incorporó apoyándose sobre su codo.

- Mamá fue a llamar al profesor Dumbledore.

- No, me refiero a tus invitados – Ginny ya no llevaba la túnica blanca, sino iba vestida con camiseta y jeans – ¿A dónde se fueron?

- Ah, bueno... ya era tarde, así que decidieron retirarse.

- No me digas que... Oh Ginny, yo no quise arruinar tu fiesta.

- No digas tonterías. Ya todo estaba finalizando, y para serte sincera, empezaba a cansarme.

- En verdad lo siento, de veras – se odiaba a sí mismo por lo que había sucedido – no sé por qué tuvo que pasar esto – había rabia en sus palabras – siempre tengo que ser el que llama la atención.

- No es tu culpa – con mucha ternura, Ginny retiró el cabello de su frente – además, fue bueno que te desmayaras, porque ya estaba algo hastiada de que todo el mundo me mirara. Fuiste muy oportuno.

Harry sonrió porque ella trataba de animarlo. Al observar a su alrededor se dio cuenta que estaban solos. Esa era la oportunidad que había estado esperando.

- Ginny, yo quería...

- ¿Cómo te sientes Harry? – el profesor Dumbledore acababa de entrar y traía un aire preocupado.

- Bien… gracias… – no pudo evitar sentirse molesto por la interrupción. Pero fue algo pasajero, porque sabía que no había sido la intención del director arruinar su declaración – sólo un poco mareado.

- ¿Quieres decirme qué te sucedió?

No había sido mucho lo que había visto, así que el relato fue relativamente corto.

- ¿Estás seguro que era una quimera?

- Si – no sabía si debía expresar sus sospechas, pero era mejor no quedarse con eso adentro - ¿se trata… de la casa de Snape?

- El profesor Snape, Harry.

- ¿Cree que se trata de su castillo?

- ¿Por qué lo dices?

Súbitamente, Harry recordó que no había razón para que él supiera eso. Pero también que Dumbledore siempre lo ocultaba cosas, así que no había nada de malo en que él hiciera lo mismo.

- Por nada.

La mirada del anciano era penetrante, pero eso no lo asustó. Él también podía tener secretos.

- No lo sé, pero creo que le diré a él sobre tu visión. ¿Estás de acuerdo?

- Si, creo que será lo mejor... – sentía alivio de que Dumbledore dejara de verlo de aquella manera – Profesor, creí que no volvería a pasarme esto.

- Yo también. Tal vez tuviste algún eco, una conexión involuntaria. No te preocupes, trataremos de cerrar cualquier puerta que haya quedado en tu mente. Ahora, será mejor que descanses. ¿Podrías hacerle compañía Ginny?

- Sí profesor.

Sin decir nada más salió de la habitación.

- Toma esto Harry, te ayudará con el dolor de cabeza.

- ¿Cómo sabes que me duele?

- Tu caída no fue muy delicada que digamos.

La bebida no tenía un sabor desagradable, así que se la tomó toda.

- ¿Crees que el profesor Snape esté en peligro?

- No lo sé Ginny, pero podría ser – bostezó sin querer y se dio cuenta que el sueño empezaba a invadirlo - ¿Qué me diste?

- Algo para que duermas tranquilo. No te preocupes, me quedaré hasta que cierres tus ojitos.

Harry sonrió ante este comentario.

- Ginny ¿Estabas cantando de casualidad?

- ¿Por qué?

- Tengo la impresión de haber escuchado música.

Una sonrisa tímida hizo aparecer esos hoyuelos que le encantaban.

- Es una de las canciones del libro. Una de mis favoritas. La puse mientras despertabas.

Un nuevo bostezo le indicó a Ginny que Harry pronto se quedaría dormido.

- Recuéstate – Harry la obedeció sin protestar y ella le acomodó las sábanas – trata de descansar.

- Me gustó la canción – sus ojos apenas podían permanecer abiertos – ¿La cantarías para mí?

- ¡Claro que no! Me moriría de vergüenza.

- Vamos, cántala – su voz era casi un susurro – No seas mala, prometo comportarme como un niño bueno si lo haces.

Ginny no podía resistirse a lo que él le pidiera. Se veía indefenso entre las sábanas. Cualquiera pensaría que era un chico cualquiera, sin saber el poder que tenía y lo que podía conseguir.

- Me ayudaría a dormir.

- No creo que necesites ayuda para eso.

- Por… favor.

La pelirroja extendió el brazo y abrió su libro musical. La canción continúo como si nunca hubiera sido interrumpida, pero esta vez, la voz de Ginny la acompaño.

Me muero por conocerte

Saber que es lo que pienses

Abrir todas tus puertas

Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir

Centrar en tus ojos mi mirada

Cantar contigo al alba

Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios

Y ver en tu rostro cada día crecer esa semilla

Crear, soñar, dejar todo surgir

Aparcando el miedo a sufrir.

- Ginny, yo… te… quiero.

Ella no contestó. Sus ojos expresaban la certeza de que Harry no hablaba en serio, seguramente era producto de la poción para dormir que había bebido. Pero, algo en su interior (tal vez un deseo, un anhelo) la impulsaba a que creer que era verdad lo que Harry decía.

Me muero por explicarte

Lo que pasa por mi mente

Me muero por entregarte

Y seguir siendo capaz de sorprenderte

Sentir cada día

Ese flechazo al verte

Que más dará lo que digan

Que más dará lo que piensen

Si estoy loca es cosa mía

Y ahora vuelvo a mirar el mundo a mi favor

Vuelo a ver brillar la luz del sol

- Yo también te quiero Harry. Siempre lo he hecho.

El ojiverde ya no la escuchaba. Su respiración pausada indicaba claramente que el sueño lo había vencido.

Me muero por conocerte

Saber que es lo que piensas

Abrir todas tus puertas

Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir

Centrar en tus ojos mi mirada

Cantar contigo al alba

Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios

Y ver en tu rostro cada día crecer esa semilla

Crear, soñar, dejar todo surgir

Aparcando el miedo a sufrir.

Ginny acercó sus labios a la frente del joven y la besó tiernamente. Le quitó los lentes y los dejó sobre la mesita de noche. Al verlo, con una expresión de paz que no mostraba nunca, no pudo resistir la tentación de repetir el gesto, pero esta vez fueron sus labios los que rozó con los suyos. El se agitó levemente, murmurando una última frase:

- Nunca… me… dejes.

- No lo haré. Te lo prometo – Ginny había puesto su corazón en esta afirmación – siempre estaré a tu lado.


La canción que bailan S y T se llama "Everything" y es del grupo Lifehouse. Arshy me hablo de ella y me envió la letra, y en cuanto la leí (y más aun cuando la escuché) supe que tenía que incluirla en la escena ya que me pareció que transmitía exactamente lo que sucede en ese momento porque es muy profunda y emotiva. La que escucha Harry es "Sin miedo a nada" de Alex Ubago y Amaia Montero (es una de mis favoritas) y consideré que, por lo que dice, era apropiada para ellos dos. Ojalá ustedes piensen lo mismo.


REVIEW

Kiche: ¡Hola chica! No te preocupes, no me pareció impetuoso que enviaras tu review tan rápido, a decir verdad, me encantó. ¿La amargura es atributiva? Mmmmmm, es cierto; pero para serte sincera, siempre digo esa frase relacionada con alguna persona, por ejemplo "es la ternura hecha mujer". Es mi forma de expresar que, si esos sentimientos se materializaran en personas, estarían encarnadas en quién me estoy refiriendo, que estas personas representan ese sentimiento (ojalá me hayas comprendido, porque yo suelo enredarme al tratar de explicara lgo). Por cierto, no sé si ff tenga límite, pero si existiera, creo que yo lo estaría bordeando peligrosamente, jejejejeje. De todos modos, con este capítulo logré bajar el número de hojas (pero no el contenido... creo).

Bueno, volviendo al capítulo, yo también pienso que el recuerdo de S en el cuarto de baño devolviendo lo ingerido sería demasiado para R, el pobre ya carga con ciertos traumas como para agregarle uno más (jejejejejeje).

S se ha esforzado tanto por representarse invencible, "superior" a los demás, que no se da cuenta que es muy vulnerable, como tu dices. Un poco de cariño, y todo se desarma como castillo de arena al ser golpeado por el mar. Siempre lo he considerado como alguien exigente (incluso neurótico), tanto consigo como con los demás, y por esa razón no veo el porqué podría tener consideraciones, aunque se trate de la chica que quiere, y muchas menos si es el amigo de ella. La razón del comentario que T le hace a S con respecto a su edad es porque me lo han dicho a mí varias veces (jijijijijijijijiji) y de todos modos, alguien de 36 no es viejo (yo diría que es "interesante").

Sip, la fiesta de Ginny es el equivalente de la de quince años de los muggles. Además me imagine que llegando a esa edad y siendo la única mujer de la familia Weasley (aparte de Molly) merecía algo especial. Tienes razón, mis capítulos tienen un poco de todo últimamente y trato que no se hagan tediosos.

Yo suelo golpear mi almohada, y por eso me he visto en la necesidad de cambiarla varias veces, pero la idea de un saco es buena, creo que me comprare uno. Es una lástima que el tuyo se rompiera, ojalá pronto encuentres sustituto.

Que bueno que te gustó la leyenda del collar y ¡Sí! ¡Acertaste! Tengo planeado que Harry se lo dé en otra ocasión, un poco más trascendental, por eso no lo colocó con los demás.

Yo creo que la señora Weasley quedará sorprendida cuando R y H se vuelvan pareja (¡Espero que Rowlin tenga eso planeado para ellos! Cruzo los dedos para que así sea), pero también que será comprensiva, aunque al principio le cueste aceptarlo.

S se niega terminantemente a verse como alguien vulnerable, no importa lo que esté sintiendo. Mmmmm, por tus comentarios tengo la impresión de que ser maestro tuyo podría considerarse como algo interesante, digo, porque no te dejarías, protestarías si algo no te parece, le darías azúcar... etc. Probablemente S ya tendría un tic en caso fuera tu maestro (jejejejeje, es broma).

No, S no lastimaría a T, tal vez lo haría inconscientemente ya que no sabe lo que ella siente por él. Pero jamás la utilizaría en contra de R, ya que S no es tan cruel.

A mí también me agradó mucho Tonks desde el principio. Creo que, al igual que tú, me comparo con ella. ¿No hubieras aceptado una cita con S debido a tu orgullo? Interesante. Yo también soy orgullosa, pero supongo que daría mi brazo a torcer estando en esa posición. Y, después de todo, si ella no aceptaba me perdía una buena oportunidad de hacer rabiar a S, y él se hubiera salido con la suya, algo que yo no quería que pasara (lo bueno de manejar a los personajes es el poder hacer muchas cosas con ellos, jejejeje). Tengo una duda ¿por qué te causo gracia lo de Andrómeda?

Leila me parece graciosa, me inspiré en una amiga mía, pero te aseguro que ella si es centrada… mi amiga digo. Y si, con lo de la guerra sabe que en que bando estar.

No, no eres mala, la verdad, yo tampoco aceptaría a Percy después de cómo ha actuado y lo que ha dicho, pero para Molly es su hijo, y eso nunca cambiará, así que lo mejor era dejar a los Weasley todos unidos. Siempre he imaginado a los hermanos mayores de Ron de esa manera, y ellos ya conocen a H, así que era fácil que la aceptaran.

Jejejejejejejejeje, siento haberte cortado el fic allí, pero ya era demasiado y necesitaba una pausa para que la cena saliera como lo había planeado. No, no quiero matarte, por que si lo hiciera ¿con quién tendría esas conversaciones tan interesantes? Pero no puedo prometerte que no lo volveré ha hacer. Bye

Meilin2: ¡Hola! ¿Cómo estas? ¿Qué tal tus clases de manejo?

Así que si estabas escuchado la canción, linda ¿verdad? Y las que incluyo aquí también lo son. Ojalá las escuches también.

Una pregunta... ¿quién es chocha? Tienes razón, ¿qué son 13 años entre dos personas que se aman? (Especialmente son S y T). ¿Te parecen empalagosos R y T? Jejejejejeje, a mí también, pero así son las parejas ¿no? Ok, acepto que R se pasa un poquitín con las insinuaciones, pero no me negaras que tiene razón de dudar... aunque comprendo perfectamente tu "imparcial" evaluación entre R y S.

Que bien que te gustó la historia del collar, de verdad. A mí también me gustaría pertenecer a esa red de mensajes, deben ser muy divertidos.

Bueno, los adultos en más de alguna ocasión deben de beber algo más que té, ¿no crees? Y el director también es humano (jijijijiji). Me alegra que te gustaran las frases, y sobre todo el duelo verbal entre S y T. Yo terminaría cansada con semejantes intercambios, incluso más que si tuviera que combatir cuerpo a cuerpo.

Jejejejejeje, yo también escribo posdatas inmensas, no sé por qué no las incluyo en las cartas, en vez de hacer agregados. Mmmmm, segunda pregunta, ¿qué es eso de una muñeca de porcelana en la mano? ¿Alguna tradición en los bailes de quinceañeras? ¿No quisiste la muñeca o la fiesta? (ejem, dije una y terminaron siendo tres preguntas).

Los Weasley estaban molestando a H, les gusta hacerla enrojecer, por eso le decían que ellos habrían intentado conquistarla (bromas de hermanos mayores). Las razones de Bill fueron acertadas ¿verdad? (Con respecto a H y G).

Que bueno que escribiste todo eso, y me alegra que haya sido en este capítulo. Espero tu opinión de la imagen que tengo de Tonks.

¡Más puntos! Ok, veamos.

Dumbledore creo que se convertiría hasta en taxista con tal de arreglar las cosas, es un pan de Dios el señor. Mi madre solía decirme que fuera centrada, así que asocio esa palabra con madura y responsable. Ya sabes, que no se desboque, sino que piense antes de actuar.

Si, Charlie y Bill son bastante "albureros", me recuerdan a un par de amigos que tengo (de allí la idea), y por último, ¿no crees que ya era hora que T metiera en cintura al espejo?

Bueno, esta respuesta termino con más preguntas que comentarios, jejejejejeje. Bye

amsp14: ¡Hola Anama! Que bueno saber de ti nuevamente. Ufff, perdón por no haberte dejado review en tu capítulo pasado, pero con eso de que no tengo Internet (hago una que otra "trampita" para bajarme los caps y poder leerlos) se me ha hecho un poco difícil, pero te prometo que no vuelve a pasar. Así que, como se dice en el ajedrez, estamos "tablas". No te preocupes por dejar review, me basta con que sigas leyendo las locuras que escribo. Y no te disculpes, yo sé lo que es estar cargado de trabajo. Espero que te vaya muy bien allí y en tus estudios.

¿Te gustaron los dos capítulos? Cuanto me alegro. Empezando con el número 24: me gusta muchísimo escribir las conversaciones entre S y D. A mí me hubiera encantado tener un jefe así (bueno, estoy siendo injusta, la mayoría que he tenido han sido una maravilla). Ya ves que D sabe muy bien cual es el carácter del maestro de pociones, y cuándo se pasa de la raya. Con respecto a V... creo que ya te di una pequeña pista en este capítulo sobre lo que sabe en relación con S, o lo que tal vez imagina (jejejejejeje, pongo cara de maldad por no adelantar nada más).

Jajajajajajajaja, ¿De golpe y porrazo? Muy buena forma de describir como será la aceptación de S con respecto a sus sentimientos por T, por lo menos públicamente. En lo personal, la idea ya la aceptó tácitamente (aunque le duela). Pero siempre es difícil que el director se lo diga; sin embargo, ese señor se las sabe todas, creo yo.

Bueno... la verdad... estas sobre la pista de lo que sucedió con S luego de la muerte de F, con respecto a lo demás, pronto explicaré que sucedió realmente (me escondo tras mi Pc para que no me mates por hacerme la misteriosa).

Yo me imagino que la guerra que se avecina no va a ser nada bueno, y ese tipo de ataques se repetirá. Tengo la impresión de que V va a dirigirse contra los aliados de D, pero espero equivocarme y que nada parecido pase en los libros de HP que aún faltan. ¿Te imaginas que te digan que alguien que te importa puede morir? Debe ser espantoso. Los miembros de la orden saben cuánto le deben a S, aunque no sepan por qué lo hace. La que se lo pasa peor es T, sin saber que le sucede a S y cuando volverá. Muchas veces reflejo en ella lo que yo haría, y en esa situación, seguramente me plantaría frente a su puerta todas las noches. Ciertamente no niega sus sentimientos, y le brindó una oportunidad al director para conocerlos. Saber el paradero de S fue un alivio para ella. Ese es uno de esos amores que te entran muy hondo y dejan huella. Si no pudo sacárselo en todos esos años, no creo que lo haga nunca. Pero la recompensa valdrá la pena (¡Ups! No quiero adelantarme)

¿Te imaginas si él vuelve y se la encuentra allí? La idea es buena, pero lastimosamente no se me ocurrió a tiempo. ¿Te parece que estuvo bien la salida que le coloqué? Era algo que me rondaba la cabeza, el mostrar a S en un ámbito diferente, dejando su coraza a un lado y mostrando la intensidad de su dolor (Oh, espero que eso no me saliera muy cursi). Yo también creo que R es un amigo, aunque no lo crea ninguno de los dos. Tienen mucho tiempo de conocerse y no se han dado cuenta del vínculo que tienen, más ahora, que sólo quedan ellos dos. Jejejejeje, tienes razón, D va a mover cielo y tierra para brindar una salida a esos dos tercos y que puedan encontrar la felicidad que se merecen (y dale con lo cursi).
¿Te gustó la carta? El mensaje fue uno que me enviaron mis amigos por correo (sigo intentando descifrar el por qué). La verdad, T encarna perfectamente lo que dice la carta, y si, es hora de que S piense seriamente que las madres siempre tienen la razón (aunque duela admitirlo).

Mmmmm, yo creo que S ignora a T precisamente porque no puede hacerlo (enredado ¿no?). Quiere mantenerse alejado de ella y la mejor manera que conoce para hacerlo es hacer como que no existiera, pero… ella no lo permite. Como tiene la errada idea de que le es indiferente a S, desea, en el mejor de los casos, ser su amiga, y también conoce las habilidades que él tiene, por eso la solicitud de la ayuda. Aunque el costo haya sido escuchar esa frase (mira que es necio el hombre), porqué S sigue empecinado en que T no es F, cuando la verdad, eso es precisamente lo que ha hecho que la ame. Jejejeje, tienes razón, ella ya no le teme no como antes quiero decir, únicamente le teme a los sentimientos que experimenta. Ejem, no he contado que sucedió cuando se enfrentaron, es un punto pendiente en mi agenda.

¿Te gustó lo que hizo Ron? Yo me muero si alguien hace algo parecido por mí. Reconozco que se me pasó un poquito la mano con la azúcar, pero creo que fue lo más apropiado. Y, de todos modos, ¿Cómo podría H rechazarlo luego de eso?

No se me ocurrió nada mejor para reunir a H y G que el ayudar a R. Y es que ese cuarteto es dinamita cuando se reúne a pensar, y de esa manera pudieron amigarse de nuevo sin tocar el tema de la discusión y perderse en disculpas. Bueno, faltan sólo 4 caps para terminar (Eso si no se me ocurre algo y termino llegando a 35) así que las cosas entre H y G se arreglarán pronto (o, en su defecto, tendré que escribir otra historia para que terminen juntos, jijijijijiji).

Me he fijado que muchas veces no sabemos de nuestros sentimientos hasta que sucede algo extraordinario en nuestras vidas, un beso, una despedida, algo que altere los esquemas que tenemos, las cómodas situaciones que nos hemos creado. Es por eso que Ron no supo lo que sentía por H hasta entonces, concientemente digo, porque su corazón lo supo siempre. Además, en la adolescencia esta uno siempre entre dudas e incertidumbres, al no saber muy bien que sucede. Pero, como siempre, las mujeres maduramos antes que los chicos, por eso G es tan centrada en sus consejos y tiene ese espíritu Weasley que la hace muy buena para planear cosas, aunque la idea de H para hacer que sus amigos se entendieran estuvo bien. Y Hermione, pues… me temo que se las sabe todas de los libros, pero sobre otras cosas no siempre resulta la más inteligente

No niego que R y H fueron medio cursis, pero creo que se les perdona porque están enamorados. Creo que si R no cierra los ojos y dice todo lo que siente de una vez, nunca lo habría hecho, o la vergüenza le habría ganado. Y lo de la canción, fue Arshy quién me la envió con todo y traducción (y es que mi inglés tampoco es muy bueno).

Ahora, hablando del último capítulo, gracias por tomarte el tiempo de leerlo y para escribir tu review (estoy dando saltos de alegría porque tienes la paciencia de hacerlo y regalarme con tan agradables comentarios).

La verdad, no es que R sea malo en los duelos (por algo es profesor de DCAO), pero... diste en el punto del porqué no le va mejor en sus batallas con S. Además, aunque R no haya sido quién más lo haya molestado de adolescente, su amistad con T lo convierte en un blanco perfecto para lanzarle uno que otro hechizo. Tal vez el castigo de S sea hacer esa cantidad de pociones, como bien dices, para ayudar a la señora Pomfrey (quién no esta dando saltos de alegría, precisamente, con ese club). Sé que S es cruel, los comentarios que le hace a T no son precisamente piropos, y no se por qué aún no he escrito que ella le pegue, tal vez porque la chica tiene paciencia de santo, pero al final, el que sale herido en esas discusiones es S porque siempre que le dice algo desagradable sus propios sentimientos lo torturan. No había pensado que R tiene la misma edad que S, jejejejeje, un pequeño desliz, pero por lo menos me sirvió para hacer una que otra frase en referencia a eso.

Creo que más que influenciada por su "amor platónico" como lo llamas, T tiene los nervios a flor de piel y no midió sus comentarios, pero es una buena chica y al final pidió disculpas. Considero que R es alguien inteligente y receptivo a los sentimientos ajenos y por eso no se molesta tan rápidamente cuando alguien dice algo en contra suya (debe estar acostumbrado a esas indirectas). Con respecto a la mamá de T, R fue el mejor amigo de su querido primo y ella sabe que es un hombre adorable (bueno, también varias de nosotras tenemos esa percepción) y quién no quiere alguien así (licántropo o no) para su hija. Alguien que la respete y ame (si S no estuviera, R sería el elegido, aunque este fic habría sido muuuuuuy diferente).

Leí "Guerra Declarada" por recomendación de Clau y si, es muy buena y la red de mensajes deja corto hasta a Dumbledore. Tengo la impresión que el director ha embrujado todo el castillo o que las pinturas en cuando ven o escuchan algo corren a contárselo. Y luego él va y sondea a las personas con ese su modo tan característico (¡y desesperante!). Es probable que aún se me ocurra una que otra conversación, porque lo que pasa en este capítulo traerá cola, ya veras.

S se encierra en esa necedad de comparar a T (¡y en este cap cometió la locura de llamarla F!) porque la única que lo amo (hasta ahora) ha sido su esposa. Cuando sepa lo que T siente por él, ya no tendrá más camino que rendirse a sus sentimientos (o tal vez no, muajajajajaja). El negarse al amor es una manera de seguir castigándose y, según su retorcida forma de pensar, al alejarse de ella se protege de tener siempre a la vista el objeto de su afecto, imposible de alcanzar (según él).

Aquí entre nosotras, yo también creo que lo de la cena fue una idea genial (¡y no es porque sea mía!) ya que me permitió que S vea a T como realmente es (aunque no se haya atrevido a preguntarle si esa era su apariencia real). A S nadie lo saca de que R y T son algo, así que supuso que ella lo defendería y él solo quería vengarse por lo que había escuchado (recuerda las sabias palabras del director, de que S se aferra a las personas y se enfada cuando quieren "quitárselas"), pero la broma le salió cara y cayó en su trampa. Además, T estaba sorprendida por la actitud territorial de "sus" hombres y por eso no intervino antes en la discusión (jejejeje, además ya no se me ocurría que más escribir). No se porqué S no se fija en esas pequeñas pistas, como que T le guarda secretos a R para darse cuenta de por donde esta escondido el conejo (es un dicho mío). Mmmmm, debí especificar que S se fue por otro pasillo, y por eso no escuchó la discusión de R y T, porque si lo hubiera hecho, ¡Zaz! Se entera de lo que ella dice y las cosas se ponen color de hormiga.

Esta cena si resultó una sorpresa, no sé si agradable, pero pienso que es reveladora. Ahora que T acepta libremente su amor y que éste es parte de ella, viene él y la hace ir del cielo al infierno en unos cuantos minutos. Brrrrr, sé que yo escribo todo esto, pero no deja de sorprenderme que S sea tan, pero tan inconsciente.

Me has dado una muy buena idea con eso de que lo que piensan los demás miembros de la orden, ya veré que hago a partir de allí, pero desde ya los créditos de lo que se derive son todos tuyos.

¿En serio te gusto la discusión de R y T? No sabes cuanto me alegra, esa escena me dejó con duda, porque no sabía si la idea de él, comportándose de esa manera, sería aceptada. Acertaste nuevamente, ahora que T se ha liberado de todo eso que la estaba oprimiendo hizo una declaración de libertad. Creo que incluiré una que otra carta de Leila por allí, pero no estoy muy segura donde, pero ya le encontraré lugar, eso sí.

No sé si S se comportó como un caballero, bueno, aceptémoslo, no lo hizo. Pero no me negaras que durante la cena si fue memorable. Quien puso más de su parte fue T, incluso para hacer que bailara con ella. Ojalá no quieras matarme por el final que le puse (confieso que no pude evitar ser tan dramática). Y con respecto a los chicos, pues... así son los novios ¿no? Pero las discusiones seguirán, creo yo. Ahora sólo falta que devuelvan el favor y ayuden a H en sus esfuerzos por conquistar a G (ha habido un avance aquí, al menos ya sabemos lo que G siente). Noooo, nunca quise que G fuera cruel, simplemente la chica aún no había recibido las invitaciones formales... pero eso lo explicaré más adelante (insisto, no me odies por favor, es que no puedo evitarlo, mis manos se escapan de mi control a veces). Jejejejeje, ya verás en el próximo cap qué ideas nuevas se le meterán a H con respecto a S (pongo cara de intrigante).

Si, la ceremonia es para la unidad y protección. Y H da buenas respuestas cuando deja que su timidez no lo interrumpa (James debe haber aplaudido desde el cielo cuando lo escuchó). ¿Qué Rowlin se "vuele" a Percy? Mmmmmm, buena alternativa, porque si no regresa, es mejor que no esté, así por lo menos Molly no sufre tanto por el desprecio de su hijo. A veces, es mayor ese dolor que el de perderlo. Los hermanos quieren mucho a G y la obsequian con lo mejor que puedan darle (un ejemplo fue la exhibición de fuegos artificiales de la cena). ¡Chispas! Siento desilusionarte, pero el regalo de H ha quedado guardado y por toda la conmoción del desmayo G ni se fijó en ese detalle. Pero no te preocupes, cuando finalmente se lo dé, no será necesario palabra alguna, porque la pelirroja ya sabe la historia. Es muy conveniente que sea un cuento infantil ¿no? Así me evito explicaciones posteriores y G entenderá fácilmente que le quiere decir H, pero no quiero adelantarme a lo que sucederá. Lo que no puedo negarte es un recurso fácil para resolver ese detalle (yo pienso eso ¿tu que opinas?).

No, Ron no es paciente. Me recuerda a mis hermanos. Cuando me acompañaban en mis compras se iban a la heladería o a jugar videojuegos esperando que yo me decidiera por algo. Por eso ahora salgo casi siempre sola (snif, snif, que triste)

Cualquier chica, por muy valiente que sea, siempre le teme a la futura "suegra" (habrá sus excepciones, claro está, pero la mayoría sufre ante esa perspectiva). El señor W es muy correcto y por eso hablo con los papás de H, creo que ya todos están pensando en boda y los pobres chicos aún están descubriendo que les puede ofrecer el mundo estando juntos.

Harry no es conciente todavía de que todo el mundo mágico está en deuda con él. Apenas ahora empieza a percatarse de cuantas vidas fueron afectadas por lo que a él le sucedió de niño. Un ejemplo es la dependiente de la tienda.

Insisto, tus ideas son buenas, incluiré lo de la apuesta (¿puedo hacerlo?) entre lo que los profesores piensan. Los chicos se enterarán de lo que sucedió con T más adelante. Lo bueno de la fiesta es que ahora H ya sabe, no sólo lo que los W piensan, sino cuan especial es G (más aún de lo que él había imaginado).

Tu comentario final me puso a sudar frío, porque encima de que esperaban este capítulo, vine yo y colgué la historia una semana. Ojalá sientan que la espera valió la pena (cruzo los dedos porque así sea)

Desde la tierra de la eterna primavera te mando muchos abrazos. Bye

Melisa: ¡Hola Melisa! ¿Cómo estás? Espero que muy bien.

Lamento la espera, pero casi estoy segura que este capítulo también te va a gustar. Gracias por tus porras y el buen ánimo. Bye

Samara-Snape: ¡Hola Sam! ¿Cómo va todo en el pozo? Por cierto, ¿puedo arrojar una moneda allí para que se cumplan mis deseos? Jejejejejejeje, gracias por los elogios. Muy amable.

Déjame decirte que si, yo inventé la leyenda del collar. ¿Viste la imagen? Me encantaría saber tu opinión sobre "mi" Tonks. Gracias nuevamente, la verdad es que disfruto mucho escribiendo y me alegra que te guste como lo hago y las barbaridades que hago con los personajes, al igual que con la trama (aunque a veces quieres matarme o lanzarme un hechizo, buaaaaa, mejor no recuerdo esas cosas). Jejejejejeje, cuando estaba escribiendo la escena entre S y T me di cuenta que R no sabía lo del sobrenombre, y me pareció una oportunidad perfecta para que se enterara (¿A que soy malvada?). Ya era hora que T tuviera ese tipo de conversación con R, creo yo, porque así puede comportarse de una manera mucho más adecuada a la idea que se ha dado del carácter de ella. Debe ser muy triste quedarte sin amigos, y más aún tratar de asumir el rol de cada uno, como dices. R ha perdido algo de sí en ese proceso y es momento que asuma lo que sucedió y siga adelante. Jejejeje, si, R se parece a Sirius, aunque no demasiado. Sigue siendo una persona dulce y tranquila, aunque su preocupación por T este a flor de piel.

Hablando de S, creo que ya me había tardado en hacer que aceptara sus sentimientos. Lo curioso es que él nunca hubiera imaginado que T aceptaría su invitación. Ya ves la sorpresa que se llevo. No sé si arruinó la cena, por lo menos hizo el intento, él cuál se estrelló contra la paciencia de T, quién no quería que lo lograra. Lo único malo fue como termino todo... (¿Por qué será que los hago sufrir tanto?). No te preocupes, ella hará más de algún cambio en él, pero si no lo logra, siempre me puedo introducir en el fic para ser su sustituta (jejejejeje, mentira, no lo haría, pero considerare el que seas tú).

La verdad es que sólo D se atreve a apoyar a S, y R lo sabe, pero ya vez que no necesito su ayuda, al final fue R quién propició que T aceptara. No, Leila no se hará presente en la historia como un personaje fijo, sigue persiguiendo criaturas mágicas. Quién le obsequió el collar a H fue otra persona, alguien a quién él salvo sin saberlo.

Tienes razón, tuve un tropiezo respecto a T. Ella es de Ravenclaw y tuve que haber puesto que era de las águilas, pero no revise eso y equivoque a las mascotas. Siento haberte confundido, perdón (me he puesto roja de vergüenza).

Ups, siento que tuvieras que darte escapadas para leer el capítulo. Empecé haciendo 3 o 5 hojas, pero ahora hago un promedio de 10 a 15, sólo en el anterior si me excedí bastante, pero algo me dice que seguiré así en lo que falta, ya veremos. Probablemente tenga el síndrome del que tú hablas.

Bueno pequeña, me despido de ti esperando que estés muy bien y que tu pozo no este muy frío últimamente. Bye

Ceywen: ¡Hola Tony! ¿De verdad te gustó todo? ¡Que bien! Me haces muy feliz al decir eso. Por cierto, gracias por revisar lo de S y T, sabía que si tenía algo raro, tú me lo dirías. ¡Gracias!

Si, yo inventé la historia de la Piedra de Luz. Es que me gustan mucho las hadas y la idea de una historia que las involucrara me llamaba mucho la atención, pero como no encontré ninguna leyenda adecuada, escribí una. Lo de la ceremonia se me ocurrió porqué creo que G debe haber sufrido mucho por tener a Tom en su cabeza, y era una buena oportunidad para liberarla.

No sé por qué sospechaba que lo de R iba ha provocar que elevaras las cejas con gesto de sorpresa, ya que la imagen que tenemos de él no es precisamente la de alguien retador. Pero que bien que aceptaras que fue por beneficio de la causa (la de S, por supuesto).

Si he de serte honesta, yo hubiera hecho sufrir un poco más a Percy si fuera mi hermano, pero todo sea por que la señora Weasley este tranquila y esa familia tan bonita siga junta. Para lo de Charlie y Bill me imagine alguna reunión con un par de amigos míos y lo demás fue muy fácil.

Bueno, tus deseos son órdenes. Acá tienes los sucesos de la cena. Me muero por saber que piensas. Bye

La-Peye-Malfoy: ¡Hola chica Malfoy! Gracias por lo de "Gran escritora" pero algo dentro de mí me dice que me falta un poco para recibir ese título, pero muchas gracias por dármelo tan pronto.

La idea de que G y T cumplieran años el mismo día me surgió porque me pasa eso con un amigo, y siempre alternamos las celebraciones, o resulta que ha alguien se le olvida el mío pero no el de él. Además, me daba una excusa perfecta para la invitación de S. Ya ves, la cita resultó muy interesante... hasta que llegaron al final… un final un poco triste, pero que, te aseguro, tiene una razón. Y su apariencia lo mantuvo en jaque toda la cena (¿viste la imagen? ¿Qué te pareció?). ¿De verdad te gustó tanto la historia de la joya? Bueno, me alegro mucho por ello. Se me ocurrió de repente y mejor la escribí antes de que se me olvidara (suele pasarme eso). Que bien que tu PC ya se arreglo, porque eso de los virus siempre es una lata y una gran pérdida de tiempo, sin contar las frustraciones cuando algo se borra.

Me alegro que ya estés de regreso, tanto como lectora que como escritora. Bye

La poción domina la musa (EVE): ¡Wow! Una nueva lectora. ¡Hola! Que bonito Nick tienes, muy original por cierto. Gracias por agregarte a las personas que leen mi fic, de verdad, muchas gracias (y ha estas alturas, sobre todo).

T tutea a S en su mente, no se atreve ha hacerlo personalmente, tal vez piensa que él la va a hechiza o algo así (aunque en realidad, ambos están hechizados, el uno por el otro... ejem, perdón por la miel de este último comentario). Ummmm, nadie me había dicho que la escena de S y T fuera "sensual" (La verdad es que no se muy bien que significa esa palabra). Lo interpreto como que el ambiente tenía electricidad en ese momento (tu me dirás si me equivoco).

Jejejeje, veo que ya notaste esos pequeños detalles de S para con T, como los que tú mencionas. Poco a poco, va abriendo su corazón a la chica, pero sin que se dé cuenta.

Oh, me has hecho sonrojar. Gracias por lo que dices de cómo escribo, pero no sé si es poesía. Sin embargo, muchísimas gracias por el comentario. Jejejejejeje, no te creas. Al inicio no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, ni que iba a pasar en el cada capítulo, pero las cosas se han ido desarrollando bien, especialmente desde que me dejé influenciar por mi amiga y beta Clau de Snape, quién planifica lo que pasará en cada capítulo de su fic (si no lo has leído te lo recomiendo, se llama "El misterio del Elixir de Graus"). Aunque en este momento estoy levemente desviada de mi plan (pero no demasiado) si tengo una idea clara de que es lo que viene. Además, tengo una lista de hechos relevantes o nudos que no he atado, para incluirlos en el mejor momento. Y es mi vena dramática la que me impulsa a cortar los caps en determinada escena (aunque más de alguna lectora ha querido matarme por eso).

Por cierto ¿Qué significa EVE?

Veo que te gustan varias frases de los capítulos. Pero déjame decirte la que te agrada más que no me pertenece. La saqué de una película llamada "El sexo y la señora X". Sin embargo, me pareció tan bonita que no pude resistirme a usarla (tome algunas otras de esa película, son las que aparecen en negrilla. Son muy buenas y sabias).

Yo también conozco a más de alguien que le gustaría entrar a esa habitación (incluyéndome) porque debe ser interesante ver como es el ambiente privado del profesor de pociones (por lo extremista de su carácter).

Es una lástima que no tengas Internet, y es por eso que mis gracias son mucho más efusivas, ya que te has tomado el tiempo de leer esta locura e incluso guardar el capitulo. Espero que los que faltan te sigan gustado. Bye

Sami: ¡Hola pequeña! ¿Qué tal la escuela? Es una lástima que no nos hayamos topado en msn últimamente, pero seguramente lo haremos uno de estos días, confío en ello.

Jejejeje, S tiene muchos problemas para aceptar sus sentimientos, pero estos lo hacen actuar de maneras inesperadas, y al final, R si se puso celoso, porque su amiga iba a cenar con S (fue como si hubiera apostado y al final perdido contra el contrincante más débil). El comentario de Leila es prácticamente el mismo que me dijeron muchas de ustedes cuando la relación de R y T empezó a hacerse evidente. Creo que son los pensamientos de todas las admiradoras de R.

Según mis cálculos, Charlie tiene 23 años y Bill 24, y como buenos hermanos mayores, molestan muchísimo. Bye

Tenshi Lain: ¡Hola jovencita! Que alegría que estés nuevamente por acá. Tú nunca me das lata, al contrario, me encanta recibir tus review. ¿Así que estabas de vacaciones? No sabes cuanto te envidio… bueno… es que hace rato que a mí me hacen falta tomarme unos días, pero ya veré cuando se puede.

Mmmmm, creo que te sugeriré que te armes de paciencia, porque estos últimos tres capítulos están bastante extensos. Espero te gusten. Bye