Disclaimer: los personajes no son míos, les pertenecen a sus respectivos dueños.

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Capítulo 3: Jaque

-¡¿Dónde está!?

Hellboy retenía al único demonio que quedó en pie del bar, los demás intentaron detenerlo pero no fueron suficientes. El agente lo golpeó contra la mesa usando su puño de piedra. Repitió la misma pregunta un par de veces hasta que el tipo habló.

-¡Escuché que Cherri Bomb peleó contra el humano, a unas cuadras de aquí! ¡Hace unos días atrás!

-¿Dónde la encuentro? - Hellboy presionó la cabeza del demonio contra la madera.

-¡No sé, LO JURO! ¡Valentino puede ayudarlo!

-¡¿Quien es y donde lo encuentro?!

Hellboy lo golpeó nuevamente contra la barra.

-¡Maneja un club nocturno! A cinco calles ¡Te matará!

-No si lo hago primero.

El agente lo alzó y lo arrojó contra las botellas. Tomó la cerveza que había en el único vaso sano, para después salir del bar.

Hellboy no fue bien recibido por los guardaespaldas de Valentino. El club se llenó de gritos y disparos. Se movilizó cuarto por cuarto, hasta llegar a los aposentos del gángster. Una amplia sonrisa en su rostro, acomodándose en su sillón, le dio la bienvenida al agente.

-Nunca te he visto por aquí, ¿Dime, estás relacionado con la princesa del infierno?

-No sé de lo que estás hablando, sólo vine a preguntar algo. - Hellboy recargó su revólver. - De casualidad ¿Conoce a Cherri Bomb? La estoy buscando.

-Conozco a esa puta cíclope.

El agente tensó su boca, gruñendo por cómo le respondió.

-¿Por qué no me sorprende de cómo me responden en este sitio?

-Entras sin dinero, matas a mis guardias ¡Y me amenazas! El que va a recibir fuerza bruta… eres tú. Matenlo, chicos.

Hellboy golpeó al demonio que lo atacaría de atrás, tomándolo de la ropa y lanzándolo hacia adelante. Uno logró clavar el cuchillo en su mano, pero era de piedra. Una bala en la cabeza fue su respuesta. Valentino se levantó del sillón sorprendido al ver que solo un tipo podía contra diez. El agente lanzó una botella y le dio un disparo, esparciendo los cristales y aturdiendo a los guardaespaldas. El ganster buscó un arma, ya que la desesperación por estar solo y sin resguardo de sus muchachos era inevitable. Tras acabar con todos, Hellboy lo hirió en la mano, ejecutó un salto hasta agarrarlo de su costoso traje, para terminar golpeándolo contra la mesa de vidrio. Su puño de piedra hizo el trabajo de ablandarlo un poco. Valentino escupió un par de dientes mezclados con saliva y sangre.

-Vaya espectáculo…

Hellboy oyó una voz femenina que provenía de la puerta. Con la poca información que obtuvo, pudo reconocer a Cherri Bomb, y era esa misma persona. Viendo que su trabajo terminó, el agente desmayó a Valentino de un golpe. El club en silencio y sin muchedumbre que lo moleste, se acercó a la chica.

-Cherri Bomb, supongo.

-¿Quién eres? Nunca te vi por aquí.

-Soy Hellboy, agente de la AIDP. Estoy en una misión. - Se presentó guardando su revólver.

-No quiero ser aguafiestas, grandote, pero eso no me dice mucho. - La chica se cruzó de brazos, moviendo su pelo.

-Salgamos de aquí.

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Hellboy y Cherri Bomb se encontraban en los techos de la ciudad. No estaba muy alejado del mundo humano, sólo que el color rojo predominaba sobre los demás. Después de presentarse, el agente hizo una pregunta directa.

-¿El humano se llama Nathan Drake? Si, lo vi. Ese maldito tuvo suerte.

-¿Sabes dónde está? - preguntó Hellboy rascando su barba.

-Te dije, me derrotó y me dejó sola en ese techo. Puede estar muerto, o no… aunque…

-Dime.

-Puede ser o no, pero tal vez… creo que…

-¿Me vas a decir o no?

-¡Lo siento! Sólo estoy jugando contigo, grandote… si lo encontraron primero, debe estar ahí ¡Sígueme!

Cherri Bomb se echó a correr y saltó por los techos. Hellboy soltó un suspiro al tener una buena información de Drake.

Con la información obtenida de Alastor, Nathan Drake tenía que apurar los pasos para capturar a Blackfire. Las dudas le revoloteaban la cabeza ¿Cómo es que un objeto tan misterioso como la Realidad misma cayó en manos de un hombre y cómo es que su dueño sea un demonio? No se podía fiar de ese ente maligno y su inquietante sonrisa. Pensó que se lo robó a alguien más como la Lanza del Destino u otros objetos que vio en su estudio. ¿Será cierta la profecía que miró en ese libro? ¿Qué serán esas piedras de colores? Luego pensaría en ello.

Drake junto a Vaggie y Alastor volvieron al hotel. Ya estaban todos arriba aunque el Sol no se presentara en ese cielo rojo.

-¡Ey! ¿Dónde estuvieron? - Charlie se veía curiosa. - Te busqué por todas partes, pensé que te habías marchado.

-Todavía no, Charlie. - Dijo Drake con su tono confiado y tranquilo. - Alastor me mostró algunas pistas que conectan al tipo que busco.

-Tu socio está muy caritativo. - Vaggie se cruzó de brazos.

Alastor soltó unas cuantas risas.

-Quiero ver como termina este pequeño show, querida.

-Terminará con Blackfire de regreso a la Tierra, esposado por mi.

-Si no lo sabías, guapo, aquí solucionamos las cosas de otra forma. - Angel Dust pasó su dedo por el cuello.

-Por primera vez estoy de acuerdo con el tragasables. - Dijo Husk detrás de la barra.

-Oigan. - Charlie se puso firme - Se que ese criminal y él vienen de la Tierra, y como tal nos ajustaremos a sus leyes.

Mientras discutían, Niftty fue a la puerta ya que tocaron el timbre. Al abrirla vio a Cherry Bomb junto a un tipo de carácter rudo que nunca vio por aquí.

-¡Hola, querida! ¿Vienes a ver a Angel? ¿Y quién es él?

-Una larga historia, amiguita.

Charlie seguía hablando con Drake acerca de los crímenes que cometió Blackfire en la búsqueda del poder, hasta que sus ojos vieron a la chica que intentó matarlo unos días atrás. Pero el miedo se fue a un lado al ver a Hellboy en persona.

-¡Rojo! - Nathan se acercó hasta él. - Al fin viniste, pensé que no vendrías.

-No estás muerto, eso me alegra. - Dijo el demonio del puño de piedra golpeándolo en la espalda.

-Vaya vaya, así que el humano es tu amigo ¿Hmm? - Cherri Bomb ladeo su cabeza con media sonrisa.

-¿No intentarás matarme ahora o si?

-Nah, fue un malentendido. Déjalo en el pasado. - Le respondió ella.

En ese mismo instante, la joven araña abrió sus ojos con esplendor al demonio que vino con su amiga cíclope.

-¿Quién es ese? - Angel Dust quedó fascinado al ver a Hellboy.

-Debe ser el tipo del que hablaba Drake, su compañero de trabajo. - Dijo Vaggie.

-¿Esa cosa es su compañero? - Se preguntó Husk.

Volviendo al otro grupo, Drake sólo sonrió al recibir la disculpa de la chica que intentó quitarle la vida. Cada minuto que pasaba, éste lugar se volvía más extraño.

-¡Oh! Rojo, ella es Charlie Magne, la princesa de este lugar, él es Husk, Niffty, Angel Dust, Vaggie y… Alastor.

El radio demon no contuvo la risa, supo que no le caía bien.

-Ésto se puso mucho más interesante. Soy Alastor, a tu servicio. - Se inclinó levemente. - Nos estamos acercando al clímax.

-¿Siempre es así de siniestro, o es un acto? - Hellboy prendió un puro, saboreando el sabor del tabaco.

-Es así… Rojo, no pude localizar a Blackfire.

-Mierda ¿Cómo terminaste aquí?

-Deja que te ponga al día.

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Charlie mantuvo la privacidad de sus invitados de la Tierra, supo que eran agentes de una organización secreta. No era nada nuevo para ella, hasta aquí hay grupos de muy bajo perfil.

Aunque sabía que estaba mal escuchar conversaciones privadas, Vaggie se metió a la habitación continúa, en donde había un cuadro colgado y detrás un agujero. Después de sacarlo apoyó el oído, oyendo la charla entre Drake y Hellboy.

-¿Eso quiere Alastor que hagas?

-Es una locura, Rojo. No se quien puede ser peor: un diácono de cien años, un demonio o una organización secreta. Ese talismán tiene muchos años existiendo, y si cae en manos equivocadas… bueno, tú sabes de eso.

-Aun creo que es mejor romper esa cosa, como me dijiste. Cherri Bomb me dijo que puede estar escondido en un castillo de un duque, algo así.

-Podemos llevarla con nosotros, parece dura de matar.

-Okey ¿Cómo vas de armas?

-Dame tu revólver, siempre lo quise usar.

-No.

-Bueno gracias, mamá. Veré que tiene Husk para mi aparte de alcohol.

-¿Crees que Alastor esté de acuerdo con tu decisión, Nate?

-Te seré sincero contigo, Rojo: tengo miedo de lo que puede llegar a hacerme si hago eso, pero asumiré el riesgo. Romperé esa cosa.

Los agentes salieron del cuarto con un plan, ni Alastor ni siquiera la AIDP tendrían el talismán. Dejó que pasaran de largo hasta que el pasillo quede libre. Vaggie salió de la habitación y cerró la puerta soltando un suspiro.

Husk sacó de un cajón una escopeta recortada. La textura del metal y la madera eran viejas, aunque serviría de todas formas. Drake agarró los cartuchos recargando el arma.

-¿Así que mataste a Valentino? ¡Te lo agradezco! Se merecía lo peor esa sabandija. - Angel Dust supo de la noticia.

-No sabía que se conocían, con lo poco que vi no era muy bueno, de todas formas están en el infierno.

-¿Cómo puedo agradecértelo, grandote? - Se acercó lo bastante para hacer incomodar al demonio.

-Alejándote sería suficiente. - Hellboy sacó su revólver.

Angel Dust alzó sus brazos en señal de rendición.

-Déjalo tranquilo. - Dijo Charlie. - Nunca te vi por aquí.

-Aunque suene poético, tu infierno no es como el mío. - Le respondió el demonio guardando el arma.

-No todos los días se ve un puño de piedra, mister músculo. - Dijo Husk mirando la llamativa extremidad.

-¿Hay más tipos como tú? - preguntó curiosa Niffty.

-No creo.

Hellboy comenzó a interactuar con aquellos seres, llamaba mucho la atención que un demonio trabaje con un humano sin prejuicios de por medio. Terminando su trago, la cíclope se acercó al que causó todo esto.

-Tu socio no habla mucho ¿Eh? - Cherri Bomb se apoyó en la barra del bar.

Drake la miró de reojo, sonriendo.

-Cuando quiere, puede ser muy gracioso. Eso si tu amigo no lo pone nervioso. - Nate observó a Angel Dust cómo se derretía por el demonio.

-¡Jaja! Ey, sólo quiero aclarar que no hay rencores entre nosotros.

-Intentaste matarme con tus bombas, no creo que esté enojado contigo. - Drake soltó un comentario que la hizo reír.

-Ya que tenemos que trabajar juntos, dejaremos esa pelea en el pasado ¿Okey?.

Cherri Bomb escupió su mano derecha como señal de promesa. Drake quedó con la mente en blanco al ver eso, pero no dejó pasar la buena intención de la cíclope. Imitando lo que hizo, ambos juraron hacer equipo con un mojado apretón de manos, dejando de lado el pasado. Ella puso una cara de intriga al ver la sonrisa forzada de Drake.

-Después te lavas la mano, delicado. - Respondió Cherri.

-Ajá. - Drake miró la saliva que caía de su palma y dedos.

-¿Están listos? O los dejó solos. - Hellboy los miró.

Ambos afirmaron con la cabeza. Drake tomó los cartuchos y guardó la escopeta en la funda de su espalda. Cherri mostró sus bombas listas para detonar.

El trío se marchó a capturar a Blackfire y "recuperar" el talismán. Alastor los observó desde la segunda planta, con aquella sonrisa que, Vaggie se preocupó por lo que pasaría.

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Como el rumor de un humano merodeando el infierno también llegó el chisme de otro más pero con los Exterminadores a sus órdenes. Las fuerzas de la ley no le daban importancia a las cosas que sucedían a sus ojos y menos se meterían con alguien que pueda controlar a los soldados de arriba.

El trío veía cómo los seres demoníacos corrían por su vida entre las calles pasando la barrera policial. Estando en los techos tenían cierta seguridad.

-¿Por qué le tienen tanto miedo a esos "exterminadores"? - Preguntó Drake.

-Lo llaman "Exterminio Anual". Cada año, los idiotas de arriba mandan a sus tropas a reducir la población del Infierno. Es para no sobrepoblar el Cielo de tantos pecadores. - Cherri se encogió de hombros. - El año pasado casi me matan, de no ser por Angel Dust no estaría aquí con ustedes.

-Ustedes viven,pero bajo sus condiciones. Creí que los padres de Charlie dominaban aquí. - Dijo Hellboy. - Suena un poco injusto.

-¡Ja! Dímelo a mí, arriba debe haber más pecadores que aquí abajo. - La chica bajó la vista con impotencia. - Luego dicen que somos los malos.

Cherri Bomb desde el principio delató ser de carácter fuerte y algo impulsiva, eso no deja de lado tener un lado sensible al igual que su círculo de amistad. Los agentes entendían la situación por así decirlo; de donde vienen hay gente que se hace llamar buena persona, que resulta ser alguien con malas intenciones, y el diácono Blackfire era una de esas.

Ese barrio VIP quedó desierto, fue el momento en donde el trío entró sin que los demás lo vieran. A unas cuadras pudieron ver dos Exterminadores patrullando las calles, con sus lanzas largas y mirando para todos lados.

-Joseph debe estar cerca. Éste es el plan: nos abriremos paso con silencio hasta donde está. Si nos descubren ¿Drake?

-¿Si, Rojo?

-Ve tras Blackfire. Cherri y yo vamos a distraer a sus tipos, que es seguro que vendrán a eliminarnos.

-¡Ey! Nathan…

La chica le dio una de sus bombas, seguido de un ligero toque en su hombro.

-Por si las cosas con el que buscas salen mal, sólo lanzala y estallará. No mueras, idiota.

Drake le sonrió.

El trío se adentró en la zona restringida. Podían ver que algunos demonios que opusieron resistencia fueron asesinados y sus cuerpos dejados en las calles como si fuera basura. Si Blackfire lleva a los Exterminadores al mundo humano se volvería más peligroso de lo que ya es. Pudieron darse cuenta de que el diácono estaba en una mansión, por el patrón de vigilancia de esos ángeles de color gris. Entras saltando fue fácil; corrieron a agachas por el jardín.

-¡Ey!

-SHHHH. - Hellboy y Drake la alertaron de que baje la voz.

-Ey, este lugar, lo conozco: es de un tipo poderoso, Stolas.

-¿Y quién es ese? - El humano preguntó.

-Es alguien con mucha influencia… o era. - Cherri vio el camino de sangre que conducía a la puerta principal. - Sería tonto ir por ahí.

-Creí que no tenías cerebro. - Le respondió Drake de forma burlona, sin levantar la voz.

-Vamos por esa ventana. - Hellboy sacó su revólver.

Rojo entró primero. Esperó hasta que sus compañeros estén con él para seguir camino. En algunas habitaciones de la mansión, la luz parpadea como si la electricidad fallara. Drake observaba los autorretratos del dueño, que era un búho muy alto con una esposa y su hija. En algunos cuadros estaba solo. Apuntó hacia atrás al escuchar ruidos, alertando al resto.

-Blackfire sabe que estamos aquí, estén listos. - Hellboy continuó caminando.

-¿Qué clase de trabajo hacen ustedes? - Preguntó la cíclope.

-Somos investigadores paranormales. Cuando las agencias comunes ven algo que nunca vieron, nos llaman. - Dijo Nathan. - Oye Rojo ¿Recuerdas mi primer día?

-Maldito novato. - Hellboy soltó un bufido. - Un poco más, y llorabas.

Cherri Bomb comenzó a reírse.

-No digas tonterías. - Drake se ruborizó apenas.

Las risas desaparecieron cuando vieron al mismísimo Blackfire salir de uno de los cuartos junto a dos Exterminadores como escoltas. Él se detuvo, no pudieron ver que dibujó media sonrisa. Al darse vuelta supo que los dos agentes de la AIDP estaban escondidos en las esquinas.

-A diferencia de Hellboy - Dijo - pensé que tú no sobrevivirías, Drake.

-No te vas a deshacer de mí tan fácil.

Hellboy lo miró unos segundos con odio, sabiendo que reveló su posición. No duraría mucho.

-Ríndete Blackfire, entrégate y ahórrate las molestias. - Rojo sacó su revólver.

-Toda mi vida usando carne débil para mis propósitos ¿Cómo voy a desaprovechar a los guardianes de los cielos?

Los dos Exterminadores fueron a atacar. Hellboy salió de la esquina y disparó contra uno mientras el otro atacó a Drake, que éste se deslizó por el suelo esquivando la lanza para levantarse y perseguir al diácono.

La bomba que arrojó Cherri Bomb le explotó en la cara, destruyéndole la máscara. Hellboy lo ultimó de un disparo en la cara.

-¡Son horribles! - Dijo el demonio agarrando la lanza.

-Y dicen que las máscaras son para ocultar el verdadero rostro.

Cherri Bomb después después de hablar, arrojó otra bomba al Exterminador que quedaba de pie. Vieron que se acercaban más de ellos haciendo que ella y Rojo queden espalda contra espalda.

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Nathan Drake apoyó su cuerpo contra la pared y cargó la escopeta recortada que Husk le dio ¿Sería que la usará para matar a Blackfire? La AIDP lo quiere vivo. Se escapó dos veces de la cárcel ¿Habrá una tercera vez? Pasando por una de las habitaciones, pudo reconocer el cadáver de esa cosa que estaba en la esquina; era el mismo tipo de los cuadros de este lugar. En el cuerpo había cortes muy severos en su pecho y en el cuello.

-Me dijo que era un duque.

Drake recibió un fuerte sillazo en la espalda haciéndolo caer al piso. Blackfire pateó la escopeta recortada a un lado.

-¿Qué clase de duque se acuesta con el mismo sexo? Eso es una blasfemia.

-Y qué pensabas ¿Que este lugar era el paraíso?

Drake se puso de pie con sus puños firmes. No le importaba que su espalda se partiera del dolor. Sin dejar de verlo, escupió sangre.

-A donde quiera que vayas es una blasfemia. - Nathan respondió de forma retadora.

Blackfire contando con el talismán, apareció detrás de Drake junto con un golpe directo en las costillas seguido de una patada. El agente respondió de forma agresiva y atacando con furia al ver que el diácono esquivaba todos los golpes.

-A ver si esquivas ésto.

Drake le arrojó la bomba que Cherri Bomb le entregó. La explosión lo hizo volar por los aires haciéndole prender sus prendas. Su musculoso torso tenía cicatrices en la espalda como si lo hubieran castigado o se autocastigaba. Blackfire esquivó los escopetazos.

-Mierda…

El agente con las manos temblorosas recargaba la escopeta recortada mientras el diácono se acercaba a pasos veloces para asesinarlo.

Fue tan rápido que ni Drake ni Blackfire lo vieron. El último no tenía manos, fue el mismísimo Alastor que se las cortó a esa velocidad. Logró darle un certero golpe con su bastón en el mentón de Joseph, desmayandolo al instante. Nathan respiraba en el suelo aún sorprendido por esa inesperada ayuda del Radio Demon.

-No me digas… - Recuperaba aire - no me digas que… ¿Estuviste mirando todo? ¡Blackfire casi me mata!

Alastor comenzó a reírse.

-Mi muchacho, me encantan las escenas del héroe peleando contra el villano. Es como vivir una novela romántica de la lucha entre el bien y el mal en vivo y en directo.

-Maldito hijo de puta… gracias…

Drake aflojó su cuerpo viendo que su misión terminó.

-¿Cómo viniste?

-Charlie venía hasta aquí con la prensa y algunos curiosos. Alguien del hotel le dio una idea con respecto a ustedes dos.

-¿Rojo y yo? No me digas: vienen con tridentes y antorchas.

Drake se levantó del suelo. Las heridas de Blackfire fueron curadas con un chasquido de Alastor, y éste sonrió.

-¿Aún no crees que somos diferentes al infierno de tu librito best seller? Pues ve por ti mismo.

El radio demon apuntó a la ventana a lo que Nathan se acercó curioso. Decía la verdad, habia cámaras del noticiero como la muchedumbre rodeando la mansión. No había rastros de los Exterminadores, y quería creer que se habían marchado. Son realmente duros.

-Ya atrapaste al malo, mi amigo ¿Te falta algo?

Alastor seguía con la vista al agente que tanteó los bolsillos del inconsciente diácono, encontrando en uno de ellos el talismán. Drake se quedó viendo al radio demon mientras lo guardaba en su pantalón.

-Creo que no… ¿O si?

Drake quedó incómodo al ver que Alastor cambió ese rostro "amigable" a uno no muy feliz. Por unos segundo, los dientes amarillos junto con los labios produjeron esa sonrisa característica de él.

-Sabía que harías lo correcto.

Alastor salió caminando junto a una música producida por sus silbidos. Nathan Drake suspiró, pensó que no saldría de ésta.

Hellboy junto a Cherri Bomb pasaron al mismo tiempo que el Radio Demon salía de ahí. Fue extraño verlo aquí caminando y silbando alegremente. Después de eso, se acercaron a Drake y a un Blackfire ya esposado.

-¿Quién fue?

-Alastor. - Respondió Nathan a Hellboy - No esperaba eso, viniendo de él.

-Aunque Charly está haciendo su trabajo de princesa ¿No lo creen? Vino con una muchedumbre ahí afuera a espantar a los Exterminadores. Tal vez le dijo que te salvara el culo. - Cherri Bomb lanzó su opinión.

-Lo que importa, es que Blackfire está arrestado. - Dijo Hellboy con tranquilidad - necesito una bien fría ¿Husk tendrá un licor fuerte?

La policía del lugar si se le puede llamar así, apuntó hacia el humano que éste alzó sus manos mostrando que no usaría la escopeta recortada de su cinturón. Charlie se puso entre el medio, aclarando las cosas.

Después de unas largas horas, Nathan Drake salió sin problemas de la comisaría, siendo escoltado por la princesa del infierno. Fue muy amable en ayudarlo con el papeleo y el show mediático que causó Hellboy. Eso ayudó mucho a demostrar que los demonios pueden tener bondad en su interior, levantando el interés en ese hotel.

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Hellboy le tapó la boca a Blackfire con cinta ya que no paraba de maldecirlos. Lo dejó solo en la habitación y se dirigió al bar en donde Drake estaba bebiendo siendo rodeado por Charlie, Vaggie, Angel Dust, Cherri Bomb, Niffti y Husk detrás de la barra mientras escuchaban una de sus aventuras.

-Entonces ¿Así entraste a esa agencia de agentes especiales?

-Si, así es, Vaggie. No se ofendan, pero trabajando para ese lugar, vi cosas peores.

-¿Terminaste de conquistar chicas? - Hellboy se acercó a la barra.

Alzó su dedo y Husk apenas lo vio, preparó una jarra con cerveza helada, deslizándola hasta la enorme mano de piedra de Rojo.

-Blackfire es como un canario: no paraba de hablar.

-¿Qué harán con él? - Charlie preguntó curiosa.

-Lo pensábamos encerrar en Arkham, pero lo mejor sería llevarlo a una de nuestras instalaciones para un tipo como ese. - Dijo Drake.

-Bueno, por lo menos no lo volveremos a ver por aquí. - Vaggie se cruzó de brazos.

-Y así… es como se cierra el telón.

Habló Alastor, apareciendo detrás de Drake. Tanto Charlie como los demás sabían que él y los agentes tendrían una charla con respecto a su objeto. Husk sacó un vaso exclusivo con whisky. Dándole un gustoso sorbo a la bebida, se colocó en el medio. El Radio Demon una pequeña risa.

-Siempre me llamó la atención en cómo los humanos resuelven sus problemas: no les importa quién esté en el medio, ustedes van y disparan; en cambio, tú buscas otras alternativas, Nate ¿Puedo llamarte así? Resaltas por eso.

-Sabes que no te daremos el talismán, Alastor. - Le respondió el agente.

-Drake me dijo que tú eres el dueño de esta cosa. - Hellboy después de hablar, bebió un poco de cerveza. - ¿Cómo llegó a tus manos? No sé, lo que sí sé es que la AIDP y tú no la van a tener.

Rojo abrió su mano de piedra en donde los pedazos del talismán cayeron dentro del vaso con whisky. Alastor presionó la mano que sostenía su bastón. Detrás de esa sonrisa amarilla, escondía otro sentimiento.

-Es un whisky de doscientos años…

-¿Qué vas a hacer?

Hellboy colocó sus dedos en la empuñadura de su revólver haciendo que Drake quede tenso, sabiendo lo que el Radio Demon puede hacer. Alastor comenzó a reírse.

-Podría haberlos matado hace unos minutos atrás, o en cualquier momento… pero, no lo haré. Estaba buscando un verdadero entretenimiento, aparte del proyecto de Charlie, con el cual divertirme. Cuando las cosas se pongan muy feas, ahí estaré.

-...¿Entonces nos podemos ir? - Drake sacó su mano de la escopeta recortada, al igual que Rojo con su revólver.

-Algo me dice que te volveremos a ver. Mierda. - Hellboy también se relajó.

-¿No les agrada mi espléndida compañía? Es una pena. Déjenme que los acompañe.

Ya con Blackfire esposado y callado, los agentes se prepararon para irse. Hellboy activó el botón de regreso con el cual volverían al mundo humano, a través del portal que Victor Doom fabricó. Drake saludó a cada uno de los que conoció, a la dueña del hotel, a la pequeña mucama, al bartender que le agradeció por el obsequio, a la araña blanca.

-Sé que eres un poco dura con los hombres, pero éste te agradecerá de que no lo hayas entregado a los policías de aquí.

-Me caíste bien, Drake. - Vaggie sonrió.

Drake le devolvió la sonrisa.

-Y tú, espero que reconsideres bien nuestra propuesta.

-¿Trabajar para la AIDP? No trabajo aquí ¿Y quieres que mueva mi culo allá arriba? - Le respondió Cherri Bomb colocando sus manos en sus caderas.

-Sería una buena imagen para el hotel. - Dijo Hellboy - Y también aprovecharías mejor esas habilidades.

-Sabes como encontrarnos. - Drake le guiñó el ojo.

A pesar de que la primera vez que lo vio, lo quería matar por una recompensa, ahora posiblemente lo tendrá de compañero de trabajo.

A lo lejos, Alastor se los quedó viendo y los agentes asentaron la cabeza con respeto, al igual que el Radio Demon.

Joseph Blackfire lo miró de forma desafiante, haciéndolo sonreír.

Hellboy activó el botón de regreso, una luz los rodeó y de un abrir y cerrar de ojos, los agentes y el criminal no estaban.

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Dejó su bastón reposando en la pared. Husk le preparó una botella con whisky y un vaso, que Niffty se lo llevó a su habitación para que se relaje antes de dormir. Ya fuera de los ojos curiosos de Charlie, Alastor se acercó a su escritorio en donde sacó el verdadero talismán.

-Gracias por la ayuda, querida.

Le dijo a Vaggie que salió de la oscuridad.

Tenían que mantener su relación a escondidas, y no hay nada mejor que disfrazarla con odio e insultos. Sin la vista de los demás, la chica abrazó al Radio Demon, sintiendo un pequeño beso de parte suyo. Alastor supo que en ciertos momentos, los sentimientos se tienen que ocultar.

Sonrió al ver el talismán en su mano.

–¿Qué harás con esa cosa? – preguntó Vaggie aún abrazándolo.

–Por el momento guardarla… Chakan se pondrá alegrará de que la tengo.

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Fin...