Cáp. 4: Un anhelo debajo de la Luna; la protectora de los sueños...

Yume estaba muy intranquila, le preocupaba el hecho de estar en la casa de los Tao, se alegraba por estar con Len pero algo dentro de si le decía que esto no sería fácil y que probablemente solo complicaría al final lo inevitable, pero no podía mostrarse así viendo a Len tan entusiasmado. La casa era enorme y tenebrosa, durante los primeros días se llevo más de un susto tras otro, ella misma le tenía gran temor a los cadáveres. Por su parte el joven Tao estaba preocupado por que sus padres no se encontraban en casa, eso representaba un problema ya que ellos no aceptarían tan fácilmente a Yume en el lugar y menos lo que él sentía por ella.

Siendo Len el sucesor de los Tao era necesario que atendiera los problemas que surgieran durante la ausencia de sus padres; en ese momento se encontraban grandes disturbios en algunas aldeas de la región, gracias a lo acontecido tras las riñas con los seguidores molestos ahora su familia era algo así como una autoridad y a modo de saldar el daño que hicieron actúan para poder preservar la paz, de esta manera es que Len a tenido que salir los últimos días. Siempre que partía Yume lo despedía con cariño, y no solo eso si no que cuando este regresaba ella lo estaba esperando en el mismo lugar.

Cada día que pasaba él pensaba en Yume y se enamoraba más y más de ella, ahora ya era un hecho, no podía evitar el verla sin ponerse ligeramente ruborizado, la ternura de la joven lo tenía mas que maravillado.

Han pasado ya tres meses desde que llegaron a China, y no fue hasta este momento que el resto de la familia Tao regreso a la gran casa.

-pero que sorpresa que estén aquí!-dijo la señora Tao al entrar y toparse con sus hijos

- es que pasaremos una temporada en casa-contesto Jun al ver el sudor frío de Len

- tengo que decirles algo importante...-fueron las repentinas palabras de Len

-pero pasemos al salón privado-dijo En y de inmediato comenzaron a caminar por el pasillo.

-que pretendes esta vez?-le susurro Jun a su hermano

-algo que e estado pensando mucho-dijo un poco distraído

La noche llego rápidamente, Len estaba preocupado por lo que ocurrió con su padre, para olvidar un poco su problema estaba tratando de entrenar un poco.

-le pasa algo señorito?-se trataba de Bason

-no es nada...-contesto aumentando el ritmo en lo que hacía

-no deberías de estar esforzándote tanto-se trataba esta vez de Yume, esta le traía un baso de leche

- dentro de unos días tendré una pelea importante-comento al tomar asiento junto con ella

-...espero que tenga suerte-comento con su dulce voz

-tengo algo que pedirte...-decía Len muy serio-quiero que seas mi prometida..-concluyo

-..yo?...pero...-sin embargo, Len no la dejo hablar ya que la beso súbitamente y Yume solo le correspondió

Lo que no sabían era que estaban siendo espiados por la joven Taoista y el espíritu del joven.

-hay veces que no entiendo a ese chico, mira que decirle primero a mi padre y después a Yume-decía Jun

- que bueno que es feliz el señorito-dijo conmovido Bason

Pasaron unos cuanto minutos muy amenos abrasados y dándose uno que otro beso, después de eso ella se retiro a dormir, mientras que Len se encontraba ahora en el exterior de la casa contemplando la luna y el firmamento.

- se que todo saldrá bien..-se dijo al suspirar-mmm estoy comenzando a sonar como Yoh- después simplemente rió y se fue a acostar

Durante la noche Yume despertó bruscamente, sintió que Len estaba en peligro.

El joven Tao estaba dentro de un sueño, pero no estaba solo, de alguna manera Hao estaba invadiendo su mente.

-que haces aquí y que pretendes!-dijo molesto Len al empuñar su lanza

- e decidido que debo deshacerme de ti-contesto tranquilamente-la otra noche tú te entrometiste y quiero que eso no ocurra de nuevo-

Después comenzó la batalla, lamentablemente Hao aun seguía siendo demasiado para Len al grado que solo parecía jugar con el chico; al pasar los minutos el muchacho Asakura estaba por ganar el encuentro.

-parece que a llegado tu fin...-decía Hao con una especie de flecha de fuego en su mano-

Al arrojarla Len fue protegido por un aura verde destellante, Hao ya sabía de que se trataba.

-al parecer Yume no quiere que mueras, en ese caso solo les daré un susto-comento divertidamente-...ya que no la quiero matar, pero será mejor que te apresures si no quieres que ella muera-

Hao soltó una especie de rayos de su mano, estos salieron como perdiéndose en las alturas, tras esto Len sintió como si su corazón diera un vuelco de temor, tubo el peor de los presentimientos, al ver desvanecerse la figura de su adversario se despertó presuroso, se paro casi cayéndose y quedo sumamente impactado al encontrarse con Yume en el pasillo, esta estaba tirada y bajo de si un pequeño charco de sangre.

Len se encontraba sentado fuera de una habitación, frente de este estaba el resto de su familia, Jun lo miraba con tristeza mientras que el resto permanecía neutral.

- no te preocupes..-dijo Jun al abrazar a su hermano

Pasado un rato salio un doctor, dijo que estaría bien que solo era un rasguño leve pero aun así debería de guardar reposo. Durante los siguientes dos días Len no se separo casi ni un instante del lado de Yume, sin embargo, tenía una batalla a la cual acudir, claro que de esto no le hablo para nada a ella, por esta razón acude dejando a Jun en su lugar.

-donde esta Len?-preguntaba Yume al despertar

-él se fue a pelear...-contesto Jun un poco intranquila-..creo que hay algo que Len no te a dicho-

-sobre su pelea, no es así?-decía Yume mirando sus manos en la cama

-te lo contare todo-comento Jun-veras, cuando el sucesor de la Familia Tao escoge a su futura esposa este debe probar que ella es digna retando a la actual cabeza del clan-

-entonces Len reto a su padre?- a lo que la Taoista solo afirmo con la cabeza

-como él no quería que te pasara nada no te dijo, incluso deberían ser ustedes dos los que combatieran con papá...- termino pesadamente de contar la joven

Por otra parte en un enorme cuarto estaban ya todos reunidos, ambos contendientes listos para comenzar y aun costado del lugar se encontraban la señora Tao y el abuelo de los chicos.

-estas seguro de querer continuar con esto?-dio su ultimátum En

-claro que si!-grito al arrojarse de lleno al combate

En la anterior lucha en contra de su padre Len tubo muchos problemas pero al final resulto triunfante debido a la confusión de su adversario, pero en esta ocasión no solo estaba el mismo algo desconcentrado si no que no contaba tampoco con el apoyo de sus amigos. Los dos se mostraban decididos, era una verdadera demostración de fuerza, lamentablemente la posesión de el gran Tao estaba teniendo severas ventajas sobre de Len; al cabo de unos cuantos minutos Len estaba ya terminando con todo su poder espiritista, y parecía a ver llegado a su fin.

-te rindes?-dijo el señor Tao al ver a Len en el suelo con por lo menos dos costillas rotas

-claro que no..-respondió al tratar de ponerse en pie

-si no les importa espero me permitan participar en su encuentro-pidió amablemente Yume quien recién llegaba

-adelante jovencita!-contesto cortésmente

Yume se puso junto frente de Len, saco con cuidado un abanico; por otra parte Jun a regañadientas de Len trataba de sacarlo del campo de batalla.

-Drim!-llamo a su espíritu acompañante-posesiona el abanico!-prosiguió al abrir dicho objeto, este cambio de forma asiéndose casi de un metro y como si de metal fuera

En no se anduvo con delicadezas mandando uno de sus más poderosos ataques, sin embargo, Yume huso el abanico como un espejo al abrirlo totalmente, claramente este reflejo sin problemas aquella energía, siendo el gran Tao incapaz de esquivarlo fue casi inmediatamente fulminado.

Se encontraban Yume y Len viendo la luna llena sobre de ellos, todo era calma.

-eres más fuerte de lo que aparentas ser...-comento Len.

-es solo que no me gusta pelear,-dijo ella con una sonrisa-solo cuando es indispensable-

"después de todo ese es el deber del dragón, el defensor de los sueños que vuela sobre la luna..."

Continuara…