Disclaimer: Para desgracia para mí, y suerte para los personajes de Slam Dunk, ni ellos ni la serie me pertenecen.
Sumario: AU. Solo diré que en esta historia Hanamichi es una chica de verdad, ya sabéis con estrógenos y eso. Ruhana. (Sería raro que no lo fuese verdad?)
CAPÍTULO 11
Un chico con gafas de sol y gabardina miraba ansioso hacia todos lados. Detrás de él una pelirroja de lo más sonrojada caminaba rezando para que nadie viera el comportamiento de su amigo.
Youhei ya basta, estás haciendo el ridículo, además llamas mucho la atención. Se quejó Hanami.
Las admiradoras de tu zorrito van a intentar lincharte, debo asegurarme que las divisamos a tiempo para que puedas huir si te atacan. Dijo Youhei continuando con su tarea de guardaespaldas.
Si Akira lo viera se estaría tronchando! Pensó Hanami con una gota de sudor en la cabeza. Era verdad que las fans de Kaede eran unas locas psicópatas, pero también es verdad que no se arriesgarían a meterse con Hanami, ya que la chica estaba bajo la protección de Akagi, por decirlo de algún modo.
Durante el tiempo que hacía que la pelirroja estaba en el equipo, Akagi y Hanami siempre estaban peleados. Pero pobre del que dijese algo malo de uno en presencia del otro.
Ya estaban casi en la entrada del instituto cuando se toparon con Kaede.
En casa si que se mostraban afectuosos, pero así en público además, muchos ya sabían que Hanami vivía en casa de Kaede, así que las especulaciones estaban a la orden del día. No es que a Kaede le importase mucho lo que pensaran los demás, pero Hanami se sentía incómoda con según que comentarios.
Aunque no hay nada que un buen cabezazo mortal no solucione. Siempre se decía la pelirroja para animarse.
Llegó el momento de la prueba de fuego, las admiradoras de Kaede empezaban a concentrarse alrededor del chico, y este se dirigía decidido hacia Hanami.
No hacía falta tener un coeficiente intelectual como el de Einstein, para saber que el kitsune tenía intenciones de dejar claro como el agua que tipo de relación mantenía con su Do'aho.
Kaede se paró a escasos centímetros de Hanami, esta no sabía lanzarse a sus brazos y besar al chico hasta dejarlo sin aliento; o suplicarle que fuera discreto.
Por suerte o por desgracia para Hanami (Si yo estuviese en su lugar me lo tomaría como una suerte) Kaede la atrajo hacia su cuerpo y en frente de todo el mundo la beso fogosamente en la boca.
Joder! Con el Rey de Hielo! Exclamó Mitsui. Ryota asintió.
Ayako tenía la misma mirada que Kanae cuando vio besarse a la pareja por primera vez, Kogure estaba rojo como un tomate, pero sonreía, y Akagi mantenía su expresión serena, pero si alguien se fijaba bien, podía distinguirse una pequeña sonrisa en su rostro.
Youhei estaba tirando confeti alrededor de la pareja, mientras silbaba. (N/A: Lo siento no pude resistirme)
Casi todas las animadoras de Kaede estaban fuera de combate, y las que no estaban llorando como si fuese el fin de sus vidas.
Ahora todo está aclarado. Dijo Kaede rompiendo el beso y llevándose a la pelirroja de allí.
Al cabo de unos días todo el mundo sabía que Kaede Rukawa y Hanami Sakuragi eran novios. Y algunos se atrevían a decir que estaban prometidos casi desde el mismo momento en que nacieron.
Todo el equipo del Shohoku en pleno fue a ver el primer partido oficial de la temporada. Se enfrentaban el Kainan y el Ryonan.
Cuando Akira divisó a Hanami pareció que se hubiera puesto nervioso. Kaede intrigado empezó a mirar por las gradas como si buscara a alguien, y cuando vio al padre de Hanami casi en frente de donde estaban sentados los del Shohoku, empezó a entender.
Al menos podrían esconderse un poco más! Pensó molesto.
Kaede, guapo! No están haciendo nada malo. Solo ha venido a verle jugar. Tal vez su relación no sea muy convencional, incluso siendo gay, pero tu no tienes derecho a juzgarlos. Dijo una voz en su cabeza.
Pero Hanami va a sufrir! Se quejó él.
Si tu no dejas de comportarte como un paranoico mente cerrada, si que va a sufrir¿Quién te asegura que ella no esté de acuerdo con esta relación? Te recuerdo que ella dejó marchar a Fujima para que fuera feliz. Si ve que su padre lo es, puede que no se oponga. Pero tú no debes inflarle el coco! Memo! Exclamó la voz.
Me estoy volviendo loco! Murmuró Kaede.
Kae¿estás bien? Susurró la pelirroja preocupada.
En pocos minutos el partido comenzó. Akira fue el encargado de marcar a Maki. Aunque el capitán del Kainan era un año mayor que Sendoh, el jugador del Ryonan fue capaz de mantener a raya a su oponente.
Fue un encuentro muy igualado, pero al final Kainan ganó de 5 puntos. Los jugadores del Ryonan estaban tristes y frustrados, pero aún les quedaba una oportunidad para llegar el nacional. Así que no se derrumbaron.
Pero para conseguir clasificarse los del Ryonan tenían que vencer al Shohoku, en el partido que tendría lugar dentro de una semana.
Cuando los del Shohoku ya se marchaban se fijó en que todos los jugadores del Ryonan aún estaban en la pista menos Akira, y fue entonces cuando buscándole se encontró con algo que la dejó completamente paralizada.
Cerca de la entrada a los vestidores estaban Keisuke y Akira, el primero tenía su brazo por encima los hombros del otro, y le mantenía cerca de su cuerpo. Era como si Keisuke estuviera abrazando a Akira.
Hanami empezó a temblar, apretaba los puños tan fuerte que hacía sangrar las palmas de sus manos. Parecía que sus dientes fuesen a hacerse añicos los unos a los otros. Sin ni tan siquiera pensar en lo que hacía se subió a la barandilla y saltó a la pista.
Kaede emitió un grito ahogado al fallar para detenerla.
Hecha una fiera la pelirroja se dirigió hacia donde estaban Akira y su padre. Cuando se puso a su altura abofeteó a Keisuke.
Otra vez! Otra vez me has ocultado algo. Ya veo que no confías en mí. ¿Qué creías, huh¿Qué no te iba a hablar jamás¿Qué¿Por qué no puedes confiar en mi? Seguro que todos lo saben¿verdad? Y yo…y yo…como siempre soy la última en enterarme! Hanami estaba fuera de si. Se sentía traicionada.
Keisuke hubiese deseado mil veces que su hija le estuviera gritando. Pero la pelirroja lo decía todo casi susurrando, era como si el dolor le impidiera hablar.
Y tú…Empezó Hanami refiriéndose a Akira. Seguro que te lo pasaste muy bien fingiendo que querías ser mi amigo.
No…no es verdad…
Claro que no lo es! Seguramente solo lo hacías para quedar bien¿huh? Debió ser un gran sacrificio para ti, fingir que yo te importaba, y que te preocupabas por lo que me pasara o sintiera. Os odio! A los dos! No quiero saber nada de vosotros nunca más. Pero te diré una cosa más…Si me lo hubieses dicho lo habría entendido, y te habría apoyado. Pero supongo que eso a ti no te importa! Hanami salió corriendo sin mirar atrás.
Keisuke y Kaede intentaron seguirla. Pero Akira sujetó al padre de la chica y Youhei le dijo a Kaede que ahora ella tenía que estar sola.
Pero puede hacer cualquier cosa! Dijo Kaede preocupado.
Te echará en cara que no se lo hubieras contado¿por qué tu lo sabias verdad? Dijo Youhei.
Lo…lo sospechaba, pero ella misma me dijo que no se lo explicara. Que cuando su padre estuviera listo, él se lo contaría. Se defendió Kaede.
¿Y tu de verdad crees que en estos momentos sea capaz de razonar? Necesita desahogarse, Rukawa y para ello debe estar sola. Dijo Youhei.
Kaede siguió mirando la puerta por la que la chica se había marchado, luego se dejó caer pesadamente sobre el asiento. Cubrió su rostro con las manos y se inclinó hacia delante, sus codos tocando sus rodillas. El equipo en pleno, se sentaron en los asientos del lado.
Akira suéltame! Ordenó Keisuke.
¿Y que harás perseguirla? En estos momentos no quiere saber nada de ti. Y si la enfrentas, solo os haréis más daño el uno a al otro. ¿No lo entiendes?
Es mi hija! Exclamó el hombre desesperado.
Si la obligas a enfrentarse ahora con esta situación la perderás y lo sabes! Dijo Akira.
Además…
¿Además que?
No creo que esté sola por mucho tiempo. Terminó Akira mirando un asiento vacío en las gradas.
¿Te importaría ser un poco más claro? Dijo Keisuke desprendiendo sarcasmo hasta por las orejas.
Me refiero…Akira no pudo continuar, Kaede le había dado un puñetazo.
¿Cómo te atreves a sonreír después de lo que has causado! Exclamó furioso el chico de ojos de zorro.
¿Yo? Yo no he hecho nada malo! Se defendió Akira.
Ya claro! Es mi culpa que esté así! Dijo sarcástico Kaede.
No! Aquí el único culpable soy yo! Dijo Keisuke.
Pues en eso estoy de acuerdo! Coincidió Kaede aún cabreado. Debiste decirle la verdad, aunque francamente, no se que diablos le viste a este estúpido para liarte con él!
Akagi y los demás se quedaron helados. Youhei se pasó una mano nerviosa por el pelo.
Keisuke y Akira estaban más blancos que la pared. Abrían y cerraban la boca, como su fuesen peces fuera del agua.
Continuará…
