Disclaimer: Para desgracia para mí, y suerte para los personajes de Slam Dunk, ni ellos ni la serie me pertenecen.

Sumario: AU. Solo diré que en esta historia Hanamichi es una chica de verdad, ya sabéis con estrógenos y eso. Ruhana. (Sería raro que no lo fuese verdad?)

CAPÍTULO 20

Ayako y Hanami estaban en la terraza del hotel tomando un refresco; los chicos habían desaparecido del mapa.

-¿Así que te has ligado a Maki, eh? Se burló Ayako.

-Pasa de mí! Dijo la pelirroja molesta. Ayako solo rió divertida por la reacción de su amiga.

Entonces escucharon una conversación…

-Dicen que en el Shohoku juega una chica. Dijo un chico.

-Ahora dejan jugar a todo el mundo! Se quejó otro.

-Sí, tienes razón, sino no se entiende como dejan jugar a un par de neandertales como vosotros. Les espetó Hanami, dispuesta a repartir cabezazos mortales a quien los pidiera, y a quine no también, no se debe discriminar a nadie.

Los chicos se quedaron petrificados y más cuando vieron una sombra gigante acercándose desde atrás.

-¿Decías algo de mi equipo? Preguntó Akagi con el resto del equipo a su lado, hasta Kogure estaba enfadado.

-Akagi no te metas! Exclamó Ayako. Cuando nos enfrentemos se verá quien merece estar aquí y quien no. Dijo con una voz fría y sin emoción; luego ella y Hanami entraron al hotel.

Hanami regaló a los extraños una mirada asesina y Mitsui decidió divertirse un poco.

-¿Tenéis seguro de vida? Preguntó Mitsui.

-Eh…no…¿por qué? Preguntó uno.

-Pues deberíais haceros uno, creedme. Dijo Mitsui con una sonrisa malvada.

Los dos chicos se miraron y luego salieron corriendo como si les fuera la vida en ello.

-Michy, ¿crees que Hanami les haría algo? Preguntó Ryota.

-No que va! Pero eso lo sabemos nosotros y ellos no. Será divertido. Además la venganza es un plato que se sirve frío. Dijo Mitsui. Por cierto, ¿no deberías ir a consolar a Ayako?

-No! Quiero decir que ahora deben estar hablando de cosas de chicas y eso…Ehehehe! Rió nervioso Ryota.

-Ya! Pero te comprendo a mi también me da miedo. Dijo Mitsui palmeando la espalda de Ryota.

-Do'aho! No hay duda sobre quien dijo eso.

-Rukawa! Gruñó Michy.

-Tranquilo! Solo está de mala leche porqué sus compañeros de habitación somos nosotros y no la Tensai. Dijo Ryota, y cuando vio que Kaede se sonrojaba casi le resulta imposible no doblarse de la risa.

Kogure y Akagi ya pasaban de aquellos tres, les habían declarado casos perdidos.

-Si no ganamos Ayako nos cortará la cabeza. Dijo Kogure sintiendo escalofríos.

-¿Tu también! Exclamó Akagi, el cuatro ojos solo sonrió.

Mientras en la habitación de las chicas…

-Has dejado al Gori petrificado! Dijo Hanami ahora más calmada, (por coincidencias raras de la vida todas las almohadas del equipo del Shohoku habían reventado).

-Si hubiera dejado que Akagi se metiera, te habrían despreciado aún más, aquellos idiotas. Dijo Ayako jugando con su pelo.

Hanami se puso seria. -¿Por qué nunca te has unido al equipo como jugadora? Se que eres buena. Preguntó Hanami.

-Por miedo. Miedo a no estar a la altura del nivel de los chicos. Pero tú puedes jugar por mí, tú puedes hacer lo que yo no pude por miedo. Dijo sujetando a Hanami por los hombros.

Hanami la abrazó. –Ganaré aunque sea lo último que haga. Y en la universidad tú jugaremos juntas. Nadie podrá con nosotras, ¿vale?

-Vale! Snif! Susurró Ayako.

A medida que las eliminatorias pasaban, Hanami y el resto del Shohoku, demostraron porqué estaban allí. El Kainan había sido eliminado por el Sannoh en las semifinales. Ahora la el título estaba entre el Shohoku y Sannoh.

La noche anterior a la final Hanami salió a dar un paseo sola, paseando por la playa divisó a Maki, que estaba sentado en la orilla. Sin decir nada se sentó a su lado.

Pasaron unos minutos en silencio, la pelirroja incomoda dijo lo primero que se le pasó por la cabeza.

-Les patearemos el culo de tal forma que desearán haber perdido contra vosotros. Exclamó sacudiendo un puño.

-Gracias! Pero sería mejor si pudiéramos pateárselos nosotros mismos. Dijo Maki. Esta era mi última oportunidad, ¿sabes? Dijo triste.

-En el instituto, Viejo! Aún te queda la universidad y luego seguro que te haces profesional. Aunque si tanta ilusión te hace podrías repetir. Dijo Hanami.

-No gracias! Replicó sarcástico, pero más animado. ¿Y tu que harás? Creo que Rukawa quiere irse a la NBA.

-Yo me quedo, debo cumplir una promesa, además el Gordito convenció a Kaede para que primero fuera el número dos del Japón.

-¿Dirás el nº 1? Dijo Maki confuso.

-Ño! El número 1 voy a ser yo, a él le dejo ser el dos. Replicó Hanami cruzándose de brazos.

-¿Sabes que? No me parecería tan raro. Me gustaría jugar contra vosotros alguna vez, y alguna vez poder jugar en el mismo equipo. Dijo Maki.

-¿Te gusta perder, huh? Se burló Hanami.

-Hn! No te emociones solo me has ganado una vez. Dijo Maki levantándose. Suerte mañana. Deseó sincero.

-Gracias! Pero yo no necesito suerte tengo el mejor equipo del mundo. Dijo Hanami. No podemos perder, no puedo perder, se lo prometí a Ayako. Pensó.

Maki miró como la pelirroja se alejaba. –Seguro que estarás en equipos más fuertes, pero al igual que a mí, este en el que estás ahora, será siempre el mejor. Susurró en medio de la nada.

Faltaba media hora para que empezara la final, ambos equipos estaban en los vestidores.

-El Shohoku jamás ha llegado tan lejos, hemos hecho historia. Pero eso no significa que podamos conformarnos, debemos luchar hasta el final. Aún así, en el caso que no ganáramos, quiero que sepáis que estoy orgulloso de vosotros y se que llegaréis muy lejos. Dijo Akagi recordando como conoció a Hanami, Kaede, Ryota, Kogure y Mitsui, también Ayako, eran sus amigos, su familia y siempre sería así.

A Hanami se le escapó una lagrimita y utilizó la camiseta de Kaede para secarse la cara. Este sonrió y la abrazó por atrás.

Ryota miró a Ayako y sorprendió a todos besándola en los labios, pero el sorprendido fue él cuando el beso fue correspondido.

-Pues yo no tengo ninguna intención de abrazaros ni besaros a ninguno de los dos. Dijo Mitsui a Kogure y Akagi.

-Vamos a demostrar quienes somos y cuanto valemos, ¿os parece? Dijo Anzai, quien hasta ahora no había abierto la boca.

-Se arrepentirán de haber nacido! Exclamaron Hanami y Mitsui, magullando las taquillas con un puñetazo.

-Uops!Nyahahaha! Confusión de contexto. Dijo Hanami nerviosa.

Antes que Akagi pudiera regalarles uno Gori Punch, ambos culpables salieron corriendo a velocidad luz.

Al entrar en la pista Hanami se fijó en que el Kainan, el Ryonan, el Shoyo, sus amigos y familiares estaban en las gradas.

-Todo! Susurró Hanami.

Kaede la miró expectante.

-Tengo todo lo que quiero y necesito. Pero…pero aún se puede mejorar. ¿Me ayudas Kitsune? Dijo Hanami.

-Siempre Do'aho. Susurró Kaede, después de darle un pico a Hanami, el moreno ocupó su posición en la cancha.

El resto de jugadores de ambos equipos también ocuparon sus sitios. Y el árbitro silbó el comienzo del partido.

EPÍLOGO

Años más tarde un chico pelirrojo, de ojos color miel; y una morena de ojos azules, contemplaban la vitrina de trofeos del equipo de básquet del Shohoku.

-Es hora de reclamar nuestro trono, Keisuke. Dijo la chica.

-Sí, nosotros también ganaremos el campeonato nacional todos los años que estaremos aquí. Desde que ellos se fueron el Shohoku solo ha ganado el campeonato 5 veces más. Es hora de que el Shohoku ocupar le lugar que le corresponde. Kanae Kitsune. Nyahahaha! Rió estrepitosamente Keisuke.

-Baka Do'aho! Pero por un vez tienes razón hermanito. Dijo Kanae pinchando la mejilla del chico, este le sacó la lengua.

Luego ambos entraron en el gimnasio dispuestos a empezar su primer entrenamiento en el instituto. Sin saber alguien les habías escuchado.

-¿Crees que podrás aguantar a alguien así otra vez, Ryochín? Preguntó una mujer de unos 40 años.

-Durante años lo he hecho como compañero y capitán, ahora lo haré como entrenador. ¿Podrás tú, o te has vuelto floja, Ayako? Desafió Ryota a su mujer.

Ayako sonrió. -¿Vamos entrenador Miyagi?

-A sus órdenes entrenadora Miyagi. Dijo Ryota haciendo una reverencia y cediendo el paso.

FIN