Disclaimer: ya lo he dicho muchas veces... Inuyasha no me pertenece... lo único que poseo es la idea...


Cap 9.


- ¡Sango!- el grito tomó por sorpresa a todos –que haces¿por qué estas llorando, Miroku levantó la mirada para ver a Kagome corriendo a su lado "no, no, NO, que se aleje" en ese momento no quería hablar con nadie, quería irse de ese lugar, quería alejarse de Sango, como podía verla, como podía hablarle después de todo lo que ella pensaba de él, todo lo que le había hecho creer, se levantó rápidamente y se internó en el bosque antes que los maternales brazos de su amiga lo alcanzaran, Kagome se sintió triste ante el rechazo de su amiga y miró a Miroku con una rabia que solo se había visto cuando luchaba en contra de Naraku

- Esto si fue Miroku- se acercó al cuerpo de los ojos zafiro y lo agarró del collar del yukata azul con fuerza dejando a Inuyasha y a Sango totalmente perplejos –esto si fue lo último, contesta QUE LE HICISTE, ESTA VEZ FUE SERIO, NUNCA ANTES LA HABÍA VISTO ASÍ¡DEBES DECIRME QUE LE HICISTE!- Inuyasha se apresuró a separarla de quien a sus ojos era Miroku antes de que lo ahorcara cuando por fin logró hacerlo Sango empezó a toser en búsqueda del aire que le había sido negado por unos minutos – ELLA CONFIABA EN USTED DESVERGONZADO- Inuyasha la sostenía, aún asombrado por la manera en que su novia había reaccionado, nunca hubiese esperado algo así de ella, tal vez de él mismo, pero de ella no, ella era quien calmaba, era el equilibrio del grupo, Kagome empezó a aminorar su lucha mientras una lágrima caía por su rostro, Sango pasó saliva, con la pequeña gota de agua el rostro del hanyou había cambiado de uno comprensivo y dispuesto a consolar al de un lobo agresivo dispuesto a luchar protegiendo lo que era suyo, y para ser francos el creía que Kagome era suya y en este momento ella se había convertido en aquello que la amenazaba, lo cual solo significaba una cosa "debo salir de aquí" Inuyasha se separó de la joven de cabello azabache para mirar al alma de la exterminadora de manera intimidante

- vete… aléjate de ella- Sango no necesitó más, sabía muy bien lo posesivos y sobre protectores que era los hanyous con sus parejas, y antes de que el joven del haori rojo pudiese pronunciar algo Sango se puso de pie y se interno en el bosque a toda velocidad "pero que le sucede a ese monje, como se le ocurre hacer algo como esto…" a su mente llegó la imagen de los ojos marrones derramando pequeñas y silenciosas lágrimas "que demonios sucede contigo Miroku".

Paró en medio del bosque y tomó asiento, miró a su alrededor en caso de que se encontrara con algún demonio, una vez hubo terminado el escaneo por los árboles se miró las manos, aquellas manos delicadas y blancas que había tomado en más de una ocasión para ofrecer soporte, o simplemente para jugarle una broma a su hermosa dueña "definitivamente soy un idiota"

- sí lo eres, pero sin embargo no se te puede quitar el que la quieras- levantó la mirada, su cuerpo posicionándose inmediatamente en forma de ataque – Miroku, es esa la manera de darle la bienvenida a una dama

- muéstrate… ¿cómo me llamaste? - una joven salió de los arbustos, su cabello corto y marrón atado torpemente con un par de palitos

- Miroku… o acaso prefieres que empiece a llamarte Sango, al paso que van tocará empezar

- fuiste tú quien me hizo esto, por tu culpa todo esto está pasando…

- ¿y te arrepientes?- Miroku la miró algo confundido, los ojos marrones de cuerpo de la exterminadora mirando fijamente los café casi negro de la bruja que lo miraba desafiante

- me disculpará señorita pero no logro comprender lo que me quiere decir

- a lo que me refiero, es a si te arrepientes realmente de haber cambiado de cuerpos con Sango sama, y antes de que contestes quiero que lo pienses con seriedad…- Miroku cerró la boca reteniendo en su garganta las palabras que estaban dispuestas a salir

-yo… no sé- pensó en las muchas cosas que habían sucedido, la manera en que Sango y él parecían haberse podido conectar por fin después de tanto tiempo

- sabes que por más de un factor- continuó ella como si no hubiese oído lo que el monje había empezado a decir – Su relación ha mejorado de manera considerable

- si- dijo él incapaz de negar las palabras de la joven frente a él - pero aún así has de el que no sabemos quién eres y si estás del lado de Naraku

- si te tranquiliza te doy mi palabra, no estoy con ese babuino pulgoso, mis intereses son otros- ante estas palabras el monje no pudo el evitar el arquear una ceja

- aún así, creo que no tengo más opción que creerte ya que supongo has de ser la única que puede devolverme mi masculinidad.

Sango se miró en la laguna, le enfurecía ver ese rostro frente a ella así que decidió subir la mirada al cielo azul que se extendía sobre su negro cabello "que demonios le pasa a ese monje…" cerró los ojos y se centró en el sonido que el viento producía al colarse entre los árboles, el sonido del agua siendo movida por las hojas que alteraban su pasividad "Miroku sama… que pasa, es que acaso ya te es totalmente insoportable el estar en un cuerpo como el mío" sacudió la cabeza, lo sabía, no había nadie que pudiese herir sus sentimientos de la manera en que ella misma lo hacía "tal vez él puede" de repente sus ojos se abrieron en alerta, su mano tomó una roca rápidamente y la arrojó hábilmente hacia uno de los árboles que se encontraban cerca, se escuchó un grito de dolor y un joven cayó al suelo mientras se cogía la cabeza con desesperación, la exterminadora corrió hacia él, su mano lista para retirar el rosario que guardaba cuando reconoció al demonio que tenía en frente

- ¿tu?- el joven levantó la mirada, el miedo reflejándose momentáneamente

- Sango, que grata sorpresa, estaba pasando por aquí y… ya sabes… estos árboles no son suficiente para aguantar mis agraciados pasos y…- la exterminadora se acercó más a él, esta vez apuntándolo con la katana que el ya conocía muy bien

- lo mismo digo, una grata sorpresa… en especial considerando que gracias a ti he pasado los peores y más embarazosos días de mi existencia…

- no lo tomes personal- dijo intentando aligerar la situación a pesar de que pequeñas gotas de sudor se estaban formando en su frente

- no me entiendes- dijo su mirada cambiando de manera drástica, la usual inexpresividad de los ojos azules del monje cambiando a una expresión de desesperación y sadismo –esto ya es personal-.

- ¿sabes, esto podría considerarse brutalidad policial- dijo el joven caminando a regañadientes, Sango jaló de nuevo de la soga que sostenía al demonio por las manos y el cuello

- en realidad eso es lo que menos me importa en este momento, por ahora tengo que encontrar a ese condenado monje, él sabrá que hacer contigo- el demonio la miró con algo de intriga

- no veo por que te muestras tan fría cuando hablas de él, todo el mundo sabe que amas a ese pervertido- Sango se volvió para verlo al notar el tono del joven – además, ojala las cosas siempre fueran tan fáciles, tu lo quieres, él te quiere… no todos tenemos esa fortuna- el tono del demonio disminuyó hasta ser solamente parte del silencio que había existido entre los dos, la exterminadora paró sintiendo que su rabia por el joven tras de ella disminuía

- las cosas no son tan simples

- eso dices tú, pero la verdad es que si lo son Sango sama, las cosas son muy sencillas, el encontrar a alguien a quien amar es un privilegio, y el que esa persona corresponda tus sentimientos es una bendición, una tan valiosa que gente tan ciega como tu no puede valorar… ellas se hacen cargo de hacerles ver lo valioso que ese regalo

- ¿ellas?- dijo ella, toda su atención concentrada en los ojos del joven, parecían haber madurado siglos en tan pocos segundos, podía sentir la gran energía que el ser despedía mientras sin intención alguna le revelaba su corazón a la exterminadora, de repente todas la piezas del rompecabezas se acomodaron en la cabeza de Sango, los ojos color zafiro se abrieron más de lo normal – brujas… he escuchado que un grupo selecto de ellas se dedican a jugar de celestinas… pero, nunca escuché que dejarán ingresar a esos grupos a demonios… hasta donde tengo entendido los rechazan y repudian…- ante estas palabras el joven mostró una furia que Sango nunca pudo imaginar ver en él

- ELLAS SON DIFERENTES, NO TE ATREVAS A MEZCLARLAS CON EL RESTO…- Sango se sintió sonreír, con cuidado retiró la soga que ataba al joven

- sabes algo… no me has dicho tu nombre- él la miró sorprendido

- Katze

- ah ya veo… y hace cuanto estás con ellas

- hace dos años

- ya veo, y… quien es la que te gusta- un color rojo escarlata atravesó el rostro del joven felino

- tu… eso… no… de que hablas no voy a decir nada, tu no sabes nada lo mejor es que te olvides de esto- las palabras fueron dichas con tal rapidez y nerviosismo que Sango no pudo evitar el soltar una pequeña risa que en el cuerpo masculino del monje se oía un tanto escalofriante

- oye, sé lo que debes pensar… pero realmente necesito que me ayudes a recuperar mi cuerpo, tal vez las intenciones de ustedes no son malas, pero es peligroso que estemos fuera de nuestros cuerpos, tenemos que cuidar del grupo, recuperar los fragmentos de Shikon antes de que Naraku los consiga y en este estado no hemos avanzado mucho-.

Los ojos color miel de la bruja estaban impacientes esperando por sus amigos "donde estarán, no deberían tardar tanto" de repente sintió el ruido de las ramas moviéndose "ha de ser Tsuki chan, esa mujer siempre hace mucho ruido", se levantó del lugar en el que estaba cuando vio las silueta de dos hombres salir de los espesos matorrales

- sabes Krizue, realmente el próximo escondite lo escojo yo, Uds. las brujas no sirven para eso

- ¡Neko chan!- miró al lado de joven y sintió como toda su cara se ponía pálida de repente – ¡KATZE DIME QUE HACE ÉL, ELLA AQUÍ!- Sango reconoció inmediatamente a la joven frente a ella, aparentaba tener su misma edad, el cabello negro y rizado caía hasta un poco debajo de sus hombros y un kimono que parecía muy fino

- es como suficiente- sus ojos escanearon rápidamente el lugar – ¿y la bruja cabeza de huevo?

- se fue, creo que iba a revisar como iba el monje- Kayes se volvió y la miró sorprendido

- LA DEJO IR SOLA, DONDE ESE TIPO ¡A USTED QUE ES LO QUE LE PASA!- la joven de cabello rizado lo miró con rabia

- LO QUE ELLA HAGA ES SU PROBLEMA, YO NO SOY SU NIÑERA Y ELLA PUEDE CUIDARSE SOLA- el joven intentó responderle pero lo único que podía sacar eran frases incoherentes sobre la joven de cabello marrón no siendo capaz de andar sola, y amenazas a Miroku si le hacía algo, en cierto momento a Sango esta escena le recordó ligeramente a Inuyasha y su necesidad de proteger a Kagome, pero eso debía ser inherente a la sangre de demonio

- aún así, como pudo dejarla sola con ese tipo

- fue su decisión, además sabes que todo esto fue su idea- en este momento Sango salió de sus pensamientos

- ¿ella empezó esto?- Krizue la miró, su cara reflejaba algo de culpabilidad al delatar a su amiga "había olvidado por completo que ella estaba aquí, todo es culpa del soperuto de Katze"

- bueno… ella… puede que si, un poco…

- la necesito, necesito que me vuelva a la normalidad- dijo sintiéndose desesperada, cosa que el la voz de Miroku se oía muy inusual

- no puede

-¿QUÉ!- dijo perdiendo la paciencia

- que no puede, tu y Miroku son los únicos que pueden devolverse a la normalidad

- pero, pero. ¿Cómo!

- ya lo han visto, tienen que lograr que sus almas se sincronicen, no es muy fácil, ya que no lo puedes fingir, debes sentir con todo tu corazón y lograr la manera en que se puedan unir…- Sango se quedó perpleja "unir… unir… acercarnos… estar conectados… oh no…"

- tienes que estar bromeando.

- ¿qué es lo que me miras?- dijo ella sin poder evitar sonrojarse

- nada, solo que si Sango chan no existiera, creo que tu y yo podríamos…

- OLVIDESE DE ESO YA- dijo su paciencia llegando al límite, ahora entendía a Sango, el monje podía llegar a ser muy molesto "y eso que no me interesa, si lo hiciera me sentiría peor" - lo mejor es que te concentres en la manera de volver a ser hombre…- el moje cerró los ojos intentando concentrase, Tsuki por su lado ya estaba cansada, el monje estaba muy cerca de la respuesta solo le faltaba un poco más "el problema es que se ha tomado toda la tarde para averiguar que pasa" intentó ocultar un bostezo "me pregunto que están haciendo Krizue chan, y Neko kun" se perdió de repente en sus propios pensamientos " lo más probable es que ese descuidado este intentando reparar algo que haya roto, o que se esté metiendo en problemas… ese Katze, a veces pienso que es mucho menor de lo que en realidad es"

- ¿piensas en alguien especial?- la joven se sobresaltó al oír la pregunta

- no entiendo por qué habrías de pensar eso

- por la cara que haces- la joven lo miró curiosa – me recuerda la expresión que uso cuando pienso en Sango chan, es exactamente la misma

- ¿a si?- dijo esta vez ella con algo de incredulidad

- si, aunque no lo crea señorita, esa es la expresión del miedo, es la expresión que se tiene cuando amas a alguien pero lo alejas solo por miedo a herirlo… - la joven se sonrojó un poco, sus ojos mostrando algo de tristeza

- sabes creo que tu y yo no somos tan diferentes- él le devolvió la sonrisa

- solo por eso¿me ayudarías?- ante esto la joven no pudo evitar el reírse

- sabes, estás muy cerca, lo único que tienes que hacer es que sus almas se sincronicen por completo, lo suficiente para que se fijen de nuevo en el cuerpo al que pertenecen-

Los ojos marrones y expresivos del cuerpo de la exterminadora se iluminaron con el hallazgo

- gracias señorita, le estoy muy agradeci…- sus palabras fueron cortadas por un par de voces que venían entre los árboles

- ñaña ñaña ñaña

- NO ME IGNORES KATZE

- bla bla bla bla

- POR QUE NO MADURA… ¿Tsuki chan?

- Houshi sama- la bruja y el monje se quedaron perplejos viendo la escena, ya fuese por la infantil discusión o por el hecho de que Sango chan acompañaba a la bruja y al joven demonio

- Houshi sama, ya lo tengo, lo pensé mucho pero ya lo tengo

- eso es genial Sango yo también sé- el cuerpo del monje se acercó con rapidez al de la exterminadora, la diferencia de alturas notándose rápidamente

- no estoy feliz con esto, sinceramente me hubiese gustado que fuese diferente… pero toca- la cara roja e indecisa que mostraba la exterminadora confundió a todos los que estaban presentes, de repente Sango tomo un gran suspiro a la vez que de manera sorprendente se ponía más roja, tomó los hombros de lo que sería su cuerpo y en un movimiento rápido posó los labios del monje sobre los que le deberían pertenecer a ella, el tiempo pareció congelarse, todos los presentes miraban la escena con algo de vergüenza y confusión, de repente, tan rápido como inició el beso se había acabado, Miroku aún tenía los ojos abiertos en shock a la vez que Sango se miraba incrédula al no notar ningún cambio en su apariencia

- ¿qué sucedió, no es está la manera en que las personas se conectan…- la desesperación empezó a apoderarse de la mente de la exterminadora, Miroku aún no salía de su sorpresa

- Ni con años de terapia podré olvidar esto…- los testigos de la bizarra escena intercambiaron una mirada entre sí

- y así es como las instrucciones pueden tomarse de la manera errónea- dijo Krizue quien aún no daba crédito a lo que había visto, después de esto Miroku entró en razón para ver a su cuerpo derramando lágrimas frente a él, dirigió la mirada a la bruja de los ojos negros, Tsuki asintió entendiendo el mensaje y le señaló a sus amigos que era hora de dejarlos solos, cuando los tres se fueron Miroku se arrodilló para ver a los ojos a Sango

- Sango chan, hay algo que quiero decirte- ella levantó la mirada sus ojos algo hinchados por las lágrimas derramadas – Sango, nunca, escúchame, en mi vida había sentido lo que siento por ti… eres una mujer excepcional, eres fuerte, valiente, orgullosa, inteligente y hermosa… tu cuerpo no es como el de otras mujeres, es fuerte, diseñado para la batalla y sin embargo tan delicado como la más bella flor

- por qué me dice eso ahora houshi sama

- por que es la verdad, y no me importa lo que pienses de mi ya que tengo presente lo merezco, no voy a permitir que nadie te lastime, y menos yo…- tomó el cuerpo que le debería pertenecer a él y lo tomó entre sus brazos, Sango entendió lo que Krizue le había dicho, sincronizarse, unirse, el que no hubiesen secretos entre ambos, él le había expresado su miedo, ahora ella debía decir algo que los uniera, no que ella pensara, sino que lo sintiera con toda el alma

- Houshi sama yo…- cerró los ojos y se abrazó más fuerte a él intentando imaginar que era el cuerpo masculino que ella habitaba el que la sostenía –en realidad houshi sama, yo… a mi… me gusta cuando me toca el trasero…- Miroku se tensiono con sorpresa, aún así sin dejarla de sostener en su regazo – ¡si! Me escuchó bien, me gusta, lo que no me agrada es que lo haga con la primer mujer que se encuentre, y si estoy dispuesta a abandonar mis labores de exterminadora para ser madre… no me importa, quiero tener todos los hijos que podamos y y…juró que te arrepentirás si te atreves a morir y dejarme sola- en el momento en que dijo lo último sintió una sensación de calor en el pecho, abrió los ojos para encontrar el cuerpo del monje entre sus brazos, Miroku se levantó lentamente y la miró a los ojos, Sango sintió como un nudo se le formaba en la garganta, como extrañaba esa mirada

- Sango chan- se puso frente a ella –sé que no es el primero… pero, quiero que lo tomes como tal- Sango lo miró confundida, el monje empezó a inclinarse suavemente sobre ella, al principio la exterminadora pensó en pegarle, pero luego se dejó llevar por el momento y se aproximó a él también hasta que los labios de ambos se encontraron, después de unos momentos se separaron y miraron a los ojos, ambos mostrando la felicidad que había en sus corazones

- lo siento si no fue apropiado, pero tu supiste antes que yo lo que era besarte… eso no puede ser justo- la exterminadora rió a carcajadas por un buen tiempo mientras sentía como la presencia sobrenatural de tres seres mirándolos.

- KAWAII- dijeron al unísono las brujas mientras el demonio las miraba con algo de tristeza en los ojos

- bien por ellos, y que…

- argh, bueno, es tiempo de que me vaya, ya que terminamos esto me merezco un buen descanso… adiós Katze- se acercó un poco a la bruja de ojos oscuros, intentando que su voz no fuera más que un susurro casi inaudible – sabes, hay cosas que no podemos ocultar ni evitar… deberías hacer lo que le haces hacer a otras personas- Tsuki la miró sorprendida las palabras incapaces de salir de su boca – bueno ya me voy, adiós…- y se esfumó mientras una espesa neblina con aroma a Vainilla se dispersaba en el aire- Tsuki se quedó quieta mirando la espalda del joven demonio

- por qué estas de mal genio Katze

- por nada- la joven se acercó lentamente a él hasta sentarse a su lado

- que bueno que esos dos estén juntos no te parece

- la verdad no me interesa… que sean felices- Tsuki lo miró intentando disimular el nerviosismo que sentía

- si, muestran lo importante que es superar ciertos miedos- mientras decía esto tomó lentamente la mano del joven, que se sobresaltó y la miró con fundido, ella le respondió con una pequeña sonrisa esperando que su cara no estuviese tan roja como ella la sentía, finalmente el le sonrió mientras la abrazaba con fuerza

- me tienes a mi para ayudarte a superarlos-


FINAL, me demoré si muuuuuuuuuuuuuuuuuucho, pero espero que haya valido la pena… espero que les haya gustado cualquier crítica ya sea constructiva o negativa por favor déjenlas en ese lindo buzón morado!

MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTO!