Disclaimer Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.

Advertencias Slash.

Nota: Línea original.

¿Crees que no vale la pena dar la vida por un amor?

¿Qué sientes al verlo sonreír...?

¿Qué siente tu corazón cuando él sonríe?

Lo mismo siente el mío...

Y por esa sonrisa soy capaz de todo, incluso de morir.

Treinta y cinco: "¿Qué no vale la pena?"

Harry había quedado atrás...

... eso era... ¿bueno?

Draco no lo sabía.

Simplemente no podía definirlo con claridad porque en una parte de su pecho se sentía una opresión causada por preocupación.

Él había ido hasta ese lugar para protegerlo.

Había corrido a su lado, aun tras saber (y sentir) que estaba débil.

Había hecho lo posible por permanecer con él... para ayudarlo.

Y ahora corría alejándose de él.

Eso... dolía.

Pero no podía definir si el orgullo por haber dejado al gran Harry Potter atrás era suyo. No podía asegurar que se sentía bien al no ser él quien se quedara atrás.

No lo sabía.

... ¿había...

... la posibilidad que ambos sentimientos fueran suyos?

Estar preocupado por haberlo dejado atrás, sabiendo que no podría cuidarle, si es que se daba el caso; pero adelantarse y no ser quien se quedara, porque fuera Harry quien decidiera tomar la delantera.

Que idiota era sentir eso.

¿Así se volvían todos los que estaban enamorados?

Draco gruñó.

Que idiota.

Con ese pensamiento distrayendo su mente, avanzó a través de arboledas, siempre al pendiente de ese aroma que se intensificaba a medida que se acercaba más.

Había corrido detrás de ella: su madrina. Aquella que le estaba dando el apoyo del que había carecido desde que su padre desapareció.

Pero...

¿Hizo lo correcto?

Un revoloteo cerca de su oreja, provocado por rayo de luz, lo detuvo.

Su mirada se posó en el duelo que se estaba desarrollando ante sus ojos hasta que un hechizo empujó a la mujer contra un árbol, provocando un doloroso sonido.

Draco miró al oponente y apretó los labios para no demostrar si sorpresa.

.- Padre...

Una mirada veloz por parte de esos ojos grises junto con el hechizo imperdonable hicieron comprender a Draco que ese no era su padre.

El oportuno hechizo gritado por su madrina creó una poderosa esfera que rebotó el hechizo hacia algún sitio de entre los árboles. Ella se puso de pie con torpeza y caminó un poco para colocarse frente a Draco, extendió una magnífica espada y levantó su barbilla con clara señal de reto.

.- No es caballeroso de su parte inmiscuir a un tercero, mi Lord.

.- ¿Quién quiere ser caballeroso? –siseó esa voz silbante que causó un escalofrió en Draco –Lo único que haré será matarte.

.- Aun para matarme –espetó ella –Aun para eso debe concentrar todas sus energías en mí.

.- Es demasiada arrogancia la que emanas, Potter...

.- Estoy segura de lo que puedo hacer –ella sonrió – No soy una criatura cualquiera, no se olvide de eso, mi Lord. No buscó alguien débil para ser la... número uno.

Draco frunció el ceño al comprender esa pequeña charla. Ese ya no era su padre.

Comprender lo que estaba ocurriendo resultaba en verdad angustiante, y sólo podía ver con asombro la manera en que ambos magos debatían sus espadas, en busca de ser el vencedor.

Pero Draco sabía que él era superior.

Toda esa energía oscura superaba lo que hubiera conocido, incluso en ella.

Y lo comprobó al mirar otro hechizo certero que arrojó el frágil cuerpo contra una roca, arrancando un gemido más.

Tonta. Su madrina era una tonta.

.- Basta – dijo Draco y sacó su varita avanzando hacia el frente – Es mi padre, por lo tanto me corresponde pelear contra él.

Debbie soltó una carcajada.

.- Ese no es tu padre – levantó la mirada hacia los ojos de Draco y enderezó su cuerpo ignorando el chorro de sangre que cayó desperdigándose en el suelo para dirigir la espada hacia su oponente – Pero no te preocupes, Draco... Volverá a ser tu padre una vez que raye la muerte.

.- Es mi deber – siseó el joven rubio.

.- Te delegó de él, Draco – ella frunció el ceño – No has entendido que esta es una guerra... No puedes encapricharte por el honor de tu familia cuando tu vida esta en peligro... Si vas a morir... que sea cuando no este cerca... Mientras yo este a tu lado, será mi vida la que se pierda primero... Porque así lo juré, Draco. El día que acepté ser tu madrina, juré que nada te lastimaría... Y no ha llegado el día en que no cumpla con mis promesas.

La verdad es que a Draco le pareció absolutamente innecesario y estúpido que le recordara precisamente eso. Especialmente por que su padre aprovechó para correr con esa preciosa velocidad levantando al espada directo a su pecho.

Un duelo. Se trataba de un simple duelo.

Uno donde el poder mágico parecía equilibrado, pero ambos sabían que no era así.

Él ganaría.

Y solo la naturaleza híbrida que su madrina poseía lograba hacer la diferencia.

Pero no era suficiente y Draco lo supo cuando ambas espadas se clavaron en la carne suave, inmovilizando ambos cuerpos.

Su padre emitió un gemido espantoso donde se escuchaban dos voces.

Draco tuvo que comprender que, aun bajo esa dominación, aun estaba su padre.

Aun pensaba que era su deber, pero ella no le dejaría hacer otra cosa que no fuera ser testigo del siguiente movimiento.

Harry sintió un choque de energías que turbó el ambiente.

Ese choque había sido brutal.

Detuvo sus pasos al comprender que se había dado lugar en dirección de donde Draco había caminado.

Maldito idiota.

¿Se había ido a arriesgar?

No.

Por alguna razón estaba seguro de que ese choque no lo había afectado.

Aun así no podía sentirse tranquilo.

Demonios.

Chispas de luz saltaba del choque de esas espadas una y otra vez.

Cada uno con más fuerza que el anterior, demostrando la superioridad de sus causantes, siempre en busca de hacer una herida mortal.

La verdad es que Deborah no había estado en una situación semejante. La verdad es que había tenido todo a su favor, pero ahora veía que no enfrentó oponente real. No al menos como Lucius Malfoy.

Ya sabía que él era bueno. Ya sabía que su técnica era de temer. Pero el hecho de estar bajo influjo de Lord Voldemort le daba una superioridad de la que ella no había sospechado siquiera y no podía ponerse a la altura, como habría sido ideal.

Otro golpe.

Esta vez más fuerte que los anteriores.

La mujer sintió el filo de esa firme espada penetrar su piel hasta profundizarse de manera dolorosa.

Demonios.

No era el mejor espectáculo que pudiera darle a su ahijado¿no?

Sin embargo no era algo que pudiera evitar y solo el dolor que la espada causó al salir de su cuerpo fue superado por el que causó al entrar.

Una herida en el tronco.

Eso era malo.

Con un movimiento ágil golpeó la espada para alejar a Lucius antes de retroceder unos pasos.

No era bueno sentir ese dolor, pero no podía evitarlo.

Lo que si debía evitar era la intervención de Draco.

Usando lo que quedaba de fuerza se transportó de un lugar a otro.

Fue un movimiento desesperado y algo que jamás... ¡jamás!... debería ser usado en un duelo calificado como honorable.

¿Pero qué había de honorable en todo eso?

Ese movimiento le permitió aparecer a espaldas de Lucius para tomar su caveza con una mano y hacer un corte perfecto con la espada.

Ni siquiera Lord Voldemort pudo prever eso ya que jamás la había visto usar su transportación híbrida y la velocidad que tenía.

Ni siquiera él pudo evitar que la sangre emanaba a través de esa herida hecha en el cuello que se profundizó gracias al fino filo de su varita transmutada en una espada.

Un corte definitivo.

Pero la cercanía con ese cuerpo masculino... aun más grande... aun más fuerte... le dio oportunidad de hacer una herida también.

Deborah escuchó una risa femenina junto con una protesta.

La risa de ella misma... La sirena se reía de ella y le reclamaba el haber arruinado sus planes.

Los... había arruinado.

Con ese conocimiento, Deborah pudo permitir que las fuerzas abandonaran su cuerpo.

Ya lo sabía.

Ya sabía que ese sería el resultado... al menos el suyo.

Por eso lo había arreglado todo.

Lord Voldemort sintió una sacudida en su cuerpo.

Lo comprendió a l instante.

Su anfitrión había muerto.

Oh, era de esperarse.

... pero...

... ella también había resultado herida.

Una herida de muerte.

.- Un estorbo menos... – rió con socarronería.

Un choque terminó con todo.

Desde su sitio Draco no alcanzó a ver los movimientos exactos, sólo supo que todo había terminado.

Deborah había tenido que caer de manera dolorosa junto a Lucius, escuchando sus jadeos y susurros.

No comprendió cómo pudo susurrar con la garganta partida.

No, hasta que supo que era su poder tras morir...

El espíritu. Su espíritu.

Él susurraba.

Tuvo que entenderlos y tocó su frente.

Oh, que conveniente. El plan.

Un perfecto plan que ella no pudo decir a Draco por la debilidad que la atacó de repente y se dejó abrazar por su ahijado.

Cuando Draco se acercó a ella, los pasos a su espalda le hicieron comprender que Harry había llegado también.

Furioso por la situación, estrechó ese cuerpo fino contra su pecho, deseando que algo desapareciera a Harry de ahí.

No tenía derecho a estar ahí.

No si tenía esa idiota idea de ser la única víctima en todo eso.

Deborah sonrió a su ahijado, comprendiendo la razón por la que su gesto se había tensado y levantó una mano para acariciar esa piel suave. Sin embargo solo pudo mancharla se sangre y tierra. Su sangre.

Eso le golpeó de lleno y le invadió un terror inexplicable antes de sollozar y esconder la cara en el pecho masculino.

.- Draco... – comenzó Harry.

.- Acaba de morir, tu "amiga" acaba de morir – dijo el rubio con desprecio mientras acomodaba el cabello negro de su madrina – Ambos venían en busca de Granger, pero ninguno pudo acercarse.

.- Lo siento... – musitó Debbie – No pude terminar a tiempo para salvar a Hermione.

.- Al menos salvaste a alguien – dijo Harry con acidez.

.- Puedo cuidarme solo, gracias – escupió Draco y volteó a ver a Harry – Si vas a decir idioteces, será mejor que te vayas.

.- Resulta que es mi tía.

.- No lo pareció hace rato – gruñó Draco.

.- Lo es ahora.

Pese a eso, Draco lo vio caminar hacia donde debía estar Hermione.

Conociéndolo iría a recoger su cuerpo.

Tonto. Se preocupaba por los muertos ahora.

.- Escucha, Draco – dijo Deborah tras mirar ese mismo gesto – Lo que te diré es muy importante. Justo el plan y lo que debes evitar.

Draco frunció el ceño.

.- Estás muriendo – dijo – No tienes que esforzarte para adelantarlo.

.- Moriré al llegar a la base – dijo ella – Mi cuerpo híbrido puede atrasar el momento, pero esto que te diré debes saberlo desde ahora para pensar muy delicadamente lo que harás, Draco.

.-¿Yo? – el rubio arrugó la nariz - ¿Por qué yo?

.- Porque tu lo amas.

.- No voy a seguir tu ejemplo, madrina – escupió con desprecio y estrechó su cuerpo con firmeza antes de conjurar la magia que los desapareció a los ojos de un atento Harry.

Harry apretó los labios y miró hacia arriba, quizá esperando una revelación importante.

La energía oscura había cesado, lo sabía. Y no había sido gracias a él.

Fue gracias a su tía, quien mató a Lucius. Ella intervino, pese a que prometió no hacerlo.

¿Qué más haría su tía sin avisar?

Con los labios apretados tuvo que comprender que el ataque había terminado.

Lord Voldemort no estaba ahí.

Estaba seguro.

Así que podrían retirarse.

.- Para la próxima te encontraré y te mataré – juró Harry.

No había nada que tratar.

El medimago auxiliar se encontró con un caso perdido, cosa que molestó a Draco.

Ella no debió cometer semejante estupidez, no con Lupin.

Pero Draco no pudo decir nada al respecto mientras el medimago hizo su trabajo.

El trabajo del medimago sería inútil. Absolutamente inútil.

.- Quizá si esperamos... - comenzó.

.- No - interrumpió Draco odiando que ese hombre fuera un mediocre y que Neville hubiera resultado ser un asqueroso traidor. - Llame a Sirius Black, ella querrá conversar antes de que todo termine.

Draco esperó unos minutos tras ver salir el hombre y se mantuvo de píe, con los brazos cruzados, mirando a la mujer que, una vez, le pareció invencible.

.- ¿Valió la pena? - preguntó de repente.

Deborah abrió sus ojos y los posó en él. Una débil sonrisa acudió a su rostro y palmeó el colchón para que él se acomodara.

.- Veo que estás molesto - susurró ella.

.- No tenías nada que hacer en ese ataque. Dijiste que no irías, no comprendo lo que te hizo cambiar de opinión.

.- Remus...

.- Habría comprendido que corrieras por Black - dijo Draco con desprecio -Después de todo es a quien amas¿no?

.- Sí - ella suspiró.

.- En ese caso no tendrías que correr a salvar a Remus.

.- Oh - ella comprendió - ¿Tú sabes la razón por la que Severus se interpuso entre el hechizo que pudo matar a Harry?

Draco la miró tomado por sorpresa.

.- Yo sé que Harry llegó a hacerte esa misma pregunta. Sé que jamás respondiste y que te exasperó verlo olvidarse de su corazón.

.- No estaba seguro de la respuesta entonces.

.- Ahora lo estás - aseguró ella - Con el paso de los años lo has comprendido.

.- Pero no lo justifico - gruñó Draco - Por culpa de ese sacrificio Harry se volvió un imbécil auto suicida.

.- Ese es error de Harry - aceptó ella -, te puedo asegurar que Severus no pretendía eso.

.- ¿Y qué pretendes tú al dar tu vida?

De nuevo una sonrisa.

.- La persona que amo será feliz.

.- ¿Con tu muerte? - insistió.

.- Con su primer amor, con aquella persona que dejó ir por un tonto descuido. Sirius jamás se acercó amándome; su amor nació después.

.- ¿Y tú lo aceptas?

.- Yo lo amo.

.- ¿Vale la pena?

Deborah se mantuvo en un sepulcral silencio, como si pensara en esa pregunta con cuidado.

.- Sé que Harry y tú han hecho el amor - dijo ella con suavidad logrando que Draco se ruborizará - Sé que procuras su placer a costa del tuyo... Es más sublime ver la manera en que pierde el control a perderlo tú.

.- No veo la relación.

.- Tiene bastante - aseguró ella - Al igual que tú, haría todo a mi alcance para que mi pareja disfrutara de cada instante... que fuera feliz. Y al igual que Severus, daría mi vida por esa persona.

.- ¿Salvando a Lupin?

.- Yo no salvé sólo a Remus, Draco - ella sonrió - Salve a mi amor...

.- ¿No habría sido mejor que vivieras?

.- Yo ya lo sabía - ella suspiró - Ya sabía que no resultaría vencedora en esta guerra y tuve que vencer mi propia naturaleza híbrida, quien tenía distintos planes a los míos.

Y sabiendo esto, preparaste el camino a otro.

Draco quiso comprenderlo. En verdad quiso hacerlo. Sin embargo era algo que no cabía en su mente.

¿Era válido dar todo, incluso la vida, por un amor?

¿Más aún si ese amor encontraría la felicidad con otro?

.- ¿Recuerdas la sonrisa de Harry? - preguntó ella - No la que tiene ahora... La de hace 4 años, antes que Severus muriera.

Draco sintió un vuelco en el corazón.

.- Era precioso notar el rubor en sus mejillas y esa pureza con la que sus ojos miraran - continuó ella. - Era hermosa su ingenuidad y ese amor incondicional.

.- Ahora no hay nada de eso.

.- ¿En serio? - preguntó ella - Severus tuvo miedo de que su amor expusiera a Harry, por eso lo arrancó.

Draco captó el mensaje en esa frase y suspiró con algo de exasperación.

.- Ahora mismo creo que el miedo de Harry es ridículo.

.- No deja de ser amor aún cuando sea un autentico tonto... Y ya que hablamos de eso... hay algo que debes saber.