Disclaimer Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.
Advertencias Slash.
Nota: Línea original.
Debes tenerle paciencia
Te ama, quizá tanto como amó la primera vez, quizá aun más...
Es solo...
Que no se ha dado tiempo para comprenderlo.
Piensa que no eres el segundo.
Eres el definitivo.
Treinta y ocho: Amar y ser amado
La verdad es que Draco tenía serias dudas que todo eso fuera a funcionar.
No solo se trataba de la admirable necedad de Harry por ser la víctima de todo eso. Había también un halo de incredulidad que había dejado a rubio a tras de toda acción a su favor.
Harry no le creía.
No le creía capaz de darle un consejo útil para vencer a Voldemort, ni le creía cuando se preocupaba en verdad.
Aunque no lo culpaba tampoco.
Sin embargo todo eso comenzaba a ser molesto. Muy especialmente porque las cosas se iban dificultando cada vez más.
¿Cómo era posible que no le creyera a él cuando había creído en Hermione hasta el final?
¿Qué tenía ella que Draco no tuviera?
Bueno, había muchas cosas.
Sin embargo Draco había estado trabajando para ganarse un poco de confianza.
¿Qué había pasado para que perdiera todo así de fácil?
El rubio apretó los labios haciendo un recuento de esos cuatro años.
En cuatro años perdió todo.
¿Qué pasó en ese entonces?
Oh, si.
El ataque.
Ahí... murió Snape.
Draco mentiría si dijera que recordar ese nombre no le afectaba.
No solo se había tratado de un profesor más. Era el profesor que Harry Potter había amado.
El primer amor del héroe. Aquel que hizo llorar a Harry. Aquel por quien Harry aun suspiraba, aun tras saber que se había arrancado el amor.
Era cierto que Draco estaba conciente de que ese amor fue grande, pero...
... tenía la esperanza que ya se hubiera extinguido.
Tenía la esperanza de que Harry enterrara el recuerdo de aquel al que amó la primera vez y se centrara solo en él.
Después de todo era quien continuaba con vida¿no?
Snape estaba muerto.
¿Qué utilidad tenía amar a un muerto?
Draco pateó una lata hacia la orilla de la banqueta y levantó su mirada notando una presencia más.
Casi odio que se tratara de él, sin embargo notó algo que le llamó poderosamente la atención.
Oh, vaya.
¿Pero es que Lupín no podía esperar a que cerrara la herida?
Draco suspiró.
.-Black.
.- Tu – Sirius lo miró sin interés.
.-Malfoy se oye mucho mejor – dijo el rubio con burla y recargó la cabeza en la pared – Es extraño hablar con un ex convicto como tu, de esta manera.
.- No estamos hablando – gruñó Sirius – Intercambias ejemplos de egolatría conmigo.
.- ¿Si? – Draco sonrió – Aun así es raro.
.- ¿Por qué hasta ahora soy digno de que un Malfoy me dirija la palabra?
.- Quizá – aceptó Draco y lo miró – Tal vez solo sea que me siento débil ante una mirada tan infeliz como la tuya...
.- ¿De veras? – el tono de voz que el mago adulto comenzó a usar tenía un tinte de peligro que Draco notó - ¿Desde cuando te sientes obligado a tener lástima por los demás? Siempre pensé que era preferible pisotear cuando había oportunidad,
.- Aun es preferible – aseguró el rubio con una sonrisa, pero ese gesto desapareció al instante – Sin embargo deja de ser divertido cuando el pisoteado no se defiende.
.- Oh...
Draco agradeció el silencio que se extendió a continuación.
La verdad es que el giro que dio su vida, cuando se acercó a Harry Potter, tras ese extraño incidente con el profesor Snape, era algo que no había esperado.
¿Quién estableció que fuera él, Draco Malfoy, quien consolara al solitario héroe?
Bueno, en ese entonces le pareció tan... acertado.
Sin embargo pudo evitarlo.
¿O no?
¿Desde cuando había sentido esa enfermiza atracción hacia Harry?
¿Sería posible que lo amara desde antes?
¿Sería posible que solo el verlo tan frágil e indefenso le hiciera comprender que Harry necesitaba de él?
Draco arrugó la nariz.
.- Jamás sabré en lo que piensa un Potter – declaró y escuchó una carcajada de Blake.
.- Yo tampoco.
Draco sonrió ante eso.
.- Sé en lo que pensaba el tuyo, pero no entiendo lo que piensa el mío.
.- ¿El... tuyo? – Sirius lo miró - ¿Tu Potter?
.- Mi Harry Potter – declaró Draco con absoluta seguridad pese a que ese individuo podría arrancarle la cabeza – Debe ser una habilidad de familia el que todos entiendan lo que están planeando excepto la persona que los ama.
.- ¿Tu y Harry?
Draco tuvo la seria sospecha que esa conversación no estaba llegando a ningún lado.
.- Mío – repitió – Como tu con mi madrina.
.- Hay un insignificante detalle que hace esa información poco digerible – declaró Sirius con molestia.
.- En estos tiempos es una ridiculez que se escandalice por eso – dijo Draco – En todo caso ambos estamos grandecitos para saber lo que queremos.
.- ¿Pero tu quieres a Harry?
La pregunta tomo a Draco desprevenido.
¿Quererlo?
¿Aun con todo lo que estaba pasando?
¿Aun con esa actitud que le exasperaba?
.- Lo amo – dijo finalmente – Y creo que es suficiente amor para resolver ese pequeño problema que le ronda, aun cuando no quiera hacerme caso.
Sirius torció los labios.
.- Es ridículo enterarme que fuiste el primer amor de mi ahijado.
.- No fui el primero – la mirada de Draco se ensombreció – Amó a alguien antes que a mi... Lo amó con una fuerza que llegue a admirar y me enamoré de esa fuerza estúpidamente... Fui el segundo... Me amó después.
El adulto sintió pena por el rubio.
.- ¿Quién?
.- Severus Snape...
Draco hizo girar su cuerpo hacia el origen de esa voz y tuvo que palidecer al notar a quien pertenecía.
Algo semejante ocurrió con su acompañante, quien reaccionó con más velocidad para extender la varita para presentar combate.
.- Harry Potter amó a Severus Snape – siseó Lord Voldemort con burla – Yo prepare todo para que lo admitiera, y en el momento oportuno provoque la muerte de su primer amor para crear lo que ustedes conocen ahora… - miró a Draco – Ahora es tiempo de robarle la entera humanidad... Tu, Malfoy, le das humanidad. Y voy a arrebatársela de la misma manera en que pasó con Snape... De nuevo verá morir a su amor entre sus brazos y en una noche fría.
o.o.o.o.o
"Los atacó personalmente... Es un milagro que uno de ellos aun este con vida"
Así inició todo.
Harry atravesó por los pasillos empujando a unos cuantos magos hasta llegara la improvisada enfermería, donde solo pudo ver a su padrino con ese tosco vendaje que el mediocre medimago había colocado.
No parecían heridas profundas. No para alguien que acababa de ser atacado por Lord Voldemort.
.- Dijo que era la parte final de su plan – murmuró Sirius – Que tu incapacidad para escuchar tu corazón le daría la victoria... Dijo que... planeó la muerte de Snape y ahora te arrebataría a Malfoy.
Sirius suspiró. Había recibido demasiada información en tan poco tiempo.
Toda impactante.
Bastante.
Primero, su relación con Snape... y luego...
.- No lo sabía – se disculpó Sirius.
.- No necesitas lamentarte por mí – interrumpió Harry caminando hacia la salida – Y de todas maneras no perderé nada. Voy a recuperar a mi segundo amor.
¿El segundo?
Sirius perdió al suyo.
Harry había perdido al primero.
Que... contraste tan ridículo.
Que... triste...
.- Es una trampa – dijo Sirius.
.- Si – aceptó Harry deteniéndose bajo el marco de la puerta.
.- ¿Lo vale?
Harry soltó una carcajada ante esa pregunta.
.- Toda mi guerra gira en torno a él – admitió – No soportaría si muero enfrentando a Lord Voldemort, siempre y cuando mi amor sea feliz y este a salvo.
Tal como ella lo hizo.
Sirius se sintió fatal.
.- ¿Y con quien lo dejarás tu? – murmuró - ¿Malfoy tiene un amor además de ti?
Harry permaneció en silencio.
.- No... Pero vivirá...
.-¡Eso no es suficiente! – gruñó Sirius - ¡Es tu amor¡Debes hacerte responsable de él!
.- Me estoy haciendo responsable de su felicidad.
.-¿Qué saben ustedes de la felicidad de los demás? – acusó Sirius con dolor – Todo lo que garantizaron fue nuestra vida. ¿Qué les convenció que verles morir daría inicio a nuestra felicidad?
Harry volteó a mirar de nuevo a su padrino.
.- ¿Vas a desperdiciar el sacrificio de mi tía Debbie?
Sirius volvió a captar esa ternura en la voz de su ahijado y una nueva emoción comenzó a inundarle.
Lo comprendía
Harry lo comprendía.
Aquello que Sirius aun no podía visualizar... eso que le lastimó tanto y a lo que le daba tanta vuelta en su cabeza.
Harry sabía por qué ella actuó de esa manera...
... Lo sabía por que estaba por hacer lo mismo.
.- Me duele la decisión que ella ha tomado – respondió Sirius.
.- Ella te esta obligando a ser feliz – musitó Harry – A mi intenta obligarme también, pero aun no comprendido lo que espera de mí... ¿Por que no haces tu parte? Es aun más comprensible que en mi caso.
.-Ella querría que vivieras – musitó Sirius.
.- Ella no vivió – refutó Harry – Su ejemplo fue pelear hasta el final (hasta su final)... Haré lo que crea necesario.
Sirius tuvo que entender ese punto tan Potter que resaltaba su necedad. Comprendió que no lo haría entrar en razón.
Aunque... ¿cuál era la razón?
¿Qué era correcto en esa guerra?
Quizá todo... Quizá nada.
Y en todo caso, Harry estaba actuando bien, pese a que Sirius no lo aceptaba.
Pese a que a Malfoy (si es que lo amaba) le resultaría doloroso.
.- Entiendo – aceptó Sirius.
.- Intenta olvidarte del dolor que te provocó la muerte de mi tía y concéntrate en la oportunidad que te ha dado. Yo le daré una oportunidad a la persona que amo.
Remus llegó al momento en que Harry salió de la habitación.
Notó tanta tensión en su rostro que optó por no comentar nada tras recibir ese empujón antes de poder entrar a la habitación. Finalmente se obligó a avanzar hasta la cama donde se veía un incómodo Sirius y le sonrió para tranquilizarlo.
.- Harry va directo a una trampa – informó Sirius.
.- ¿Por Malfoy? –Remus se sentó a la orilla de la cama – Era de esperarse.
.- ¿Lo sabías?
.- Lo sospechaba –respondió – Han pasado por muchas cosas, y desde que Harry regresó por él, se dispararon rumores interesantes.
.- ¿Supiste también que Snape fue el primer amor de mi ahijado?
.- No.
.- Ese miserable lo planeó todo –frunció el ceño –Provocó que Harry se diera cuenta que amó y le arrebató a esa persona. No me extraña que halla cambiado tanto después de ese ataque.
Remus palideció.
.- Y ahora le quitará a Malfoy.
.- Le hará perder la humanidad –musitó Remus – El cazador lo dijo.
Remus hizo un amago por levantarse, pero unos fuertes brazos lo aprisionaron y se vio apretujado contra un pecho tibio.
Estaba sorprendido.
Escuchar el acelerado latido de Sirius le provocó un precioso rubor en las mejillas a la vez que su corazón se apresuró a corresponder.
.- Debo alcanzarlo –dijo Remus sin moverse.
.- Ellos no te necesitan más de lo que te necesito yo.
.- Pero..
Habría querido decir muchas cosas. Sin embargo esos labios firmes acallaron cualquier protesta y comenzaron a acariciar con erótica ternura.
Que hermoso.
Ese primer beso se había vuelto sublime y absolutamente esperado.
Tan dulce.
Tan perfecto.
Tan... suyo...
Completamente.
Absolutamente.
Remus sintió que sus ojos cerrados se inundaban con llanto y sus brazos se aberraron en torno al cuello masculino hundiendo los dedos en el espeso cabello negro.
Era perfecto.
Tanto esperarlo y por fin ocurría.
.- ¿Estás seguro? –preguntó en cuanto el beso se rompió.
Sirius sonrió y enmarcó la cara de su amigo.
Su amigo.
Su primer amor.
¿Cómo no iba a estar seguro?
.- Jamás dejé de amarte – confesó –Pero... tuve tanto miedo que no pude admitirlo. ¿Y si hubiese sido mi amor lo que la mató a ella¿Qué futuro podría ofrecerte a ti?
.- Tonto – Remus sonrió –Podrá haber mil cosas que nos separen, pero nada lo logrará si tu no lo permites... Aun si se trata de la muerte misma.
Sirius parpadeó sorprendido ante eso.
¿Aun la muerte?
¿Era de esa manera en que pensó ella?
¿Era esa la forma en que Snape pensó también?
¿Era la forma en que pensaba Harry ahora?
.- ¿De veras? – se encontró preguntando y sintió ese hermoso beso de Remus en la mejilla. Un beso que bebió la lágrima que escapó de los ojos de Sirius.
.- Nada puede separarnos... Incluso el recuerdo de ella nos une más... Puedes amarla, pero ámame también.
.- Los amo a ambos...
.- Y no te lo reprocho – aseguró Remus -, ella ya tuvo su tiempo... Ahora es nuestro turno.
¿Así de simple?
Sirius suspiró y hundió el rostro en el pecho del mago.
.- Si... Ahora el tiempo es para nosotros.
Porque, quizá, el mañana no les sonreiría de esa manera.
No había razón para que esa guerra no encerrara felicidad.
Y Sirius ya estaba cansado de no ir tras la suya.
Ahora lo aceptaba.
Aceptaba el haber amado a ese hombre con la fuerza con que lo hacía.
Aceptaba haberla amado a ella también.
Pero ahora solo estaba él.
Solo quería amarlo a él.
Porque el amor por ella dolía, pese a que no pensó que hubiese nada que se la arrebatara.
Ya estaba listo para ser feliz.
Tal como ella dispuso.
Si.
Ya estaba listo.
