Alérgica a Los Gatos CAP.5
Cambios
Parada ante la puerta del lujoso edificio esperando que se abriera para volver a verlo, comenzaba a ponerse nerviosa de seguro estaría muy cambiado, ella misma había cambiado se había puesto ese vestido azul que resaltaba sus formas, su padre la bromeó preguntando si acaso iba a pescar marido.
Pasados un par de minutos su seguridad se empezaba a esfumar, recordaba los malos ratos que le hizo pasar, eso podría ser un impedimento para que la ayudara, pero no, el jamás había sido rencoroso, pero lo humilló frente a todo mundo debiendo ser más decidida y no hacerlo, Candy tenía la culpa, no, ella muchas veces le advirtió de tomar las decisiones correctas y no las de Eliza o su madre, Archie también le pedía apartarse de ese grupo, siempre tan tierno y amoroso con ella, infinidad de veces lo dejo esperándola en el jardín del colegio, sin darse cuenta estaba llorando por esos recuerdos, las lágrimas no le permitieron ver cuándo se entreabrió la puerta, pero escucho la inconfundible voz de Archie.
· ¿Annie? Me dijeron que vino una mujer de la fábrica Legan, ¿Eres tú esa mujer?
Annie solo se arrojó a sus brazos haciéndolo retroceder abriendo la puerta completamente, tomado por sorpresa Archie la escuchaba hablar sobre los diseños del concurso y Eliza.
Archie ya había notado algo familiar en esos dibujos que pensaba investigar antes del nombramiento de la pelirroja.
Le aseguraba que no se preocupara, ya sospechaba algo así considerando investigar muy a fondo.
Annie pudo observar desde su ventanal la vista de la ciudad y hasta el tejado de la fábrica a lo lejos, también se percató de que Archie no traía puesta su camisa apreciando su muy bien trabajado abdomen y ancha espalda reflejado en el cristal, disfrutaba de su abrazo protector en sus fuertes y cálidos brazos, se sonrojo de pensar en pasar las noches abrazada a ese maravilloso cuerpo.
· Lo siento Archie, parece que interrumpí tu baño, como escuché que te avisaban no creí encontrarte indispuesto.
· Solo me informaron que se trataba de una mujer de la fábrica, como ya te había mencionado creí que se trataba de Eliza que ha estado insistiendo en platicar a solas conmigo, solo era despedirla rápido para continuar… con otro asunto, pero resultó ser que eras tú, en fin mañana lo arreglaremos debes marchar a tu casa y descansar.
· ¿Podrías invitarme un vaso con agua? Se me secó la boca.
· Claro espera voy a traerlo.
Annie se extrañaba dé que no la invitara a sentarse, antes de ir a la cocina por el vaso con agua aseguraba una puerta del pasillo después de tomar una playera y ponérsela, Annie se sentó sin esperar la sugerencia, observó que debajo de la mesa frente al sofá, estaban un par de zapatillas en color nude, difíciles de distinguir a primera vista, en un pequeño sillón estaba un bolso y un ensamble que combinaban con las zapatillas.
Ahora comprendía que Archie no estaba por tomar una ducha como pensaba, su prisa porque se marchará y el asegurar la puerta era porque alguien estaba dentro de su recamara, Archie le llevó el vaso con agua el cual tomó apresuradamente para despedirse.
Recordó que su padre la esperaba afuera, Archie la acompañó al elevador pidiendo que llevara sus borradores para poder deshacerse de Eliza, la despedía con la mano mientras las puertas se cerraban, a solas se giraba para ver las pequeñas calzadas y a lo lejos el auto estacionado de su papá, salía rápido del elevador daba las gracias a los vigilantes para salir de allí, sentía deseos de volver a llorar de celos y rabia, cómo podía siquiera pensar en que Archie estaría aún esperando que ella se decidiera hablarle, ya la había superado por lo visto, pero podría ser que solo fuera una aventura de paso, algo para pasar el rato, claro que se lo perdonaría después de todo si había perdido las esperanzas con ella, el estaria buscando alguien con quien compartir su vida, pero le alegraría saber que ella estaba lista para compartir su camino juntos, se lo daría a entender de la mejor manera posible, después de todo era una dama y no debía ser tan descarada.
Al día siguiente ante recursos humanos, contabilidad y un ejecutivo de la oficina matriz, fue fácil descubrir a Eliza, ella misma se delató al afirmar que la firma de Annie la hubiera podido cortar cualquiera, pero ella era mejor que ninguna por su apellido.
Archie y la despidió inmediatamente recibiendo amenazas de una demanda por su parte.
Annie quedó a cargo del departamento, e indirectamente de las costureras para evitar fallas como el de los incontables provocados por capricho de la pelirroja, qué había modificado órdenes por desquitarse de su padre.
Annie se acercaba Archie a la menor oportunidad para entablar plática y dar pie a que él notara su disposición para un acercamiento, algo que él cortésmente esquivaba al estar trabajando en la organización de las áreas para optimizar la producción, le indicó la sala donde trabajaría escogiendo el personal necesario para eliminar y aprovechar todo el contenido de las cajas que comenzaban a ingresar al lugar, frustrada se enfocó en la tarea llevando a cinco de las empleadas más capaces y que en su momento le ayudaron a comprender el armado más fácil de las prendas, pasó el resto del turno con ellas explicando el trabajo e intercambiando opiniones y maneras de hacer el proceso más sencillo.
Al despedirse para el siguiente día todos y todas las empleadas salían con esperanzas renovadas de un cambio favorable.
Annie platicaba feliz e ilusionada con su mamá, podría apoyar más a su familia con su nuevo sueldo y una vez liberado el almacén de toda la producción rechazada recibiría una compensación monetaria.
Planeaba reconquistar a Archie para tener todo lo que había soñado.
Pasaban las semanas siendo un éxito las ligeras modificaciones a los uniformes convirtiéndolos en ropa de moda, Eliza no perdía el tiempo y exigía una compensación por haber sido sus creaciones, su padre la ponía en paz y la mandaba como costurera a otra fábrica supervisada por su hermano para que aprendiera desde abajo, allí no podría hacer mucho ya que su supervisora directa sería Luisa su ex amiga quien la reportó, encargada de proyectos, y prometida de su hermano, así que aprendería a trabajar por fuerza.
Fue una casualidad que el emprendimiento del padre de Annie, fuera en el área de tecnología apostando por una innovadora manera de comunicación a distancia, invirtiendo en el proyecto y abriendo una tienda con los diferentes modelos de nuevos teléfonos portátiles para este fin. Fue invitado precisamente por el señor Cornwell, que demostrando su inocencia representado por abogados del bufete, donde su ahora abogada esposa trabajaba lograban su libertad, la liberación de sus cuentas y una indemnización por parte de sus contadores a los que remitieron por abuso de confianza.
Era Stear precisamente el que apoyó en el perfeccionamiento de esa tecnología diseñando varios aparatos, desde sencillos para recreación hasta sofisticados con fines industriales y de alta seguridad, eran pocos los inversionistas con confianza para impulsar el proyecto al principio, pero el señor Britter confío a ojos cerrados apostando todo lo adquirido de la venta de todos sus bienes, aún vivían en la mansión con escasas posesiones, habían resuelto hipotecarla para no deshacerse de ella confiando en que todo mejoraría.
La actitud positiva de la señora Britter con la idea, formaba parte de un cambio para apoyar a su esposo e hija aprendiendo de ellos, y soltar la vana necesidad de aceptación por terceros, solo importaba su familia, su prima la apoyaba pagando personal para ayudarle en las tareas domésticas mantenimiento del jardín y otros detalles, algo que le agradecía de corazón.
Se había dado cuenta de lo difícil de esta tarea siendo más considerada ahora con las trabajadoras, dejándolas salir temprano para no exponerlas a riesgos por la noche.
Annie no lograba el ansiado acercamiento con Archie, siempre se excusaba con el requerimiento del trabajo sin darle pie a una posible salida, mínimo una plática en el comedor a solas, siempre era rodeados de más personal que simpatizaba con el nuevo gerente.
Mientras tanto el señor Britter ganaba la demanda contra el hospital, se demostró que solo padecía una gastroenteritis y los médicos alegando un posible tumor canceroso cortaron de su intestino en dos ocasiones perjudicando su salud, vida personal y laboral así como el cobro excesivo del que fue víctima.
El dinero recuperado fue suficiente para pagar la hipoteca, abrir una sucursal más de tecnología, y comenzar a amueblar su hogar de nuevo.
El señor Cornwell feliz les hacía una invitación a la fiesta de compromiso de Stear.
Annie misma confeccionó su vestido esperando la invitación de Archie como su pareja para el evento, aún la esperó hasta un día antes sin que llegara. Recordaba como lo había encontrado en su departamento, su abrazo consolador y su cálida piel, recreaba fantasías íntimas besando sus pectorales tan impresionantes que se podían distinguir aún bajo el traje, en el trabajo cuando estaba con sus mangas dobladas dejando ver parte de sus brazos una oleada de calor invadía su cuerpo, adivinando su cuerpo bajo la camisa se daba cuenta que la atracción física cada día era mayor y se desesperaba ante su indiferencia, como gran ironía sobre su escritorio estaba una curiosa figura de un gatito con su nombre regalo de su mamá que así lo llamaba de cariño, algo que le recordaba aquella incómoda mañana, también la manera que Candy abofeteó a Eliza sin temor a ser amonestada por su violencia, después se enteró que sí fue castigada por su tío, estaba segura que para ella cumplir el castigo fue tan satisfactorio como haber puesto a Eliza en su lugar, la conocía tan bien, habían crecido tan unidas como sus madres, pero todo se distorsionó cuando su madre fue influenciada por ese par que la invitaban a el club de desocupadas y ostentosas.
Tenía su esperanza puesta en la fiesta, sería una gran oportunidad sin impedimentos por interrupciones del trabajo, allí era tan formal y profesional sin mezclar el trabajo con lo sentimental, lo raro es que en seis meses de trabajar a la par, nunca la ha invitado a salir o comer fuera del trabajo, tal vez estaba siendo muy sutil para darle señales de que estaba disponible para el momento que quisiera acercarse.
Tanto que ansiaba volver a sentirse entre sus brazos, besar su boca de manera diferente, no esos besos dulces y gentiles de antes, enojarse para reconciliarse con besos y abrazos ardientes, se sonrojaba ante el espejo por sus pensamientos mientras se arreglaba para acudir a la fiesta de compromiso de su querido amigo Stear, ¿Con quien se habrá comprometido?, Él tan centrado en sus estudios que no hacía vida social, hasta en su habitación o el laboratorio comía para avanzar en sus estudios, solo Candy lo procuraba ¡Oh sí! Candy debía ser la futura esposa, la única que sería capaz de convivir con alguien tan excéntrico.
Terminaba de arreglarse en medio de su remolino de pensamientos, salía de su habitación para buscar a sus padres y apurarlos de ser necesario, estaba ansiosa de que Archie la viera tan diferente a como diario la veía en el área de trabajo, iba arreglada y maquillada si, pero era diferente, con el vestido hecho para lucir su figura, el perfume y todo su arreglo en general, ayudaría a darle por fin, la confianza de hablarle sobre sus sentimientos, bailarian toda la noche y en poco tiempo todo sería como en el pasado, tiempo después también tendrán su fiesta de compromiso, una boda de ensueño y vivirían en ese hermoso departamento, no, realmente allí donde tenía sus aventuras no sería el mejor lugar, siempre recordaría que hubo otras mujeres antes que ella, otras ¿Porque si le prometió que jamás estaría con otra que no fuera ella?.
Le dolía mucho a pesar de estar consciente que ella lo alejó, pero prefería pensar que hubo varias y no una sola a la que entregó su amor, eso imposible, muchas veces le demostró que su amor por ella era muy grande, sus padres le llamaban desde el auto para partir, nuevamente un hondo suspiro era su impulso para dar los pasos hacia el encuentro deseado con su amor.
Continuará.
