Saga retomó de sus recuerdos la epoca en que todo era tan perfecto y como, en palabras de Kanon, su "egoísmo" complicó todo.
—Todo comenzó con tu regreso...
Victoria habia regresado acompañada de un pequeño de 5 años.
A penas entraron al santuario y todos los guardias la rodearon para resguardar el camino.
Shaka se escondió entre el vestido de ella.— Tranquilo pequeño, ellos están aquí para cuidarnos. ¿Que sucede Kleoh?— Preguntó al mayor de ellos, mientras este hacia una pequeña reverencia en señal de respeto.
— Lamento que mis hombres la hayan tomado por sorpresa mi Señora, pero el Patriarca ha salido del Santuario y después del ataque, m ordenó que cualquier invitado o maestro fuese escoltado hasta llegar a una zona segura.
—¿Ataque? Saga... debo saber si se encuentra bien— Pensó Victoria mientras intentaba relajar al pequeño Shaka. — Ya veo. Entonces pueden seguir con su trabajo, mi zona segura es a donde vaya asi que sigan resguardando la entrada.
Dicho esto y dejando a los guardias boquiabiertos siguió su camino hasta donde se encontraban los dormitorios para alumnos.
Había pasado un año y medio y solamente había escrito tres veces. De las cuales una solo fue respondida.
Mientras caminaban le mostraba el lugar a Shaka el cual miraba con asombro el lugar.
— Por allá se encuentra en lugar de entrenamiento, pero aun faltan algunos años para que puedas ir ahi. Y por allá se encuentran las cabañas. Ahi dormirás con tus otros compañeros.
—¿ Y usted? ¿Dormirá con nosotros?
—No, mi dormitorio se encuentra allá arriba.— Señaló hacia la estatua de Athena que sobresalía de las demás estructuras.
— Estará muy lejos...— Murmuró el mas pequeño siguiendo los pasos de Victoria.
Unos metros más adelante Victoria reconoció el color de aquella cabellera azulada.
— Shaka, espera aqui un momento.— Lo dejo sentado en una roca y aceleró el paso.
— ¡Kanon! — Lo llamó esperando que este respondiera. Apresuró el paso pero en cuestion de segundos Kanon ya se encontraba frente a ella.
— ¡Regresaste!— La abrazó levantándola del suelo.
— ¿Dónde está Saga? ¿Porqué atacaron el Santuario? ¿Están bien todos? ¿Quién atacó el Santuario? ¿Dónde esta Shion?
— Tranquila con las preguntas, al menos responde a mi abrazo y contestarte a todo lo que quieras.
— Bien, perdona.— Kanon la bajo despacio hasta que se pudiera incorporar por si sola. — Ahora puedes responderme, por favor.
— Veamos... 1- No se en donde esta el idiota de mi hermano. 2- No lo sé, 3- Si, solo un par de golpes y costillas rotas, 4- No lo sé y 5- Esta en Jamir.
—¿Jamir? No es propio de Shion...
— Bien y que tal India. Veo que trajiste un recuerdo.
— El es un nuevo alumno. Su nombre es Shaka.
Kanon arqueo una ceja y miro al niño.
— Parece algo asustado. ¿Crees que sobreviva?
— De eso me encargo yo, es gracias a mi que sigues vivo.
— No discutiré eso ahora. Entonces creo que debemos llevar al nuevo mocoso a la cabaña.
— Así es, y no le llames así. ¡Vamos Shaka! —Le hizo un ademan con la mano para que se acercará a lo que el niño hizo caso al momento y corrió hasta ella, en el transcurso choco con otro niño haciendo que cayeran al piso.
— ¡Ay! ¡Fíjate por donde vas niña!— Le reprochó un adolorido Aioria.
— ¿Niña? Soy un varón para tu información y el que debería cuidar si camino eres tú.— Shaka se sacudió la túnica y siguió caminando.
— Aioria, Shaka ¿se encuentran bien?— Ayudo a Shaka a sacudirse un poco mas y a levantar a Aioria.
— Victoria... ¿eres tú? Tu cara es mucho mas hermosa que antes.— Las pequeñas manitas de Aioria tocaban con fuerza las mejillas de Victoria haciendo que se sonrojara más.
— Gracias Aioria, ahora ya estoy de regreso.
— ¿ Y te quedarás para siempre?— le saltó encima para ser cargado por ella.
— Así es, bueno a menos que me envíen de nuevo a algún otro lado pero siempre voy a regresar para cuidarlos. ¡Oh! Por cierto, te presento a tu nuevo compañero, el es Shaka. Shaka te presento a Aioria.
— Es una niña, debe llevar mascara.
— No mocoso idiota, tiene cabello largo como yo.— Interrumpió Kanon desacomodando el cabello de Shaka a lo que el mas pequeño desaprobó alejándose de el.
— Y Shaka, el es Kanon ca-...
— El poderosoCaballero Dorado de Géminis.— interrumpió a Victoria para obtener su momento de arrogancia.
—"Suplenente..."—Susurro socarrón Aioria llevandose tremendo tirón de oreja.
— Si...claro, Kanon déjalo en paz. En fin ire a llevar a Shaka a la cabaña, ¿nos acompañas Aioria?
— Iba para allá, Milo debe estar ahi escondido o comiendo una "panzana"
Shaka se limito a verlos un momento y una pequeña sonrisa escapo de sus labios. No era nada malo después de todo haber aceptado ir al Santuario.
— ¿Que pasa enano? No puedes caminar, te llevo.
— ¿Eh? ¡No...espere!— Kanon lo cargo como costal de papas en su hombro dejando a Shaka muy avergonzado.
— Dime Aioria donde esta tu hermano Aioros.
— Esta entrenando a DM y a Shura.
— Oh, se me olvido mencionar que meses después de que te marchaste llego uno nuevo.
— ¿Un chico nuevo?
— Si, Saga lo ha estado entrenando. Tal vez este con el ahora.
— Ahora están entrenando en el coliseo "Vicky".
— Ahi lo tienes, ve con Saga, yo me ocupo de estos dos.
— No tardaré. Shaka no te preocupes regresaré pronto. —Victoria agradeció a Kanon y camino a prisa hasta el coliseo.
Pasaban de las 5 de la tarde por lo que estaban por terminar los entrenamientos.
Llego al lugar y retomó su postura junto a un pilar observando a Saga, quien removia del camino los escombros con sus manos. Estaba completamente solo y Victoria se hizo anunciar con su cosmos.
Giró su cuerpo para buscar a labella dama dueña de ese hermoso cosmos y ahi estaba frente a el. — Eres tú, en verdad estas aquí.— Se sacudió un poco y retiró el sudor de su rostro.
— Lamento la tardanza.— Antes de que pudiera continuar se abalanzó sobre el derramando un par de lágrimas. — Estoy tan feliz de volver a estar aquí contigo.
— También lo estoy, no había día que no pensará en ti. ¡Te extrañe demasiado! — Plantó un tierno beso en la frente de la chica. Con un solo centímetro de separación entre sus caras Victoria elevo su cabeza un poco para rozar los labios de Saga. Se fundieron en un beso apasionado y discreto, algo propio de ellos.
— Ven, acompáñame a Géminis. Necesito mostrarte algo allá, claro después de una ducha— Rió algo nervioso, esperando que Victoria no se haya dado cuenta de su "mal olor". Victoria soltó una risilla tomando el brazo de su amado.
— No te preocupes, no hueles tan mal. Y yo voy a donde quieras que vayas.
Saga la escoltó agarrada de su brazo para caminar juntos.
— No creo que debamos...ya sabes...nos pueden ver.
— No te preocupes, confía en mi.
Suspiro tranquila y lo miró a los ojos.— Claro, confío en ti.— Se abrazo del brazo de Saga.
Un segundo después se encontraban en Géminis.
— Y hemos llegado.
— No puede ser. ¡Aprendiste a teletransportarte!
— Parece que ya tenemos algo en común.— Victoria lo abrazo de nuevo y Saga no dudo en cargarla, haciendo que las piernas de ella rodearan su cintura.
Esto hizo mas intimo el acercamiento entre los dos. Dejando salir un gemido muy suave de los labios de Saga.
— Te extrañe...— Victoria posó sus manos en la cara de Saga acariciando ambas mejillas aun empolvadas y húmedas por el entrenamiento.
— Y yo a ti. Lamento haber escrito tres veces solamente.
— ¿Tres?
— ¿Las recibiste? Las tres cartas...— Victoria se soltó de los brazos de Saga mirando algo confundida.
— Pero si yo solo recibí una carta. Y por eso la contesté tan rápido como pude.
— ¿Quién te la entregó?
— Aioros la rescato de la oficina de Shion justo antes de que partiera. — Ambos hicieron una pausa, ahora todo tenia sentido.— No creerás que Shion las tenga.
— Es probable, pero ninguna decía nada comprometedor. Lo hice con precaución. Aun asi, ¿no te comentó nada?
— Ahora que lo pienso, antes de irse me dijo que no lo decepcionara por algo tan absurdo.
— Eso no tiene sentido, pero es mejor tener cuidado.
— A mi no me importa que se entere de mi amor por ti. Y si mi castigo es el exilio no me importaría perder mi lugar como Caballero de Athena.
— Saga, me importa tu futuro. El nuestro, ademas ya somos adultos. El debe entender que a esta altura ya somos responsables y podemos manejar la situación.
— Es verdad, llevamos mucho tiempo juntos. — Llevo las manos de Victoria hacia su pecho y sin dejar de mirarla elevó su cosmo convirtiendo la casa de Geminis en un bello jardín.— Desearía llevarte lejos, a un lugar cómo este.
Victoria dio la espalda a Saga para maravillarse del inmenso poder que su amado había logrado obtener.
No solo había perfeccionado su técnica con las visiones, si no que, mejoró cada detalle de cada uno. Como los sonidos que la naturaleza propia, los olores de las flores que impregnaban el aire, el olor a tierra mojada, el fresco aroma de campo.
— Nunca dejaras de sorprenderme, ¿cierto?
— Para eso vivo, Victoria, en verdad quiero seguir mi vida a tu lado. Tal vez podríamos tener una vida simple, sin lujos, pero seria nuestra, sin ataduras sin nadie que nos impida amarnos.
— Lo se, daría lo que fuera por hacer ese sueño realidad. Pero, ellos me necesitan. Athena...
Saga se desanimó al escuchar las palabras de Victoria perdiendo la concentración desapareciendo el campo a su alrededor.
Alejándose unos pasos de ella.
— Lo siento tanto amor mío.— Entrelazo de nuevo sus manos con las de Saga apretándolas con suavidad para que volviera en si. — Amor mírame, te juro por los Dioses que estaremos juntos tan pronto Athena llegué a este mundo. Solo te pido paciencia y tiempo, se que lo que te pido es mucho pero, por favor solo hay que esperar.
— Yo también te prometo algo, todos sabemos que Shion esta por dejar su lugar como Patriarca y yo tomaré su lugar y cambiaré las leyes. Así podremos estar juntos, protegiendo al Santuario, a "nuestros" pequeños y a nuestra Diosa.
— Te amo, eres el hombre mas bondadoso que pueda existir en este mundo.
— Ahora mi hermosa dama, debo tomar una ducha antes de ir a preparar la cena.
— De acuerdo, esperaré afuera de Geminis, extraño la vista que tienes desde aquí.
— No tardaré, espérame.
Deposito un beso en cada mano de la doncella despidiéndose lentamente, como si fueran a separarse de nuevo por un largo tiempo.
Mientras Saga y Victoria descendian de la casa de Geminis, Victoria le hablaba sobre si viaje a la India, en el entrenamiento que el pequeño Shaka había recibido. Pero algo que omitió fue que encontró algo mas en ese viaje y fue quien era ella en realidad. Nunca nadie se atrevió a preguntar sobre el pasado de cada uno, a excepción de los hermanos gemelos quienes fueron abandonados por su madre, una amazona quien meses después de dar a luz a los gemelos se embarcó en una misión y termino perdiendo la vida. Pero a Victoria no le importaba el pasado si no el futuro.
Durante la velada despejó su mente de toda preocupación y se dedicó a convivir con sus pequeños.
— Afrodita, es un nombre muy hermoso. Ella es una Diosa que admiró mucho.
— ¿Porqué es bonita?
— No Milo, por que es valiente, a pesar de su apariencia ella es una verdadera guerrera y siempre cuida del Coliseo alejando a aquellos de corazón corrompido. La literatura puede decir muchas cosas, pero niños...
— Jamás juzguen a un libro por su portada. Eso solía decirnos Shion cuando llegaste aquí.
— Así es Aioros, y espero que lo tengan muy presente y nunca olviden lo que sus maestros les han enseñado. Ya que son los mejores en representar lo que es un verdadero corazón bondadoso.
Con esas palabras los pequeños se dispusieron a dormir, cada uno tomo in niño o quizás dos llevándolos hasta el recinto de Sagitario, a petición de Aioria quien escucho lo que una pijamada era y Aioros no pudo decirle que no al niño de sus ojos.
Kanon se quedó dormido en Sagitario después de terminar su segunda botella de ron. Y Aioros sólo por cansancio cayó en brazos de Morfeo.
Los amantes aprovecharon el momento y volver a conectarse, sabían la ola de trabajo que se venia sobre ellos, así que no perdieron no un solo momento. Ahora que se encontraban solos bajo las estrellas. Victoria dio la orden a los guardias de mantenerse alejados de la sala del patriarca. Así nadie los molestaría en su pequeño encuentro.
— Hemos pasado muchos años visitando este lugar, pidiendo a Athena que bendiga nuestro amor. Tantas veces, que perdí la cuenta.
— Recuerdo la primera vez que se lo pedimos. Éramos tan solo unos niños y ahora empezamos nuestra vida adulta, vaya que todas esas suplicas dieron fruto. Mi único deseo ahora es permanecer a tu lado sin perjuicios. — Saga rodeaba el delgado cuerpo de Victoria con sus brazos, haciéndola sentir a salvo, amada. Un sentimiento que no cualquiera puede experimentar.
— Sin leyes absurdas... es por eso que nos traje hasta aquí. No quiero que nos interrumpan, quiero recuperar todo el tiempo que pasé sin tus caricias, sin tus besos.
Saga llenaba de besos suaves los hombros de Victoria haciendo que su piel se erizara al tacto.
Se separaron un poco, solo para seguir avanzando. Chocaron contra un pilar que los llevaría hasta el camino hacia el corredor, entre besos y susurros llegaron hasta el salón privado, una zona de descanso para el Patriarca. Dentro de el había una terma estilo romano.
Victoria solo había entrado una sola vez y fue reprendida por eso, Saga por su parte hacia abuso de su técnica y solía relajarse por las tardes después del entrenamiento.
— Que te parece si nos relajamos un poco, aprovechando que nadie esta al rededor.
— Me parece justo... solo Iré a cambiar mo atuendo por algo mas cómodo.— Beso los labios de si amado y corrió con paso firme sus aposentos, no muy lejos de esa sala. Se retiro toda joya y solto su cabello, lavó su cuerpo con una toalla impregnada de agua y jabón floral, vistió su desnudez con solo una túnica rosada translúcida que remarcaba cada curva de su cuerpo.
Saga impaciente espero, no sin antes retirar su ropa quedando completamente desnudo bajo el agua. Nado a lo ancho y largo de la terma.
La joven entró al lugar arrastranso su túnica encendiendo un par de velas y se sentó a la orilla observando el cuerpo varonil que se acercaba sin prisa hacia ella.
Saga quedó sin aliento al ver lo hermosa que era su amada, era la primera vez que ambos se mostraban de esa forma, irradiando lujuria y deseo.
Victoria se zambulló en el agua junto a Saga empezando un pequeño baile bajo el agua. Saga la acorraló entre el mosaico frio que hizo respingar a Victoria.
— ¿Estas segura de esto?— Pregunto antes de volver a aquel beso interrumpido para volver a interrumpirlo y recibir una respuesta.
— Jamás había estado tan segura de algo en mi vida, y lo mas seguro para mi eres tú.— Volvieron a besarse acelerando las caricias por debajo del agua. La poca tela que llevaba la joven se volvía estorbosa impidiendo llegar a sentir sus pieles conocerse. Sin previo aviso Saga la trozó en dos con sus manos y la arrojo lo mas lejos posible.
De todas las oportunidades desperdiciadas por el miedo a ser descubiertos las recompensaba cada segundo de este momento. Sus cuerpos agitados por el movimiento del agua hacían el encuentro mas excitante, Victoria se encontraba abrazada del torso de Saga sintiendo la cercanía de sus sexos que sin pena comenzaron a unir y rozar sin medida. Saga fue adentrándose sin prisa, haciéndolo mas placentero para ambos, dejando que las paredes virginales de Victoria se acostumbraran a su miembro.
El lugar se lleno de gemidos, llevados por el placer sus cuerpos fueron llevados por el oleaje hasta el otro extremo de la terma.
— Eres hermosa... perfecta...mi amor...mi vida...
Saga utilizo su técnica de teletransportación llevando a Victoria en sus brazos y así recostándose con ella en el sillón forrado de terciopelo rojo volvieron a consumar su amor.
— Te amo Saga...tanto...tanto ...— Victoria tomó entre sus manos el rostro de su amado, temblorosa y con la voz quebradiza repetia una y otra vez el nombre del hombre que le juraba amor eterno.
Solo aquel recinto fue testigo de las veces en que los dos jóvenes enamorados consumaron su amor.
Pasaron la noche en vela, justo al amanecer ambos quedaron agotados abrazados uno del otro con tan solo una sábana cubriendo sus caderas.
— Feliz cumpleaños mi amor...— Susurró Saga depositando un suave beso en la cabeza de su amada. — Tengo algo para ti, te lo daré en Geminis, por ahora solo quiero tenerte aquí conmigo. No quiero separarme de ti.
— Ni yo de ti, quiero que el tiempo se detenga y poder revivirlo cada segundo.
— Mi vida...eres el mejor regalo que los Dioses pudieron darme.
— Y tu el mío...
Pronto cayeron en un sueño profundo dejando de lado las preocupaciones y sus responsabilidades.
7 meses después...
Shion regresó y con ello toda las tareas se regularizaron, aun así los amantes del Santuario mantuvieron discreción y respeto por el trabajo del otro. Sin darse cuenta el Santuario se lleno de pequeños y grandes guerreros, incluyendo los nuevos Santos Dorados. Todo marchaba bien, hasta que una repentina helada llegó el Santuario y Saga sufrió las consecuencias.
Como Victoria y Afrodita habían estado trabajando con plantas medicinales tomaron toda su sabiduría hacia Geminis para contrarrestar los síntomas de la neumonía. Pero nada funcionaba, incluso intento usar su cosmos pero pareciera que algo le impedía o lo rechazaba cada vez que lo intentaba ayudar.
— Es inútil Shion, mi hermano esta delirando por la fiebre y la única opción es llevarlo a un hospital.
— Kanon, apenas estoy logrando un acuerdo con las personas del mundo real, no puedo exponer a todo el Santuario solo por la salud de un solo caballero.
— ¡El cual es uno de los mejores que tienes hasta el momento! ¡Maldita sea Shion, te juro que si a mi hermano le pasa algo juro que yo tomaré venganza!
— ¡Kanon basta!— Gritó Victoria al borde del llanto.— Shion entiende que necesitamos hacer algo rápido. No puedo verlo asi.
— ¿Verlo así? A caso... no puede ser han estado juntos todo este tiempo ¿cierto? No puedo creerlo, te pedí u rogué que no la tocarán, me engañe a mi mismo creyendo que eran los mejores compañeros de trabajo y los dejé trabajar juntos todo este tiempo... increíble.
— No es el momento Shion y lo sabes... todo lo que pido ahora es tu permiso...
— ¿Sabes algo Victoria?— Interrumpió Kanon llevando a su hermano en la espalda.— Me cansé, saldré de aquí con mi hermano y no me importa si me cuesta el exilió, pero mi hermano no morirá por tu culpa.
Unas pisadas mas pequeñas resonaron por Géminis alertando a los tres mayores en el cuarto, era Aioria y detrás de el Aioros con Milo en sus brazos.
— Shion es Milo, tiene demasiada fiebre, Camus intentó bajar su fiebre pero nada funciona.
— ¿Lo ves? Algo no esta bien, a pesar de sus capacidades ellos aun son humanos. Tenemos que llevarlos ahora mismo.
Shura subía a toda prisa buscando ayuda, Aldebaran también se encontraba en las mismas condiciones.
Shion llamó a uno de sus nuevos aliados sin importarle el favor que le costaría, pero tenía que ayudar a sus alumnos.
Una avioneta aterrizó muy cerca del Santuario donde ya los esperaban para trasladar a los caballeros.
Victoria abordo la avioneta y junto a ella Kanon.
Una vez en el hospital los tres fueron tratados, ocho días después se encontraban en perfecto estado de salud.
— El médico dijo que tu heterochromia seguirá avanzando. No es nada congénito, solo fue a causa de algún accidente.
— Todo se lo debo a Kanon. Esa caída en el acantilado casi me costo un ojo.
— Lo importante es que estas bien amor, ahora solo hay que enfocarse en cuidarnos entre todos.
Victoria estaba ansiosa por regresar y ahora que su pequeño secreto había ido descubierto podría convencer a Shion de dejarlos ser libres, si las amazonas tenían esa pequeña suerte de decidir a quien amar y permanecer a su lado, ¿porqué ella no?.
En cambio Kanon, se hundía en la ira y solo pensaba en cómo deshacerse de Shion. Con sus políticas absurdas y estrictas sin sentido.
Al llegar al Santuario, Victoria no se despegó de todos sus pequeños, Saga aun guardaba reposo lo cual era bueno ya que así pudieron darle tiempo a Shion de meditar sobre su relación.
Estaba orgullosa de lo lejos que llegaron esos niños, tal y como lo predijo, todos y cada uno de ellos eran los elegidos por Athena, pero aun se culpaba por haberes arrebatado una vida normal. Y era por eso que los mimaba cada vez que podía. Como una madre estricta que recibe a sus hijos con galletas luego de un largo día.
Vio crecer la amistad en cada uno, como Afrodita dejó su timidez y se hizo amigo de Shura y del inquiero "Death Mask" como se hacia llamar.
Cómo Milo despertaba cada amanecer e ir hasta Acuario para despertar a Camus y pasar todo el día con el.
Y Shaka, su discípulo poco a poco fue rompiendo su cascarón gracias al energético Aioria y por los nobles Mu y Aldebaran.
Solo unas horas o minutos eran suficientes para que aquel remordimiento, tal condena que cargaba Victoria se esfumará y disfrutará verlos sonreír y vivir.
Kanon entrenaba arduo y duro para volverse más fuerte y poder salir del Santuario o como el lo llamaba "la prisión".
Como era su deber, cada fin de semana debía entregar un informe acerca de los nuevos reclutas. Se le había echo un poco tarde, tomo un pequeño atajo llevándolo directo al salon principal pasó entre los guardias y entro sin avisar para entregarle a Shion los reportes.
Pero no estaba solo se encontraba discutiendo con Victoria, de nuevo.
— No puedo dejarlo, no me importa si me vuelves a mandar años a la India o si me mantienes cautiva en este lugar pero no lo dejaré.
— Tu deber en este lugar no es ser la amante de nadie, tu deber es con esos niños y aunque estas boberías de amor no han interferido con el trabajo de ninguno no puedo dejarlo pasar. Lo que han hecho es muy grave. Si todos se llegaran a enterar que dos grandes maestros rompieron las reglas, todo este lugar se volverá un infierno.
— No, nunca rompimos las reglas, si las amazonas tienen el derecho a amar a quien vio su rostro, ¿porqué yo no puedo amar a quién vio más allá de mi físico? Es tiempo de cambiar las reglas, somos seres con sentimientos. — Shion bajo su mirada y tomo asiento en su silla. —El es el mejor Caballero que existe Shion, el puede suplirte. ¿Crees que no lo sé?— Continuo Victoria sentándose frente a el.— Tu tiempo como Patriarca se acaba, es tiempo que te decidas y busques tú remplazo. Saga es la mejor opción, incluso Aioros o Kanon lo son. Ellos harán un buen trabajo, solo te pido que nos des una oportunidad.
— No... lo lamento pero esta relación debe terminar.
Dicho esto Victoria se echo a correr llorando, con el alma y el corazón partido en busca de los brazos de su amado.
Después de calmar la situación, Saga regresó a Geminis, dejando a su amada en Virgo donde estaría en paz por un tiempo.
— Ya lo se todo hermanito... no crees que es tiempo de hacer algo. Después de todo Shion se debilita. — Sorprendió Kanon a Saga quien se escondía tras un pilar. — Debi saberlo, ya es un anciano decrépito después de todo no creo necesitar de tanto poder.
— No se si lo que estas pensando es correcto Kanon, pero no hagas una tontería por Athena.
— Hace años, cuando llegamos a la casa de Geminis, encontre un pequeño cofre. Aun lo guardo, nunca me deshice de el quizás por precaución, ¿intuición, tal vez? Pero llegó el momento de usarlo.
Confundido Saga, solo se limitaba a escuchar al menor
— Opino que antes que todo esto, deberían realizar una ceremonia, no oficial claro esta. Pero al menos así podrían permanecer juntos por siempre.
— ¿A que te refieres?
— Se que tienes pensado huir con ella y casarte en Roma. Para no regresar nunca. Pero y si se casarán dentro del Santuario, tal vez las cosas cambien.
Con la ayuda de Aioros puedo preparar algo, pequeño pero digno de dos personas que se aman. Si estas dispuesto sólo quiero pedirte un pequeño favor a cambio.
— ¿Qué es lo que quieres?
— Se que Shion te dará el puesto del Patriarca. Pero seamos sinceros, a ti solo te importa el puesto para vivir feliz con Vicky. Mi petición es que tu aceptes el puesto y después me lo cederás a mi. ¿ Y bien? El tiempo es oro hermano, piensa rápido.
— Me prometes que no harás ninguna tontería si llegaras a ser el Patriarca.
— Jamás haría algo sin ti, y lo sabes. Juntos tendremos al Santuario en nuestras manos.
Con sólo un apretón de manos y depositando la confianza de ambos cerraron el trato.
El día llegó, bajo la luz del atardecer en medio de un pequeño campo a kilómetros del Santuario, Saga y Victoria tuvieron una pequeña ceremonia de casamiento.
Incluso los nuevos caballeros dorados asistieron al evento. Aioros entregó a la hermosa novia.
Por respeto a sus costumbres Victoria llevaba un vestido tradicional hindi al igual Saga quizo honrar a su pareja vistiendo lo mismo. Nada ostentoso, mas solo un par de anillos de oro que simbolizaban la unión de dos personas que se amaban.
Kanon y Aioros habían hecho un gran trabajo en mantener todo en secreto y en haber organizado algo tan simple y hermoso.
Era un sueño del cual volverían a despertar, ocultando su matrimonio tan solo un poco más.
El oráculo visitó al gran Patriarca anunciando la llegada de Athena, la cual reencarnaría de forma humana por medio de alguien muy cercano a ella.
— Sabes que eres la mas cercana a Athena, y a pesar de tu forma humana necesitarás algo más que "la bendición divina".— Fue lo último que le dijo el oráculo a Niké al ser acompañado por la misma hacia la salida.
— Saga no esta listo para entenderlo, pero si es la voluntad de Athena no dudaré en pedir ayuda a mi señor Zeus.
— Eres astuta, mi señora, solo espero que sus planes sean cumplidos exitosamente.
— Hablaré con mi hermano Kratos. Es el mejor para aconsejarme en esta situación.
Vivir tres vidas diferentes y tener que ocultárselo a su amado esposo no era lo correcto. Tenía que buscar la manera de decirle toda la verdad.
Comentario del autor: Hola a todos, lamento mucho la tardanza, este capítulo me costo mucjo terminarlo. Espero que sea de su agrado y sigan escribiendome sus lindos reviews. ¡Muchas gracias por leer!
