¿Por qué?

Cap. 2

-¡Ah! –Ginny sintió como sus manos eran fuertemente agarradas en su espalda, y era alzada de la hierba en la que estaba sentada-. ¡¡Suéltame! –gritó Ginny, intentando zafarse inútilmente.

-Si cooperas será más fácil para ambos –murmuró una voz ronca en su oído. A Ginny le entro pánico.

-¡¡SUÉLTAME! –Vociferó Ginny, intentando por todos los medios soltarse de su opresor.

-Quédate quieta –dijo, susurrando un hechizo para inmovilizarle las piernas y los brazos, para luego comenzar a besarle el cuello. Ginny sollozó.

-oOo-

Draco sintió que se derrumbaba al oír a Ginny sollozar.

-Es necesario –Se repitió mentalmente.

La volteó para quedar cara a cara con ella y la besó en los labios, los cuales ella cerró fuertemente. Había usado un hechizo para que el rostro no se le viera, y otro distorsionando su voz, evitando así que la pelirroja lo reconociera.

Sacó su varita y en menos de cinco segundos toda la ropa que llevaba la chica se cortó en tiras. Se quito la ropa rápidamente y se puso sobre ella atacando nuevamente los labios sonrosados de la pelirroja, intentando penetrar en su boca. Subió una de sus manos, que anteriormente se estaban en el muslo de la mujer, para apretar uno de sus senos, provocando que ella gimiera levemente. El rubio aprovecho y coló su lengua en la boca de ella, recorriéndola.

Cuantas veces había soñado volver besar los carnosos labios de Ginny, y ahora que lo hacia, se sentía repugnante.

Abandonó los labios de la pelirroja y comenzó a besarle lentamente el cuello, bajando hasta uno de sus pechos, el que lamió suavemente.

-Déjame… -murmuró Ginny, con voz débil-. No me hagas esto…

Draco se sintió el peor hombre del planeta. Oyendo las suplicas de Ginny, sabia que no podría seguir, por lo que se hizo un hechizo para no oírla.

Succionó el pezón de Ginny un poco fuerte, mientras sus manos le proporcionaban caricias al hermoso cuerpo de la joven. Siguió su camino descendente hasta llegar a su muslo, el cual recibió cortos besos de parte del rubio, que ascendió lentamente intentando encontrase con la femineidad de la chica.

-oOo-

Ginny sentía la lengua de aquel hombre dirigirse a su cavidad. Sintió asco. ¿Por qué tenia que pasarle esto a ella? ¿Qué había hecho?

Gimió. El hombre había llegado a su destino, lamiendo sus labios vaginales tortuosamente para luego introducir su lengua dentro de ella, causándole un placer mayor. La recorrió durante unos minutos, pero cuando Ginny sentía que estaba a punto de llegar a la cima, el hombre se separó de ella y apresó sus labios, entrando su lengua en su boca, haciendo revivir la repulsión.

La penetró de un solo embiste y Ginny sucumbió. Comenzó a penetrarla apresuradamente, como si quisiera terminar lo más rápido posible. Ambos se vinieron y el hombre se separó velozmente de ella. Se puso su ropa y le quito el hechizo que le había puesto para inmovilizarle los brazos y las piernas.

-¿Por qué yo? –preguntó Ginny, con ojos llorosos.

El hombre se limitó a lanzarle una túnica (que había sacado de Dios sabe donde) y a desaparecer casi al instante, dejando a la pelirroja tirada en la hierba, llorando.

Agarró la túnica que le había lanzado ese sujeto y la miro con asco.

-¿Por qué a mi? –se lamentó Ginny. Su ropa estaba totalmente destruida, así que no le quedo más remedio que ponerse la túnica que aquel desgraciado le había dado.

Se levantó con apresuradamente y se fue corriendo de allí, con la mirada nublada por las lagrimas. Por el camino chocó contra algo (o alguien) y cayó al piso.

-Lo siento, Ginny ¿estas bien? –Preguntó Harry, tendiéndole la mano.

-¡No te me acerques! –gritó Ginny, alejándose del moreno.

-¿Qué te pasa, Ginny? Soy yo, Harry –dijo, acercándose con cautela.

-¡¡¡Te dije que no te me acerques! –chilló la pelirroja, retomando su camino.

Harry se quedó un momento viendo a Ginny mientras corría, antes de desaparecer y reaparecer en un elegante despacho. Tenia varias estanterías repletas de libros y todo estaba forrado de negro, dándole un aspecto macabro. Al fondo, reposaba un refinado escritorio, donde se encontraba un hombre con El Profeta en mano.

-Harry, ¿Qué te trae por aquí? –Preguntó el sujeto, sin siquiera levantar la mirada del diario.

-Ginevra Weasley, ¿te suena? –dijo Harry con un leve tono sarcástico, sentándose en una de las cómodas sillas que estaban frente al escritorio.

-Ah, si. Gracias a esa chiquilla y al estúpido de Malfoy perdimos a Lorance Nott… Aunque no fue una gran perdida, claro.

-¿Qué le hicieron?

-¿A Malfoy?

-¡A Ginevra!

-Creo que oí a Lucius mencionar sobre algo que le harían… Pero la verdad no me interesa.

-No quiero que nada malo le pase –dijo Harry duramente-. Le pasa otra cosa y Lucius pagara las consecuencias.

-¿Por qué te interesa tanto lo que le pase a esa chiquilla? –Preguntó el individuo, quitando su vista del diario y posándola en Harry-. No te estarás enamorando… ¿o si?

-No estarás celoso, ¿verdad? –Preguntó Harry, divertido-. Ginny es como una hermana para mí… La única que sirve en ese bando de inútiles.

El hombre miró a Harry ceñudo.

-¡Vamos! ¿En verdad crees que podría enamorarme de Ginny, teniéndote a ti? –Dijo Harry, sentándose a horcajadas en el regazo del otro sujeto.

-Por tu bien, espero que no –dijo el hombre, antes de atraer al moreno hacia si, besándolo con ímpetu.

-oOo-

-¡¡Ginevra Weasley, abre la puerta si no quieres que la derrumbe!

-¡No quiero hablar con nadie, Luna!

-Ginny ¡abre la puerta! No has hablado conmigo desde que llegue de la misión ¿acaso no somos amigas? –Preguntó Luna, con voz ñoña.

Ginny abrió la puerta y Luna entró cerrando la puerta inmediatamente.

-¿Qué pasó, Ginny? –preguntó Luna, acariciándole el cabello a su amiga, que se había abrazado a ella, llorando.

-Luna, me pasó lo que peor me pudo haber pasado –sollozó la pelirroja.

-¿Qué pasó, Ginny? ¿Por qué estas tan extraña con todos? No hablas con nadie ¡No sales de esta habitación!

-¡Me violaron, Luna! –exclamó Ginny, entre lagrimas.

-¿Qué…? ¡¿Qué! Pero… pero… ¿Quién?

-No lo sé, Luna ¡no lo sé!

-¿No pudiste reconocerle la cara?

Ginny negó con la cabeza.

-No se le podía ver la cara… Y la voz no me era conocida –dijo Ginny con amargura, volviéndose un ovillo en la cama.

-Oh, Ginny… Yo… No sé que decirte… -dijo Luna, sentándose en la cama.

-No tienes que decir nad… -pero no pudo continuar. La puerta fue abierta de repente, dando pasó a un acelerado Harry.

-Nos están atacando. Necesitamos todos los refuerzos posibles, así que prepárense.

Tanto Luna como Ginny se habían parado, listas para salir a pelear.

-Ginny, no estas en condici…

-Por supuesto que estoy en condiciones de luchar, Luna.

-Si no te sientes bien para salir a la batalla, no vayas, Ginny –dijo Harry seriamente.

-Estoy perfectamente bien y en condiciones para luchar, Harry –dijo Ginny, saliendo del cuarto.

-oOo-

Draco estaba distante del grupo e inactivo. No tenía ganas de batallar. En realidad no tenia ganas de nada. Desde aquel fatídico día en que tuvo que violar a Ginny, no dormía, y comía porque era estrictamente necesario, ya que el Lord Oscuro se aseguró hacer comer a todos los mortifagos una cantidad de comida que pudiera sostenerlos después de cada uno de los entrenamientos sobrehumanos que los obligaba a hacer. Llegaba terriblemente cansado de los entrenamientos, cualquier mortal no bien tocara un colchón y quedaría rendido; pero Draco no podía, no había una noche donde no oyera la voz de Ginny suplicándole que la dejara.

Un desmaius le rozó el brazo y Draco recordó donde estaba. Miró a su alrededor, le mando un hechizo al primero que vio del bando opuesto y se fue sigilosamente al lugar mas apartado que pudo.

-¡Sectusempra!

¡Maldición! ¿Es que estaban en todos los lados los esclavos de vejete? –pensó Draco, sacando su varita dispuesto a deshacerse de quien sea que lo hubiese atacado, a menos claro, que quien le hubiese atacado sea cierta pelirroja dueña de cierta parte de su anatomía que ciertamente no quería que le fuese robada… Y de hecho así era.

Ginny Weasley estaba parada frente a él, con la varita en alto y dispuesta a atacarlo en cualquier momento.

Notas de la Autora: ¡Hola a todo el mundo! Aquí estoy para deleitarlos con el segundo y penultimo capitulo de esta historia. Espero que les guste y que me dejen sus opiniones.

Quiero agradecerles a las chicas que me dejaron reviews: Conny-B, Laura Melissa, Meloo, Pilita-LastHope, Andy Malfoy, Fabisa, Chibi Haru-Sama, EugeBlack, Solamente Yo, Valery Ryddle, Mayreny, NorixBlack y Sybill T.

Espero que sigan haciéndolo. ¡Hasta pronto!