Capítulo 15: "Contra la pared"
Kagome bebió otro sorbo más de su bebida observando de forma atenta al hombre que nuevamente lucía demasiado serio y tenso. Inuyasha parecía haberse sumergido en su melancolía y tristeza y por alguna razón ella sentía que no debía averiguar más. Suspiró derrotada y tocó con sus dedos su mano cálida. Inuyasha alzó la vista dorada al fin hacia ella y sonrió. Él vio sus ojos cálidos y soñadores que siempre quiso, aunque ahora amaba ¿cómo podía ser así?... ¿Cómo vivir así?
Siento que te conozco hace tiempo,
de otro milenio, de otro cielo.
Dime si me recuerdas aun,
solo con tocar tus manos
puedo revelarte mi alma.
Dime si reconoces mi voz...
-El doctor Koizumi es así... es... demasiado preocupado por sus pacientes... – Interrumpió ella intentando excusarse por la extraña actitud de su antiguo médico. Inuyasha se acomodó en su asiento y alzó un poco la vista sólo para encontrarse nuevamente con la mirada severa y feroz del galeno que lo observaba desde el segundo piso.
-Ese doctor... Koizumi... - Pronunció Inuyasha apenas y percibiendo que algo andaba muy mal en aquel hombre-... ¿ha sido tu médico todo este tiempo?
-Sí - Sentenció ella – Cuando desperté fue el primer rostro que vi... - Murmuró esta vez e Inuyasha la observó conteniendo el aliento-... no recuerdo mucho... sólo sé que lo vi... y luego... siempre estuvo conmigo... mi mamá le tiene mucha confianza...
-Entiendo... - Murmuró el joven con su voz demasiado ronca y apretando luego los labios. Kagome lo observó con detenimiento, le encantaba observarlo y sentía felicidad de hacerlo. Sonrió y se acercó más a él.
-Me gusta estar contigo... pero no puedo regresar tan tarde a casa... el abuelo y mamá se preocupan... sobre todo mamá...
-Pero aun es temprano... - Protestó Inuyasha mirándola con tristeza. Ella sonrió levemente casi de forma enternecida.
-Sí... pero... desde que murió Souta... – Pronunció con un dejo de melancolía. Inuyasha que parecía escucharla esta vez tranquilo abrió los ojos enormemente y casi sin querer retiró su mano que estaba bajo la de ella. Tembló por completo y entonces Kagome lo miró sorprendida. - ¿No te lo he contado?... Souta era mi hermano... yo era muy pequeña ¿sabes? Tenía 8 años... y él 4... lo fui a buscar al jardín de niños... - Bajó la vista, no sabía muy bien, pero aquello era algo desagradable de recordar, sin embargo no podía evitar compartir sus cosas con Inuyasha -... y le dispararon...
Inuyasha se levantó de súbito y la silla cayó torpemente tras él. Kagome lo miró asustada y él intentó poner la silla en su lugar pero temblaba tanto que no podía hacerlo. La chica lo ayudó y entonces se acercó más a él, viendo como su frente estaba esta vez perlada de sudor.
-Voy... voy al... baño... - Tartamudeó evitando mirarla, Kagome había sujetado su mano y él intentaba zafarse de ella pero no pudo porque la chica lo miraba demasiado preocupada.
-¿Estas enfermo?
Inuyasha movió la cabeza negativamente y finalmente pudo deshacerse de su enlace casi con rudeza. Caminó a grandes zancadas hacia un largo y oscuro pasillo que daba a los baños del lugar mientras la joven lo miraba sin entender.
Inuyasha afirmó ambas manos en uno de los lavados y con la cabeza gacha apenas podía soportar sostenerse en pie. Las lagrimas se agolparon irremediablemente e intentó contenerlas apretando muy fuertes los dientes pero el dolor era demasiado grande, sentía la amargura en su garganta y su corazón parecía estar tan destrozado que le dolía horrorosamente. Sintió a pesar de todo la calidez resbalando por una mejilla y cuando alzó la vista se miró en el espejo y vio sus ojos dorados enrojecidos y cristalinos, y aquello cálido era una lagrima, una lagrima que por mucho tiempo él intentó evitar. Apenas podía respirar y sin poder más sollozó con desesperación bajando nuevamente la cabeza. De pronto la puerta se abrió y él volteó rápidamente intentando secarse las lagrimas de sus ojos mientras trataba de respirar con normalidad.
-¿Cómo se siente señor Taisho?
La voz varonil y burlona lo impresionó, volteó y vio al doctor aquel que lo miraba con mofa y rabia mientras afirmaba una mano en el lavabo y adoptaba esa actitud de arrogante todo poderoso.
-Señor Koizumi... - Murmuró el joven irguiéndose apenas y conteniendo el dolor que llevaba dentro, sin embargo su corazón comenzó a acelerarse más de lo debido.
-En verdad me asombra más a mí... créame... - Respondió el otro clavando su intensa mirada azul sobre la suya-... nunca pensé que tendría el valor de acercarse a la señorita Higurashi... es un desgraciado... - Masculló con veneno. Inuyasha tragó con dolor y lo miró a la defensiva, pero no dijo nada. Kouga se acercó más a él y lo tomó de la solapa del traje, Inuyasha pareció reaccionar esta vez y golpeó su mano disgustado, retrocediendo un paso y mirándolo con rabia.
-Cómo se atreve!- Masculló apretando los puños y mirándolo esta vez tan desafiante como él lo hacía.
-Usted que finge amabilidad e inocencia incluso... - Dijo Kouga con desprecio apuntándolo con su dedo-... se aprovecha de que Kagome no lo recuerda para acercarse nuevamente a ella ¿cómo se atreve?... Después del daño que le provocó! Y no sólo eso, sino a su familia!
Inuyasha tragó con dolor y sintió que su corazón se paralizaba, entreabrió los labios, apenas podía respirar, el miedo se apoderó de él ¿acaso ese hombre sabía la verdad?. Luego Inuyasha intentó recuperar la compostura, tranquilizándose internamente mientras sentía la mirada de odio sobre él, tragó nuevamente con dificultad y lo miró con seriedad.
-Y usted... ¿cómo sabe que ella no me recuerda?
Kouga Koizumi sonrió con desprecio pero su mirada aun estaba fija en la suya.
-Su madre me lo pidió... la señora Higurashi no podía creer que su hija estuviera enamorada precisamente de alguien como usted... cuando lo vio en el hospital y a sus amigos entendió a quien Kagome precisamente quería... y Kagome lo supo demasiado tarde también... por eso no quería vivir... fue por eso que lo hice... la hipnosis resulta muy efectiva en estos casos...
-¿Hipnosis? Inuyasha abrió más sus hermosos y enrojecidos ojos dorados sin dar crédito a lo que escuchaba ¿era eso entonces?... ¿Kagome había sido hipnotizada para borrar de sus recuerdos todo lo relacionado con él?... ¿Por eso él nunca había existido en su vida?... ¿por eso sólo a él no lo recordaba?
-No... no puedo creerlo... - Murmuró apenas totalmente choqueado.- ¿Con qué ética?... – Ahora le hablaba y lo miraba casi con repulsión- Cómo pudo!
-Y qué quiere... si no hubiera sido de esa forma Kagome se hubiera dejado morir! Después de descubrir quien era realmente... y después de lo que intentó con ella!
-No! Fue así!- Gritó intentando excusarse, él sabía que la acción parecía de otra forma, tal vez Kagome lo había tomado de esa forma al ya pensar en quien era él... un maldito hijo de Inu no Taisho... culpable de asesinato... - No fue así... intenté salvarla... pero no pude... no pude...
-No entiendo como tiene el descaro de estar con ella!...¿Lo sabe su madre?... claro que no... - Respondió con rencor el médico. Inuyasha no pudo responder, que más daba, sabía que si él no soportaba la situación, menos lo haría Kagome, bajó la vista sintiendo una enorme amargura, estaba acorralado, lo sabía.
-Pero la amo... - Murmuró casi en un sollozo.
-Debería alejarse de ella antes que lo sepa!... ¿La quiere muerta acaso?... si se entera... no lo soportará... lo sé... – Respondió Kouga con convicción.- Los pecados de la familia deben ser pagados por usted... no tiene elección!
-No, no puedo!- Respondió Inuyasha volteando pero sintiéndose completamente acorralado.- ¿Cómo alejarme de Kagome?... no, no puedo... moriría antes... ya la perdí una vez...
Kouga lo miró con desprecio¿realmente ese hombre amaba tanto a Kagome? Pero él sabía que eso no podía ser, simplemente no podía.
-Ella jamás lo perdonará... Jamás.- Acotó el otro y mirándolo con detenimiento. Lo veía incluso temblar y estaba seguro que aquel hombre estaba sufriendo, pero era a su parecer algo justo.
Inuyasha cerró con fuerza los ojos apretando los labios y conteniendo la rabia, el remordimiento y la tristeza que lo abrumaba y que lo hacía querer morir, finalmente volteó y aunque su pecho subía y bajaba aceleradamente, sus ojos ya estaban sombríos y su rostro contraído, hablando con calma.
-No hace falta que diga más... yo siempre he sabido... lo que debo hacer... - Murmuró con la voz gutural y sus ojos se clavaron en los altivos del galeno. Kouga hizo una mueca no muy convencido.
-Pues eso espero- Respondió al fin y luego salió del baño dando un portazo.
Kikyo no alcanzó a escapar, así que sus ojos se centraron en los interrogativos del galeno que arrugó el ceño intrigado. El hombre se encogió de hombros y caminó un par de pasos por el oscuro pasillo que daba a la pista de baile, pero entonces la mujer caminó presurosa a él y lo tomó del hombro.
-Soy Kikyo Niwua... necesito que me aclare algunas cosas... - Musitó muy rápido. Él la miró turbado pero ella en cuanto sintió que la puerta del baño se abría nuevamente lo arrastró casi hasta un rincón y le habló con seriedad- Disculpe... yo escuché la conversación que tuvo con Inuyasha... - Kouga levantó una ceja y la miró esta vez sin expresión-... Fui su novia... debe contármelo todo...
Inuyasha dio un profundo suspiro y se miró en el espejo una vez más. Él sabía lo que tenía que hacer, desde el primer momento en que volvió a verla en la boda de Sango lo supo, sólo que buscaba de alguna forma evitarlo... o más que nada... que sucediera un milagro... pero los muertos no vuelven a la vida y ya el destino estaba escrito. No se podría vivir así... ¿cómo estar junto a Kagome ocultándole la verdad?... ¿y que sucedería cuando ella lo recordase?... la relación de ambos... no podía ser. Tragó con infinito dolor y su rostro contraído estaba ensombrecido por el dolor. Arregló sus negros cabellos y se mojó un poco el rostro. Enseguida salió del baño con pasos que intentaba parecer firme pero que no lo eran.
La muchacha miraba la servilleta que sostenía entre sus dedos creando un barquito pequeño de papel, pero ella parecía más que nada sumida en sus pensamientos, como si todo el estridente ruido no le importara. Cuando él se posó a su lado ella levantó la vista y sonrió, como si presintiera su presencia.
-Has tardado... - Murmuró. Se puso de pie y le acarició la mandíbula- ¿Qué sucedió?
Él la miró abriendo algo más sus ojos y enseguida volteó el rostro.
-Nada...
Kagome no respondió pero lo miró sintiendo dolor en el corazón. Intentó nuevamente sonreír y le tomó la mano.
-Bueno... es mejor que regresemos a casa.
El trayecto fue demasiado silencioso y ella lo miraba de reojo sintiendo una angustia infinita. Su corazón latía impetuoso y comenzó a temblar a pesar de que dentro del vehículo la calefacción estaba encendida. Cuando el hombre se detuvo un par de cuadras antes del templo, apagó el motor del vehículo y ella sintió que el corazón se paralizaba, alzó nuevamente la vista mirándolo asustada, algo no andaba muy bien y ella lo presentía, quería ignorar aquel sentimiento, pero era algo que iba contra su voluntad.
-Yo... - Murmuró el hombre y ella levantó el rostro sólo para ver que él no la miraba, sino que tenía la vista fija en el frente y ambas manos, sujetas en el volante que se apretaban tanto que sus nudillos estaban blancos-... te he ocultado muchas cosas... y... no soy... no debo estar...- Murmuró casi quebrándose la voz, pero la verdad no sabía que decir¿como decirle que tenía que dejarla?
Kagome tragó con dificultad y la cabeza comenzó a doler nuevamente demasiado, se llevó ambas manos a sus oídos y sorpresivamente negó con desesperación.
-No! No¿quieres dejarme?... ¿Es eso?- Lo miró alzando la vista horrorizada. Inuyasha no respondió entonces ella abrió la puerta del automóvil y se echó a correr, al cruzar la calle no se dio cuenta que venía un vehículo, Inuyasha que ya había abierto la puerta de su lado miró horrorizado como ella cruzaba la calle sin siquiera mirar, parecía que todo volvía a suceder y casi sin pensarlo se lanzó tomándola de la cintura y rodando con ella hacia el otro lado de la calle. El vehículo tocó la bocina estrepitosamente como un llamado de atención y entonces en segundos todo volvió a quedar en silencio. A través de las lagrimas y el cabello enmarañado ella se irguió apenas sintiendo una especie de deja vú, de que aquello no era la primera vez que había sucedido, al mirar a su lado lo vio aun en el frío cemento del asfalto con los ojos cerrados y su corazón se encogió.
Siento que te conozco hace tiempo,
de otro milenio, de otro cielo.
Dime si me recuerdas aun,
solo con tocar tus manos
puedo revelarte mi alma.
Dime si reconoces mi voz...
Kagome lo observaba hipnotizada casi, la sangre en sus venas fluía con rapidez y ella no podía dejar de mirarlo, como si sólo ahora se diera cuenta quien era, aunque no sabía cómo. Sentía ahora que lo conocía... que lo conocía más aún... Inuyasha al fin abrió los ojos y se incorporó, la miró también y arrugó el ceño preocupado, tomó su rostro entre sus manos y preguntó.
-¿Estas bien?
Siento que me desnudas la mente,
cuando me besas en la frente.
Dime si traigo marcas de ayer.
Solo con tocar tus manos
puedo revelarte mi alma.
Dime si reconoces mi voz...
-Inuyasha... - Murmuró sintiendo que esta vez no había sido la primera que le salvaba la vida. Un sentimiento extrañó la embargó y no podía dejar de mirarlo.
Siento que te conozco,
y siento que me recuerdas,
dime si reconoces mi voz.
Siento que te conozco,
siento que me recuerdas
Dime si reconoces mi voz...
Continuará...
N/A: Bueno amigas, han sido muchas pistas y ya deben imaginar lo que sucedió, al menos una parte o su totalidad, algunas encontraran enredado esto pero si ponen atención entenderán. nn ya sé, pero esto sirve como ejercicio mental, las que estudian me lo agradecerán después, para que vean que les estoy haciendo un favor, jajaja, lo siento, es que estoy algo feliz por mi querido Enzito Fortuny, ya saben que lo adoro ... en fin, en esto último me entiendo yo sola... Gracias por sus comentarios, ya saben que sus opiniones son útiles para mi... y nos vemos, cuidense todas.
Ah! La canción se llama "Marcas de Ayer", de Adriana Mezzadri, siempre había escuchado fragmentos de ella en la telenovela "El Clon", aunque solo ayer me puse a buscarla sin saber ni el titulo ni quien la cantaba, pero en fin, tengo alma de detective nn y cuando la escuché en su totalidad me di cuenta que ésta es sin duda la canción de Inuyasha y Kagome nn... se darán cuenta que hasta parece mágica, no sé, esa es mi opinión.
Lady Sakura Fortuny :D
