Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto
Y su fantástico manga Naruto
La historia es mía y espero que sea de su agrado.
Si alguien lo viera ahora, seguro se reiría de él. Nunca fue una persona paciente, de hecho, siempre explotaba a la primera. Por lo general, todos sabían que sus compañeros eran los principales en recibir su ira cuando lo sacaban de quicio, seguía su maestro y luego, para que mentir, todo el mundo.
De todas maneras, ahora, luego de haber cambiado tanto, a sus veinte años, se encontraba en el marco de la puerta de su habitación, respirando profundamente para calmarse.
- ¿Piensas estar así todo el día? – Pregunto no pudiendo aguantar más.
Había vuelto de una larga misión hace apenas dos días y todo para compartir con ella esos momentos de descanso antes de salir a su última misión de casi un mes, antes de quedarse con ella un par de meses.
Le había prometido volver para el tonto festival de la primavera que habían ido el día de ayer y aunque la vio contenta, hermosa, sonriendo en todo momento, con el paso de las horas, todo había cambiado. Decidió dejarlo pasar por el momento, podía simplemente estar cansada, cosa que era entendible sabiendo que ya cursaba el séptimo mes de embarazo, pero como todo en su vida, su paciencia duro poco. Esa mañana no había querido levantarse de la cama e incluso la escucho hipar, conteniendo lagrimas que no entendía porque salían.
Si bien había leído que, durante el embarazo, las hormonas suelen estar algo alborotadas, no podía decir que eso era algo propio de ella.
Había tenido la bendición, como todo lo referente a ella desde que llego a su vida, con un embarazo tranquilo. Si no fuese que tuvo constantemente antojos de tomate y que su barriga había crecido, dudaba que estuviese embarazada. Nunca lo molesto con nada y por suerte no sufría dolores ni cambios de humor como había sucedido con los embarazos de sus compañeras. Aun recordaba como todos solían quejarse de sus parejas, pero él sonreía con sorna al saber que nada de eso lo padecía. Incluso llegaron a maldecirlo y por primera vez no era por él sino por la suerte de haberse enamorado de ella, pero, sobre todo, porque ella se enamoró de él.
- Quiero estar en cama.. – su suave y triste voz se sintió desde la cama y ese fue su límite.
Salió cerrando la puerta y aunque quiso cerrarla con fuerza, mostrando su enojo, no lo hizo.
Tenía que averiguar lo que estaba sucediendo, eso no era normal y lo sabía, pero también era nuevo en todo ese tema. No sabía que hacer, no sabía cómo actuar y para aumentar su desespero, no contaba con nadie que lo ayudara. Como desearía que su madre estuviese ahí, que su hermano se riera de él pero que le aconsejara, o que su padre de dijera que hacer, pero no podía, estaba solo en el mundo y lo estaría más si no fue por ella, es por eso que aguantando sus ganas de mandar todo al diablo, con un par de señas dejo un clon de sombra con la orden de estar atento ante cualquier cambio y así, salió de su casa para hablar con quién era lo más cercano a un padre que tenía.
Debía llegar al fondo de todo eso y ya suficiente tiempo le había dado para que volviera a ser la misma o en su defecto decirle que es lo que sucedía, pero como había decidido callar y estar metida en su mundo nada más, la sacaría a la fuerza, quiera o no. Obviamente que con la ayuda que esperaba que le dieran.
Antes de salir de su casa, se aseguró que este todo en orden e incluso dejo algo en la mesa de la cocina por si decidía salir a comer, cosa que dudaba, pero, aun así, dejaría todo por las dudas.
Ya seguro de que todo estaba en orden, salió de su casa rumbo al único lugar donde podría conseguir alguna respuesta. Ni se preocupó al ver como todos se alejaban de él por el aura que desprendía, pero no le importaba, quería respuestas y volver a su vida normal.
Decidió acelerar el paso ya que no tenía tiempo que perder o más bien no quería. Nadie le dijo nada cuando llego a destino, la gran torre del Hokage. Era ya entrada la mañana así que estaba seguro que su maestro, por más que llegara tarde, ya debía estar en el lugar. Paso por todos los pasillos necesarios para llegar a destino y sin importarte si estuviese en una reunión, entro a su oficina.
Aquella vieja costumbre y mala, cabe decir, se le había vuelto costumbre por pasar tanto tiempo con su amigo y hermano. El héroe rubio solía entrar de ese modo y cuando se quiso dar cuenta, él hacia lo mismo. Parecía que ni la quinta ni el actual Hokage se molestaran por esa actitud, simplemente se habían acostumbrado a esa forma de ser.
Tal como lo supuso, lo encontró sentado en su escritorio, firmando y leyendo pergaminos que seguro serían las próximas misiones para todos los ninjas.
- Oh.. – Soltó con simpleza el ex ninja copy – Tu misión estará lista dentro de dos días..
- No vine por eso.. – Soltó sin más y se acercó al escritorio.
Kakashi lo miro con curiosidad. Lo había sentido llegar a la torre, apurado, y como siempre, entro a su oficina sin siquiera llamar. Pensó que estaba ansioso por salir a esta última misión para así volver antes. Sabía que la misión, para cualquier ninja común, demoraría un mes y medio, pero sabiendo la actitud del pelinegro y su necesidad ahora de permanecer en la aldea, terminaría mucho antes dicha misión. Incluso había apostado con la quinta, diciendo que su alumno volvería a las cuatro semanas mientras que la rubia decía que lo haría en tres.
Si bien era un excelente ninja, tampoco podía hacer maravillas cuando la misión tenía ciertos tiempos que cumplir.
De todas maneras, el verlo ahí y sobre todo ahora sentado frente a él, no hizo más que sorprenderlo. No era una actitud que esperaba. Por lo general estaba parado diciendo lo justo y necesario para salir de ahí, pero esta vez no parecía ser lo acostumbrado.
- ¿Sucede algo? – Pregunto genuinamente preocupado – ¿Hinata está bien?
Todavía le costaba creer como una persona tan tierna tan amable, estaba casada con su alumno. Esas deberían ser de las ironías más grande del mundo ninja, pero aun así agradecía al destino que los unió ya que era consciente de que la presencia de la peliazul en la vida del último Uchiha, era lo que su alma solitaria necesitaba. Es por eso que sabía que, para verlo de esa forma, solo podía ser por una razón.
- Tks.. – Gruño al momento por saber que su maestro lo conocía tanto como para dar enseguida con el problema que estaba enfrentando.
- Deberías ir a ver a Tsunade-sama si es que algo malo está pasando.. – Hablo rápidamente Kakashi al no entender porque estaba ahí y no en el hospital buscando la ayuda que necesitaba.
- Su problema no es médico.. – Respondió el Uchiha mientras se cruzaba de brazos y miraba a otro lado.
Si antes estaba intrigado, ahora lo estaba aún más. No era normal la actitud del moreno así que dejo de lado los pergaminos que estaba leyendo para prestarle atención, además de que le preocupaba de que algo le pasase a la peliazul.
En todos esos meses de embarazo, era la primera vez que Sasuke se acercaba a él con algún tema referido a ella, no como su otro alumno, el cual no llevaba más de cuatro meses de embarazo y él iba día de por medio con alguna duda o queja. Por suerte Iruka también lo ayudaba, pero por lo visto, un embarazo no era fácil de llevar y menos teniendo una esposa como lo era su otra alumna. Llego incluso a sentir pena por el rubio. Aun así, ahora el tema era completamente distinto.
Sus formas de ayuda, o sus consejos siempre rondaban en lo mismo. Tener paciencia, cumplirle los antojos y, sobre todo, no molestar. Se sentía el más sabio del mundo de poder dar esos consejos, pero ahora sabía que esa sabiduría se iría por el caño ya que suponía que los problemas del moreno no serían tan simples de resolver.
- Entonces dime que sucede.. – Dijo con paciencia esperando que el Uchiha dijera algo.
Esa también era otra gran diferencia. Mientras que el rubio no paraba de hablarle de sus problemas, el Uchiha siempre era callado, y si no decía nada, no iba a poder ayudarlo.
- Justamente eso es lo que no se.. – Se molestó el Uchiha.
Había ido por ayuda, si él supiese que pasaba, podría solucionarlo solo pero no tenía la menor idea. Aunque si lo pensaba de forma racional, si él no sabía, su maestro tampoco y no podría ayudarlo. Soltó un sonoro suspiro disfrazado de frustración y volvió su mirada a su maestro.
- Esta rara.. – Soltó sin más, en eso no mentía. La peliazul estaba rara.
- ¿Hiciste algo que le molestara? – Sus años le daban la experiencia suficiente para saber que ni el Uchiha sabía que pasaba así que, como un detective, tendría que buscar la información correcta para llegar al punto en que pudiese dar un consejo.
- Hinata no se molesta por nada.. – Dijo frunciendo el ceño al escuchar eso. En su cabeza el Hokage lo estaba culpando.
- Puede ser pero ahora está embarazada.. Cualquier cosa o comentario puede molestarle.. – Dijo sin más el Hatake pero pronto recordó que eso sería algo que Naruto haría, no el Uchiha, y también que su alumna seria la que se molestaría con facilidad y no la peliazul que nunca la había visto siquiera con el ceño fruncido – Tienes razón.. – Acepto el peliblanco – Entonces, ¿Por qué dices que esta rara..?
- No quiere salir de la cama.. – Dijo sin más el Uchiha – Desde el estúpido festival de anoche que esta así.. Llegamos y se acostó sin decir nada.. hoy no quiso levantarse para nada y.. – Recordó que la vio hipar en silencio – Y estaba llorando..
- Eso sí es extraño.. – Trato de entender el Hokage – Es cierto que el embarazo altera las hormonas y hoy puede estar feliz y mañana llorando pero ella no es así..
- Eso ya lo se.. – Soltó con molestia el pelinegro – No vine a que me digas lo obvio sino a.. a..
- A que te ayude.. – Soltó con una sonrisa que se veía aun a través de la máscara – Pero si hablamos de ella.. mis consejos no pueden ser los mismo que utilizo con Sakura.. ¿Paso algo en el festival? No se.. no quiero culparte, ¿pero le hiciste sentir que fuiste por obligación?
- Si fui por obligación.. – Vio como su maestro lo miraba mal pero decidió ignorarlo para aclarar lo que dijo – Pero ella no me obligo.. solo.. comento como en cualquier otro momento que justo no estaría para el festival por la misión que me mandaste.. nunca dijo que quería ir conmigo.. pero yo entendí eso..
- Bueno.. – se sorprendió el Hatake – Es bueno saber que la escuchas.. además de que ahora entiendo porque terminaste antes.. de todas formas, ¿hiciste algún comentario sobre estar molesto por ir?
- No.. – respondió tajante – No le haría eso a ella.. tú mismo dijiste que las hormonas.. – vio que su maestro lo miraba con burla – Si escuchaba cuando aconsejabas al Dobe..
Por primera vez en su vida, Kakashi estaba complacido con lo que escuchaba. Lo había visto atento a lo que le decía a Naruto, cuando este iba gritando por consejo, pero nunca pensó que de verdad pusiera en practica todo lo que decía. Se podía decir que realmente estaba haciendo bien las cosas y que muy a su manera lo intentaba. Es por eso que ahora el frustrado era él.
Por fin podía ver a su alumno ser un poco mas humano e interesarse por lo que sintiera el otro, aunque en su caso solo era su esposa y nadie más, pero era un avance y no podía ayudarlo como debería. Se lado aun maestro, se sintió muy golpeado por no saber que decirle, hasta que de la nada podía sentir que la mejor idea se le ocurría. Quizás no era el mejor consejo, que muchos se burlarían, pero esta vez, estaba convencido de que, con esa idea, el pelinegro lograría algo.
- Lamento decirte que no tengo un gran consejo para esto.. – Soltó sin más el Hatake y pudo ver como el Uchiha lo miraba molesto – Pero.. – Parecía que volvía a tener su atención – Pero se quien si puede..
- ¿Que? – Pregunto molesto y confundido, no quería irse con las manos vacías – Vine por.. por.. Tks.. ya sabes.. ¿y no me puedes decir nada como al Dobe?
- Lamentablemente no porque Hinata no es como Sakura.. – Le recordó el peliblanco mientras le sonreía – Ni como Ino.. ni como Temari.. ni como..
- ¡Bien! – Lo corto Sasuke rápidamente – Entendí..
- Es por eso que mi consejo es.. – Podía ver la expectativa en la mirada negra como si esperara el dato de mayor importancia del mundo – Que hables con Kurenai..
- ¿La maestra de Hinata? – Pregunto sintiéndose tonto cuando entendió porque le recomendaba ir con ella – Ella conoce a Hinata desde..
- Desde hace muchísimos años.. – Completo el Hatake – Seguro que escuchaste que es como una segunda madre para Hinata así que quien mejor que ella que la conoce, para saber que hacer..
- Tks.. – Dijo Sasuke levantándose de la silla para salir. Ya en la puerta se volteo apenas para ver al peliblanco – Al final si pudiste aconsejarme.. – Y sin más desapareció de ahí.
- De nada.. – Soltó el Sexto Hokage sintiéndose orgulloso de haber podido ayudar a su alumno. Quizás no fue como el esperaba, pero estaba seguro de que ese consejo era el mejor de todos para este caso.
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De nuevo era el foco de vista de todos en la aldea. No sabia si era por estar caminando por esas calles o si era por estar haciéndolo solo. Por lo general siempre iba acompañado, ya sea con sus compañeros o con su esposa, pero ahora no, y por más que quiso ir rápido, esta vez opto por ir caminando. Le daba tiempo de pensar en cómo preguntaría aquello, como abordaría el tema para no quedar como un inútil o para poder dar verdaderamente con el problema.
Todo este asunto lo estaba molestando por demás y mas que nada por no poder solucionarlo. Si tenia un problema en una misión lo solucionaba, si su amigo venia con algún drama, lo solucionaba, si Kakashi pedía su ayuda para alguna misión en particular, lo solucionaba, y siempre con un éxito rotundo, pero ahora no podía. Por escasos segundos, deseo que su esposa fuera mas comunicativa, que le dijera lo que pensaba, así como siempre fueron sus demás compañeros o incluso como lo es su hermana, pero no, ella prefería guardarse las cosas y no estaba dispuesta a decirle nada.
Perdido estaba en esos pensamientos, que no se dio cuenta que llego a su destino y no había pensado bien en las preguntas que haría.
Frustrado como venía sintiéndose desde la noche anterior, toco la puerta. Le tocaría improvisar, solo esperaba que como siempre, lograra solucionar sus problemas.
- Voy.. – Escucho del otro lado.
En menos de un parpadeo, una mujer hecha y derecha abrió la puerta sorprendiéndose de verlo ahí. Pudo notar como miro para ambos lados buscando seguramente a su alumna, pero ella no estaba, lo cual hacia que fuera mas raro que él estuviese ahí.
- Hola Sasuke.. – Saludo recomponiéndose de la sorpresa, la pelinegra.
- Hm.. – No dijo mucho a su saludo pero vio como la mayor lo miraba con una ceja levantada así que decidió cambiar un poco – Hola..
Un par de gritillos con palabras poco definidas, se sintió y pronto vieron asomarse a ellos, una pequeña pelinegra de no mas de cuatro años. Era pequeña y bastante enérgica.
- ¡Tío! – Palabras cortas podía decir por ahora y aunque no eran muchas, la pequeña tenia clara las palabras que quería decir – ¿Tía Hina? – Pregunto curiosa y algo triste de no verla.
- Ya Mirai.. – Dijo Kurenai mientras la tomaba en brazos – Pasa Sasuke..
Si era sincera, esperaba la visita que le llego, pero no tan pronto. Supuso que primero agotaría opciones en otro lado, pero ahí estaba entrando a su casa seguramente abrumado de lo que sucedía. Si bien amaba a todos sus pequeños alumnos, los cuales ya no eran tan pequeños, no podía negar que a veces la sacaban de quicio con pequeños comportamientos y en estos momentos, Hinata estaba siendo algo insensata con la situación que vivía. Claro esta que solo tenia suposiciones sobre la situación, su pequeña alumna, no era capas ni de decirle abiertamente a ella lo que realmente pasaba, pero por algo la conocía de toda la vida. Sabia que era lo que podía estarle pasando y no podía creer que se sintiera así, aunque pensando en los años de tantos golpes que vivió, sobre todo emocionalmente hablando, entendía que pudiese sentirse así.
Soltando un suspiro, dejo en medio de la sala repleta de juguetes a la pequeña y se dirigió al joven que estaba haciendo un gran progreso al estar ahí para buscar una ayuda, disfrazada seguramente de solución.
- Esperen aquí.. – Dijo sin más Kurenai a ambos – Traeré algo para beber..
Sasuke solo asintió con la cabeza y tomo asiento en el inmenso sillón mientras veía a la pequeña jugando y en lo que esperaba a la mayor para poder hablar por fin.
Vio como en más de una ocasión la pequeña lo miraba como debatiéndose si invitarlo a jugar o no y entendía que debería estar de ese modo ya que siempre era Hinata la que jugaba con ella, pero ahora no estaba. No era bueno para eso, pero se preguntó qué haría cuando sus hijos quieran jugar con él. Su personalidad no se lo permitiría, pero iban a ser sus hijos, debería pasar tiempo con ellos, pero no sabía bien si lo haría de la forma correcta o no. Hinata era la que tenia mas control sobre ese tipo de situación, pero debería aprender un poco quiera o no.
- Ninja.. – Dijo la pequeña mientras le daba un muñeco a Sasuke el cual al estar perdido en sus pensamientos no había notado que estaba frente suyo.
Casi por inercia, tomo del muñeco y vio que estaba todo pintado y desprolijo. Volvió a ver a la pequeña y ahora esta lo miraba con una sonrisa y en sus manos tenía un muñeco más, pero ese se podía notar mas prolijo e incluso con el chaleco ninja que solían usar los Jounin o Chunnin, incluso en su frente tenia pintado algo lo que él pensó que sería el símbolo de la Hoja.
- Ninja malo.. – Dijo la pequeña mientras movía su muñeco y le pegaba al muñeco de Sasuke que ni lo movía.
Entendió a los pocos segundos a que jugaba la pequeña y se vio de pronto, moviendo el muñeco como si esquivara los golpes, pero luego recordó que el era el ninja malo y se dejo golpear un par de veces, a fin de cuenta, la pequeña es de la Hoja y sentía que tenia que dejar ganar a su aldea.
La pequeña sonrió y soltó más de una carcajada, parecía divertida y Sasuke se sentía bien con eso, incluso sonrió de lado pensando que quizás no seria tan malo con sus propios hijos. Los niños eran simples a esa edad, solo querían jugar con alguien y él podría hacer eso sin problema.
- Veo que se divierten.. – Soltó con una ligera carcajada Kurenai y noto inmediatamente como el pelinegro dejaba de mover el muñeco. Negó con la cabeza al saber que ese chico todavía le faltaba mucho pero entendía que no quería verse en una situación como esa así que decidió liberarlo – Bien Mirai.. – Miro a su hija que le prestaba atención – Es hora de guardar..
Y como si fuesen palabras mágicas, la pequeña tomo ambos muñecos y se dedicó a guardar todo, dejando a los mayores, poder hablar tranquilamente.
- Bueno.. – Empezó Kurenai mientras le ofrecía un poco de té – ¿Que te trae por aquí? – Pregunto casual.
- Hinata esta rara.. – Soltó Sasuke sin más, todavía no había podido pensar bien en cómo abordar el tema.
- Hinata está embarazada.. – Respondió Kurenai como si nada.
- Esto no tiene que ver con eso.. – Se molesto Sasuke, parecía que todos querían echarle la culpa al embarazo o a él pero esto era distinto, o por lo menos nunca lo demostró – Algo le pasa y no quiere decirme..
- ¿Y qué es lo extraño que notaste? – Pregunto tranquilamente la mujer.
Sasuke la miro frunciendo el ceño. Su esposa tenia algo y ella actuaba como si nada, como si no importara.
- Tks.. – Debía calmarse si quería llegar a algo – Desde anoche que cambio.. Luego del estúpido festival, no dijo ni una palabra.. solo se recostó y hoy no quiso salir de la cama..
- Todos tenemos nuestros días Sasuke.. – Contesto la mayor mientras tomaba té – Quizás solo quería dormir más..
- Le estoy diciendo que no es así.. – Sasuke se estaba empezando a molestar – Hinata no es así.. si bien no me dice las cosas concretamente.. suele darme indicios.. pero esta vez no lo hace.. simplemente se encerró en ella misma y no es normal.. ella.. no suele llora de la nada..
- Así que también lloro.. – Dijo ante la nueva información.
- ¿Acaso le importa siquiera? – Pregunto molesto acusándola con la mirada – Pareciera que no toma enserio nada de lo que le estoy diciendo.. pareciera que ni le importa lo que le pase a Hi..
- Te advierto que ni se te ocurra siquiera pensar algo como eso.. – Kurenai lo miro molesta – Mucho menos decirlo..
- ¿Entonces? – Pregunto de nuevo, podía ver que la mujer estaba molesta con él por lo que no termino de decir.
- Es algo complicado de explicar.. – Soltó sin más, mientras dejaba su taza – Hinata tiene la particularidad de no decir las cosas.. trata de solucionarlo ella misma y no pide ayudar.. pero.. – Volteo a ver al joven y como si también fuese madre de él, hablo tranquilamente – Pero contigo es distinto.. – Pudo ver sorpresa en sus ojos así que siguió hablando – Como bien dijiste.. Hinata te da indicios de lo que quiere decir.. contigo cambio en ese aspecto pero tampoco podemos pretender que cambie años y años de conducta.. por lo menos es un avance..
- ¿Y eso en que me sirve ahora? – Dijo Sasuke más tranquilo – No me esta dando indicios de nada..
- No lo dijo hablando.. – Respondió sencillamente.
- ¿Que? – No entendía a esa mujer, y se pregunto si todas serian así alguna vez, que si él hubiese ido con su madre, lo trataría igual.
- El problema de Hinata te involucra.. – Volteo a ver a su pequeña que terminaba de acomodar las cosas – Es por eso que no puede darte indicios.. aunque no dándotelos, los dio..
- No hice nada.. – Se defendió rápidamente, su maestro lo había acusado y no dejaría que lo hagan por segunda vez – Volví antes para ir al estúpido festival con ella porque quería ir.. y si bien sabe que me voy en unos días por una misión, también sabe que la terminare pronto para estar con ella todo el ultimo mes de embarazo.. como así quedarme los siguientes para ayudarla.. además..
- Nunca dije que tuvieras la culpa.. – Lo corto antes de que siguiera defendiéndose – Dije que te involucraba..
Sin más, Sasuke no supo que decir, solo vio a la mujer pararse del sillón para ir y tomar la mano de su hija.
- Vamos.. – Dijo con su hija de la mano y con llaves en la otra – Tengo cosas que comprar para el almuerzo.. Konohamaru suele venir con nosotras y quiero preparar algo especial..
- Yo solo vine a que me ayu.. a que me diga que hacer con Hinata.. – Rápidamente se corrigió mientras seguía a la mujer hasta la puerta.
- Lo se.. – Sonrió Kurenai mientras salía de la casa – Y ahora me ayudaras con el almuerzo..
A Sasuke no le quedo de otra, en el momento que la pequeña tomo de su mano. Se había soltado de su madre para ir con él y no le quedo mas remedio que seguirlas. Si Hinata se enteraba que había hecho llorar a esa pequeña, seria su fin y ahí si seria su culpa lo que pasase con ella.
Caminaron un largo rato, ya estaba arto y la gente no dejaba de mirarlo extraño. Si ya en la mañana era raro verlo solo, ahora acompañado de la pequeña era aún más.
Fastidiado y cansado, vio como la mujer salía del último negocio del mercado con distintas bolsas de frutas, verduras y carnes, para acercarse a él por fin.
- Bien.. – Dijo con una sonrisa Kurenai mientras veía a su pequeña sonreír de la mano del Uchiha – Me queda una última parada para hacer..
Sasuke no dijo nada y solo blanqueo los ojos mientras la seguía. Ya no daba más, estaba en su límite máximo su paciencia, pero trataba de recordarse que no quería hacer llorar ni a la pequeña ni que Hinata se molestara con él.
De pronto, sintió a la pequeña tirar de su brazo y cuando agacho la mirada, vio que estiraba sus brazos para pedir que la alzara. Respiro profundo y conto hasta diez para reunir algo de paciencia y sin mas lo hizo.
Pero poco duro la pequeña tranquila en sus brazos, pensó que se dormiría por haber caminado tanto para su edad o porque le tocara dormir, no lo sabía, pero ahí estaba ella estirándose para atrás de él.
- ¿Que sucede? – Pregunto volteando para ver que tenia a la niña de esa forma.
Ahí pudo ver como un vendedor ambulante, un niño a su parecer, vendía globos de distintos colores y muy llamativos. Entendió enseguida que la pequeña había quedado enamorada de ellos y que ahora quería uno.
- Esperemos a tu madre primero.. – Sasuke no quería ir hasta allá. Había salido de su casa con la intención de resolver el problema de su esposa y ahora estaba de niñero.
Trato de buscar a la Jounin que había perdido de vista y no sabia a que local entro para decirle que su hija quería algo. Pero en esa búsqueda, logro ver los ojos tristes de la pequeña. Volteo y vio que el niño estaba por seguir su camino, seguramente para seguir vendiendo y soltando un sonido de frustración. Decidió ir hasta él.
- Hey.. – Lo llamo al pequeño que, en cuanto volteo, lo miro como un perrito asustado. Entendía que aún había gente que le temía y que no confiaba en él, pero no pensó que un niño de esa edad se sintiera así – Quiero un globo.. – Soltó sin más..
- Si-si-si se-se-señor.. – El pequeño tenia miedo, pero no por lo que había sido Sasuke sino por lo imponente que era cuando quería. Tenia un porte que quiera o no, intimidaba a los demás – ¿Cu-cual?
- Ella elije.. – Soltó sin mas y acerco a la pequeña para que tomara el que mas le llamaba la atención.
Pudo verla como elegia uno rojo bien chillón, brillante con destellos en blanco, pero con su otra mano, tomo uno azul, igual de brillante y chillón que el rojo, pero este tenia destellos en color plata. Podía sentir su incertidumbre de cual llevarse, parecía que no podía decir y sin mas tomo los dos y se los dejo en una sola mano.
- Estos.. – Dijo Sasuke dejándole un par de monedas que serian mas que suficiente para pagar los globos – Quédate con el vuelto.. – No se volvería mas pobre por eso así que solo dio media vuelta con Mirai en brazos.
- ¡Gra-gracias señor! – Sonrió el pequeño y un poco su perspectiva sobre el ultimo Uchiha cambio. Nadie que compre globos para una pequeña podría ser tan malo. Y sin más siguió su recorrido.
La pequeña parecía que había recibido el mejor regalo de su vida. Estaba tan contenta que quería ir por la calle jugando con ellos. Sasuke volvió a preguntarse si sería así de simple contentar a sus hijos, y luego recordó que tanto él cómo Hinata eran sencillo, por ende, sus hijos serian igual.
Siguió esperando a la madre de la pequeña, volteo dos segundos su mirada, pero rápidamente volvió a verla cuando pego un gritito triste.
Casi en cámara lenta, vio como un viento traicionero había arrancado de sus manitas, uno de los globos y la pequeña parecía triste.
Rápidamente, y a la vista de todos, reacción como nadie hubiese esperado, hizo un par de sellos con la mano y creo un clon. Para todos pareció algo exagerado que mandara un clon cuando siendo un ninja de su nivel, podía ir el mismo.
Alzo a la pequeña para que no llorara mientras el clon agarraba el globo cuando pasaba por un techo.
- Ya.. – Dijo Sasuke sin más – Eres hija de ninja.. no deberías llorar por algo así.. – Vio a la pequeña agachar la mirada triste y rodando los ojos volvió a llamar su atención – Ve.. – Dijo dándole el otro globo ya que su clon lo trajo y desapareció – No paso nada..
La pequeña tomo de ambos globos y sin mas le dio un beso en la mejilla como agradecimiento. Sasuke no dijo nada, pero se agacho con ella y ato ambos globos a sus muñecas para que no viniese ningún viento traicionero a llevárselos.
- De esta forma no los perderás.. – Dijo Sasuke y vio como todos seguían cuchicheando, pero poco le importo.
- Gracias Sasuke.. – Dijo Kurenai llamando su atención y la de todos – Gracias por hacer un clon y no dejar sola a mi pequeña.. con tanta gente podría haberse perdido..
Sasuke solo asintió y vio como mas de uno de esos chismosos, bajaban la mirada ya que no habían caído en ese detalle, detalle que él si sabía. No podía simplemente dejar a la niña a su suerte por un globo. Fue por eso que hizo un clon, pero a toda esa gente le gusta mas chismosear que ver el panorama completo, fue por eso que no comprendieron su actuar.
- Bueno.. – Dijo Kurenai tomando a Mirai de la mano – Ya tengo todo.. vamos a casa..
Sasuke tomo las bolsas de Kurenai sin siquiera mirarla y camino con ambas mujeres para así terminar con aquello rápido y seguir buscando una solución a su problema. Ya había perdido mucho tiempo y necesitaba una solución ya.
Llegaron a la casa y cuando dejo todo en la cocina de la mujer estaba dispuesto a irse sin más.
- Espera Sasuke un momento.. – Dijo Kurenai cuando lo vio dirigirse a la puerta, dejo a su pequeña en la sala y fue hasta las bolsas que Sasuke cargo – Ten.. – Le entrego varias bolsas de mercado y una de una casa que parecía de ropa.
- ¿Qué es esto..? – Pregunto confundido, el no necesitaba caridad, ganaba bien con sus misiones.
- Veras.. – Dijo apoyándose en la mesada – Antes de que llegaras, Hina me llamo..
- ¿Que? – Pregunto confundido – ¿Porque no me lo dijo?
- Quería saber que me decías primero.. – Resto importancia ante la confusión del chico y la ligera molestia en sus palabras – El punto es que se que sucede.. o me hago la idea por lo poco que hable con ella..
- ¿Entonces..? – Pregunto sin darse cuenta que sonaba algo ansioso.
- Hinata esta insegura.. – Si alguien le decía que vería el Uchiha con el rostro que ahora mostraba, no lo creería nunca – Parece que un par de chicas hablaron de mas cerca de ella y eso la entristeció..
- ¿Que dijeron? – Mataría a quien fuera si habían ofendido a su esposa, o bueno, las pondría en un Genjutsu bastante doloroso para no tener problemas con su maestro.
- Exacto exacto no sabría.. – Fue sincera ya que poco hablaron del tema, de hecho la llamada había sido corta como si se hubiese arrepentido de llamarla – Lo que sé es que dijeron algo sobre que este gorda..
- Eso es estúpido.. – Se molesto Sasuke – Está embarazada no gorda..
- Pero ya puedes hacerte a la idea de como todo eso cambia con las hormonas alborotadas.. – Le recordó Kurenai – Algo tan obvio, no lo es para ella en estos momentos.. y simplemente no se siente linda..
- Eso es aun mas estúpido.. – Si no fuese porque tenia bolsas, ya hubiese golpeado algo – Ella es hermosa por donde la mires..
- Es bueno saber que piensas así.. – Sonrió Kurenai al verlo algo avergonzado – Si no te hablo de esto será porque no quiere pensar en que no la ves linda.. que dejo de ser atractiva para ti por su pansa..
- No puedo creerlo.. – Dijo caminado de un lado al otro haciendo ruido con las bolsas – Eso es absurdo.. como puede pensar que yo.. que.. Tks.. es una tonta.. – Termino de decir por lo bajo.
- Es una tonta enamorada y embarazada Sasuke.. – Soltó Kurenai riéndose de ambos, su pequeña alumna tenia una inseguridad que pensó que nunca la tendría por como el Uchiha la miraba, pero otra vez, las hormonas hacían de las suyas en el cuerpo de una mujer.
- Bien.. – Se calmo Sasuke. Por lo menos ya tenia resuelto el problema y ahora solo quedaba solucionarlo – Hablare con ella..
- Me parece bien pero.. – Interrumpió su salida de la casa – Pero tendrá que ser de una forma mas delicada que otras conversaciones que pueden tener..
- ¿Qué quiere decir? – Pregunto molesto de que lo siguiera reteniendo ahí mismo cuando tenia una esposa a la cual recordarle lo que significaba para él.
- En esas bolsas hay de todo para preparar un lindo almuerzo que le gustara y en la otra bolsa.. – Señalo la que era de una tienda de ropa – Hay un lindo vestido.. – Sasuke miro todas las bolsas y ahora entendía porque habían ido de compras, ya que la mayoría de las bolsas las tenia él y eran pocas las que quedaron en esa casa – Hace mucho que no tienen una cita.. con tus misiones y con sus personalidades es de esperarse.. – Resto importancia ya que ambos eran así – Es por eso que mi consejo y solución a tu problema es que le prepares una cita en el jardín de su casa.. seria como mimarla un poco para que sepa que aun quieres estar con ella..
- ¿Porque simplemente no me lo dijo? – Pregunto genuinamente confundido – Era mas fácil.. hubiese ido a comprar todo yo..
- Lo se.. – Dijo Kurenai y de pronto algo nostálgica se puso – Es solo que.. Hina, Shino y Kiba son como mis hijos.. y ahora tu estas incluido en ese combo.. simplemente quise comportarme como una madre lo haría.. – Soltó una risa nerviosa evitando mirar al Uchiha – No pretendo reemplazar la madre de nadie.. solo.. solo pensé que seria una experiencia nueva para ti.. – Soltó un suspiro algo nerviosa, no por temerle al Uchiha sino por la situación – Lamento si rebase algún limite.
- Usted no es mi madre.. – Soltó acido como siempre fue – Pero.. – Si tenia que admitirlo, si se sintió así y se pregunto como hubiese sido. Todo su día se pregunto aquello, primero con Kakashi y ahora con ella – Pero no negare que fue.. interesante..
- Creo que eso es lo más cerca que estaremos de una aceptación de tu parte jejej.. – Rio Kurenai un poco más tranquila – En fin.. tienes una cita que preparar así que vete vete.. se te hará tarde..
Prácticamente ahora lo corría de su casa. Incluso lo empujo hasta la puerta ya abierta, pero antes de cerrarle la puerta en la espalda, lo interrumpió una última vez.
- Sasuke.. para lo que necesites puedes venir a hablarme.. no importa la hora ni el momento.. – Vio a Sasuke voltear a penas a verla y sonriéndole siguió – Ahora si.. ¡Buena suerte Sasuke! – Lo animo para luego cerrar la puerta rápidamente.
Si bien era una mujer adulta ya, no podía negar que actuar como madre, le salía solo, lo único que no esperaba es que fuera con el Uchiha también, pero a fin de cuentas era como su hijo desde el momento en que se casó con su pequeña.
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Sasuke quedo algo sorprendido por todo lo sucedido, pero rápidamente se recompuso. Sonrió de lado al saber que tanto había cambiado su vida que ahora tenia situaciones como estas. No podía creerlo, y aunque había dejado en claro que él tenía una madre, no pudo evitar agradecerle internamente por haberle dado esa experiencia.
Sin más volvió rápidamente a su casa, ya tenia todo lo necesario y debía hacer lo que le dijeron. Seguiría aquel consejo y luego buscaría a las responsables de criticar a su esposa.
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Ya se había pasado la hora de almorzar, o por lo menos de almorzar a la hora que lo hacía, pero no había querido levantarse de la cama en ningún momento. Solo lo había hecho un par de veces para ir al baño, lavarse la cara para tratar de borrar las lagrimas que corrían por sus mejillas, pero era en vano ya que volvían a aparecer, o cuando llamo a su maestra, pero poco y nada le había dicho.
Estaba triste, bastante, como nunca lo había estado desde que había comenzado esta nueva vida.
Y es que, hasta ayer, estaba de maravillas. Hace meses le había comentado a su esposo que no estaría para este festival que con tantas ganas tenia de ir, él no había hecho comentario alguno y ella no lo culpo. Entendía que su trabajo era ese, ella también lo era, aunque ahora estaba dada de baja por su embarazo, además de que él estaba haciendo todo lo posible para organizar todo y estar su último mes de embarazo con ella, sin misiones sin nada a menos que sea una gran emergencia, pero la había sorprendido esa misma mañana llegando de su misión antes de tiempo y luego diciéndole que irían al festival.
Estaba mas que feliz por todo eso, él lo había recordado y había hecho todo lo posible para que fueran sabiendo que no le gusta demasiado ese tipo de eventos. Aun así, la acompaño, incluso se vistieron con yukatas combinadas y no podía estar más que feliz.
Claro que esa felicidad duro poco.
Recordar aquello la hacia querer llorar de nuevo. Le había pedido que le trajera una de las brochet de carne asada de uno de los puestos cuando las escucho.
- Siempre está comiendo..
- ¿Cuánto lleva ya?
- Shhh.. Mejor para nosotras..
- Cierto cierto.. mientras mas gorda y fea se ponga, más rápido la dejara Sasuke-kun..
- Por supuesto.. Así tendremos nuestra oportunidad ¡KYA!
Después de escuchar esas hirientes palabras de nuevo en su cabeza, quería llorar otra vez. No se había percatado que estaba comiendo de más, y tenía miedo que realmente su esposo la dejara por fea y gorda. Ella lo amaba y no soportaría que la dejase.
Suspirando de nuevo, se limpio el rostro por decima vez en lo que iba del día para borrar esas lagrimas y decidió que lo mejor seria bajar y comer algo, si bien ese era el gran problema, igual se tenia que alimentar por sus hijos, quizás solo comería un poquito y luego vería de ir con Tsunade para que le diera una dieta que no pusiese en riesgo a sus pequeños.
Sin animo de nada, se levanto para salir de su cuarto. Entendía que Sasuke no hubiese vuelto, sabia que su paciencia era poca pero que no estuviese también la entristeció, quizás la dejaría no por fea y gorda sino por ser una molestia. Otra vez las lágrimas amenazaban con salir, pero el hambre esta vez le gano.
Abrió la puerta y con lo que se encontró, la sorprendió un poco. Sasuke estaba frente a la puerta, mirándola ahora fijamente a ella, pero sin moverse. Iba a hablar y decir algo cuando de pronto escucho ruidos raros en la parte baja de la casa. Estaba por ir a ver que sucedía, pero Sasuke se interpuso impidiéndole el paso.
Frunció el ceño porque no la dejaba pasar, pero primero quiso hacer otro intento que termino en vano. Volvió a verlo a los ojos un poco molesta de la actitud.
- Quiero saber que es ese ruido.. – Dijo sin más Hinata.
- No.. – Respondió como si nada sin permitirle pasar.
- Un clon no me dirá a donde puedo o no ir dentro de mi casa Sasuke.. – Miro al clon desafiándolo. Desde que había abierto la puerta es que sabía que ese Sasuke no era su Sasuke, que simplemente era un clon, pero no entendía el porque dejaba uno si él estaba en la casa, porque si había sentido su chacra de donde el ruido provenía.
- No iras.. – El clon parecía determinado en impedirle el paso – Sera mejor que vuelvas al cuarto..
Si bien la mirada del clon podía incluso intimidar a cualquiera, ella no lo era y no lo dejaría ganar.
- Por supuesto que no.. – Respondió segura y empujando apenas al clon.
- Claro que si.. – El clon la tomo de la mano para llevarla de vuelta a la cama, por lo menos hasta que sus órdenes fueran distintas.
- Ahora si estoy molesta Sasuke.. – Sin más, Hinata activo su Byakugan y antes de que el clon reaccionara, lo hizo desaparecer. Respiro un par de veces para calmarse y no exaltarse por sus pequeños y cuando fue a darse la vuelta para salir se topó con otro Sasuke – Sasuke.. – Esta vez era el real.
- Dos cosas.. – La miro serio, haciendo que Hinata pareciera una niña regañada – Tsunade dijo que no usaras tu Byakugan.. que te cansaras.. – La vio morderse el labio sabiendo que tenía razón con ese reto – Y dos.. – Se cruzo de brazos sobre su amplio pecho – No era necesario el golpe..
- No me dejaba salir.. – Se justifico Hinata sin verlo y aunque no fue queriendo, se encontró encorvándose un poco para que no se notara tanto su pasa.
Sasuke si lo noto y se molestó, realmente metería en el peor de los Genjutsu a quienes habían insultado a su esposa.
- ¿Ahora si quieres salir..? – Bien, no era el consejo que le habían dado, pero estaba molesto por toda la situación.
- E-es.. mi casa ta-tambien.. – Dijo apenada Hinata por sus propias palabras – Además sentí un ruido.. solo quería..
- Pues no puedes salir.. – Soltó sin más Sasuke.
- ¿Por qué? – Pregunto ligeramente molesta y confundida.
- Porque lo digo yo.. – Respondió autoritariamente.
- No es justo Sasuke.. – La molestia no se iba de su rostro – Yo quiero salir..
- ¿Ahora sí? – La miro sonriendo de lado, era divertido verla en ese papel. La vio asentir decidida así que decidió poner en marcha todo, le queda uno o dos detalles así que lo podría terminar cuando le diera lo que compro su maestra – Bien.. – Vio un pequeño brillo de victoria en sus ojos, pero lo dejaría pasar – Pero tendrás que salir usando esto..
Se dio media vuelta para tomar la bolsa que dejo a un costado cuando vio que desapareció su clon y sin mas se la entrego. Su duda era grande al ver la bolsa, pero él no le diría nada mas que lo justo y necesario.
- Tienes diez minutos para ponértelo.. – Le dijo haciendo que volviera a verlo – Si no sales en diez minutos, vendré por ti y te sacare como estes..
- N-no.. n-no te.. atreverías.. – Dijo preocupada, aún no había visto bien que había adentro pero no le agradaba la forma en que la miraba mientras se lo decía, esa mirada prometía ser verdad todo.
- Arriésgate.. – Le dijo casi saliendo del cuarto – Queda en ti averiguarlo.. – Y sin mas cerro la puerta, si bien la conocía completamente, le daría su privacidad además de que tenia que ir a terminar los últimos detalles.
Hinata no podía con la confusión que sentía. No entendía que bicho le había picado a su esposo, pero cuando volvió a la realidad y sintió las agujas del reloj que estaba en su mesa de noche, se apresuro a cambiarse. Era capaz de cumplir con su advertencia y no sabía lo que pretendía.
Saco rápidamente el contenido de la bolsa y se sorprendió al ver un hermoso vestido color lavanda. El corte lo tenia debajo del pecho y luego caía suelto siendo de un largo normal que le llegaría hasta las rodillas. No tenia mangas y las tiras eran de tres centímetros y el pecho no era para nada escotado. Era un vestido bastante fresco y hermoso. Quedo maravillado con él, tan embobada la dejo que quería si o si probárselo, parecía que las palabras de esas mujeres estaban en un plano distinto de su realidad y se dejó llevar.
No era alguien que demorara mucho en cambiarse, por suerte no era como sus demás amigas, pero aun así termino con el tiempo justo. Se miro al espejo y se encontró por fin sonriendo de verdad por cómo se veía.
No se había hecho un peinado porque no alcanzo con el tiempo, pero sintió que no hacia mucha falta de todas formas. Tan concentraba estaba en verse que no noto cuando su esposo volvió a los diez minutos exactos y quedo maravillado con lo que vio.
Mas allá de que Hinata era hermosa, usase lo que usase, lo que le quito el aliento y lo hizo sonreír de lado, fue ver que por fin sonreía de nuevo. Había extrañado su sonrisa y eso que no llevaba ni un día sin verla o que cuando estaba en una misión tampoco podía verla, pero estar ahí a su lado y ver que no sonreía era molesto para él.
- Hermosa.. – Soltó sin más Sasuke acercándose a ella y abrazándola por la espalda.
No era bueno demostrando tanto su afecto, pero con ella siempre era una excepción. Abrazos, caricias, besos, siempre tenia para darle y nunca se cansaría, mas cuando estaban entre las cuatro paredes de su casa.
La vio ruborizarse, parecía avergonzada de que se lo dijera, pero también vio un poco de incredulidad y eso le molesto. Ella era perfecta y no dejaría que nadie le dijese lo contrario.
- Hinata.. – La giro para que lo vea y por estar tan cerca pudo sentir su barriga cerca de la de él. Aquello no le molestaba, lo que ella cargaba era el fruto de cuanto se amaban, cargaba a sus hijos, los hijos que habían buscado incluso, y le molestaba que ella no lo viese así por un par de estúpidas – Eres hermosa.. – Se lo repitió y quizás ahí si había un poco de culpa por no decírselo seguido, y más ahora – Nunca lo olvides.. Eres la mujer más hermosa..
- Sa-Sasuke.. – Hinata quería llorar, tenia tantas inseguridades en la cabeza que escuchar como le hablaba el Uchiha y como parecía querer grabarle en la cabeza esas palabras, le hacían sentir que era un bálsamo para sus heridas.
- Ya eras hermosa.. – Siguió hablando Sasuke – Pero ahora.. con ellos.. – Acaricio su vientre sintiendo como sus hijos se movían y él lo interpreto como una afirmación a sus palabras – Con ellos lo eres aun más.. verte embarazada.. es el mejor de los deleites que puedo tener..
- ¿Tu.. de-de verdad lo dices..? – No pudo evitar preguntar por mas que se lo había dicho, su corazón necesita de una última confirmación para alejar esas voces que se repitieron toda la mañana.
- Sabes que no soy de repetir lo que digo.. – Le recordó Sasuke y pudo ver como un poco de decepción había en sus ojos – Pero también sabes que nunca miento..
Hinata lo vio con ojos brillosos por las lágrimas que querían salir por sus palabras.
Para todo el mundo, Sasuke era muy frio, severo, incluso algunos dirían que cruel, pero para ella no lo era. Siempre fue cariñoso, dulce y amable. Quizás tenia una forma particular de decir las cosas, pero siempre aprecio su sinceridad.
- Gracias.. – Dijo abrazándolo como pudo ya que su vientre no le dejaba mucho – Gracias por todo..
- Que nunca se te olvide, ¿me escuchaste? – La miro algo severo, no quería pasar por lo mismo, pero ahora sabia como solucionarlo, solo tenia recordarle lo hermosa que era. Vio como asintió y supo que todo ese drama se había solucionado – Bien.. ahora es momento de lo siguiente..
- ¿Qué es lo siguiente Sasuke? – Pregunto genuinamente curiosa.
- ¿No pensaras que te di ese vestido solo para decirte lo hermosa que eres o sí? – Pregunto con una sonrisa al saber que volvía a ser la misma.
- ¿Entonces? – Volvió a preguntar.
- Tendremos una cita ahora misma.. – Respondió tomando de su mano y dirigiéndola hacia el lugar.
- E-espera.. – Dijo mientras le seguía el paso pero Sasuke no se detenía – Necesito mis zapatos.. – Quiso recordarle que estaba descalza.
- A dónde vamos no lo necesitaras.. – Sin mas le respondió mientras llegaban al jardín. Se hizo a un lado para que ella viera todo y pudo ver como sus ojos brillaban de emoción por lo que veía – ¿Te gusta? – Era bastante arrogante, y con los años empeoraba, es por eso que quería que le dijera que le gusto todo lo que preparo.
- Si.. – Volteo a verlo con una sonrisa radiante – Claro que sí.. – Sin decir nada más, lo abrazo del cuello fuertemente y sintió como le devolvía el abrazo, agarrándola de la cintura. Incluso ambos podían sentir como sus hijos se movían un poquito mas inquietos por como estaban de pegados – Parecen felices también.. – Dijo soltándolo y acariciando su vientre.
- Oh son como yo y no quieren compartirte.. – Sinceramente, a veces, no sabia interpretar los movimientos de sus hijos. Había veces que parecían buscar su contacto, pero otras parecían alejarlo.
- Sea lo que sea.. – Dijo acariciando su rostro con una mano y con la otra seguía en su vientre – Yo siempre estaré para mis Uchihas..
- Por supuesto que si.. – Dijo seguro el Uchiha, no se imaginaba una vida sin ella – No dejare que te alejes de nosotros nunca.. – La vio sonreír y tomando su mano que estaba en su mejilla, la beso para luego tomarla y caminar hasta la mesa que había preparado – Ahora es tiempo de nuestra cita..
Con todo lo que había comprado la sensei de Hinata, logro armar un estupendo menú que incluso era saludable, tampoco pretendía que enfermara y si comía sano en esas comidas, le daba margen para que comiera los rollos de canela que tanto le gustaban. Había preparado la mesa bajo la sombra de un árbol frondoso que tenían en su patio, alado de una pequeña lagunita con cañas de bambú de se movían a medida que se llenaban, haciendo ruidos bastantes relajantes. El clima por suerte acompañaba y podía hacer que la cita fuera perfecta.
Hablaron, como pocas veces lo hacían ambos, incluso el participo y saco temas, todo con tal de que ella se sintiera feliz y contenta.
Sinceramente, había encontrado entretenido este tipo de citas. Ambos dos eran demasiado reservados y preferían estar en un ambiente mas relajados y alejados de los bullicios de la aldea, disfrutaban de caminatas por le bosque, por la montaña de los rostros de los Hokage, lugar donde poca gente hubiese, incluso antes de casados habían tenido citas de picnic alejados de todo, pero por las misiones de ambos, y ahora las que el tomaba, no lo habían repetido y se estaba planteando volver a eso. De esa forma Hinata se sentiría bien, feliz y contenta como lo estaba ahora.
No quiso arruinar el ambiente sabiendo a ciencia cierta el porque paso todo eso, pero ya tendría tiempo de averiguar que paso. Por ahora disfrutaría de una tarde con su esposa, como hace mucho que no estaban.
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Cerca de la casa de los Uchiha, un hombre se escondía sigilosamente para tratar de ver que sucedía en el jardín de aquella casa, incluso había mandado a uno de sus perros para que pudiese ver y recolectar algo de información. Quería saber si todo había salido bien o no y como un padre preocupado, no pudo evitar acercarse para saber si en un remoto caso, lo necesitaría de ayuda.
- ¿También preocupado? – Soltó una vocecita cerca de su oído y casi le da un infarto.
- ¡Me asustaste Kurenai! – Le recrimino con voz un poco alta pero no tanto para ser escuchado por otros.
- ¿Acabo de asustar a nuestro Hokage? – Dijo la pelinegra con burla – No es un buen augurio para la aldea..
- Sabes a lo que me refiero.. – Kakashi se tranquilizo y se paro de manera despreocupada – Veo que tu estas igual.. – Cambio de tema sabiendo porque la mujer estaba ahí como él.
- No puedo negarlo.. el instinto de madre me nace solo.. – Resto importancia y luego de un pequeño silencio, ambos volvieron a sus posiciones para ver si escuchaban algo o no – ¿Alguna novedad? – Dijo estirando un poco el cuello para ver si veía algo.
- No.. – Respondió Kakashi de la misma forma – Pero mande a Pakkun para ver si descubre algo..
- ¿Crees que salió todo bien? – Pregunto genuinamente preocupada por ambos.
- Si.. – Una tercera voz se escuchó en sus espaldas, pero ninguno lo tomo en cuenta por estar pendientes de otra cosa.
- Que bueno.. entonces.. – Respondió Kakashi, pero pronto se dio cuenta que esa voz no pertenecía a ninguno de los dos.
Ambos ninjas, se miraron entre ellos y luego voltearon solo para ver a Sasuke con un pequeño pug en la mano.
- Sa-Sasuke.. – Dijeron ambos ninjas algo nerviosos por verse descubiertos.
El Uchiha solo hizo una mueca de negación, miro a su maestro con algo de molestia y reprobación por estarlo espiando así.
- Hinata ya está mejor.. – Dijo soltando al perro que corrió con su dueño – Pasare por alto todo esto y los espero mañana a la noche en mi casa..
- ¿Que? – Dijeron de nuevo al unisonó ambos ninjas.
- Puede traer a Mirai.. – Dijo Sasuke ignorando su pregunta anterior mientras veía a la mujer – Es todo lo que dire..
Y sin más, el Sasuke que les hablo, desapareció.
- Un clon.. – Dijo Kurenai sorprendida, se había sentido nerviosa por verse en esa situación que ni lo había notado.
- Bueno.. mañana tendremos una cena familiar por lo que veo.. – Dijo Kakashi mientras llevaba las manos a los bolsillos y comenzaba a caminar con una pelinegra a su lado que no salía del shock.
- ¿Crees que nos acusara con Hinata? – Pregunto la pelinegra.
- No.. – Negó con la cabeza el Hatake – Es su manera de agradecernos..
- Oh.. – Se sorprendió y se alegro por los avances del chico – Sera una linda cena en familia entonces..
Ambos ninjas sonrieron y cada uno volvió a su actividad. La relación de maestro y alumno era muy extraña, y más cuando sus vidas siempre estaban en juego. Había forjado vínculos tan estrechos que no podían evitar verse como segundos padres y en el caso particular de estos chicos, los lazos eran aun mas fuertes. Kakashi siempre lo vio como un hijo a Sasuke por verse reflejado en muchas ocasiones y Kurenai no pudo evitar verse como la segunda madre de Hinata ya que desde pequeña la entreno.
Por eso, con sonrisas que no serían fácil de borrar cada uno se preparo para la noche que pasarían todos juntos, como familia.
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¡Helloudas! ¿Como esta mi gente bella? Jejejej Perdón perdón ii mas perdón.. Perdón por no haber actualizado nada de nada.. pero las responsabilidades de adultos me golpearon fuerte este ultimo tiempo.. hoy quise despejarme ii agarre uno de estos one-shot que tengo a media.. espero que les guste.. se que no compensa el hecho de no actualizar nada pero intentare hacerlo.. se que digo siempre lo mismo pero la vida de adulta.. espero de corazón que estén todos bien ii quiero que sepan que siempre pienso en ustedes ii en el apoyo que le dieron a mis historias ii que siempre que puedo escribo de a poco para poder actualizar..
Los amodoro ii extraño muchísimo así que espero que todo se normalice para poder actualizar mas seguido (o actualizar si quiera jejej xD)
Bueno, gracias de corazón por leer este pequeño one-shot! Bezotes a tutti..
_¡Mumumuak!_
