5º UN PASO MAS
Abrí los ojos al momento en el que Harry y yo nos separamos. Nos miramos un momento.
-Lo siento –dijo Harry con voz un poco ronca
Me quedé sin habla. Estaba más confundida que antes. ¿Qué haría?
-Volvamos al castillo –me dijo Harry
Asentí. Caminamos recorriendo el camino al límite del bosque sin decir nada. Llegamos al castillo y seguimos nuestro recorrido a la Sala Común, que ya estaba obscura.
Encontramos a Ron, sentado en una de las mesas más apartadas, terminando los deberes, y a Matthew que estaba leyendo en uno de los sillones. Había unos pocos alumnos de 6 o 5 y de Durmstrang o Beauxbatons. Ninguno de los dos se dio cuenta de que habíamos llegado.
-Mejor me voy a dormir –le susurre a Harry y éste asintió.
Subí por las escaleras de caracol lo más silenciosamente que pude para que no notaran mi presencia.
Al entrar al dormitorio, me di cuenta de que Lavander, Parvati y Morgana no estaban ahí. No me extrañó así que no le tomé importancia. Mejor para mi asi no me invadirían con miles de preguntas.
Me cambie de ropa y me encerré con las cortinas de mi cama.
Tarde varios minutos en poder dormir, no podía. Pensaba en lo sucedido aquella tarde. Ya no estaba segura de lo que sentía hacia Harry. Una parte de mi me decía que solo era mi mejor amigo, prácticamente mi hermano. Y la otra me decía que en realidad me gustaba, que le debía dar una oportunidad. ¡Estaba tan confundida!
No supe como me quede dormida aquella noche, pero lo hice.
En el Gran Comedor todos estaban desayunando y platicando animadamente a la mañana siguiente cuando me senté con Harry, Ron y Matthew en la mesa de Gryffindor.
Harry me miró un segundo sin decir nada. Yo me sentía incomoda, no sabía que había pasado la noche anterior después de que me subí a los dormitorios, no sabía si Ron o si Matthew sabían lo sucedido el día anterior.
Los cuatro estábamos envueltos en un incomodo silencio, cuando Dumbledore se acercó a nosotros y nos dijo:
-¿Podrían venir a mi despacho un momento, por favor?
Harry, Ron y yo asentimos y lo seguimos a su despacho, el cual tenía la misma apariencia de siempre.
El director se sentó detrás de su escritorio, y nosotros delante de éste, esperando con nerviosismo lo que Dumbledore nos iba a decir.
Antes de que el director hablara, pasaron por mi mente todo tipo de ideas. Creía que había muerto alguien más… o que nos encargaría que investigáramos o hiciéramos algo.
-Les voy a decir las razones por las cuales los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons están aquí.-No me esperaba eso, por supuesto –no es para que conozcan a otras personas con la vez anterior. Estos estudiantes que hemos elegido, están aquí por que mas tarde van a estudiar para ser aurores. Necesitamos muchos magos de nuestro lado y ellos han aceptado unirse a la Orden.
Harry, Ron y yo nos miramos sin saber que pensar. Yo no sabía si alegrarme por ello o entristecerme.
Salimos del despacho del director después de recibir indicaciones sin importancia. Nos dirigimos a la Sala Común con nuestros propios pensamientos. Notaba que Ron estaba tan nervioso y preocupado como yo, mientras que Harry se encontraba con la vista perdida, pensando algo y jugueteando con sus manos nervioso.
Todos los alumnos de Gryffindor estaban terminando sus deberes, conversando, jugando ajedrez, o simplemente leyendo o perdiendo el tiempo. Me quede parada al entrar al lugar. Lo mismo hicieron Ron y Harry. Después de mirarnos sin saber que decir, viendo en cada una de nuestras miradas el miedo, preocupación o el sentimiento que traía cada, Ron rompió el silencio.
-Iré a hacer lo de pociones –asentí, al igual que Harry. Ron dio media vuelta y subió al dormitorio por su mochila.
Yo comencé a caminar lentamente por la Sala Común, pensando en la responsabilidad que sentía encima. Por que sabía que haber ingresado a la Orden no significaba hacer lo que ahora hacíamos: nada. Iba a ser peligroso, lo sabia, pero no estaba segura de sentirme orgullosa por ser parte de la Orden.
De pronto Harry hizo que me sobresaltara, me había tomado de un hombro y me dijo en voz baja
-vamos a hacer los deberes con Ron.
Me volví hacia él y asentí. Pasamos el resto de la mañana trabajando. Dio la hora de comer y en el comedor (lugar en donde se sentía un ambiente muy tenso) nos encontramos a Matthew quien comía sin ganas.
-Hola… -dijo desanimado, al vernos llegar.
-¿Pasa algo? –pregunte tomando asiento frente a él y Harry, a un lado de donde Ron se sentaba.
-No, nada solo que Dumbledore nos dijo que ustedes saben por que estamos aquí, y tendremos que salir unos días… ya saben.
-¿Se irán todos? –preguntó Ron
-No, claro que no, pero entre los que van estoy yo. –respondio haciendo una sonrisa sarcástica
-Supongo que no nos dirán a donde, si preguntamos ¿verdad? –dije tratando de sacarle algo
-No veo porque no –respondio éste, mirando su comida con cara de pocos amigos –después de todo tienen el derecho… mejor dicho, la obligación de saber todo ¿no es asi?
Nos quedamos en silencio, hasta que Matthew rompió el silencio.
-Tenemos que prepararos para ser aurores. Después irán los demás.
–respondió a contestación del silencio de los tres amigos.
-Y parece que tienes muchas ganas de ir ¿verdad? –pregunto Ron sarcásticamente, pero seriamente.
-La verdad, no estoy asi por eso, si quiero ser auror, por supuesto, lo que pasa es… personal.
Silencio de nuevo. Nadie hablo del tema durante la comida, donde ninguno probó bocado.
Ya eran las 10:49 de la noche, y la Sala Común ya se estaba vaciando. Solo quedaban alumnos de sexto o séptimo, entre ellos, Harry, Ron y yo. Matthew preparaba sus cosas para partir mañana a primera hora. A decir verdad, no me sentía mal por ello, no le había tratado mucho como para decir que lo iba a extrañar pero lo cierto era que ya lo consideraba un amigo. Pero eso no era de máxima importancia para mí aquella noche, no era eso en lo que había estado pensando todo el día. Era Harry. No habíamos vuelto a tocar el tema de… lo nuestro y no estaba segura como seria cuando el momento llegara. Por que se algo si estaba segura: iba a llegar y presentía que iba a pasar muy pronto. Y no se si para desgracia o…. Mía, pero no me equivocaba, pues sucedió esa misma noche, cuando Ron nos dio las buenas noches y subió con algo de sueño por las escaleras de caracol, dejándonos a Harry (quien leía un libro que le había prestado titulado: "¿Admiración u Obsesión por el Quidditch?") y a mi, que estaba leyendo un capitulo del libro de Aritmancia, por que, claro, me encanta esa materia. Bueno, estábamos ahí los dos concentrados cada quien en nuestro libro (bueno, por llamarlo asi) cuando mire de reojo a Harry, que parecía estar a punto de quedarse dormido, sonreí para mi misma y continué mi lectura. No se cuanto tiempo estuvimos ahí, sentados en los sillones leyendo junto al fuego, cuando mire a Harry de nuevo, y no se porque tuve la extraña sensación de que éste no estaba leyendo, tenia la mirada fija en un solo punto. Asi que sospeche que tendría sueño. Ahora no se si me arrepiento de haberlo pensado o fue lo mejor. Como eso fue lo que pensé, con un suspiro, cerré el libro que leía y me puse de pie. Sentí detrás de mi que Harry hacia lo mismo. Después de avanzar unos pasos, me di media vuelta y vi a Harry quien seguía al lado del sillón, y estaba con la mirada perdida hacia uno de los cuadros que adornaban la sala.
-¿Ya te vas a dormir, Harry? –pregunte para romper el silencio. Confieso que no soy buena para eso, en absoluto.
-Eso pensaba pero… no puedo dejar de hablar de un tema que tengo pendiente contigo…
Había llegado el momento, le sonreí amistosamente, no se por que, y tampoco se la razón por la cual me sentí mejor cuando él me devolvió la sonrisa. Bueno, la verdad es que en ese momento no sabía, ahora lo sé perfectamente.
-Si… bueno… -comenzó Harry pero no continuo sino después de varios segundos de observarme con nerviosismo. Vi en su cara como cambiaba su expresión. Sabía que estaba decidido a soltarlo de una vez, aunque en ese momento no sabía que era lo que me quería decir. Ya sabia… todo –lo que sucedió ayer no fue cualquier cosa para mi –abrí la boca para decir algo, pero el me pidió que lo dejara continuar con su mano – y no se si lo fue para ti. –silencio. No sabia que decir. Lo peor de todo, es que no sabia que era lo que sentía hacia él. – la verdad es, Hermione que no se que decirte. –Guardo silencio de nuevo, yo lo escuchaba atentamente.- lo único que se es que te quiero, y no como tú lo haces, lo sabes.
-Harry, yo no estoy segura… -comencé a decirle
-Bueno, solo quiero saber si estoy en lo correcto o no, quiero saber si… fue algo para ti o simplemente… -no terminó la frase. Me mordí el labio inferior pensando que decirle, lo más rápido que podía.
-Yo estoy confundida. Me confundiste desde el día que me dijiste lo que sentías. No sé como te veo. Y no sé como averiguarlo.
-¿Quieres decir que tengo oportunidad de…?
-No sé… –lo interrumpí.
-¿Y si te ayudo un poco a averiguarlo? –me preguntó dando unos pasos hacía mi.
-¿Qué quieres decir? –pregunte quedándome donde estaba. Sabía que era lo que iba a hacer y yo no sabía si quería impedirlo o dejar que lo hiciera. Pero me sorprendió a mi misma por lo que me dijo:
-No, olvídalo… no quiero presionarte… -pero de igual forma, se acerco un paso más.
Yo también me acerque a él. Y tomándolo suavemente del cuello, y acercándolo más a mí le dije en un susurro:
-olvida lo que te dije yo… te quiero… - corté el espacio que había entre nosotros, y sintiendo otra vez esa sensación que no hay forma de explicarla, lo besé tiernamente, y él me correspondió.
Ese fue el instante en el que supe lo que de verdad sentía, en el que me di cuenta de que yo también lo quería.
