El confidente
Estación Möckernbrücke U-Bahn
Berlín Diciembre 16 1944
Ahí estaba frente a ella, en silencio y con esa mirada dura, melancólica, cómplice la sonrisa a medio dibujarse en su faz, sintió sus dedos fríos por su rostro, contemplo el verde profundo reflejandole, un ceño de pena rasgo el momento, un hilo de sangre corrió por la piel blanca, en el rostro tan cerca, que podía haberle robado un beso, llevo las manos temblorosas a los hombros de quien añoraba, la oscuridad comenzaba a engullirlo todo -Shizuru... perdoname- susurro la voz grave con un hilo de aire agónico.
La castaña se enderezo en la cama, con el corazón retumbante en el pecho, el llanto y la impotencia regresaban en cada sueño donde se encontraba con Natsuki, que forma tan horrenda de morir, hizo lo que pudo por ayudarla dios sabia que si,los hechos pasaron raudos, en segundos,cuando alcanzo el arma de Natsuki del piso, su intervención se vio entorpecida, un segundo mas y habría jalado el gatillo, pero el destino se burlaba de ella en el momento crucial.
-estas bien?- se aproximo a la cama veloz la de ojos violeta, el intento de contacto fue evitado con sutileza.
-si, solo estoy algo cansada- replico la castaña levantándose de la cama -no te preocupes- dejo una caricia infantil sobre la cabeza de Tomoe, se dirigió al baño y se dispuso a darse una ducha o a poner distancia de por medio, a su forma tan diplomática.
-no deberías preocuparte, no olvides que la herida que ahora te impide estar en el campo de batalla al cien por ciento, ella te la hizo- gruño con desprecio jaques recargado contra el muro del pasillo.
-no seas duro, a veces exageras las cosas- negaba con la cabeza, hizo la cama dejándola como nueva en unos minutos, se aproximo a la puerta del baño dio un par de toques suaves -te espero en el comedor- salio de la habitación con su colega inconforme tras ella.
Si bien en los momentos de tensión donde ultimo a Kruger estaba alterada, eso no impidió que alcanzara a bajar la mira de la Sten cuando jaques se disponía a terminar con una Shizuru inconsciente en el piso, intervino en el momento justo, solo la detonación errada y el caer del casquillo resonaron en los pasillos del subterráneo, la gran amistad y complicidad de ambos se viciaba día a día, su colega mas intimo no confiaba en la mujer de ojos sangría, y sabia que el sentimiento de su colega por Fujino iba mucho mas allá de la amistad, era un tipo de obsesión enferma, rayando en la idolatría, estaba seguro que la castaña no era ajena a su poder sobre ella y eso le irritaba, si, era hermosa, inteligente, y muy perspicaz pero el jamas olvido que esa mujer acompañaba a un alemán que termino con la vida de cientos de colegas el día y meses previos a la operación market place.
Margueritte observaba la faz meditativa de su colega, su ceño fruncido y la mirada vaga, supo que de nuevo, remilgaba por la intervención de ella hacia Shizuru, comprendía su enfado y desconfianza, mas no veía los aciertos que tenían desde que se unió a los aliados, innumerables localizaciones, generales, operaciones, resultaron en una victoria sin un gran derramamiento de sangre, la habilidad y encanto de Fujino eran su mejor arma, tenia un oído prodigioso y un tiro preciso, era una de las mejores agentes dobles que jamas conoció, el detalle que marchitaba su presencia era una permanente ausencia, la melancolía parecía ser su estado de animo detrás de esa bella y encantadora mascara.
Con el tiempo pudo acercarse a ella de forma mas personal, pero jamas hasta el punto mas intimo, ese que ansiaba desde las primeras visitas al hospital, mientras cuido de ella hasta su alta.
Le ofrecieron dos opciones, ser enviada a un campo de prisioneros con los alemanes y compañía capturados, exponiéndose a las barbaridades propias de los hombres o ponerse al servicio de las fuerzas aliadas soviéticas y franceses, podían requerir sus servicios de ser necesario, ella daría su apoyo en espionaje y si se necesitaba, en infiltración, hace un par de horas regresaba de Luxemburgo, traía noticias preocupantes para los aliados, era probable que se gestara una contra ofensiva sin precedentes por parte de los alemanes, muchos miraban ya el fin de la guerra, pero Fujino estaba segura que eso estaba lejos de suceder.
En esos meses Margueritte y Shizuru se movilizaban a los puntos de información juntas, se separaban y una vez concluidos los planes se reunían para regresar a la cede en parís, hasta hace unas semanas, donde la castaña debería quedarse en las proximidades a la estación U-Bahn, mas allá de evitar alguna vejación en el campo de prisioneros, guardaba la esperanza e ilusión de saber si Natsuki estaba viva, su estado de salud aun no era el mas apto para el momento en que cayo presa, pero le gustaba soñar que en algún lugar o de alguna forma, estaba viva, o en su defecto, saber si algún campo guardaba en su entraña terrosa el cuerpo de la mujer que tanto había amado, la forma mas eficaz de realizar su propia búsqueda sin levantar sospechas era servir en el espionaje aliado, le guardaba agradecimiento a Tomoe por todas las cosas que empeño para que se le diera una oportunidad, su gratitud estaba en permanente lucha con el odio que sentía al recordar la forma ensañada al atacar a Kruger,sabia la historia detrás de la caza por Natsuki esa noche, lo supo en los primeros días que recibo cuidados y sus constantes visitas en el improvisado hospital, encontró excusable el fin, mas no los medios, la guerra solo producía mas guerra, su próximo destino era asistir a la planta industrial de Rjukan muy cerca de Berlín, ahí con algo de suerte encontraría información sobre su persona mas importante.
Karlshorst Berlín
16 de abril 1945
Varios meses transcurrieron, los alemanes se encontraban diezmados de una forma ya irrecuperable, aun en las circunstancias se negaban a doblegarse, resistían ya solo protegiendo la delgada franja hacia Alemania y con mas ahínco Berlín el corazón de su nación, pese a la abrumadora superioridad rusa, tomar el país se había vuelto una tarea que parecía imposible, solo su orgullo y ferocidad los mantenían aferrados en una guerra prácticamente perdida.
En la ciudad de Karlshorst, las tropas alemanas luchaban entre calles con las fuerzas del Nkvd, las élites de la unión soviética por recuperar un almacén de municiones y combustibles, tras la perdida en la "batalla de la bolsa" meses atrás, sus reservas y acceso al crudo o refinado para tanques, semi orugas o vehículos para tropas se veía notoriamente restringido, se mantenían gracias a los buques japoneses que les apoyaban con el valioso insumo.
Las explosiones de los bombarderos, el ruido ensordecedor de las ametralladoras de los tanques y los enfrentamientos de Panzer contra los T34/85 soviéticos, zacudian aterradoramente las calles próximas, dentro de una de las construcciones mas erguidas y menos golpeadas por el fuego, un pequeño grupo de soldados veteranos esperaban para salir en apoyo, era una prioridad recuperar el deposito, hacerlo en grupo era una misión kamikaze, antes debían terminar con la mayor parte de los enemigos repartidos por un kilómetro a la redonda, la responsabilidad recaía en una persona, que ya no tenia nada que perder.
-revisa el mapa, tienes pocos lugares donde escapar si te descubren, el aliado que deberás encontrar esta en esta zona, tengo informes de que hay un tirador por las cercanías, ten cuidado- el mapa sobre la mesa vieja fue recogido con descuido después de una inspección rápida, se hecho el rifle al hombro, saco los binoculares y exploro la zona con cuidado, confiando en sus instintos, una vez reconocido el terreno salio a gachas, con el rostro cubierto por un pasamontañas invernal, y sobre este la capucha de la chaqueta camuflada en grises y cafés desgastados, no llevaba el uniforme reglamentario, hacia meses que noto la funcionalidad del atuendo actual, era mucho menos visible para los enemigos y cuando lo requería, para los aliados, solo sus ojos verdes asomaban por la tela, selecciono un edificio de dos pisos a unos 300 metros, subió por un muro caído y se puso pecho tierra, a unos cuatrocientos metros, un chasquido repicaba sonoro, abatió a tres soviéticos, uno detrás de otro sin que notaran la falta de sus camaradas, al norte un Katyusha custodiado por un par de soldados, se daría el gusto de eliminarlos de cerca, se arrastro por los docientos metros que la separaban, y con dos ráfagas cortas de la Ppsh41 termino el trabajo, espero al menos diez minutos antes de avanzar a la ubicación del contacto.
Pudo ver la tela blanca colgando de una planta alta, se acerco con precaución y hablo al otro lado del muro -no salgas-
-esta bien- contesto un susurro, el hombre salio con un cabestrillo improvisado al escuchar las palabras clave, el trozo de ropa tintada de rojo por la perdida reciente de sangre -eres Kruger cierto?- solo recibió un asentimiento con la cabeza -el edificio que esta... ¿puedes enseñarme tu mapa?-
-dime que quieres que haga y hacia donde esta- le soltó con enfado y tedio, no confiaba en nadie y quería salir de allí lo mas rápido posible, los ojos del hombre a su lado miraron con interés la medalla a tipo de amuleto colgada en su rifle -sabes que es?- indago en tono burlón..
-orden al servicio soviético pero nunca vi una dorada- tomo asiento en la tierra llena de cascajo, mojarse era un tema menor comprado con los sinsabores que muchos pasaron los últimos 6 años, llovía ligeramente desde la mañana, hace ya varios días.
-es de primera clase, no hay muchas, y probablemente mueras sin volver a ver otra, me informaron que tenían un prisionero en el deposito capturado, pero ese no es mi problema vengo por el paquete que tienes para mi- le tendió la mano con impaciencia, algunas rocas fueron movidas y del suelo extrajo una caja de latón maltrecha, estaba sellada con puntos de soldadura descuidados
-el prisionero es amigo mio, fue el único en quedar atrapado en el lugar cuando escapamos de la escaramuza,se que entiendes bien lo que es perder a un colega o a alguien cercano- una extraña insinuación viniendo de alguien a quien no conocía.
-yo no tengo personas de confianza ni amigos- rio breve con sarcasmo levantándose para marchar, su trabajo era simplemente llevar la información entregada en la lata y regresar a su escuadrón para una contra ofensiva y recuperar el deposito, si moría el rehén le daba igual.
-algunos conocemos detalles, o apellidos,¿Fujino te suena familiar? Los pasos se detuvieron, y tuvo su atención de nuevo.
-mientes- sentencio sujetando el rifle, pensaba matarlo ahí mismo, no perdonaba que jugaran con un tema mas que personal.
-no miento, la vi cerca del teatro Schinkel en la plaza Gendarmenmarkt hace no mas de un par de semanas pero...llevaba ropa soviética, probablemente la capturaron y pudo salvarse trabajando para ellos, es algo mas común de lo que se cree, todos tomamos el bando que mejor nos convenga- guardo silencio rogando por acertar en sus palabras, noto el indice en el gatillo, y estaba jugando su ultima carta, la empatia y la paciencia en temas delicados no era una virtud en Kruger.
-eres de la resistencia alemana- no era una pregunta, una suposición acertada, ella también lo era, seguía sirviendo a Alemania pero, en algunas circunstancias, jugaba para la resistencia, según convenía.
Recordó su doloroso despertar unos días después del comienzo a la liberación de parís, la falta permanente de aire, el ardor insoportable en su abdomen, "suerte de una en un millón" dijo el medico al revisar sus heridas, el acero perforo entre sus órganos, pasando cerca, a milímetros de sus intestinos, pero rasgando la base de su pulmón derecho, las balas que atravesaron cauterizaron la mortal herida, irónicamente las detonaciones que buscaban matarla, le salvaron la vida.
Paso los meses siguientes buscando el rastro de Fujino, y en el campo de entrenamiento, reponiéndose para ser reincorporada al servicio, paso desde los centros de trabajos forzados para prisioneros de guerra, hasta las morgues, pero para su fortuna nunca encontró un solo rastro, su viejo amigo Freder contacto a ciertas amistades, por medio de ello, supo que había sido llevada a alguna zona mas afortunada, sabia de antemano confiando en ella que seria mas útil en temas mas diplomáticos, donde la sutilidad e inteligencia eran mas valiosos, los agentes que evitaban derramamiento de sangre o uso de valiosa munición e insumos eran mas importantes que cualquier arma.
"no vamos a darte una división para buscar un cadáver, esta muerta como la mayoría de hombres esa noche" esas palabras le arrebataron la escasa lealtad que tenia al fhurer,si es que la tuvo en algún momento, en esos meses se contacto con soldados de distintos rangos, que al igual que ella, deseaban poner fin a la guerra a su forma, ser un traidor o abandonar el cargo por miedo era castigado con el fusilamiento, cosa que no pensaba corroborar.
-si, lo soy, por favor, te pido que rescates a mi colega, es el único hijo que queda a su anciana madre, no tengo la cara para verla de nuevo dándole la noticia que ha quedado sola, puedo darte información de donde puede estar Fujino- suplico el hombre con los ojos al borde del llanto, lo que no conmovió a la teniente.
-estaré desobedeciendo ordenes, si lo que me dirás no me sirve, ten por seguro que tu y tu amigo estarán muertos antes de que caiga el sol- hacia mucho que no obedecía las ordenes al pie de la letra, el objetivo de su estadía era apoyar la operación ,recuperar el deposito, pero si lograba hacerlo sola, a los altos mandos les daría lo mismo que fuera en solitario o con la división, no importaban los medios, solo las metas, salio de los escombros y se dirigió al lugar indicado.
sabia por el mapa que frente al deposito había quedado el cascaron de un T34, la columna de humo obscuro era el mejor indicativo, se arrastro debajo de unas gruesas vigas de hierro cuando el retumbe del piso le advertía la proximidad de un acorazado, ya a cubierto observo con los binoculares, al frente un tanque soviético avanzaba por la calle, de un momento a otro arremetió contra el muro del deposito que aun estaba en manos alemanas, se desato un tiroteo donde los de la werhmacht salieron vencedores, no sin recibir bajas, el golpe sonoro tras un quejido delato la caída de uno de los vigilantes, el tanque quedo apagado y los soviéticos ultimados casi sin tiempo de bajar u ocultarse, Natsuki evito entrometerse, sin el uniforme de oficial comisionado exponerse incluso a su bando era un riesgo, siguió de largo hacia la bodega del deposito ocupado, la calle principal se divida por un canal de desagüe, algunos cuerpos de divisiones alemanas se apilaban despidiendo un hedor nauseabundo, aun con los uniformes puestos, una clara expresión del coste de la guerra.
Desplegó los binoculares y noto un tirador enemigo, su abrigo color café mojado por la lluvia le delataba, una viga ocultaba su cabeza, mas no el vapor de su respiración, dentro del deposito diviso un solo soldado de guardia, rodeo de vuelta el edificio y desde ahí preparo su disparo, el canto de una ventana le sirvió de trípode, algunos cálculos e instinto, el disparo fue certero, como era su costumbre se mantuvo a cubierto unos minutos, esperando no ver a la lejanía refuerzos o enemigos curiosos, una vez abatido el centinela se aproximo hasta las paredes del deposito, arrojo una piedra al lado opuesto, en cuanto el vigiá salio, lo recibió con una bala en la nuca su fiel lugger nunca fallaba, este callo con la gracia de un tronco, afino el oído y entro, en una silla un piloto alemán permanecía atado, con varios dedos mutilados, su rostro estaba golpeado, ennegrecido por la saña del castigo recibido, en sus ojos y mejillas faltaban trozos de piel, se quejaba con el poco aliento que aun entraba a sus pulmones, Natsuki uso las tijeras bañadas de sangre y corto la soga, -puedes levantarte?- indago sujetando el rostro sin dejar de mirar cada tanto a sus espaldas.
Unas cuadras atrás, un pelotón soviético de al menos diez soldados avanzaban por la calle, rumbo al deposito capturado, a la cabeza la teniente Harmitage, su cabello rubio cubierto con el gorro soviético, debajo de las solapas del abrigo descansaba el resto de su cabellera, oriunda de una pequeña localidad al occidente de Stalingrado, su pueblo era tan pequeño que incuso durante la batalla en las cercanías la vida de su familia y la población fueron ajenas a la carnicería que se gestaba por la unión soviética, cuando la guerra al fin alcanzo su hogar, sus padres le obligaron a huir hacia el bosque, desde ese momento, jamas se reencontró con ellos, su pueblo fue borrado del mapa bajo la garra atroz de los bombarderos alemanes, paso días ocultándose hasta ser rescatada por una división numerosa de sus connacionales, grande fue la sorpresa de sus salvadores, llevaba cuatro bajas alemanas oculta en el edificio donde le brindaron alimento, abrigo y claro, una reubicacion a una división de tiradores, desde ese momento, su única meta era acabar con cuantos alemanes pudiera, con el mismo mosin-nagant que le salvo la vida, las iniciales de sus padres yacían talladas en el cañón de su arma.
Sus vivencias, instinto y valentía le ganaron el ascenso hasta teniente, -esperen- hablo con alerta, noto el charco de sangre que era llevado por el cause del liquido zarco, el color vivido era una prueba irrefutable de su frescor, no vio al guardia, y ordeno subir con el centinela, los pasos bruscos, el titubeo en la voz quebrada -esta muerto teniente¡- el grito de enfado del soldado confirmo su teoría -rodeen el edificio, los voy a cubrir desde aquí- retorno unos pasos poniéndose a cubierto tras unos gruesos escombros, su tropa rodeo en V el edificio del deposito, una ráfaga de Ppsh-41 derribaron a un par de sus hombres, heridas menores pero dolorosas, el resto corrió a buscar trinchera, la explosión de una granada cimbro los ya dañados muros -nadie va a escapar en mi guardia- aseguro en nombre de sus padres, apunto su ametralladora y espero la huida del intruso.
-por atrás, se nos escapan¡- grito uno de sus hombres soltando disparos sin lograr un solo acierto.
Natsuki llevo casi a rastras al rehén, apenas podía caminar y los soviéticos le estaban siguiendo demasiado cerca, arrojo su ultima granada y aprovecho el momento para dejar en un hueco al herido, el dolor punzante de sus entrañas volvió tras la segunda explosión, recurría constantemente al alcohol o medicamentos para sobrellevar las secuelas de su ataque, estaba cerca de una de las pocas salidas,lo recordaba claramente, para su "suerte" una brigada acompañaba un tanque T34, abatió un soldado, el golpe de una bala le arrebataba la mira a punto de jalar el gatillo, se puso a cubierto, un rasguño profundo le recorría el antebrazo, no mermaba su capacidad de combate, pero si entorpecía la estabilidad con el karl, los colegas de tropa salieron del bunker alertados por las detonaciones y la metralla del acorazado, se desato un intercambio entre ambos bandos, tuvo con la intervención, el tiempo suficiente para apuntar al tanque de gasolina del acorazado enemigo, un solo disparo termino con la mayoría de fuerzas soviéticas arrasadas por la honda expansiva, calles atrás su tropa seguía luchando por arrinconar los vestigios del Nkvd, Armitage defendió la posición fieramente, el enfrentamiento se extendió hasta ya caída la tarde los alemanes comenzaban a quedar escasos de munición y con ello, los soldados comenzaban a caer bajo los disparos precisos de la teniente soviética.
Regreso tan rápido como pudo y llevo al herido hasta el edificio donde se ocultaban los soldados la mayor parte del día, detrás de ella se reagruparon los sobrevivientes del enfrentamiento, con el arribo de un Panzer IV se logro la retirada temporal de los enemigos, se atendió al piloto, y después al resto, las heridas eran superficiales, a diferencia del primero.
Llegada la noche el contacto que entrego la información arribo, se dirigió hacia su colega herido, este ya dormía apacible en una maltrecha camilla, estaría bien, pero la falta de varios dedos y sus conmociones craneales le harían volver a casa como un héroe, un sueño anhelado por muchos soldados alemanes.
Busco con la mirada el uniforme que vio por la tarde, mas este no lucia en ninguno de los soldados, dentro del complejo en una silla vieja estaba a quien buscaba, pero un abrigo de oficial comisionado sobre sus hombros, noto entonces el cabello largo en un bello tono azul, la posición inclinada al frente con desgano, era evidente que estaba herida y cargaba un cansancio incontable, se aproximo buscando la forma mas breve de intercambiar unas palabras de agradecimiento sin ser indiscreto -Kruger, podemos hablar en privado?- el soldado el trazo sangría que impregnaba la tela, podría ser que ni siquiera se hubiera atendido la herida, una mueca dolorosa imposible de ocultar le miro con dureza.
El coronel se levanto y salieron a la calle, eligió una jardinera para sentarse, solo tierra húmeda y agua llenaban la misma, las flores no era algo que floreciera en esas circunstancias, de su bolso en la chaqueta extrajo una ánfora y bebió un par de tragos -lo que vayas a decir hazlo ya- se llevo la mano al costado y permaneció respirando con calma.
-ahora mi colega podrá volver con su madre, condecorado, como un héroe, no sabes como te lo agradezco- saco un papel de entre sus ropas, era una fotografiá maltratada, llena de manchas de sangre, y algunos arañazos productos de la tierra suelta o el rose de alguna superficie similar, pero la nitidez en ella era increíble, producto de las avanzadas cámaras prototipo que usaban en el espionaje, en ella Shizuru vestía la ropa típica de los soldados soviéticos, un mosin- nagant colgaba de su hombro, a su lado, casi fuera de toma se miraba la mujer de cabello verde, con ese característico corte asimétrico, los dedos de Natsuki tomaron la foto, con el cuidado que solo nace al tocar algo amado, añorado por el corazón -esta cerca de la estación de U-Bahn, hace unos días viajo a Riujan, la vi por que estaba haciendo de centinela, dicen que hay infiltrados soviéticos que sacan información para los operativos que nos hacen retroceder cada vez mas, se que ella es importante para ti, quizá demasiado...-un silencio incomodo se prolongo por algunos segundos -sabes que pasaría si se enteran que tu y ella...-
-lo se, creo que tu mejor que nadie lo sabes- interrumpió sin suavizar sus palabras -el piloto que rescate no es mas que tu novio, amante o lo que sea,pero amigos o colegas..no, no soy idiota- siguió mirando la foto antes de guardarla en su bolso con el mayor cuidado.
El hombre a su lado sonrió con melancolía, sabia que el no tendría la misma suerte que su coronel,probablemente, ni siquiera se verían de nuevo, pero era feliz sabiendo que la persona que amaba podría estar con su madre sus últimos años, daba su vida por que el viviera la suya.
-gracias...- dijo Kruger mirando al piso, el rostro de su interlocutor le miro con una comprensión confidente, para ojos del fhurer o cualquiera de la Gestapo y la Waffen , ese tipo de relaciones merecían el fusilamiento inmediato -nadie sabrá de esto- se levanto con la ánfora en la mano, necesitaba llenarla.
Se detuvo en seco -la mujer a su lado, sabes quien es?- dijo de espaldas a su colega
-su nombre es Tomoe, desconozco el apellido, pero se que es de la resistencia francesa desde hace años, estuvo antes, durante y después de la toma de Francia, trabaja con un par de americanos ¿por que?- le miro de reojo, notando el súbito interés.
-una vieja rencilla, quería saber, quien era la persona que casi me mata...-rio con ironía y entro al edificio, por su mente cruzo preguntar su nombre, inmediatamente el deseo la abandono, no tenían esperanzas de vida muy prometedoras, saber un apellido era a veces un peso.
en algunos días tenia una misión y descansaría hasta ese momento, correr cargando peso muerto no le sentaba nada bien a su pulmón, que se negaba a recuperar su expansión y retención de aire, el ardor en su brazo, victima del azote del fuego enemigo, era un mal menor, soportable, entro a su habitación y extrajo la fotografiá, una sonrisa suavizo sus facciones de hastió y desesperanza, casi pudo jurar que ver a Shizuru le quito las dolencias que le aquejaban, en su maleta encontró el lugar indicado para llevar la valiosa foto, desmonto con milimétrica precisión la tapa interna de su reloj de bolsillo y dentro coloco a su amada tras un corte circular perfecto, en esos momentos encontraba útil la navaja que cargaba siempre, un vidrio protegería la imagen de las inclemencias de los tiempos venideros, acompañándola siempre, muy cerca de su corazón pero lejos de ojos indiscretos.
Se aseguro de pasar en limpio la clave de la anotación detrás de la fotografiá.
A unos kilómetros la castaña se encontraba pensando en su paciente, sus pesquisas durante meses le hicieron saber que Kruger no había muerto en los pasillos del subterráneo, en tiempos de caos, era como buscar una aguja en un pajar, tenia la esperanza de reencontrarse en circunstancias mas benévolas, estar en bandos opuestos seria un problema.
Acomodo en un folder la información recabada, esta seria entregada la mañana siguiente a un agente soviético, según sus fuentes en la resistencia alemana, en la planta de Rjukan, se estaban elaborando aguas pesadas, usadas para la fabricación de armas de destrucción masiva, su prioridad era que los rusos irrumpieran en el perímetro, capturaran la planta y tomaran para si la tecnología alemana, antes que los americanos, que aunque luchaban por eliminar a los alemanes y tener su rendición, la verdad tras la lentitud repentina en el avance aliado era robar las tecnologías, establecer la paz se había vuelto una prioridad menor, le daba asco participar en el saqueo, de inicio sintió admiración y respeto por los ideales de los civiles que recuperaban sus ciudades, pero una vez llegaron los soldados comisionados oficialmente, las prioridades cambiaron impulsadas por la avaricia de la tecnología, era risible que detestaran las atrocidades alemanas, pero robaban los prototipos obtenidas bajo las inhumanas pruebas y experimentos del que tanto se escandalizaron a su arribo.
No había un peor o mejor postor, en cualquier mano serian usadas como armas, y eso es lo que le cargaba de culpa.
Plaza Gendarmenmarkt
Alemania 0400 horas
A tempranas horas de la madrugada, la castaña ya se encontraba con un superior del Nkvd, quizá la pérdida en el campo de batalla del día anterior le tenia de mal humor, pero supo de inmediato que la relación con la mujer no seria sencilla.
-tu eres la agente que nos tiene la información de la planta de Rjukan?- espeto la teniente Armitage sin un saludo de por medio.
Aquello le molesto a Shizuru, pero guardo la calma -así es, teniente- le extendió el sobre, mirándola con cierto recelo.
La rubia tomo los documentos y se dispuso a leer, interrumpida por Fujino.
Coloco su mano sobre la primera pagina, cubriendo sutilmente el mapa anexo de la planta -disculpe, pero es información bastante delicada, le gustaría un trago en privado mientras se pone al corriente?- espero que la otra fuera igual de suspicaz.
-sabes como hacer amistad con un soviético, te acepto el trago siempre y cuando bebas conmigo, a menos que trates de hacer alguna jugada- la teniente doblo las hojas, guardándolas en su saco, siguiendo a su anfitriona a un pequeño recinto en la Gendarmenmarkt, esta ultima fuertemente resguardada por un basto numero de soldados, fortines con ametralladoras, centinelas y un bien nutrido equipo de movilización vehicular.
Shizuru se emparejo al andar de la otra y le hablo en tono confidente -espero que no me malentiendas o no te moleste lo que voy a decir, pero, me gustaría que solo tu y tus superiores vean y sepan el contenido del sobre, sabes que cualquier mínima filtración de datos puede perjudicar las operaciones contra los alemanes-
-si entiendo que tengas precauciones, ¿te refieres a mis hombres no?- Shizuru asintió en silencio con la misma sonrisa amena.
-todos tenemos nuestra reserva cuando de información se trata, pero confió en ellos, han estado a mi lado desde hace años, tocando el tema de los alemanes, bueno por mas que luchen acabaran cayendo, solo es cuestión de tiempo, ayer precisamente lograron en mucho tiempo hacernos retroceder, tenían un tirador bastante experimentado, esta mañana logramos reforzar algunos fuertes por si esperan pasar hacia la plaza- los ojos azules de Armitage brillaron cuando relato a detalle el enfrentamiento.
-un tirador? Como sabes que no eran mas?- cada vez que escuchaba esa palabra esperaba que hablaran de "el" sin saber que podría o no ser Natsuki, dadas las circunstancias apremiantes, seguramente ni siquiera se había visto la teniente de cerca con el tirador, el saber que escapo le reconforto.
-últimamente han luchado con mas ferocidad, y no los culpo, les estamos dando entre nosotros y los americanos, los británicos y varios grupos de franceses, parece que aún les quieren cobrar el tiempo que ocuparon su país, nosotros venimos a cobrarles cada gota de sangre inocente, ojo por ojo- aseguró Haruka con severidad, a leguas se notaba la nula compasión que tendría con cualquier enemigo, varias medallas colgaban de su traje, debajo del abrigo color caqui.
Shizuru medito en voz alta -los americanos no son diferentes a otros países, todos están en una guerra secreta por las armas e investigaciones de los alemanes, imponer la paz debería ser la prioridad, no el saqueo- las palabras dejaron sin habla por algunos momentos a la mujer que caminaba a su lado, le miraba de reojo, analizando la dolorosa verdad, esperando que sus palabras no fueran excesivas.
-algunos tenemos motivos mas personales que simplemente saquear armamento, hay cosas que no pueden cobrarse, no importa cuantos alemanes mates, las cosas no cambiaran para muchos, miles de personas no regresaran a casa, ni las familias estarán completas, nada volverá a ser como antes, incluso terminando esta guerra- soltó un suspiro, tenia tanto que decir, pero supo cerrar la herida de su pasado, tocar esos temas con alguien desconocido siempre supondría un error.
-la guerra nos ha arrebatado a muchos a seres valiosos, o amados, ha separado familias, e incluso destruido muchas por completo, lo se- vaya que sabia de eso, desde hace años no sabia de su padre, mas que por cartas muy esporádicas, y de su madre igual, podía contarlas con una mano y le sobraban dedos, extrañaba su país, su familia, pero una parte de su corazón aun estaba en ese pedazo de tierra moribundo, marcado por una persona que vagaba por allí, solo esperando que sus caminos se cruzasen de nuevo.
La teniente noto el dejo de melancolía en su colega, y entendió que su preocupación era sincera, la tecnología y proyectos que investigaba le daban igual, para ella, solo significaban destrucción, todo estaba manchando de sangre, sonrió asombrada de la honradez de Shizuru -la guerra suele ser la única opción en casos a así, incluso a veces hay personas que tienen el poder sobre "otros" para insistir en estas encomiendas- palmeo el sobre en su bolso, intercambiaron miradas y arquearon los labios con resignación mutua, comprendiendo que realizaban el trabajo sucio, cada una por sus propias razones.
*como siempre les agradezco su tiempo a quienes siguen mi historia, si, es un tema común, pero no podía quedarme con las ganas de explorar y ver que puede darnos con esta bonita shipp,evidentemente, la fantasía y ficción no se me dan, y quise explorar una versión mas realista, mis agradecimientos a:
Sasha
SetsunaM
Danny
Shizuru
Karen
Daphne Parkinson (realmente no se que paso, ya que yo no estoy en el grupo donde se realizo la dinámica, pero si no mal recuerdo perdí contra mi colega y amiga Cristalsif, y eso para mi fue un verdadero honor, muchas gracias pero era imposible que le pudiera ganar a cristal)
Kyo
Kruger
Guest (si, tu quien dejo review el 12 de octubre y el 4 de noviembre)
Hayate-Sama2.2
Mister cocodrile (espero que los tiempos actuales sean mas amenos y alegres que aquéllos días que leiste el capitulo anterior, que todo mejore y te sientas bien)
Si me falto alguien disculpen, recuerden comentar, a veces se me traspapelan los reviews y no les agradezco a todos/as, que pasen buena semana*
Saludos cordiales
