Disclaimer: Nada de esto me pertenece... sólo uno que otro personaje que ronda por ahí; todo lo otro es de exclusiva propiedad de J.K. Rowling, la WB y varias otras personas que no conozco.

Capítulo 12: Ashley revela el secreto

La profesora McGonagall no podía creer lo tranquilo que había sido ese día, a pesar de ser el día antes del gran partido que tantas controversias había producido entre los alumnos. ¡Si en una sola semana había quitado más de 500 puntos, y todos debido a hechizos que se lanzaban unos a otros a causa de una discusión sobre cuál sería el equipo ganador. Pero no, en ese maravilloso día no había tenido, ni siquiera, que alzar su voz.

Claro que, cuando dio la vuelta en la esquina del pasillo, tuvo que hacer un gran esfuerzo por no caer de la impresión: acababa de ver a cuatro Gryffindors peleando al estilo de los muggles. Y la impresión aumentó aún más, si es que era posible, al darse cuenta que sólo dos de ellos se estaban peleando en el suelo, y que uno de ellos era nada más ni nada menos que Hermione Granger.

Tardó unos segundos en reaccionar e ir rápidamente hacia ellos con paso firme. Se plantó al lado del grupo, y aprovechando el momento de silencio entre ellos (no había alcanzado a oír nada de lo que segundos antes se habían estado gritando), dijo:

- ¡¿se puede saber qué está sucediendo aquí!

Los cuatro Gryffindors se asustaron, pues nadie había reparado en la presencia de la profesora McGonagall, pero aún así, nadie dijo nada, sino que todos siguieron mirando un punto vacío en el espacio.

- los quiero inmediatamente en mi despacho... – dijo la profesora al ver que nadie se decidía a hacer nada

Harry no supo cómo pudo caminar tras la profesora esa vez, pues nunca había estado tan impresionado por algo: esa Ashley sabía algo de Sirius Black, de su padrino... "y no me dijo nada" pensaba furioso. "Yo le conté mis sueños con Sirius y ella actuó como si nada... "

Momentos después, los cuatro se encontraron sentados ante el escritorio de la profesora en su despacho.

- me ha tocado detener muchas peleas últimamente, especialmente debido al partido ese que van a tener mañana. ¡Pero nunca pensé que alumnos de sexto iban a caer en semejante tontería; especialmente los prefectos!. ¡De usted, señorita Granger, de todos los alumnos nunca pensé que la encontraría a usted en semejante situación! Quiero que me expliquen inmediatamente lo que sucedió

pero ninguno se atrevía a decir palabra alguna. En realidad nadie sabía cómo explicar todo lo sucedido, además de que sabían que no podían decirle a la profesora que la pelea incluía el hecho de que habían creído que Ashley se acostaba con el profesor Snape por las notas.

- puedo quedarme a esperar que hablen todo el día, si es lo que quieren, pero del castigo no se van a salvar, eso se los aseguro – dijo la profesora un poco impaciente

entonces comprendieron que la única manera de zafarse de esa situación, era mintiendo. El problema era que no se podrían poner de acuerdo en inventar algo, alguien tendría que atreverse a hablar.

- lo que pasó... – comenzó a decir Hermione, pero en seguida guardó silencio, pues Ron también había comenzado a hablar al mismo tiempo.

La profesora McGonagall los miró esperando una explicación, pero ellos sólo se miraron entre sí, ¿quién debería seguir con la mentira? ¿y cómo responderse eso sin que la profesora McGonagall se diera cuenta de todo. Entonces Hermione hizo lo único que se le ocurrió hacer para darle a entender a Ron que hablara él: escondió su cara entre sus manos e hizo como si estuviera llorando. Ashley no pudo evitar poner una cara de exasperación.

- bien, verá... – dijo Ron – la razón de la pelea, en realidad fue que Hermione y Ashley no estaban de acuerdo con... ¡el castigo de Snape! – dijo recordando lo que había ocurrido en la clase de pociones

Los demás lo miraron sin poder creer lo que había dicho, pues no sabían que Ron no lo había dicho como excusa, sino que había recordado que tenía que decirle a Harry que tenía que cumplir un castigo con Snape.

- ¿qué? – preguntó la profesora McGonagall incrédula

- no, es que... el profesor Snape castigó hoy a Hermione y Harry, y cuando le contamos a Ashley eso, ella se molestó por la actitud del profesor y... increpó a Hermione a que hiciera algo... como ella es la prefecta – dijo haciendo un esfuerzo por aclarar el montón de ideas que tenía en la cabeza, y sabiendo que sólo estaba haciendo el ridículo, nadie podría haber dicho algo más estúpido – y Hermione se molestó porque según ella, Ashley debía saber que los prefectos no podían, en realidad nadie, podía enfrentarse a los profesores. Entonces la pelea comenzó a crecer hasta que comenzaron a insultarse y terminaron golpeándose

- ¿es cierto todo lo que me estás diciendo?... ¿señorita Granger, señorita Spencer?

Ron suspiró aliviado de haber por fin terminado con ese enredo de pensamiento y mentiras, y ahora miraba a Ashley y Hermione alternadamente esperando que hicieran algo para que la profesora le creyera. Entonces Hermione levantó la vista, y Ashley habló

- ¡ es que no puedo creer lo inútiles que son los prefectos, no pueden hacer nada!

- mire eso no está en tema de discusión, señorita Spencer – la cortó la profesora – está bien, suponiendo que entiendo el que se molesten por dicha discusión, bastante estúpida por lo demás, ¿era razón para que se tirara una encima de la otra? – preguntó aún escandalizada por la imagen que tenía en su cabeza de la pelea entre ambas – es decir, después de todo, pensé que usted era capaz de contenerse, señorita Granger

- ¡es que no sé qué me pasó, profesora! – exclamó logrando por fin hacer salir unas lágrimas para hacer como que lloraba - debo estar un poco estresada, pero le prometo que estoy muy arrepentida

- yo debería reemplazarla en su cargo por lo que acaba de pasar... – Hermione la miró asustadísima, si es que le llegaban a quitar el cargo de prefecta, juraba que no dejaría a Ashley con un solo cabello en su cabeza – pero creo que sería un error, pues nadie podría cumplir como usted lo hace sin haber explotado antes por estrés. Está bien, ustedes me dicen que tienen que cumplir un castigo con el profesor Snape, así que pueden ir. Ustedes, señor Weasley y señorita Spencer pueden quedarse aquí... y señorita Granger, tiene veinte puntos menos para Gryffindor

No esperaron ni un minuto para salir del despacho, pues la suerte los había favorecido muchísimo con la profesora McGonagall, no querían que se revirtiera.

Claro que hubieran preferido ir a la sala común en lugar de ir al despacho del profesor Snape.

- em, Harry – le dijo Hermione algo tímida antes de que tocaran la puerta del despacho de Snape – sé que no vas a estar de acuerdo con lo que te voy a pedir, pero por favor no le preguntes nada a Snape aún... sé que suena ilógico, pero Ashley aún nos puede decir algo sobre lo que vio de Sirius, esperemos saber algo más antes de hacer que Snape sepa que tú lo sabes...

Harry quiso alegar, pero entonces recordó todas las veces en que se había regañado a sí mismo por no haber pensado como Hermione en algunas situaciones, así que asintió, esperando que el castigo pasara luego para poder preguntarle a Ashley todo lo que sabía.

Snape tampoco estaba de muy buen humor en ese momento, así que no los retuvo mucho tiempo en su despacho, simplemente los dejó sentados leyendo un montón de pergaminos sobre pociones. Se sorprendió eso sí del estado en que estaba Hermione, y se dio cuenta de la mirada que Harry le había sostenido en todo momento. Pero aún así, no quiso decir nada, fuera lo que fuera, no debía ser nada importante. Además no podía perder más tiempo, tenía que ir a atender un asunto con el profesor Dumbledore.

Cuando ya anochecía, los cuatro se encontraron en la sala común de Gryffindor, que se encontraba vacía debido a que era la hora de la cena; pero ellos no tenían hambre, todos estaban demasiados ansiosos por saber cómo terminaría todo eso.

Estuvieron en silencio mucho rato mirándose unos a otros, hasta que Harry habló

- ¿qué fue lo que viste en el despacho de Snape? – le preguntó a Ashley

Ashley lo miró muy preocupada. Quería decirle toda la verdad y terminar con ese asunto, poder estar tranquila de nuevo, pero Snape le había advertido muchísimas veces lo que le haría si se atrevía a abrir la boca.

- Harry, de verdad que no puedo...

- ¡¡¿por qué! – gritó exasperado asustando a todos - ¡¿olvidaste todo lo que te conté esa noche aquí!

- no – respondió ella comenzando a llorar nuevamente

- ¡¿entonces por qué no me lo dices, sabes lo que sucedió con Sirius, y sabes los sueños que he tenido, por qué no me vas a decir lo que sabes de Sirius!

- Harry, entiéndeme, tuve que prometerlo... tuve que prometerle a Snape, y hasta al profesor Dumbledore que no le diría nada a nadie... ni siquiera a ti... si lo hiciera, no sé qué harían ellos

- no puedo creer lo egoísta que eres – dijo Harry furioso – y pensar que en verdad creí que eras mi amiga...

- ¡lo soy Harry, pero tú también tienes que entender que no es tan fácil, no estoy siendo egoísta, estoy siendo consecuente con mis promesas!

- promesa que ya rompiste – dijo Hermione – ya nos dijiste que algo habías encontrado en el despacho de Snape, cosa que no podías hacer... podrías terminar de contarnos, la promesa ya está rota

pero Ashley no dijo nada.

- bien, entonces voy a ir a hablar con Dumbledore, a ver si él se atreve a decirme algo... no puedo creer que me escondan tantas cosas – dijo Harry yendo hacia el cuadro de la entrada

- ¡no, Harry, por favor no le digas nada al director! – gritó Ashley

- lo siento, si tú no me quieres decir nada, voy a encontrar a alguien que sea lo suficientemente valiente como para decírmelo... estoy cansado de todo esto, ¿sabes?

Pasaron unos minutos en que nadie dijo nada, minutos en que Harry esperaba que Ashley se decidiera a hablar, y en que Ashley pensaba qué debía hacer. Entonces, se decidió

- está bien, te lo diré... – suspiró derrotada – pero te pido por favor que no le digas nada al profesor Snape ni al profesor Dumbledore... – pero Harry no dijo nada – fue una vez que Snape me castigó por haber tratado de meter un ingrediente más en su caldero, para ver si lograba hacer que su túnica se tiñera de rosa, o algo le pasara... llegué a su despacho, pero él se veía impaciente, como si quisiera irse de inmediato a atender otro asunto; así que me dejó con un montón de pruebas para corregir, y me advirtió que si no llegaba a estar todo terminado cuando él volviera, o si llegaba a tratar de pasarme de lista y hacía algo mal, se encargaría de hacer que me echaran de Hogwarts inmediatamente

"Y obedecí... al principio; corregí sus pruebas, que estaban pésimas por lo demás, y entonces me quedé sentada esperando que el profesor llegara, pues no quería que después me castigara nuevamente por haberme ido del castigo sin su permiso. Pero los minutos pasaron y pasaron, y comencé a pasearme por el despacho para estirar un poco las piernas. Al principio pensé que no había nada interesante que ver, pues todo lo que había eran ingredientes para pociones y libros de pociones. Pero entonces, me di cuenta que la puerta que había detrás de su escritorio estaba media abierta y que una luz extraña venía de ahí. Traté de concentrarme en lo que debía hacer – esperar a Snape – pero mi curiosidad pudo mucho más, y sin darme cuenta, me encontré entrando a la pequeña habitación que había detrás de la puerta. Una habitación que contaba con una cama, un pequeño sillón, un armario y una mesa, sobre la cual había una pequeña vasija de la que venía la luz que había notado antes. Me acerqué a la vasija, y vi que a su lado había un libro abierto en lo que parecía la información sobre el Departamento de Misterios, con una frase encerrada y al lado de la cual había escrito la palabra "Black" "

- ¿está investigando la muerte de Sirius? – preguntó Hermione algo sorprendida

- esa vasija que viste... era el pensadero de Snape, ¿cierto? – preguntó Harry queriendo que siguiera con la historia

- sí – respondió Ashley algo sombría – y de haber sabido antes lo que era y para qué servía, no me habría asomado tanto, porque nuevamente sin darme cuenta, me vi transportada a otro lugar, y lo que parecía otro tiempo, pues pude ver a Snape junto a mí, pero un Snape que no parecía verme.

"También me di cuenta que Snape no estaba solo sino que estaba junto a Dumbledore y hablaban de ti, Harry. De ti, y de algo que había pasado en el Departamento de Misterios. Recuerdo que al principio me costó concentrarme en lo que decían porque todavía estaba confundida, no sabía qué rayos había pasado. Pero luego pude escuchar claramente sus palabras, aunque no entendía mucho el tema. Estaban diciendo que tú te habías tomado muy mal un asunto (no sabía cuál), y que ahora tenían que tener más cuidado que nunca, pues Voldemort se sentiría con más libertad de actuar, ahora que el Ministerio de la magia por fin les había creído todo, y había aceptado que Voldemort había vuelto"

" Entonces comenzaron a hablar sobre lo que harían contigo. Snape propuso que te quedaras junto con la Orden del Fénix, para que estuvieras a salvo con ellos, o que podían traerte a Hogwarts para que pasaras el verano, que Voldemort no vendría nunca para acá, y que de seguro los profesores aceptarían cuidarte, porque él no podía arriesgarse a que Voldemort supiera que habría pasado todo el verano contigo y no te hubiera llevado ante él. Pero Dumbledore se opuso diciendo que lo mejor era que fueras a la casa de tus tíos, que no convenía cambiar tanto las cosas, después de todo, tenías que pasar un tiempo alejado de este mundo para poder asimilar lo que había ocurrido".

"Entonces Dumbledore hizo un ademán de irse, pero Snape le preguntó algo que lo alarmó un poco, ¿y no piensas hablarle de tú sabes qué?, le preguntó casi en un susurro, como si temiera que alguien lo oyera. De ninguna manera, Severus, y espero que tú tampoco le menciones eso, no quiero que Harry se entere de esto y decida ir él mismo para hacer que Sirius vuelva, eso sería demasiado peligroso, y Voldemort tendrá pensado esto, seguramente. No, es mejor que nosotros nos ocupemos de esto y que Harry siga con su vida normal"

"Quise seguir escuchando, pero entonces algo hizo me hizo voltear, y tuve que hacer un esfuerzo para no gritar al ver que Snape me tenía el brazo fuertemente tomado, y me miraba más furioso que nunca... entonces me gritó, y de seguro que quiso tirarme contra la pared con lo enojado que estaba, me dijo que si valoraba en algo mi vida, no diría nada a nadie de lo que había visto, y entonces me llevó donde Dumbledore que me volvió a pedir lo mismo. No hablaron de lo que vi, claro, pero me repitieron y me hicieron prometer una y otra vez que no te diría nada, porque algo podría sucederte".

Esto fue más de lo que Harry había esperado, y pasó un buen rato antes que pudiera volver a pensar con claridad

- ¿eso significa que... que hay una posibilidad de hacer que Sirius vuelva? – preguntó aún sin poder creer lo que estaba diciendo

- ... eso parece – dijo Ashley – pero ellos no te van a ayudar a hacerlo, eso está claro...

- ¡pero cómo no me van a ayudar a traerlo de vuelta, es mi padrino! – gritó furioso

- pero debe haber una razón lógica para que no te hayan dicho nada, ¿no crees? – dijo Hermione algo nerviosa por la actitud de Harry

- no... no lo creo – respondió firmemente – ellos vieron cómo estaba cuando... cuando pasó eso, ¡¡¿por qué no podían haberme dicho que quizás había una manera de traerlo de vuelta!

- quizás por tu reacción – dijo Ron algo tímido – digo, es obvio que si te decían que había una manera de traerlo de vuelta, habrías querido ir tu mismo en seguida, y... no sé quizás la forma no es tan simple como suena

- no sé... de todas maneras Snape me va a tener que escuchar – dijo Harry furioso parándose

- ¡¡Harry, no vayas! – gritaron Ashley y Hermione a la vez. Las dos bastantes nerviosas por lo que podía ocurrir

- todavía podemos avanzar un poco más por nuestra cuenta antes de delatarnos ante Snape – explicó Hermione – Ashley dijo que había un libro con información sobre el Departamento de Misterios sobre la mesa de Snape... nosotros podemos averiguar algo también. Mientras más información tengamos de nuestro lado, más información podremos sacarle a Snape. Piénsalo: si vamos y no tenemos idea de nada, fácilmente nos dirá que nos metamos en nuestros asuntos, pues no tendría nada de qué preocuparse, pero si logramos averiguar algo importante, quizás haya una razón para que Snape no nos deje ir

Harry se quedó pensando unos segundos, luego de los cuales quiso hablar, pero justo en ese momento el cuadro de la entrada se abrió dejando pasar a todos los alumnos que volvían de la cena.

- está bien... esperaremos investigar algo más – suspiró encaminándose a su habitación, pero se detuvo en el camino – y espero, Ashley, que no nos dejes ahora...

Ashley simplemente asintió con la cabeza, no sabía si lo había dicho sólo para que no los traicionara, o porque quizás que ahora sabían la verdad podían empezar la relación nuevamente.

Harry pensó muchísimas cosas antes de poder quedarse dormido, y de más cabe decir que entre ellas estaban Snape, Dumbledore y Sirius. Imaginó mil formas de introducirse en el despacho de Snape y averiguar de una vez por todas qué sabía él de Sirius. Y cuando el sueño comenzó a deformar sus pensamientos, hasta el punto en que se encontró imaginándose que le daba veritaserum a Dumbledore, se quedó dormido.

Y entonces volvió a ocurrir...

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Y sí que pasó mucho tiempo, pero entre fin de año, PSU, postulaciones y matrícula, no tuve mucho tiempo para retomar esta historia, pero ahora pude escribir algo más... espero que les guste, y que pueda terminarla luego.

Nuevamente gracias por los review, que me animaron a seguir escribiendo. Gracias cloe, Alfa, vero Jiménez (gracias por la sugerencia:), M-cha. Perdón por ser tan breve, pero saben que se agradece mucho.