Dislcaimer: Nada de lo que reconozcan me pertenece.

SsosSsosSsosS

Pienso en cosas y más cosas

Cosas del amor

Cosas del corazón

Cosas que creas con decisión.

Sus ojos verdes miraban con evidente fastidio al profesor frente a él y no se molestaba en ocultarlo. ¿Para que lo ocultaba si el profesor ya sabía que lo hastiaba? Volvió la atención a la ventana, ver la nieve caer lo adormecía. Claro que también le daba un frío que le calaba hasta el alma pero lo relajaba.

-'Señor Potter'- escucho que lo llamaban en la lejanía. Volteo a ver al maestro con una mirada perdida e ida. Estaba tan relajado. –'¿Sería tan amable de atender la clase?'-

Harry solo asintió perdido ganándose una mirada divertida de Ron y una molesta, cortesía de Hermione.

Sonriendo, busco la mirada de plata que comenzaba a amar. Sí bien había aceptado a Draco Malfoy como su compañero, novio, amante, etc.… No lo amaba, aunque se lo hubiera dicho aquella vez, solo lo había aceptado por que necesitaba a alguien que no fuera Ron o Hermione. Y estaba completamente conciente de que era algo muy perverso de su parte pero de algo le había servido.

Poco a poco había comenzado a superar la muerte de su padrino y sus amigos habían comenzado a sospechar sobre sus constantes desapariciones en la semana pasada. Y, para calmarles les había dicho que estaba saliendo con una persona, aunque se rehusó a decirles quien era. Pues, estando consciente de que, Ron lo habría mandado con el psiquiatra y Hermione solo se dedicaría a mirarle asombrada, incrédula, extrañada y desconcertada.

El timbre sonó dando por finalizada la última clase del día. Recogió sus cosas y espero a que Ron y Hermione se le unieran. Al salir, Draco Malfoy, Parkinson, Zabini, Crabbe y Goyle estaban al final del pasillo. Y al pasar por su lado, Parkinson gritó:

-'¡Eh¡Granger!'- llamó Parkinson-'¿Es cierto lo que dicen?'- Hermione, Harry y Ron se volvieron, y el joven de ojos verdes vio como Draco se mordía el labio preocupado.

-'Parkinson, no tengo idea de lo que estas hablando pero ni me importa ni me interesa'- Hermione se volvió a dar la vuelta y comenzó a seguir su camino franqueada por Ron y Harry.

-'¡Granger!'- Hermione estaba por terminar de volverse nuevamente cuando una mano se estampa sobre su mejilla.

Y cuando veo cada cosa que sucede

Las cosas que siento cuando te veo, revolotean.

Y son cosas y más cosas

Y las vemos y nos reímos

Como quien no quiere la cosa…

Y es que son cosas y más cosas

Ron miro indignado y, estando a punto de lanzarle un hechizo con todo y varita levantada, Harry extendió su brazo y le quito la varita de un zarpazo. Lo único que se gano fue que todos le miraran extrañados e incrédulos. Draco hizo el amago de sonreír, olvidándose por un momento en donde estaba y con quienes.

Blaise Zabini miro a Harry y luego se percato del amago de sonrisa de estúpido enamorado que hizo Draco y todas las piezas encajaron. Draco Malfoy y Harry Potter. ¿Quién en su sano juicio juntaría a dos Némesis entrelazándolos con el alma? Un grito le sacó de sus pensamientos y miro que Granger había hechizado el cabello de Pansy, volviéndolo color rojo chillón.

-'Eso te pasa por provocarme.'- le dijo Hermione con la barbilla levantada y los ojos brillando peligrosamente-'Y si me vuelves a tocar, Parkinson… Te juro por todo que te arrepentirás.'- Con esto, dio media vuelta. Ron la siguió mirando a Harry extrañado y lo único que hizo este fue devolverle la varita con una sonrisa divertida.

Draco veía todo y un ramalazo de celos le invadió ¿Por qué Harry, su Harry, tenía que sonreírle a Weasel? Apretó, sin saberlo, los puños, y cuando Harry se volvió para mirar hacia atrás, le guiño un ojo y se sonrojo de golpe.

Blaise los observaba entre el asombro y la incredulidad. ¿Quién lo hubiera creído? Esto era lo más irónico que había presenciado en lo que llevaba de su corta vida mortal. Malfoy y Potter. Potter y Malfoy. Levanto una ceja divertido al ver como su joven amigo rubio apretaba sus puños al ver como Potter le sonreía a Weasley. Una risita se escapo de sus labios cuando el trío de oro desapareció por la esquina con Pansy gritándoles quien sabe Dios qué y cuantas cosas.

-'¿Y tú de que te ríes, Zabini?'- rebatió la joven contra el moreno.

-'De nada, Panse. De nada'- le dirigió una mirada divertida a Draco que hizo que el otro bufara.

-'Vamonos a la sala'- ordeno el príncipe Slytherin. Y el trío de serpientes tomo el camino que los llevaba a las mazmorras.

Cosas veo, cosas oigo

Y de entre todas esa cosas

Te alcanzo a vislumbrar

Entretenido con tantas cosas

Que ya no se que cosa haces y que cosa no

Era la hora de la cena y los alumnos estaban reunidos en el Gran Comedor. Harry Potter miraba de vez en cuando hacia la mesa de los Sly y de vez en cuando ponía atención a la platica amena de Hermione y Ron sobre las clases extras que el profesor Dumbledore les iba a asignar la semana que viene.

-'Hey, Harry'- llamó Hermione pasando una mano por los ojos del moreno.

Harry respondió automáticamente y se hizo para atrás en una milésima de segundo, preparado para atacar. El pelirrojo y la castaña lo miraron extrañados con la cabeza ladeada. Harry se sonrojo al notar lo que había hecho y en que posición estaba.

-'Lo siento'- se disculpo Potter bajando la mirada. Weasley lo miró encarando una ceja y Granger sonrío divertida.

-'¿Nos vas a decir quien es?'- pregunto Hermione con un tono pícaro. Harry se mordió el labio nerviosamente. Temía la reacción de sus amigos, y la aceptación de estos era importante para él.

-'Oh! Vamos, Har, sabes que siempre te vamos a apoyar'- animo Ron viendo la indecisión del ojiverde y como este los cerraba intentando pensar en alguna excusa.

-'¿Es hombre o mujer?'- soltó Hermione directamente. Harry abrió sus ojos de golpe y los levanto para encontrarse con unos perspicaces ojos castaños. –'Hombre'- declaró la joven bruja sonriendo.

-'Sabes perfectamente que no tenemos nada en contra de que te guste alguien del mismo sexo¿verdad?'- Ron miro a los ojos a su mejor amigo y compatriota de innumerable excursiones ilegales por las noches en dirección a las cocinas.

-'Lo sé, Ron, lo sé.'- suspiró.-'Aquí el único problema no es el sexo sino la persona.'- aclaró intentando que sus amigos cogieran la indirecta con rapidez. Y solo uno de ellos lo hizo. Hermione Granger, prefecta de Gryffindor, futura Premio Anual, bruja más inteligente del Colegio de Magia y Hechicería abrió sus ojos y estos se movieron mecánicamente hacia la mesa de Slytherin para toparse con unos ojos plateados que los miraban desafiantes y curiosos.

-'Imposible…'- murmuro volviendo la vista hacia su mejor amigo. Harry J. Potter le sonrío levemente dándole a entender que, una vez más, estaba en lo correcto. –'Bueno, se me hacía raro que ya no nos insultara cada vez que pasamos por los pasillos cuando esta él.'- sonrío alegremente.-'Me alegra de que tengas buen gusto'- Harry se atragantó con le jugo de calabaza que tomaba en esos momentos.

Una mirada plateada lo miraba confundido desde el otro extremo. Y tal vez, pensó, el joven Gryffindor les había dicho a sus amigos respecto a su relación.

Son cosas que digo y no pienso

Y hay cosas que pienso y no digo,

¿Por qué? Te preguntaras

Y yo solo te responderé,

No sé, son cosas que pasan y cosas que se van.

Ron observaba a su amigo, desconcertado. Hasta que al final, después de varios minutos (tal vez, horas) cayó en la cuenta de quién estaban hablando…

-'¡Mentira¡Dime por favor que es mentira Harry!'- dijo indignado el joven Weasley. Sus manos agarrándose su roja cabellera en un acto desesperado. –'¡Y tú!'- señalo a Granger con el dedo-' ¿Cómo demonios se te ocurre decir que tiene buen gusto, 'Mione!'-

-'Sencillamente, diciéndolo, Ronald'- fue la simple respuesta de la joven. –'Aparte¿Quiénes somos nosotros, mortales, que le negamos a nuestro amigo Harry el hecho de amar y ser amado?'-

Ron bufó enojado y Harry entendio, con el simple hecho de que no le respondiera a Herms, que su amigo, casi hermano, lo apoyaba.

-'Gracias'- y la sonrisa sincera que esbozo, fue captada por una mirada plata que grabo cada sentimiento de sinceridad que había en ese simple hecho.

Le devolvió la sonrisa, y esos ojos verde esmeralda brillaron, por primera vez, desde la muerte de Sirius Black, con amor.

Y Draco Malfoy entendió, que hay cosas que no se pueden ocultar, ni a sus amigos, ni a Harry J. Potter junto con Granger y Weasley.

Son cosas y más cosas

Y son tantas que a veces se me olvida decirte

Qué de entre tanta cosa que hago o dejo de hacer,

Hay una cosa que siempre tendré en el corazón.

Te amo.