Los personajes que aparencen en este fic no son propiedad mia sino de la gran Rowling.

En este fic esta catalogo R por capitulos futuros que contendran LEMON, si no te gusta ya esta avisado.

Quiero dedicarle este fic a Emily Wolen por ayudarme a escribir algunas partes y revisar todo lo que he escrito, se que ahí partes que según tu son algo fuertes (y se que tienes razón) pero esto es lo que yo queria escribir igual que se que tu lo entiendes. Gracias por toda tu ayuda.

En un soleado parque, lleno de niños jugando se encontraba una joven mujer pelirroja y con unos hermosos ojos verdes, mecía el carrito de su pequeño hijo de unos meses que dormía placidamente.

- Vaya a si que los rumores son ciertos, el hijo es tan feo como su padre – la pelirroja se levanto rápidamente, llevando su mano derecha a su espalda tras su chaqueta para enfrentar a una mujer de pelo castaño y ojos sonrientes que la miraban.

- No te metas con mi hijo – recrimino – además, su padre no es tan feo.

- Nunca entendí donde tienes el gusto Lily.

- Cerca del tuyo Anne.

- Muy graciosa niña, muy graciosa – a brazo a la mujer – te he extrañado mucho señora Potter.

- Y yo a ti – le contesto dentro del abrazo – no sabes cuanta falta me has hecho – se separaron y se sentaron en el banco donde la pelirroja había estado antes sentada - ¿Cómo has estado?

- Bien – la chica fijo sus ojos verdes en los castaños de su amiga – bueno, vale, no estoy de maravilla, no lo estoy pasando en grande, pero al menos soy libre.

- ¿Qué clase de libertad tienes? Pasas los días con miedo de que te encuentren, moviéndote de un sitio a otro, has entregado a tu …

- no sigas por ahí Lily – grito la otra – puede que no tenga una vida muy estable, pero era justo lo que tenia que hacer, era un riesgo que no estaba dispuesta a asumir.

- No me hables de riesgos, yo si estoy corriendo riesgos y te aseguro de que son mayores que los tuyos.

- Lily ¿para que me has llamado, que quieres contarme?

- Hay una profecía.

- ¿Qué clase de profecía? ¿Qué me quieres decir?

- Hay una profecía sobre un niño nacido a finales de Julio que acabara con el que no debe ser nombrado.

- ¿Estas de broma? ¿Me estas diciendo que es tu hijo?

- No lo se Anne, puede ser Harry u otro niño, no se sabe cual de los dos será.

- ¿Qué vais a hacer?

- Escondernos, Dumbledore nos ayudara y eso es lo que haremos, nos esconderemos hasta que haya pasado el peligro – escondió su rostro entre sus manos – tengo mucho miedo Anne.

- Lo entiendo Lily, es lógico, pero todo saldrá bien estoy segura, ya lo veras.

- ¿Tú crees?

- Claro que si, vamos, James es el tipo con mas suerte que conozco, de cuantas se escapo en el colegio.

- Si puede ser, pero si algo me ocurriera…

- Nada te va a pasar – la interrumpió.

- Eso no lo sabes Anne. Y yo quiero que mi hijo tenga un futuro y ahí es donde entras tú.

- ¿Yo? Lily no creo que pueda hacer mucho, mira la vida que llevo ahora.

- Si puedes. He investigado unos hechizos de protección y he encontrado dos que me pueden servir, el primero ya esta hecho, pero si algo me ocurre, tú deberás de seguir con el segundo, por si es necesario.

- Lily no me puedes pedir algo así, díselo a Sirius, Peter o a Remus, cualquiera de ellos lo haría encantado.

- No. Se que si se lo pidiera lo harían, pero es un hechizo muy difícil y complicado, necesito que lo haga la mejor.

- Pues hazlo tú.

- Anne si te lo pido a ti es porque yo no podré hacer ese hechizo, escúchame bien si tu lo llegas a realizar será porque yo no este aquí para proteger a mi hijo y porque el hechizo que he creado ahora se ha roto.

- Lily yo…

- Por favor Anne aun faltan piezas para realizarlo, pero se que tu las encontraras, eres la mas indicada, por favor ayúdame a salvar a mi hijo.

- Lily, pero que se supone que voy a hacer, ni siquiera puedo usar mi varita para que no detecten mi magia.

- Anne mira a esos niños – indico la pelirroja – corren y juegan felices, sin preocupaciones, yo quisiera eso para mi hijo ¿Qué quieres tu Anne? Si Voldemort vence ni nuestros hijos ni esos niños podrán vivir en paz. – estiro unos pergaminos hacia la otra chica que después de mirarlos durante unos segundos, suspiro y los cogio.

- Esta bien ¿En que consiste?

- Prométemelo.

- Vamos Lily ya te he dicho que lo haría.

- Promételo.

- Esta bien lo prometo ¿Contenta?

- Si gracias – dijo la pelirroja con una sonrisa – Es un hechizo de protección, mira esto es lo que tengo…

Se levanto sobresaltada de la cama, su corazón palpitaba tan rápido que parecía que se le iba a escapar.

Salto de su cama y corrió a las escaleras, continuo hasta pararse delante de la puerta, abrió despacio y se acerco hasta una de las camas, corrió los doseles y encontró a su ocupante durmiendo placidamente, le agito suavemente el hombro hasta que abrió sus verdes ojos y la miro durante unos segundos medio adormilado intentando comprender que hacia allí a esas horas de la noche.

- He soñado con tu madre

- ¿Hermione?

- Debo ir a contarle a Dumbledore ¿Me acompañas?

- ¿Que? – pregunto el chico aun dormido.

- Acabo de soñar con tu madre, hablaba con otra mujer, tenían un hechizo para protegerte.

- Hermione – la llamo el con la voz tomada aun por el sueño – solo fue un sueño, nada mas.

- ¿Solo fue un sueño Harry? – el chico afirmo con la cabeza – de acuerdo. Entonces… ¿Tú no sabes nada de ninguna profecía? – el la miro fijamente.

- Dame las gafas – dijo mientras se levantaba de la cama – vamos a hablar con Dumbledore.

- Bien señorita Granger, si lo he comprendido bien usted soñó que la madre del señor Potter hablaba con otra mujer a la que llamo Anne – la chica asintió - ¿No dijo su apellido?

- No, no lo hizo – en esos momentos otro hombre entro en el despacho.

- Profesor Snape, siento haberle despertado – Hermione miro detenidamente a su profesor, había aparecido con un camisón gris que le llegaba a los tobillos y un gorro con una borla colgando de él, tuvo que apartar la vista de él, pero fue mala idea girarla hacia su amigo que intentaba aguantar las carcajadas.

- No se preocupe director.

- Vera la señorita Granger a soñado con una mujer tal vez nos pueda ayudar a saber quien es. Señorita si puede describir a la mujer al profesor Snape.

- Bueno es de estatura media, tenia el pelo castaño y hasta casi la cintura, sus ojos son del mismo color y la madre de Harry la llamaba Anne., pero no llego a decir su apellido.

- Snape – los tres miraron al profesor que miraba al fuego de la chimenea – ese es su apellido, Snape.

- No se parecía a usted profesor – intervino Hermione.

- No sabia que tuviera hermanas – susurro Harry a la chica.

- No es mi hermana señor Potter, es su apellido de casada, el de soltera es Jackoson.

- Haber si lo entiendo, Hermione soñó con tu madre que estaba hablando con otra mujer, que resulta ser la esposa de Snape – miro a su amigo que revolvía su desayuno exasperado.

- Si Ron, por última vez, eso es lo que paso.

- Pero sigue sin habiendo algo que no comprendo.

- ¿El que? ¿La razón por la que Hermione tuvo ese sueño?

- No. ¿Quién demonios se casaría con Snape? – Harry miro a su amigo que devoraba su desayuno.

- Hola chicos – los interrumpió otra voz.

- Hola Ginny – le contesto su hermano.

- ¿habéis visto a Hermione? – los dos negaron – es muy raro había quedado con ella en la biblioteca para que me explicara runas y no a aparecido. Les pregunte a Parvati y Lavender y me han dicho que cuando se levantaron Hermione ya no estaba en su cama.

- Se habrá ido a Hogs­meade – comento Ron – vamos nosotros también, seguro que la encontramos allí.

- No lo creo – indico Harry – iré a buscarla. Vete tú a Hogsmeade y buscara, yo la buscare por el colegio, si no la encuentro iré yo mas tarde.

- De acuerdo amigo, pero seguro que ya esta en el pueblo, buscando algún libro.

Recorrió casi todo el colegio, buscándola en la biblioteca, en la torre de astronomía, pero no la localizo, corrió a su habitación y en su baúl encontró el mapa que los gemelos Weasley le habían dado unos años atrás, lo utilizo y la localizo en el túnel que se escondía detrás de la bruja tuerta, fue hacia allí lo más rápido que sus piernas le daban, traspaso la estatua y la encontró sentada en el suelo con las piernas cruzadas en posición de indio y mirando al frente con la vista perdida, se sentó junto a ella sin decir nada, permanecieron así unos minutos, hasta que Hermione rompió el silencio.

- Tu madre te quería mucho.

- Eso creo.

- No lo creas, yo te lo puedo asegurar, sentía todo lo que ellas sentían y te tenía muchísimo amor.

- ¿Sentías lo mismo que ellas? No lo entiendo ¿Notabas sus sentimientos?

- No era como si fuera yo quien los tuviera, podía notar su preocupación por ti, su miedo, la otra mujer Anne tenia mucho miedo y un gran dolor, muchísimo sufrimiento, sentí como si mi corazón doliera, como si hubiese perdido a alguien muy importante. No me gusto Harry fue como si se metieran dentro de mi ¿Sabes lo que quiero decir?

- Tengo una ligera idea – contesto el con una sonrisa triste.

- Lo siento Harry lo había olvidado. Solo pensaba en mí.

- Eso no es malo Hermione, te pasas la vida preocupándote por mi y olvidándote hasta de ti misma – le cogio una mano entre las suyas – Hermione va para un año que tus padres murieron y no hablas de ello, estamos a principios de nuestro último año y cada vez te preocupas mas por mi y yo ni si querrá se como estas tu, no nos cuentas como te sientes, como estas y ahora además este sueño, yo no quiero que te veas tan involucrada en todo esto, no quiero que te expongas tanto.

- Creo que hace tiempo que me expongo Harry y no me arrepiento de ello. Quero ayudar, quiero ayudarte.

- Lo sé pero si te pasara algo a ti o a Ron, no podría vivir con ello, no soportaría perderos a ninguno.

- No nos perderás, te lo prometo Harry.