Miraba por la ventana de su despacho la noche, tenía mucho que pensar y no estaba segura de lo que debía hacer, era un riesgo muy grande y no sabía si lo quería correr.
- Esta noche te veo muy pensativa Anne – se giro y miro al que fuera su director.
- Un poco, pensaba en …
- ¿Quién íbamos a escoger para el hechizo?
- Algo así – contesto ella mirándole y pensando si leía sus pensamientos.
- ¿Tienes a alguien en mente?
- Puede ser, pero no se si seria seguro.
- La señorita Granger.
- Si el hechizo funcionara seria perfecta ella – Anne miro al profesor de pociones que estaba apoyado en la puerta.
- Claro sería perfecta – contesto ella con ironía.
- Ocurre algo, alguna razón por la que no quieres que la señorita Granger sea la escogida.
- Es muy joven.
- Pero muy valerosa y fuerte, domina mas hechizos que ninguno de sus compañeros.
- Cierto Dumbledore, pero no se si ella seria la indicada.
- Bien piensalo, no podemos retrasar mucho el hechizo, Voldemort podría atacar en cualquier momento.
- Lo sé, necesito un tiempo mas y todo estar listo para hacerlo, aun necesito un último ingrediente que estoy esperando que un amigo me proporcione aun así necesitaremos el consentimiento de la persona que vayamos a escoger para el hechizo.
- Bien mantenme informado de todo – el director salio dejando solos a la mujer con el profesor.
- Granger seria ideal, esta loca por Potter, haría cualquier cosa que el le pidiera.
- Lo sabes – no fue una pregunta si no una afirmación.
- Desde el primer día ¿pensaste que me iba a pasar desapercibido?
- No te vengues de mi a través de e…
- No me vengo de ti ¿Crees que es eso lo que quiero venganza? Tu misma lo dijiste Anne yo no te amaba, heriste mi orgullo no te lo voy a negar, pero no mis sentimientos.
- No te entiendo entonces Severus no te comprendo.
- No ahí nada que comprender.
- Si lo ahí, me tratas como si te hubiese quitado algo, como si te debería algo, parece que me odies.
- No te odio.
- Sabes que cuando huí no lo hice de ti, si no de todo.
- Lo se.
- Durante nuestros años de estudiantes éramos amigos – el la miro sopesando lo que ella había dicho – bueno vale no éramos amigos del alma, pero si nos respetábamos y nos apreciábamos ¿o no?
- Puede ser.
- ¿Entonces no me darías una oportunidad? ¿No podríamos volver a entendernos sin resentimientos?
- podríamos intentarlo.
- Severus tengo miedo, mucho mas de lo que nunca llegue a creer que podía sentir y esta vez no es por mi, necesito a un amigo ¿Tal vez tu?
- ¿Yo que? ¿podría ser tu hombro para llorar?
- No te pido tanto, solo un poco de compresión.
- Lo seré.
- ¿El que?
- Tu hombro para llorar – ella sonrió y en los labios de el apareció algo parecido a otra sonrisa, se acerco despacio a el y le permitió abrazarlo y el correspondió.
- Perdón no quería molestar – dijo una voz desde la puerta donde un hombre miraba la escena con furia en sus ojos – vendré en otro momento.
- Remus no molestas – pero el ya no la oyó o tal vez no la quiso oír.
- Ahora el licántropo se va a pensar que de verdad eres mi mujer. Tiene gracia.
- No tienen ninguna gracia – contesto ella molesta.
- No te preocupes, habla luego con el y reconcíliate con el.
- No tengo que reconciliarme con nadie, estoy aquí para cumplir la promesa que le hice a Lily y nada mas, lo mío con Remus termino hace tiempo.
- A veces me apetece pegarte – el otro no se inmuto con su respuesta – bueno ya que no serás tan borde conmigo, necesito que me acompañes a un sitio, no es que quiera ir, pero debo hacerlo.
Había cenado rápido para esquivar a su amigo que sabia que la cuestionaría sobre la marca que tenia en la muñeca, conocía lo bastante bien a Harry, como para saber que no seria algo que dejaría pasar así como así y ahora debía ir a la torre y volver a esquivarlo, al doblar en una esquina choco contra otro cuerpo y ella y sus libros cayeron al suelo.
- Malditasea Granger mira por donde andas, me podías haber ensuciado la túnica – la sacudió como si estuviera manchada – eres bastante torpe.
- Malfoy porque no desapareces, prueba a hacer un hechizo haber si lo logras – recogió sus libros y se levanto pasando al lado del rubio.
- Granger te dije hoy que tuvieras cuidado – ella no se molesto en contestarle, siguió caminando ignorándolo – te estoy hablando – en dos pasos estaba detrás de ella la agarro por el brazo y la giro hacia el provocando que los libros volvieran al suelo.
- Malfoy eres idiota – le grito ella agachándose a recogerlos.
- así es como me gusta verte sangre sucia a mis pies – le golpeo con su pie provocando que ella cayera al suelo – arrastrándote como la sucia que eres – eso fue demasiado para la chica que rápidamente saco su varita y apunto al chico con ella.
- Nunca vuelvas a tocarme - ella le apuntaba con la varita en el pecho y ni siquiera pestañeaba – o seré yo quien te enseñe lo que es sufrir de verdad.
- ¿Tienes valor sangre sucia? ¿vas a matarme? Tu deberías saber como se vive la muerte ¿Lloraste mucho cuando tus papas murieron? ¿Dolió sangre sucia? Debió ser difícil esta allí en el coche con ellos mientras ellos gritaban agonizando ¿Te llamaban?
- Cállate Malfoy o sino.
- O sino ¿que? Me vas a hechizar ¿Crees que podrás? No puedes igual que no pudiste salvar a tus padres mientras gritaban pidiendo ayuda y sus vidas se consumían dentro de su coche – por los ojos de la chica las lágrimas empezaban a salir – eso es todo lo que sabes hacer sangre sucia llorar ¿No me vas a hacer daño? ¿no iba a conocer lo que es sufrir?
- Y lo conocerás Malfoy no lo dudes – el chico se puso rígido al notar otra varita contra su espalda – nosotros podemos hacerte sentir todo el dolor que quieras verdad Harry.
- Desde luego Ron, desde luego – el chico se acerco a su amiga que seguía con la varita extendida hacia Malfoy mientras su mano no dejaba de temblar – Hermione – la llamo suavemente pero ella no reaccionaba tomo la mano en la que la chica sostenía su varita y la bajo suavemente la rodeo con su brazo por el hombro y la llevo hasta una pared en la que la dejo apoyada – espera aquí un minuto ahora vuelvo – se dirigió de nuevo hasta donde Ron seguía apuntando a Malfoy – baja la varita Ron – el pelirrojo miro a su amigo sorprendido aun así hizo lo que le pidió y antes de que se diera cuenta Malfoy estaba a sus pies tocándose la mandíbula – solo te lo voy a decir una vez déjala tranquila, si quieres bronca ven a buscarme a mi, si tienes ganas de insultar a alguien estoy dispuesto para darte tu merecido, pero a ella dejara en paz – el rubio se levanto rápidamente.
- Esto no quedara así Potter, te juro que esta me la pagaras – gritaba mientras se alejaba por el pasillo rápidamente.
- Si Malfoy si. Cuando quieras – fueron a buscar a Hermione que seguía apoyada donde Harry la había dejado.
- Hermione – la llamo Ron, pero no obtuvo contestación – Hermy – dijo para hacerla de rabiar, pero la chica ni se inmuto, seguía con la cabeza baja y podían oír sus llantos.
- Hermione – tampoco contesto, pero apoyo su cabeza en el pecho del chico que la envolvió con sus brazos mientras ella seguía sollozando – todo esta bien Hermione tranquila – le decía mientras le acariciaba el pelo.
- ¿Cómo lo sabia Harry? ¿Como?
- ¿El que? – pregunto el suavemente.
- Como sabia como murieron mis padres no se lo conté a nadie Harry, no podía contarles que los oí gritar de dolor, y la ayuda no llegaba, pero el lo sabia.
- Ya lo averiguaremos tranquila, lo averiguaremos.
- Yo quería ayudar a mis padres, pero no sabía que podía hacer y la ambulancia llego demasiado tarde, no pude hacer nada por ellos.
- Lo se Hermione – miro a su amigo que miraba la escena sin saber que decir ni que hacer – vamos a la torre.
Fueron los tres caminando juntos con Hermione entre los dos chicos, Hermione llevaba su cabeza apoyada en el hombro de Harry y el le iba friccionando la espalda mientras el pelirrojo sujetaba la mano de su amiga sin saber que mas podía hacer, entraron en su sala común que ya estaba desierta, todo el mundo debía haberse ido a acostar ya.
- Venga Hermione ve a dormir y mañana estarás mejor - le dijo Ron.
- No quiero dormir – dijo ella.
- Es tarde Hermione, Ron tiene razón debes descansar.
- No quiero estar sola – los dos amigos se miraron entre si.
- Bueno pues ven a dormir a nuestra habitación.
- Ron no puedo dormir en lustra habitación que pasaría si alguien se enterara además ¿Dónde iba a dormir? – los dos chicos se sonrojaron pensando en la respuesta.
- Bueno pues durmamos aquí los tres – indico Harry.
- ¿En la sala común? – pregunto la chica.
- Porque no.
- Vale yo se hacer el hechizo que hizo Dumbledore en tercero para que hacer aparecer sacos de dormir.
- Pues ya esta dormiremos aquí.
- Estupendo me voy a poner el pijama – dijo Hermione subiendo corriendo las escaleras.
- "sea que hoy no dormimos en bóxer – comento Ron mientras subía las escaleras seguido de su amigo.
- Me parece que no Ron.
Cuando bajaron los sacos ya estaban extendidos en mitad del salón, pero no había ni rastro de Hermione, los chicos se pusieron cada uno en los sacos de los extremos dejando el de en medio para su amiga que en ese momento bajaba las escaleras, Harry levanto sus ojos y la miro acercarse, llevaba un pequeño pantalón ajustado a su cuerpo y una camiseta de tirantes.
- ¿Qué le paso a sus camisones? – murmuro el chico extasiado mirando a la chica.
- No lo se, preferirá dormir en pantalones cortos – contesto el pelirrojo echándole un vistazo y tumbándose en su saco., pero que demonios ocurría ahí, es que Ron no se daba cuenta de las curvas que tenia ella, un momento, volvió a pensar, desde cuando Hermione tiene curvas.
- Gracias por dormir aquí conmigo chicos – dijo Hermione mientras se metía dentro de su saco – y Ron por cierto – le dio un golpe en el hombro – no me vuelvas a llamar Hermy.
- Era un mote cariñoso – contesto el riéndose y parando el segundo golpe que su amiga le intentaba dar – venga Hermy no te pongas así – rió mientras ella lo miraba con el ceño fruncido – descansa – deposito un beso en su frente - buenas noches.
- Eres horrible Ron – los tres se echaron a dormir y Harry apago la luz de la sala con su varita.
La sala aun estaba iluminada por el fuego de la chimenea y lo único que se oía eran los ronquidos de Ron, Hermione se dio la vuelta en su improvisado lecho y se encontró con los ojos verdes de su amigo mirándola.
- ¿Siempre ronca así? – pregunto.
- No, hoy tiene una buena noche.
- Pues menos mal – la chica tiro hacia atrás su saco – hace calor.
- Algo – pero en ese momento el calor que sentía Harry, era mas bien producido por la cercanía de ella, en la posición en la que estaba la chica, podía ver perfectamente el comienzo de sus senos y el solo deseaba que la luz que la chimenea ejercía, se apagara para dejar de ver así a su amiga, porque era eso su amiga, no podía seguir mirándola de esa manera, no bajes la mirada Harry, no bajes la mirada, se decía una y otra vez, no la bajes, pero no podía controlarla, suspiro y se puso boca arriba mirando al techo.
- ¿Estas bien Harry? – interrogo ella preocupada.
- Si claro, solo que tu me estas volviendo loco, pero esto último lo pensó para el.
- ¿No estarás enfermo? – se levanto un poco para poner una mano en la frente del chico.
- No estoy bien – contesto el molesto y cerrando los ojos para no ver a la chica con medio de su cuerpo erguido sobre el.
- ¿Seguro? Estas algo caliente – siguió ella mientras ponía su mano por las mejillas del chico y luego la baja al cuello.
- Por dios Hermione estate quieta – casi grito el sujetando la mano de la chica bruscamente lo que provoco que el cuerpo de ella cayera sobre el de el y eso lo empeoro todo para el que podía notar los senos de ella contra su pecho y supo perfectamente que lo que sentía en su entrepierna no eran ganas de ir al baño.
- Lo siento – murmuro ella nerviosa – no te quería molestar.
- No me has molestado, mas bien me has excitado, razonó el, debía detener todo esto, apartar a Hermione de encima de el y dejar de acariciar la espalda de la chica, como había llegado allí su mano, desde cuando la acariciaba.
- Harry – llamo ella mientras se mordía su labio inferior nerviosa, por dios Hermione no hagas eso, el ya no podía mas, sus hormonas eran lo único que mandaban en su mente y sin saber a ciencia cierta como paso beso a la chica suavemente, ella se aparto, pero cuando el coloco su mano en la nuca de ella y la volvió a atraer hacia sus labios ella no opuso ninguna resistencia al contrario, abrió sus labios esperando la lengua del chico que no tardo en introducirla en su boca y jugar con la de ella, todo iba muy rápido, pero era como si todo fuera correcto, cuando la mano que el tenia en su espalda, siguió bajando hasta su trasero y lo apretó ella gimió dentro de la boca del chico, ella no se quería quedar atrás así que introdujo su mano por la camisa del pijama de el y acaricio sus abdominales y su tórax provocando que estaba vez fuera el quien gimiera y perdió el poco control que tenia, se volcó sobre ella rápidamente y se introdujo entre sus piernas se movió suavemente rozando su cuerpo con el de la chica y otro gemido se oyó por parte de ella cuando noto la excitación del chico rozándole, nunca había sentido nada así y era muy agradable el puso su mano sobre el pecho de ella amasándolo suavemente, notando como el pezón se erguía, el contacto la estaba haciendo olvidarse de donde estaba y de lo que estaba haciendo, rodeo con sus piernas al chico apretándolo mas contra ella y arqueando su espalda, mientras el besaba ahora su cuello hasta llegar a su hombro donde fue deslizando el tirante de la camiseta otro gemido inundo la sala y fue cuando Harry se dio cuenta, era lo único que se oía sus gemidos, paro de besar su cuello y miro a su izquierda donde un pelirrojo los miraba asombrados con su cabeza apoyada en su mano.
- Hola ¿Qué tal? – les dijo y Hermione escondió su rostro sonrojado en el cuello de Harry mientras el pensaba en si matar a su amigo o darle las gracias por haberlos parado - ¿hacéis esto muy a menudo o solo en la sala común?
- Cállate Ron – Harry coloco el tirante de Hermione en su sitio de nuevo.
- ¿Me puedo ir? Pero creo que deberíais saber que por aquí puede pasar cualquiera y veros.
- Que te calles – volvió a repetir su amigo mientras se quitaba de encima de una sonrojada Hermione que subió su saco hasta casi taparse la cabeza y se giro para dormir como si no pasara nada.
