Buenas.
Siento el retraso, puedo decir que he estado muy ocupada, que he tenido poco tiempo, etc, etc... cosas que no son mentira, pero la verdad fundamental es que soy una grandisa vaga, para que lo vamos a negar, aun asi, espero que me sepais perdonar y que os guste este capitulo..
Mayra Potter: Se que he tardado en actualizar, pero bueno aun asi, espero que leas este capitulo y que te guste.
Hibari: Se que deje la historia en un punto importante y que tardo mucho en actualizar, de verdad es que soy mala, mala, mala.
La Pirata: Gracias por tu review, me alegro de que tu guste el fic.
Hermionita: Chica perdona que tarde en actualizar, pero vamos si llego a saber que tengo un club de fans hubiese intentado actualizar antes, muchas gracias.
Ella aparto su rostro no quería que la volviera a besar, la tocaba y manoseaba los pechos y ella tan solo podía llorar y pensar en Harry cuando sintió una mano introducirse por debajo de su falda en ese momento solo quería desaparecer, que la tierra se abriera y la tragase. Se intento defender con las pocas fuerzas que le quedaban, pero sus brazos estaban sujetos y no podía defenderse, las lágrimas caían por sus ojos sin parar y fue entonces cuando oyó un grito y noto como uno de sus brazos era liberado el peso que tenia sobre ella desaparecía y alguien la levantaba del suelo, ella intento soltarse de los brazos que ahora la sujetaban, pero quien la estaba sosteniendo no la soltaba, se revolvió pero era inútil.
Hermione, todo esta bien, estas a salvo – levanto su cansada vista para ver a quien la tenía abrazada, era mucho mas alto que ella, delgado de ojos azules y pelirrojo.
¿Fred? – dijo en lo que parecía un suspiro y se acurruco contra el.
Lo van a pagar Hermione – la envolvió con su túnica y la apretó contra el – George ayuda a Ron a sujetar a Harry o terminara matándolo – la chica aparto la cabeza del pecho del chico para dirigir su vista a los otros, Ron tiraba de Harry que golpeaba a un Zabini medio inconsciente en el suelo y justo en ese momento George tiraba del otro brazo del chico para detenerle.
¿Qué ocurre aquí? – la voz los sorprendió a todos, el director seguido de la profesora McGonagall, el profesor Snape, Anne y Remus aparecían en la biblioteca – señor Potter ¿Podría dejar de golpear al señor Zabini¿Se encuentra bien señorita Granger?
Hermione ¿Estas bien? – le pregunto Anne, pero ella se refugio mas en los brazos de Fred.
Déjela en paz – grito Harry.
Harry – lo regaño Remus – se que estas enfadado, pero ...
¿pero que? – grito el chico – cállate, yo confiaba en ti y tú has permitido todo esto. ¿Qué estoy enfadado? No sabes hasta que punto.
Harry – llamo Anne.
Cállese y aléjese de ella, aléjese de todos nosotros.
Lo mejor será llevarlos a todos a la enfermería – corto Dumbledore.
Hermione – Anne se acerco a ella y a Fred – vamos te acompañare a la enfermería.
Señorita – le dijo Fred – no se quien es, pero ella no quiere ir con usted.
Es la esposa de Snape – dijo Ron a su hermano y su vista se encontró con la de Severus – del profesor Snape quiero decir.
Si ya – rió George – claro la mujer de Snape, como va una mujer como usted a estar casada con eso.
George no le faltes el respeto al profesor Snape ni a su esposa – corto Remus molesto.
¿Se casaron por correspondencia?
George cállate que mi Snape todavía me da clases.
Si los señores Weasley han acabado, vayamos a la enfermería – indico el director.
Hermione no va – chillo Harry se acerco hasta ella y se la arrebato a Fred de sus brazos, le aparto el pelo del rostro y la miro de arriba abajo, cerro la túnica que Fred le había colocado sobre los hombros, beso su frente y le susurro un suave lo siento, la cogió en brazos y camino hacia la puerta, se paro en seco y sin volverse les dijo a todos los presentes – y mas vale que mantengáis a Zabini y sus secuaces alejados lo mas que podáis de mi, porque os juro que si los encontró podéis tener por seguro que los matare – salio por la puerta seguido de todo los Weasley.
No hablaba en broma – indico Remus.
Lo sé – dijo Dumbledore – lo se.
Así la ibais a proteger.
Anne esto ha sido un accidente aislado que nadie tiene que ver con el hechizo – dijo Severus.
Estaba dentro del colegio y la han atacado, si no la han podido proteger aquí dentro, que pasara cuando salga de aquí.
Estará protegida Anne tranquila – indico Dumbledore mientras hacia aparecer unas camillas para los Slytherin.
¿Qué te paso en el labio? – se giro par mirar a Severus a su lado ella inconscientemente llevo su mano a la herida.
Buena pregunta, por eso necesito que me hagas un favor.
¿Qué clase de favor?
Severus no puedes decir que si sin mas.
No. Eso seguro que terminaría metiéndome en algún lió.
Da igual, porque lo vas a hacer – le tendió un pergamino con una lista de materiales – necesito esto para mañana en la noche – el hombre leyó toda la vista.
Tú estas loca ¿No pretenderás…?
Si y no voy a aceptar una negativa.
Es peligroso.
Lo sé, pero necesito hacerlo.
Abrió la puerta de la habitación de una patada sobresaltando a todos sus compañeros de habitación que lo miraron sorprendidos al verle entrar con Hermione en brazos y seguidos de Ron.
Harry – llamo Dean - ¿Qué le ha pasado a Hermione?
Salir todos – fue la única respuesta que dio.
Es nuestra habitación – protesto Seamus y la única respuesta que recibió fue una fría y gélida mirada por parte de su compañero.
Iremos a la sala común – índico Neville cogiendo una almohada y saliendo seguido por sus compañeros.
Te has pasado – le dijo Ron.
Tu también ¡Fuera!
Harry, Hermione también es mi amiga...
Vete Ron.
Pero...
¡Vete! – el grito sobresalto tanto a Hermione que soltó un pequeño grito como a Ron que lo miro y después salio de la habitación.
Dejo a la chica sentada sobre su cama y comenzó a revolver en su baúl, hasta que saco un pequeño bote y un pañuelo, vertió algo del liquido que contenía el bote en el pañuelo, levanto el rostro de Hermione y con todo el cuidado que pudo le comenzó a limpiar la herida de su labio.
Quiero lavarme – ni siquiera ella misma sabia como había podido decir esas palabras.
Claro – se separo de ella y le acerco una toalla, fue hacia la puerta de la habitación y la abrió – Ron – llamo y en cuestión de segundos el pelirrojo se encontraba frente a su amigo – pide a tu hermana que le traiga un pijama a Hermione – cerro la puerta y ayudo a Hermione a entrar en el baño, allí le abrió el grifo de la ducha y se la quedo mirando sin saber que hacer - ¿Quieres que te ayude? – ella negó con la cabeza – te espero afuera, si me necesitas llámame – salio del baño y se sentó en la cama revolviéndose el pelo nerviosamente, al cabo de unos minutos Ron y Ginny entraron en la habitación.
¿Dónde esta? – pregunto la menor de los Weasley.
En el baño – en ese instante un llanto les hizo entrar a los tres para encontrarse con una Hermione, metida dentro de la ducha con la túnica de Fred aun puesta frotándose el cuerpo.
Hermione – llamo Ginny acercándose a ella.
Estoy sucia Ginny, estoy sucia – la pelirroja cerro el grifo y abrazo a su amiga que callo al suelo de rodillas, Harry se iba a acercar, pero una mirada de Ginny se lo impidió, salio a rastras de la estancia arrastrado por el otro chico dejándolas allí solas.
Siento haberte chillado antes – se excuso ante su amigo.
Por esta vez no te lo tendré en cuenta – el guiño que le dio su amigo, supo que era una broma – has perdido un poco la cabeza.
Lo hubiese matado Ron – se sentó de nuevo en su cama mientras su amigo le imitaba – si no me hubieses sujetado lo hubiera matado.
Lo se Harry, lo sé – su amigo le paso un brazo por los hombros – pero no lo hiciste.
Aun lo deseo.
Y yo – se callaron cuando Ginny salio del baño.
Voy a buscar una poción para que Hermione pueda dormir. acompáñame Ron.
No, quiero quedarme aquí con ellos – protesto el pelirrojo.
Si Zabini esta allí, alguien debe impedir que le salte encima.
No si al final voy a acabar como el héroe de Zabini.
Vamos Ron y tu – dijo señalando a Harry – que Hermione se acueste.
Tiene los genes de mi madre, manda tanto como ella.
Camina Ronald.
Lo ves – Harry sonrió cansadamente y se asomo a la puerta del baño, Hermione se miraba en el espejo y cuando el chico se acerco por detrás de ella miro su reflejo y sonrió tímidamente.
Ven a descansar – ella siguió mirándolo a través del espejo bajo su mira se giro y paso a su lado cuando sus hombros se rozaron ella cogió su mano y con un susurro pregunto.
¿Puedo dormir contigo?
Siempre que quieras – y así la siguió hasta su cama, donde después de que ella se echara el cogio su pijama y se iba a meter en el baño a cambiarse cuando la volvió a oír.
No me dejes sola, me daré la vuelta si quieres, pero no me dejes sola – ella se giro en la cama mirando a la pared y el comenzó a cambiarse, cuando finalizo se introdujo entre la sabanas, ella se volvió para vele y el le acaricio su mejilla.
Lo siento, si no me hubiese enfadado contigo, nada de esto hubiera pasado – ella sonrió y se apretó contra el cuerpo de él buscando su calor.
No tiene nada que ver y tu lo sabes, aun cuando no hubiésemos discutido, yo hubiera estado en la biblioteca estudiando.
Eso es cierto – afirmo él.
Yo siento que te enfadases tanto conmigo.
No me enfade contigo – la interrumpió el – todo es demasiado complicado en mi vida Hermione y que tu te expongas de esa manera no me ayuda a estar mas tranquilo.
Pero es bueno para ti – dijo ella incorporándose en la cama y mirándole – el profesor Dumbledore cree que te puede salvar la vida.
Ese es el problema Hermione – contesto el incorporándose también – que el cree y sabe todo lo que es mejor para mí y puede que este confundido, exhibirte a ti no es mejor para mi.
No me ha exhibido – protesto ella – solo quiere ayudar.
Hermione él decide sobre mi como si fuera una marioneta a la que manejara y manipulara y estoy arto de sentirme así, no digo que lo que hace no sea por mi bien, solo que no estoy seguro que sea lo mejor. De un tiempo a esta parte estoy sintiendo algo muy fuerte por ti – el chico miraba la sabana blanca que les cubría mientras ella se sonrojaba notablemente –y perderte no entra en mis planes.
No me vas a perder – susurro ella cogiendo una de sus manos – no me va a ocurrir nada.
De eso estoy seguro – siguió el - porque como si todo el maldito mundo mágico se derrumba, que a ti nadie te volverá a poner una mano encima – ella rió nerviosamente y le abrazo con todas sus fuerzas.
Un error, esas eran las únicas palabras que daban vueltas en su cabeza, todo había sido un error, querer que Hermione protegiera a Harry, que entre ellos el vinculo era suficientemente grande para que nada lo pudiera romper que su amor podría con esto, miro inconscientemente al hombre que leía un libro en frente suyo, el amor no lo puedo todo y de eso sabía ella bastante, no había dejado de amarlo y sabía que aun cuando cien años pasaran lo dejaría de hacer, pero aun así eso no era suficiente para que funcionara lo suyo, se necesitaba mas para que todo pudiera salir bien y lo que necesitaban era paz y ellos no podían concederla.
No es tu culpa – comento Remus sin levantar la vista del libro.
¿Eh? – estaba confusa.
Lo que le paso a Hermione no es culpa tuya.
Creme es mas culpa mía de lo que te puedes imaginar.
Ha sido un fallo lamentable que estoy seguro que no se repetirá y no debemos olvidar que se llego a tiempo y que Hermione no a sufrido daños mayores.
¿Eso te ayuda a dormir? – por primera vez levanto la vista del libro para fijarla en ella.
Si, si es así como lo quieres ver, a mi me ayuda.
Ya – contesto ella con tono sarcástico – cada uno se perdonada como puede.
¿Qué quieres que te diga¿Qué esperas que conteste?
No lo sé Remus – grito ella – pero que seas tan diplomático con todo me ataca un poco los nervios.
Chillar y patalear a mi no me ayuda – contesto el impasible.
Pues a mi si, vamos en serio no estas ni una pizca preocupado por lo que paso esta noche.
Estoy bastante inquieto por lo que ha pasado, pero conozco bien a Harry y a Hermione ellos pueden superar esto.
¿Y nosotros? – pregunto ella bajando bastante el tono de voz.
¿Que? – interrogo el sorprendido.
¿Podemos nosotros? –volvió a repetir ella con mas seguridad que antes.
Anne yo no sé lo que quieres oír, no se que te tengo que decir.
Tiene gracia – sonrió tristemente mientras se levantaba y avanzaba hacía la habitación que ocupaba – porque yo tampoco se que debes decir.
En la hora del desayuno, en todas las mesas se comentaba el accidente del día anterior, nadie sabía detalladamente que era lo que había ocurrido, solamente que Blaise Zabini había atacado a un chica y que ahora estaba en la enfermería, que Dumbledore estaba esperando la visita de sus padres y que lo iba a expulsar ese mismo día.
En la mesa de Gryffindor los tres amigos comían sin decir nada, esperando que nadie sospechara que ellos estaban involucrados en los rumores y que alguien le preguntara a Hermione que era lo que había ocurrido.
Harry miraba atentamente hacía la mesa de Slytherin y cuando el sujeto que esperaba se levanto de la mesa para salir del comedor, el disimuladamente le siguió.
Malfoy – llamo cuando estuvo detrás de él – Malfoy – repitió mientras el rubio se paraba.
¿Qué quieres Potter? – pregunto sin girarse.
No voy a hacer esto más de una vez, así que no esperes que lo repita – empezó.
Termina lo que vienes a decir – contesto fríamente.
Gracias – dijo Harry con trabajo – no sé porque lo hiciste y no lo quiero saber, pero gracias.
No me las des, no lo he hecho por ti – contesto girándose para mirarle.
No sé porque lo has hecho, no te lo voy a preguntar, lo único que me importa es que Hermione esta bien y porque mucho que me joda y creme que lo hace, si tu no me hubieses avisado no hubiera llegado a tiempo.
No se repetirá, creme – dijo el rubio dándose la vuelta – os sigo odiando a ti al pobretón y a la sangre sucia.
Y nosotros a ti tranquilo.
Llevaban casi una hora en la habitación del profesor de pociones, ella sentada en la silla movía el pie inconscientemente mientras se mordía las uñas.
¿Segura que quieres hacer esto? – pregunto el con un vaso en la mano.
No, pero necesito saber porque pasa esto, es muy extraño Severus y no me hace gracia que mis sentimientos estén unidos a los de una adolescente.
Tiéndete en mi cama – y ella así lo hizo, se acostó mientras el le daba el vaso – te doy diez minutos.
El máximo es veinte – protesto ella.
No, lo máximo que un mago ha podido estar es veinte, pero era alguien fuerte y poderoso y en la quinta vez que lo hizo, te doy diez y ni uno más, si tu cuerpo no lo soporta no podrás volver Anne, diez minutos.
De acuerdo – concedió ella bebiendo el contenido del vaso de un solo trago – por Merlín sabe horrible.
Que esperabas que lo endulzara para ti, si lo hubiese echo… - pero no oyó las siguientes palabras, sus ojos se cerraron y sintió como si su cuerpo flotara hasta otro lugar.
Te esperaba – fueron las palabras que oyó antes de abrir sus ojos.
Estas igual, tan joven…
Pues tú estas horrible, eres algo ¿vieja?
Gracias, es un placer volver a verte.
Tardaste, sabia que vendrías.
¿Porque¿Acaso eres ahora adivina?
Puede ser.
Yo más bien diría que eres una manipuladora.
Oye – se ofendió – esas palabras son muy duras.
Lily ¿Qué me has echo?
