- Te ayude a cumplir tu promesa – contesto con una sonrisa – ¿nos sentamos? – y entonces Anne se fijo en donde estaba, era una cocina, la pelirroja estaba sentada en la mesa mirándola y señalándole la ventana, Anne se acerco y corrió un poco las cortinas para ver, la vista era de un gran terreno verde, al fondo se veían montañas y grandes árboles, oyó unos gritos y miro hacia el cielo, donde dos hombres volaban en escoba, se volvió para mirar a la mujer que asintió con la cabeza – salen todos los días a volar, James esta muy feliz desde que Sirius a llegado y el parece estar recuperando una calma que había perdido. ¿Qué tal Remus?

- ¿Qué tal Remus es lo único que me vas a decir?

- ¿Qué quieres que te diga?

- No lo sé. ¿Qué tal…? Oye Anne que sepas que te hechice a ti y a Hermione para que pudierais sentir lo que siente la otra.

- ¿Estas enfadada por el hechizo?- pregunto tranquilamente.

- Lily si no estuvieras muerta, te mataría.

- Anne me prometiste que realizarías el hechizo.

- Y lo he hecho.

- Si pero porque te obligaron a volver.

- No puedo creer que este discutiendo esto contigo.

- No es un tema de discusión, además no estamos discutiendo.

- ¿Cómo llamas tú a esto?

- Una conversación entre amigas.

- Sabes que sigues siendo insoportable.

- Y tu una cabezota, nada a cambiado – contesto con una sonrisa que su amiga no contesto.

- Todo a cambiado Lily, todo, tu... vosotros – dijo señalando la ventana – estáis... ya no ...

- Estamos muertos Anne, puedes decirlo.

- No – negó ella con la cabeza – no puedo.

- Debes de tener fe.

- Hace tiempo que la perdí – contesto sentándose enfrente de su amiga – ya no puedo creer.

- Pues debes hacerlo, tienes que creer que todo saldrá bien y que conseguiréis vencer, por eso realice el hechizo Anne porque sabía que tu sola no volverías.

- Pero no fue justo, no solo por mi, si no por Hermione, esta confundida, no sabe cuales son sus sentimientos ni los míos, soñó con el día que te vi por última vez.

- Lo sé, desde aquí lo sé todo.

- ¿Y eso en que ayuda?

- Es fantástico Anne, yo nunca pensé que las cosas saldrían así, cuando realice el hechizo, te juro que no fue para que Hermione fuera la protectora de Harry, si no para que…

- No lo digas – dijo Anne – no quiero oírlo.

- Debes afrontar tus miedos.

- No es miedo Lily, no es miedo, es por el bien de todos, por eso me fui.

- La razón por la que te fuiste se llama cobardía, cielo – dijo sarcásticamente la pelirroja.

- No estoy aquí para que me juzgues Lily, si no para saber que es exactamente lo que hiciste.

- Es increíble que Harry y Hermione estén enamorados, eso era algo con lo que yo no contaba.

- Tengo la sensación de que no escuchas nada de lo que te digo.

- Que Hermione sea la protectora de Harry, es maravilloso.

- Entiendo que quieras que tu hijo venza y viva Lily, pero no tenías derecho a exponer a Hermione.

- No lo hago, lo hace ella sola.

- Pero no quiero que lo haga, no quiero que muera Lily.

- Lo se Anne ¿Crees que yo quiero que muera Harry? – pregunto con una triste sonrisa.

- Pero tu también decidiste hace años lo que hacer. No pensaba que llegaría a Hogwarts ni que conocería a Harry ni que se …

- Enamorasen.

- No me lo recuerdes.

- ¿Porque? El amor es bueno.

- Estar cerca de Harry la puede matar.

- El también puede morir.

- Si Lily, pero es mi hija de la que hablas – Anne pudo ver la palidez en el rostro de su amiga que miraba sobre su hombro, se volvió para encontrarse con el rostro de Hermione desencajado por la noticia – Hermione yo…

- No – grito ella – no, cállate – y se desvaneció en el aire.

- Lo siento Anne, te juro que no tengo nada que ver en todo esto, no pretendía que esto pasara.

- La deje con una buena familia Lily, lejos de la magia ¿Cómo a pasado esto? – pregunto derrumbándose sobre la mesa – no lo entiendo, no lo entiendo.

- Porque es tu hija y sus poderes tan fuertes como los tuyos y los de su padre, la magia despertaría en ella quisieras tú o no.

- Ate sus poderes, no tenían que haber despertado nunca.

- No…- susurro la pelirroja – a no ser que yo los desatara.

- Lily – suspiro – Severus me esta despertando – dijo mientras veía como su mano se desvanecía – debo ir.

- Si, o no podrás volver.

- Tal vez aquí estaría mejor.

- Deja de escapar de la vida Anne, deja solo que las cosas pasen, a veces duelen, pero otras veces te hacen muy feliz, nosotros te estaremos esperando para cuando tu momento llegue – fue lo último que la oyó.

- No se como permitiste que hiciera esto – oía unas voces a su alrededor que le resultaban muy molestas.

- No me pidió permiso, solo ayuda, lo hubiese echo conmigo o sin mi.

- Os podéis callar – susurro sin abrir sus ojos – la cabeza parece me que fuera a estallar.

- Anne – llamaron junto a ella - ¿Estas bien?

- Si Remus, solo agotada, pero estoy bien – abrió los ojos para ver al licántropo sentado en la cama.

- Eso que has hecho es una estupidez – grito – te pones en peligro para nada – su tono de voz cada vez era mas alto – sabes que existía la posibilidad de que no pudieras volver – se levanto furioso de la cama y salio de la estancia dando un portazo.

- Parece que se ha enfadado – Anne ni tan siquiera le contesto miraba hacía el techo de la habitación – vas a tener que hablar con él, Anne creo que no me prestas atención.

- Ahora tengo un problema mayor que Remus – pero no había terminado de decir esas palabras cuando la puerta se abrió de un golpe y una chica furiosa entraba en la habitación.

- Señorita Granger no le han enseñado a picar a la puerta antes de entrar en una sala y a vestir algo mas adecuado – le dijo al ver a la chica solamente con su camisón, pero ella ni tan siquiera le miro, se acerco despacio a la cama en la que reposaba Anne.

- ¿Es cierto? – pregunto.

- ¿Si es cierto el qué? – pregunto su profesor.

- Ahora no es un buen momento para hablar de esto Hermione – contesto la mujer.

- ¿Qué no es un buen momento? – grito la chica.

- Señorita Granger – la increpo Severus – esta usted en mis aposentos, por lo tanto le ordeno que controle su tono de voz.

- Cállese – le chillo ella – esto no tiene nada que ver con usted - y un pensamiento cruzo su mente en ese momento - ¿o sí? – preguntó mirando a la mujer.

- Hermione podemos mañana hablar de esto mañana, ve a dormir y descansa, mañana mas tranquilas charlaremos del tema.

- No – negó ella.

- Hermione – Harry entraba en la habitación seguido por Ron - ¿Qué pasa?

- Nada Harry, solo he venido a darle las buenas noches a mi madre, que descanses mami – dijo sarcásticamente saliendo atropelladamente de la habitación y empujando a sus dos amigos en su huida.

- ¿Qué ha querido decir? – pregunto el pelirrojo, pero no recibió ninguna contestación, su amigo miraba a la mujer que se tapaba el rostro con una mano.

- ¿Es cierto? – pregunto el moreno.

- Eso no es de su incumbencia Señor Potter.

- Harry – le llamo Anne - ve con ella, te va a necesitar.

- Sabe – contesto él – ya teníamos bastantes problemas sin que estuviera usted aquí – se giro y agarrando a Ron salio de la estancia.

- Vas haciendo amigos por donde quiera que vas.

- He de hablar con Remus… no sé como se lo voy a decir…

- Creo que primero deberías aclarar las cosas con ella.

- Me odia Severus ¿Qué quieres que aclare?

- Se que se te ocurrirá algo, siempre se te ocurre.

Hermione corría por los pasillos estaba mas furiosa de lo que nunca había recordado, todo su mundo se había venido abajo en menos de un año y ahora además se le sumaba el encuentro con una madre totalmente desconocida y que no había sentido ningún remordimiento cuando la había abandonado, sintió como era agarrada por un brazo y volteara para encontrarse con los ojos verdes de su amigo, no necesito decirle nada, el ya lo sabía todo, se arrojo a sus brazos y lloro, de impotencia, de dolor y el solo la apretó contra él, no le digo nada, sabía que no podía hacer nada para que el dolor de su amiga remitiera, Ron junto a él, miraba a sus zapatos como si en ellos fuera a encontrar las palabras que debía decir en ese momento.

- La odio – dijo Hermione contra el cuello de él – la odio.

- No lo creo – negó su amigo.

- Pues creetelo – contesto ella tozudamente.

- Hermione – la separo un poco de él para poder verla a los ojos hinchados por el llanto – no la odias y lo sabes, estas enfadada, solo es eso.

- Harry no lo entiendes – gimió ella – me engaño.

- Sabes – el se mordió el labio como si le costara decir esas palabras – yo he soñado muchas veces que todo era un engaño, que mis padres estaban vivos y que solo se habían escondido y que cuando los veía me enfadaba por haberme dejado, pero la felicidad de encontrarlos era mayor que mi enfado.

- Eso es muy bonito Harry, pero yo no sé si es eso lo que siento, ahora lo único que quiero es saber porque hizo lo que hizo.

- Supongo que te debo varias explicaciones – los dos jóvenes se separaron para ver a quien le hablaba.

- Te vemos en la torre Hermione – dijo Harry, ella no contesto miraba a la mujer que con la vista clavada en el suelo intentaba ordenar sus ideas.

Cuando se quedaron solas ninguna dijo nada Anne se apoyo en la pared y se dejo caer hasta quedar sentada y Hermione lentamente se fue acercando a ella y sentándose a su lado.

- ¿Porque? – interrogo en un susurro.

- Ni siquiera se por donde empezar – contesto la otra.

- Suele ser bueno por el principio.

- No estoy segura de que cuando empezó todo Hermione, ni tan siquiera de hasta que punto el principio te influye a ti, pero por algún lado ahí que empezar. Sirius – la otra la miro sorprendida – no – negó Anne al ver la cara de sorpresa de la chica – Sirius no tiene nada que ver contigo, solo es el contrapuesto, yo conocía a la familia Black desde que nací, eran de sangre pura al igual que mi familia, pero tenían un fallo su hijo mayor, el día de la selección del sombrero cuando entramos en nuestro primer año, el deseo con todas sus fuerzas no ser como su familia, con solo once años, sabía lo que quería y el sombrero lo envió a Gryffindor y yo solo deseaba con todo mi corazón que mis padres estuvieran orgullosos de mi, quería ir a la casa que ellos habían ido y lo deseaba con todo mi ser, cuando me colocaron el sombrero el me lo dijo, mi casa debía ser Ravenclaw, yo negué y le pedí y rogué para que me enviara a Slytherin y aun cuando el se negaba yo lo deseaba tanto que el termino cediendo, la casa que me correspondió fue la que mis ancestros habían vivido y mis padres se sintieron tan orgullosos y yo a la vez tan vacía…siempre hice lo que ellos me pidieron, las mejores notas, educación y sobre todo no debía olvidar que era una sangre pura, pero me hice amiga de Lily y eso fue algo que mis padres nunca supieron, no les podía contar que mi mejor amiga era como ellos denominaban una sangre sucia, cuando me echaban sus charlas sobre que los sangres puras eran mejores que ningún otro mago y que los hijos de muggles no deberían estar en el mismo colegio que nosotros, yo siempre les daba la razón y me sentía sucia porque con mis palabras traicionaba a mi mejor amiga.

- ¿Ella lo sabía? – interrogo Hermione.

- Si, siempre le contaba todo a Lily, jamás le escondía nada, pero eso no hacía que me sintiera mejor Hermione, porque dentro de mí me sentía sucia, por mostrar dos caras completamente distintas, hasta que… bueno yo me enamore.

- ¿Ahí es donde entra Remus?

- Si ¿Cómo lo sabes? – pregunto sorprendida.

- En le recuerdo que le diste a Harry, tu le rozas la mano y vuestras miradas…

- Eres muy observadora.

- ¿Pero no entiendo como te casaste con el profesor Snape si querías a Remus? ¿El profesor Snape es mi padre?

- Todo a su debido tiempo – contesto Anne golpeándole cariñosamente la nariz con su dedo índice - ¿Ya no me odias tanto?

- No estoy segura del todo – dijo la chica con una sonrisa.

- Continuare entonces tal vez consiga que no me guardes tanto dolor. Remus fue lo mejor que me pudo pasar, yo siempre había sentido algo por él, no sabía porque había cruzado las palabras justas, nunca nos saludábamos cuando nos encontrábamos, pero a mi siempre me había gustado y un día paso y él sin proponérselo cambio mi vida, estaba dispuesta a dejar a mi familia por él, no me importaba si ellos estaban de acuerdo o no, yo le quería, hasta que un día descubrí de la peor manera que mi padre había ofrecido a una de sus hijas para casarse con Severus, "su señor" como el lo llamaba se lo había ordenado.

- ¿No entiendo por que aceptaste? – corto Hermione – si querías a Remus de verdad, te tenias que haber negado.

- Y lo hice Hermione, me negué, le dije a mi padre que no me casaría con Severus, se puso furioso yo nunca lo había visto así y entonces me dijo aquellas palabras que cambiarían mi vida para siempre, si yo no me casaba con Severus, lo haría entonces Sundy.

- ¿Sundy? – interrogo la otra - ¿Quién es?

- Mi hermana menor, no le importaba nada mas que lo que su amo le decía y yo no podía permitir que mi hermana pasara por aquello, ella era tan brillante, siempre sonreía y era dulce y cariñosa, no podía permitir que mi egoísmo condenada a la única persona a la que yo le importaba en mi familia, si hubiese sabido el resultado, creeme que no lo hubiera echo.

- ¿Cuál fue el resultado? – Anne suspiro antes de seguir relatando su historia y una persona lo escuchaba todo escondido en la oscuridad.

- Sundy era muy poderosa o no sé… Voldemort la mando matar y mi padre no dudo en hacerlo con sus propias manos y yo me fui, corrí hacía la única persona con la que quería estar y el me abrió de nuevo sus brazos.

- Remus – no era una pregunta, sino una afirmación.

- Si, el me consoló aun le amaba y me dio pánico pensar en que el también podría morir, si que huí, me aleje de el y de todas las personas que por estar cerca de mi podía poner en peligro, algo mas tarde me di cuenta de que estaba embarazada de ti,

- Y huiste también de mi – termino la chica.

- No Hermione, no fue así, creía que lo que hacia era lo correcto, que te mantenía a salvo, eras tan pequeña y tan frágil y luego Lily estaba tan aterrorizada por lo que le podía pasar a su familia, vivía en continuo miedo con un bebe al que quería proteger ante todo y eso fue lo que me hizo tomar mi decisión, te entregue a una buena familia y me asegure de que no te faltara de nada, te mantuve lo mas lejos que pude de la magia, hasta que una pelirroja entrometida tomo sus propias medidas y conociste a Harry y te viste metida en toda esta maldita guerra.

- Yo le agradezco a la madre de Harry lo que hizo.

- Creeme Hermione si te digo que cuando te di en adopción de verdad pensaba que era lo mejor para ti, que estarías mejor que conmigo, yo nunca permanecía mucho tiempo en un mismo sitio y mi vida era un desastre, pero todos los días pensaba en ti, la sorpresa me la lleve cuando llegue y te vi., se que no es fácil que me perdones y no te voy a pedir que lo hagas de inmediato, pero espero que algún día lo puedas llegar a hacer.

- Aun… no me has dicho quien es mi padre.

- Esa es una buena pregunta – dijo una voz saliendo de las sombras - ¿Quién es su padre Anne?

- Remus…

Se lo mucho que he tardado en actualizar y se que no tengo perdón, pero este capitulo me ha costado bastante de sacar, me quede completamente bloqueada y no sabía como continuarlo, espero que para quienes lo lean aun asi les haya valida la espera.