Entraba con Hermione al Gran Comedor para el almuerzo de ese día. Anne se había quedado en el aula de Encantamientos terminando un trabajo. Hermione venía hablándome acerca de la importancia de los exámenes y bla bla bla, ofreciéndome su imponente colección de apuntes del año anterior y explicándome técnicas de estudio, cuando automáticamente mi mirada se desvió hacia la mesa de Slitherin y se chocó con unos ojos grises que helaban la sangre. En ese momento todo volvió a mi cabeza. Demasiadas imágenes pasaron por mi mente en tan solo un segundo: el sueño, lo ocurrido en el cuarto del dueño de esa mirada penetrante, sus calzoncillos… Dónde habían quedado? No me había acordado del sueño en toda la mañana, y justo ahora venía a arruinarme el día, que por si fuera poco, terminaba con las pruebas de Quiddich.
Durante el almuerzo no paraba de pensar.
"Por qué había soñado algo así? Era simplemente un sueño o tenía significado?"
A la única conclusión que llegué fue a la de que Malfoy ocupaba más espacio del deseado entre mis pensamientos, y no podía cambiar eso.
Salí sola para la clase de Cuidado de las Criaturas Mágicas. El día estaba soleado, pero con unas pocas nubes. El clima era perfecto y Hagrid me recibió cálidamente. Nos quedamos charlando acerca de unicornios y centauros un rato, ya que yo me había ido temprano del comedor, y Hagrid había comido en su cabaña.
De a poco empezaron a venir chicos de mi año… Primero algunos Slitherins. Luego algunos Gryffindors, entre los cuales estaba Anne, y me fui a charlar con ellos. Cuando hubieron llegado todos los alumnos Hagrid comenzó su clase
- Bueno, chicos, hoy vamos a estudiar a los gusarapos violáceos (N/A perdón, no se me ocurría ningún animal e inventé esto)- dijo mostrando un balde lleno de algo parecido a lombrices violetas- abran el libro en la página 94. Podrán ver para que pueden servir en los cultivos y demás cualidades.
La clase se sumergió en un mar de murmullos y exclamaciones como "- Qué asco" por parte de algunas chicas. Así pasó la hora, de vez en cuando alguna explicación de Hagrid. Tuvimos que hacer un experimento con las cosas esas (no puedo decir que me agradaran) en grupos y anotar los resultados.
Terminada la clase, fuimos lo más rápido posible hasta nuestro cuarto con Anne para prepararnos para las pruebas de Quiddich. Busqué mi escoba, no será último modelo, pero vuela bien y bajé corriendo a la sala común, donde ya se encontraba Anne y juntas nos dirigimos al campo de Quiddich donde nos encontramos con Harry, ahora capitán del equipo, y Ron.
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Exhausta, me tiré en un sillón de la sala común. Estaba repleta de gente haciendo tareas, escribiendo en sus pergaminos y mojando sus plumas en el tintero. Yo por suerte no tenía tarea, la había hecho toda el día anterior, y la de ese día era para dentro la semana entrante. "Hay tiempo después para la tarea" Pensé. Ahora estaba demasiado agotada, las pruebas de quiddich se habían hecho larguísimas, y había corrido una carrera hasta la sala común con Anne después de éstas.
- Crees que hayamos entrado?- escuché la voz de Anne en medio de jadeos
- No lo se- contesté alzando los hombros- espero que sí, aunque, realmente no se como haremos con las clases y el quiddich.
- Sin mencionar el juego, que aunque no dure todo el año, creo que tardará un poco en terminar- dijo
- Si… eso me temo.
Pronto se me fueron cerrando los ojos, y desperté un rato antes de la hora de cenar. Anne ya no estaba al lado mío, así que supuse que estaba en el cuarto. Subí a buscarla, pero la habitación estaba vacía. Todo estaba normal a simple vista, pero había algo raro. Algún detalle, pero no me daba cuenta de que… en los estantes los libros, las camas deshechas (si hubieran estado hechas me habría asustado) mi ropa de dormir tirada por ahí, mi mesita de luz… momento! Mi mesita de luz! La manija (N/A creo que se dice así) estaba en otra posición… era cuadrada y siempre estaba "apoyada" sobre su base, en cambio ahora estaba girada en forma de rombo. Algo raro, pero no le di importancia, ya que esa manija se solía desenroscar, y podía quedar en otra posición.
Bajé con rumbo al Gran Comedor. En las mesas se respiraba aire de entusiasmo, debido a la cercanía de Halloween. Por supuesto, todos estaban esperando el típico anuncio que hacía Dumbledore presentando al baile de ésta fecha. Pero no sucedió esa noche. La vena fue tranquila, estuve un rato hablando con Hermione, tratando de sacarle quién era el chico que le gusta, otra parte de la cena se la dediqué a Anne y sus problemas acerca de… acerca de todos los temas que existan.
- Anne, creo que me voy para l habitación, tengo sueño y me conviene descansar.- dije
- Pero si dormiste 2 horas antes de comer!- me contestó
- Sí, pero igual me siento cansada…
- Como digas, te acompaño, total, acá no tengo mucho que hacer…
Y así subimos a la torre de Gryffindor, mas precisamente, nuestro cuarto. Agarre el pijama decidida a bañarme y directamente tirarme a dormir, pero cuando fui a agarrar la ropa interior, me di cuenta de que me faltaba una bombacha. La mas linda de todas, era toda negra con los bordes turquesa, y un dibujo trival. Agarre cualquier otra un poco preocupada debido a las dos cosas extrañas que ya habían pasado, pero todavía sin darle importancia. Aunque al agarrarla, me di cuenta que había una nota en el cajón. Esta decía:
Yo también puedo jugar así, Weasley.
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Al día siguiente me levanté sola. Anne me había regalado un despertador, y por lo menos a veces lo tenía que usar. Mi compañera ya estaba despierta y vestida, y yo me puse la ropa rápidamente. Me peiné, trate de arreglar un poco mi aspecto de zombi, debido a que no pude dormir mucho pensando que qué tramaba Malfoy. "Si es que era Malfoy, cualquiera pudo enterarse y jugarme una broma" Por momentos me dormía, pero me volvía a despertar con ese tema grabado en la cabeza, hasta que decidí no darle importancia y dormirme definitivamente.
Bajamos al Gran Comedor. Yo con la esperanza de no cruzarme con Malfoy y de encontrar algo de comida, ya que bajábamos tarde. Por suerte no me crucé con el susodicho, pero lo único que quedaba de desayuno era unas pocas tostadas con mermelada, que aprovechamos a comer antes de que desaparecieran, en el estomago de mi hermano.
- Hey, Gin, vamos, llegaremos tarde a Transformaciones- dijo Anne
- Bueno- dije terminando de tragar y agarrando mi mochila.
Corrimos por los pasillos hasta legar al aula. La clase transcurrió común, nada fuera de lo normal.
Llegó el recreo y Anne se fue antes del aula, dejándome a mí ordenando mi mochila que se había roto. Cuando terminé, salí apresurada hacia el aula de Adivinación, pero tuve un pequeño percance…
- Hola comadreja… vos tenés algo mío- dijo Malfoy con un aire de grandeza.
- No lo creo, Malfoy… Me dejas ir a mi clase que llego tarde?- contesté. Lo que menos deseaba era chocarme con esa persona.
- Pues yo creo que sí, y a demás, no te dejo y no me importa que llegues tarde. Sin contar que yo tengo algo tuyo…
"así que esta alimaña si entró en mi habitación. Tengo una idea, me voy a hacer la desentendida, que piense que no me di cuenta"
- Sí? Qué cosa? Yo no he notado ninguna falta?- dije con un tono seguro.
- De verdad? No te suena para nada "trival y sexy"?
Dando un pequeño sobresalto conteste…
- No, pero si quieres le pregunto a tu prostituta particular- dije mirando a Pansy- Si no se le olvidó nada en tu cama ayer a la noche.
- Mira, Weasley, no juegues conmigo- dijo acercándoseme.
- Yo hago lo que quiero, no le tengo miedo a tus amenazas
- No es una amenaza- dijo tomándome fuertemente por la cintura, haciéndome doler un poco- es un consejo.- termino plantándome un agresivo pico (beso rápido en la boca) y dejándome totalmente desconcertada y confundida.
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Salíamos del Gran Comedor, habíamos terminado el almuerzo y esa tarde no teníamos clases debido a una junta de profesores. Por supuesto estaban todos los pasillos llenos de chicos alborotados, yendo de un lado para el otro y haciendo bromas.
Ciertos Gryffindors, por nuestra parte, teníamos un encuentro especial en la sala común. Estábamos todos menos Seamus. "Qué raro, tampoco estaba en el almuerzo…"
Debido a que él era el que debía empezar hoy, nos dispusimos a esperar… Unos 5 minutos más tarde, en los cuales habíamos hablado de todos los temas posibles, llegó el susodicho despeinado, con la túnica puesta desprolijamente y los labios más rojos de lo común, como si hubiera tenido una sesión de besos. Y, claro está, una foto en la mano.
Al verlo, casi todos reprimimos una risita, el se peinó un poco y arregló la túnica y mostró la foto.
- Aquí está, Ginny. Ahí la tienes.
- Waw… te costó mucho?
- Conseguirla, no… Pero la garrapata de Parkinson se emocionó y no me quería dejar ir…
- Así que ahí estabas durante el almuerzo, eh? Se me escapó una sonrisa picarona.
Seamus me miró con cara de ¬¬ "ya verás mi venganza" y se sentó.
- Es mi turno- dijo – Elijo a Anne
- Verdad- dijo ella en voz baja- prefiero pasar la por parte primero.
- Tenés que darle un beso, de por lo menos 20 segundos a… nada menos que Ginny- dijo mirándome malévolamente.
- Ah, no!- dije- Me niego rotundamente- seguí, haciendo pucherito y pataleando como una niña pequeña.
- No pienso hacer eso!- dijo Anne- Herms, no hay algo que lo impida?
- Eso, acaso no está el derecho del no sometido, o sea yo? Yo no tengo por qué soportar la prenda de Anne.
- Pero yo tuve que soportar que Lavender me bailara!- dijo, y al darse cuenta puso cara de "ups, estaba presente".
- Se te veía en la cara que lo disfrutaste, baboso!- dije yo- a demás, al menos era alguien del sexo opuesto...
- Es verdad- dijo Hermione- La prenda de Seamus queda cancelada, no puede haber una prenda contra la voluntad de una persona no sometida al "verdad o consecuencia"
- En ese caso- dijo Seamus notablemente malhumorado- tienes que hacer lo mismo, es decir, el beso de al menos 20 segundos, con el que te parezca más lindo de nosotros, los aquí presentes- terminó.
Claro que la presión no estaba en el beso en sí, sino en la elección del chico. Al hacerlo, todos en esa habitación sabrían la opinión de Anne sobre ese tema, el que era un poco tabú.
Tímidamente, mi amiga miró a todos los presentes. Yo sabía muy bien que sus sentimientos se inclinaban hacia el niño que vivió. Le había empezado a gustar hace poco, mucho tiempo después de que yo ya no lo miraba con ojos de deseo.
Se acercó a paso lento hacia Harry mirándolo como pidiéndole perdón y permiso a la vez. Harry un poco incómodo, no se movió del lugar, y se dejó besar.
"Le está devolviendo el beso!" pensé. Y sí, lo estaba haciendo. Al pasar los 20 segundos Seamus les avisó, pero ellos no pararon. Siguieron un ratito más, en el que Seamus y yo nos mirábamos cómplices, orgullosos de lo exitoso que había salido nuestro plan.
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Aquí termina este capítulo… Me llevó bastante tiempo hacerlo, y creo que quedó bien. Pero eso lo deciden ustedes.
Antes de irme les paso un poco de propaganda:
Encuentro inoportuno: mi otro fic… es un ONE SHOT draco/ginny
Lo que el espejo me devolvió: Un fic de Lovely dame, que a mi me gustó muchísimo. Es un fic poco convencional, trata de la bulimia y cosas así. No les voy a contar todo el fic, simplemente pasen. Les pido que le dejen reviews así se pone las pilas y actualiza xD jeje…
A mi también me vienen bien los reviews, ya lo saben!
Me despido
Gaby…
--ALGUIEN ME HA DICHO QUE LA SOLEDAD SE ESCONDE TRAS TUS OJOS--
