Capitulo II :
Mi confesiónLa hora de clases terminó y los alumnos comenzaban a retirarse de la clase. Relena se encontraba acomodando sus libros cuando tres de sus amigas se le acercaron.
Señorita Relena, ¿desea que la acompañemos camino a su casa?.- Una de las jovencitas ofreció con amabilidad.
Sí, señorita Relena, recuerde de que ya no tiene un vehículo que la venga a recoger.- dijo otra jovencita con preocupación.
No se preocupen, chicas. No me va a pasar nada, se los aseguro. No quiero causarles muchas molestias, muchas gracias.
Si esa es su decisión. Cuídese, hasta mañana señorita.
Hasta mañana chicas.
Relena atravesó la entrada de la escuela.
¿Te vienen a recoger?.- susurró una voz muy conocida al lado de ella.
La joven volteó y se encontró con la acostumbrada mirada fría del joven de ojos azules.
Heero, ah, ¿si, no, no me vendrán a recoger, ahora que he pedido tiempo para terminar mis estudios secundarios, soy una persona común y no sería lo correcto tener una limosina sólo para que me venga a recoger a la escuela.- comentó un poco exaltada.
¿Te podría acompañar, quiero hablar contigo.- dijo con su acostumbrado carácter frío.
Sí, claro.- aceptó extrañada.
" Dé qué querrá conversar conmigo." Se preguntó sorprendida.
Los dos jóvenes caminaban hacia la casa de Relena .
Relena comenzó a hablar pues desde el transcurso del recorrido ninguno había mencionado palabra.
Heero antes que todo me gustaría preguntarte ¿cuál fue el motivo de tu regreso a la Tierra?.
..., pues he estado ayudando a los Preventers y han esparcido miembros por toda la Tierra y las colonias para resguardar la paz y yo decidí venir aquí.
" Mis presentimientos eran ciertos, él no siente nada por mi." Pensó con tristeza.
... porque quería estar a tu lado y volver a verte.- dijo ni siquiera cambiando su expresión
" En verdad habré escuchado esas palabras por parte suya." Relena al escuchar aquella palabras se quedó pasmada.
Heero, ya llegamos, aquí vivo.
Muchas gracias, nos vemos mañana.- dijo Relena con cierta inquietud.
Heero atravesó la pavimento y se marchó.
La joven entró a su casa y no podía creerlo, no dejaba de pensar en ese momento.
"... porque quería estar a tu lado y volver a verte."
