Matrimonio perfecto

Por: Andy Yogima.

Capítulo 17. Maldiciones y bendiciones

La noche anterior había accedido a dormirse temprano por petición de James, quien insistía en que debía descansar. Aquella mañana, previa a navidad, no había podido contener la curiosidad y aprovechando que aún no amanecía se sentó junto al árbol navideño a continuar su lectura de aquel libro extraño sobre predicciones. La mayoría, aunque no los conocía, eran hechizos básicos que podría realizar fácilmente.

Antiguamente se empleaban grandes cantidades mágicas

para proteger a seres queridos, pero con el tiempo uno de

los hechizos más poderosos que cumplían esa función fue

olvidado y hasta temido por las consecuencias que

representaba. Dicho encantamiento conocido como "El

lazo de vida" era realizado mediante la sangre y una gran

fuerza mágica, por lo que en la mayor parte de las

ocasiones en que fue empleado tanto el protegido como el

protector sufrían grandes pérdidas de magia orillándolos

bruscamente a la muerte. Aunque la efectividad del

hechizo realizado correctamente era por mucho

asombroso, con el tiempo fue olvidado…

Dio vuelta a la página, intrigada por conocer todo lo posible sobre el hechizo. Para su sorpresa tanto la página siguiente como las últimas del libro estaban escritas en una lengua que no conocía. Lo cerró de golpe, algo frustrada. Seguramente ese era el hechizo, protegido de alguna manera para que no pudiera ser empleado por cualquiera. Se sobresalto al escuchar ruidos en la escalera, rápidamente transformó la portada del libro y se levanto encontrándose de frente con James, lucía preocupado y agitado.

-Tú me vas a volver paranoico –comento acercándose- y voy a tener que saber donde estás, a cada segundo.

-Espero que no reconsideres la protección para la casa –se quejo haciendo una mueca.

-Tal vez… -tomó sus manos- ¿escuchaste ese ruido?

-¿Cuál? –de pronto escucho una especie de chasquido fuera de la casa, luego un chillido como de gato y de nuevo silencio.

-Iré a ver, tú quédate aquí –giro para abandonar la casa.

-Pero… -antes de que pudiera seguirlo, el señor Potter apareció.

-¿Qué fue ese ruido? –preguntó desde la escalera.

-No lo sé, James fue… -no pudo terminar la frase antes que Alexander siguiera el camino de su hijo. Lily se encamino a la puerta pero volvió a detenerse al escuchar la voz de Elizabeth- James y Alexander salieron a ver qué es lo que pasa- explico, la señora Potter asintió y la alejo de la puerta.

-Tú quédate aquí, yo iré con ellos –salió y cerró la puerta provocando una repentina molestia en Lily. ¿Por qué la trataban como si estuviera enferma?

-Solo estoy embarazada… -murmuro a manera de puchero.

-¡Lily…! –giro para ver a Judith, claramente adormilada, bajando las escaleras en pijama- ¿qué está pasando?

-¿Por qué no vuelves a la cama? –sonrió levantándola en brazos- no pasa nada. Solo… creo que un gato quería meterse a la casa –Judith sonrió entre sueños durmiéndose en los brazos de Lily.

-¿Un gato? –hablo Emily, al pie de la escalera. Lily le hizo una seña para que bajara la voz. Susan se unió a ellas cuando volvieron a la sala.

-No sé que ocurre. James, Alexander y Elizabeth fueron a ver –explico. Ella y Susan acomodaban a Judith en uno de los sillones.

-Parecía como si alguien se estuviera peleando –comento Susan. Lily la miro algo confundida, ella no había escuchado nada, salvo el chirrido cuando James bajó, pero todos en la casa lo habían escuchado.

-Descuiden, todo está en orden –sonrió la señora Potter entrando al salón.

-¿Qué fue ese ruido? –preguntaron al unísono.

-Fue en la bodega. Al parecer un animal se metió y tiro todo lo que tenía a su paso –dijo tranquilamente tomando asiento. Un elfo apareció tras ella acomodando la bandeja de té. Lily y las gemelas se miraron entre si no muy convencidas. ¿Cómo era posible que un animal cualquiera causara ese escándalo?

En la parte trasera de la mansión, James y Alexander miraban el cuerpo sin vida de uno de los elfos domésticos que trabajaban para ellos. Su pequeño cuerpo había sido magullando, tenía sangre en las manos y piernas; y la cabeza parecía haberse llevado la peor parte.

-No imagino quien pudo hacer esto –musito James observando a su padre, quien cubrió el pequeño cuerpo con un trapo negro.

-Quien allá sido buscaba entrar a la casa –se reincorporo mirando seriamente a su primogénito- James, esto podría estar relacionado con el embarazo de Lily.

-¿Por qué? –preguntó a la defensiva.

-Por lo que veo, ya lo olvidaste… -hizo un ademán para que se alejaran del cadáver- hijo, yo me opuse a tu matrimonio con Lily por su origen muggle. Y tú sabes por qué –detuvo su paso- ¿recuerdas la maldición veela? –un incómodo silencio los rodeo permitiendo que el sol diera la bienvenida a un nuevo día.

-No quise creer eso –miro a su padre con una sonrisa irónica- tienes que aceptar que no suena coherente.

-Eso no le quita veracidad –refuto duramente- no es lógico todo lo que le ha ocurrido desde que supimos de su embarazo.

-Creí que se relacionaba con Voldemort… -murmuro cabizbajo.

-Tal vez ambas situaciones tengan relación entre si.

-Y supongo que debo decirle a Lily… -dijo pesimista. No tuvo que mirar a su padre, conocía su opinión- ahora debo ir a trabajar, mientras…

-No te preocupes, Lily estará segura en está casa.

En cuanto pudo estar a solas con la señora Potter, Lily fue informada de lo que realmente sucedió en la mañana. No le habían dado teorías sobre el motivo del asesinato pero ella no podía dejar de sentirse intranquila. Más aún, sabiendo que eso no le haría bien, optó por encerrarse en la biblioteca y buscar alguna ayuda que le facilitara la traducción del hechizo.

Ya llevaba varias horas, primero revisando la biblioteca del primer piso y ahora en la del segundo. Aún no había encontrado nada, la mañana se había terminado y comenzaba a cansarse. Sentada en uno de los escritorios, transcribió un pequeño párrafo del principio. Lo miro una y otra vez, definitivamente no podía recordar un idioma siquiera similar.

Derrotada, apoyó la cabeza sobre sus brazos en el escritorio. Algo le decía que ese hechizo la ayudaría bastante, razón por la que se desesperaba ante tan malos progresos. Entonces recordó que no había desayunado, salvo el té con galletas que sirvieron los elfos en la mañana, no tenía nada en el estómago. Se levanto, decidida a continuar su investigación, más tarde, tomó su libro y la hoja donde había escrito un párrafo, giro y se encontró de frente con la abuela Potter, quien la miraba con algo de curiosidad haciéndola reír nerviosamente.

-Buenos días –musito abrazando fuertemente el libro- no la había visto desde ayer.

-Tuve que quedarme en San Mungo más tiempo de lo esperado –sonrió cálidamente sentándose en el escritorio que hacia unos segundos ocupara Lily- ¿sabes que ha habido problemas ahí debido a los ataques mortífagos?

-Si, lo sé. James me lo dijo. ¿Le gustaría venir a desayunar conmigo? –propuso cambiando la conversación. La anciana la miro fijamente deteniéndola por la muñeca con lo que logro quitarle la hoja.

-¿Qué es esto? –preguntó mirando el papel.

-Bueno… -miro nerviosamente en todas direcciones buscando algo que decir para no comprometerla- yo…

-¿Sabes lo que dice? –dejo de balbucear y miro a la mujer. Había algo en su mirada que le inspiraba confianza para hablar del tema.

-Aún no. Me he pasado la mañana intentando traducirlo pero…

-…este encantamiento se centra más en la concentración que en solo recitar palabras, como ocurren en la mayor parte de hechizos. No requiere varita pero si buenas intenciones, no compromisos ni presiones. La pureza del alma es un factor importante ya que…

-¿Puede leerlo? –preguntó sorprendida y feliz por haber encontrado una solución.

-¿De dónde sacaste esto? –devolvió el papel con seriedad.

-Encontré ese escrito hace algunos días y sentí curiosidad por saber qué decía –mintió mirando las letras en el papel- pero… ¿usted entiende ese lenguaje, cierto? –la mujer asintió en silencio- ¿podría…? Bueno, me gustaría conocerlo. ¿Cree que podría enseñarme?

-¿Para qué quieres saber si yo ya leí toda la hoja?

-Eh, bueno…

-Me alegra que seas tan curiosa –se puso de pie- vamos a desayunar. Y discutiremos este asunto –Lily asintió y aprovecho que la abuela se daba la vuelta para transformar la portada del libro.

-¡Sirius! –chillo Judith corriendo a los brazos del anímago. Toda la tarde su madre y Susan habían intentado que la niña no se ensuciara el vestido especialmente diseñado para esa fecha que llevaba puesto, pero finalmente la pequeña Potter se había podido escapar y pasear libremente con su vestido impecable- ¿dónde está Jami?

-Fue a buscar a Lily.

-Espero que él si pueda sacarla de su habitación –dijo a manera de puchero.

-¿A qué te refieres? –pregunto bajándola.

-Bueno, Lily ha estado encerrada en su habitación toda la mañana. Creo que la abuela estuvo con ella un rato, pero lleva horas sola –explico tranquilamente- por cierto, ¿tú sabes que es el lenguaje moumolth liet?

-¿De dónde escuchaste eso? –pidió tratando de evadir la pregunta. No conocía dicho lenguaje pero había escuchado leyendas en relación a ello, que decían que dicho lenguaje se empleaba en la magia negra.

-Mmm –encogió los hombros- escuche que Lily y la abuela hablaban de eso.

-Ya sabía yo que si ese tal Pettigrew estaba aquí, el gran Sirius Black no podía estar muy lejos –dijo Emily escupiendo las palabras. Se detuvo frente a Sirius en actitud retadora. El anímago le sostuvo la mirada, recordándose a si mismo la promesa que le había hecho a James sobre tolerar a su prima. Analizó la situación y supo que eso sería imposible.

Tenía la sensación de que la abuela Potter conocía la verdadera razón por la que quería conocer el lenguaje moumolth liet pero no había dicho nada, no la cuestiono ni le reclamó. Se sentía algo incómoda por ello pero al menos era seguro que la mujer guardaría el secreto.

Luego de ser obligada a tomar un desayuno al doble de lo que acostumbraba, pasó varias horas en compañía de la abuela recibiendo su primera clase. Había sido extensa y muy interesante pero también complicada. La lengua moumolth liet, tal y como lo supuso, era una lengua ya desconocida y muy difícil de comprender, más aún de hablar. No tenía parecido alguno con ningún idioma actual por lo que su pronunciación y escritura eran muy confusas.

Tras un par de horas de estudio, la anciana se marcho dejando que Lily continuara practicando el abecedario compuesto de 39 letras y 16 sílabas básicas. Llevaba horas en eso cuando se cansó y tomó su varita dibujando las letras en el aire con diminutas chispas de colores. Inconscientemente dibujaba las letras sin mirar la varita, era como si dirigiera una orquesta.

Sumergida en sus pensamientos, no se percató de la presencia de James quien se acerco a ella cuidadosamente, colocó las manos sobre sus hombros despertando bruscamente a Lily quien presionó su varita arrojando un chorro de luz que prendió fuego a las cortinas. Se puso de pie asustada girando hacia James que le dirigió una mirada sorprendida antes de usar su propia varita para detener las llamas.

-No vuelvas a hacer eso –chillo llevándose una mano al pecho, sintiendo su respiración agitada.

-Lo siento, pero ¿qué estabas haciendo?

-…pensando… -musito desviando la mirada.

-Pues no vuelvas a hacerlo mientras sostienes la varita –sonrió aferrándola por la cintura.

-Claro, ¿en qué estaba pensando? –sonrió torpemente recibiendo el cálido beso de James, metió las manos debajo de su suéter sintiendo una extraña marca por encima de la camisa. Se alejo de James haciéndolo girar para mirar su espalda. Sin dejarlo reaccionar le quitó el suéter y la camisa.

-Lily… -pidió sin moverse.

-¿Qué fue lo que te paso? –preguntó inquieta pasando suavemente su mano sobre una profunda cicatriz que atravesaba la mitad de su espalda.

James miraba a la nada pensando en la mejor forma de explicar lo sucedido. Era obvio que aquello había sucedido durante un ataque de los mortífagos pero debía explicarlo de modo que no fuera a alarmarla. Para su sorpresa, Lily no dijo nada solo lo abrazó cerrando los ojos con un suspiro.

-No sé ni para qué te pregunte eso. La respuesta es obvia, ¿no? –murmuro sonriendo con tristeza.

-Lily… -tomó sus manos besándolas suavemente sin permitir que se alejara de él.

-¿Sabes una cosa? Desde que dejé de trabajar y me quede en está casa esperándote día a día, he logrado entender porque te molestaba tanto cuando yo hacía mis "actos suicidas". He tenido que buscarme distracciones para no imaginar locuras cuando te retrasas –una solitaria lágrima se deslizo por su mejilla cayendo en la espalda de James. Rápidamente el moreno reacciono y giro encarando a Lily quien se acuno en su pecho llorando silenciosamente- creo que estoy muy sensible –sollozo.

-Lily, ¿qué es lo que pasa? –pidió con dolor en la voz- desde hace meses te notó ausente, preocupada. Creía que era por mí pero, por favor, dime ¿qué es lo que pasa? Me duele que cada vez que te beso siento tu dolor y desesperación por algo que no quieres decirme –la abrazo con más fuerza- por favor, Lily…

-Tenía miedo… -susurro- tenía miedo de perderte… que un día me despidiera de ti y no volvieras… y luego el bebé… y Voldemort… hace poco me entere que los Longbottom fueron atacados… de nuevo…

Durante largos minutos solo se escucharon los balbuceos de Lily mezclados con lágrimas reprimidas que llevaba meses conteniendo. Finalmente había podido expresar todo lo que sentía y cuando la última lágrima rodó por sus mejillas pudo sentirse tranquila. Una tranquilidad que había desaparecido y que ahora le brindaba esperanzas para recuperar sus fuerzas. Sonrió, aún abrazada a James.

-Creo que ya me siento mejor –se separo mirándolo- gracias.

-Eso debería decirlo yo –acaricio su mejilla con ternura- me tenías tan intranquilo… espero que la próxima vez que algo te inquiete me lo digas, nos evitaríamos todo esto.

-Lo sé, y espero que tú también confíes en mí.

-¿A qué te refieres? –preguntó temiendo que Lily supiera algo sobre la maldición veela.

-Bueno, no pensabas decirme nada sobre tu herencia –comento tranquilamente refiriéndose a uno de los tantos problemas que habían tenido para casarse.

-No te preocupes, eso no volverá a suceder –sonrió muy al estilo de los Merodeadores.

-No te creo nada –dijo Lily alejándose de él, mostrándose seria- hay algo que no me haz dicho, ¿verdad?

-No creo que sea el momento de decírtelo, y de todas formas aún no está confirmado así que…

-James, agradecería que me lo dijeras –el moreno suspiro con cansancio sentándose en la cama, invitando a Lily a acompañarlo- ¿y bien? –pidió tras exasperantes segundos en silencio.

-Te dije que según mi herencia, debía casarme con una mujer de sangre pura y grandes poderes –Lily asintió- es una locura –sonrió con burla- hace muchos años, supuestamente uno de mis antepasados tuvo una relación con una veela pero en ese entonces ninguna de las familias de sangre pura podía relacionarse con seres como los veelas. Así que mi antepasado termino esa relación sin más problemas hasta que un día la veela se suicidó. Y su hermano, en medio de furia, maldijo a mi antepasado, condenándolo a que él y toda su descendencia debían casarse con brujas de sangre pura, de lo contrario sus parejas morirían de una manera escalofriante.

-Una leyenda… -susurro tratando de entender bien lo que eso significaba, pero no era coherente. Estuvo a punto de soltar una carcajada por lo gracioso de la situación cuando recordó una de las primeras lecciones que aprendió al integrarse al mundo mágico: las leyendas no eran meros cuentos para asustar a los niños. A diferencia de lo que los muggles creían, las leyendas, en el mundo mágico, tenían un 90 de veracidad. Lo que significaba que…- tienes razón –declaro luego de una larga pausa- es una locura. ¿Quieres decir que esa era la razón por la que no debías casarte conmigo? –dijo casi riendo, tratando de restarle importancia, la suficiente como para que ella misma lo creyera.

-Ajá. Pero no fue idea mía decírtelo. Yo insisto en que no puede ser posible pero mi padre casi me obligo a jurarle que te lo diría –aceptó mostrándose lo más relajado que pudo.

-Entiendo –se puso de pie- ¿sabes qué? Le sigo temiendo más a la amenaza que representa Voldemort, que a lo que significa esa… ¿maldición?

-Mi padre cree que podría ser posible considerando los últimos inconvenientes –soltó sin poder evitarlo, callando al instante.

-¿Te refieres a mi embarazo? –el moreno asintió- créeme, no ha sido tan malo.

-Bueno, como sea, aún tengo algo importante que decirte relacionado con Bek, pero eso lo discutiremos después ¿de acuerdo? –agregó ante las intenciones de Lily sobre querer enterarse del asunto completo.

-Si tú lo dices –dijo a manera de puchero, conciente de que ya había preguntado demasiado por una noche y que al mismo tiempo necesitaba pensar lo que ya sabía.

-Entonces cámbiate. La cena se servirá pronto –giro poniéndose de nuevo la camisa- yo iré a ver a Mark. Finalmente logré que Madame Pomfrey viniera a verlo –sonrió abandonando la habitación.

Lily se sintió más tranquila, todo parecía marchar bien ese día. Miro por la ventana, al parecer ya llevaba varios minutos nevando y aunque no fuera un día especialmente feliz para la familia. "No deja de ser navidad" pensó encerrándose en el baño para tomar una ducha.

Según lo acordado, Lily pasaría la navidad con los Potter y el año nuevo con los Evans. Así que, ahí estaba, sentada en la mesa principal y disfrutando de una muy completa cena navideña. A su derecha James y a su izquierda Judith. Al lado de James, Sirius sostenía una lucha de miradas contra Emily quien estaba sentada al frente de él.

Se suponía que después de todo lo ocurrido, Lily debía ser la más alterada pero descubrió con sorpresa que tanto Elizabeth como Alexander lucían tensos y preocupados, a ratos parecían perderse en sus pensamientos. Lily miro a su alrededor y supo que de no ser por Emily y Susan, esa cena habría sido un desastre. James le había explicado que normalmente se invitaba a toda la familia Potter para esas fechas pero ese año en particular se abstendrían por razones de seguridad. Mismas que la pelirroja no entendía pero prefirió no hacer más preguntas.

-James, ¿cómo está Mark? –preguntó aprovechando el barullo que habían creado Sirius y Emily insultándose de un lado a otro de la mesa.

-Estable. Pomfrey lo revisó y dijo que es necesario trasladarlo, por lo menos a Hogwarts. Siento que cada día está peor, mañana lo llevaremos.

-¡Me pregunto cuando estrenarás el cerebro! –chillo Emily poniéndose de pie.

Antes que Sirius respondiera con un comentario peor, Elizabeth llamo la atención de todos invitándolos a pasar al salón principal donde tradicionalmente ella y la abuela Potter tocaban el piano a dúo. Y teniendo en cuenta su reciente ingreso a la familia, a Lily también le toco su turno en el piano, inundando la sala de una suave melodía que logro emociones encontradas en cada una de las personas que compartieron la cena.

Por primera vez en toda la noche, Elizabeth y Alexander permanecieron juntos compartiendo una mirada preocupada pero llena de decisión, no por nada habían logrado tanto juntos y aunque estaban concientes de lo que se avecinaba, era importante mantenerse unidos. Junto a ellos, la abuela Potter arrullaba en sus brazos a la pequeña Judith quien dormía con una amplia sonrisa en su rostro, escuchando la melodía aún entre sueños.

En sillones separados, Sirius y Emily se lanzaban miradas asesinas de tanto en tanto hasta que Susan intervino sentándose al lado de su hermana, ejerciendo una ligera presión sobre ella para que detuviera el 'juego'. Fingiéndose molesta, Emily desvío la mirada lejos de su hermana pero alcanzando a ver discretamente al anímago. Cerró los ojos un segundo escuchando voces del pasado, llanto, sangre… muerte. Al volver a abrir los ojos, se encontró con el rostro serio de Sirius, el ceño fruncido en actitud confusa y la mirada, aunque inocente, no dejaba de lucir la frialdad característica de los Black. Sintiendo la melodía en sus oídos no podía evitar que los recuerdos siguieran inundando su mente, aún con los ojos abiertos, taladrando su interior. "En navidad la gente pierde el control de sus emociones. Y si permites eso puedes cometer muchas estupideces" recordó sus propias palabras, dichas varios años atrás a Susan, en navidad, poco después de que… Volvió nuevamente a la realidad sintiendo la mano de Susan sobre su hombro, mirándola de forma que revivió el pasado. Aquella noche sus padres habían sido asesinados, poco antes de navidad y poco después de su cumpleaños número ocho. Emily, con una mirada fría que con el tiempo adoptaría como propia, desafió a su hermana con aquellas palabras y Susan, sonriendo con tranquilidad pero con lágrimas en los ojos susurro: "No todos son iguales". Poco después de eso, conoció a Sirius Black, el mejor amigo de su primo James y desde entonces no pudo evitar odiarlo. Odiarlo por tener la confianza de James, por ser gracioso, por ser agradable, por ser una buena persona que valora y protege a sus amigos, pero sobre todo por ser un Black, un miembro de la familia que asesino a sus padres.

Casi oculto en un rincón de la habitación, Peter miraba a cada miembro de esa extensa familia, sin emociones en su rostro, impasible pero temeroso. Aprovecho la última nota de la melodía para salir de la casa discretamente, se había sentido muy incómodo toda la noche y aunque no tuvo oportunidad de negarse a asistir ya no soportaba un minuto más. Miro a sus amigos un segundo, la alegría en sus rostros y… agito la cabeza abandonando la mansión.

Mientras en la planta baja el ambiente parecía volverse más tranquilo y agradable en medio de la música, risas y poco después baile. En la habitación de Mark, el chico parecía haber entrado en trance. Sus ojos blancos y dilatados perforaban la oscuridad del cuarto y sus labios resecos y morados balbuceaban frases entrecortadas. Con un último estremecimiento de su cuerpo… cerró los ojos y boca dando un respiro cansado que dio fin a su vida. Un extraño corte oculto en la parte baja de la garganta comenzó a supurar un líquido verde pálido tras lo cual la sangre de un tono más oscuro de lo normal comenzó a fluir manchando su piel de un denso color negro.

Su mano derecha, que hasta ese momento había permanecido fuertemente cerrada, cayó fuera de la cama abriéndose y dejando caer un pequeño papel doblado varias veces, lleno de polvo y gotas de sangre.

Continuará…

Notas de la autora: Mmm, fue mi imaginación o este capítulo estuvo algo ¿tétrico? gulp, O.O creo que ya empiezo a sacar mi lado oscuro… matando a personajes a discreción. Porque, digo, todos sabemos como va a terminar el fic, ¿no? je, je, y ¿qué tal si les salgo con una sorpresa? D ja, ja, ja, dejemos ese tema a parte. Haré una pequeña aclaración, este cap ya lo tenía terminado hace un par de días, pero cuando hice la revisión (porque eso hago con cada capítulo -) aumente un par de detalles y especifique algunas cosas más, el chiste es que lo que acaban de leer es un texto más largo que el original y digamos que más pulido, por ello agradeceré que se tomen la molestia de decirme sinceramente si les gusto porque es algo así como un capítulo especial tomando en cuenta sus sugerencias de los últimos reviews, para aquellos que me pidieron hablar sobre las gemelas y que los caps finales fuesen más largos P (Ya ven como si cumplo)

Por adelantado hago la advertencia del cap 18, ya lo venía diciendo desde hace tiempo pero lo recalcaré aquí y en el próximo. Dicho episodio será algo fuerte, veremos la muerte de un personaje y no será nada agradable, habrá algunos detalles decisivos, y bueno, aviso para que estén prevenidos porque la última vez que puse una escena algo fuerte se me olvido decirlo y ya me querían matar P je, je, sorry por eso. Y ahora un poco de historia - desde hace varios capítulos tenía planeado como iba a terminar el fic, en el capítulo 18 (¡Sip, el que viene!), que ya está terminado. Ese es el final oficial del fic, snif, snif, creo que no es agradable decirlo… -- ahí se termina según lo que tenía planeado al iniciar la historia pero gracias a sus comentarios les regalaré una especie de bonus, que será el cap 19 (o llamémoslo epílogo), ese aún no lo tengo listo, ya tengo la idea y puedo adelantarles que se preparen porque sino lloran con eso por lo menos les llegará muy hondo…

Respondo reviews:

Blusth: Bueno, ¿qué opinas de este cap? ¿Fue más largo? Muchas gracias por tus comentarios, es bueno saberlo, sobre todo cuando ya vamos a terminar, gracias por la paciencia. Y si, el final… mmm, prepárate para ello porque definitivamente será triste -- Agradezco, también, que me recomendaras tu fic, prometo leerlo, aunque me tomara un poco de tiempo porque con eso de las fiestas decembrinas apenas me reestablezco, ja, ja, eso si, ten por seguro que lo leeré - Cuídate mucho, besos.

xX Ashley Xx: ¿Ya tienes otro fic? Mmm, dame un poco de tiempo e iré a verlo, espero que duré un poco más que el anterior, ¿eh? Pues ya he tomado tu sugerencia, estos últimos caps (17, 18 y epílogo) serán más largos de lo normal, cualquier sugerencia para ello es bien recibida - Je, je, buena teoría, en el próximo cap sabremos quien le envío el libro a Lily D seguro te sorprenderás. Gracias por tus buenos deseos y pórtate bien P

Yamila Potter: Gracias por tus comentarios D Je, ya había notado que te gustan los deportes y eso es bueno, ¿practicas alguno? Espero tus comentarios sobre el cap. Besos )

Jamie Black: Sip, gracias a peticiones de varios capítulos atrás (y contando ahora la tuya) veremos a un Harry bebé, aunque solo sea unos cuantos párrafos espero no decepcionar a nadie - Espero tus sugerencias para estos últimos caps, besos.

Nachita: Je, je, creo que si. No dejo a nadie respirar, sobre todo a James y Lily, ¡les pasa de todo! Y luego me fui sobre su hijo, ups, entonces debo prevenirte sobre el próximo cap -- Gracias por tus comentarios espero recibir tu opinión sobre el cap ; ) Ji, ji, desafortunadamente apenas salgo y ya tengo que volver a la universidad, dentro de 8 días regreso… pero no te preocupes, ya prometí que antes de eso podrán ver el final del fic y mientras no pase nada grave que retrase eso… ; ) espero que estés al pendiente. Besos y cuídate mucho.

HermioneGranger91: Je, je ese capítulo 18 va a ser leyenda, je, je, realmente quiero leer las opiniones de los lectores sobre ello - a ver que tal me va. Sobre quien va a morir… creo que ya di una pista, aunque muy sutil, se relaciona con quien murió en este cap y mejor ya no hablo porque terminaras descubriéndolo. Ja, ja, quizá ya hasta lo sabes. Sobre la maldición, ya hablamos más sobre ella y seguiremos tratando el tema en el próximo cap, por cierto tu teoría sobre esa maldición va por buen camino ; ) Espero que cumplas tu palabra y me dejes un review muy largo para el cap 18, de cualquier forma, seguro que tendrás mucho que decirme - Muchos besos y cuídate.

Leodyn: También he tomado en cuenta tu sugerencia, y hablamos un poco del pasado de las gemelas ; ) Espero tu opinión sobre el cap y cualquier sugerencia para el final, que ya está muy cerca. Besos )

AndreitaMalfoy: Pues si, algo tiene que ver el hechizo con el futuro que le depara a Harry pero no te diré más para que puedas averiguarlo ; ) Gracias por tus comentarios y espero un review de tu parte sobre cualquier duda o sugerencia para el final. Cuídate mucho P

En está última recta del fic, espero sus comentarios sobre algo que quisieran ver en el final porque de ahí surgió el epílogo, de quienes me pidieron a un Harry bebé ; ) Dudas, amenazas y de más son bien recibidas D

Cuídense mucho,

Su amiga,

Andy Yogima.

D.A.D.