Ariel propuso el siguiente desafío a cumplir:

"Sin mas esperar, les dejo el siguiente desafío... bueno la idea es simple:

Relatar un viaje a Hogsmead en donde Harry y Hermione van solos.

Condiciones: (para hacerlo mas... interesante jejeje)

-Estan en medio del 6to curso.

-Harry está superando lo de Sirius...

-En este viaje Harry confirma sus sensaciones para con ella...

-Ronald curiosamente no puede acompañarlos (uds. ponen el por que)

-La odiosa Skeeter aparece, aunque sea para fastidiarlos un poquito...

-De una u otra forma Cho los ve juntos (su reacción, los dejo a su criterio)

-Tiene que haber romanticismo... si quieren humor, pero básicamente un fic romántico.

Espero que participen...

Ariel..."

LA PERSECUCIÓN

-Hermione, muchas gracias por convencerme para venir a Hogsmade. La verdad es que empezaba a sentirme un poco claustrofóbico encerrado todo el día en el colegio. Es una pena que Ron no haya podido venir por estar castigado, sé que lo planeasteis juntos para ayudarme.

-No es nada Harry. Hacia varios días que Ron y yo te veíamos un poco, esta bien, muy apagado, parecía que un dementor te había dado un beso – Hermione se rió un poco por su comentario, cosa que no le hizo mucha gracia a Harry.

-¡Oye! – se quejó un poco enfadado – No es gracioso, desde la muerte de Sirius no he levantado cabeza, y si a eso le sumamos que durante el verano el asqueroso de mi primo no ha parado de meterse conmigo por culpa de las malditas pesadillas, que hace solo un mes que terminó el plazo del trato con Skeeter y al cabo de 24 horas ya estaba diciendo estupideces sobre mi, que Snape no para de meterse conmigo y que encima está lo de la profecía… pues dime… ¿tu como estarías, bailando una jota en medio del gran comedor cada día? ¿no verdad? Pues eso.

- Esta bien, tienes toda la razón, pero no me negaras que un poco de gracia si que ha tenido ¿no?

Una mirada un tanto furiosa por parte de Harry le hizo comprender que no había tenido ni pizca de gracia.

Harry y Hermione iban andando por Hogsmade en dirección a la librería, Hermione necesitaba un libro para runas antiguas y Harry aceptó acompañarla para distraerse un poco de todo lo que lo envolvía.

El paseo era muy tranquilo, hablaban con normalidad, y parecía que todo seria perfecto.

Parecía.

A lo lejos Harry vio aparecer a su reportera particular Rita Skeeter, su expresión cambió de tranquilidad a sorpresa, de sorpresa a enojo y de enojo a desesperación. Lo último que necesitaba ahora era a Skeeter molestándole, así que sin pensarlo mucho cogió a Hermione de la mano y la empujó hacia una de las calles que le quedaban más cerca y siguió corriendo un rato para asegurarse que no lo habían ni visto ni seguido. Hermione a su lado seguía sorprendida por la reacción del muchacho.

De repente por el otro extremo de la calle apareció Cho Chang.

- Estamos rodeados.

-¿Qué ocurre Harry? ¿Por qué estamos corriendo? ¿Quién nos rodea?

-Skeeter viene por atrás, y Cho viene por delante, si nos pillan se armará un escándalo, no tengo ganas de que hablen mal de mi, menos de ti, ni de tener que dar explicaciones de porque estoy aquí contigo y no con ella.

-¡Harry Potter! ¡Y va con Granger! – gritaron las dos mujeres a la vez.

-Nos han visto. Rápido, debemos escondernos.

A su derecha Harry vio un pequeño café donde no había mucha gente, así que cogió a Hermione otra vez de la mano y se la llevó dentro. Al entrar se dirigió directo al final del local, en un rincón donde en principio no les podían ver. Sentó a Hermione en la silla del rincón y luego se sentó él en la de al lado, muy cerca de Hermione, de espaldas a la puerta para evitar que lo reconociesen fácilmente.

Hermione observó el local donde se encontraban y se sonrojó.

Harry lo vio y preguntó el motivo del sonrojo.

-Harry, no sé si te has dado cuenta, pero hemos entrado en el Salón de té…

No pudo terminar la frase, Skeeter y Chang habían entrado por la puerta gritando y muy alteradas. Rápidamente Harry se subió la capucha de la capa e hizo lo mismo con Hermione. En ese momento agradeció que fuera invierno e hiciera frío.

-¿Dónde están? – oyó que preguntaba Skeeter a la camarera del local

-¿Quién?

-Harry Potter, acaba de entrar ahora mismo de la mano de una chica castaña – respondió Cho Chang

-Pues la verdad es que con el frío que hace hoy han entrado bastantes parejas, mucho de ellos tapados hasta la cabeza y creo que ninguno de ellos era Harry Potter, pero tampoco se lo puedo asegurar, puesto que estaba atendiendo a unos clientes.

En ese momento Skeeter empezó a observar a su alrededor por si los veía, Hermione que desde su posición podía ver a Skeeter y Cho se lo comunicó a Harry.

- Harry, Skeeter está mirando hacía aquí, y parece que nos ha descubierto.

Pero Harry no parecía estar escuchándola. Estaba absorto observando sus labios y sus ojos. Harry notó como su pulso y su respiración se aceleraban, como sentía miles de mariposas en el estomago y como sus mejillas se teñían de rojo.

Entonces comprendió.

Comprendió que todas esas sensaciones que sentía estando con Hermione no era fruto de la amistad. Comprendió que estaba enamorado de ella. Y no pudo resistirse. Se adelantó y la besó.

Un beso mágico, lleno de amor y pasión, de gracias, disculpas y perdones, de comprensión y de apoyo, pero sobretodo de declaraciones y promesas de amor eterno. Un beso que rápidamente fue correspondido por una feliz Hermione, a la que no le hicieron falta las palabras para comprender que aquello representaba el inició de algo mucho mejor que una estupenda relación de amistad con Harry, representaba el inicio de un futuro para ambos, un futuro que no seria fácil, pero que entre los dos construirían cada día, paso a paso, con la ayuda de su amor y su fe en la otra persona.

Mientras ellos se besaban Rita y Cho se habían dado por vencidas de encontrarlos en el Salón de té, así que le preguntaron a la camarera si el local tenia salida de emergencia por donde podrían haber salido. Está se la indicó y las dos salieron disparadas como balas hacia la salida buscando a Harry Potter y Hermione Granger, pero ellos seguían en el Salón de té envueltos en su mundo de amor.

-¡Eh Potter, ya podéis salir, ya se han ido!

Harry se volvió sorprendido al ver que la camarera si que le había reconocido y que le había echo el favor de esconderlos. Su sorpresa fue mayor al descubrir que la camarera era Tonks.

Harry y Hermione se acercaron hacia ella para preguntarle que hacia allí, pero antes de poder hablar ella se lo respondió.

-No te enfades Harry, pero te estaba siguiendo, la verdad es que Dumbledore nos pidió que te vigiláramos cuando salieses del castillo, así que te seguí. Y cuando las vi entrar me hice pasar por la camarera para engañarlas y mandarlas lejos de aquí.

-Está bien, no ocurre nada. Gracias por todo Tonks.

Harry iba a irse cuando se dio la vuelta:

-Eh… ¿podrías hacernos un favor?

-No le diré a nadie que estabas aquí, que os habéis besado y que, al parecer, estáis saliendo juntos.

Entonces Harry se percató de que Hermione seguía a su lado, cogida de su mano y su brazo y con una sonrisa que seria capaz de iluminar el mundo.

Ambos salieron del local muy felices y en dirección a Hogwarts donde esperaban encontrar a Ron para contarle todo lo que les había sucedido. ¿Todo?

FIN