Para Rowling lo que es de Rowling, porque Rowling se lo gano. Y Leo…para quien lo quiera, ja.

Hola! Hemos vuelto! Despues de tanto tiempito sin actualizar! Les pedimos mil perdones y les decimos mil gracias a todos los que nos esperaron o nos lo recordaron este tiempo. Muchisimos besos, esperemos que lo disfruten.

Se lo dedico con todo mi corazon a Moony, mi hermanita que hoy cumple 17 años! Te amo, princesa!

Caminos Separados II

Harry no daba crédito a lo que veía, y sentía que se iba a desmayar de la impresión.

No, no, no podía ser.

Malfoy, Bellatrix, un lugar lleno de muggles, las varitas alzadas, las túnicas de

mortifagos y ellos, en el medio.

Leo no se había percatado de la situación, para variar. Estaba sorprendido de esos dos

desubicados que parecían venir corriendo hacia su nuevo hermano, pero nada más.

Tomo un sorbo de la gaseosa y le dedico una sonrisa a su chica.

Ruby estaba un poco mas impactada que Leo, era raro que dos personas, una de ellas

adulta se vistieran así y menos que corrieran por el medio del shopping.

Bellatrix no cabía en si de felicidad y excitación, ahí estaba Potter, era cierto, ahí estaba

sentado en el medio de dos jóvenes, con la cara pálida y transformada por el espanto.

Draco estaba terriblemente nervioso, ahí estaba, su enemigo de toda la vida, el chico

que había puesto en la cárcel a su padre, el chico que lo había humillado en la escuela.

Pero también el supuesto elegido, el niño que había vivido cuando nadie lo había hecho.

Demasiado para ser su primera misión importante.

Los muggles del patio de comidas se habían quedado un tanto impresionados y en

silencio, o cuchicheaban entre si sobre los dos extraños. Hasta que el primer rayo de luz

roja salio volando de la varita de Bellatrix, y dio directo en Ruby que cayo desmayada

inmediatamente.

Lo único que se oyó en ese momento fue la voz de Leo ahogando un grito y a su madre

maldiciendo por no haber acertado en el blanco.

El joven Black se adelanto y fue a enfrentar a los agresores, que habían quedado a unos

pocos metros de distancias fulminándose con miradas a Harry que no sabia si salir

corriendo, si gritar llamando a la seguridad o quedarse ayudando a Ruby que había

caído delicadamente junto a él. Su pelo largo le caía en mechones desparejos sobre la

cara dormida.

.-¡¿Qué hiciste estupida! –le grito a la mujer que lo miraba con desinterés y casi ni lo

escuchaba.

.-Correte del medio pendejo, no sos nadie acá.

.-¿Qué le tiraste a mi novia?¿Quien carajo sos?

Leo estaba sacado de quicio, la cara completamente colorada y caminaba decidido hacia

Bellatrix.

Antes de que Harry se diera cuenta de la situación mientras trataba de reanimar a Ruby

tirándole gotas de agua, la mortifaga contesto con burla.

.-Yo soy Bellatrix Lestrange, la bruja más poderosa del mundo, mano derecha del Señor

Oscuro, ¿y vos? Muggle entrometido…

Sirius subió las escaleras como perro para hacerlo mas rápido. Lo que menos le gustaba

en el mundo era pelearse con su ahijado. Y no solo eso, había discutido con su hijo.

Estaba triste y deprimido. Necesitaba arreglarse con Harry, sabía que los adolescentes

no eran cosa fácil, el mismo había tenido muchísimos problemas familiares a esa edad;

pero sabía también que con unas palabras amables y unas explicaciones razonables

Harry entendería, y después le ayudaría a reconquistar a Leo.

Cuando encontró la puerta abierta le dio mala espina, se asusto. De hecho, cuando su

ahijado se enojaba siempre se encerraba dando un portazo. Que raro. Tomo su forma

natural nuevamente y golpeo con los nudillos la puerta abierta, tratando de evitar

interrumpir la privacidad del muchacho.

.-¿Harry? Harry, hey, campeón, ¿puedo pasar?

Nadie le contesto. Temiendo lo peor Sirius se adentro en la habitación y comprobó que

estaba vacía.

Sintió un profundo vacio en el estomago, pero rápidamente le sobrevino la

preocupación. Voldemort con poder de vuelta, queriendo matarlo…Pudiendo matarlo.

Ahora mismo, en este momento en que él, estupido, demasiado arrogante como para no

dejarlo salir, estaba ahí, parado en el cuarto, con dos camas.

¿Y si le pasaba algo? Nunca se lo iba a perdondar.

No, no, no podía ser.

.-¿Vos, vos sos Bellatrix? –pregunto Leo estático, mirando a la mujer que tenia enfrente

y sintiendo que su corazón le palpitaba con fuerza.

.-¿Sos de efecto retardado?

Draco que se había quedado mirando la escena reacciono y le grito a su tía:

.-Bella, terminemos con esto, Potter se va a escapar y vos discutiendo con un muggle, el

Señor nunca te lo va a perdonar. Agarralo o lo agarro yo.

El nombre de su señor devolvió a Bella a la realidad y volvió a apuntar hacia Harry

antes de que Leo se tirara sobre ella pálido y con manos temblorosas.

.-¿Mamá?¿mamá?

La mujer no entendía, le estaba hablando a ella.

No, no, no podía ser.

Un adolescente de unos 17 años, con lacio y prolijamente delicado pelo morocho de

ojos grises que estaba con Potter le estaba diciendo…¿mamá?

.-¿Leo?

Imposible.

.-¿Mamá? –pregunto Draco repitiendo lo que Leo acababa de decir. Ese chico le había

llamado así a su tía. Esto no tenia sentido. Y lo mas importante, Potter encontraría una

forma de escaparse. No, no esta vez.

Llego hasta él con la varita en alto y murmuro con odio:

.-Desmaius.

Harry logro esquivar el primer rayo y trato de empujar a Draco que se sorprendió de la

reacción del chico. Cayeron al piso y rodaron mientras el mundo se detenía alrededor

suyo, la gente del patio de comidas, Bellatrix, Leo y Ruby no existían, solo ellos dos

girando, tratando de lastimarse y la varita del rubio en el medio.

Draco no lo pensó mas, ni bien tuvo un poco de espacio le tiro una piña a la mejilla de

Harry que escupió sangre sin inmutarse, y siguió tratando de arrancarle la varita.

.-Soltame Potter, resignate, date por vencido, esta batalla esta perdida.

.-¿Todavia no me conoces Malfoy, yo…nunca me doy por vencido.

Ajenos a la pelea de los jóvenes madre e hijo se observaban en silencio, Bellatrix ya

había bajado la varita y no tenia la mínima intención de agarrar a Potter o ayudar a su

sobrino. Allí estaba Leo, su Leo, el pequeño bebe que había tenido que entregar, esa

muestra viviente del profundo amor que ella y Sirius se tenían…

Bellatrix reacciono como si lo hubieran echado un balde de agua helada y acortando

rápidamente los pasos que le separaban de su hijo, llego hasta él y lo abrazo.

Leo, aun paralizado no se movió, pero no se resistió a las manos de la mujer.

.-Ay mi amor, todos estos años, todos estos años –sollozaba Bella.

El joven compadecido, le devolvió el abrazo.

.-Ya lo se, mami…el tio Severus.

Al oir ese nombre, nuevamente, la realidad despertó a Bellatrix que de repente vio como

su sobrino forcejeaba con Potter.

.-Desmaius –dijo rápidamente, esta vez si acertando.

El rubio se paro, visiblemente enojado.

.-Era hora –reprendió a su tia.

Leo miraba todo entre desconcertado y maravillado; había visto hacer magia con

anterioridad, pero nunca tan poderosa, sino mas bien, simples hechizos.

.-¿Mamá? –repitió tímidamente.

Esta, emocionada por su nuevo rol lo miro por un momento, luego, como si alguien la

hubiera retado, volvió a su labor.

.-En un minuto, bebe, dame un minuto y después vamos a contarnos todo. –contesto

despreocupadamente.

Draco, aliviado de haber "ganado" la batalla muggle con Potter se dirigió para ver el

estado de la chica que su tia había maldecido.

No lo admitió, pero le alegro saber que solo estaba desmayada; su primo, que hasta

ahora no había intervenido se acerco a él rápidamente.

-¿Qué haces nene? –quiso saber el joven Black prepotentemente.

Malfoy lo miro, según Bellatrix, este chico era su hijo, por lo tanto, debía ser su primo.

.-Estoy tratando de ver su estado –respondió el rubio pacientemente –técnicamente, esta

en perfectas condiciones.

Leo se alivio al escuchar eso, aunque seguía observando con mala cara como ese chico

desconocido le apartaba a su novia el cabello del rostro muy delicadamente.

.-Todo listo, vamos –ordeno Bellatrix.

Un inconsciente Harry flotaba a unos centímetros del suelo

Malfoy soltó a Ruby y se acerco a su tia:

.-¿venís? –le dijo a Leo.

Pero este por fin había comprendido todo, recordó la discusión que habían tenido con su

padre esa mañana, el motivo por el que había ido solo al shopping. ¡A Harry no lo

dejaban salir, precisamente para evitar esto!

Como poseído salto sobre su primo quien callo al suelo bajo su peso y empezó una

nueva pelea.

Bella, sorprendida, bajo a Potter e intento separarlo evitando usar la magia, ya que no

quería herir a ninguno de los dos.

.-¡Paren! –grito desesperada.

Leo, que claramente estaba ganando ya que tenia a Draco a merced de su puño lanzo a

su madre una característica mirada Black.

.-Solta a Harry o te juro que lo mato, y lo digo en serio. –amenazo.

Crecer en un orfanato le había dado al joven la experiencia necesaria para este tipo de

peleas.

Su madre, lejos de asustarse, miro embelezada la frialdad con que su hijo le hablaba,

pero justo cuando iba a felicitarlo, unas figuras aparecieron de la nada y les apuntaron a

todos con las varitas.

El shopping ya había quedado vacío de muggles, la gente, convencida o no de que era

una película no se quiso quedar a mirar.

Bellatrix, Draco y Leo giraron las cabezas. Desde el ministro de la magia hasta

Kreacher, el elfo domestico, estaba ahí. En el patio de comidas, en pleno Londres

muggle.

La mujer estaba nerviosa e indecisa. Quería desaparecer instantáneamente. Su sobrino

lo había hecho con un sonoro "crac", pero ahí estaba su hijo, y casi con seguridad…el

cuerpo le dio un escalofrío involuntario de solo pensarlo…el padre de su hijo, su primo,

su enemigo, su amante, el famoso Sirius Black.

¿Qué hacia? ¿Su hijo o su Señor?