LA VIDA JUNTOS

Sakura caminaba por las solitarias calles de Konoha, hacía poco que habían llegado de una improvisada misión para intentar detener a Naruto en su intento de seguir protegiendo a Sasuke ahora que era considerado un ninja renegado en todos los Países.

Como siempre el resultado no fue el que hubieran deseado, pero además, en esa ocasión, también fue muy inesperado. Se encontraron con Sasuke que ni siquiera dudó en atacarlos, Kakashi estuvo a punto de enfrentarse a él, incluso les pidió que se marcharan. Cuando su sensei les pidió que se fueran, el corazón de Sakura se fracturó ante la idea de verlos enfrentarse, en especial porque Sasuke estaba dispuesto a acabar con todo lo que significara un obstáculo, había dejado a su compañera moribunda a su suerte, y si no hubiera llegado ella a tiempo, quizá estaría muerta. Intentó detener a Kakashi, convencerlo de que no se enfrentara al Uchiha, pero parecía dispuesto a protegerlos a ambos, se sentía culpable por no haberlo podido retener años antes.

Naruto intervino preocupado por el miedo de Sakura por ver a su pareja ponerse en ese riesgo. Se le veía mucho más maduro, habló con Sasuke tranquilamente y sin alterarse, era como si pudiera saber el final de esa amistad, en lo que acabarían los constantes enfrentamientos.

Al final dos Akatsuki se llevaron a Sasuke, la médico se sintió aliviada, no quería seguir viéndolo.

Después de esa misión hubo una noticia que la tomó por sorpresa y que todavía no terminaba de asimilar. Kakashi había sido nombrado Hokage, cuando recordaba esa noticia, le era imposible no sonreír de orgullo. Claro que seguía preocupada por la Quinta, que deseaba su recuperación y que volviera a tomar el mando de Konoha, pero saber que su sensei era considerado para traer un poco de calma a Konoha la llenaba de orgullo y tranqulidad.

-¿En qué estás pensando, frentona? - Ino estaba parada frente a ella y la miraba con la intención de sacar cada idea de su cabeza.

-Kakashi-sensei fue nombrado Hokage, cerda - le dijo intentando mostrarse serena ante la idea -Estoy pensando en darle un obsequio por su nombramiento, aunque sea provisional, me parece que el solo hecho de que lo hayan elegido es algo muy importante.

-¿De verdad no tienes idea de qué obsequiarle, frentona? - la cara de Ino delataba cierta ironía, como si Sakura estuviera jugándole una broma.

-No, y es horrible- admitió la médico frustrada -No soy buena con estas cosas, quiero darle algo que no necesite, pero que de verdad quiera, algo que no olvide.

La ingenuidad de Sakura hizo que su amiga rodara los ojos con cierta impaciencia, pero suspiró intentando calmarse y darle pistas sobre el mejor regalo que podría darle a Kakashi.

-¿No se te ocurre nada que tu sensei desee?

-No, he intentado pensar en algo, pero es muy silencioso respecto a sus gustos.

-¿Sus ojos brillan con algo en particular?- Sakura lo pensó tanto que acabó con la paciencia de Ino -¡Dios, Sakura! estás ciega, debes estar jugando.

-¿Jugando? ¿Te parece una broma que no sepa qué regalarle a Kakashi-sensei en un momento tan importante?

-Déjame pensar... ¡SÍ!, debe ser una maldita broma porque no hay forma en que no notes cómo ese hombre te come con la mirada, siempre, y lo digo en serio, siempre te come con la mirada. Dios, te desea tanto que hace que el ambiente se caliente con tan solo una mirada.

-¿De qué estás hablando, Ino? - preguntó Sakura un poco intimidada, la verdad es que a ese punto ya todos debían tener un idea de que su sensei ya la había tocado; pero que su amiga remarcara el deseo que había entre ambos era más de lo que sus mejillas podían soportar. En especial porque, si bien es cierto que hacían el amor con frecuencia, se mantenían dentro de lo normal, por así decirlo, él era muy cuidadoso con ella.

-¡Vamos, Sakura! - su amiga subió tanto la voz que las personas que pasaban las observaban curiosos -Si de verdad quieres darle algo que no olvide, pues ponte algo sexy y juguetona.

Algunos hombres que iban pasando se quedaron parados cuando Ino pronunció esas palabras. Eso no fue lo más incómodo, algunos ninjas que ya los reconocían como pareja habían alcanzado a escuchar esa frase, sabían que su pareja era Kakashi, y ahora sabían que amiga le sugerían que se vistiera sexy y se pusiera juguetona.

Sakura sólo comenzó a reír nerviosamente y tapó la boca de Ino con una de las manos y con la otra se encargó de llevarla a un lugar apartado.

-Lo hubieras gritado un poco más fuerte, creo que sólo faltaba que el mismo Kakashi te escuchara.

-Seguro que él estaría de acuerdo conmigo - aseguró la ninja con orgullo -Sakura, te lo digo en serio, Kakashi-sensei te desea como nunca he visto a un hombre desear a una mujer, la forma en la que te ve, en la que observa cada uno de tus movimientos y es obvio que sólo espera el momento para estar a solas contigo... No hace falta ser muy inteligente para saber que lo que más desea, bueno, eres tú, y si realmente quieres darle algo que quiera, sólo echa a andar tu imaginación. Y no me des las gracias.

-¿Por qué lo haría?

-Porque estoy segura de que me harás caso, lo veo en tu mirada, y porque después de eso, seguro que no serás la misma. No intento decirte nada que no sepas, pero es muy evidente la pasión que emana de un hombre como Kakashi-sensei, y es momento de que la disfrutes, no sólo que la sientas.

Ino dejó a Sakura plantada, con la cara sumamente sonrojada y pensando en todas las posibilidades. Hasta ahora se le ocurría pensar que su sensei se contenía por ella, para no incomodarla u ofenderla; su amiga tenía razón.

Ella no era muy experimentada, a pesar de haber estado con Kankuro, bueno, era mejor no pensar en eso... tenía miedo de no poder corresponder de la forma adecuada a su sensei, al deseo que despertaba en él. Pero al menos lo intentaría.

Sonrió con cierta ansia, esa noche la tenían libre ambos, era la oportunidad perfecta para ponerse creativa.

Kakashi por fin se había liberado de los deberes con Shikaku, algunos asuntos que resolver por su nombramiento como Hokage, aunque él mantenía la esperanza de que la Quinta se recuperara antes de que él fuera nombrado. Su único consuelo era que seguramente Sakura ya lo esperaba en su improvisada casa, cenarían algo y podría quedarse dormido a su lado, tomando un poco de su calor. Sonrió ante esa idea.

Cuando llegó se encontró que casi todo estaba oscuro exceptuando por la luz del dormitorio, seguro que la médico se había quedado dormida y no era para menos, entre ayudar a los cuidados de la Quinta e ir detrás de Naruto, bueno, fueron momento bastante agitados. Y cuando se enteró de que él sería nombrado Hokage, no dejó de preguntarle disimuladamente alguna idea para un obsequio, como si no tuviera ya todo lo que necesitaba.

Cuando entró al dormitorio, se quedó parado, sin palabras ante lo que veía.

Sakura estaba parada frente a la cama, vestida con una bata que parecía de seda, ligeramente abierta a la altura del pecho y que revelaba la línea de los senos desnudos. Esa abertura se extendía y mostraba su vientre desnudo, su intimidad expuesta, sus muslos, hasta sus piernas.

Normalmente lo que menos le hubiera interesado a Kakashi era el color de la bata, pero en esa ocasión, el color rosa pálido, hacía destacar más la piel blanca de su alumna. La luz de la vela la hacía resplandecer de una manera especial. Antes de hablar el ninja se deleitó con la mirada, el cuerpo de Sakura lucía como nunca antes lo había visto porque deliberadamente trataba de seducirlo, la tela se ajustaba de una forma sensual a cada parte de su cuerpo, hacía que sus pezones se mostraran como un relieve erótico que a Kakashi le costó dejar de ver.

-¿Sakura?- preguntó el ninja sin estar seguro de lo que estaba sucediendo, cuando su erección ya era completamente visible y los pantaloncillos le incomodaban. Incluso estaba jadeando.

-Me alegra que llegara, sensei- la médico dio un par de pasos hacia él, la bata se deslizaba delicadamente por el cuerpo de Sakura, incluso pudo ver cómo uno de los senos de su alumna quedaba casi al descubierto. Lo más sorprendente de todo era la mirada de Sakura, mostraba una decisión a seducirlo como Kakashi no había visto.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca tomó a la médico de la cintura, sus manos temblaban, y cuando tocó esta tela tan suave, cuando el perfume de Sakura lo invadió por completo, sintió que la erección en sus pantaloncillos se volvía mucho más prominente.

-Oh, Sakura- gimió intentando controlarse, sus manos se aferraban con demasiada fuerza a la bata rosada.

-Creo que es momento de que se ponga cómodo, sensei- incluso la voz de Sakura sonaba más dulce, más seductora, todo en ella parecía incitarlo y provocarlo. No conocía esa versión de su alumna, pero lo estaba disfrutando.

-Tal vez podrías ayudarme con eso- el ninja se acercó un poco más y con una mano descubrió el pecho de Sakura era como si sus senos ya esperaran el contacto, pero antes de que sus manos la tocaran, la médico se adelantó y puso sus manos sobre el chaleco jounin.

-Se sentirá más cómodo cuando se quite la ropa.

-Eso podría funcionar- Kakashi ya se estaba preparando para desvestirse en una velocidad récord para poder entrar en la jovencita, ya saboreaba cada embestida, pero las manos de Sakura comenzaron a desvestirlo. Esa fue una sorpresa muy agradable.

-¿Planeas desvestirme tú sola?

-Hasta la última prenda.

Las manos de Sakura lo desvestían con extrema lentitud, al principio pensó que estaba nerviosa, pero cuando lo tomó de la mano y le quitó los guantes con movimientos lentos, acariciando sus dedos, supo que lo estaba haciendo a propósito. Incluso se atrevió a besar sus manos, cuando Sakura moridisqueó uno de sus dedos, cuando pasó su lengua provocativamente y frente a él, porque eso fue lo que hizo, introdujo uno de sus dedos en la boca y lo succionó ligeramente, Kakashi sintió que su pulso de elevaba.

-Ahhh Saku..raaa.

La médico hizo lo mismo con la otra mano, no le permitía tocarla y eso lo estaba matando, pero al mismo tiempo disfrutaba de cada atención que recibía. Cuando terminó con sus dedos, le quitó la banda, se puso de puntillas para poder lograrlo y como consecuencia Kakashi obtuvo una vista espectacular.

No pudo resistirlo más y la tomó de la cintura bajo la bata, pero antes de que pudiera besarla, antes de que sus manos se deslizaran por esa piel suave y tersa, Sakura lo apartó con suavidad.

-Aún no termino de desvestirlo, sensei.

-Pero...

-Prometo que lo disfrutará.

-De acuerdo, pero no te tardes mucho, no sé cuántos más pueda soportarlo.

Cuado Sakura le ofreció una mirada llena de complicidad que le advirtió que se lo tomaría con calma, y que lo haría sufrir un poco más. Esa mirada prometía tanto que Kakashi no pudo reprimir un jadeo.

La médico le quitó la camisa, y la máscara, eso ayudaba, pero la presión estaba en sus pantaloncillos. Sakura se quedó unos momentos observándolo con cuidado, sin disimular el placer que le ocasionaba verlo, sus ojos jade recorrieron su rostro con una sonrisa, y después bajó hasta su abdomen marcado, mordió su labio interior, pero cuando su mirada bajó hasta su entrepierna, hacia su miembro que empujaba contra su pantaloncillo, la médico gimió con más fuerza, mordió su labio con más decisión y incluso su cadera se movió en un vaivén erótico.

Los dedos de Sakura se deslizaban por su abdomen, lo acariciaban con las yemas de los dedos con una suavidad que le erizaba la piel. Cuando esas caricias se acercaron hacia el borde del pantaloncillo, apretó la mandíbula con fuerza, pero cuando las manos de Sakura rozaron intencionalmente su miembro por encima del pantalón, cerró los ojos y dejó escapar un gemido necesitado. A ese toque le siguió otro, lo acariciaba sobre el pantalón, a todo lo largo, con la fuerza indicada, ejerciendo una presión que lo dejó sin aliento.

-Sakura, necesito que me toques.

-Pero eso estoy haciendo, sensei- el tono inocente con el que su alumna respondió lo hizo sonreír, ella de verdad quería llevarlo al límite, pero estaba dispuesto a continuar el juego.

-Creo que puedes hacerlo mejor- la retó.

-¿Cómo debería hacerlo?- preguntó mientras desabrochaba el pantaloncillo y lo bajaba lo suficiente para dejar expuesto su miembro húmedo y erecto y atraparlo con las manos -¿Así?

-Sí, así...- las caricias de Sakura eran firmes, se deslizaban desde la base hasta la punta como si estuviera entrando en ella -No te detengas.

Su pelvis se movía de forma instintiva, se frotaban contra las manos de Sakura, era una fricción deliciosa. Kakashi lo estaba disfrutando, pero estaba poniendo todo su empeño en mantener el control. Y creyó que podría hacerlo, hasta que Sakura se detuvo. Las caricias pararon en seco y eso lo aturdió, le costó unos segundos recuperar la tranquilidad y poder abrir los ojos.

Sakura seguía parada frente a él, de ser posible su mirada brilló más a causa del deseo, tenía una idea en mente. Se acercó y comenzó a besar su cuello, pero no fueron más de unos cuantos besos hasta que comenzó a bajar, a su pecho, a su abdomen, los vellos del ninja se erizaron, sabía lo que se aproximaba. Sakura estaba arrodillada frente a él, podía ver su melenita rosa, la bata rosa que caía a su alrededor.

-Espera, nena- le pidió tomando tomando ese delicado rostro entre las manos -No tienes que hacerlo - Sakura le respondió tranquila, pero esa mirada juguetona seguía firme.

-Dígame si lo hago de la forma correcta...

Antes de que el ninja pudiera responder algo, los labios de Sakura llegaron a su miembro, su humedad se mezcló con la saliva de Sakura. Kakashi no sabía a qué aferrarse, sus manos se cerraron en puño y echó la cabeza hacia atrás.

-Oh, cariño...- quería decirle. suplicarle que no se detuviera, pero cuando Sakura introdujo todo su miembro en la boca, se quedó sin aliento y sólo atinó a gemir. Los jadeos salían de forma involuntaria, estaba siendo demasiado ruidoso, pero no podía controlar el placer que lo estaba sentido. Los labios de Sakura succionaban con decisión, sentía sus dientes acariciar su miembro y despertaban los puntos más sensibles.

-Sakura, cariño, debes detenerte - suplicó tomando a Sakura de los hombros, estaba cerca del final y no quería arriesgarse a incomodarla.

-Sólo un poco más...

-Nena, estoy cerca del final... - la voz del ninja delataba lo agotado que estaba por intentar mantener el control, por no ceder completamente al placer.

-No se contenga, por favor.

Ella estaba decidida, de verdad quería llegar hasta el final. Su decisión no se quedó en palabras, volvió a tomarlo con la boca. Kakashi no quería seguir luchando contra ese placer, luchando por mantener el control, y cuando Sakura acarició su miembro con la lengua con una lentitud que casi lo ponía de rodillas, decidió que era momento de dejarse llevar.

Su pelvis comenzó a moverse en un vaivén suave y delicado, la lengua de Sakura se deslizaba provocativamente, lo recibía complacida. Fue imposible que no acelerara el ritmo.

El placer se elevó a niveles que lo estaban superando, que lo obligaban a jadear con fuerza, mantenía la cabeza echada hacia atrás intentado alargar ese momento, saboreando el toque que se producía cuando su miembro rozaba los dientes de Sakura. Algunas gotas de sudor resbalaban por su espalda, algunas se quedaban en su frente como evidencia de que con el paso de los minutos su pulso se elevaba cada vez más.

-No resisto más, yo...

De pronto se quedó sin aliento, el placer que sentía en todo el cuerpo, el cosquilleo placentero y que le hacía agua la boca, se concentró en un sólo punto, en su miembro. Sakura bebió cada gota sin dudarlo, su lengua todavía lo acariciaba cuando él llegaba al final, alargó de una manera deliciosa el placer. Sintió que los ojos se le nublaron.

-Ahh, cariño- seguía respirando con dificultad. Pero enseguida ayudó a Sakura a ponerse de pie, la jovencita le regalaba un sonrisa tranquila, como si no supiera el placer en el que acaba de sumergirlo. Su cuerpo todavía se estaba sacudiendo, si cerraba los ojos, aunque fuera por algunos segundos, las imágenes acudían a su mente y le erizaban la piel. Tenía la voz ronca.

Kakashi no perdió tiempo y la abrazó, metió las manos bajo esa sedosa bata y acarició la espalda de Sakura al tiempo que escondía la cabeza en su cuello y aspiraba su perfume. En un solo movimiento la giró para acorralarla contra la puerta.

-Creo que ahora llegó mi turno - le susurró al oído a su alumna que soltó un jadeo porque el ninja besó su oído al tiempo que sus manos se deslizaban por su trasero y la acercaban a él -Veremos cuánto placer eres capaz de soportar, cariño.

-Soy toda suya, sensei.

-No debiste decir eso- le advirtió hundindiéndo uno de sus dedos en la intimidad de Sakura -Oh, estás tan húmeda, estás lista para mí.

Kakashi siguió acariciando esa parte tan íntima, deslizaba uno de sus dedos en ella, probando su humedad, lo ansiosa que estaba por tenerlo dentro. Sakura jadeaba de una forma sumamente provocativa, era una vocecita fina que salía de su garganta y que se volvía más fuerte cuando él jugaba con los pliegues de su piel que escondía un pequeño relieve que Kakashi acariciaba en círculos.

-¿Te gusta?- le preguntó introduciendo uno de sus dedos en ella.

-Me encanta- afirmó ella con una sonrisa de placer.

-¿Segura?- comenzó a tocarla con más fuerza, sus dedos se deslizaban con velocidad. Sintió cómo una nueva erección se formaba.

-Oh, sí, no pares.

Sakura estaba cada vez más húmeda, se movía inquieta, su cadera buscaba el contacto. Estaba muy cerca de llegar al orgasmo.

-Resiste un poco más, nena- le pidió Kakashi frotando la palma de su mano contra su intimidad -Quiero que disfrutes cada segundo.

El ninja aumentaba o bajaba la velocidad para retrasar más el orgasmo de Sakura, cuando la sentía punto, se detenía, la sentía vibrar entre sus brazos, ahogar el jadeo y buscar ansiosa su mano, él se la ofrecía complacido y aumentaba el ritmo. Y después volvía a bajarlo.

-Ah, por favor, sensei- le pidió Sakura en un gemido.

-Dime qué es lo que quieres.

-Que no pares, no dejes de tocarme.

-¿Así?- preguntó el ninja con un ritmo cadencioso.

-No, oh, más rápido... sí, así... ahh, así.

Kakashi aumentó el ritmo tal como lo pidió Sakura que sonreía complacida. Fue ese ritmo el que la llevó al orgasmo. En seguida Kakashi la tomó de las piernas y la recargó contra la puerta para penetrarla de una sola embestida.

-Nunca te había sentido tan húmeda- susurró mientras se movía contra ella que todavía disfrutaba del primer orgasmo.

El ex ANBU empujaba contra la intimidad de Sakura, esa posición le permitía llegar más hondo, y los movimientos de ella eran tan sugerentes que lo excitaban con rapidez. La siguió embistiendo con fuerza, se aseguraba de que pudiera sentirlo.

Creyó que había sido demasiado brusco porque Sakura emitió un pequeño grito y enterró las uñas en su espalda.

-¿Te lastimé?

-No, eso fue delicioso, hazlo de nuevo.

Lo que había hecho Kakashi fue subir una de las piernas de Sakura para poder entrar más hondo, y saber que ella lo había disfrutado tanto como él, lo incitó a repetirlo con más seguridad. Fueron embestidas demasiado íntimas, la médico todavía saboreaba el primer orgasmo cuando Kakashi le ocasionó el segundo, al mismo tiempo que él llegaba al final. Su cuerpo seguía demasiado sensible, y aunque le habría gustado continuar toda la noche, cuando experimentó de nuevo ese placer, agradeció que su alumna fuera tan sensible como para disfrutar tanto.

La habitación se llenó de jadeos, de dos respiraciones entrecortadas que luchan por recobrar la energía.

Cuando Kakashi recuperó un poco de la energía, tomó a su alumna y la llevó hasta la cama donde se recostaron. Sakura aún tenía la bata puesta, el ninja no había reparado en eso, pero cuando lo hizo, la desvistió completamente.

-Me encanta sentir tu piel- susurró abrazando a Sakura, atrayéndola a su lado. Su alumna besó su mejilla y suspiró complacida -Ese fue un gran recibimiento, uno muy placentero.

-Demasiado placentero - completó ella -Es un pequeño festejo por ser considerado al puesto de Hokage.

-Es la primera vez que me alegra tanto que me ofrecieran el puesto - ambos soltaron una carcajada, el ambiente no podía ser más tranquilo y lleno de complicidad.

-Ino me dio la idea, debería agradecerle a ella también.

La actitud de Kakashi cambió, la médico pudo sentir cómo se tensaba. La tomó de la cintura y la colocó sobre él. Antes de que hablara comenzó a acariciar su rostro con delicadeza, con tanta dulzura y cuidado. La veía de una forma especial, la amaba. Cuando habló, lo hizo con cierta preocupación.

-Sakura, cariño, no es necesario que hagas algo que no quieres, ni siquiera por mí o por complacerme. Yo disfruto de hacer el amor contigo cada ocasión, bajo cualquier circunstancia, no quiero que te sientas incómoda, ni que sientas que estás obligada a esto.

La médico sonrió con ternura y se inclinó para besar la mejilla de su sensei.

-Es cierto que Ino me dio la idea, pero eso no significa que no lo disfrutara, echar a andar mi imaginación fue muy placentero y repetirlo es la idea más tentadora que se me puede ocurrir. La razón para no intentarlo antes es que de sólo pensarlo mi rostro enrojecía de pena, pero la primera vez que estuvimos juntos, no sé si lo recuerda, pero me ayudó a vestirme, esa sensación de confianza me impulsó a dar este paso, y no hay forma en que me arrepienta.

-¿Realmente lo disfrutaste?

-Creí que mis jadeos habían sido muy claros - la jovencita se inclinó sobre él y besó su cuello.

-Necesitaré más pruebas, quizá debas decirme cuáles son esos otros escenarios con los que fantaseas, seguro que podremos hacerlos realidad.

-¿Estaría dispuesto a intentarlo, sensei?

-Puedes apostarlo, cariño. '

Compartieron un beso que realmente dejaba sentir la confianza entre ambos, Kakashi estuvo seguro de que su alumna confiaba totalmente en él para entregarle su cuerpo, para darle placer, y por supuesto, para ofrecerle una faceta totalmente provocadora y sensual que ella misma estaba descubriendo. Sonrió, no por lo que esa noche prometía, sino por la vida que les esperaba.

De repente Sakura se alejó y se puso de pie.

-Primero tomaré una ducha - el ninja suspiró con diversión, ella comenzaba a darse cuenta de lo que provocaba en él -¿No me acompañará?

El ex ANBU se puso de pie inmediatamente y alcanzó a Sakura que caminaba moviendo la cadera provocativamente. La abrazó por la espalda y depositó algunos besos en su espalda desnuda.