Desclaimer Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, son propiedad de M. Kurumada. Los personajes que no aparecen en la serie y en el manga obviamente son míos. El personaje de Milekha le pertenece a Atalanta de Esparta. El personaje de Nahir pertenece a Ryu Mari.
El fic se divide en dos partes, un prólogo de dos capítulos y el fic en sí. Hay muchos OC, así que les pido que tengan paciencia, espero no revolverlos mucho.
Advertencia: Este fic es secuela de El Aguila y la Melodía y todas sus continuaciones.
LA BATALLA DE LA NOCHE
PRÓLOGO: LOS SANTUARIOS DEL PASADO
CAPITULO 1: EL HALLAZGO DE JORUNN
Helsinki, Finlandia. Año 1 antes de la Guerra Sagrada.
Dos jóvenes caminaban por las calles de Helsinki, capital de Finlandia. Ya hacía rato que había oscurecido, y el aire helado rozaba los rostros de los dos chicos. La gente que aún estaba en la calle a esa hora de la noche los miraba pasar, extrañados.
-Extranjeros...- había murmurado un vagabundo que se calentaba las manos con el fuego que había encendido en un basurero.
Los dos jóvenes caminaban mirando alrededor, como buscando algo. Y como el vagabundo los había denominado, los dos jóvenes eran extranjeros. Uno, el más alto, llevaba un extraño atuendo propio de las montañas tibetanas. Su cabello era de color verde muy claro, casi blanco, y muy largo. Sus ojos eran color violeta y en su frente tenía dos puntos del mismo color. El otro chico tenía los cabellos castaños cortos, ojos color verde y llevaba una vestimenta china sin mangas. Ninguno de los dos llevaba un abrigo, a pesar del frío y la humedad del ambiente.
-Parece que va a comenzar a nevar en cualquier momento, Dohko- murmuró uno de los chicos.
-No me digas eso, Shion- dijo Dohko, poniendo los ojos en blanco- con lo mucho que detesto las nevadas...-
Shion rió en voz baja.
-Vamos, no seas tan amargado- dijo Shion- después de todo, no tardaremos mucho en este asunto, espero...-se aclaró la garganta- Jörgen de Géminis dijo que no sería difícil encontrarla-
-¿Y se puede saber porqué no vino Jörgen personalmente?- dijo Dohko. Shion sonrió de nuevo.
-¿Qué no lo sabes?- dijo Shion- antes de ser caballero fue acusado de asesinato, no puede volver a Finlandia...-
-Que suerte tiene- dijo Dohko- y por ese pequeño inconveniente el patriarca Altaír nos envió por esa cosa...- suspiró- ¿y como se supone que la conseguiremos? ¿Iremos con el alcalde de Helsinki y le diremos "Disculpe, la diosa Atena desea que le entregue la daga dorada de las Sirenas, que es su tesoro nacional, ¿podría dárnosla ahora mismo? Ah, y si se puede, métala en una bolsa"?-
-No exactamente- dijo Shion, ahogando la risa- pero apúrate, que ya llegamos...-
Los dos jóvenes miraron el enorme edificio de la alcaldía de Helsinki. Los guardias los dejaron pasar, al fin y al cabo eran embajadores. El alcalde en persona los recibió.
-Bienvenidos, extranjeros- dijo el alcalde una vez que entraron a su oficina, y tomó asiento tras el escritorio- ¿se puede saber que asunto los trae a Helsinki?-
-Sí, señor, uno que solo usted puede ayudarnos a resolver- dijo Shion-la diosa Atena se enteró que tiene en su poder la daga de las Sirenas, y le pide que la entregue a nosotros, sus representantes...-
El alcalde los miró alternadamente, como incrédulo. Shion abrió su pequeña bolsa y sacó una daga dorada de ella.
-Esta es la réplica que Atena envía para sustituir la original- continuó Shion.
-Y... ¿porqué Atena quiere esa daga en especial?- preguntó el alcalde.
-La daga tiene un poder terrible- dijo Dohko- es capaz de quitar la vida aún a un dios. En manos equivocadas...-
-Señores, les aseguro que la daga está bien protegida en Helsinki- dijo el alcalde, frunciendo el entrecejo- nadie puede robarla...-
Dohko estuvo a punto de echarse a reír.
-Señor, hay fuerzas mucho mayores que las de las balas y mosquetes- dijo Shion, lanzándole una mirada de advertencia a Dohko para que se contuviera- si lo quisiéramos, nosotros dos podríamos robarla ahora mismo...-
-¿Es esa una amenaza?- dijo el alcalde, poniéndose de pie, encolerizado.
-No, de ninguna manera- dijo Shion- lo que trataba de explicarle que...-
-¡De seguro los dos son un par de impostores!- gritó el alcalde- ¡guardias! ¡Arréstenlos!-
-Genial, te dije que esto de la diplomacia no era una buena idea, Shion- dijo Dohko, poniéndose en posición de defensa- ahora tenemos que hacerlo por las malas...-
-No fastidies, Dohko- dijo Shion, imitándolo.
El despacho del alcalde se llenó de guardias armados que rodearon a los dos chicos.
-¡No se muevan, extranjeros!- exclamó el jefe de la guardia de la alcaldía, apuntándoles con un mosquete.
-¿Tienes algún otro truco diplomático, Shion?- dijo Dohko.
-No, creo que ya tuvimos suficientes negociaciones por esta noche- dijo Shion- y en vista de que no funcionaron, nos voy a teletransportar de aquí...-
Los dos extranjeros desaparecieron en un segundo ante el asombro de los guardias y del alcalde.
-¿Qué demo...?- comenzó el jefe de la guardia.
-¡A la sala del tesoro!- exclamó el alcalde- ¡van por la daga de las Sirenas! ¡Deténganlos!-
Los guardias subieron a toda velocidad a la sala del tesoro. No había ninguna señal de desorden o pelea, y la daga dorada de las Sirenas estaba en su sitio. El alcalde se acercó e inspeccionó la daga.
-Bah, es la verdadera- dijo el alcalde- de todas maneras, busquen a esos dos extranjeros por toda la ciudad y arréstenlos-
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Afueras de Helsinki
Los dos chicos habían aparecido en los lindes de un bosque a las afueras del Helsinki. Shion guardó con cuidado la daga dorada en la bolsa de tela.
-Lo logramos- dijo Shion- y ni lo sospecharon...-
-Te dije que la diplomacia era una mala idea- dijo Dohko- creí que ya lo habías deducido por Jörgen que los fineses son cabezas duras... aunque no estoy muy seguro si es por el signo también... ya ves como son los Géminis-
-Que Jörgen no te escuche porque te dará un buen golpe en la cabeza...- dijo Shion.
-Y hablando de cabezas, la mía ya me duele de estos viajes de teletransportación contigo- dijo Dohko, sentándose sobre una roca- ¿podemos descansar un poco?-
-Por supuesto- dijo Shion.
Los dos miraron a su alrededor y suspiraron. El bosque estaba todo nevado.
-Bueno, Helsinki no es tan malo después de todo- dijo Dohko mirando a su alrededor- ahora si el Patriarca tiene algún asunto aquí no nos enviará a nosotros. Media hora en la ciudad y ya somos de los más buscados...-
-Dohko...- murmuró Shion.
-Vamos, anímate, Shion- dijo Dohko- apenas tenemos 17 años-
-Tú apenas los cumpliste hace dos meses- dijo Shion, suspirando- en los dos años que llevamos portando las armaduras de Aries y Libra, nunca antes habíamos...-
Pero no alcanzó a terminar su frase, pues un grito lo interrumpió.
-¿Qué fue eso?- dijo Dohko, poniéndose de pie de pronto y abriendo los ojos desmesuradamente.
-Ni idea- dijo Shion- se supone que no hay nada aquí...-
-Vamos a investigar- dijo Dohko.
-Dohko, tenemos que volver a Atenas pronto- dijo Shion, dudando.
-Solo tomará un minuto- dijo Dohko
-Dohko, hay daga muy poderosa en mi bolsa, el Patriarca nos amenazó de muerte y Atena nos va a golpear con Niké, ¿recuerdas?- dijo Shion.
-No tardaremos mucho- dijo Dohko, adentrándose en el bosque.
Hablando de cabezas duras, si había alguien con la cabeza más dura que la de Jörgen de Géminis era Dohko de Libra. Shion suspiró y siguió a su compañero. Los dos siguieron un camino hasta que toparon con un muro de tres metros de alto.
-¿Qué es esto?- preguntó Dohko.
-Parece que es el monasterio- dijo Shion- aquí vive un grupo de monjas muy estrictas...-
-¿Cómo lo sabes?- dijo Dohko.
-Jörgen me habló de él- dijo Shion- ¿crees que tenga algo que ver con el grito que escuchamos?-
Antes de que Dohko respondiera, un nuevo gritó detrás de él lo interrumpió. Los dos caballeros se volvieron.
La puerta del monasterio se abrió y una persona, vistiendo un sayal marrón y una capucha del mismo color, salió corriendo descalza entre la nieve. Tras ella, salieron varias monjas y el velador del monasterio, todos armados con palos. La persona a la que perseguían fue alcanzada casi de inmediato.
-Eres una maldita bruja, ¿no es así?- gritó una de las monjas, arrancándole la capucha, para revelar a una chica de piel muy blanca y largos cabellos rojos.
-No es cierto- lloriqueó la chica- déjenme, por favor...-
-Tienes el cabello rojo- dijo otra de las monjas- eres una bruja, hija del diablo...-
-No, yo no...- dijo ella.
-¡Calla!- gritó una tercera monja, sacando unas tijeras- te cortaré los cabellos y luego te entregaremos a la justicia para que te quemen como lo mereces...-
-¡No!- siguió llorando- déjenme, por favor...-
Shion miraba la escena, sorprendido. Se volvió para decir algo a Dohko, pero su compañero ya no estaba junto a él.
-¿Dohko? ¿Dónde...?- comenzó el caballero de Aries.
Shion levantó la vista y vio que su compañero ya había separado a las monjas de la chica indefensa. El caballero de Aries se acercó también.
-¿Y quienes son ustedes para intervenir?- dijo una de las monjas, la que tenía en las manos las tijeras.
-¿Cómo se atreven a hacerle esto a una criatura como esta?- dijo Dohko, mirándolas lleno de furia.
-Es pelirroja- dijo la monja- es una hija del demonio y debe ser quemada por ello...-
Dohko las miró, furioso, mientras seguía escuchando el llanto de la chica. Tenía verdaderas ganas de pulverizar a todas esas mujeres. El caballero de Libra encendió su cosmo dorado, y las monjas retrocedieron, asustadas.
-¡Son brujos que vienen a ayudarla!- exclamó otra monja-¡más sirvientes del demonio!-
-Basta, Dohko, tranquilízate- dijo Shion, poniendo una mano en el hombro del caballero. Luego se volvió a las monjas- ustedes, vuelvan a su monasterio y no les haremos daño...-
Las monjas no parecían dispuestas a obedecer, pero la expresión de odio del caballero de Libra terminó por convencerlas, y éstas volvieron a entrar, cerrando la puerta tras de ellas. Lo mismo hizo el velador.
-Y entablaron la puerta- murmuró Shion, poniendo los ojos en blanco- no puedo creer que en pleno siglo XVIII sigan teniendo estas supersticiones... que por ser pelirroja es hija del demonio, que tonterías...-
Dohko no lo estaba escuchando. Se había arrodillado junto a la chica, la cual no había parado de llorar con la cara oculta con sus manos.
-Ya, niña, ya no llores- dijo Dohko cariñosamente- nadie te hará daño...-
Ella suspendió su llanto y se limpió las lágrimas con las mangas del sayal que tenía puesto. Dohko la miró casi con la boca abierta. Era en realidad bellísima. Su piel era la más blanca que había visto en toda su vida, sus mejillas sonrosadas llenas de pecas y ojos del mismo color del cielo, todo rodeado de un bello marco de cabellos rojos.
-Gra...gracias...- murmuró ella en voz baja.
-¿Estás bien?- preguntó Shion, sacando a Dohko de su asombro. Ella asintió- ¿qué sucedió?-
-Sí, ¿porqué te trataron así?- dijo Dohko.
-Yo...yo soy huérfana- dijo ella- ningún monasterio me recogía porque soy pelirroja. He vivido aquí ocho años, tiñéndome el cabello de negro todos los días con hollín de la chimenea, o cubriéndome la cabeza, pero hoy me descubrieron...- sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas- y ya no tengo donde ir...-
-No llores- le dijo Dohko, abrazándola antes de pensarlo- ya hallaremos una solución...-
Shion cruzó los brazos con impaciencia y murmuró entre dientes algo que sonó como "la daga, ¿recuerdas?". Dohko lo ignoró. Luego sonrió.
-Lo tengo- dijo Dohko- podemos llevarla con las amazonas de Atena...-
-¿Lo dices en serio, Dohko?- dijo Shion- ella es demasiado mayor como para hacer un entrenamiento como el nuestro, y es muy peligroso...-
-Entonces debe haber otra solución- dijo Dohko.
-¿Y porqué no...-comenzó Shion- el Santuario de Afrodita?-
-¿De qué hablas?- dijo Dohko.
-Sí, es perfecta para ser una de las cinco doncellas de Afrodita- dijo Shion.
-Tienes razón- dijo Dohko tras pensarlo unos segundos- la señora Afrodita estará muy complacida con ella...- se volvió hacia la chica- ¿quieres ir con nosotros a Grecia? Ahí serás cuidada por las damas de la diosa Afrodita, y nadie se atreverá a volverte a hacer daño por ser pelirroja-
La chica asintió.
-Bien, iremos primero al Santuario de Atena, o el Patriarca nos hará picadillo- dijo Shion- y por cierto, ¿cuál es tu nombre?-
-Jorunn- dijo ella.
-Bien, Jorunn, prepárate porque iremos a Atenas...- dijo Shion- Dohko, será mejor que...digo, ella no está acostumbrada a este tipo de viajes...-
-Ja, yo me acostumbraré cuando haya alguna manera de viajar volando- dijo Dohko. Dohko ayudó a la chica a levantarse y la abrazó de nuevo.
-Cierra los ojos, Jorunn- dijo Dohko- te vas a marear un poco, pero vas a estar bien, no tengas miedo...-
Ella asintió otra vez y cerró los ojos. Segundos después ya estaban en el Santuario de Atena.
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Templo de Atena. Santuario de Atena. Atenas, Grecia
Por fin, Shion pudo entregar la daga al Patriarca Altaír, antiguo caballero de Sagitario, y les relató los sucesos de aquella noche. La actual reencarnación de Atena, una mujer de 20 años llamada Sofía, escuchó también el relato.
-Estoy de acuerdo con ustedes- dijo Atena- lleven a esa niña al Santuario de Afrodita, es el mejor lugar en el que puede estar...-
-Gracias, Atena- dijo Shion, inclinándose.
-¿Y dónde está Dohko?- preguntó el Patriarca.
-En el Sexto Templo- dijo Shion- Lena de Cáncer y Sayuri de Virgo están ayudándolo-
-¿A qué?- preguntó el Patriarca Altaír.
-A que esté presentable para ir con la señora Afrodita- dijo Shion.
-Entiendo- interrumpió Atena- bueno, búscalo y dale a conocer nuestro permiso-sonrió- y dile a Afrodita que esa chica lleva mi recomendación-
-Claro- sonrió Shion- con permiso-
E inclinándose de nuevo, el caballero de Aries salió rumbo al templo de Virgo.
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Templo de Virgo. Santuario de Atena
-En serio, mujeres, aún no lo comprendo- dijo Dohko. Estaba apoyado en el marco de la puerta de una habitación, dándoles la espalda.
-¿Qué es lo que no comprendes, Dohko?- preguntó la mujer de cabellos verdes, que llevaba una máscara de oro en el rostro.
-Que ustedes... Lena y tú, tengan esos vestidos, si se supone que son santos de Atena- dijo él- ¿cómo es eso, Sayuri?-
-No dejamos de ser mujeres- dijo Sayuri.
-Eso se nota- dijo Dohko- tardan horrores en arreglarse-
Las dos santos dorados estallaron en carcajadas.
-Ya, ya, señor impaciente- dijo Lena, la chica de largos cabellos morados- Jorunn ya está lista-
Dohko se volvió hacia ellas y quedó sorprendido. Entre las dos chicas enmascaradas estaba Jorunn. Si estaba hermosa la noche anterior, toda despeinada y bañada en lágrimas, ahora era indescriptiblemente bella, capaz de darle celos a la mismísima Afrodita.
-Va...va...vaya...- dijo Dohko con un tartamudeo, y las otras dos chicas rompieron a reír.
-Vaya, no dejas de ser hombre- dijo Lena.
Dohko se ruborizó visiblemente, pero pronto llegó Shion a "rescatarlo".
-Dohko- dijo el caballero de Aries- Atena nos dio permiso de llevar a Jorunn al Santuario de Afrodita...-
-Esas son buenas noticias- dijo Sayuri.
-¿Tengo que irme?- dijo Jorunn un tanto triste, sin quitarle la vista de encima a Dohko.
-Sí, pero no te preocupes- le dijo Lena- ser dama de Afrodita es un gran honor, y serás feliz ahí-
-Y apuesto a que Dohko y Shion estarán más que contentos de visitarte- añadió Sayuri, dando un codazo al caballero de Libra- y nosotras también...- alzó las cejas un par de veces- ¿verdad, Dohko?-
Las dos amazonas doradas rieron de nuevo. Jorunn se ruborizó levemente, y qué decir del caballero de Libra.
-Que indiscretos son los japoneses- dijo Dohko.
-Bueno, ¿está lista, señorita Jorunn?- preguntó Shion.
-Sí, lista- dijo Jorunn.
-Bien, vamos- dijo Shion. Ella y Dohko siguieron a Shion fuera del Santuario de Atena, hacia el de Afrodita.
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CONTINUARÁ...
¡Hola! ¿Me extrañaban? Síp, sigo haciendo de las mías, y mis nuevas víctimas son Dohko y Shion (muajajaja...) Un saludo a todos, muchas gracias por seguir leyendo mis locuras y desquicios. Todo review, comentario, aviso o receta de cocina se agradece.
Abby L. / Nona
