CAPITULO 7: EL ATAQUE DE LOS VAMPIROS

Santuario de Atena, Atenas, Grecia

Templo de Libra

-El Santuario está bajo ataque- dijo Dohko.

-Lo sé- dijo Shion- son tres cosmos que están juntos...-

-Y se dirigen al recinto de las amazonas- añadió Dohko. Shion frunció el entrecejo- no, solo dos de los tres cosmos. El otro viene hacia aquí, a las Doce Casas...-

Los dos se quedaron en silencio un par de segundos.

-Se mueven muy rápidamente- continuó Dohko- tenemos que elegir una estrategia pronto-

-Que Aldebarán, Saga, Máscara Mortal, Aioria, Aioros, Shura y Milo vayan al recinto a ayudar a las amazonas- dijo Shion- y que los demás se reúnan con nosotros en el templo de Atena. Estos intrusos parecen casi tan rápidos como nosotros...-

-¿Porqué ellos?- dijo Dohko.

-Será mejor que Saga y Milo lleven a sus esposas al recinto, estarán más seguras ahí. El recinto necesita refuerzos- dijo Shion- Nahir y Lily vendrán con nosotros al templo de Atena, pues no es seguro que se queden solas en los templos de Aries y Virgo-

Dohko asintió.

-Vamos, les avisaremos por cosmo, y tú los mandarás al recinto- dijo el caballero de Libra- disponemos de poco tiempo...-

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Terrenos del Santuario

-No tenemos mucho tiempo, chicos- dijo Hannia, cruzando los brazos al ver la inmensidad del Santuario- los santos de Atena ya debieron detectar nuestra presencia. Ustedes vayan en esa dirección, ya saben lo que tienen que hacer...-

-Que tú quieres cenarte a los poderosos- dijo Gérard, frotándose las manos- yo me conformo con las bellas mujeres que habitan en el Santuario...-

-Dos horas- dijo Hannia- nos veremos en la entrada. Si no regreso, no me esperen y vuelvan al cementerio¿de acuerdo?-

-De acuerdo- dijo Lauri- ve con cuidado-

-Sí, el que cae es dejado atrás- dijo Gérard- nos veremos-

Hannia se separó de los dos hombres y corrió a una velocidad asombrosa hacia el complejo principal, el que Julius había dicho que eran los Doce Templos del Zodiaco.

-Alto- dijo la voz de un hombre- mujer, no puedes acercarte a las Doce Casas sin el permiso de Atena o de sus caballeros-

Hannia se volvió para ver a un par de soldados. No tenían cosmo, así que asumió que se trataba de simples guardias. Luego de observarlos por unos segundos alzó las cejas.

-Ustedes no son dignos de impedirme el paso, mortales- dijo Hannia- tú asaltaste a un turista el día de hoy y le quitaste un reloj de oro. Y tú asesinaste a uno de tus compañeros en una emboscada, hace dos meses...-

-¿Co...como sabes eso?- dijeron los dos guardias- eres una bruja o...-

-Ustedes los mortales asocian todo lo que no pueden explicar con brujería- dijo Hannia, alzando las cejas de nuevo- temen a lo que no conocen...- sonrió maléficamente- y en este caso, tienen razón en temerme...-

Y una vez que terminó de hablar, se lanzó contra ellos. Segundos después cayeron al suelo dos cuerpos muertos, totalmente carentes de sangre. Hannia se relamió los labios rojos con una sonrisa.

-Que delicioso aperitivo- murmuró para sí misma- ahora al plato principal...-

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Recinto de las Amazonas

-No me gustó que Hannia haya ido sola tras Atena- dijo Lauri mientras él y Gérard se dirigían al recinto.

-Hannia es de las más poderosas entre nosotros, casi tanto como el mismo Julius- dijo Gérard- verás que no tendrá problemas...-

-Ustedes sí los tienen- dijo una voz masculina. Los dos vampiros se detuvieron. Había siete hombres en la entrada del recinto, todos portando armaduras de oro y con su cosmo dorado fuertemente encendido.

-Ah, que mala suerte- dijo Gérard- caballeros dorados...-

-No se resistan a su destrucción- dijo Lauri- somos inmortales, y nadie puede igualar nuestro poder...-

-Eso lo veremos- dijo Milo- ¡AGUJA ESCARLATA!- Sus agujas se clavaron en la blanca piel de Lauri. El vampiro no tuvo ninguna reacción.

-¿Eso es todo?- dijo Lauri, alzando las cejas- se necesita más que eso para vencer a un vampiro...-

-¿Vampiro?- dijo Milo. Lauri y Gérard sonrieron.

-A estos solo los mataremos, Lauri- dijo Gérard- es una lástima que estos seres tan leales se hayan cruzado en nuestro camino...-

-Haremos lo que debemos, caballeros- dijo Lauri.

-Y nosotros también- dijo Aioros, dando un paso adelante- caballeros, prepárense a pelear-

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Templo de Atena

-¿Pero qué demonios es lo que pasa?- gritó Saori, muy agitada- ¿porqué están todos aquí¿Sucedió algo malo?-

-Tranquilícese, Atena- dijo Shion- el Santuario está bajo ataque...-

-¿Ataque?- dijo Saori- ¿de quién?-

-No lo sabemos aún- dijo Shion- hay tres cosmos malignos que entraron al Santuario. Dos se desviaron al recinto de las amazonas, y uno se dirige hacia acá...-

-¿Y porqué no lo han detenido como siempre, cada caballero en su templo?- dijo Saori- ¿porqué dividiste a los caballeros en dos grupos y los reuniste aquí?-

-Porque no son intrusos comunes- dijo Shion.

-Esos cosmos se mueven tan rápidamente que lo único más veloz es la teletransportación- dijo Dohko- si peleamos uno por uno, todos caeremos seguramente-

Saori alzó las cejas.

-Ahora entremos al templo- dijo Shion- por más rápido que sea, el atacante debe entrar por la puerta, y eso nos dará ventaja...-

Saori asintió y entró al templo de Atena junto con el Patriarca, Dohko, Arelí, Mu, Lily, Shaka, Nahir, Camus y Afrodita. A los últimos dos no les hacía ninguna gracia estar ahí mientras que sus chicas estaban en el recinto de las amazonas y sabiendo que estaban bajo ataque también.

-No hay porque temer, Atena- dijo Shion en tono tranquilizador- siéntese y verá como todo sale bien-

Saori se sentó en su trono nerviosamente, con su báculo firmemente apretado en su mano. Nahir estaba de pie junto a ella, ya no tenía ningún poder para pelear o defenderse. Delante de ellas estaban Arelí y Lily, ambas con sus varitas dispuestas. El resto de los caballeros estaban entre ellas y la puerta. Delante de todos estaban Shion y Dokho.

-Pero¿qué es ese cosmo que nos ataca?- preguntó Dohko.

-Estás a punto de descubrirlo, caballero de Atena- dijo una voz femenina.

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Los dos vampiros se movían rápidamente, y los caballeros estaban teniendo problemas para mantenerlos alejados del recinto.

-¡EXCALIBUR!- exclamó Shura. El ataque del caballero de Capricornio había seccionado el brazo de Gérard.

-Oh, rayos- dijo Gérard, recogiendo su brazo del suelo y colocándoselo de nuevo en su sitio, para después moverlo como si nada hubiera pasado- sí, como nuevo...-

-No es posible...- murmuró Shura.

-¿Ya los convencimos de que somos inmortales e invencibles?- dijo Lauri-¿se rendirán ahora, caballeros?-

-Jamás- dijo Saga, encendiendo su cosmo- ¡EXPLOSIÓN DE GALAXIAS!-

Los dos vampiros salieron despedidos por la onda de choque del ataque del caballero de Géminis, y cayeron en el césped en la entrada del recinto. Los dos se sorprendieron bastante

-No puedo creerlo- murmuró Lauri, levantándose- la fuerza de ese sujeto es sorprendente... nos hizo un poco de daño-

-Si seguimos jugando con ellos así nunca vamos a entrar y salir a tiempo, Lauri- dijo Gérard- deja que se enfoquen en mí. Tú entra y búscala...-

Lauri asintió.

-Ese ataque fue algo- dijo Gérard, volviéndose a los caballeros- jamás pensé que uno de ustedes lograría golpearnos... veamos si tienes otro golpe...-

-Nosotros dos te daremos otro golpe- dijo Aioria, señalando a su hermano y encendiendo su cosmo-¡PLASMA RELÁMPAGO!-

-¡PLASMA ATÓMICO!- atacó Aioros. Gérard logró evitar los dos ataques saltando fuera de su alcance.

-Muy lentos para mí- dijo Gérard.

-Toma esto- dijo Máscara Mortal- ¡ONDAS INFERNALES!-

-¡GRAN CUERNO!- exclamó Aldebarán.

Nuevamente, el vampiro evitó ambos ataques y se echó a reír.

-Me decepcionan, caballeros- dijo Gérard- de todas maneras, logré mi cometido...-

-¿Tu cometido?- dijo Aioria, frunciendo el entrecejo.

-¿Qué no se dieron cuenta?- dijo el vampiro- mi compañero ya entró al recinto...-

En efecto, Lauri se había introducido y había encontrado a tres amazonas con sus armaduras y sus cosmos encendidos: Marín, June y Shaina.

-No creas que te dejaremos pasar, vampiro- dijo Shaina- ¡A MÍ, COBRA!-

-¡METEORO!- exclamó Marín.

Lauri esquivó los dos ataques con su velocidad y pasó a las amazonas.

-Hasta pronto, amazonas- dijo el vampiro, y fue lazado por el látigo de June. De un fuerte tirón, Lauri hizo que la amazona de Camaleón se estrellara contra la pared y siguió adelante.

Lauri llegó a una de las habitaciones, en la que se habían refugiado las chicas de los caballeros. Clara tenía a su bebé en brazos que lloraba desconsoladamente, Danny y Selene estaban delante de ella, ésta última arrodillada y abrazando a Zalika contra ella. Milekha había tomado una escoba la cual sostenía como si fuera un bat y Agata tenía su dije fuertemente apretado con una mano.

-Muy bien, mujeres mortales¿quién de ustedes es la hija de los dioses de la muerte?- dijo Lauri. Ninguna contestó- ¿se rehúsan a responder¿Tendré que matarlas a todas?-

-Yo soy- dijo Agata, dando un paso adelante- pero no estoy sola...-

Su dije brilló, y segundos después aparecieron junto a ella Radamanthys, Minos y Aiakos.

-¿Y estos tres son...?- dijo Lauri.

-Los jueces del Inframundo- dijo Radamanthys orgullosamente- y es a donde te llevaremos por atentar contra la hija del señor Hades...-

-No lo creo- dijo Lauri.

-Nosotros sí- dijeron Máscara Mortal y Milo detrás de él- le daremos una mano a los espectros…-

Lauri sonrió y salió de esa habitación hacia el terreno abierto. Gérard se le unió y los dos sonrieron al ver a los siete caballeros y los tres espectros rodeándolos. Lauri se dirigió a toda velocidad hacia Máscara Mortal, pero se desvió y sorpresivamente tomó a Milo por el cuello y lo mordió.

-Fuera- dijo Máscara Mortal, apuntando hacia él- ¡ONDAS INFERNALES!-

El ataque del caballero de Cáncer lanzó lejos de Milo al vampiro. El caballero de Escorpión se levantó un tanto desconcertado, deteniendo el fluir de su sangre con la mano. Lauri, por su parte, se levantó enfurecido.

-Lauri, cinco minutos- dijo Gérard.

Lauri emitió un rugido de furia. En ese momento, fuera del círculo que rodeaba a los vampiros, se abrió un portal a otra dimensión, y de él surgieron Kanon y Tethis, ambos usando sus escamas y con una expresión muy cansada en su rostro.

-¿Hay dos de ustedes?- dijo Gérard sorprendido de ver a Saga y Kanon juntos.

-¿Qué hacen ustedes dos aquí?- dijo Milo.

-El Santuario del Mar fue atacado hace un par de horas- dijo Kanon, jadeando de cansancio- por cuatro seres como ellos...-se aclaró la garganta- no fue fácil, pero los rechazamos-

Antes de que otra cosa sucediera, aparecieron Touma y Melody a través de un portal creado por Artemisa. El ángel pelirrojo tenía un rasguño en su mejilla izquierda.

-¿También aquí?- dijo Touma, mirando a su alrededor y viendo a los caballeros dorados rodeando a los dos extraños- el Santuario de la señora Artemisa fue atacado por tres seres vampiros...-

-Los otros fallaron, Lauri- dijo Gérard- es hora de irnos...-

-Pero Hannia...-comenzó Lauri.

-Ella nos dijo que la dejáramos- dijo Gérard.

-Antes de que se vayan, hay algo que quiero mostrarles... a sus amigos les gustó mucho mi música- dijo Melody, llevándose a los labios su flauta de plata y tocando una nota muy irritante para los oídos de los vampiros, quienes los cubrieron gritando de dolor.

-Saga, Kanon¡ahora!- dijo Aioros.

-¡EXPLOSIÓN DE GALAXIAS!- exclamaron Saga y Kanon al mismo tiempo.

Los dos vampiros salieron disparados del recinto de las amazonas y del Santuario de Atena. Lauri se levantó orgullosamente y se sacudió el polvo. Gérard hizo lo mismo.

-Fallamos- dijo Gérard- y parece que los otros también...-

-Volvamos a nuestra guarida enseguida- dijo Lauri sin mirar atrás- espero que Hannia esté bien-

Los dos vampiros desaparecieron en la noche. Los caballeros y los recién llegados los miraron alejarse, satisfechos.

-¿Está bien, señorita Agata?- preguntó Minos.

-Perfectamente- dijo ella- gracias, chicos...-

Los tres espectros sonrieron y sin decir más emprendieron el vuelo de regreso al Inframundo.

-¿Dijeron que los Santuarios de Poseidón y de Artemisa también fueron atacados?- preguntó Shura- ¿qué era lo que querían?-

-Iban tras la vida del señor Julián- dijo Tethis.

-Y de la señora Artemisa también- añadió Touma.

-Y aquí por la de Agata- dijo Aioria.

-No solo ella- dijo Aioros, poniendo su mano en el hombro de su hermano- también la de Atena...-

Segundos más tarde, todos corrieron hacia el templo de Atena.

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Templo de Atena

-¿Quién eres?- dijo Shion, tras escuchar la voz femenina que resonaba en el templo- date a conocer...-

Segundos después, Hannia apareció de pie junto a la puerta, con los brazos cruzados.

-¿Quién rayos eres tú?- dijo Afrodita, sorprendido de ver a una chica de aparentemente dieciséis años de edad, de cabellos rojos, piel muy blanca y ojos azules.

-Mi nombre es Hannia- dijo la vampiresa- y he venido por la vida de Atena...-

-Primero tendrás que matarnos- dijo Shion- y eso no te será fácil-

-Será un placer- dijo Hannia- su sangre me hará más poderosa-

-¿Sangre?- dijo Dohko, frunciendo el entrecejo- así que eres una mujer vampiro...-

Hannia se echó a reír y desapareció. O al menos eso pareció, pues su risa seguía resonando por todo el templo.

-¿A dónde fue?- dijo Mu.

-Por aquí, caballeros...- dijo Hannia desde lo alto de una de las columnas del templo, flotando en el aire. Podía volar.

-¡ROSAS PIRAÑAS!- exclamó Afrodita. Hannia desapareció antes de que las rosas negras llegaran a la columna y la destruyeran.

-¿Me das rosas? Gracias- dijo Hannia, apareciendo con una de las rosas en sus manos y regresándola al caballero.

-¿Qué fue eso?- dijo Saori.

-Por aquí- dijo Hannia, apareciendo del otro lado de la habitación. Camus, Afrodita y Mu estuvieron lanzándole ataques sin éxito. Arelí y Lily le lanzaban hechizos que tampoco la alcanzaban.

De pronto, la vampiresa apareció frente a Saori, la tomó por la cintura y la elevó en el aire. Saori gritó desesperada.

-Por los dioses que eres pesada y gritona- dijo Hannia, sonriendo y mostrando sus largos colmillos. Los caballeros miraron sin saber que hacer. Tenía a Saori y no podían atacarla sin lastimarla.

-Yo lo haré- dijo Lily, y apuntó a la vampiresa con su varita- hechizo gravitatorio-

El hechizo de Lily funcionó. La vampiresa y Saori cayeron al suelo, y la primera se escondió sola de nuevo.

-Buena idea- la voz de Hannia resonó por el templo- pero no funcionará de nuevo...-

Hannia siguió evadiendo los ataques de los caballeros.

-Es demasiado rápida- murmuró Camus, tras congelar una columna.

-No tanto- dijo Dohko- los vampiros pueden leer las mentes de cualquier mortal... por eso ella anticipa cualquier ataque de ustedes-

-Pero no para nosotros dos- dijo Shion. El y Dohko se lanzaron contra la vampiresa, la cual notó que no le era tan fácil esquivar los ataques de los dos santos. Se detuvo en lo alto de una columna para descansar.

-Entonces ustedes son los dos santos más antiguos de los que habló Julius, los que pueden cerrarme la mente- dijo Hannia con una sonrisa, mostrándoles sus colmillos- ya me dejaré de juegos e iré al banquete principal...-

Hannia saltó de la columna y primero atacó a Shion, quien se protegió con una pared de cristal. Hannia se detuvo y esquivó un ataque de Dohko. Luego, y muy rápidamente, volvió a atacar al Patriarca, el cual cayó de espaldas al suelo al sentir el agudo dolor de los colmillos de la vampiresa desgarrando la piel de su cuello y absorbiéndole su sangre y su cosmo. Hannia no pudo hacer mucho, pues Arelí le lanzó un fuerte hechizo que la alejó de Shion.

Hannia se enfureció por el golpe recibido, pues no se lo esperaba, e iba a atacar a Arelí cuando Dohko se atravesó en su camino.

-Tu pelea es conmigo, vampiresa- dijo el caballero de Libra, sacando los chacos de su armadura y haciéndolos girar.

-Como gustes, caballero- dijo Hannia, sonriendo y dando un salto hacia arriba. Dohko la imitó. Los dos chocaron juntos en el aire, y el caballero sintió las uñas de la vampiresa desgarrando la piel de uno de sus brazos en un sitio no cubierto por la armadura. La sangre del caballero comenzó a fluir y Hannia volvió a reír.

-No te alegres tan pronto- dijo Dohko- hasta aquí llegaste...-

-No lo creo- dijo Hannia, elevándose de nuevo de nuevo. Dohko, en vez de saltar, lanzó sus chacos girando hacia ella. Uno de los dos se entrelazó en las piernas de Hannia, mientras que el otro la golpeó en la cabeza y la hizo caer.

-¿Qué te dije?- dijo Dohko.

-Maldito caballero- dijo Hannia, quitándose las ataduras de sus piernas, para después levantarse y lanzarse contra Dohko.

-Error número dos de esta noche- dijo Dohko, atrapando sus piernas con la cadena de uno de sus escudos, y el impacto la hizo caer. Antes de que pudiera volver a levantarse, el caballero de Libra clavó en el suelo sus dos tridentes, dejándola atrapada por los brazos también. Hannia no pudo zafarse.

-¡Sí!- exclamó Saori.

-Lo hiciste- murmuró Shion.

Dohko se arrodilló junto a la vampiresa y sacó una de sus espadas, mientras Hannia forcejeaba en vano para librarse.

-No te apures demasiado, vampiresa- dijo Dohko- el amanecer se acerca, y no podrás librarte de las armas de la armadura de Libra-

Hannia había estado apretando los ojos haciendo una mueca de dolor por los golpes recibidos, cuando de pronto los abrió y se quedó mirando fijamente al caballero.

-¿Dohko?- dijo Hannia, abriendo grandemente los ojos. El caballero dejó caer la espada al suelo.

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CONTINUARÁ...

Un vampire fact, los vampiros pueden leer las mentes de los mortales y entre ellos mismos, excepto la de sus creadores y sus creados, pues los vínculos de la sangre son muy fuertes entre ellos.

Otro vampire fact, los vampiros, al beber la sangre de otra persona, pueden llegar a tener los conocimientos de esa persona e incluso sus poderes.

Tercer vampire fact de este capi, los vampiros pueden levitar o volar en proporción directa a su antigüedad. Sus poderes también están en la misma proporción.

Muchas gracias por todos sus reviews, disculpen que no los responda, pero este ha sido fin de semana largo y tengo restringido el uso del internet. Muchas gracias por seguir leyendo, hasta pronto.

Abby L. / Nona