CAPITULO 11: PREPARATIVOS

Santuario de Atena, Atenas, Grecia

Terrenos del Santuario

Adam esperaba a las chicas en su auto para llevarlas a casa de Isis. Milekha fue la más obstinada de todas. No quería irse del Santuario sabiendo que esa noche los vampiros atacarían y Camus seguiría ahí.

Saga también tuvo problemas, no porque Clara no quisiera irse, pero porque tenía miedo por él. Hasta el pequeño Teseo no dejaba de llorar, como si supiera lo tensos que estaban sus padres y el peligro que se acercaba.

-Ya, pequeño, no llores- dijo Saga, cargando a su bebé y tratando de calmarlo. Teseo se le quedó viendo con sus enormes ojos grises- tú, y tu hermanita y tu mamá estarán a salvo. Tu papá tiene que trabajar esta noche, pero te verá mañana- frunció el entrecejo ligeramente- mientras yo no esté, tú eres el hombre de la casa, así que tienes que portarte bien para que mamá y Zalika no tengan miedo, ¿de acuerdo?-

Teseo sonrió levemente y estiró sus manitas hacia el rostro del caballero.

-Ya dijiste- dijo Saga- es un trato-

-¿Qué tanto le decías?- preguntó Clara, sorprendida de que se calmara.

-Nada, solo una platica de hombres- dijo Saga. Luego se inclinó para estar al nivel de Zalika- ayuda a mamá con tu hermanito, ¿vale?- Zalika asintió, y el caballero se levantó- no temas, todo va a salir bien...-

-Eso espero- dijo Clara, tomando al bebé- cuídate mucho...-

-Eso haré- dijo Saga, besando a su esposa.

Mientras, Selene y Milo se despidieron también.

-Vamos, ya basta de cursilerías- dijo Máscara Mortal- le daremos su merecido a esos vampiros, no es como que no saldremos de esta...-

Danny abrazó al caballero.

-Cuídate mucho, Roberto- dijo Danny- no quiero que nada te pase...-

-Bah, no me pasará nada, ya verás- dijo el caballero de Cáncer.

-Chicos, no es por apurarlos, pero ya falta poco para que oscurezca- dijo Adam desde el auto- no tienen mucho tiempo...-

Tras esto, las chicas subieron al auto. Danny, Nahir, Clara con Teseo y Zalika, Selene y Milekha. Los caballeros vieron partir el auto sin decir nada por unos segundos.

-Bueno, al menos ellas estarán a salvo- dijo Milo una vez que el auto de Adam desapareció.

-Al menos- dijo Saga, frunciendo el entrecejo- vamos, tenemos mucho que preparar aún-

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Templo de Atena

-¿Están seguros de que esto es necesario?- dijo Lily, cruzando los brazos un tanto molesta- nosotras también podemos pelear-

-Eso está fuera de discusión, Lily- dijo Shion, antes de que Mu pudiera responder- ese vampiro está tras tu poder y el de Arelí. Tendrán que quedarse aquí con Atena, con sus cosmos ocultos, hasta que estén a salvo-

-Pero maestro...- comenzó ella.

-Nada de peros, Lily, el maestro Shion tiene razón- dijo Mu- estarás mucho más segura aquí-

Lily se cruzó de brazos. Arelí rió.

-Bueno, Mu, vuelve al último templo, con los demás- dijo el Patriarca- ya casi es hora...-

Mu obedeció y salió. Shion también salió para ocuparse de unas cosas.

-Bueno, esta será una noche larga- dijo Saori, sentándose en uno de los sillones- ¿quieren platicar de algo?-

Lily y Arelí se miraron entre sí con una sonrisa.

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Cementerio de Atenas

Esa noche, Hannia se levantó sin haber descansado muy bien que digamos. Aún estaba preocupada por el inminente ataque al Santuario. Y al abrir la tapa de su ataúd, las cosas no parecían haber mejorado. Julius estaba de pie junto a ella.

-Buenos días, Hannia- dijo el mayor de los vampiros.

-¿Qué es lo que quieres?- preguntó ella.

-¿Esa es manera de saludar a tu creador?- dijo Julius.

-Ya sabes que esos juegos no funcionan conmigo- dijo Hannia- no iré al Santuario de Atena y punto, es definitivo-

La chica trató de volver a cerrar la tapa de su ataúd, pero Julius se lo impidió.

-¿Y porqué te molestas?- dijo Julius- creí que te gustaba el Santuario. De hecho, volviste ahí anoche, ¿no? ¿Porqué no quieres ir hoy?-

Hannia no respondió, y siguió mirándolo con cara de molestia. Julius la seguía mirando sonriendo

-No tienes ni pizca de inteligencia, Hannia- dijo Julius- en vez de ir al Santuario y ayudar a tus "nuevos amigos" y traicionar oficialmente a los inmortales, me pones las cosas más fáciles...- acentuó su sonrisa-es como si me sirvieras la sangre de los dioses-

-¿Sabes algo? Tienes razón- dijo Hannia- ¿y sabes qué más? El que traiciona a los inmortales eres tú, ¿no? Nos haces arriesgar la vida porque quieres la sangre de los dioses, ¿no es así? Esa es la verdadera razón de todo tu plan de conquista-

Julius se echó a reír.

-Vaya, parece que te subestimé- dijo Julius- es cierto. Por eso los mandé a ustedes, para que me trajeran de regreso la sangre de los dioses y de sus poderosos protectores. Pero fallaron-

Hannia se levantó y se preparó a atacar. Julius rió de nuevo.

-No seas tonta, Hannia- dijo Julius- ahora yo soy más poderoso que tú-

-Eso lo veremos- dijo Hannia, pero tuvo que tragarse sus palabras porque cuando atacó, Julius la detuvo por las muñecas fácilmente y la colocó contra la pared- ¿cómo...?-

-Cuando atacamos el Santuario de Artemisa, yo bebí la sangre de uno de los ángeles, que son seres divinos. Tú, en cambio, te has estado alimentando de mortales comunes. Ahora yo soy más fuerte. ¿Aún cuestionas mi plan?-

-¿Cuestionarlo?- dijo ella- no dejaré que lo lleves a cabo...-

-Sin embargo, es un poco tarde- dijo Julius- no puedo permitir que salgas del cementerio esta noche, ahora que lo sabes. Tú querías quedarte en tu ataúd, ¿no?-

Julius apretó sus muñecas, y Hannia gritó.

-¡Suéltame!- dijo mientras era empujada hacia el interior del ataúd de nuevo.

Al escuchar el grito de Hannia, Lauri y Gérard acudieron. Pero antes de que alguno de los dos se atreviera a hacer algo, Julius les lanzó una mirada llena de amenaza.

-Un paso más, Lawrence, y me encargo que Alexandra Parysek sea devorada por Johan y Davis- dijo Julius.

Lauri se quedó helado. Hannia y Gérard también.

-¿Qué dices?- dijo Lauri- ¿cómo...?-

-Anoche, cuando me enteré que Hannia había vuelto al Santuario, hice una pequeña llamada a nuestros dos compañeros que están en Polonia- dijo Julius- no bromeo, Lawrence. O me ayudas o tu querida Alexandra muere-

Lauri frunció el entrecejo y apretó un puño. Hannia se dio cuenta de que Lauri no la ayudaría, eso era seguro. Lauri no se movió, ni Gérard tampoco. Hannia sabía que sus dos amigos se estaban comunicando, pero como ella los había creado a ambos, no pudo escuchar sus pensamientos. Al parecer los dos obedecerían a Julius.

-Ya que los dos están de acuerdo- dijo Julius- Lawrence, Gérard, preparen a los demás. Hannia no nos acompañará esta noche...-

-¡No!- gritó Hannia- ¡Lauri, escúchame!¡Nos va a traicionar a todos! ¡No lo ayuden!-

Pero no pudo hacer nada. Julius la metió en su ataúd con relativa facilidad y lo cerró por fuera. Había preparado unas correas para asegurarse de que no se abriera.

-No se preocupen- dijo Julius una vez que las cerró todas- solo se quedará aquí hasta que consigamos lo que queremos. Esta noche volaremos a Polonia de regreso...-

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Santuario de Atena

Templo de Atena

-Todo está tan tranquilo- comentó Arelí. Saori asintió.

-¿Y si Hannia mintió?- preguntó Lily.

-No mintió- dijo Dohko- de eso estoy seguro-

-¿Dónde están Mu y los otros, maestro Shion?- preguntó Lily.

-Afuera del templo- dijo Shion- no dejarán que los vampiros se acerquen, no te preocupes-

-Creo que saldré con ellos- dijo Dohko- esta vez sí necesitamos las armas-

-Indudablemente- dijo Shion.

Dohko salió.

-¡Como odio esta espera!- exclamó Saori- ya quiero que amanezca-

-Apenas son las nueve de la noche- dijo Shion- falta mucho tiempo para eso-

-Rayos- dijo Saori, y bajó la mirada. Lo primero que ésta captó fueron las manos de Arelí, llenas de cicatrices doradas.

-¿Cómo te hiciste eso?- le preguntó Saori. Arelí se miró las manos.

-Un lemuriano me las provoca cada vez que me toca, aunque no quiera- dijo Arelí- es una maldición-

-¿Y porqué con Lily no ocurre lo mismo?- preguntó Saori.

-Porque Lily fue liberada de la maldición- dijo Shion, muy serio.

-¿Y cómo?- dijo Saori.

Shion ya se temía la pregunta. Hubo un silencio entre los cuatro, hasta que Lily tomó la palabra.

-Yo te lo diré- dijo Lily, tratando de sacar a Shion del apuro- primero tiene que convertirte en una estatua dorada, y luego volverte a despertar con su sangre sobre la estrella que tenemos en la frente-

Arelí abrió los ojos desmesuradamente. Pasó sus ojos de Lily a Shion y luego de regreso a su hija.

-¿Es cierto eso?- dijo Arelí- ¿Mu te hizo eso?-

-No- dijo Shion- yo lo hice-

Arelí miró a Shion con incredulidad.

-Ah, ya me acordé- dijo Saori de pronto- era cuando creíste que Lily era mala y trabajaba para su abuela...-

Shion y Lily hicieron una mueca. Esta vez sí que Saori había metido la pata, y feo.

-¿Qué tú qué?- dijo Arelí.

-Está bien, mamá- dijo Lily- él tuvo razón. La abuela me había enviado a...-

-¿Cómo hiciste eso?- dijo Arelí, poniéndose de pie enfurecida- ¿cómo pudiste, después de que arriesgué todo para advertirte sobre mi madre?¿Después de que morí para salvar tu vida y la de Mu?¿Y así me pagas? Ni siquiera respetaste la vida de mi hija...-

-Mamá, no fue así- dijo Lily.

-Yo...- comenzó Shion.

-No puedo creerlo- dijo Arelí, caminando hacia la puerta, alejándose de Shion.

-Espera, ¿a dónde vas?- preguntó Shion- no puedes irte, los vampiros te están...-

-Como si te importara- dijo Arelí, abriendo la puerta- bah, no debí aceptar volver a la vida, para enterarme de esto- y salió. Shion salió tras ella.

-Oh, no- dijo Lily, mirando a Saori- esto no está bien...-

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Casa de Isis

Mientras tanto, en casa de Isis, las chicas contemplaron alarmadas la puesta del sol.

-Por los dioses, que esto termine rápido- dijo Nahir.

-Que Alá quiera que sea así- dijo Tari.

-Vamos, son caballeros dorados- dijo Argol, sirviéndoles unas tazas de té- no tendrán ningún problema, ya verán que es nada de lo que se preocupan-

El caballero de Perseo había sido enviado a casa de Isis junto con June y los caballeros de bronce para proteger a las chicas si es que los vampiros las atacaban también.

-Vaya, casa llena- dijo Isis- no se preocupen, los chicos van a estar bien-

-Sí, de seguro tienen un plan- dijo Shun- no tendrán ningún problema-

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Templo de Piscis

Jardín

-Esto sí que es un problema- dijo Shion para sí mismo, mientras seguía a Arelí. De pronto, se detuvo en seco. ¡Rayos! Los vampiros ya habían comenzado su ataque, podían sentir sus cosmos acercándose al Santuario. Había nueve cosmos, y el de Hannia no estaba con ellos. Había otro cosmo maligno que le parecía muy familiar.

-Arelí, vuelve acá- dijo Shion, reanudando su persecución- los vampiros ya comenzaron el ataque, te encontrarán-

Arelí no le hizo caso, siguió introduciéndose entre las rosas y los rosales de Afrodita.

-Arelí, por lo que más quieras- dijo Shion- fue un error, lo admito. Pero te aseguro que no me he dejado de arrepentir de él-

-Como no- Shion escuchó la voz de Arelí.

-Te lo juro- dijo Shion- Lily es como una hija para mí-

-Como no- repitió Arelí.

-Vamos, déjate de cosas y sal- dijo Shion- ya le pedí perdón a Lily por esto...¡Arelí, ahora no es momento para esto!-

-Como no- dijo Arelí por tercera vez.

-¡Eres tan terca como Deyana!- dijo Shion. Un rayo de luz pasó junto al Patriarca, chocó contra una de las rosas y las chamuscó por completo. Arelí había salido de su escondite y apuntaba furiosa Shion.

-No digas eso- dijo Arelí- no me compares con ella-

-Lo lamento- dijo Shion- Arelí, tenemos que volver...-

-¿Por qué?- dijo Arelí- yo ya estaba muerta, no hay diferencia...-

-¡Claro que hay diferencia!- dijo Shion- toda la diferencia del mundo. Lily te quiere con vida... y yo también-

Arelí se le quedó viendo, sin saber que hacer.

-¿Me quitarás esta maldición?- preguntó ella. Shion sonrió levemente.

-Si tú quieres- dijo el Patriarca- y si confías en mí-

Arelí sonrió también.

-Sí, confío en ti...- dijo ella.

Shion iba a sonreír, pero no lo hizo. Sintió los cosmos de los vampiros demasiado cerca.

-Rayos, aquí vienen los vampiros- dijo Shion- no podremos regresar al templo de Atena. No te muevas. ¿Puedes esconder tu cosmo? Lily lo hizo una vez-

Arelí asintió.

-Buen intento- dijo una voz masculina- pero ya los vimos...-

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CONTINUARÁ...

Mmm no vampiro facts en este capi... gracias por sus reviews!

Abby L. / Nona