CAPITULO 14: LA HISTORIA DE JORUNN

Poznan, Polonia

Castillo de Wilda

El reloj del castillo marcaba la media noche en la gran habitación de Julius, estaban presentes Zacarías, Lauri, Ivanhoe y Magda con él, cuando tres seres se materializaron justo frente a él, dos de ellos usando armaduras doradas.

-Vaya vaya- dijo Julius, poniéndose de pie burlonamente- parece que por fin los caballeros de Atena decidieron aparecer...-

-Y no te olvides de mí- dijo Gérard con una sonrisa desafiante- ¿qué no te da gusto verme?-

-¿Gérard? ¿Aún estás vivo?- dijo Julius- creí que los caballeros te habían quemado...-

-No, ellos no son unos traidores como tú- dijo Gérard.

-No me digas- dijo Julius- solo porque no te destruyen te vuelves su aliado, justo igual que Hannia... ¡pero qué ingenuos son!-

-Vinimos a darte tu merecido, y en tu propia tierra- dijo Dohko.

-¿Dónde está Arelí?- dijo Shion.

-La hechicera está bien, aún viva si es que Hannia no la ha devorado aún, lleva dos noches sin comer la pobre- dijo Julius burlonamente- aunque es demasiado noble para hacer algo así, primero moriría de hambre-

-Te pregunté que donde estaba- dijo Shion, frunciendo el entrecejo.

-Aquí mismo- dijo Julius, señalando la puerta.

Tobit y Johan entraron, y traían a Arelí y a Hannia, respectivamente. A Dohko le dio bastante lástima ver a la vampiresa en ese estado, tan pálida. Tobit dejó a Arelí muy cerca de Julius, haciendo que el Patriarca se enfureciera. El caballero de Libra notó que el cosmo de Shion estaba ardiendo de furia, y procuró hacer que se calmara.

-¿Se quedaron sin habla?- dijo Julius.

-No- dijo Shion con una sonrisa- pero parece que nos subestimas...-

-¿Subestimar?- dijo Julius, sonriendo y mostrándoles los colmillos mientras tomaba en sus manos una de las de Arelí- si estoy a punto de conseguir lo que quiero-

-Deberías distinguir la diferencia entre "a punto de conseguir" y "ya conseguido"- dijo Shion. Apenas terminó de hablar y Arelí desapareció de donde se encontraba.

-¿Qué demonios...?- dijo Julius, al ver a la hechicera aparecer junto a Shion.

-Te lo advertimos- dijo Dohko, casi echándose a reír.

-Esto es teletrasportación, amigo- dijo Gérard, quien seguía fascinado por el concepto.

Julius frunció el entrecejo y se volvió a sus vampiros.

-¿Quién de ustedes ha bebido la sangre de ese caballero?- preguntó el jefe de los vampiros, mirando a su alrededor.

-Yo, Julius- respondió Tobit. Julius lo tomó de la solapa y mordió el cuello del vampiro, bebiendo casi toda su sangre y luego dejándolo caer al suelo, demasiado débil para moverse.

-¿Pero qué...?- comenzó Lauri, abriendo los ojos desmesuradamente.

-Te dije que Julius era un traidor- dijo Hannia- quería hacernos robar la sangre de los dioses y los guerreros de los santuarios para luego robarla de nosotros...-

-¿Cómo te atreves?- dijo Lauri.

-No me retes, Lawrence- dijo Julius, limpiándose la sangre de sus labios- o tu Alexandra sufrirá las consecuencias...-

-Ola está a salvo de ti, Julius- dijo Gérard- enviaste a Davis en secreto para que la trajera de nuevo y poder chantajear a Lauri, ¿no es cierto? Pero tu plan falló...-

Lauri se volvió a Julius, incrédulo.

-Sí, así fue- dijo Julius- y Tobit no fue el único. Ya hice otro tanto con Adrián, quien robó un poco de sangre del caballero de Acuario, y con Shri, que hizo otro tanto con el caballero de Cáncer. Ahora soy el vampiro más poderoso que existe...-

Para demostrarlo, Julius teletransportó a Ivanhoe, Johan y Magda hacia él, uno por uno, e hizo lo mismo que con Tobit.

-Esto complica un poco las cosas- dijo Dohko, alzando las cejas y volviéndose a Shion. Este se volvió a Arelí y vio que tenía marcas de dientes en su cuello.

-¿Te mordió él?- preguntó el Patriarca. Arelí asintió- escucha, tengo un plan. ¿Confías en mi?-

-¿De qué hablas?- preguntó Arelí.

-En el jardín de Piscis dijiste que confiabas en mí- dijo Shion- ¿aún lo haces?-

Arelí miró a Shion por unos segundos, sin saber que responder. No tenía idea de lo que quería hacer. Suspiró. No tenía nada que perder.

-Sí, confío en ti- dijo Arelí. Shion la tomó por los hombros y encendió su cosmo. Arelí cerró los ojos.

-¿Pero que...?- comenzó Julius. En cuestión de segundos, Arelí fue convertida en una estatua de oro- ¿qué rayos hiciste?-

-No te preocupes por ella, está bien- dijo Shion- era la única forma en la que podía estar seguro de que no podías hacerle daño mientras acabamos contigo- sonrió- ¿o acaso puedes sacar sangre del oro?-

-Y tú mismo te encargaste de eliminar a tus aliados- dijo Dohko- ya solo te queda uno-

Julius estaba realmente furioso, pero luego sonrió.

-Aún tengo una última carta que jugar- dijo Julius- una amiga de ustedes-

-¿Y quién sería?- dijo Dohko.

-Jorunn- dijo Julius.

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Santuario de Atena, Atenas, Grecia

Templo de Atena

Saori estaba dando vueltas en círculos, bastante nerviosa, mientras Mu trataba de calmarla.

-Atena, por favor, tiene que calmarse- dijo Mu- ya verá que mi maestro Shion y Dohko volverán en poco tiempo-

-Es que... es que...- murmuró Saori.

-En serio, Saori, los dos van a estar bien- intervino Seiya- o al menos mejor que nosotros cuando Touma se entere que rompí una de las barras de su cama...-

-¿Qué tú qué?- dijo Touma.

-Oh, no- dijo Seiya.

Mu sonrió. Al parecer todos estaban más relajados. De hecho, la mayoría de las personas en el Santuario ya se habían ido a dormir, y Saori lo necesitaba urgentemente. Sin embargo, había alguien más que no se había movido de su lugar desde el ataque de los vampiros.

Lily estaba apoyada en una de las columnas, mirando tristemente el horizonte.

-¿Estás bien, Lily?- dijo Mu, tras dejar a Saori en la puerta de su habitación.

-Sí, creo- dijo ella sin mirarlo.

-Has estado llorando- le dijo Mu dulcemente- sé que estás preocupada por tu madre. Pero no te preocupes más, ya sabes que el maestro Shion fue por ella...-

-¿Y si no llegó a tiempo?- dijo Lily con tristeza.

-No pienses más en ello, Lily- dijo Mu- todo saldrá bien... y si no, estoy seguro que el maestro irá al mismo Inframundo a sacarla otra vez-

Lily sonrió levemente. Iba a decir algo cuando llegaron Shaka y Nahir. El primero tenía una expresión muy extraña.

-¿Sucede algo, Shaka?- dijo Mu.

-Mu, necesito un favor- dijo Shaka- no puedo creer lo que estoy a punto de decir...-

-Dilo- dijo Mu.

-Necesito que nos lleves a Nahir y a mí a Poznan lo más pronto posible- dijo Shaka.

-¿Qué?- dijeron Mu y Lily al mismo tiempo.

-No estarás hablando en serio...- dijo Mu.

-Lamentablemente sí- dijo Shaka- confía en mí-

-Está bien- dijo Mu.

-Yo también quiero ir, Mu- dijo Lily- quiero ayudar al maestro Shion-

-No, Lily- dijo Shaka- no vamos a ayudarlos. Hay algo más que tenemos que hacer. Y tú estarás más segura aquí-

Mu asintió, y segundos después Shaka y Nahir habían desaparecido.

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Poznan, Polonia

Castillo de Wilda

-¿Jorunn?- dijo Dohko- ¿de qué hablas? Jorunn murió hace casi doscientos cincuenta años...-

-Y eso fue lo que creyó el resto del mundo, ¿no es cierto?- dijo Julius- que todas las damas de Afrodita murieron esa noche, todas incluyendo la linda Jorunn- se echó a reír, haciendo que Dohko encendiera su cosmo lleno de enojo- pues fue un error... como dicen, sin cadáver no hay asesinato...-

-¿A qué te refieres?- dijo Dohko.

-¿Por qué no se lo preguntas personalmente a Jorunn?- dijo Julius, señalando a Hannia.

-¿Hannia es Jorunn?- dijo Dohko, abriendo los ojos desmesuradamente- no, no es posible...-

-¿No la reconoces?- dijo Julius- que decepción... y pensar que casi me sentí mal cuando la robé del Santuario de Afrodita y la convertí en lo que es ahora...casi- y se echó a reír de nuevo.

Dohko miró fijamente a Hannia, quien parecía que tampoco podía creer lo que Julius estaba diciendo. ¿Era eso un truco para engañarlos y ganar tiempo? Dohko comparó mentalmente a Jorunn con Hannia. Sí, era cierto, el parecido era muy grande. Pero Jorunn tenía el rostro más redondo, mientras que el de Hannia era más afilado. También las dos tenían los ojos azules, pero los de Jorunn habían sido más redondos y un poco más oscuros. Y el cabello rojo de Jorunn era más liso que el de Hannia.

-Sé lo que piensas- dijo Julius- los vampiros mutan un poco al ser convertidos... esta es la chica por la que has sufrido tantos años, yo te lo aseguro. Hannia- se volvió hacia la chica- ¿porqué crees que te hice dormir tantos años? Para que olvidaras quien eres y te olvidaras de tu amado Dohko, y resultó, hasta ahora...-

Hannia miró a Julius con incredulidad. Miró a Dohko e hizo un esfuerzo por recordar. Las imágenes comenzaron a llegar a su mente con asombrosa velocidad.

x-x-x FLASHBACK x-x-x

Jorunn paseaba por el jardín del Santuario de Afrodita, bajo la luz de la luna. Con un suspiro, se arrodilló y recogió una pequeña flor blanca. Otras dos damas la alcanzaron.

-Ya te vi- dijo Céline- ¿viste, Citlali? La pequeña Jorunn está enamorada-

-No molestes, Céline- dijo Jorunn, ruborizándose un poco.

-No tienes porque ponerte así, Jorunn- dijo Céline- la señora Afrodita entenderá...-

-¿Entenderá que?- dijo Jorunn, fingiendo demencia- no sé de que hablas...-

-Vamos, todas nos dimos cuenta, Jorunn- dijo Citlali- ese caballero de Atena, Dohko, y tú hacen muy bonita pareja-

-Ustedes dos están locas de remate- dijo Jorunn- igual que Janne-

-¿Ves?- dijo Citlali- no somos las únicas-

Jorunn sonrió de nuevo, y miró las dos pulseras que tenía en la muñeca. De pronto, las tres chicas escucharon gritos dentro del Templo.

-La señora Afrodita- dijo Céline- algo ocurre-

Las tres damas corrieron hacia la entrada del Templo. Se quedaron de pie en la puerta, sorprendidas y asustadas. Yaris y Janne estaban en el suelo, desmayadas y perdiendo sangre rápidamente. Y un ser en forma de hombre tenía a Amaia de Afrodita.

-¡Suéltala!- dijo Jorunn, tomando una roca que estaba en el suelo junto a ella y lanzándola hacia la cabeza del ser. Éste se volvió hacia ella, con su boca llena de sangre, y soltó a su presa, que ya estaba muerta.

-Vampiro...- dijo Citlali.

-¡Por los dioses...!- dijo Céline. Jaló a Jorunn y a Citlali de nuevo hacia el jardín, mientras el vampiro caminaba lenta y apaciblemente hacia ellas. Pero no contaron con que había otro vampiro justo detrás de ellas, que atrapó a Jorunn. Las tres gritaron.

-Muy bonita y muy valiente- dijo el vampiro, atrapando a Jorunn por la cintura- lástima que no lo suficientemente fuerte...-

-Déjame- dijo Jorunn, tratando de soltarse. En sus esfuerzos por soltarse, Jorunn sintió que algo se le caía de la muñeca al suelo, haciendo un ruidito. Era una de sus dos pulseras negras. Sintió que el vampiro apartó sus cabellos rojos y hundió sus colmillos en su cuello blanco. Jorunn se desmayó tras unos segundos. Lo último que escuchó fueron los gritos de sus dos compañeras, desvaneciéndose a lo lejos.

x-x-x

Jorunn despertó un par de horas más tarde. Se sentía extraña. Tenía un horrible dolor de estómago, pero eso no era todo. Todo parecía diferente para ella. Los colores, los sonidos. Y tenía frío.

-Buenas noches, mi querida Hannia- le dijo un hombre. Un vampiro. El que la había atrapado.

-¡Tú!- exclamó Jorunn, levantándose y alejándose de él. No estaba solo. Había varios vampiros alrededor de ella. Los miró, asustada..

-No tengas miedo, mi amada Hannia- dijo el vampiro- ahora eres una de nosotros...-

-No sé de que hablas- dijo Jorunn- mi nombre no es Hannia, es Jorunn, y yo no soy tu amada, ni una de ustedes-

-Ahora lo eres- dijo el vampiro- mi nombre es Julius, y desde esta noche serás un vampiro como nosotros. Toma, mírate si aún no me crees- y le ofreció un espejo.

Jorunn no podía creerlo. Se miró en el espejo. Era ella misma, pero diferente. Su rostro se alargó un poco, sus ojos se aclararon y sus cabellos se ondularon. Sus colmillos crecieron. Jorunn dejó caer el espejo al suelo, y éste se hizo trizas.

-¿Qué me han hecho?- murmuró.

-Espera, ¿a dónde vas?- dijo Julius.

-Con Dohko- dijo Jorunn- no quiero quedarme así...-

Dos vampiros le cerraron el paso.

-Me temo que no puedo dejarte ir- dijo Julius.

x-x-x

Un año más tarde, por fin se le presentó la oportunidad de volver al Santuario de Atena. Se sorprendió de verlo vacío y devastado. Solo pudo sentir dos cosmos. Jorunn corrió hacia ellos. Uno era Shion. El otro pertenecía a Sofía, la reencarnación de Atena.

-Que tristeza me da, Shion- murmuró Atena- que después de esta dura batalla contra Hades, no parece una victoria...-

-¿Por qué lo dice, Atena?- dijo Shion.

-Es que me da tristeza que, de todos los caballeros dorados, solo tú hayas regresado a este Santuario...-

Al escuchar eso, Jorunn volvió llorando a la guarida de los vampiros.

-¿Y bien?- dijo Julius al verla tan descompuesta- ¿qué sucedió, mi amada?-

-Está muerto- lloró Jorunn- Dohko está muerto...-

-Ya, no llores...- murmuró Julius- todo está bien...-

-No, no está bien- dijo Jorunn- quiero morir...-

-No puedes morir, querida mía- dijo Julius- eres inmortal...pero hay algo que puedes hacer para aliviar tu dolor-

-¿Qué?- dijo Jorunn.

-Ve a dormir- dijo Julius- duerme durante cien años. Y cuando despiertes, todo el dolor habrá desaparecido...-

x-x-x FIN DEL FLASHBACK x-x-x

Hannia se quedó como paralizada, recordando todas esas cosas sin poder creerlo. Buscó en el bolsillo de su chamarra, y sacó una pequeña pulsera de cuero negro, con algunos cascabeles, que siempre había llevado consigo. Dohko buscó en su bolsillo y sacó una pulsera idéntica.

-La encontré la noche que desapareciste- dijo Dohko- en el jardín, bañada en sangre...-

-Y yo guardé esta, pensando en que era algo importante- dijo Hannia.

-No puedo creerlo- murmuró Dohko, volviéndose a Julius- ¿cómo te atreviste...?-

-No hay nada que puedas hacer, caballero- dijo Julius- Jorunn se convirtió en Hannia, y Hannia ha sido mía durante más de doscientos años...-

-Te equivocas, Julius- dijo Hannia- eso es lo que tú has querido siempre-

-Y es lo que he tenido siempre, Hannia- dijo Julius- ya basta de charlas- señaló a Dohko- te creí muerto hace más de doscientos años. En fin, ahora mismo lo arreglaré, con mis nuevos poderes. Te reto, el ganador se quedará con Hannia-

-Entonces acepto tu desafío- dijo Dohko.

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CONTINUARÁ...

¡Hola! Chicos, muchas gracias por sus reviews, en serio, se los agradezco. El próximo capítulo es el último.

Abby L. / Nona