Tres Días en la Mansión Kido

Capitulo III

¿Qué tal si mañana...?

Por Anako Hiten

Al salir al jardín, Shun vio a su hermano hablando con Seiya y Shiryu. Al parecer se estaba riendo de algo.

—Oi, Shiryu¿qué traes ahí?— dijo Seiya olfateando un gran plato que Shiryu cargaba en sus manos.

—¡Un pastel de chocolate que él mismo preparó!— chilló Ikki en un tono muy, muy burlón— ¿No te parece genial?

El dragón, muy ruborizado, se defendió: — Eh... sí, bueno, es que como a Hyoga le gusta el chocolate pensé que... bueno, que se animaría un poco con un pastel.

Pero Shiryu se sorprendió: Seiya no mostraba ninguna reacción ante ello. Él no acostumbraba a quedarse callado ante un hecho tan digno de sus mofas. Pero parecía que a Seiya le estaba dando un infarto o algo así, su rostro y sus orejas se habían puesto de un rojo alarmante.

— No vas a burlarte, debes... debes aprender a ser discreto... es tu mejor amigo... simplemente cállate— pensaba Seiya a punto de reventar, tenía una lucha mental consigo mismo.

—Shiryu¿qué le pasa a Seiya?— susurró Ikki.

—¿Un pastel?... ¿tú... preparas pasteles?— Seiya tenía los ojos llenos de lágrimas—... ¿El gran dragón preparó un pastel de chocolate?— ya no pudo más—... ¡JA JA JA JA JA JA¡No lo puedo creer¡¡¡JA JA JA JA JA JA!

—¡SEIYA!— bramó Shiryu enfadado— ¿es que siempre tienes que burlarte de los demás?

—Es... que— jadeó Seiya— me da risa... imaginarte... tú... guantes de cocina... harina por todas partes y... y... ¡UN DELANTAL¡Ja ja ja ja!— dijo Seiya cayendo al suelo entre sonoras carcajadas, mientras Ikki lo veía riéndose también y Shiryu lo quería asesinar.

—¿Por qué tan risueño, Seiya?

—¡Hyoga!— dijeron los muchachos al unísono

—Vine a hacerles compañía— dijo el ruso sonriendo— Así que díganme¿de qué se reían?

—¡SHIRYU TE HIZO UN PASTEL!

—¡Seiya!... ¿Ya te sientes mejor Hyoga?

—Sí, gracias Shiryu. Ya estoy bien, lamento haberlos preocupado.

—¡Es en serio¡Shiryu te hizo un pastel de chocolate, míralo!— chillaba Seiya mientras le quitaba la tapa al plato que Shiryu llevaba en sus manos.

—¡SUGOI¡Ése pastel se ve delicioso!— dijo Hyoga mirando el pastel e impaciente por probarlo.

—Graci…AS!— dijo Shiryu entre dientes y arrebatándole la tapa a Seiya— Lo preparé para que te animaras, espero que quede intacto hasta después del almuerzo— miró a Seiya de reojo y se marchó con el pastel y Seiya tras él.

Shun se acercó a su mejor amigo y le haló cariñosamente un mechón de cabello.

—Sabía que bajarías.

—Gracias Shun, si no fuera por ti aún estaría encerrado y deprimido— dijo el ruso suavemente mientras observaba a Shiryu y a Seiya discutiendo por el pastel— Y también me anima saber que tengo el apoyo de mis amigos.

—Espero que te hayas dado un baño, pato desplumado. Te veías realmente asqueroso esta mañana— escucharon una voz grave tras ellos.

—¡No seas así hermano!

—¡Vaya! Pero si es Ikki y sus oportunos comentarios— replicó Hyoga fastidiado— Si me bañé o no, nada tiene que ver contigo. ¡Mete tus narices en tus propios asuntos!

—Por eso lo digo— dijo Ikki amargadamente— si cuando me siente a almorzar me llega algún olor extraño... como de... pato muerto... ¡VOMITARÉ EN TU CARA!

—¡ATRÉVETE PAJARRACO DEL DEMONIO!

—¡CLARO QUE LO...

—¡EL ALMUERZO ESTÁ LISTO!

—Hyoga, Ikki, por favor basta ya de pleitos y siéntense a almorzar— les dijo Saori harta ya de regañarlos.

—Sinceramente tengo demasiada hambre como para ponerme a discutir con un plumífero como tú.

—¡Basta Ikki¡Te dije que reprimieras tus comentarios!

—¡Represión y más represión¿Qué no merezco algo de libertad de expresión, Saori?— rezongó Ikki mientras Hyoga se dirigía al comedor.

—Sobrepasas los límites de "libertad de expresión". Vamos Ikki— le dijo Saori bajando la voz— déjalo en paz, no anda bien estos días.

—Pero es que... mrphdhggrr— rezongó de nuevo Ikki sentándose a comer.

El almuerzo transcurrió tranquilamente: los muchachos conversaban, bromeaban, pero repentinamente algo les llamó la atención.

—Oye Saori...— Seiya la miraba ceñudo— ¿Por qué estás comiendo tan aprisa?

—?— Saori levantó la mirada y vio cómo los chicos la miraban con sorpresa— ¡Oh, lo siento chicos! Es que me puse a pensar y...

—¿Olvidaste tus modales de princesa¡Jajaja!

—¡SEIYA!

—¡Lo siento, no me pude contener!

—Bueno, bueno, volviendo al tema¿qué les parece si hacemos una reunión así como esta, pero... ¡con los Caballeros del Santuario?— dijo Saori muy, muy, muy emocionada.

Dicho esto, Ikki se atragantó con un trozo de pan, Shun se puso como un tomate, Hyoga quedó petrificado, y Seiya y Shiryu se pusieron muy contentos.

—¡Sí Saori¡Si mi Maestro viene será genial!— Shiryu esbozó una enorme sonrisa.

—¿Les dirás a Shina y a Marin?— quiso saber ansioso Seiya, al momento en que acechaba discretamente el pastel de Shiryu.

—Desde luego, Seiya, a ellas, los caballeros dorados, los demás de bronce y…— contaba Saori con los dedos— y a los que puedan venir. Hyoga, Ikki¿Qué opinan?

—¡Oh, no¡Camus va a venir!— pensó Hyoga nervioso.

—Honestamente Saori, no es que me importe la visita de los del Santuario¡sobre todo ése engreído de Afrodita!— comentó Ikki con cierto desdén, a la vez que Shun clavaba sus ojos en su plato, parecía avergonzado.

—Ya que estamos todos de acuerdo le diré a Tatsumi que llame al Santuario— dijo Saori levantándose de la mesa.

—Oye… Shaowi… ¿invitawásh a Kanon?— preguntó Seiya con la boca llena.

—¡MI PASTEEEEEL!

—¡Oh, lo siento Shiwyu!— Seiya tragó rápidamente— ¡es que no pude aguantar las ganas de probarlo!

—¡PROBARLO? Te has tragado…— desde el otro extremo de la mesa Shiryu contempló el pastel hecho un desastre— ¡CASI LA MITAD¡¡¡SEIYAAAAAAAAAAA!

—¡Ay de mí!— Seiya salió corriendo con la boca llena de chocolate, y Shiryu, corriendo tras él, le gritaba:

—¡ME COSTÓ MUCHO HACER ÉSE PASTEL PARA HYOGA¡ME LAS PAGARÁS!