Tres Días en la Mansión Kido

Capitulo XIV

Mu Sin Palabras

Por Anako Hiten

Habían pasado unas horas, y ya en la mansión Kido el ambiente era muy alcoholizado: Shiryu se había dormido en su butaca, mientras Dohko le hablaba, obviamente sin darse cuenta de que no le hacían caso; Aioria tomaba vino junto a Marin, y le hablaba sobre su viaje a Italia y de todos los platillos que degustó. Jabu, Shina, Milo y Shura estaban jugando cartas ebria y entretenidamente, y los perdedores debían declarársele a Ikki, y como Ikki no es rabioso, le achicharraba los pelos a quien le dijera "mi amor" o algo parecido. Los cuatro Caballeros habían tomado bastante y perdido el juicio a causa de ello, por eso, una penitencia tan estúpida. Ikki, cuando no chamuscaba los cabellos de Milo o Jabu, supervisaba bien cada movimiento de Shun y de Afrodita, sin lograr ver algo fuera de lo normal. Por otra parte, ni Hyoga ni Camus estaban presentes; habían desaparecido, y con ellos, una cuantas botellas de vodka y champaña. Seiya se había bebido dos botellas enteras de sidra, y andaba algo alterado por eso; lo único que hacía era mirar a Saori e imaginarse un montón de cosas. Al ver que estaba sola, observando por la ventana, se le acercó.

—Saori… ¿Por qué tan callada?— comenzó a acariciar su cabello con delicadeza— Te ves preocupada.

Saori saltó cuando sintió las manos del moreno tocarla— Oh… sólo pensaba…

—¿Y en qué pensabas?— preguntó Seiya acercándose, sin apartar sus ojos de los de la diosa— ¿En mí?

—¿CÓMO DICES?— Saori se ruborizó de pies a cabeza, Seiya se aproximaba amenazadoramente y la tomó por el rostro— ¡E-estoy pen…sando en otras… cosas!

—Entonces dime en qué piensas, te ves tan hermosa así… pensando…— Seiya se acercó más, pero Saori retrocedió, muy avergonzada, no quería que su Caballero la hiciera hablar de más.

—¡BUENAS NOCHES SEIYA!— y salió corriendo a su habitación, dejando a Seiya un tanto patidifuso. Momentos después, escuchó algo que llamó su atención: era Mu hablando en un elevado tono de voz, arrastrando las palabras, y a su lado se encontraba Shaka, alarmado por el comportamiento de su amigo; nunca lo había visto borracho.

—Escucha, Mu, creo que no deberías continuar tomando esto— comentó Shaka quitándole de las manos la botella de coñac— ¡Te está haciendo mucho daño!

—¡Dámela!— solicitó Mu con sus ojos entrecerrados— ¡QUE ME LA DES!

—¡NO, NO Y NO!— negó Shaka— ¡TÚ NO ERES ASÍ MU!

—¿Y TÚ SIEMPRE VAS A SUPERVISAR TODO LO QUE HAGA?— reclamó Mu— ¡YO SIEMPRE DEBO ACTUAR COMO UN ESTÚPIDO MONJE¡SIEMPRE DEBO GUARDAR LAS APARIENCIAS¡JAMÁS PUEDO SER YO MISMO!

—¿Qué estás diciendo¿Guardar apariencias?

—¡No me vas a decir que no sabes de lo que te hablo!— replicó Mu— ¡Eres el principal farsante de todos¡Ocultas tu verdadera personalidad tras ese rostro que ante todos es muy inocente¡Pero yo sé verdades de ti!

—No logro entenderte, amigo— dijo Shaka calmadamente— ¿Por qué dices que soy un farsante?

—¿Y aún lo preguntas?— gritó Mu irritado, pero sólo Shaka lo escuchaba— ¡eres un hipócrita¡te haces llamar mi mejor amigo cuando hablas de mí a mis espaldas!

Shaka se sintió ofendido, iba a reclamar pero Mu no se lo permitió.

—¡Estás diciendo que soy un pedófilo porque vivo con Kiki!— vociferó el Caballero de Aries, recuperando la firmeza de su voz, y ahora todos le prestaban atención— ¡También estás diciendo que soy un homosexual, CUANDO SABES QUE NO ES CIERTO!

—¡No digas tonterías Mu, todos nos están mirando!

—¡NO ME IMPORTA¡ESTOY HARTO DE AGUARDAR UNA IMAGEN DE SANTO¡Y TÚ TE APROVECHAS DE ESO PARA HABLAR DE MÍ, PENSANDO QUE LO VOY A DEJAR ASÍ!— Mu dejó caer la copa que sostenía— ¡PERO ME LAS PAGARÁS POR MENTIROSO Y POR HIPÓCRITA!

—¿Y qué me harás, carnerito?— preguntó Shaka en voz muy baja, pero con un dejo de cinismo.

—¡A ti te gusta alguien y yo sé quien es¡Y todos se sorprenderán cuando lo sepan!

Shaka se quedó frío: en serio Mu iba a vengarse por todas las cosas que había dicho de él y qué mejor que revelar sus gustos "retorcidos" en público. Los demás Caballeros estaban ya fastidiados de escuchar peleas, así que se limitaron a ver.

—¡Oh, no¡No lo harás, Mu!

—¡Y está aquí!— Mu le echó un torpe vistazo al salón— ¡Sí, está aquí mismo!

—¡CÁLLATE INFELIZ¡HAZ SILENCIO O TE SILENCIARÉ YO MISMO!— masculló Shaka abriendo los ojos y jalando por los cabellos a Mu— ¡NO ME PROVOQUES!

—¡Y TÚ NO ME AMENACES¡No pienso aguantar tu hipocresía y tu traición¡DICIENDO QUE SOY UN HOMOSEXUAL, CUANDO EL HOMOSEXUAL ERES TÚ!

—¡TE DIJE QUE NO ME PROVOCARAS!— exclamó Shaka enfurecido y levantándose listo para atacarlo.

—…¡DICIÉNDOLE A TODOS MENTIRAS DE MÍ¡HACIÉNDOME VER COMO UN PERVERTIDO!— gritaba Mu levantándose con dificultad, el alcohol lo tenía poseído— ¿POR QUÉ NO LE DICES A IKKI LO QUE ME DIJISTE HACE SEMANAS¡DILE LO QUE QUIERES HACERLE, PERVERTIDO!

—¡DESTRUCCIÓN DEL PRIMER SENTIDO!— Shaka lo atacó lleno de ira, no podía creer que Mu hiciera eso.

—¡NO ME DEJARÁS MUDO!— Mu trató de teletransportarse, pero no pudo. Por su estado etílico no disponía del equilibrio mental que necesitaba en ese momento.

—¡TE LO DIJE¡TE DIJE QUE NO ME PROVOCARAS!— le gritó Shaka nuevamente a Mu, que cayó metros atrás, chocando contra la pared. Iba a recriminarle a Shaka pero, cuando intentó hablar, sólo soltó un gemido. Los demás miraron a Shaka como si fuera un asesino.

—¿Pero es que has perdido la razón?— le preguntó Ikki, turbado por lo que dijo Mu y por la acción del Caballero de Virgo— ¡Está ebrio, no sabe lo que dice!

—¿Cómo te atreves Shaka?— criticó Afrodita levantándose— ¿Qué clase de Caballero eres?

—¡DÉJENME EN PAZ¡LO DEJARÉ HABLAR CUANDO SE LE PASE LA BORRACHERA!— se quejó Shaka rojo de rabia y de humillación— ¡Y ESA ES MI ÚLTIMA PALABRA!

—¡VAS A REGRESAR A MU A LA NORMALIDAD AHORA MISMO!— le exigió Aioria sujetándolo fuertemente por el brazo— ¡NO ES DE CABALLEROS ATACAR A UN AMIGO SIN RAZÓN!

—¡OH, POR FAVOR¡NO HA SIDO UN ATAQUE¡SÓLO LE CERRÉ LA BOCA UN RATO!— se defendió el Caballero, soltándose del León— Ya he tenido suficiente¡ME VOY DE AQUÍ!— se dirigió a Shun— Andrómeda, por favor, déjale mi despedida y respetos a Athena.

—¡NI SE TE OCURRA IRTE Y DEJARLO ASÍ, SHAKA!— volvió a decirle Aioria, pero Shaka hizo caso omiso, dirigiéndose a la puerta.

—Y por cierto, Mu, el que dijo que eras un pedófilo fue nuestro "querido" amigo de Capricornio— miró con desprecio a Shura, y se marchó a paso firme.

Mu se hallaba sentado en el piso, con los ojos levemente cerrados; estaba muy aturdido con lo ocurrido.

—Mu, será mejor que nos vayamos— le dijo Aioria acercándosele, pero de pronto chocó contra algo que no podía ver— ¡QUÉ DEMONIOS?... ¡MU!

El Caballero abrió los ojos y miró a Aioria: ambos se veían igual de confundidos.

—¿Es ése tu muro de cristal, Mu?

Mu se levantó con mucha dificultad y colocó sus manos al frente, tocando algo que sólo el veía: efectivamente, su muro de cristal había aparecido delante de él. A causa de su borrachera tuvo un conflicto psíquico y en lugar de teletransportarse, apareció su muro de cristal, cinco minutos más tarde. Mu hizo que el muro desapareciera al instante.

—¿Lo ves, amigo? Por estar embriagándote no pudiste defenderte— le dijo Aioria gentilmente, mientras lo tomaba por los hombros para llevárselo— Ven, vayámonos al santuario para que descanses— se dirigió a los demás— Gracias a todos por esta velada tan… tan divertida y única.

—Sí¡esas cosas sólo pasan aquí, en la mansión Kido!— dijo Seiya alegremente.

—¡Cuídense chicos! Y díganle a Athena que fue una excelente idea el haberse mudado a Grecia¡ahora vendremos a visitarla siempre!— dijo con un guiño— ¡Adiós, muchachos!

—¡Adiós Aioria!— sonó en la sala.

—¡Adiós, Mu, y cuídate de Shaka!— dijo Seiya, todavía sonriendo.

Mu trató de despedirse, pero el mareo era más fuerte que él y se fue a rastras con Aioria.