Tres Días en la Mansión Kido
Capítulo XVI
¡Te prohíbo que me hables así!
Por Anako Hiten
El primero en levantarse fue Shun. Eran las 7.30 de la mañana y al parecer, ni Saori ni Tatsumi, que eran siempre los primeros en levantarse, se habían despertado. El Caballero de Andrómeda se aseó y bajó a ver si había vida en la sala. Todo estaba exactamente igual a como la había dejado la noche anterior: Seiya estaba durmiendo y babeándose al lado de Marin, que tenía la mano aplastada por la cabeza del moreno, se veían un tanto incómodos; Shiryu seguía en su sillón, roncando con la boca bien abierta, como buen dragón, y sus negros cabellos cubrían su rostro. Curiosamente, no llevaba la parte inferior del kimono. Ikki se encontraba aún en el bar, profundamente dormido y junto a él estaba la botella de whisky, totalmente vacía. Shun, al verlo, sintió hervir toda su sangre.
—¿Pero cómo es posible?— pensó molesto— ¿Es que no entiende?
Muy decidido, se acercó a su hermano, le propinó un buen golpe y…
—¡DESPIERTA PEDAZO DE BORRACHO!
—¡AAAYYY!... Esmer… ¿pero qué…¡¡¡¿SHUN!
—"¡Sólo me voy a tomar una copa!"— dijo Shun con voz chillona— ¡Sí, claro¡¡¡TE HAS TERMINADO UNA BOTELLA ENTERA¡¿ES QUE NO ENTIENDES!
Ikki se veía muy alterado, parecía no comprender bien lo que le decía su hermano. obviamente, había tomado en gran cantidad.
—Pero Shun¿qué te sucede¡Es la primera vez que te veo así!— dijo Ikki con la voz notablemente pesada.
—¡ERES UN INCONSCIENTE!— Shun estaba enfurecido, y quería que su hermano entendiera las razones de su coraje— ¡NO ES POSIBLE QUE SEAS TAN… TAN ESTÚPIDO!
El fénix finalmente entendió lo que decía Shun, o al menos eso parecía: lo insultaba y le decía borracho… Shun a él… no, no podía ser posible ese irrespeto… él no debía gritarle así a su hermano mayor, el que mandaba era Ikki, y no iba a permitir que un niño le gritara¡y mucho menos insultarlo! Su mente estaba absolutamente nublada por el alcohol…
—¡SHUN¡TE PROHÍBO QUE ME HABLES ASÍ!— le gritó Ikki rabiosamente. Los durmientes en la sala se habían despertado por los alaridos de los hermanos.
—…¿Qué pasa aquí?— preguntó Marin estirándose— ¿Ikki está regañando a Shun?
—No, Marin, Shun está regañando a Ikki— dijo Seiya limpiándose la baba— Esto no me gusta para nada, Shun no acostumbra gritarle así a Ikki.
—Sí, esto es muy raro— dijo Shiryu, quien por lo visto no había asimilado que no llevaba sus pantalones— Shun no es así¿Qué estará sucediendo?
Marin, al voltear a ver a Shiryu, tapó sus ojos inmediatamente y le gritó:
—¡POR TODOS LOS DIOSES, SHIRYU¿¡QUÉ HACES EN ÉSAS CONDICIONES?
—¿Por qué lo dices Mar…?— Seiya se volvió hacia Shiryu, y al verlo entrecerró los ojos con desaprobación— Oye, dragón… ¿Qué acaso tu Maestro no te enseñó que es irrespetuoso estar sin pantalones delante de una dama?
—¿Por qué lo dices?... Oh— Shiryu bajó la vista y, en efecto, sus piernas se encontraban desnudas— oh… pero… ¡POR EL BÁCULO DE ATHENA¡OH, TONTO, ESTÚPIDO DRAGÓN!— gritó Shiryu rojo de vergüenza, y buscó con los ojos su kimono, hasta que lo encontró tirado en el piso. Con más vergüenza todavía, se levantó y se los puso rápidamente.
—¿Es que no habías notado que no los llevabas puestos?— le preguntó Marin tratando de disimular su risa— ¿Cómo no te diste cuenta?
—Bueno… pues yo… eh… acostumbro…— Shiryu no podía controlar la sangre que subía velozmente a su rostro, era muy bochornoso para él— acostumbro a dormir… desnudo. Me da mucho calor dormir con ropa, y parece que sin darme cuenta me quité parte de ella——
—Ah, con razón siempre andas sin ropa¡ni la armadura la soportas¿Qué¿También te da calor?— dijo el moreno burlándose de su amigo dragón, que lo miró con odio.
—¿Por qué no te pones a batir huevos?
—¡Ya eso no me intimida, Shir¡No puedes usar lo mismo todo el tiempo, no tiene chiste!
—Lo siento mucho, Marin, no quise ponerte en esta situación— dijo Shiryu, ignorando olímpicamente a Seiya.
—No te preocupes— dijo Marin tranquilamente— Al menos llevabas ropa interior.
—¡Sí, jijiji¡De dragoncillos¡Jijiji!
Frente a ellos, la discusión entre Shun e Ikki, seguía en pie:
—¡PUES TE HABLO ASÍ PORQUE SÍ!- gritó Shun temblando de rabia— ¡TE LO ADVERTÍ¡TE DIJE QUE NO TOMARAS OTRA VEZ¡¿QUÉ NO SABES QUE ERES UN ALCOHÓLICO¡¿QUÉ NO SABES QUE ESO TE HACE DAÑO, ESTÚPIDO ANORMAL!
¡PLAFFF!— Un golpe retumbó por toda la sala.
—¡ERES UN MALDITO INSOLENTE¡YO SOY TU HERMANO MAYOR Y NO PERMITIRÉ QUE ME HABLES DE ESA MANERA!
—¡AAARGHHH¡YA NO SOY UN NIÑO IKKI¡NO ME INTIMIDARÁS CON LO DE HERMANO MAYOR!— Shun tenía un buen golpe en la cara, pero la cólera lo hacía inmune al dolor— ¡NUNCA TE IMPORTA LO QUE DIGO¡YO LO HAGO TODO POR TU BIEN Y NI CASO ME HACES¡PUES BIEN, YA NO ME IMPORTA¡¡¡MÁTATE SI TE DA LA GANA, BORRACHO DE PORQUERÍA!
¡BLOFFF!— esta vez Shun cayó redondo al piso.
—¡MOCOSO¡NO VOLVERÉ A DECIRTE QUE NO ME HABLES EN ESE TONO¡SI ME DA LA GANA DE TOMAR, TOMO, Y SI NO TE GUSTA, TE AGUANTAS!— exclamó Ikki mirando a su ototo tirado en el suelo, y su cara estaba empapada de sangre— ¡A TI NO TE IMPORTA QUE YO ODIE AL MARICA DE AFRODITA, PORQUE HASTA TE REVUELCAS CON ÉL¡TÚ TE QUEDAS CON TU AFRODITA Y YO CON MI WHISKY¿TE QUEDÓ CLARO?
—¡A TI TE HACE DAÑO EL ALCOHOL, Y A MI AFRODITA ME QUIERE¡NO ES LO MISMO!— Shun se quedó callado unos segundos: no se explicaba cómo Ikki estuviese al tanto de su relación con Afrodita, y de tantos "detalles". Se incorporó, con su rostro bañado en lágrimas y sangre— ¡Eres un estúpido¡Sabes que no puedes tomar¡Y lo sabes muy bien!
Shun se marchó corriendo de la mansión, mientras que los otros muchachos estaban atónitos ante las palabras del peliverde.
—¡SHUN¡REGRESA DE INMEDIATO¡ES UNA ORDEN!— gritó Ikki lleno de ira, pero ya era demasiado tarde, Shun se había ido.
