Capítulo 31

Taichi y los demás habían decidido irse de la Isla File sin mayor tardanza: tenían que encontrar a Joe, Mimi, Koushiro y Sakae, a pesar de que no sabían cómo localizarlos. Tras el momento de su separación, habían actuado con urgencia y Taichi olvidó por completo pedirle las coordenadas del lugar donde estaba encarcelado Zhuqiaomon a Koushiro. ¿Cómo podrían unirse a ellos? De repente, Takeru y Hikari se habían acordado de la capacidad que poseían para llamar a Azulongmon cuando lo requerían. Se concentraron con la esperanza de que pudiera ayudarlos. El majestuoso dragón pronto apareció. Les informó que estaba conectado por el pensamiento con las otras Bestias Sagradas y que Zhuqiaomon estaba a punto de ser liberado por sus amigos. Éstos últimos se encontraban en el continente WWW y Azulongmon les propuso a Taichi y a los demás que les llevara hasta allí volando. Los Niños Elegidos no dudaron ni un segundo: todos se subieron a la espalda del dragón.

Azulongmon despegó cuando el día amanecía: el verde, el rosa y el amarillo acuarelaban el cielo mientras una línea bermellón encendía el horizonte. Sobrevolaron un océano que todavía tenía el color azul de la noche pero brillando con mil luces cuando el sol salió de las aguas. Los rayos iluminaron los rostros de los Niños Elegidos que se habían quedado dormidos en la espalda de la Bestia Sagrada. Se enderezaron y observaron el nacimiento de un nuevo día. De repente, Hikari apuntó con el dedo delante de ella:

– ¡Mirad! ¡La tierra!

Todos se inclinaron y vislumbraron el contorno irregular de la costa.

– Es el continente WWW, les dijo Azulongmon. Zhuqiaomon acaba de informarme que ya está libre.

– ¿Cómo? exclamó Taichi. ¿Joe, Koushiro, Sakae y Mimi lo han conseguido?

– Sí, asintió el dragón.

– ¡Está genial! se alegró Takeru.

– ¡Tenemos que reunirnos con ellos! dijo Meiko.

Azulongmon aceleró el ritmo con un movimiento de cola. Media hora después, sobrevolaba un gran y frondoso bosque. Cuando empezó su descenso, Nishijima exclamó:

– ¡Mirad! ¡Es Zhuqiaomon!

Todos los Niños Elegidos volvieron la cabeza y descubrieron un gran pájaro que volaba a su altura. Su brillante plumaje se mezclaba con los rayos del sol, como si obtuviera su color de él. En la espalda de este majestuoso pájaro estaban sentados Joe, Mimi, Koushiro y Sakae. Tenían a Pukamon, Tanemon, Motimon y Ryudamon en sus brazos. Los adolescentes hicieron grandes señales, llenos de alegría. Zhuqiaomon y Azulongmon bajaron simultáneamente hacia el continente y aterrizaron en el bosque. El rocío brillaba en las anchas hojas de los árboles y de los arbustos. Los Niños Elegidos bajaron de la espalda del dragón y del pájaro de fuego y se reunieron con alborozo.

– ¡Habéis vuelto del Mar Oscuro! exclamó Joe, aliviado.

– ¡E Hikari, Takeru y Meiko están sanos y salvos! añadió Mimi.

– Y vosotros, ¿habéis liberado a Zhuqiaomon? les dijo Taichi, incrédulo.

– Sí, asintió Koushiro. No fue fácil, pero hemos repelido a Lucemon y Barbamon.

– ¿Os habéis enfrentado contra Lucemon y Barbamon? dijo Sora.

– Sí, pero gracias al coraje de Joe, de Mimi y de nuestros digimons, pudimos derrotarlos, dijo Sakae. Y durante el combate, Ryudamon también digievolucionó por vez primera...

– ¿De verdad? dijo Yamato, entusiasmado. ¡Me hubiera gustado ver eso!

– ¡Es maravilloso para Ryudamon y para ti! se alegró Hikari.

– A nosotros, dijo Joe colocando una mano sobre el hombro de Mimi, nos pasó algo increíble.

– ¡Vikemon y Rosemon digievolucionaron su ADN! soltó a la chica, eufórica.

– ¿En serio? exclamó Takeru. ¡Lo mismo nos pasó a Hikari y a mí!

– Es increíble, dijo Koushiro, impresionado. Dos nuevas digievoluciones de ADN... tengo que estudiar esto con más detalle...

Los Niños Elegidos se volvieron hacia Azulongmon y Zhuqiaomon. Taichi dio un paso adelante y dijo:

– Pronto liberaremos a la última Bestia Sagrada y seréis cuatro de nuevo.

– Os lo agradecemos, dijo Zhuqiaomon, inclinando su cabeza brillante.

– Tenéis que dirigiros hacia el norte, les informó Azulongmon. En la parte superior del continente WWW se encuentra una gran isla, frente a la costa. Allí se encuentra Xuanwumon, la última Bestia Sagrada.

– Mientras os ponéis en camino, nosotros tenemos que volver a patrullar el mundo digital con Azulongmon, dijo Zhuqiaomon.

– Sí, además siento que una amenaza se acerca, añadió Azulongmon.

– ¿Qué amenaza? preguntó Koushiro.

– Lo desconozco.

El dragón y el pájaro bermellón extendieron sus alas y despegaron. Nishijima los observó alejarse y pensó nuevamente en sus amigos fallecidos. El alma Eiichiro vivía en cierta manera en Zhuqiaomon.

– Bueno, la noche fue dura para todos, dijo Yamato. Sugiero que comamos y durmamos un poco.

– Es exactamente lo que iba a decir, asintió Taichi.

– Sí, no será un descanso superfluo para nuestros digimons, están muertos, dijo Mimi abrazando a Tanemon contra ella.

Se pusieron a la sombra de los árboles. Mientras el grupo se instalaba, Taichi se acercó a Joe y Koushiro. Puso una mano sobre cada uno de ellos y les dijo:

– Gracias amigos, dijo agradecido para luego dirigirse a Joe: Has estado genial, lideraste este equipo como lo hubiera hecho yo.

– Agradéceselo también a Mimi y Sakae, dijo Koushiro. Ambas mostraron un gran coraje.

– Creo que todos hemos pasado una gran prueba anoche, dijo Taichi.

Mimi, Sora, Takeru, Hikari y Nishijima habían empezado a montar el campamento y instalando unas mantas en el suelo para que todos pudieran dormir un poco. Mientras cada uno estaba ocupado, Meiko y Sakae se encontraron cara a cara. Sakae miró a su hermana con aprensión: las últimas palabras que habían intercambiado habían sido duras. Aun así, se sentía aliviada de que Meiko estuviera bien y de que hubiera regresado sana y salva del Mar Oscuro. Quería expresarle su felicidad, pero no sabía cómo iba a reaccionar su hermana. Finalmente, se acercó a ella y le dijo simplemente:

– Soy feliz de que estemos reunidas Meiko. Me he preocupado mucho por ti, sabes. Me alivia que no te haya pasado nada.

Meiko miró a Sakae y le sonrió suavemente.

– Yo también estoy contenta de verte, Sakae. Me siento aliviada de que no te haya pasado nada mientras liberasteis a Zhuqiaomon con los demás. Cuando Ryudamon digievolucionó tuvo que ser un momento maravilloso para ti.

Sakae, sin palabras, miró a Meiko. Ya no había ninguna acritud, ira o resentimiento en la voz de su hermana. Solo ternura.

– Es verdad, fue un momento mágico, asintió Sakae. Pero Meiko... ¿qué pasa? Parece que... has cambiado.

– Creo… que muchos nudos que estaban atenazando mi corazón se desataron anoche... ahora me siento mejor. Lista para pelear, para ayudar a mis amigos... y para ayudarte también a ti, Sakae.

Sakae sintió que unas lágrimas de emoción llenaban sus ojos. Se acercó a Meiko y la abrazó.

– Gracias, Meiko. Sabes, aunque en realidad no tengamos los mismos padres, nunca podré tener una hermana mejor que tú.

Meiko sintió que se sonrojaba y que sus ojos se humedecían. Sonrió y abrazó a Sakae a su vez. A unos pocos metros de ellas, Koushiro las observaba mientras encendía su ordenador. Era feliz de que las dos chicas se reconciliaran. A Koushiro la discusión que habían tenido le había causado más dolor que otras disputas de sus amigos. Quizás porque se identificaba con Sakae debido a sus orígenes extrañamente entrelazados. Taichi, por su parte, que las observaba mientras encendía un fuego, se sentía feliz por Meiko. La luz y la esperanza habían renacido en el corazón de la chica embelleciéndola. Yamato discretamente miraba también a las dos hermanas. Meiko y Sakae finalmente habían encontrado su sitio en el grupo de los Niños Elegidos como Takeru y él lo habían encontrado seis años atrás.

Ya que cada grupo tenía ganas de que el otro le contase lo que había vivido durante la noche pasada, los adolescentes optaron por comer primero. Además, los digimons tras haber regresado a su nivel bebé se morían de ganas por comer. Se instalaron en círculo y cada uno, a su vez, narró las aventuras que le había tocado vivir.

– La digivolución del ADN de Holydramon y Seraphimon es increíble, dijo Koushiro cuando Takeru terminó de contar lo que había sucedido.

– Lo más sorprendente es que unas pocas horas después fueron Vikemon y Rosemon quienes se fusionaron, señaló Joe.

– Tiene que haber una explicación, dijo Koushiro, mirando su bocata.

– La primera vez que Omegamon apareció, recordó Yamato, es porque Taichi y yo habíamos superado nuestra desesperación.

– Es también lo que nos pasó a nosotros, dijo Hikari. Sin Takeru, no hubiera podido superar la oscuridad que se apoderaba de mí.

– Quizás esa sea la explicación a esta nueva evolución, reflexionó Koushiro. En este caso, sería un proceso bastante similar al que lleva a la digivolución mega...

– ¿Y si fuera quizás porque tuvimos el coraje de luchar contra los Señores Demoníacos, que son más poderosos que todos los malos digimons contra los cuales nos hemos enfrentado hasta ahora? se preguntó Joe.

– También es posible, admitió Koushiro, pero...

Los ojos del joven se abrieron de repente:

– ¿Y si... si hubierais conseguido esta digivolución porque liberasteis a la Bestia Sagrada correspondiente a vuestros símbolos?

Sus amigos le miraron fijamente. Ahora que Koushiro les había indicado esto, todo les parecía más lógico. Takeru e Hikari habían liberado a Azulongmon gracias a los símbolos de la esperanza y de la luz, las dos cualidades que Shigeru, el excompañero de Azulongmon, también poseía. La noche siguiente, superando su desesperación, habían permitido que Holydramon y Seraphimon fusionaran su ADN. Unas horas más tarde, Joe y Mimi habían puesto sus digivices de la responsabilidad y de la sinceridad en el volcán que mantenía a Zhuqiaomon encarcelado. La puerta no se había abierto, pero los símbolos de los adolescentes ya habían entrado en contacto con la Bestia Sagrada. Joe y Mimi, sintiéndose responsables de sus amigos, habían querido proteger a Koushiro, Sakae y Motimon. Entonces Vikemon y Rosemon habían unido su ADN y habían permitido que Zhuqiaomon se liberara de su prisión.

– Sí, ahora que lo dices, suena plausible, asintió Joe. En este caso, ¿serían las Bestias Sagradas las que permitirían a nuestros digimons digievolucionar su ADN?

– Es probable, dijo Takeru.

– Sin embargo, cuando apareció Omegamon por vez primera, dijo Yamato, nunca habíamos visto a las Bestias Sagradas.

– No, reconoció Koushiro. No obstante Gennai nos había llamado al mundo digital para desencadenar el poder de nuestros símbolos y liberar a las Bestias Sagradas que ya habían sido encarceladas una primera vez. Luego fueron selladas nuevamente, es vedad. Pero cuando Wargreymon y Weregarurumon fusionaron su ADN por vez primera, las Bestias Sagradas todavía eran libres...

– Estoy seguro de que tienes razón, Koushiro, dijo Taichi. Incluso apostaría a que fue Baihumon quien permitió que nuestros digimons evolucionaran juntos.

Levantó la vista hacia Nishijima. Yamato también miró al profesor y asintió.

– Sí, yo también creo que es lo que pasó.

– El valor y la amistad le hubieran convenido bien a usted si hubiera tenido símbolos, dijo Taichi a Nishijima.

Su profesor sonrió, levemente ruborizado por el cumplido.

– Gracias.

– Hay algo más que me intriga en el Mar Oscuro, dijo de repente Takeru. Los monstruos que salieron del agua para atacarnos parecían criaturas sin forma definida... y luego se transformaron en digimons, en Divermons en su mayoría. Pero cuando Crusadermon y Omegamon los desintegraron, en lugar de desaparecer como los malos digimons que habíamos derrotado en el pasado, se fundieron en un charco viscoso... era raro. Me pregunto qué son realmente estas criaturas.

– Yo también me lo pregunto, asintió Hikari. Además su rey, Dagomon, es aterrador. Dijo que quería utilizar nuestra energía para alimentar a sus criaturas... No sé lo que eso significa, pero me da escalofríos.

– ¿Puedo tener el digivice de uno de vosotros que vio estas criaturas? preguntó Koushiro. Quiero averiguar algo.

Takeru le entregó el suyo. Koushiro lo colocó en el hueco que permitía conectar su ordenador a cualquier dispositivo digital. Normalmente, tenía que tener acceso a los datos que el digivice había registrado. Rápidamente encontró lo que estaba buscando. Hizo una búsqueda sobre la estructura de informática de las criaturas del Mar Oscuro y la respuesta que le salió le desconcertó.

– ¿Qué pasa, Koushiro? preguntó Sora.

– ¿Por qué pones esa cara? añadió Mimi ¿Qué dice tu ordenador sobre estas criaturas?

– Pues... según los análisis, estas criaturas no pueden existir en el mundo digital...

– ¿Quieres decir que no son digimons? preguntó Sakae.

– No, quiero decir que, estructuralmente, los datos que los componen están... muertos.

– ¿Muertos? ¿Qué quieres decir con "muertos"? dijo Taichi frunciendo el ceño.

– Son como los datos fantasmas de antiguos digimons...

– ¿Fantasmas? repitió Hikari, preocupada.

– Pero entonces, ¿estas criaturas serían algún tipo de muertos vivientes? preguntó Nishijima.

– Sí, podríamos verlo así, murmuró Koushiro. Es realmente extraño... ¿cómo estas criaturas pueden seguir tomando la forma de digimons si están conformadas por datos borrados? Tengo que estudiar esto en detalle...

– De todos modos, este problema está lejos de representar una emergencia, dijo Mimi. Por el momento, ¡la única emergencia es dormir!

Todos asintieron y se acomodaron en las mantas que habían extendido en el suelo. Sakae estaba a punto de acurrucarse contra Ryudamon cuando Koushiro se acercó a ella. La chica se enderezó y lo miró:

– ¿Koushiro? ¿Pasa algo?

– No… no, en absoluto. Solo… quería agradecerte a ti y a Ryudamon por lo que hicisteis por Motimon. Lo salvasteis.

– Bueno, hemos ayudado a Mimi sobre todo.

– Lo sé. Pero sin Ryudamon, Rosemon no habría podido vencer a Raremon y a Lucemon a la vez.

– Quería demostrar que era tan capaz como los otros digimon de ayudar a Sakae, dijo Ryudamon con firmeza.

– Y lo conseguiste, le aseguró Koushiro. Fuisteis muy valientes los dos, dijo, volviendo la mirada hacia Sakae.

– Gracias, dijo la chica con una sonrisa. Tú también nos has sido de gran ayuda... sin ti, no hubiéramos podido descifrar el programa que mantenía encerrado a Zhuqiaomon. Sabes muchas cosas, Koushiro.

El joven sintió que se sonrojaba.

– Bueno, al final fue Joe quien desbloqueó la situación cuando pensó en las nubes ardientes... y luego, hay muchas áreas en las que soy un completo ignorante. Por ejemplo, no puedo dibujar ni crear una vidriera como tú.

– Es cierto, pero en este mundo, crear un programa de computadora es más útil que saber dibujar o tener imaginación... Me pregunto si algún día mi símbolo os será de ayuda, dijo mirando al suelo.

Koushiro miró a Sakae. Luego declaró con convicción:

– Ningún símbolo, ninguna calidad es inútil. Eres una muy buena dibujante, Sakae, y estoy seguro de que Homeostasis tomó la decisión correcta dándote el símbolo de la creatividad.

La chica miró a Koushiro con una sonrisa agradecida:

– Gracias Koushiro.

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Yamato estaba a punto de acostarse cuando de repente notó que Sora no se había tumbado como los demás. La chica estaba sentada contra un árbol, la frente arrugada y la mirada fija en el vacío. Yamato frunció el ceño y se acercó a ella:

– ¿Sora? ¿Estás bien?

La chica parpadeó y volvió a la realidad.

– ¿Eh? Ah, Yamato, eres tú... sí, estoy bien, no te preocupes.

Sin embargo, el joven sabía reconocer al tono de su voz cuando Sora se encontraba mal. Se sentó a su lado y murmuró:

– No dijiste casi nada mientras estábamos comiendo. Sé que hay algo que te preocupa, ¿qué es?

Sora lo miró y en sus ojos Yamato leyó el terror. Volvió a mirar al suelo y dijo en voz baja:

– No dije nada durante la comida porque todos estábamos muy felices de qué todo el mundo estuviese sano y salvo... No quería arruinar esta alegría. Pero, desde que vi a Yggdrasil en el Mar Oscuro, no dejo de pensar en él…

Yamato parpadeó.

– Es verdad que tú lo viste... ¿cómo era?

– No había calor ni amor en esta criatura. Parecía un ser totalmente solo... y luego dijo esas cosas.

– ¿Qué cosas?

– Afirmó que…que él había creado el mundo digital.

– ¿El? ¿Pero por qué querría destruirlo, entonces?

– No quiere destruirlo, quiere expulsar a Homeostasis y a los humanos de él. Dijo... dijo que Homeostasis nos utiliza para robarle su estatus de dios. También afirmó que otros humanos hubieran venido al mundo digital, antes que el Sr. Nishijima y sus amigos.

– ¿Antes? ¿Cuándo?

– No lo sé. Pero para Yggdrasil, Homeostasis nos esconde cosas desde el principio para manipularnos.

– ¿Y crees en lo que dice Yggdrasil? ¡Fue él quien liberó a los Señores Demoníacos! ¿Crees que es lo que haría un dios pacífico del mundo digital?

– ¿Pero si... si los Señores Demoníacos hubieran sido buenos digimons?

– ¿Qué quieres decir?

– Su odio a Homeostasis y su amargura por estar prisioneros en el Mar Oscuro hubieran podido transformarlos en demonios... Si odias a alguien en lugar de amarlo, hay muchas probabilidades de que la persona que odias te responda también con odio.

– Entonces, ¿crees que Homeostasis es nuestro enemigo?

– No lo sé. Demasiadas preguntas dan vueltas en mi cabeza. Después de todo, nunca hemos encontrado a Homeostasis en persona, solo nos habla por el intermediario de Gennai o de Hackmon. ¿Cómo podemos estar seguros de que es nuestro aliado?

– Todo lo que Gennai hizo para ayudarnos tendría que convencerte de que es el caso.

– Pero Yamato, imagina, imagina por un momento que lo que dijo Yggdrasil es cierto... que Homeostasis nos manipula. ¿Quizás estemos actuando a favor del mal?

Yamato miró a Sora intensamente y sintió la duda invadirlo: Homeostasis, esa entidad que solo habían escuchado por la voz de Hikari. ¿Quién era realmente? ¿Hubiera podido elegirlos solo para su propia ventaja? ¿Podría estar Sora en lo cierto? ...

– Tengo miedo Yamato, susurró la chica. Miedo de que estemos equivocados y de que alguien lo padezca.

– No pienses en eso, dijo el joven abrazándola.

– ¿Qué debemos hacer?

– Habría que hablar de todo esto con Taichi y los demás. Tenemos que tomar una decisión juntos.

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Hackmon entró en la cueva y dejó que sus ojos se acostumbraran lentamente a la oscuridad. Al cabo de unos minutos, llamó:

– Señor, ¿estás aquí?

Una esfera se materializó ante él: un vapor opalino como el éter la llenaba.

Era Homeostasis.

De la esfera emanó una voz con un eco poderoso y cavernoso:

– ¿Viste a los dos hombres en el mundo real? le preguntó Homeostasis a Hackmon.

– Sí. Probablemente actúen en nuestro favor. Pero tú, Señor, ¿por qué no te muestras a los Niños Elegidos? El hecho de que Yggdrasil les haya hablado en persona juega en nuestra contra. Les reveló ciertas cosas y esto podría volverse contra nosotros. Gennai ya no existe. Yggdrasil utilizó la semilla de la oscuridad que vivía en él y liberó a los Señores Demoniacos. Se está recuperando y pronto se alzará contra ti de nuevo. ¿No le temes?

– No le temo si los humanos están de mi lado. Yggdrasil no sabe con quién se enfrenta si sale del Mar Oscuro.

– ¿Por qué no hablas con los Niños Elegidos?

– Sabes que no puedo tomar una apariencia física como Yggdrasil. Solo puedo comunicarme con los Elegidos hablando por la boca de uno de ellos, Hikari. Sin embargo, la última vez que tomé posesión de ella, me rechazó. Desde entonces, no he podido volver a entrar en su mente.

– ¿No puedes comunicarte a través de otro niño?

– No. La otra única persona a través de la cual podía hablar obedece ahora a Yggdrasil.

– ¿Por qué no me mandas a hablar con ellos por ti?

– No necesito hablar con ellos ahora. Todavía no. Por el momento, tengo que arreglar algo esencial para que los Elegidos puedan usar todo su poder. Por lo demás, aprenderán todo lo que tienen que saber gracias al objeto sagrado. Sé que lo encontrarán.

– ¿Antes que Yggdrasil? Si él se apodera de este objeto, lo entenderá todo. Todo lo que ha ignorado hasta ahora, y te odiará aún más.

– Lo sé.

– ¿Y los Niños Elegidos? ¿No temes que te odien cuando descubran la verdad?

– Es posible. Pero entonces será demasiado tarde para que den marcha atrás.


Samy: muchas gracias por tú último comentario, me ha emocionado mucho que me digas que esta historia podría ser la continuación escrita de digimon. ¡Espero que este nuevo capítulo también te guste! Saludos :)

Guest: ¡Muchas gracias por tu comentario! Me encanta que te guste mi historia y escribes bien español aunque no sea tu lengua materna (tampoco es la mía). En cuanto a tu reflexión sobre el comportamiento de Takeru hacia Meiko, estoy de acuerdo contigo, para mí Takeru se acercó a ella porque es un chico generoso y como Meiko era nueva en el grupo, quería probablemente facilitar su integración. Para mí su manera de actuar con ella es coherente con su carácter abierto, sin qua haya un cualquier interés amoroso a mi modo de ver. También Takeru sabía que podía hablar de la infección de Patamon a Meiko ya que ella ya sabía lo que supone ser la compañera de un digimon infectado.