Amor Real.

Capitulo X: Tentación.

Actualice en un mes... WOW! O.O, un capitulo en un mes es mucho para mi

Hi Hi!... Siento mucho la espera... O.O, no tengo excusas que darles, solo les pido un pokito de consideración para mi persona. -.-U. Continuando con el fic, que es lo que les importa, en este capitulo se consumaran muchas cositas. Ahí va la advertencia: PARA TODA LA GENTE DE MENTE CERRADA Y QUE NO LE GUSTEN LAS ESCENAS QUE RAYAN EN EL LEMON, Pues siento decírselos, pero no deben seguir leyendo mi fic. Como antes había dicho, este es el fic mas fuerte de todos, digamos que cambiar el rating a M ya casi es un hecho, si a alguien le incomoda lo que va a leer o me acusa de perversión O.o, pues me temo que tendré que recibir sus quejas. Aunque se que nunca dejamos de leer, y esas son las escenas que mas nos llaman la atención, yo lo sé pues también leo. !

Ya aclarado el asunto, solo me queda decirles que disfruten el capitulo. Y que les mando muchos besitos.

Ahora sus reviews, no saben cuanto se los agradezco...

.:Lady-silvermoon:. Hola! Primero que nada una gran disculpa por la tardanza... de verdad no se que paso -.-U... Tienes razón ¡Tenshi es un amor!... a mi sinceramente me gustaría un niño como él... y te aseguro que no es fácil tener un niño tan pequeño como personaje, hace que me ponga a pensar como él y te aseguro que ya estoy lejos de los cinco años... O.O! jajajaja me reí como no tienes idea con lo de GRAPEpeace... te aseguro que Tenshi seria el miembro honorífico... mira que no gustarle las pasas... Mil gracias por tu review y espero que la tardanza no te impida dejarme otro por ahí... beshos.

.:Kekoa-CCS:. ¡Que vergüenza me da!... en tu review me deseas feliz 2005 y mira que ya estamos en el 2006... -.-U siento la tardanza, se que los lectores no se merecen eso... de verdad mil disculpas... gracias por tu apoyo y de verdad espero que este capitulo te guste, aunque a mi parecer quedo muy corto... un besho.

.:Julia Sakura:. Hola! Me alegra mucho que Tenshi te haya parecido tan lindo, a mi me encanta ese pequeñuelo, pero ya lo veras después... cuando se tope con la horma de su zapato... jejejeje -.-U... siento mucho la demora al actualizar, espero que me dejes un review ya que no he sabido nada de ti en mis otras historias y se me hace raro... gracias por todo tu apoyo.

.:Celina Sosa:. ¡Hello chika guapa! Me da un gusto leer reviews y siempre encontrar uno tuyo… te lo agradezco amiga… jejejeje ¿el papá de Tenshi?... weno en este capitulo él mismo nos platica de su Papi... sip, pero el nombre aun es "Top Secret"... pero yo se que tu mente pronto lo descubrirá. A ti no te pido un review porque que siempre estas pendiente de todos mis fics... gracias de nuevo y perdona la tardanza, lectores como tu no se lo merecen. Un beso.

.:serenity-princess:. No te preocupes por lo del review… al menos ya me dejaste uno y eso es lo bueno !... respecto a tu petición de un capitulo de SS solo, pues te he complacido.. este capitulo esta casi exclusivamente dedicado a ellos, jejejeje... weno chika ya sabes que si eres menor de edad o de mente cerrada sáltate el lime... / que pena me da. Tienes razón Syao de papá se ve hermoso, y ya lo veras en los sig capítulos de tío.. pobrecito. Siento la demora... un beso.

.:Lilika Yanagisawa:. Konnichiwa!... jejejeje -,-U… siento la demora de verdad… se que no se merecen que haga estas cosas… que pena me da. Gracias por el apoyo y por el review... ojalá que no cause tu abandono la tardanza en actualizar... acepto las reclamaciones... -.-u... u.u... un besho.

.:Mitcha:. Hola chika guapa... jejeje… siento la demora… de verdad me da un pena enorme contigo y con las demás lectoras asiduas… u.u... respecto a Tenshi, sip ese angelito es un amor, fíjate que no me había puesto a pensar que lo consentían mucho, pero a lo mejor si... ¿cómo que no es hijo biológico de Saku?... jejejeje O.O!... ya me dirás de donde salen esos pensamientos, pero weno... mil gracias por tu apoyo brindado en esta y las demás historias... y sip ya leí tu fic... y sip también ya deje reviews... un besho. Deja un review...

.:Pantera-Li:.Tal vez me odies por este capitulo ya que ellos no demuestran exactamente sus sentimientos, solo siguen lo que sus cuerpos piden /... gracias por el comentario sobre Tenshi... eso niño me saca canas verdes y ni siquiera existe... ¿te imaginas eso posible?... siento mucho la tardanza... de verdad... acepto reclamaciones y nos podremos arreglar con las cuentas del psicólogo –en caso de que sea necesario uno-... gracias por todo tu apoyo, un besho y un abrazo de chocolate... o.o!

.:Aleirbagpotter:. Hola chika loka!... gracias por los cometarios de Syaoran, yo tenia un hijo si el me prometía ser el Padre… jejeje -.-U... espero de verdad que el capitulo te guste mucho, siento la demora... no tienes idea de la pena que me da contigo y con las demás autoras que siempre me dejan un review... weno, acepto reclamaciones de todo tipo... un besho y deja un review por ahí.

.:°Fairy of the watery°:. ¡Hola!... siempre es un gusto verte en los reviews... de verdad no miento al decir que eres una de mis fans mas fans... ¡Gracias!... todo mundo tiene duda del Padre de Tenshi, pero ya sabremos mas en este capitulo y dicho por su propia boca... hummm... comparado con tus otros reviews este se quedo muy cortito y no estaba Mel... ahh como se le extraña o.o! -¿yo dije eso?-. Weno siento la tardanza pero sé que tu comprendes mi frustración al no poder escribir... un besho y un abrazo...

.:Sakurita13:. Aunque chikito tu review me da mucho gusto contestarlo, gracias por decir eso de mi fic... no te preocupes por la tardanza, yo soy la que pide disculpas por no actualizar antes... -.-U... ojalá y este capitulo te guste y me dejes otro review... un besho.

.:Saku-Cerezo4:. Espero que este capitulo te guste tanto como el anterior. Mil disculpas por la demora, se que no es justo para uds. Los lectores... un besho y espero verte de nuevo por aquí.

.:Tsuki Lunita:. Quiero saber porque motivo y/ó razón no he sabido nada de ti ¿eh?... ¿qué acaso ya no quieres ser mi amiga?...i.i... no le hagas caso a mis dramas... weno chika, pues espero que estés bien y que me dejes un review al menos para saber que sigues en este mundo terrenal... ojalá te guste el capitulo. Un besho.

.:Mafeh:.Gracias por el apoyo... sipo.. deberíamos ponerle un club de fans a Tenshi al parecer le gusto mucho a todos... ¡mil gracias!... siento la demora en actualizar... espero te guste el capitulo tanto como a mi escribirlo... chaito.

.:N. Lupin Tonks:.A ti de verdad que nunca te había visto entre los reviews... pero que weno que mas gente este leyendo y mas aun que mas gente este dejando sus comentarios, me llena de alegría... !... respecto al padre de Tenshi... pues él mismo nos comenta algo al respecto, pero me temo que el nombre aun no lo podemos revelar... jajaja... -.-U... espero seguir viéndote en los reviews y siento mucho la tardanza..

.:Arid Naekino:. Tienes razón... se esta poniendo interesante, pero en este capitulo esta mas interesante... llega gente del extranjero para sorprender a la parejita... weno... siento mucho la demora, de verdad... y espero leer otro review tuyo. Gracias.

.:Kendappasoma:. Se que me perdí por un tiempo, pero ya regrese... O.o!... siento la demora, de verdad me da mucha pena con las lectoras como tu que siempre me dejan reviews... acepto las reclamaciones que sean necesarias... un besho. Ojalá te guste el capitulo.

.:Sakurita007:. GOMEN! Por la tardanza, de verdad que no pensé que me demoraría tanto... espero que el capitulo lo remedie y así ya no me odien... jajajaja -,-... se que todos quieren saber quien es el Padre del pequeño Tenshi, espero que me digas quien piensas que es y así me dejas otro review... un besho. Y gracias por el apoyo.

.:mooki:. Siento la tardanza... no se cuantas veces tendré que disculparme con todos uds. -.-U Ojalá la espera valga la pena con el capitulo y así todo quede solucionado... gracias por los comentarios con respecto al fic... ojalá y te siga viendo en los reviews... un besho.

.:Sofi!°:. GOMEN NASAI! De verdad siento muchísimo la demora con el capitulo, ojalá y cumplas con lo que dijiste de leer el capitulo y esperar con paciencia... aunque creo que yo me aprovecho de eso... se que tardé demasiado, pero he regresado y espero que el capitulo valga la pena... dejadme un review por ahí... y gracias por el apoyo. Abrazos de chocolate...

.:Hormany:. Tienes razón con eso de que Saku se animo, pero en este capitulo se animo mas... /... gracias por el aviso de tu cambio de cuenta... ya se me hacia raro que no me hubieras dejado un review... a ti no es raro verte entre mis reviews y lo agradezco... siento mucho lo que demoro el capitulo... espero te guste.

.:Sakura-lacl:. Gracias por el apoyo y por comentar que leías Destino Marcado... como me encanta esa historia... weno ahora te ofrezco una disculpa por la tardanza, ojalá y eso no signifique perder una lectora... me daría mucha pena darme cuenta de eso... espero el capitulo te guste tanto como a mi escribirlo!.. un besho y un abrazo...

.:chouri:. Hola... aki esta el siguiente capitulo, pero antes quiero ofrecerte una disculpa por tardar tanto en actualizar, espero el capitulo valga la pena y así me dejes otro review y yo no entristezca al pensar que he perdido un lector... O.O!... también muchas gracias por procurar el fic y por tus lindos comentarios... son oro. Gracias por todo... un besho.

Ahhh! Sentía que no terminaba, pero lo logré... quería hacer una mención chikitita, se que te da la opción de contestar los reviews y son geniales, pero me temo que yo no lo voy a ocupar porque seria partir a los lectores en dos... y me temo que el hecho de que no tengan cuenta no los hace menos... siento si a alguien le incomoda, incluso se que estamos en contra de las reglas de la pagina, pero espero comprendan... ya aclarado esto, pues DISFRUTEN EL CAPITULO!


Querido diario:

Ahhhh... no se como todavía tengo valor de escribir entre tus hojas, siento que lo que estoy haciendo se va de mis manos y luego Ten... ahhh ese angelito se esta encariñando demasiado... mi lindo bebé no merece tener una madre tan mala como yo... ahhh... sin duda alguna me iré al infierno de las madres... ahí donde las malas se consumen lentamente en las llamas del infierno...

No creas que estoy siendo exagerada mi vida se ha vuelto una turbulencia de emociones hay cierto lobo rabioso que no deja de acecharme y lo peor es que no sé si me desagrada... ¡Maldición!... bueno, lo sé... perdón por la palabra pero últimamente estoy tan confundida que ya no se que hacer... me besa y siento que todo se detiene... absolutamente todo y ¡Dios como besa!... ahhhhh... si dieran clases de ese tipo Syaoran seria de los maestros mas capacitados... ¡que sandeces digo!

El tiempo se paso tan rápido que no creo que una semana en Milán sea todo lo que me queda... regreso a mi vida en Tokio y Tenshi al internado...

Me cuesta trabajo, aun no se como se lo diré... si cada que lo veo es mas difícil separarme de sus brazos... mejor dejo de escribir porque sino me va a dar un ataque cardiaco... me cuesta trabajo admitirlo pero lo deseo... es todo lo que diré...

Tuya: Sakura Kinomoto...

Cerró el diario y bajo corriendo las escaleras, ya le esperaban ese día era domingo e irían al partido de fútbol.

En la llama de tus labios me queme...

-"¡GOL!"-

El pequeño Tenshi gritaba desde la butaca que ocupaban. Agitando sus manos y acompañando los gritos de las demás personas.

La semana se había ido volando, llevándolos al estadio de fútbol en el que miles de aficionados se unían al grito del gol recién anotado.

La jovialidad infantil que se sentía en el ambiente era tanta que las sonrisas de los cuatro adultos eran casi las mismas. Tenshi había aceptado la invitación de subirse a los hombros del ambarino apreciando mejor a los jugadores que no dejaban de correr por el balón.

Sakura se divertía por igual, alegrándose de ver a Tomoyo tan sonriente y siempre de la mano del ojiazul, tanta felicidad se le hacia imposible, tanto que aveces desconfiaba, pero bastaban unos besos para que su mente dejara de cavilar y perderse en esas llamas de infierno tan placenteras...

El arbitro anunció el medio tiempo y la mayoría de los aficionados se sentaron, tomando de sus bebidas y listos para volver a gritar a su equipo favorito... a decir verdad ellos solo estaban viendo el partido, no tenían un grupo al cual irle, pero parecía que el pequeño Tenshi apoyaba a quien metiera el gol...

-"¡Mamá!"-Tenshi se bajaba de los anchos hombros de Syaoran, extendiéndole los brazos. –"Tengo hambe..."-

-"Hambre... mi vida, se dice hambre..."-Tenshi rodó los ojos.

-"¿Te gustaría una salchicha?"-en la ultima semana Syaoran se había vuelto el consentidor numero uno, jugando como un par de infantes y sacándole algunas canas a la ojiverde... bueno canas, y algunos suspiros...

Sacudió la cabeza al recordar, intentando que su sonrojo pasara desapercibido.

-"¡SI!"-grito el pequeño. –"¿Pero que es una chalchicha?"-Sakura no corrigió a su hijo.

-"Ahora te traigo una y así la conoces..."-Syaoran empezaba a caminar entre los asientos...

-"Vamos Sakura no dejes solo a mi amigo, puede perderse..."-la voz de Eriol turbo los pensamientos de Sakura, si lo ultimo que quería era quedarse sola con él, las ultimas veces no había sido del todo racionales, mas bien fueron pasionales...

-"Ve Saku, yo cuido a Tenshi..."-Tomoyo tomo la mano del niño y lo sentó junto a ellos.

Camino como autómata, algo rápido para alcanzar al ambarino que sin duda alguna se veía... ah... bueno... no había palabras.

-"Syaoran..."-lo llamo cuando ya se acercaban a la dulcería que dejaba ver una fila enorme.

-"Hola preciosa..."-sin ninguna inhibición tomo su mano y la abrazo por la cintura, produciéndole un escalofrió justo donde la había tocado.

-"Esto se ve eterno..."-suspiro al ver la lentitud e intentando que esa respiración a su lado no la perturbara tanto.

-"Tengo una idea..."-ella levanto la mirada con la pregunta tatuada en ella. –"Afuera del estadio hay algunas tiendas... salimos y volvemos a entrar..."-

-"Pero no podemos..."-

-"Vamos, sígueme... tardaremos menos..."-encerró con su mano la de la castaña, sintiendo su calidez y pasando por donde habían venido, pero abriendo una puertezuela de servicio.

-"¿Sabes a donde vamos?"-susurraba mientras pasaban por debajo de las butacas.

-"Creo..."-su respuesta no dejo muy convencida a Sakura, por lo que se detuvo.

-"Regresemos... podemos perdernos..."-

Syaoran regreso unos pasos, acercándose demasiado a la japonesa... la miro unos momentos para después buscar su boca en un roce casi imperceptible... mirando lo bello de sus ojos esmeraldas y volviendo a hundir sus labios en ella.

Los primeros besos que se habían dado eran juego de niños, ahora eran cada vez mas pasionales... intensos y casi prohibidos, Sin importar en donde estaban se acercaron casi hasta fundirse, sintiendo el calor del otro y explorando sus bocas sin temor a nada... ya solo existían ellos y nada podía salir mal... bueno... casi nada.

-"No pueden estar aquí..."-la voz grave de uno de los señores de intendencia bastó para que rompieran su beso y corrieran hasta el final del lugar, aun escuchando la voz que los perseguía, pero librándose de él justo cuando topaban con una puerta para la calle.

-"Te lo dije..."-salieron por uno de los costados mas deshabitados del estadio, donde por ningún motivo había una tienda...

-"¿Qué decías?"-Sakura levanto una ceja, limpiando el polvo de su blusa.

-"Nada preciosa..."-miro a su alrededor en intento de encontrar el dichoso establecimiento, notando que lo único que había era una gran avenida.

Escucharon un grito y después un carrito de comida se acerco en medio de su cantaleta¡¡Hot-dogs!... sobra decir que la sonrisa de cierto chico ambarino trascendió sus rostro...

Hizo señas con las manos y el vendedor se acerco, empujando con fuerza su pequeño carrito pintado en colores blancos y rojos...

-"¿Cuántos desea?"-cuestiono el hombre barrigón, acomodando la gorra blanca en su casi inexistente cabellera y abriendo una pequeña puertezuela en su vehículo.

-"Dennos cuatro con todo por favor..."-hizo la seña con la mano al ver que el señor no entendía muy bien.

Casi sin quererlo el vendedor empezó a tararear una canción muy alegre mientras tomaba un pan y le metía la salchicha.

-"¿Ves preciosa?... te dije que llevaríamos las salchichas..."-

Sakura rodó los ojos, levantando una ceja y haciendo una mueca molesta, ese hombre parecía tener tatuada la sonrisa en el rostro... ¿qué no le dolía?; automáticamente su pie empezó a pegar contra el piso, en un sonidito desesperante...

-"Venga preciosa, te vas a arrugar si sigues así..."-la cogió de la cintura con una facilidad indescriptible, haciendo que sus sentidos se alertaran ante esa caricia que parecía tan natural en el castaño. –"¿Una sonrisita?"-los ojos de cordero que le hizo bastaron para que Sakura soltara un sonrisa, ese hombre se estaba convirtiendo en la sal de su vida, y ella estaba mas que segura de que la comida salada no era de su gusto...

El alegre vendedor les extendió un plato de plástico con las cuatro salchichas, manteniendo la mano extendida para recibir su pago...

-"¡Que tengan un gran día...!"-gritó como despedida, ondeando la mano en el aire y volviendo a entonar su cantaleta hasta que un par de policías lo detuvieron, alertándole que esa no era un zona para vendedores ambulantes...

Sakura miro con detenimiento las salchichas, tenían un no-sé-que que la hacían dudar, no podría darle esas cosas a su hijo, no parecían muy salubres que digamos. Su mirada se transformo en una de terror al ver al castaño devorar la salchicha de solo dos mordidas y sonriendo con satisfacción mientras le acercaba el plato a la boca.

-"Están deliciosas..."-alegó con esa sonrisa de medio lado, caminando para volver a entrar por la puertezuela de limpieza.

-"¿En serio?"-le pregunto dubitativa, tal vez era el color casi verdoso que tenia la mostaza la que la hacia dudar...

-"Pruebalas... a veces pienso que una salchicha es mas deliciosa que toda esa comida extremadamente cara solo sabe a plástico..."-la segunda salchicha fue asesinada por sus dientes antes de que llegaran a los asientos que estaban ocupando...

Tenshi los esperaba impaciente, dando una salto de alegría cuando diviso a su madre con una mueca de asco en la cara...

-"¡Mamá!"-levanto el brazo mientras se paraba en la silla, acomodando la gorra entre sus cabellos... –"¡Se tardaron mucho...!"-reclamo cruzando los brazos... –"... Tía Tomoyo me compro dos chalchichas y no tardo tanto..."-refunfuño.

-"No te enojes Tenshi... fue culpa mía..."-alegó Syaoran mientras se acercaba al pequeño de ojos grises y lo levantaba para ponerlo en sus hombros... –"Mejor dime ¿cómo estuvo el gol?..."-le pregunto sonriente a lo que el niño levanto lo brazos y empezó a señalar jugadores, gritando alegremente como se habían pasado el balón los unos a los otros, burlando a otros jugadores y anotando un tanto.

Sakura sonrió con ese cariño maternal tan efusivo, le acomodo la playera a su hijo y le dio una mirada de agradecimiento a su amiga.

Sin desearlo su mirada se perdió en el verde del campo de fútbol, restándole importancia a los jugadores y a sus llamativos uniformes, esos amarillos y rojos podían llegar a marearla; miraba de reojo a Syaoran, con esa cabellera chocolateada que servia de soporte para la pequeñas manos de su hijo; esa frente ancha que culminaba con una cejas pobladas y tan oscuras que casi parecían negras; ese par de ojos ámbar que centellaban con alegría, con ese brillo que algunas veces inspiraba sus mas bajos instintos, sin desearlo se sonrojo... también estaba esa nariz altiva y respingada, que se veía seguida de esa boca lo suficientemente ancha para terminar con cualquier deseo femenino, del tamaño tan deliciosamente perfecto que el calor aumento en todo su cuerpo, esos labios ya la habían hecho suspirar mas veces de las que podía contar con sus dedos... su barbilla mostraba los vestigios de no haberse rasurado ese día, pero fuera de darle un toque desaliñado lo hacia ver tremendamente sensual... todo ese marco perfecto se veía acompañado por el color de piel un poco mas oscuro que el de ella, pero de un bronceado suave... además del sol que le daba a su rostro una lucidez impresionante y hacia que el pequeño brillo que estaba en su oreja centellara con una verde intensidad...

¡Delicioso!...

Tal vez no debía haberse dejado llevar por toda esa excitación que removía su estomago, ya que el castaño la había pillado en el momento en que el rojo de sus mejillas parecía querer abarcar todo su rostro.

-"¿Algo interesante?"-le cuestiono entrecerrando la mirada y levantando la ceja izquierda, refiriéndose al paseo que la mirada ojiverde daba por todo su cuerpo.

Sakura se atraganto con su saliva y desvió la mirada instintivamente.

-"N-no... n-nada..."-balbuceó.

-"Solo lo decía para ver si necesitabas un asesor... yo podría ayudarte"-le guiño el ojo y volvió a prestar atención al partido, mirando para arriba para comprobar que su pasajero estaba bien.

Sakura maldijo por lo bajo y decidió apagar ese creciente deseo con un refresco atestado de hielos... ese sabor a naranja la dejaría mas tranquila.

Dio un suspiro al terminar la bebida de un solo sorbo, pero volvió a maldecir al sentir como se congelaba su cerebro por haber bebido tan rápido, se agarro la frente con dolor y opto por sentarse y protegerse de ese sol que ya había hecho que la piel de su pequeño se pusiera colorada. Le iba a sugerir a Syaoran que se sentara pero no fue necesario porque casi inmediatamente ocupo el lugar a su lado izquierdo... Tenshi había pasado de sus hombros a sus piernas, volviendo a acomodar la gorra y pidiéndole a su mamá el refresco.

-"¡Mami... quero ir al baño!"-grito con la bebida en la mano y doblando el popote en dos, de un lado para otro.

La castaña se puso de pie, pero Syaoran negó con la cabeza y tomo la mano del pequeño.

-"Son cosas de hombres..."-afirmó el ambarino sonriente y se perdió de la vista de Sakura en cuestión de segundos...

¡Ese hombre la estaba volviendo loca!

Sin desearlo suspiro varias veces, siendo observada por la pareja sonriente que estaba sentada a su lado.

-"Un suspiro es un beso no dado Saku..."-comento graciosa Tomoyo haciendo que su amiga refunfuñara...

En la llama de tus labios me queme...

Entraron el baño empujando la puerta que tenia un letrerito colgado con la imagen de un hombre, encontrando solo a un señor que se lavaba las manos y que les había dado una sonrisa casi inexistente, él sabia lo que era que su mujer lo mandara al baño con su pequeño hijo... siempre con pantalones con broches o cosas casi imposibles de abrir... ¡Mujeres!... cerro la llave del agua y desapareció del lugar, dejando al castaño quien esperaba con la gorra del pequeño entre sus manos...

-"Dime Tenshi..."-susurro mirándose al espejo, cuidando por el reflejo al pequeño que subía sin mucho dificultad el cierre de sus shorts.

-"Humm..."-camino hacia el chino, levantando las brazos para que lo cargara y así se lavara las manos.

-"¿Cómo es tu papá?"-tienen razón, ese no era la forma de averiguar, pero la duda lo estaba carcomiendo, había aceptado la situación pero la curiosidad no era pecado...

Hacia ya casi tres semanas de que conocía a Sakura y una semana y varios días que estaba en compañía de ese ángel... no estaba muy seguro de lo que sentía por ese pequeño que dejaba que el agua enjuagara sus manitas; no podía explicar el saltito que daba su corazón cada que lo hacia soltar una carcajada, al ver su sonrisa radiante y la falta de su colmillo. Esos ojos grisáceos que a veces lo dejaban helado, tenia una mirada asesina, pero también una llena de inocencia y ternura... era una mezcla que creía casi imposible, pero que encerraba el misterio del niño que aun se mantenía en sus brazos...

-"¿Papá?... hummm"-volvio a arrugar la nariz y se bajo de los brazos del castaño. –"... mi papi es..."-

-"Tienen a un par de mujeres que esperan su regreso..."-por un momento quiso golpear a Eriol por irrumpir en el baño de esa manera, pero la mirada entrecerrada que le dio le hizo entender su suspicacia.

Tenshi se soltó del castaño y corrió hasta donde estaba su mamá quien lo levanto en brazos... estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no se había dado cuenta que el partido ya había terminado.

Eriol caminó a lado de su amigo, lo conocía de hace varios años... tantos que podía leer su mente y esa mirada de curiosidad lo delataba.

-"Syaoran..."-le llamó para que no alcanzara a Sakura y a su novia. –"Es mejor que vayas con pasos de plomo, no es prudente..."-

-"Ya sé lo que me vas a decir y aunque no lo creas intento hacer lo posible... pero..."-

-"Solo has lo que te digo, no te encariñes tanto con Tenshi... sabes que esto no ira mas allá..."-

-"Lo sé..."-

Ese par de palabras le resonaron en la cabeza durante el transcurso en auto, ni siquiera se dio cuenta cuando Eriol y Tomoyo se habían ido por otro camino, al centro o algo así. No noto que su cinturón no estaba puesto y que esa luz no era verde sino roja.

-"¡Cuidado Syaoran!"-

Ese grito lo despabiló e inmediatamente pisó el freno hasta el fondo, pero esa camioneta ya estaba demasiado cerca... en el momento en que el impacto se vio cercano sintió el aura rosa de Sakura empezar a rodear el vehículo, sintió que el tiempo corría lentamente y que su cabeza se daba contra el volante.

Un fuerte dolor ocasiono que su mente se colapsara, pero algo lo hizo expulsar su energía e intentar proteger a los dos pasajeros que aunque no lo aceptara abiertamente eran importantes en su vida. Un fuerte mareo le hizo cerrar los ojos aunque escuchara su nombre múltiples veces no podía responder, intento abrir los ojos de nuevo pero solo vio borroso y después negro...

Sakura sintió desesperación al ver la cabeza del castaño darse contra el volante, agradeció haberse puesto el cinturón pero la angustia la invadió completamente al ver sangre correr por la frente del ambarino. Su aura logro proteger por segundos el automóvil haciendo que el impacto con la camioneta no fuera mas peligroso y saliendo solo con un dolor en la rodilla.

Al escuchar el llanto de Tenshi, que al parecer despertaba de su tranquilo sueño, volteó inmediatamente.

-"¡Tenshi no te muevas!"-le grito. Tal vez tenia alguna fractura, pero el niño se sintió temeroso y su llanto incremento.

Notó que el poco transito que había por esa vereda tan alejada de la Plaza de Milán se detenía. Escuchó algunos claxon sonar, pero no dejo que la desesperación la pusiera mas nerviosa. Al darse cuenta que no tenia ningún tipo de daño grave se movió abruptamente en el auto y salio por la puerta para entrar en la parte trasera y tomar a Tenshi en brazos... le preocupaba que su energía no hubiera logrado protegerlo, pero el niño no tenia ningún tipo de daño... hipaba cuando Sakura lo volvió a sentar y corrió a la parte delantera donde el conductor de la camioneta con la que habían chocado la miraba con enojo.

Le pasó de lado y miró a Syaoran quien abría los ojos con una pereza dolorosa.

-"Syaoran..."-

No hubo respuesta, los ojos ambarinos volvieron a cerrarse y a pesar de que su nombre fue repetido mas de cinco veces solo pudo escucharlo.

Un par de señoras italianas se le acercaron por detrás, ofreciéndole su teléfono celular. Sakura lo tomo y volvió a cargar a Tenshi quien miraba a todos lados, aun asustado, pero bajándose de los brazos de su Madre en el momento en que vio a su nuevo amigo dormido en el volante y con salsa catsup saliendo de su frente.

-"¡Mamá!"-grito preocupado, pero al ver que una de las dos señoras se acercaba a él y lo quería levantar en brazos corrió a la puerta del auto y se volvió a sentar, sin dejar de mirar a Syaoran... ¿cómo era posible que le saliera catsup de la frente?... sintió algo que le apretaba el estomago y la curiosidad lo recorrió completo. Con la agilidad de un niño de su edad, paso de la parte trasera a la delantera, sentándose en el lugar del copiloto, cruzando sus piernitas y quitándose la gorra con gracia.

Sakura no notó a su pequeño hijo ya que hablaba con Tomoyo quien le respondía asustada diciéndole que Eriol llamaría a la aseguradora en momentos para que se encargara del problema. La ambulancia ya venia en camino; temía por la suerte de Syaoran, que aunque con una aura fuerte parecía haberse esforzado demasiado.

Tenshi permaneció mirando a su amigo con una intensidad abrumadora... noto que la catsup ya no salía de la frente pero no quería despertar. ¿Acaso tenia mucho sueño?... su manita viajó hacia él lentamente, estirándose lo suficiente para tocar la mano desvanecida del chino.

Sintió un toque eléctrico, y retiro la mano unos segundos, pero volvió a colocar su manita sobre el castaño, no podía distinguir la sensación... tal vez era una palabra con mas de cinco silabas ya que no era algo doloroso, algunas imágenes cruzaron por su mente y después vio como su amigo grande abría los ojos.

-"¡Hola!"-saludo con efusividad el pequeño ángel.

-"T-Tenshi..."-susurro somnoliento el castaño.

-"¿Ya se te quito el sueño?"-

Sakura se dio cuenta de la conversación y corrió hacia el auto convertible del castaño, dejando escapar un suspiro al ver que su hijo conversaba sobre catsup con Syaoran quien aun no entendía lo que había pasado.

Escucho las sirenas de la ambulancia y de inmediato el auto de la aseguradora del que descendieron tres hombres pulcramente vestidos que se le acercaron.

-"¿Señorita Kinomoto?"-asintió. –"El Señor Hiragisawa nos informo, no se preocupe... todo esto terminara antes de que se de cuenta..."-se despidió de ella con un movimiento de cabeza y se acerco hasta el gruñón conductor que pronunciaba injurias en un alemán muy enredado.

Le extendió un papel, el hombre medio calvo y de un tono de piel mas bien rosáceo asintió y se lo regreso. Los otros dos hombres examinaban los dos autos y le hicieron señas al tercero.

Casi quemando las llantas llegó el flamante auto azul de Eriol que dejó ver a una Tomoyo preocupada que corrió a abrazar a su amiga.

Sakura sintió un gran alivio al ver a los paramédicos que sacaron a Syaoran del auto y le llevaron a Tenshi.

El niño sonreía con alegría, contándole a su tía como le salía catsup de la frente a Syaoran y como con solo tocarlo había despertado.

Eriol termino con los tramites del seguro y procuró que su amigo fuera atendido.

-"Vaya golpe que te has dado..."-silbó el ojiazul tocando con delicadeza el chichón en la frente que ya había sido desinfectado y previamente curado. –"¿Qué fue lo que paso?"-

-"Conduje sin cuidado..."-

-"Sabes que no me refiero a eso... note tu desprendimiento de energía y luego..."-

-"No sé que paso..."-

-"¿Estas bien Syaoran?"-la preocupada voz de Sakura interrumpió la platica. –"... espero que nadie haya muerto..."-se rió de su propio chiste al notar la mirada sepulcral de ambos. –"...lo siento, fue un mal chiste..."-

Ambos formaron una mueca extraña y asintieron.

-"Iremos al hospital..."-agregó Sakura. –"... deben revisarte..."-

-"No, estoy bien... podría saltar en paracaídas si me lo pidieras..."-

-"Syaoran..."-el transito volvía a la normalidad y Tomoyo terminaba de agradecerles a las dos señoras por su amabilidad con Tenshi en brazos.

Ya solo estaban ellos, la ambulancia y el auto de la aseguradora que solicitaba la firma del ojiazul.

-"Gracias..."-los despidió.

Sakura y Syaoran se miraron unos segundos y la castaña se inclino a abrazarlo con ternura.

-"Hiciste que me preocuparas..."-le susurro al oído con la voz en un hilo.

-"Lo siento..."-suspiró aun sentado en la camilla. –"... los puse en peligro..."-

-"Shhh... lo importante es que estamos bien y que Tenshi piensa que sacará catsup si se golpea..."-ambos soltaron una risita.

-"¡Mami!"-el grito del pequeño ocasiono que se soltaran.

La pequeña figura del niño corrió hacia ellos y les sonrió.

-"¿Me puedo subir al carro con luces?"-inclinó la cabeza a la derecha y entrecerró la mirada. –"¿Puedo?"-rogó.

Un hombre vestido de blanco se acercó sonriéndole al pequeño y lo levanto de los brazos... dejándolo activar la sirena y señalando para enseñarle las partes de la misma.

Otro de los enfermeros terminó de revisar la herida del ambarino, le dio algunas instrucciones y le extendió una hoja con algunas indicaciones, dudando un poco ya que su golpe había sido bastante severo y aun así no había perdido el conocimiento por mucho tiempo, él esperaba encontrarlo desmayado, no consiente y platicando.

Syaoran asintió levemente y le aseguró ir con su doctor después.

Tenshi despidió la ambulancia agitando ambas manos en el aire, dando saltos que revoloteaban su cabellera y que hacían que los cuatro adultos sonrieran...

-"¡Adios!"-volvió a gritar cuando lo único que se veía eran las luces rojas a lo lejos.

Eriol ayudo a Syaoran a subir al auto en el que habían llegado, deslizando un poco el asiento para que descansara.

-"Yo llevaré a Syaoran..."-musitó después de cerrar la puerta y mirando a Tomoyo. –"... conduce con cuidado..."-miro hacia ambos lados de la carretera y al notar que solo estaban ellos dirigió una mirada penetrante a la parte delantera del auto –que a pesar de todo no había sufrido mas que algunas abolladuras- haciendo crujir un poco el metal y acomodándolo en su lugar.

Sakura subió a Tenshi y le abrocho el cinturón, sentándose a lado de Tomoyo quien seguía de cerca el Jaguar de Eriol.

-"¿Estas bien Saku?"-

-"Sip..."-suspiró con cansancio y cerro los ojos recargándose.

Le sorprendió la manera tan sutil en la que estaba conduciendo Tomoyo, ella era muy alocada al volante pero sin duda recordaba algo de sus escasas lecciones con Sonomi.

-"¿Saku?"-

-"Hummm..."-susurro sin abrir los ojos.

-"No crees que es extraño esto..."-sintió que el auto se detenía y abrió los ojos para notar el semáforo en rojo.

-"¿Por qué lo dices?"-Tomoyo ladeo la cara.

-"No crees que es demasiada coincidencia..."-la mirada de Sakura la incitó a continuar. –"... lo que me dijiste anoche es casi imposible..."-

-"Lo sé Tommy..."-susurro cariñosamente. –"... pero sabes que hice un juramento, por ese ángel que lo cumpliré..."-

-"Sakura..."-

-"No hay forma de cambiar nuestro destino Tomoyo... ahora estamos en este camino y hay que transitarlo..."-

Tomoyo regreso la mirada al camino y doblo a la izquierda antes de llegar a su mansión.

Se escuchó el sonido de las puertas al cerrarse, Sakura iba a tomar a Tenshi en brazos pero Eriol se apresuró y lo cargo con un brazo, el pequeño recostó su cabecita en el ancho hombro del ojiazul, amoldándose perfectamente.

Tomoyo se adelanto y abrió la puerta, caminando a lado de Syaoran por si necesitaba algo, había sido una mañana llena de emociones, sin duda alguna muy extremas.

En la llama de tus labios me queme...

-"Lo mejor es que descansemos esta tarde..."-suspiró Eriol apresando la mano de la amatista.

-"Sé que íbamos a salir, pero bien podríamos revisar el video del desfile... con tanto en la cabeza ni siquiera he corregido los errores..."-Tomoyo caminó aun de la mano de su novio hasta llegar a la sala.

-"Para mi seria un honor dulzura..."-aun recordaba cuanto odiaba ese apelativo al principio, pero ahora no le molestaba tanto, simplemente ya se había acostumbrado.

-"Voy por el video..."-lo iba a soltar, pero Eriol se dejo caer en el sillón llevándosela con él... sentándola en sus piernas y besándola dulcemente.

Tal vez no sabían lo que había surgido entre ellos, ese sentimiento de desacuerdo al principio, pero descubriendo que en realidad tenían muchas cosas en común, a ella todavía se le hacia un misterio, era algo detrás de esos ojos azules que la hacían perder el aliento, algo cada vez que la besaba con lentitud, algo en sus palabras de cariño... algo que sinceramente no podría nombrar pero que se sentía delicioso. Esos ojos místicos...

Con la mano izquierda acaricio los cabellos negro-azulados del ingles, atravesándolos con sus dedos y deteniéndose hasta encontrar sus lentes para quitárselos y ponerlos en la mesa ratona de a lado.

-"Me gusta verte sin lentes..."-

Le sonrió y volvió a besar esos finos labios rosáceos que lo cautivaron desde el principio, él sabia la extraña manera que tenían sus relaciones, a pesar de todos sus intentos siempre terminaban en lo mismo, tal vez era la maldición de su sangre o algo parecido porque por mas que quisiera siempre terminaba solo.

Tampoco era que él fuera una blanca palomita, le gustaba divertirse, jugar, cazar y sobretodo eso ganar... desde ganar algún buen trato, o ganar el corazón de alguna bella doncella; así como la que estaba besando en esos momentos...

¿Qué si ella era diferente?... hace días que esa pregunta daba vueltas en su cabeza, no sabia con certeza si él podía ser un hombre de una sola mujer, pero lo que si sabia era lo bello de esos ojos amatistas. Ella era simplemente perfecta, con ese cabello azabache que a veces se rizaba de manera encantadora sobre su espalda, esa sonrisa perfecta y esas pecas que corrían por su rostro dándole un toque encantador a su bella cara. Su estrecha cintura tenia una extraña fuerza de atracción ejercida hacia sus manos, haciendo que la apresara con fuerza, deseando tenerla mas cerca.

Tomoyo se acomodo en las piernas del ingles, rodeando su nuca con los brazos y dejando que su perfume la embriagara, era delicioso ese olor fresco que poseía... no podía identificar con certeza el por qué de esa atracción que le recorría el cuerpo, pero era una sensación que no deseaba dejar de lado... no quería que terminara... ¡Por Dios que no terminara!... le daba miedo entregarle su corazón a un casi desconocido, pero aun así... jamás le cerraría las puertas a un amor.

El sonido de algo parecido a una tos provocada por Sakura hizo que ambos la miraran.

-"Perdonen la interrupción..."-susurro la castaña con la mano en el cuello, dándose un pequeño masaje. –"¿Tommy... donde esta el cuarto oscuro?"-ya hacia varios días del desfile y aun no podía revelar las tres películas que tenia.

Había ayudado a Syaoran a recostarse, dándole una de las pastillas para el dolor y casi obligándolo a dormir. Tenshi por su lado no había hesitado nada, ese partido lo había dejado cansadísimo, y la suave cama le había hablado con dulzura ya que cayó rendido en los brazos de Morfeo.

-"En mi estudio hay una puertezuela corrediza blanca... es ahí..."-susurro Tomoyo casi como una cantaleta, sonriendo como hace mucho que no la veía.

Empezó a caminar, dejando a la pareja que se abrazaba de nuevo.

Sus vidas no eran las mismas de hace doce años... ya no iban en la Primaria Tomoeda en la que corrían detrás de alguna Card que molestaba la ciudad, tampoco eran las adolescentes alegres que caminaban por las tardes al cine... por razones que solo el destino conoce sus vidas habían tomado caminos distintos... Sakura había seguido viviendo en la pequeña Tomoeda, pero Tomoyo marcho al extranjero, primero Estados Unidos, Inglaterra, Paris y luego Milán... viviendo como lo que ella era... la hija de la empresaria Sonomi Daidouji, aprendiendo todo lo que el mundo podía ofrecer, mientras la castaña forjo su vida en la preparatoria Seijô justo donde su hermano había asistido, después llegó Tenshi... estudio fotografía con dos empleos y con ayuda de su Padre... por cuestiones de tiempo el pequeño estudia en un internado, pero aun así lo extraña... es una parte de su vida de la que no sabría desprenderse por mucho tiempo.

Le falta solo un semestre y podrá obtener su titulo, para lo que tuvo que trasladarse a Tokio la metrópoli nipona que le ofrecía un empleo en el cual desempeñaría su oficio y además recibiría lo suficiente para las colegiaturas y los demás gastos... la vida para ella no era muy dura, pero tampoco era fácil...

Llegó al estudio de su amiga y deslizo sin mas trabajo la puerta para encontrar la otra puerta giratoria para entrar al cuarto oscuro... encendió la luz rojiza y dio un largo y casi ensordecedor suspiro... ¡Necesitaba paz!... ese hombre la estaba haciendo enloquecer en el sentido literal de la palabra... esa boca la quemaba, la hacia suspirar, desear, anhelar... arder.

Tomo el mandil blanco de la mesa y se lo coloco lentamente, dejando los tres rollos en la mesa de trabajo y acomodando los recipientes con el liquido revelador.

No sabia si estaba bien lo que estaba sucediendo, su hijo se estaba encariñando demasiado y no había que subrayar el hecho de que Syaoran también. Algo en su pecho le decía que eso no estaba bien, no podía jugar con el corazón de su hijo, él aun era muy pequeño para comprender lo que era... bueno lo que era 'eso' que ellos tenían.

Eso si en realidad había algo, porque lo único que ella había podido detectar entre ellos era atracción... simplemente atracción sexual, lo normal en un hombre y una mujer de su edad. Sintió sus mejillas enrojecer aunque no se pudo percatar de ello ya que el cuarto era rojo ya por si solo.

Desplegó la película, sacando los negativos, dejando que las fotos tomaran vida entre sus manos... relajándose como hace mas de un mes que no lo hacia.

Dejando de pensar en ese castaño con ojos cobrizos... al menos por unas horas... aunque también estaba lo que había sucedido en el accidente; tal vez estaba pasando lo que mas temor le había dado durante esos cinco años de su vida. El pequeño Tenshi estaba desarrollando su magia muy velozmente.

En la llama de tus labios me queme...

Aunque no lo quisiera se quedo dormido, todavía no terminaba de entender como es que había despertado del desmayo, aunque sonreía al recordar la carita de Tenshi al hablar de catsup... algo perturbo sus sueños... algo lo hizo despertar y abrir los ojos de golpe.

-"Tenshi..."-

El llanto del niño embargó sus sentidos, una extraña sensación de temor le estalló en el pecho y se vio saliendo como desquiciado del cuarto. Abrió la puerta con el pecho aun encogido, la imagen casi le parte el corazón.

Tenshi sentado a la mitad de la cama... con las rodillas encogidas junto a su pecho, abrazándolas con fuerza e hipando.

-"S-syao-syaoran..."-susurro levantando su grisácea mirada, llorosa.

-"¿Qué pasó?"-soltó a media voz, acercándose con cuidado hasta sentarse en la cama junto al niño. –"Tenshi..."-

La grisácea mirada del pequeño era perturbada por esas dolorosas lagrimas, sin dudarlo dos veces se fue a estrellar contra el pecho del chino que no hizo mas que recibirlo con los brazos abiertos, acariciando su cabecita cubierta por esos cabellos casi rubios, como su Madre.

El pequeño empezó a balbucear mientras intentaba tranquilizarse... su Mami ya le había dicho que esos sueños no eran reales, pero algo en su pequeño ser le decía que ese dolor en su pecho era real...

Syaoran no entendía nada de lo que Tenshi decía, mezclaba silabas y palabras que eran casi indescifrables, sumándole el hecho de que su voz era casi imperceptible y eso hipo que parecía no abandonarle. Aun así no dudo en repetirle que todo estaba bien, meciéndolo levemente y convenciéndolo de que todo era un sueño.

Tal vez en ese momento le cayó el balde de agua fría... sip... el pequeño le importaba demasiado, sin desearlo siquiera procuraba su bienestar e intentaba verlo sonreír, con ese hueco en su boca a la falta de su colmillo.

Sintió que su boca dejaba salir un suspiro de alivio cuando el pequeño se limpio las lagrimas con el dorso de la mano y le regalo una sonrisa.

-"Sabes que vamos a hacer..."-declaró con una sonrisa de complicidad. –"... vamos a ir a la cocina y acabar con esos botes de helado que vi ayer... ¿vamos?"-los ojos de Tenshi centellaron de alegría y sin pensarlo dos veces salio de la cama de un solo brinco corriendo por el pasillo hasta que unos brazos lo levantaron y lo cargaron hasta la cocina donde encontraron un delicioso mantecado de vainilla y chispas de chocolate.

¡Delicioso!

La escena era tan graciosa que sin duda alguna no se podía distinguir al adulto del niño... ambos con enormes cucharas y un tazón de helado mas grande que sus cabezas, tal vez eso sonaba muy exagerado, pero sin duda era raciones muy grandes.

Cuando la cocinera los vio, mirando con pena la mesa ya que parecía haber recibido también su porción de helado, les envió una mirada asesina... ya tenia bastante con que el pequeño la llamara asesina de uvas como para soportar ese insulto a su preciosa cocina... ¡Su sagrada cocina!

Syaoran sintió una extraña incomodidad y decidió salir de ahí, obligando al infante para que dejara su helado sin hesitar tanto.

Tenshi decidió que saltar encima de Eriol y Tomoyo era mas divertido que ir a buscar a su Mamá por lo que se quedo con ellos en la sala, contándoles como había aprendido a atarse las agujetas sin la necesidad de lastimar las orejas del conejo; Tomoyo soltó una carcajada y le pidió que le mostrara mientras el pequeño angelito se desataba el tenis para enseñarle con orgullo.

Eriol noto algo extraño en el cuello del pequeño... justo cuando se había agachado para mostrarle a Tomoyo pudo ver algo que le hizo morderse el labio, algo que terminó desechando de su mente ya que era imposible...

-"...solo aprieto y ¡ya esta!..."-gritó Tenshi mostrando su tenis con gran orgullo, incluso saltando en un pie hasta llegar con Eriol y mostrárselo.

El oijiazul no pudo mas que sonreír y felicitar al pequeño... eso solo podía ser un coincidencia... simple y pura coincidencia.

Tomoyo sugirió algo sobre ir y comprar algo para la cena, por lo que Tenshi corrió por su abrigo y bajo la escalera saltando mientras cantaba una linda canción que siempre había sabido... o al menos eso pensaba.

-"¿Listo?"-

-"¡Sip!"-

En la llama de tus labios me queme...

Bien. Encontrar el cuarto oscuro no había sido muy difícil, necesitaba preguntarle a Sakura sobre los sueños del pequeño, tal vez eran premoniciones... lo difícil sin duda alguna había sido no babear al verla.

Tan concentrada en su trabajo que ni siquiera notó cuando él entraba... tan sexy bajo esa luz tan atrayente, tan hermosa con esas diminutas gafas y rodeada de fotos que colgaban. Sin duda también le fue difícil respirar...

¿Qué sentía por Sakura Kinomoto?

¡Buenísima pregunta!

Aunque su mente no se quedo analizando por mucho tiempo... en el momento en que sus manos tocaron la estrecha cintura de la chica y la sintió dar un respingo ya nada importo... absolutamente nada.

-"Me asustaste..."-

Ya no pudo decir mas porque unos labios la besaron casi con rabia, con una necesidad elocuente, haciendo que ella buscara apoyo en la mesa que estaba detrás, haciendo que sus labios sacaran toda esa confusión en un solo beso que la estaba dejando sin aliento, literalmente hablando.

Sus rodillas se sintieron débiles, a decir verdad toda ella se sintió desfallecer, esos labios la quemaban, no sabia con certeza nada... ya no importaba si el mundo se partía en dos y si de él salían dos grandes demonios que devoraban gente y terminaban con la raza humana... ¡Nada importaba!...

La presión en su pecho hizo que soltara un suspiro en medio de tan asfixiante beso. Pero aun así el ambarino no tuvo piedad de ella, volvió a abordar sus labios con mas fuerza que antes, con una pasión tan explosiva que los escalofríos no tardaron en recorrer sus cuerpos.

Era extraño. Ni siquiera él entendía el por qué de tanta vehemencia en sus caricias... lo único que si sabia a la perfección era lo delicioso de esos rosáceos labios que lo devoraban de igual manera que él a ellos,

Las piernas de Sakura no resistieron mas, pero antes de caer sobre ellas la presión que Syaoran ejercía sobre su cintura fue suficiente para que la levantara del suelo y la sentara en la mesa de trabajo. De manera inmediata Syaoran se acercó mas a ella fundiéndose en una abrazo eterno sin dejar de acariciar sus labios.

Sakura ya no se sentía dueña de su cuerpo, tampoco podía reconocer si esos suspiros eran suyos o no, en realidad solo podía saborear esa deliciosa boca que se encargaba de mandarle descargas eléctricas a todo su cuerpo. No supo si fue ella quien rodeo con sus piernas la cintura de Syaoran, soltando de nuevo un suspiro que pareció hacerlo sonreír.

Ahora que se ponía a pensar esa situación era muy curiosa, ella no recordaba haber utilizado una mesa sino era para comer algún alimento; ahora ya sabia que tenían otro uso y no se pondría a escoger entre cual era mas delicioso porque de seguro se moriría de hambre.

Dejó de pensar en alimentos en el momento en que un calido aliento se encontró probando su cuello, esa respiración se sentía calida, delicada y muy, muy deliciosa, exquisita, inimaginablemente maravillosa...

No supo con certeza el momento en que sus manos huyeron en busca de apoyo, una de ellas se termino recargando en la mesa que la sostenía y la otra decidió sentir esa cabellera entre sus dedos, hundiéndola con lentitud y deleitándose por lo suave de cada cabello.

-"Syaoran..."-escapó de sus labios dejándole un delicado sabor.

No hubo respuesta, creo acertar al decir que no había necesidad de una respuesta.

Las manos del chico chino parecieron no estar muy felices estando tan quietas, por lo que casi de manera inmediata empezaron a jugar con el nudo del mandil que solo significaba barrera, amenazando con deshacerse de él.

No escuchó ninguna protesta por lo que el mandil terminó en el piso del lugar, mientras él seguía intrigado por el delicado sabor de la piel del cuello de Sakura.

A decir verdad no supo cuando sus ojos se cerraron y simplemente el raciocinio viajó a la Florida con toda y la conciencia que se llevó de la mano a toda la cordura... absolutamente toda la cordura, ni siquiera le dejaron una pizquita que hubiera detenido el avance de esas manos por su cuerpo.

¡Pero se sentía tan bien!...

¡Rayos...!

¡Tan bien!...

De nuevo no supo si el suspiro era suyo o no, pero lo que sí supo fue que la humedad de otra boca la invadió con mas tranquilidad que antes, pero con una voracidad que la hizo sentir mordidas en su labio inferior...

Syaoran se detuvo unos segundos a tomar aire... pero aun así volvió a asaltar la boca de la ojiverde, procurando que sus manos empezaran a abrirse paso entre esos molestos botones... ¿por qué las mujeres siempre usaban blusas tan complicadas?...

En medio de esa tenue luz nadie noto que sus manos temblaban, ni siquiera él mismo se dio cuenta de eso, estaba más ocupado en dejar sin aliento a Sakura. Y bueno, ella... ella ya no sabia si en realidad sabia algo que no fuera lo que sabia que ya había olvidado.

¿Complicado?... un poco.

Por un momento sintió frío, raro ya que lo único que podía sentir últimamente era calor.. un calor abrasador y sofocante que no sabia si era exquisito o infernal... ¿exquisito o infernal?... mala, muy mala comparación...

Quiso averiguar la razón por la que sentía frió pero una vocecita... tal vez era su conciencia, pero estaba segura que se había ido de vacaciones, así que su conciencia no era...

De nuevo esa vocecita.

Todo se detuvo, como si hubieran tomado el control remoto y solo hubieran apretado pausa ... ya no sentía esos labios ardientes que ahora solo estaban reposando en su mejilla, si podía sentir un ligero cosquilleo, pero era ocasionado por el cabello chocolateado que chocaba contra su nariz. También podía escuchar sus respiraciones agitadas, y aunque quisiera evitarlo podía sentir sus latidos insistentes como si su corazón quisiera salir de su caja toráxica... o era eso, o de seguro le daba un paro cardiaco...

De nuevo esa vocecilla pero aun así el cerebro de la ojiverde aun no podía obtener una respuesta coherente a todo eso, así que solo se mantuvo en silencio.

-"Es Tenshi..."-esa voz ronca y casi irreconocible, pero extremadamente sensual. Sip era Syaoran que le susurraba al oído.

-"¿Eh?"-

-"¡Mami... Syaoran... compamos pizza...!"-vociferaba el pequeño fuera del cuarto, luchando por girar la puerta.

¡Al fin podía reconocer la vocecita!... aunque lo único que faltaba era descubrir el frío que aun sentía.

Syaoran dio un paso para atrás y la castaña al fin pudo saber a que se debía ese cambio de temperatura... deslizo la mirada sin mas cuidado pero se sorprendió al darse cuenta que su blusa había desaparecido...

¿Cómo?...

Sus manos tantearon la mesa hasta hallar su blusa cubriéndose el desnudo pecho mirando a Syaoran con los ojos como platos... ¿Cuándo había perdido la prenda?...

El ambarino miraba la puerta con un centello en la mirada esperando hasta que el pequeño apareció ante ellos con una rebanada de pizza que se dejaba vencer por la gravedad ya que mas de la mitad escurría.

Tenshi recorrió el lugar lentamente, su Mami estaba en la mesa sentada mirándolo con los ojos bien abiertos y Syaoran casi de la misma manera... ¡Ah!... a lo mejor estaban jugando a las estatuas... ¡El también podía jugar, mordió su pizza una vez mas para después quedarse quieto, abriendo los ojos lo mas que podía. ¡Les ganaría!...

Calor...

Mas calor...

Y mas y mas calor, pero ahora mezclado con el frío que intentaba controlar los saltos en su pecho. Ni siquiera pudo reaccionar, ni articular palabra...

¿Si Tenshi no hubiera entrado?...

¿Qué hubiera pasado?...

¿Qué?...

Hubieran...

Se bajo de la mesa con un salto, dejando de lado sus suposiciones, llamando la atención de Syaoran quien la miraba detenidamente, a pesar de la poca iluminación podía notar lo hinchado de sus labios, su cabello despeinada y ese ligero temblar de sus piernas al caminar...

Decidió que lo mejor era salir de ese cuarto tan asfixiante, por lo que caminó detrás de la chica una vez que se tranquilizó.

-"¡Gané!"-grito eufórico el pequeño sonriendo completamente.

-"¿Qué ganaste cariño?"-preguntó a media voz mientras ella y él salían por la pequeña puerta, seguidas de Syaoran.

-"Pues el juego mamá..."-respondió como si su pregunta fuera la mas ilógica del mundo y mordió su rebanada de pizza...

-"Ah..."-mejor ya no preguntaba mas... su pequeño a veces era tan inteligente que la hacia sentir tonta...

Llegaron a la sala donde Eriol y Tomoyo veían el video del desfile abrazados, ella con una lata de refresco que dejo inmediatamente cuando ellos entraron.

-"Sientense hay pizza y refrescos..."-susurro cuando el rojo ya era el color que se desplegaba en la pasarela.

Ambos asintieron y se dirigieron al sillón de tres plazas que estaba a un costado del televisor. Tenshi dejo su pizza en la mesa tomando una lata de refresco, abriéndola con cuidado... eso se lo había enseñado su amigo hace ya mucho tiempo, le había dicho que si no sabias abrir un lata de refresco te convertirías en un "pascuato"... no sabia que era eso, pero sin duda él no quería serlo. Las burbujas de sabor naranja le hicieron cosquillas en la lengua y aunque le pareciera aburrido ver tantas mujeres en la tele mejor se quedaba quieto...

Sakura agradeció que Tenshi se sentara entre ellos, sabia que si él la volvía a tocar se derretiría completita... ¡Por Dios!... ese hombre se había metido en su vida como un zapato incomodo, aunque le doliera traerlo puesto no se lo pensaba quitar... Ahora era ella la que decía que las mujeres son complicadas...

Dejo caer su cabeza en el respaldo, estaba tan cansada que ya no pudo terminar de ver el desfile... simplemente Morfeo se mostró amable ante ella y le dejo entrar a su reino sin poner ningún pero.

Syaoran se atrevió a mirarla por el rabillo del ojo, sonriendo al ver sus ojos cerrados y la respiración tranquila, pobrecilla ella había mantenido todo en calma en el accidente, sin duda estaba muy cansada.

Se puso de pie cuando el desfile terminaba, llamando la atención de la amatista quien asintió al verlo tomándola en brazos.

-"Ya sabes cual es su habitación ¿verdad?..."-Syaoran asintió y camino con la chica en brazos... como todo príncipe medieval, con la damisela en brazos y a punto de ponerla a salvo en su lecho.

Escuchó unos pequeños pasos que lo seguían por la escalera... ese pequeño cuidaba a su Madre como carcelero a su celda... era curiosa su actitud de "hombre" cuando a duras penas podía hablar correctamente.

Eso sin querer le hizo recordar su infancia...

Bah, si tan solo él hubiera nacido en otra familia, con otras responsabilidades, sin todo ese rigor... sin tanto protocolo. Si tan solo hubiera sabido lo difícil de ser un Li, y después... su Madre, con esa actitud de mártir, sufriendo por la clase de hijo que le había tocado. Doble bah...

¡Y sus hermanas!...

Agradecía haber mantenido sus gustos intactos, con tantos vestidos y moños que utilizo cuando era niño ah...

Ahora rara vez la veía a todas juntas y separadas eran mas fáciles de controlar; además ellas ya tenían suficiente con la vida de casadas... aunque siempre iban contándole sus problemas y ocupándolo de niñera... tal vez por eso le gustaba estar con Tenshi, era un pequeño muy tranquilo, no como su sobrina... ¡ah!... esa niña si que sabia sacarle canas verdes... recordaba claramente la vez que se escondió solo para que él la buscara como desesperado por casi diez horas, acusándolo después con Shiefa de que la había dejado mucho tiempo sola...

Sin querer hizo una mueca de disgusto cuando ya acomodaba las sabanas sobre el cuerpo de la castaña.

Tenshi se subió a la cama dando un par de saltitos y con mas energía de la que los adultos podían soportar... Syaoran lo calmo con la mano y lo cargo para que ambos salieran de la habitación, apagando las luces y dejando que la luz de la bella luna se colara como ladrón por el ventanal.

Aunque ninguno de los dos supo que nunca abandono la habitación ya que en los sueños de Sakura estuvieron presentes como protagonistas.

En la llama de tus labios me queme...

-"Tenshi..."-tenia pensado dejarlo en su cuarto y después ir con Hiragisawa para ver si se iba o se quedaba, últimamente habían pasado en la mansión Daidouji mas tiempo que en la suya.

-"Humm..."-susurro el pequeño.

Tenshi se acomodo en un solo brazo y lo miro poniendo su manita en el ancho hombro del castaño.

-"¿Ves mucho a tu Papá?"-sip, seguía con lo mismo y aunque era ruin averiguarlo con el niño prefería quitarse la duda de una sola vez.

-"¿A mi Papi?... Sipo, bueno casi lo mismo que a mi Ma... a veces va por mi a la escuela y me compra helados..."-Syaoran se quedo pensando por unos momentos, hundiéndose en lo gris de la mirada del niño... ese color que ni blanco ni negro pero misterioso. Tanto que se le hacia conocido... ¿complicado no?. Le despertó el movimiento del pequeño para que lo bajará, Tomoyo los esperaba al final de la escalera con una mirada extraña para con el pequeño.

-"Oh... oh"-susurro el infante a punto se emprender la huida, él conocía esa mirada.

-"¡Ven acá mugrosito... ni pienses que te vas a dormir así de sucio...¡Tenshi Kinomoto!"-el pequeño estuvo a punto de subir la escalera corriendo, pero un par de brazos lo levantaron sin mucho esfuerzo.

-"No te preocupes Tomoyo yo me encargo de bañarlo..."-le dio un guiñó y Tomoyo sonrió.

-"¡NO!"-grito descontrolado el niño en el hombro de Syaoran.

-"Vamos Tenshi que un baño no es tan malo..."-Tenshi le dio una mirada de cordero moribundo cuando ya estaban por entrar al cuarto de baño.

-"Yo le digo a mi tía que me bañé pero mejor comemos galletas... ¿vale?... tengo una bolsa de animalitos en mi maleta, creo que todavía quedan algunas... ¿si Syaoran?"-el pequeño en su vano intento de soborno.

-"Vamos Tenshi..."-cerró la puerta del baño con seguro y abrió las llaves de la tina sentando al niño en el inodoro con la tapa baja, mirándose en el espejo unos momentos y notando que el dolor en su frente había desaparecido, incluso hasta se le había olvidado.

Camino hacia la tina y metió la mano regresando con el niño al sentir fría el agua. Se arrodillo junto a él y empezó a desatarle los tenis.

-"¿Cómo es tu papá Ten?"-saltó casi en un susurro.

-"Humm..."-se metió un dedo a la boca. –"... mi Papi es alto, muy alto... tiene el cabello como el mío..."-instintivamente se toco su castaña cabellera. –"... me dice que soy su pequeño ángel del cielo, me da dulces aunque a veces me regaña.."-hizo una mueca. –"...también me lleva de compras y platica conmigo de la escuela... a veces salimos los tres juntos pero tengo que viajar mucho para verlo, así que me canso y ya no quiero hacer nada..."-

Syaoran asintió pero se levanto rápidamente al ver que el agua ya escurría por la tina. Cerró las llaves diciendo maldiciones entre dientes y terminó de desvestir al pequeño cargándolo para meterlo en la tina no sin antes recibir agua en todo el cuerpo por las patadas que metía Tenshi al no querer entrar.

Tomó la esponja y el shampoo de la rendija y se acuclilló en el tapete a lado de la tina, vaciando un poco en poco en la cabeza del pequeño, frotando levemente.

-"¿Tú tienes algún hijo?"-cuestionó Tenshi sacándolo de sus pensamientos. Syaoran dejo descansar sus brazos en la orilla de la tina, viendo la cabeza enjabonada del niño y como éste empezaba a frotarse los brazos con la esponja que antes había estado flotando.

-"No Ten, no tengo hijos pero tengo muchos sobrinos..."-el pequeño levanto la mirada al escuchar esa palabra.

-"So-bri-nos... tres silabas..."-levanto un dedo por cada silaba, enseñándoselos al adulto. –"¿Qué es eso?"-

-"Son los hijos de mis hermanas..."-

-"Ah... yo no tengo hermanos..."-comentó simple. –"... me gustaría tener uno para jugar con él... la ultima vez que se lo dije a mi Mami escupió toda la leche... ¡fue muy divertido!... aunque no lo quiso hacer de nuevo..."-finalizó tristemente.

Syaoran sonreía al notar que el pequeño se bañaba sin tanto problema, incluso él solo.

Consideró que ya era suficiente, hundió la mano entre el jabón y saco el tapón de la tina para abrir la regadera y darle fin a ese baño.

Tenshi metió las manos a su pijama de animalitos y se dejo meter a la cama no sin antes hacer prometer a Syaoran que le contaría una historia y que no se iría hasta que se quedara dormido.

-"No soy bueno para los cuentos..."-

-"No tengo sueño... sino me cuentas uno no podré dormirme..."-el edredón lo cubría todo excepto las manos que descansaban a los lados.

Lo único que iluminaba la habitación era la lámpara que estaba a su lado izquierdo, en la cómoda. Era una habitación muy bonita con los juguetes esparcidos por el piso, donde un tapete circular que tenia diseño de pelota de playa servia para proteger al pequeño de estar en el piso. Había una puerta que por lo que había descubierto era el armario del niño y un par de muebles con cajones y algunas cosas mas, nada fuera de lo común...

A simple vista el niño era muy normal, pero solo las personas que tenían magia podían sentir su aura tan fuerte, era un pequeñito muy poderoso, aunque lo que mas asombraba era esa mirada gris que se helaba y era capaz de atravesarte para hacerte temblar de miedo.

-"¿Me la vas a contar o no?"-

-"Bueno, pero yo ya te advertí que no soy muy bueno..."-

-"Sipo... vamos..."-urgió el niño.

-"Bueno... Érase una ves..."-Tenshi cerró los ojos dejando que las aventuras de angelito rubio inundaran su cabeza. Syaoran hizo que su tono de voz bajara lo suficiente para que los susurros arrullaran al pequeño que no podía dejar de pensar en lo que escuchaba. –"... un día el angelito estaba paseando por el Cielo cuando escuchó el llanto de un niño, así que bajó a la Tierra para ver que sucedía... encontró a un pequeño bebé que lloraba en su cuna, cubierta por un velo blanco que se movía por el viento que se colaba por la ventana..."-Tenshi cerró los ojos mientras esas imágenes golpeteaban en su mente... –"...el pequeño angelito sintió tanta tristeza al verlo llorando que se acercó despacio, moviendo sus alitas lo menos posible para no asustar al niñito... cuando ya estuvo cerca asomó la cabeza por el velo notando las lagrimas que caían de sus ojos, en el deseo de hacerlo sonreír le hizo hacer gestos extraños, jalándose las mejillas y sacando la lengua, pero eso solo hacia que el bebé llorara mas fuerte... no sabia que hacer..."-Tenshi intentaba que sus ojos se abrieran, para poder ver a Syaoran, pero le estaba dando sueño. Soltó un bostezo sin decoro, pero siguió escuchando. -"... cuando al angelito ya le dolían los oídos de tanto llanto se acerco al bebé y lo cargó como pudo para llevarlo a la ventana señalándole el cielo y levantándose en vuelo con mucho cuidado ya que sus alitas aun eran pequeñas y no podía volar muy alto, aun así se acercó todo lo que pudo al cielo. El bebé aun lloraba pero ya no tan fuerte así que el angelito pudo orar y pedir que lo ayudaran para que el pequeño ya no estuviera tan triste, algo en el cielo se iluminó, una luz empezó a parpadear llamando la atención del bebé que dejó de llorar estirando su bracito todo lo posible para tocar esa luz; era tan bella que hasta el angelito intentó que sus alas los acercaran mas, pero no pudo... sabia que si se esforzaba ambos podrían caer, así que cargó lo mejor que pudo al niñito que se movía con alegría y seguía intentando tocar la luz. Un sonido muy raro salio de los labios del bebé... repetía y repetía Estella... estella , sonriendo con mucha alegría y mostrando sus dos dientecillos..."-Tenshi volvió a bostezar, le dieron ganas de decirle que ya se sabia la historia, pero prefirió no hacerlo. –"...al sentir tanto cansancio en sus alitas el ángel tuvo que bajar a la Tierra de nuevo y poner al bebé en su cuna, sintiéndose feliz y nombrando a la luz: estrella... esa estrella que hizo sonreír al niño... lleno de alegría volvió a subir al cielo, tocando con cuidado la luz y sintiendo un cosquilleo en sus deditos... movió sus alas y comenzó a tocar todo el cielo, llenándolo de estrellas para no escuchar de nuevo el llanto de ningún bebé, para no volver a sentir tristeza por nada... y así cada noche lo llena de estrellas para regalarle un rayito de esperanza a todos esas personas que se sienten solas..."-Syaoran sonrió al ver al niño totalmente dormido, con un respirar tranquilo y una media sonrisa en el blanco rostro.

Se levantó tan silenciosamente como pudo, haciendo escaso ruido con la silla y depositando un beso en la frente del niño, sintiendo de nuevo esa calidez que hacia que el pecho se le llenara de alegría, esa historia la había escuchado hace ya un tiempo y como era la única que se sabia...

Jaló el cordoncillo de la lámpara y dejó la habitación en penumbras; caminó en línea recta hasta encontrar el pomo de la puerta y la abrió, salió por ella pero no la cerró, así que un rayo de luz del pasillo iluminaba levemente la habitación.

-"Buenas noches Tenshi..."-susurro a la puerta y caminó hasta las escaleras, no sin antes detenerse un poco delante de la puerta de Sakura quien de seguro dormía. Intentó desechar algunos bajos pensamientos pero no pudo, recorrió con sus dedos el borde de sus labios y decidió seguir caminando porque sino no podría salir de esa casa y esa puerta blanca se vería abierta y cierta chica siendo despertada de manera abrupta y muy deliciosa.

Se topó a Eriol quien le dijo que saldría con Tomoyo a bailar, así que decidió irse a su Mansión, tomar un baño y dormir... al menos un poco mas, su mente aun daba tantas vueltas que se mareaba de tanto pensar...

Entró al lugar y sintió el típico frío de una casa que no ha sido habitada por mucha gente; se encontró con el par de sirvientes que ya habían contratado antes, dándole la bienvenida, ofreciéndole la cena, pero la rechazó, diciéndoles que podían irse a dormir tranquilos.

Subió las escaleras con lentitud, casi pidiéndole permiso a los pies para avanzar; estaba cansado mental y físicamente... así que casi se queda dormido bajo la regadera, cuando sintió su cabeza irse de lado decidió que debía salir del agua, se enrollo una toalla en la cintura y camino hasta su habitación, notando que aun no habían desempacado nada. Aun seguía sin comprender –mas bien admitir- el hecho por el cual había comparado esa mansión, pero aun así era una bella adquisición. Se dejo caer en la cama aun con la toalla puesta y sin deseos de cambiarse.

Una imagen se dibujo en su mente; esos ojos verdes que lo atormentaban día y noche... ¡Ahhh!... si seguía así tendría que volverse a bañar y ahora no seria con agua caliente precisamente.

Se puso de pie de un brinco... tal vez la brisa nocturna calmaría ese calor, pero seria muy desvergonzado salir así al balcón, optó por unos shorts y una playera sin mangas que encontró por ahí y salió.

El frío de la noche le pegó de manera brusca, haciendo que cruzara los brazos en el pecho para darse un poco de calor, pero aun así la vista lo dejo boquiabierto; no es que él se tomara el tiempo de ver la luna llena y las estrellas parpadeantes, pero ver el cielo despejado lo entusiasmó.

Se acercó al barandal a tal punto de recargarse en él, inclinándose pero sin dejar de ver el espectáculo nocturno. Sonrió al ver una estrella cayendo y se preguntó si se vería muy cursi pidiendo un deseo.

Se puso recto y soltó un suspiro que interrumpió el silencioso cántico de los grillos... tal vez se estaba volviendo muy romántico porque de pronto diviso la figura delgada y envuelta en un camisón blanco de la mujer que sacudía sus pensamientos.

-"Sakura..."-

Desde donde estaba se veía el patio vecino, así que la imagen de la bella chica caminando descalza alrededor la piscina, le encogió el corazón.

Cuando el cerebro se pone en blanco, se pone de verdad... el interruptor se apaga y las cosas que se hacen simplemente suceden por coacción, sip... simplemente se obedece lo que el subconsciente grita y sin querer suceden.

En el momento en que estuvo junto a la cerca que separaba ambas propiedades sintió que había perdido el aliento por la carrera que había dado, respiro profundo y deslizó la puerta de madera, jalando el seguro y haciendo un ruido seco que pasó desapercibido por la castaña.

El pasto húmedo y cuidadosamente podado se sentía delicioso bajo sus pies, una caricia que la naturaleza le regalaba esa linda noche estrellada, si tan solo hubiera podido dormir como se debe... bueno, eso hubiera sido posible sino existiera cierto chico de ojos ámbar y cabello chocolateado que ahora no solo la turbaba cuando no dormía, sino también cuando intentaba hacerlo.

Dejó salir un suspiro acompañado de una ligera patada que levantó algo del pasto. ¿Por qué siempre sus relaciones amorosas eran tan difíciles?... ella solo quería alguien simple, que la quisiera a ella... a su pequeño hijo y que fuera capaz de amarla. Ella no anhelaba un amor pasajero que se dejara llevar por la atracción de la carne y que la dejará destrozada... no de nuevo, ya bastante había tenido que llorar por Kenji una vez, como para repetirlo... ¡No era justo!...

Jamás lo había pensado pero eso de caminar alrededor de la piscina, admirando el frágil reflejo de la luna redonda y blanca de verdad la relajaba bastante... se sentó en el borde y metió los pies en el agua, ocasionando con eso que el reflejo lunar desapareciera por momentos... apareciendo el suyo. Lo miro profundamente, encontrando el verde de sus ojos en una figura que incluso no se parecía a ella... era extraño pero todavía no se reconocía por completo, la belleza era algo tan misterioso y subjetivo que jamás creería que ella fuera bella en realidad... aunque a veces lo escuchaba tanto que bueno, terminaba por creerlo.

Sintió que su alma abandonaba su cuerpo cuando unas frías, heladas manos se posaban en sus hombros, sobre esos delgados tirantes que sostenían esa delicada prenda que era su camisón.

-"Hola bella"-¡ja!... por un momento no quiso reconocer esa voz, no quiso saber a quien pertenecía ese cuerpo que ahora se apoyaba en ella. Intento no hacerlo, pero volteó... ¡Si era débil!...

-"S-Syaoran..."-escapó de su garganta con ese olor a menta que permanece después de lavarse los dientes.

-"Oui... ese es mi nombre..."-la luz de la luna de pronto se volvió intensa y casi cegadora; al darle en la espalda casi parecía que un aura celestial lo rodeaba, enmarcando su silueta a la perfección... remarcando sus brazos que parecían enormes a lado de los pequeños hombros de ella; a lo mejor su mirada se quedó tan impresionada por esa visión que no notó el pequeño empujón que le dio al sentarse a su lado. –"Estamos conectados bella..."-sintió un escalofrió al sumergir sus pies en la calida piscina, pero los sacudió como lo haría cualquier infante. Eso de juntarse tanto con Tenshi lo estaba volviendo muy infantil. –"¿O será que me estas persiguiendo?"-ese tono de voz era como una caricia, delicada, deliciosa y peligrosa...

-"... creo que eres tú el que me persigue, que yo recuerde estas del lado contrario de la cerca..."-la brisa nocturna recorrió su cabello húmedo, ahora se estaba arrepintiendo de la ducha que tomo hace menos de una hora. El rin tintín de su voz resultó en una sonrisa de medio lado que Sakura solo pudo catalogar como sensual... una sonrisa sensual que dejaba ver los perlados dientes del ambarino.

-"Me atrapaste... tienes razón te persigo..."-de nuevo ese tono de voz. El calor empezó a subir por su cuerpo y ese frío que sintió hace unos segundos se evaporó. –"¿Te molesta acaso?"-su mirada verde abandonó el reflejo de la luna cuando ésta se vio oscurecida por una nube y tuvo que refugiarse en los ojos cobrizos que ahora brillaban.

La oscuridad se volvió su cómplice, la luna no debió haberse escondido en el cielo como una cobarde, no debió haber abandonado a Sakura que se mantenía ocupada viendo su reflejo. ¿Y ahora que haría?... esos ojos cada vez estaban mas cerca, como si en realidad le pertenecieran... como si ese aliento no fuera de él sino suyo.

Los segundos fueron horas... podía escuchar el silbido del viento, los arrulladores cantos de los grillos que parecían muy cercanos. Su pecho empezó a subir y bajar con rapidez... efectivamente, ese aliento ya era suyo.

La luna parecía no poder superar la barrera de esa nube... y así como ella Sakura solo sintió como sus parpados se cerraron y una boca húmeda invadía la suya, húmeda y fría.

Syaoran...

Sus pies revoloteaban en el agua intentando sacar todo lo que sus pechos gritaban y que solo sus besos podían demostrar. Syaoran exigió mas, invitándola a danzar con él... mordiéndola sin ocasionarle dolor, al contrario sacando gemidos deliciosos que solo hacían que el aire dejará de importar, ya podrían respirar después.

Las manos buscaron apoyo, Syaoran colocó una un poco detrás de la chica abalanzando su cuerpo, presionándose a ella sin dejar de besarla. Su otra mano encontró un refugio en la nuca, ocasionando que todos los vellos de su espalda se erizaran, pero que su boca siguiera respondiéndole... presionándole.

¡Rayos... si que sabia besar!.

Un suspiro que terminó en la boca del otro, sus labios parecían haber adquirido pegamento ultra fuerte, ya ni siquiera habían notado que la luna ya había superado su oscuridad y de nuevo descansaba en el reflejo engañoso de la piscina.

Si sus pies seguían sumergidos por mas tiempo se arrugarían por toda la absorción de líquido. Sip, Syaoran lo notó o algo parecido, ya que cortó el beso y tomó la mano de Sakura.

-"Vamos..."-sus ojos, ese ámbar que ahora se volvió cobrizo fuego... o tal vez era que ya estaba viendo estrellas centellantes en otros lugares. Se levantó sin importar a donde se dirigía, ya no pensaba y Dios...

¡Que bien se sentía no pensar...!

Abandonó el húmedo pasto para caminar por la fría baldosa, en la que el agua que todavía descansaba en sus pies, hacia un chistoso sonido.

Escaleras.

Siete, diez, doce... la alfombra del salón ya había secado sus pies, ahora solo había algo en su pecho que le decía que no siguiera caminando, que esa no era la casa de Tomoyo, que esa no era la puerta de su habitación... que debía soltar esa mano que la envolvía con fuerza y delicadeza a la vez... que no...

Un clic y luego oscuridad completa, siguió caminando de la mano del chico hasta que él la soltó y se aproximó al interruptor.

Luz.

Luz que casi ciega sus ojos, una alarma que gritaba en su cabeza, una irradiación roja que giraba por sus sentidos... quiso examinar la habitación con cuidado pero solo alcanzó a distinguir algunas cajas que desaparecieron de sus ojos en segundos... casi como magia. También quiso reírse de su mal chiste pero no lo logró... estaba totalmente petrificada.

¿Qué estaba haciendo ahí?...

Sintió miedo cuando su mente intentó cavilar respuesta, sin duda alguna era muchísimo mejor no pensar... volvió a sentir temor al ver como la luz bajaba su intensidad. Dejándolos en penumbras de nuevo.

Eso solo significaba peligro, mucho peligro...

-"Bella..."-la voz grave y ronca la aturdió aun mas; fijó la vista en los ojos fogosos que la miraban con pasión y movió la cabeza indicándole que lo escuchaba.

Se acercó a ella casi zigzagueando, levantando un poco la mano para señalar la puerta y que otro clic se escuchara, el seguro ya estaba puesto. Ja. Ya quisiera siquiera pensar un poco, pero desde que esa boca estuvo sobre la suya ya solo pudo repetir como loro en su mente... Sakura.

Robó la mano de chica, apresándola entre sus dedos e incitándola a caminar.

Esa tampoco era su cama...

Sintió algo blando bajo ella... ahora ya no era dueña de sus dos manos, algo las mantenía lejos de ella, su mente quiso suponer que no eran las manos de Syaoran las que las acariciaban con tanta delicadeza las suyas, pero mentiría.

Había tanto silencio en el exterior que le era imposible escuchar los gritos que su mente daba... gritos de alerta, gritos de que eso no estaba bien, nada bien...

Ahora se sentía desnuda, esa mirada cobriza la desnudaba y eso sin duda producía mas escalofríos que se dispersaban por su cuerpo haciendo que se estremeciera. Dulce tormento.

Syaoran se sentía dentro de un vórtice, girando y girando hasta marearse y casi desmayarse... la cuestión era que no se desmayaba, solo acariciaba las manos de la linda chica que mantenía la mirada clavada en la nada, como si estuviera en un sueño del que no podría despertar... solo esperaba que estuviera soñando con él.

Una mano abandonó a la de la castaña para acercarse con lentitud a esos labios entreabiertos y rosáceos, dibujando sus bordes, recorriéndola como si corriera peligro de no estar ahí después; delineándola, deseándola con fervor... esa boca sonrió debajo de los dedos que la estaban trazando como dando respuesta afirmativa a la petición.

Las miradas se encontraron de cerca, cada vez mas cerca, con ese brillo que parecía ser lo único que resplandecía en la habitación... haciendo competencia furiosa a la luna que se mantenía fisgona en la ventana. Por fin, después de segundos que parecieron eternos las bocas se encontraron, luchando tibiamente por ser el ganador de esa danza exquisita en la que sus lenguas parecían ser los competidores, utilizando los dientes como armas y anhelando el aliento que el otro expedía.

-"Sakura..."-repitió el viento después de salir de los labios, muriendo en la boca de la dueña del nombre que sentía las manos del castaño en su cabello, recorriendo su nuca, hundiéndose en su profundidad, alargando el beso... compartiendo el aire, muriendo lentamente por esa lucha que ninguno parecía ganar.

La habitación empezó a volverse calida, los suspiros mas sonoros, las bocas mas rudas y las manos mas desesperadas.

Luces blancas rojas y amarillas centellaron en su mente cuando ese aliento fue a dar contra su cuello; lamiéndolo y mordiéndolo a la vez... causando un dolor que nada tenia de eso, una sensación que despertaba todas las fibras de su piel y la hicieron dar otro gemido que ahora llevaba un nombre tatuado: Syaoran... .

Reclinó su cuerpo, utilizando las manos como apoyo y ladeando la cabeza a la izquierda, notando que una fuerza en su cintura la obligaba a subir mas al lecho, que un peso empezaba a subir a horcajadas a ella sin dejar de besar su cuello.

¡Dios... delicioso!

Syaoran dejó el cuello pasando a los hombros, deslizando sus manos a los brazos acariciándolos de arriba abajo, percibiendo la tibieza de la blanca piel de la joven, su suavidad. Sus labios jugaron alrededor de los tirantes del blanco camisón, amenazando con hacerlos caer y eliminar de una vez por todas esa barrera. Lamiendo y saboreando como si fuera el mas exquisito de los caramelos.

Esos suspiros se convirtieron en suave melodía que lo incitaron a seguir... tomando el lugar como música de fondo a esa escena.

A Sakura pareció no importarle tener a Syaoran encima de ella, dándole esos besos que producían efectos casi afrodisíacos en su cuerpo, hipnotizándola, alocándola... si alguien pregunta no fue ella quien decidió poner las manos en los hombros del chico, tampoco fue ella quien urgió a deshacerse de la playera, recorriendo con las yemas de sus dedos ese torso que ahora se mostraba desnudo.

-"E-espera..."-

¿Cómo?...

-"E-espera Sakura..."-sus manos se helaron, el resplandor de sus ojos buscó con desesperación la mirada del chico en espera de una explicación que le permitiera seguir acariciándolo. A ella ya no le quedaban neuronas... no entendía como él si podía darse el lujo de pensar...

-"¿Qué?"-salió como escupitajo de sus labios.

-"Yo no..."-

¿Qué estaba haciendo!...

¡Él la deseaba con locura y ahora que estaba en su cama, con escasa ropa e incluso ayudándolo a desvestirse... se detenía!

¿Era acaso una dimensión alterna?. La dimensión desconocida...

-"¿No me vayas a decir que es tu primera vez?"-el tono con el que hizo su broma lo relajó, ocasionando que negara despacio y tomara su rostro entre sus manos.

-"No tontita no es eso..."-ternura... había ternura en sus palabras, como si hablara intentando seguir acariciándola. –"...es solo... que no quisiera hacer esto si en realidad tú no lo deseas..."-

Algo dentro de Sakura la orilló a cerrar los ojos, privándose unos segundos de esa vista ambarina que esperaba la respuesta a esa pregunta que no formuló, pero que si necesitaba una contestación.

-"Tienes razón..."-alcanzó a pronunciar con la seriedad que hizo que el castaño diera un suspiro mental... –"...a mi tampoco me gustaría hacer esto si tú no estas de acuerdo..."-soltó una leve carcajada y sin mas demora devoró esos labios.

¿Qué mas daba ya?...

Lo deseaba y ella a él... si había mañana estaba bien, pero si no ahora la muerte resultaría placentera en esos brazos que la enjaularon en un fuerte abrazo... después de su beso volvieron a mirarse a los ojos, buscando respuestas en ellos... ¿respuestas a qué?... en realidad no lo sabían... no tenían ni idea. Pero si había dudas, si había situaciones, pero no era ni el lugar ni el momento...

-"Bella..."-movió la mano que permanecía en su mejilla y le propino una suave caricia que desató el huracán... un huracán de emociones que ambos tenían pero que buscaban salida en sus labios.

La tibieza del cuarto se transformó en una caldera, ya no había nada que los detuviera, ni siquiera sus propias conciencias que habían decidido irse las dos a Paris, solo quedaba a algunas horas de Milán y una visita a la torre mas famosa y romántica del mundo no era cosa de todos los días.

Se movieron por el lecho, ansiosos, colocándose casi a la mitad, justo donde un rayo de luna palidecía sus pieles, delineaba sus cuerpos. Uno sobre el otro.

Encontraron algunos cojines redondos que les sirvieron de apoyo...

Uno de los tirantes se había deslizado por el hombro, llamando mas la atención del castaño que de inmediato saboreo la calidez de ese hombro. Su mirada no se percató pero sus manos tenían un ligero temblor, como si les diera miedo tocar esa suave piel, descubrir lentamente lo que ese camisón le enseñaba cuando lo deslizaba por la delgada silueta de la ojiverde.

Perdió el aliento, literalmente hablando dejo de respirar, muriendo por unos minutos cuando por fin pudo ver ese cuerpo sin tapujos, sin nada que no fuera esa piel que resplandecía, nada que no fuera la castaña melena que le daba un aire de Diosa...

Un Diosa desnuda que parpadeaba con lentitud, mostrando las esmeraldas detrás de las espesas pestañas que siempre estaban rizadas, coquetas... resplandecientes.

-"Eres hermosa..."-suspiró recobrando la vida.

Una dosis de ternura y pasión los embargó, los labios empezaron a torturar con su roce aquel vientre, jugando con su ombligo, moviendo los dedos y soplando por donde su boca pasaba, ocasionando un estremecimiento. Dulce martirio.

El calor los envolvía con su manto, el perfume varonil la estaba embriagando, haciendo que sus manos se hundieran en la cabellera chocolateada; suspirando y gimiendo por los besos en su vientre, por las manos que hacían trazos invisibles en sus piernas... por ese hombre que la hacia volar por los cielos y regresar.

-"Quiero que esto dure para siempre..."-susurro Sakura, pensando que solo su mente y ella lo habían escuchado...

-"No creo que esté dentro de mis capacidades... pero lo intentaré...-esa voz la sobresaltó, levantó la cabeza y se topo con esos ámbares que de inmediato saltaron sobre ella, abalanzándose en una lucha de besos que ahora eran desesperados... casi violentos. –"Te haré ver estrellas sin que abras los ojos..."-le amenazó cuando mordía sus labios.

-"Ya las estoy viendo..."-le suspiró al oído tomando un papel mas activo en la situación, atrapando entre sus dientes el lóbulo que ahora lo hizo dar un suspiro al joven.

La desnudez ya no le importó, ahora lo que necesitaba era quitar esos shorts que lo mantenían a él en ventaja. El combate comenzó, esa lucha de caricias ardientes que quemaban la sensible piel del otro.

Mordidas...

Sakura se aprovechó del ligero dolor que le ocasionó en el hombro al castaño, para empujarlo con algo de fuerza y deshacerse de esa jaula humana que la mantenía pegada al colchón. Subiéndose a él a gatas, rozando sus cuerpos para arrancar de los labios masculinos algo parecido a un suspiro ahogado, que terminó como un rugido excitado.

Cuando alcanzó su mirada se hundió en esos ojos cobrizos acercándose peligrosamente a los labios y terminando por besarlos con mas pasión que antes, moviéndose sobre él y acariciando con su cabello el torso desnudo del ambarino.

En medio de la sorpresa que le ocasiono la sensualidad que Sakura mostró de un momento a otro decidió no dejarle las riendas... posicionó sus manos en las desnudas caderas de la joven acariciando su espalda, incluso aventurándose al sitio donde éste deja de serlo. Arrancando suspiros mas escandalosos a la ojiverde que seguía besándolo.

La pasión parecía ser lo único existente en esos cuerpos... Sakura podía percibir a la perfección esas diminutas descargas eléctricas que se esparcían donde fuera que Syaoran la tocaba... ¡Maravilloso!...

El castaño decidió que ya era bastante tortura por parte de la chica por lo que se sentó en la cama, haciendo que Sakura se incorporara y terminara sentada en él.

-"Con que te estas esforzando dulzura..."-dijo. –"... pero yo también puedo hacerlo..."-amenazó.

Una de sus manos siguió en la estrecha cintura de la chica, recorriendo la curva que esta ocasionaba al llegar a sus caderas, pero la otra decidió prestar atención al pecho de la chica... tomando entre sus dedos esa perfecta esfera que sirvió para que Sakura se mordiera el labio y terminara cerrando los ojos.

Se sobresalto al sentir la húmeda boca del chico que besaba lo que antes acarició con fuerza, obligándola a arquear la espalda para no gritar como desquiciada. El placer ya empezaba a dar sus frutos, el sudor ya empezaba a brillar en sus cuerpos... ya todo era pura y exquisita delicia. Goce.

Syaoran se deleito al sentir ese botón entre sus dientes, presionándolo con algo de fuerza, haciendo que el grito de Sakura ya no fuera reprimido, le deleito saber que ella estaba gozando por su causa. Su mano subió por su espalda hasta tomar entre sus dedos el largo cabello de la chica y lo recorrió para su gloria personal, era tan suave y olía a recién lavado... eso le encandilaba y lo enloquecía.

Abandonó la deliciosa curva que ya había probado para pasar a la siguiente, dándole leves mordidas y sintiendo como las manos de Sakura se mostraban inquietas sobre sus hombros, apretándolos e incluso enterrándole las uñas con fuerza poco contenida. Repitiendo su nombre, gritándolo entre suspiros.

En medio de su faena levantó los ojos para ver las mejillas ardiendo de Sakura, los ojos escondidos detrás de los parpados y esa mueca de satisfacción acompañada de un sonrisa.

-"Esto todavía no ha empezado bella..."-

¿Por qué le hablaba y la torturaba tan deliciosamente a la vez?... si seguía mordiendo sus labios sangrarían con furia, pero es que... ese hombre le arrancaba suspiros y palabras que jamás pensó pronunciar... ahora era su turno.

Dejo los hombros que parecieron no notar los arañazos que ya había dejado en ellos, y levanto el rostro de Syaoran, agachándose para besarlo, introduciendo su lengua y bajándose de sus piernas para quedar a su altura.

Ese beso duró una eternidad, un abrazo mas fuerte que los anteriores, ya no se sabia donde empezaba uno y terminaba el otro.

La castaña había olvidado la prenda que él aun traía puesta, así que con dedos temblorosos se encamino al borde de los shorts del castaño, notando el deseo que el sentía por ella. Y sin mas pudor insistió en deshacerse de ellos, pero la pose sentada que tenían se lo imposibilitaba.

Soltó una risita nerviosa al percatarse que el botón se mostraba inmune a sus intentos de abrirlo.

La sangre en sus cuerpos bombeaba con locura, haciendo que el latido de su corazón se hundiera furioso entre las sensaciones que todo el cuerpo estaba experimentando. Las respiraciones entrecortadas y esos gemidos que eran solo muestra de lo bien que la estaban pasando. El pulso alocado que parecía querer estallar en cualquier momento... su cuerpos se estaban entregando con velocidad alarmante.

Al notar su ansiedad Syaoran tomo entre sus manos las de Sakura y con gran maestría la ayudó a hundir la mano en el ojal y así desabotonar la prenda. Con algo de dificultad logró quitársela por completo quedando en las mismas condiciones, una desnudez exquisitamente delicada.

El sonrojo de Sakura se agudizó al poder ver a Syaoran por completo... incluso soltó una tos algo nerviosa... no era mucha la luz del cuarto, pero lo suficiente para admirar la belleza masculina que ese hombre poseía, su cuerpo delicadamente marcado por el ejercicio que realizaba, un abdomen no muy musculoso pero firme y suave, bueno... digno de que hicieran una escultura suya con traje de Adán...

Syaoran se dejo caer sobre Sakura, presionando su cuerpo con fiereza animal, encontrando una calidez que asfixiaba al ver lo bien que sus cuerpos se amoldaban, como si estuvieran hecho el uno para el otro.

Se miraron por segundos, sonriendo con complicidad... admirándose con pausa en lo que las manos iniciaban su labor de caricias locas y desenfrenadas... hambrientas.

En medio de la excitación Sakura levanto una pierna y le abrazó la cadera al chico, haciendo un contacto que la hizo gemir con fuerza. Syaoran recorrió con la mano el rostro de Sakura dándole un beso casi nulo en los labios. Moviendo la otra mano hasta encontrar la otra pierna de la chica e invitándola a que acompañase a la otra.

Un mirada involuntaria donde sus ojos brillantes encontraron la respuesta que estaban buscando.

Sakura...

Syaoran...

Ambos... uno.

El sabor de la gloria llego a sus bocas cuando en medio de un beso mas tranquilo que los demás se volvieron un cuerpo. Con torpeza al principio, incluso nerviosismo por parte de Sakura, pero en cuanto lo sintió en ella, siendo suyo y viceversa, un gemido fue expulsado de sus labios. Un gemido casi irreconocible...

El vaivén dio inicio, embistiendo con delicadeza momentánea, deseando que ella experimentara y comprendiera todo el deseo que despertaba en él.

La fricción de sus pieles ocasionaba la chispa que inició la cadena de ascendentes e incontrolables emociones, que como un torrente los recorrían. Desde el dedo gordo del pie hasta el ultimo y mas largo cabello, excitándolos, incitándolos a sentirse mas cerca, a ser mas del otro que de si mismos... a ser un ser perfecto que se unía una y otra vez... que susurraban palabras de gozo y placer.

Los sonidos eran irreconocibles, eran el eco que salía del otro para convertirse en su voz propia.

La capa de sudor en sus cuerpos ya dejaba caer unas cuantas gotas, el ambiente solo se podía comparar con el mas remoto infierno, incluso minimizándolo y convirtiéndolo en un sauna.

Si en realidad el inframundo era así de delicioso ambos se dejarían llevar a él...

Sensaciones únicas, suyas, placenteras...

Syaoran se detuvo, haciendo que el espasmo de placer de Sakura se quedara pausado. Frustrado...

Impaciente levantó el rostro, abriendo los ojos desmesuradamente y soltando un grito al ver como Syaoran salía de su cuerpo, y se agachaba a besar la parte interna de sus muslos.

Se agarro con furia de la sabana cuando el aliento de Syaoran amenazaba con hundirse en su mas profunda intimidad. Empezó a retorcerse como pez fuera del agua, abandonando las sabanas estrujadas para enterrar sus dedos en la cabellera de Syaoran que probaba las mieles de aquella cavidad.

-"S-syaoran..."-

Ahora sencillamente moría en la agonía de sus labios, estaba completamente a su merced, ya ni siquiera reprimía sus suspiros cada vez mas potentes. Solo esperaba que esa sensación perdurara todo lo posible... ¡Delicioso!.

Las hormonas terminaron de nublar cualquier incipiente pensamiento, dejando que las caricias húmedas y delicadas que le propinaban fuera lo único que importara. Lo único...

El castaño dejo esa tortura y regresó a los muslos, recorriéndolos con los labios, bajando despacio por las bien formadas piernas de las chica, lamiendo con diversión el tobillo, maravillándose al darse cuenta que deseaba mas el placer de ella que el propio, sin duda ella era diferente.

Claro que había pasado por varias camas, varias mujeres habían compartido su calor, pero en ninguna ocasión que recordara vividamente, había decidió complacer a su pareja tanto como esta vez.

Una oleada de verdadero placer la recorrió. Pero al parecer Syaoran no estaba satisfecho con eso, volvió a regresar a los labios de la chica, invitándola a danzar de nuevo con su lujuriosa lengua. Sakura reprimió un suspiro de queja y desesperación, pero lo sustituyó por uno de desenfrenada pasión cuando Syaoran hundió sus manos en la espalda de la chica, la levantó como si fuera la mas ligera pluma y la sentó en si, volviéndose de nuevo un ser...

Ambos... uno solo...

No notó –hasta pasados algunos segundos- que era ella la que llevaba el ritmo de esa danza frenética, dándole la libertad de moverse a su antojo... de poder complacer a Syaoran como él lo hacia con ella.

Una entrega total en la que las palabras no tenían porque ser mediadoras.

El sudor ya bañaba su frente, algunas gotas escurrían por sus costados... pero eso no era importante, lo importante era esa sensación de exquisita y vehemente sensualidad en la que se entregaron, sin mas que el deseo de por medio, sin mas que la satisfacción de complacer y ser complacidos.

Sin amor... o eso pensaban los dos.

La tentación había culminado por fin.

Ella seguía moviéndose de arriba abajo, deteniéndose por intervalos momentáneos para después continuar con una fuerza casi abrasadora y vehemente. Ella se entregaba a él como él a ella... la tentación de sus cuerpos ya no era mas que un remoto pasado... ya habían sido uno, ya habían estado juntos...

Su espina dorsal necesitó encorvarse, sus ojos se cerraron apretándose con fuerza, un grito ahogado acompañado de una fricción mas veloz. Lo necesitaban...

Su cuello era victima de mordidas cuando el espasmo final de la cumbre del éxtasis los recorrió a ambos. Ya no había vaivén, solo quietud y silencio en el que intentaban guardar esa columna de emociones para siempre. Donde los dos comprendieron el verdadero sabor de la embriaguez emocional.

Donde ambos dejaron que el deseo fluyera de uno al otro... culminando.

En un intento de recobrar sus respiraciones ambos suspiraron agitados... lento sintiendo como poco a poco el infierno en el que estaban se volvía tibio. Tibio como la pasión arrolladora en sus cuerpos que ahora solo buscaban el aire que habían perdido en el transcurso de la noche.

La luna seguía temblando en el reflejo de la piscina, ya no tan arriba como antes... comparándose solo con el cuerpo de Sakura, temblaba sin saber porque... temblaba. Tal vez de miedo por esos extraños e innombrables sentimientos que despertaron en su interior... o tal vez por sentirse raramente halagada al notar la mirada penetrante de Syaoran, que aun jadeaba un poco... que aun no tenia aliento, pero que le acariciaba el brazo, que se acercaba para abrazarla, que jugaba con su cabello y la incitaba a dejarse caer en la cama con ella.

-"No se tu bella, pero he tenido un día muy agitado... durmamos..."-jaló sin mucha atención las sabanas y la invitó a que lo acompañase.

Sakura se dejo guiar, no sabiendo si iba a poder dormir con esos brazos fuertes que rodeaban su cintura, con ese cuerpo desnudo que se pegaba a su espalda, acompañado de esa respiración acompasada que hacia que sus cabellos se movieran lentamente regalándole mas caricias.

Su mente aun permanecía en blanco. No sabia si en realidad odiaba que su voluntad fuera tan pobre como para arrastrarse y dejarse arrastrar –tal vez era lo que mas detestaba- hacia ese atractivo cuerpo fornido que la llenó de caricias y que la hizo sentir en los brazos de la gloria.

Algo le dijo que dejara de pensar y disfrutara de ese hombre que dormía a su lado, que ella debía hacer lo mismo, que ya mañana sabría que hacer... que ya se preocuparía después... que ahora solo le hiciera caso a ese cosquilleo en la barriga que la hacia sonrojar y que le hiciera caso a Morfeo que le extendía los brazos.

Se durmió.

Sonriendo...

En la llama de tus labios me queme...

En el aeropuerto parecía no importar que eran menos de la cinco de la mañana, todos se movían rápida... algunos bostezando, pero una en especial que arrastraba su maleta con un caminar acompasado por el cloc, cloc, cloc de sus tacones...

Su largo abrigo negro de tres botones escondía una falda de seda roja... al igual que esos lentes oscuros escondían sus carmines ojos.

Se sentó en una sala privada, cruzando la pierna para mostrar esos hermosos zapatos de mas de dos mil dólares. Sacó una cigarrera de plata grabada de su bolsillo acompañado de un teléfono móvil plano y pequeño.

Puso uno de los tabacos en sus rojos labios y aspiró el humo para dejarlo descansar entre sus dedos, para después apretar un par de botones en su teléfono.

Soltó un bufido al ser mandada al buzón ya que no habían contestado su llamado por mas que timbrara.

-"Tu siempre con el sueño pesado ni siquiera escuchas el teléfono..."-susurro a la grabadora con voz extremadamente melosa. –"... bueno cariño después de mucho buscarte por fin he dado contigo... parece que te escondes de mí amor, pero eso ya no importa, iré a un hotel por esta noche, pero mañana o en cuanto oigas este mensaje te estaré esperando con algunas prendas que compré en Paris... son hermosas y de seguro a ti también te gustaran... un besito. Chao... estaré en el Royal... espero que eso te refresque la memoria de esas horas en la tina..."-cerró la tapa de su móvil y volvió a aspirar el humo de su cigarrillo. -"Esta vez me encargaré de que regreses conmigo a China..."-se dijo a si misma en voz baja. Se puso de pie y volvió a arrastrar su maleta cuando el sol ya daba sus indicios de salir.

Soltó su negra cabellera del listón que la apresaba y se maravilló por las miradas masculinas que atraía, como siempre...

Estiró su mano para frenar un taxi, mostrando sus delgadas manos y ese brazalete que brillaba dorado.

El conductor salió para cargar la maleta de su nueva pasajera e intentó entender el vacilante italiano de la chica. La dejo en el hotel mas caro de la ciudad cuando el reloj ya marcaba la seis mas quince.

-"Que bella chica..."-suspiró al guardar su gran propina y volvió a rondar por la ciudad, ese era un gran día.

En la llama de tus labios me queme...

Se removió algo perezosa en medio de las sabanas de seda egipcia que cubrían su cuerpo aun desnudo. Todavía sentía la calidez embargar sus sentidos, pero un extraño aroma empezaba a acariciar su nariz. Se incorporó, tomando la sabana entre sus manos para cubrir su pecho.

Un sonrojo apareció en sus mejillas con radiante apariencia cuando el recuerdo de la noche pasada le golpeó con fuerza.

Examinó la habitación con mas atención que la noche anterior... era bella pero aun así estaba muy desordenada. También encontró una bandeja que albergaba ese aroma delicioso y una rosa roja casi en botón.

Tomó la taza con una resplandeciente sonrisa, después de oler con vehemencia la rosa, justo cuando el producto de sus sonrojos apareció en la puerta con otra bandeja.

-"Buenos días dulzura... ¿cómo dormiste?"-le susurro con un tono mas cariñoso que antes, obteniendo su respuesta con el rojo de su rostro. –"Hice café, traje algunos bollos y fruta... Tomoyo llamó y dijo que no te preocuparas por Ten... lo llevarían al parque de diversiones todo el día..."-susurró esto último con sensualidad escondida detrás de su sonrisa de medio lado.

Sakura asintió y se deleito dos veces; una por el sabor a café en sus labios y otra para la figura celestial que mostraba ante ella con un pans negro y una camisa blanca. Un atuendo bastante sencillo, pero que hacia ruido plástico al caminar. Se sentó al borde de la cama dejando la bandeja con los bollos en la cómoda y se aventuró a acariciar el rostro de la chica sin inhibición alguna.

Le extendió una de sus camisas, atreviéndose a ponerla en sus delicados hombros y a abotonarla con excesiva atención.

-"Eres muy bella..."-

No mentía, no mentía en lo absoluto... su cabello algo revuelto, sus labios hinchados por la noche tan agitada que habían pasado y sus ojos centellantes como selva verde que escondía las bondades y misterios de la vida eterna eran hermosos... divinos.

Si Afrodita sabia lo que era la envidia sin duda la estaba sintiendo por una mortal de nombre Sakura. Sakura Kinomoto.

Se aproximó hasta cerrar la distancia entre ellos, besándola con ahínco y adoración... acariciándola por completo. Haciéndola suspirar una vez mas.

-"¿Qué haremos hoy?"-cuestionó casual cuando jugaba con el mechón de cabello que caía en su hombro. –"Bien podríamos quedarnos todo el día en la cama y bueno..."-levantó la ceja incitante. –"...pero sino, pues podríamos pasear por la plaza y comer helados..."-le sonrió con infantil ternura.

Sakura se aproximó a él con belleza felina y apresó sus labios.

-"Lo de la cama no suena nada mal..."-

Un zumbido llamó la atención de la pareja acompañado de unas luces azules que salían del cajón de la cómoda.

-"Mi móvil..."-se acercó con lentitud, sin darle mucha importancia. –"...acaso Eriol no sabe lo que es privacidad..."-bufó cuando lo sacaba y le mandaba un beso a Sakura.

Abrió la tapa y noto el aviso de un mensaje de voz.

-"No puede vivir sin mi..."-guiñándole el ojo a la castaña e incluso acercándose a ella cuando ponía el teléfono en su oído. Ocasionando una risita en ella.

Su corazón se detuvo.

No podía respirar...

-"¿Pasa algo malo?"-se percató de la manera que sus ambarinos ojos se oscurecieron.

-"Nada bella..."-cerró el teléfono y suspiró intentando que ella no se percatara.

Justo cuando todo iba tan bien...

Sintió unos labios sobre los suyos, unos besos que lo incitaron a regresar a la cama y volver a besar ese cuerpo que se desprendió de la ropa en menos de lo que se volvieron a perder en la pasión.

-"Tal vez esta sea la ultima vez que te bese Sakura..."-salió de su mente. –"Ella esta aquí... Mei Ling esta aquí..."-

Él sabia lo que eso significaba... no volvería a tomar café con ella, no vería a Tenshi de nuevo y esos pensamientos le oprimían el pecho con fuerza. Si en realidad no quería un escándalo debería ser así...

Sintió culpa al recordar... sintió pena al saber que existían mas sentimientos de los que creía. Que esa castaña le era indispensable y que efectivamente...

Él había ganado la apuesta... esa miserable apuesta que ahora se arrepentía de haber hecho...

-"Syaoran..."-

Continuara...

Bua!... sipo -.-U... todo iba tan bien y la prometida del castaño llega a Milán... AH!... pero bueno, solo queda un capitulo de la primera temporada y empieza la segunda y ultima...

/ estoy que me muero de la vergüenza... ¿qué les pareció la escena de cama?... a mi sinceramente no me pregunten de donde salio que hasta yo me sorprendo O.O!... weno... si alguien quiere ciberdemandarme... pues ya ni modo tendré que afrontar la responsabilidad... aunque sobre advertencia no hay engaño... además es algo que tenia que suceder para que todo esto se desatara...

Hay muchas sorpresas para después... solo sigan pendientes y disculpen si herí la sensibilidad de algún lector... es lo ultimo que deseo hacer... -.-U

Se aceptan todo tipo de comentarios... concejos ideas y reclamaciones...

Creo que ya no hay mas comentarios sobre el capitulo... ¿qué les pareció?... A mi me encanta ver a Syaoran contando historias y bañando a Tenshi... ¡Ah! Yo quiero un novio así!

Ahora las preguntas intrigosas...

¿Quien es el padre de Tenshi?

¿Cómo se sabia esa historia Syaoran y Tenshi?...

Weno... dejen un review y un besito...

En lo personal sentí el capitulo bastante corto, pero si le aumentaba pues quedaría muchisisismo muy largo, creo que de este tamaño están bien... díganme que les parece y así los hago mas largos.

Los kiere un montón...

Lían.

4ver & 4always.

Oo BeShOs y aBrAZoS De ChOcOlAtE Oo

- No se pierdan mi siguiente actualización que no se cuando será, pero es When... sipo ya voy a volverlo a actualizar... y subiré una nueva historia... ¿me gusta la mala vida verdad...?... - -:-)